EL VIAJE. CAPÍTULO 31.

EL VIAJE 31.

Sil Barby‎Dedicado a Benjamin Vicuña con Amor

EL VIAJE. CAPÍTULO 31.

Bs. As., viernes 23 de setiembre de 2014.

…. ¿Estás mejor?

… Algo, con el café al menos he despertado un poco pero de tanto llorar no puedo sostener los ojos ni la cabeza. Beto, por qué no van a descansar con Gaby, que Marcos sostenga el estudio y Fabi y yo nos quedamos acá, no podemos abandonarlo todo. Guiie no quisiera eso.

… Pedro, no puedo ir a la facultad hasta que lo del viejo no se defina, tampoco irme a casa sin verlo, sin saber algo más. Ya avisé a Valeria y se quedará con Guillermito.

… Yo tampoco voy a la facultad, llevo a Gabriela a descansar y a ver al nene y regreso. Si quedamos libres rendiremos igual Pedro. Guille entenderá. Eso no importa ahora.

No los van a dejar verlo ahora, no tiene sentido que se queden. Pedro,…, necesitan dormir un poco, el cuerpo se los pide, pueden pasar unas horas en casa mientras Guille está en la sala de reanimación y regresar al hospital a la tarde.

… Ya veremos Beto. Pedro esbozó una sonrisa pero la agonía de las últimas 12 horas estaba grabada en su rostro a fuego y los ojos destilaban más tristeza de la que Beto había visto en su vida.

… Pedro, el viejo la va a pelear, se pondrá bien. El Dr. ha dicho que tiene muchas probabilidades de sobrevivir...

… No tenemos ninguna certeza Fabi, ¿y en qué condiciones lo haría? ¿En coma, igual que un vegetal, o con el cerebro deteriorado? Perdón, pero no tiene sentido falsear la verdad, ni a nosotros mismos ni a Valeria, a nadie. ¿Qué pasaría si muere esta noche, si no supera el postoperatorio? ¿Qué diríamos después a Cuca, a Valeria? No podemos ocultar la verdad a nadie.

___ Las lágrimas se agolparon como las preguntas  y empañaron los ojos de todos.

… Pedro, cuando ocurra lo que sea, lo afrontaremos.

… Mierda Beto, siento que el corazón me estalla en pedazos. ¿Cuánto dolor seré capaz de soportar y de absorber este fin de semana? Perdón Fabi, eres más fuerte que yo.

… No sé si soy más fuerte pero lo único bueno que veo en esta mierda, es que puedo comprender el amor que sientes por mi padre, perdón Pedro, perdí meses de estar con ustedes por prejuicios, capricho, no ver su condición, no comprender este amor. Me tortura lo que hice. ¿Qué puedo hacer por vos, que esperas de mí?

.. No espero nada Fabi, con que  tu padre desde algún lugar sienta que estás a su lado es suficiente. Ayudemos como podamos y, por ahora concentrémonos en la supervivencia. Solventaremos el resto más adelante. No podemos ocuparnos de todo a la vez.

___ Mientras ellos hablaban Juan llegaba y se guiñaron con Beto.

… Pedro, Fabián, lo siento mucho, no sé  decir más.

… Juan, ¿quién te aviso?

…. Yo Pedro, luego de que veas a Guille y cuando hayas dormido un poco, te contaremos algo sobre los responsables de esto. Juan y José están trabajando con nosotros para ello. Los llamé desde el loft.

.. ¿Qué?, está bien. No puedo ahora pensar en querellas, juicios,  y esa mierda, vi todo y supongo que tendré que ir a declarar  sin remedio en un rato.

… No hace falta, no te preocupes. José se encargará de todo y vendrá a tomarte declaración acá o donde quieras, igualmente Beto  sabía bastante, el guardia está detenido y habló, la mujer no tiene lesiones graves y en un rato será trasladada pero hay más gente detrás. No era José Pedro, tampoco él te drogó.

___ Pedro lo miraba absorto aturdido, demasiado desbordado como para actuar con cordura. Juan no hizo ademán de consolarlo, también estaba muy trastornado, y sabía que cualquier iniciativa que tomara sería contraproducente.

… No es fácil lo que tenemos que hacer, hace meses que estábamos vigilando a Miguel, a Ana, y al fin no hubiéramos avanzado nada por ese camino si no aparecía esta loca, si Beto no nos contaba. Yo tampoco sabía de esta historia.

.. Lo sé, Guiie me lo dijo.

… Quizá vos cuando te sientas mejor nos puedas ayudar a resolverlo. Los responsables directos están presos, los vamos a llevar a juicio, te lo prometo.

… Está bien Juan, gracias. Pero no me pidas que tome decisiones  o que los pueda ayudar ahora, no puedo ordenar mis ideas, necesito que esperen.

… No te vamos a presionar Pedro, tranquilo. Y quiero poner las cartas sobre la mesa, no te tienes que preocupar por nosotros ya,  Tuvimos una crisis cuando supimos del amor de ustedes, pero ya pasó. José está mejor, estamos reintentando nuestra relación, pero fundamentalmente los vamos a ayudar, como fue siempre, y hace mucho que soy amigo de Guillermo, nunca debí volver a confundirme. De alguna manera en algún momento sentí que los quería a ambos, a Guille y a José, pero fue una estupidez de mi parte, fui uno de los primeros en verlo enamorarse de vos.

… Juan, creo que ahora mismo no somos capaces de razonar como es debido. Deberíamos esperar a que Guiie esté fuera de peligro. Hoy no tengo respuestas para nadie, no puedo reprocharte nada. Necesito que mi mente se aclare.

… Supongo que es ridículo decirte lo que siento ahora Pedro. Pero sé que te debo más que una disculpa, José también lo sabe. Y quería que supieras que estamos ayudando.

… Gracias. Me alegro. Todos merecemos algo mejor. Pero ahora lo único que puedo sentir es que el mundo se me vino encima Juan, ¿Y si Guiie se muere?
… No digas eso Pedro, no lo pienses siquiera.

… ¿Vos también crees que saldrá Juan?

… Espero que sí Fabi, qué más se puede hacer.

___ Fabián regresó al regazo de Pedro que volvió a abrazarlo como si en él estuviera abrazando a su padre, era la partecita de Guillermo que estaba a su lado y lo agradecía con el alma.

… Te quiero mucho Pedro, necesito decírtelo, en la cena  lo sentí y ahora mucho más.

… Gracias Fabi, yo también te quiero, a Valeria y al nene, son la familia de mi amor.

… Vayan  a la casa todos un rato, puedo quedarme y les avisaré de inmediato si hay novedades, he dormido a pesar de las pericias, y de lo que estuvimos haciendo. Pedro el loft ya está liberado.

.. No quiero ir allí, ahora no puedo, sin Guiie no puedo.

… Beto, ¿por qué no le armas un bolso con ropa y lo llevas a casa? Pedro, Valeria me dijo que Ana se fue a casa de su novio cuando supo de esto, tu lugar ahora es con nosotros, en la casa de tu pareja, Juan tiene razón, vamos a casa un rato, dormimos un par de horas, almorzamos, Beto te lleva ropa y regresamos a la tarde.

… ¿En verdad quieres que vaya a tu casa?

… Es tuya también, no se han firmado esos papeles que le dieron a Ana, no sé si yo quiero  que mi viejo me deje todo, por ahora tu lugar está allí y te necesito a mi lado Pedro.

… Beto, ¿nos llevarías? No puedo manejar.

.. Claro, deja el coche acá, lo llevaremos luego a la casa con Gaby y los llevo a todos, te busco ropa y a la tarde los paso a buscar.

___ Juan se quedó en la clínica, dejaron los teléfonos de todos y finalmente Pedro y Fabián fueron a la casa.

 Pedro ni siquiera la conocía, pero Valeria y Guillermito lo recibieron como si siempre hubiera sido parte de la familia.

Fabián lo llevó a la habitación de Guillermo y al verla, al sentir su aroma, al ver su ropa en el vestidor, se volvió  a derrumbar.

Se tumbó media hora en su habitación. Cerró los ojos intentando dormir, pero su cabeza se arremolinó en imágenes, lacerantes, desesperantes, de interrogantes sobre Guillermo mezcladas con sus  tres meses de amor en medio de la tormenta, imágenes sobre la vida y la muerte, y lo que todo eso significaba.

Escuchó un ruido y Valeria se asomó.

… Pedro, te traje algo para comer.

… No puedo Valeria, gracias.

.. Intenta, por favor, Fabián algo probó.

… Perdona, pero no aguanto estar lejos de Guiie, me daré una ducha y regresaré al hospital. No puedo estar acá, necesito estar con Guillermo.

… Ya te han dicho que no podrás verlo.

.. No me importa, quiero permanecer cerca. Llevaré una manta y dormiré en un banco, no voy a regresar a la noche. Como Beto vendrá más tarde con mi ropa, me pondré alguna camisa de Guiie.

___ Las lágrimas lo arrasaron nuevamente y Valeria le hizo prometer que aceptaría la comida que le enviaría con Fabián cuando fuera más tarde con Beto.

Se levantó, entró al cuarto de baño luego de acariciar cada cosa de Guillermo que quedaba en la casa. Abrió el grifo de la bañera y, una vez sumergido, dio rienda suelta al llanto. Ahora tenía a una familia a cargo que estaba sufriendo y su propio dolor para llorar.

 Se duchó, se puso una camisa de Guillermo y regresó al hospital. Beto y Fabián estarían allí en un rato y Juan no tenía novedades al llegar.

 Beto y Fabián regresaron por la tarde pero Pedro los convenció que regresaran a dormir, no los dejaban pasar a ver a Guillermo, no habían novedades, luego del parte médico de las 20 horas, Pedro comió lo que le enviara Valeria y dos horas más tarde todos se fueron.

 Pasó la noche en el hospital, ya era sábado, ovillado en una silla en la sala de espera. Ni siquiera advirtió la incomodidad del asiento. Apenas dormitó, pendiente de  cada paso que escuchaba. El bullicio de la planta, junto a los olores de la clínica y el miedo a que en cualquier momento, se segara la vida de Guillermo lo mantuvieron alerta. Y al fin descansó, cuando al cambiar el turno, a las seis de la mañana le dieron permiso para verlo, sábado a la mañana, en lugar de estar en el yate, Guillermo estaba luchando por sobrevivir, estarían celebrando los tres meses del encuentro,  el mes de haberse comprometido.

Una enfermera joven lo acompañó a la sala de reanimación, y por el camino le habó amablemente de lo lindo que era Guillermo. Sin embargo, Pedro la oía sin escucharla, y su mente seguía vagando mientras recorrían los pasillos. Estaba demasiado consternado y agotado como para prestar atención y agradeció igualmente a la enfermera.

A su paso se abrieron puertas electrónicamente y Pedro se obligó a sí mismo a volver a la realidad. Ahora Guillermo requería de toda su atención y sobretodo de su Amor.

Lo vio al aproximarse y su aspecto era peor que antes de la cirugía. Tenía la piel pálida como la muerte misma y estaba rodeado de monitores y máquinas, sumido en el coma, parecía hallarse a miles de kilómetros y mientras le acariciaba la mejilla con el guante que le obligaran a ponerse las lágrimas le nublaban la visión.

Permaneció largo rato a su lado, en silencio, acariciándolo, las manos, las mejillas y evocando cómo eran sus vidas tan sólo dos días antes. Le parecía increíble que todo se hubiera malogrado súbitamente. Ya no podía confiar en nadie, en nada, y mucho menos en la suerte o el destino. Él que le había dicho que el encuentro en Mendoza había sido un milagro hoy ya no podía creer en ellos. Y al cavilarlo, comprendió que no podría soportar el dolor de perderlo. Se sentó en una estrecha banqueta y le murmuró suavemente al oído, rezando para que en el plano en que estuviera, su alma escuchara sus palabras.

… No dejaré que te vayas amor mío. No. No lo permitiré. Te necesitamos, y yo te amo con mi ser. Tienes que ser valiente y luchar. ¡Vamos amor, no te rindas, por favor! Te amo, te necesito, te adoro, te acepto  con todo y como sea. Pase lo que pase, siempre estaré a tu lado, pero tienes que regresar.

… He recordado nuestro encuentro en Mendoza, las miradas, los gestos, las sonrisas, tus fobias divertidas en el viaje a San Luis, en el hotel de La Toma, mis dudas, mi pánico y tus abrazos, la separación, mis semanas torturantes en Santiago hasta que venciendo tu fobia volaste a mí,  te protegí del terremoto y para evitarte el miedo me entregué por completo a ti, fui tuyo en el piso, me hiciste el amor, allí, en el yate, regresamos, dijiste tu verdad, hemos peleado contra todo y contra todos, pero para seguir, amor tienes que regresar a este Viaje, al viaje de la vida, a mi lado. Hace un mes nos comprometimos, me pediste que me casara contigo y pronto podremos. Guiie, amor, te estoy esperando… no me abandones tú. Siempre te prometí que jamás te iba a dejar y cumplí, no la hagas tú, regresa amor mío, por favor.

___ Pedro ya no sabía qué decirle, lo aspiraba y olía a productos químicos y en las máquinas  veía pasar sus  débiles constantes vitales, pero no emitía ningún gesto ni sonido, no hizo ningún gesto de reconocimiento. Sabía que sería así, pero necesitaba hablar con él, estar cerca.

___ Las enfermeras los dejaron tranquilos durante largo rato, hasta que a las siete, le sugirieron que bajara a la cafetería porque vendrían los médicos a hacer la revista de sala.

Pero Pedro se quedó en la sala de espera, donde se abstrajo pensando en todo lo ocurrido. No oía a nadie y sólo al sentir la presión en el brazo y alzar la mirada vio a Beto y a Fabián que habían llegado y al verlo se les estrujó el corazón a ambos. Era sábado a la mañana, el fin de semana de la experiencia más dura  y sus huellas eran patentes grabadas en el rostro de Pedro.

… ¿Has vuelto a pasar aquí toda la noche?

___ Pedro asintió a Beto en peor estado aún que la víspera. Pero Beto comprendía su deseo de velar a Guillermo.

…. He dormido aquí mismo.

…  ¿Dormido?

… Sí, aunque no lo crean he echado alguna cabezadita. Esta mañana me han dejado verlo Fabi

… ¿Cómo está?

… Me temo que igual que ayer. Pero ha sido estupendo pasar un rato a su lado. Al menos sigue en este mundo, puedo estirar la mano y tocar su cuerpo vivo. No puedo asumir la idea del fin, mi más urgente deseo es regresar dentro para acompañarlo, para decirle cosas, cuánto lo amamos. ¿Cómo está Gaby?

… Asustada, se quedó en casa, por Julio Renzo, y no quise darle falsas esperanzas. Marcos está en el estudio. Cuca quiere venir pero no creemos que soporte, y no para de llorar, Solange tampoco, es todo un quilombo hermano. Sin Guille, es todo una mierda. Voy a hacerte una pregunta estúpida, pero dejando de lado toda la desgracia… ¿estás bien?, te noto  a punto de desmoronarte Pedro.

… Estoy bien, no se preocupen por mí.

… ¿Cuándo has comido por última vez?

… Cuando lo vieron, ayer creo.

… No debes abandonarte así. Tienes que conservar tu fuerza. Nadie saldrá beneficiado si te enfermas. Fabi, llévalo a tomar un buen desayuno, vamos Pedro a desayunar.

… No quiero nada.

… Vamos Pedro, Beto tiene razón.

… Fabi, no me apetece nada, sólo quisiera acurrucarme en un rincón y olvidarme del mundo, o tal vez morirme, si él se muere, morirme.

___ Pedro se desmoronaba por lo que Guillermo había sido y tal vez no volvería a ser, por los sentimientos que quizá ya  nunca tendría. Lloraba a Guillermo, a sí mismo, a una vida que sería diferente por siempre jamás.

…. Gracias, pero no podré tragar ni un bocado.

… Habrá que intentarlo. No me daré por vencido hasta que no me acompañes y comas algo o haré que te internen y te alimenten por un suero.

… Está bien Fabi, iré contigo Pero es una incongruencia tener que comer en medio de este desastre.

___ Beto se quedó frente a Terapia y Fabián llevó a Pedro a la confitería, pero apenas tocaba las tostadas.

… Pedro, el ayuno y la falta de sueño hacen que las cosas parezcan peores. Es imprescindible ahora que te cuides, más que nunca. Él lo pediría. ¿Por qué no vas a casa y descansas unas horas? Beto y yo nos quedaremos, Marcos está en el estudio.

___ Charlaron un rato mientras Pedro batallaba con las tostadas, apreciaba a Fabián que siendo el hijo ahora estaba más fuerte que él, pero su mente divagaba sin cesar hacia Guillermo.

… Ojalá supiéramos realmente qué ha pasado,  por qué, justamente ahora que teníamos tu apoyo, que Ana le daba el divorcio, pensábamos en casarnos Fabi, ¿sabes?

Ni siquiera importa el porqué en verdad, lo mejor es atenerse a los hechos ahora. Y las lágrimas inflamaban sus ojos nuevamente., sentía una oleada de sentimientos encontrados: miedo, furia, tristeza, dolor, rencor, confusión, pánico,…,… soledad.

Regresó junto a Guillermo hasta las 15 horas en que  se retiró para que lo viera un rato Fabián.

… Pedro vamos a la casa, te comprendo, pero debes usar la cabeza. No sirve de nada que te agotes así, déjanos a nosotros acá y ve a dormir un rato. Te dejé tu ropa, por favor hermano.

… Está bien, pero quédate con Fabián, tendré el celular encima, voy y regreso en taxi, antes del parte médico regresaré.

“… Pa, perdón, fui en mal hijo, te juzgué, perdí de disfrutarte dos meses,  me creí el dueño de la verdad, te quise alejar de Pedro y hoy viendo su dolor me doy cuenta de que el Amor no tiene género, que no hay en el mundo alguien que ame así. Sé que te equivocaste y mucho antes de Pedro, con Silvina, con Ana, con Juan y tantos pero eso ya no importa. Tampoco sé quién es esta loca que te atacó y el por qué y tampoco me importa, solamente como Pedro, te suplico que  no nos abandones, por él, por mí, por Guillermito, por la gente del estudio. No nos abandones pa, te lo pido por favor. Te amo con toda mi alma, quiero cumplir los planes que hicimos, compartir cosas con Pedro y con vos, que seamos una familia, ir a navegar y de vacaciones como dijimos. ¿Sabes?, lo llevé a vivir a casa, va a vivir no, los ratitos que logramos que se separe de vos lo pasa donde debe estar, en tu habitación. Pa, te amo, regresa por favor.”

 A las 19 horas Pedro duchado y cambiado estaba de regreso, había dormido un par de horas y se lo veía mejor.

De inmediato pasó a estar con Guillermo y obligó a Fabián y a Beto a ir a descansar, mientras pudo estuvo en terapia y luego se quedó en el pasillo. Al fin se sentó en una silla rígida y apoyó la cabeza contra la pared con los ojos cerrados. Pasó largo rato inmóvil, esperando que le dejasen volver a entrar. Eran buenos con él pero el personal tenía demasiado trabajo y los pacientes estaban demasiado mal como para dejarlo mucho tiempo. Estaba de nuevo exhausto. Guillermo no recuperaba el conocimiento, nadie esperaba grandes progresos, ni siquiera que despertase, pero los médicos esperaban algún indicio fehaciente de que el cerebro no había muerto y, aun estando en coma, le hacían incesantes pruebas.

…. ¿Cómo ha sido el día Pedro?

… Marcos, viniste, no demasiado glorioso socio.

¿Has recibido tantas llamadas como yo?

… Probablemente, todos quieren venir a verlo.

… Le harán bien cuando esté un poco mejor, si llega ese día…acaso nunca.

…. Pedro, la noticia se ha extendido por todos lados, en tribunales, en Baunes, Matías no para de joder preguntando por vos y ese otro amigo tuyo, Diego. Los periódicos de hoy publican lo sucedido en grandes titulares.

… ¡Mierda!, si me he negado a dar entrevistas, ni la policía me ha molestado todavía, gracias a Beto y a José.

… Son así, aparecen fotos de vos acá, diciendo que te has negado a contestar preguntas, que estabas demasiado conmovido por la tragedia para hacer comentarios y toda esa mierda.

… No hagas declaraciones a nadie Marcos, y si llaman, diles a Matías y a Diego que no molesten, que ni se les ocurra aparecer por acá. Los mataría. Ni siquiera puedo pensar en esa loca que lo atacó y en lo que están descubriendo. La sola idea de los litigios me enferma. Es todo demoledor.

No podría sobreponerme a una pérdida tan brutal, ¿lo sabes Marcos? Trató de desechar la idea mirando con lágrimas en los ojos a su socio que se sentía cercano como nunca antes. Ni siquiera sé cómo abordar esto. Siento como que toda mi vida se desmorona, y sólo han transcurrido dos días.

 ¿Qué hay que hacer? ¿Cómo se aprende a convivir con algo así sin dejar que tu mundo se derrumbe?

___ Las lágrimas afluyeron mientras hablaba.

… Supongo que no puedes evitarlo. Hay que ver cómo se derrumba y después recoger los pedazos supongo.

… Es posible.

… En plena crisis no pueden hacerse juicios.

… ¿Por qué no? ¿Crees que no puedo discernir la realidad?

…. No es eso, pero estás muy conmocionado.

…. Desde que nos conocimos pisé fuerte, pensando que nuestra unión era perfecta, y de repente me he asomado al abismo. No sé qué pensar. A mí alrededor todo se confunde. Y ha sucedido en cuestión de días, de horas, de minutos…

… Pedro, no hagas juicios en medio de esta  mierda.

… Lo intentaré, gracias.

___ Era casi medianoche, domingo ya, habían hablado largo rato entre breves intervalos de ingreso a terapia, y Marcos muy cansado se disponía a regresar a su casa, cuando apareció el médico residente comunicando que Guillermo sufría complicaciones. La inflamación del cerebro había comenzado, existía riesgo de embolia o infarto. Marcos ofreció a Pedro quedarse cuando llegó el cirujano jefe y les confirmó que las dificultades iban en aumento. Había subido la presión arterial, el pulso había disminuido, y el doctor no aseguró nada bueno. Hacia la una del domingo, el final parecía inminente. Pedro no podía creer lo que estaba pasando. Sólo unas horas antes sus signos vitales permanecían estables… y dos días atrás era un hombre sano, normal. La vida había dado un giro de 180 grados sin aviso.

Llamó a Fabián y a las dos estaban allí con Beto y Gaby, justo cuando los médicos regresaron a informar que se había estabilizado un poco, la crisis había pasado, aunque el estado seguía siendo crítico. El diagnóstico era comprometido y no querían fomentar falsas esperanzas. Dada la gravedad de Guillermo, no podían descartar un desenlace fatal.

… ¿Cuándo, ahora mismo? Pedro preguntaba desesperado y suplicando. ¿Esta noche?

¿Están queriendo decirnos que está a punto de morir? NO Dios mío, por favor, no.

___ Fabián se abrazó a Beto y apenas se lo permitieron Pedro acudió junto a Guillermo, se sentó callado junto a la cabecera, donde con el rostro demudado por el llanto, sujetó la mano como si de esa manera pudiera impedir que se le fuera, que marchase a la eternidad sin esperarlo, pese a todo lo que venía resistiendo.

Aquella noche lo dejaron quedarse todo el tiempo que quisiera, y no se movió, con la mano de Guillermo asida fijamente, mirándolo, amándolo, rezando. Y de vez en cuando, perdido susurrando: Te amo, con la esperanza de que Guillermo lo oyera.

Al amanecer del domingo, la inflamación cerebral no había empeorado y respiraba mecánicamente, conectado a varios tubos. Aunque no se había detectado evolución favorable, seguía con vida. Todo podía cambiar en segundos, y el personal de guardia pidió a Pedro que se retirara pero permaneciera localizable, le aseguraron que momentáneamente estaba fuera de peligro y que le habían sedado para adaptarlo al respirador y  por la cirugía de abdomen.

 A las seis de la mañana Pedro abandonó terapia, tras besarlo amorosamente en la mejilla. Salió al pasillo con los músculos tensos y doloridos y no pudo creer cuando vio que Beto había esperado y dormía torcido en una silla. Indudablemente había querido estar allí por la eventualidad de que Guillermo muriera. Se alegró casi tanto como Pedro de que hubiese aguantado una noche más.

… Ven, te llevaré a casa, y traeré a Fabián que ha dormido. Yo mismo te traeré más tarde, ya he llevado tu coche a la casa de Guille. Has sido muy valiente.

… No. He pasado tanto miedo que de buena gana me hubiera escondido. La noche ha sido lo peor que jamás había soñado, peor que una pesadilla. Gracias por ser tan buen amigo Beto.

… De nada hermano. Guille me salvó la vida a mí, yo mato por él.

… Lo sé.

… Te recogeré a las 14 horas, ahora llevo a Fabi y me voy a descansar mientras Marcos me releva. Concéntrate en dormir. Lo necesitas como el aire que respiras.

… Haré todo lo posible, lo prometo.

___ En cuanto  Beto y Fabi salieron, a las siete de la mañana, Valeria y el nene dormían y el silencio era total. Pedro en la sala de estar dudaba entre ir a la cama o pasar por el loft. Estaba tan cansado que le dolían los huesos, se lavó la cara y escuchó los mensajes del contestador mientras fumaba un cigarrillo.

… ¿Cómo está Guillermo Pedro?

___ Cuando vio a Valeria titubeó, no le salían las palabras, cómo decir que aquella noche había estado en garras de la muerte, aunque había escapado. Valeria lo vio vacilar, y le trajo un café posando las manos en sus hombros.

… ¿Va a morir?, a mí puedes decírmelo, necesito saberlo para ayudar a Fabi.

… Espero por todos que no Valeria.

… Necesitas dormir.

…. Lo sé, me he prometido dormir hasta que Beto regrese por mí. Saben cómo localizarme si pasara algo. Me resulta imprescindible reponer fuerzas, tengo la sensación de que no puedo dar un paso más.

___ A las ocho estaba en la cama, y aunque al principio se agitaba y se revolvía pensando en Guillermo y en la angustia de la noche, quince minutos después el cuerpo derrotó a la mente y se durmió con la ropa puesta. Descansó hasta las 12 horas en que sonó el teléfono y de un salto atendió pensando que era del hospital.

…. ¿Diga? Marcial, primo.

…. Pedro, por Dios, ¿estás enfermo?

… No. Me has despertado, tengo mucho que explicar y no es fácil.

…. ¿Durmiendo a mediodía?

… Marcial, Guiie, sufrió un accidente, le clavaron un cuchillo, una ex mujer, no puedo contarte ahora. Lo operaron, está grave.

… ¿Está a salvo?

… Todo lo contrario, está en coma. Nadie puede predecir qué sucederá.

 … ¿Cómo no has llamado?

.. No lo pensé o lo haría cuando pasara el peligro.

.. ¿Le hablas?, dicen que las personas cuando están en coma escuchan todo.

… Todo el tiempo.

… ¿Quieres que vayamos?

… No.

___ Lo último que deseaba Pedro era a más gente deambulando.

… Te llamaré cuando tenga novedades. Gracias.

… No dejes de hacerlo.

… Realmente tengo que agradecer que esté vivo. Chao primo, saludos a Camila.

___ Pedro se duchó y  a las 14 horas Beto venía a dejar a Fabián y a llevarlo a él.

… ¿Cómo está?

… Igual.

… Fabi, prefiero tenerlo en cualquier estado que perderlo. Quizá me equivoque, pero es lo que siento.

.. Estoy de acuerdo. Prefiero juntar los pedazos, antes que tener las  manos vacías como dice Marcos. ¿Somos valientes o un par de tontos?

… Seguramente una mezcla de ambos y me temo que no tenemos otra alternativa.

Descansa que si hay novedades te llamaré, vamos Beto y tú también te irás a descansar.

___ Una vez en el hospital se encaminaron a Terapia y Guillermo continuaba estable y así continuó toda la tarde y luego del parte médico de las 20 horas Pedro decidió regresar a la casa.

Por primera vez se sentaron a  cenar en familia y a las 22 horas llamaron del hospital. Era el cirujano.

… ¿Qué?

….Pedro, ¿qué pasa?

… Está sangrando hacia el abdomen, entró en shock, no saben bien qué sucede, le están haciendo estudios y dicen que por la mañana si sigue así y lo confirman tienen que reoperar.

… Pero,…, sería una segunda operación en cuatro días o menos.

… No hay otra opción, al igual que la primera vez, si no lo operan se muere Fabi.

… ¿Y luego qué?, Dios mío, ¿cuántas veces piensan cortarlo?

…. Tantas como sean necesarias hasta que se recupere Fabi.

… ¿Y si no lo consigue?

… En lo que a mí respecta Guiie será siempre nuestro. A primera hora le firmaré el consentimiento.

… Haz lo que pienses que es lo oportuno Pedro. ¿Te irás al hospital?

… No van a operar hasta la mañana, dormiré porque de lo contrario no voy a poder sobrellevar esto, me iré a primerísima hora.

… ¿Me despiertas?

… Claro, vayan a descansar.

___ Lunes, 26 de setiembre de 2014.

…. Está igual Fabián, voy a firmar el consentimiento para la cirugía y me quedo con  él un ratito.

… Es lo único que necesita ahora, estar con vos. Me quedo acá y seguramente ya llegarán los demás.

___ Pedro entró a Terapia, continuaba en coma, conectado a máquinas y monitores, pero logró tener unos momentos de tranquilidad a su lado. Las enfermeras tenían su salita de monitoreo central y lo dejaron a solas. Pedro permaneció inmóvil a su lado, sujetándole las manos, hablándole y acariciándole las mejillas, y lo besó cariñosamente cuando se lo llevaron a quirófano a las 09 horas.

La espera fue silenciosa y prolongada, Pedro sabía que lo estarían preparando nuevamente para operar y que si la cirugía fracasaba iba a morir. El cirujano le había anunciado que iban a explorar todo el abdomen, para detectar de dónde provenía el sangrado y lesiones que no se hubieran visto antes, que era probable que pequeñas fisuras vasculares se hubieran abierto con el paso de la sangre y mil detalles técnicos, que podían demorar entre 8 a 10 horas, y que sería el mismo equipo que en la anterior.

Dijo que sería cuestión de rutina, cosa que Pedro por supuesto no creyó, estaba alarmado y luchó consigo mismo por no pensar en el resultado. No quería obsesionarse con lo podía ocurrir dentro de aquella sala, o de que en cualquier instante saldrían  a informarle que Guillermo había muerto. Era un dolor absolutamente insoportable y además tenía que aparentar entereza por Fabián.

Estaba angustiado y pálido cuando salió y  justo llegaba Beto.

…¿Sabes algo?

…. No, no hay noticias, deben estar comenzando a operar. Con solamente imaginarlo los ojos se le humedecieron.

___ El día se les hizo eterno en la sala de espera, sentados en sillas incómodas y rodeados por desconocidos. La mayor parte del tiempo guardaron silencio, no había nada por decir luego de tanto, no despegaban los labios.

A las cuatro de la tarde llegaron Marcos y Gabriela,  que quedaron junto al quirófano, y Pedro con Alberto y Fabián fueron a la cafetería.

Finalmente a las seis de la tarde se presentó el especialista y para entonces Fabi y Pedro estaban al borde del colapso.

.. ¿Cómo está?

… Mejor de lo que esperábamos. Exploramos toda la cavidad, no habían lesiones viscerales ocultas, el sangrado era  arterial, alguna herida pequeña como les dije que se abrió, hemos suturado todo.

… Sea más explícito Dr.

___ Pedro escuchaba cayado sentado con el cuerpo rígido y temía desmayarse si se paraba.

… Guillermo ha sobrevivido, sus signos vitales son correctos, normales pese a la pérdida de sangre, está siendo transfundido permanentemente. Hay razones para creer que pueda lograrse una curación completa, o casi. Habrá que ver cómo evoluciona y también, cuánto tiempo se prolonga el coma. Ha pasado por dos anestesias más la anemia y el shock por falta de sangre, y todo eso el cerebro lo acusa en ello. Lo mantendremos sedado. Es imprescindible para adaptarlo al respirador y para que el cerebro se vaya normalizando. Dentro de unas semanas procederemos a estudios de alta complejidad.

… ¿Semanas? ¿Es que va a permanecer inconciente semanas?

… Es posible Dr. Beggio, más aún, es muy probable, pero aunque el coma se prolongue, no comprometería el éxito final. Paciencia les pido, todo ha salido bien. El Dr. Graziani no está fuera de peligro, pero hemos avanzado un paso más, hemos ganado otra batalla, y él ha superado otro escollo. Es un hombre fuerte y es un signo esperanzador. Todavía es pronto para decir exactamente el grado de recuperación o qué secuelas duraderas queden. Incluso es prematuro garantizar la supervivencia.

 Puede morir en cualquier momento, eso lo doy por sobrentendido. Hoy volverá a pasar la noche en sala de reanimación. Los llamaremos si hay novedades.

___ Pedro con voz ahogada casi en un susurro le preguntó:

… ¿Espera que las haya?

…. No, pero tenemos que ser realistas. Ha sido sometido a dos intervenciones complejas en menos de cuatro días. Esto aumenta la incertidumbre…., sólo hasta que se estabilice, desde luego. Pero debemos redoblar la vigilancia.

…¿Más aún después de la segunda intervención?

… Ahora está más débil que antes, sin embargo nos sentimos optimistas.

___ Optimismo, esperanzas,…, Pedro odiaba esas palabras, abstracciones que había aprendido a entender demasiado bien. El médico decía que Guillermo estaba vivo, pero que la nueva operación había socavado su resistencia. No había que excluir una muerte súbita.

Suspiró cuando se marchó mirando a Fabián y a Beto, a Gaby y a Marcos,…, eran como los sobrevivientes de un naufragio, recién rescatados del mar.

… ¿Vienes a casa Pedro?

… Me quedo Fabián. Vayan ustedes a descansar

… ¿Por qué? De todos modos no te dejarán verlo, han prometido avisar si hay algún problema.

…. No podría estar en ningún otro sitio Fabi.

___ No podía ponerlo en palabras pero una voz interior le decía que se quedara. Tanto si le permitían verlo como si no, deseaba estar cerca.

… ¿No quieres que te haga un rato más de compañía?

… Gracias Beto, prefiero estar solo, vayan a descansar ustedes, por favor.

___ Cuando todos se marcharon Pedro comenzó su guardia silenciosa en una habitación que le ofrecieron, meditando, pensándolo, imaginándolo, antes, ahora, sus besos, sus caricias, su andar, sus fobias,  extrañaba hasta sus celos y berrinches.

Le habían dejado unos bocadillos y agua, estaba triste, pálido, exhausto pero solo recuperaba la serenidad que con la gente no podía. El efecto de la gente era exacerbar su dolor con su compasión, y lloraba cada vez que alguien le manifestaba su consternación por el estado de Guillermo. Prefería la soledad y en la pequeña sala, tumbado en un sofá, reflexionó su vida. Y no se sorprendió cuando una enfermera ya conocida fue a buscarlo poco después de medianoche.

___ Martes, 27 de setiembre de 2014.

…. Pedro había sentido la presencia a su lado de Guillermo y en el instante en que la enfermera entró sabía lo que iba a decirle. Todo parecía un sueño. Pedro no podía creer nada de lo que venía sucediendo, pero era real, dolorosamente real.

… Dr. Beggio.

… Sí, soy yo.

… El Dr. Graziani sufre complicaciones postoperatorias.

… ¿Han avisado al cirujano?

… Está al llegar. He pensado que quizá querría verlo. Aunque lo tenemos en reanimación, puedo llevarlo allí si lo desea.

… Se lo agradecería mucho. ¿Se…, se está muriendo, verdad?

___ Los ojos de Pedro eran desolación y abatimiento, angustia y soledad, pánico  y desdicha, desesperación y más. La enfermera titubeó un instante.

… Parece que se está apagando. No ha reaccionado bien, su corazón está débil. Lo siento, creo que puede fallecer. Dudamos que el cirujano llegue a tiempo o que haya algo para operar.

…. ¿Tengo tiempo de llamar a su hijo?

…. Lo haremos nosotras, ahora venga conmigo por favor.

___De repente Pedro se sintió extrañamente tranquilo, conciente de lo que se aproximaba. Lo había esperado sin apenas saberlo. Había estado a su lado en todo momento y lo acompañaría también en su despedida, en el cruce hacia el otro lado del camino. Corrieron las lágrimas pero conservó la calma mientras la enfermera lo conducía en silencio.

“Amor, vas a emprender otro viaje,…, sin retorno y necesito decirte hasta luego, porque pronto me reuniré contigo.”

___ Le pusieron la bata, el barbijo, los guantes, y siguió a la enfermera hasta que finalmente lo vio, rodeado de aparatos, súbitamente parecía más pequeño, pero más plácido que nunca.

… Hola, amor mío…Pedro susurraba a la cabecera, llorando, sí, pero feliz de verlo, no atormentado como hasta ahora.

Sabes que te amamos con toda el alma, te añoramos, pero sé que siempre estarás con nosotros.

___ Se sentó en un banco y le tomó la mano., frágil, rígida, con hematomas.

… Dr., ya hemos avisado al hijo y a los amigos.

… Gracias.

___ Pedro ya no estaba asustado sino en paz, y más cerca de Guillermo que en ningún otro momento del viaje juntos en esta vida hasta ese momento... Estaban juntos, unidos para siempre en ese instante, que existió desde siempre y no tendría fin más allá de la partida. Habían completado un ciclo quizá, más corto de lo que habían planeado, pero eso no menoscababa la solidez del vínculo y de alguna manera, se volverían a encontrar.

… Guiie…Todo irá bien, amor mío, no tengas miedo. Yo estaré a tu lado si me necesitas. Deseaba hacértelo saber aunque lo sabes. Sé que te asustas por todo, y si vas a un lugar nuevo no quiero que temas, si  vas a emprender un viaje a lo desconocido donde no puedes contar conmigo por ahora mi alma te estará acompañando, mi espíritu se va contigo amor. Nunca te dejaré, ni más allá de la muerte.

… Dr.

___Pedro no había visto entrar al médico.

….Lo estamos perdiendo…

… Lo sé.

___ El médico se conmovió ante las lágrimas que brotaban en los ojos marrones, y las palabras que partían de una sonrisa.

… Hemos hecho lo humanamente posible. Esta tarde he creído que podría sobreponerse pero… Lo siento.

___ El médico guardó una respetuosa distancia vigilando los monitores. Él mismo comprobó las pulsaciones, analizó las cintas grabadas y consultó al personal de guardia Concluyó que todo era cuestión de minutos y volvió a Pedro.

…. Dr. Beggio, estamos a su disposición, si quiere que haga entrar a su hijo, a un sacerdote… ¿Hay algo que desee pedirnos?

…. Estamos bien así,…

___ Las enfermeras lloraban pero el médico se quedó a su lado.

Una hora después de su llegada al examinar nuevamente monitores y cintas, comprobó que no había cambios. En lugar de un infarto masivo como esperaba, los trazados no habían mejorado, pero tampoco estaban peor. En algún lugar profundo de su ser, Guillermo estaba luchando.

Pedro permaneció sentado en la banqueta, sosteniendo su mano y hablándole con amor y ternura, acompañándolo también en este recodo del viaje. Había abierto las compuertas de su corazón y lo había liberado para que eligiera. No se sentía con derecho a retenerlo si no era ése su destino o su decisión. Para él Guillermo ya era como un ángel que sentía cerca dándole felicidad.

.. Te amo…. No se cansaba de repetírselo, necesitaba imperiosamente decírselo mil veces más antes que cruzara al otro lado. Te amo Guiie, sos mi único amor. Y en algún lugar mantenía la esperanza  de ver esos ojos negros profundos y escucharlo decir, yo también te amo precioso, o cielito o como él le decía, aunque sabía que no sería así.

___ El médico lo vigilaba continuamente, ajustaba las máquinas, palpaba, controlaba los drenajes, iba y venía y así pasaron otras dos horas hasta que se acercó pero a Pedro.

.. ¿Ve ese trazado?, y le señaló un monitor.

 Indica que su corazón se ha estabilizado, el pulso se ha regularizado. Nos ha tenido a todos en jaque pero a mi parecer lo ha superado.

___ Los ojos de Pedro se empañaron de emoción, lo miró con una sonrisa incrédula, y lamentó no poder vapulearlo, pegarle, llenarlo de besos, abrazarlo o llorar juntos.

…¿Está seguro?

… Vigilaremos un poco más.

____ Cuando el sol comenzaba a elevarse en Bs. As., Guillermo pareció amagar un suspiro y abandonarse a un pacífico sueño. Se diría que había partido, para ahora regresar, exhausto tras el recorrido. Pedro casi percibió el traslado de un plano al otro. Ya no tenía aquella sensación indefinible de que Guillermo se iba. Por el contrario sentía que había regresado al plano de la vida.

… En esta profesión se ven muchos milagros. El médico le sonrió mientras las enfermeras cuchicheaban, horas antes todos estaban convencidos de que Guillermo no llegaría vivo al amanecer.

… Debe ser un hombre obstinado y terco al parecer. No se ha dado por vencido… y yo tampoco.

.. Gracias, gracias Dr.

___ Pedro estaba abrumado por el huracán de emociones y sentimientos Había pasado la noche más extraordinaria de su vida. Lo ocurrido había sido terrorífico, presintió que Guillermo lo dejaba y no obstante se alegró por él, se tranquilizó, pese a la congoja. Notó cómo su amor dejaba el valle de la vida y cómo regresaba después, lo supo, lo sintió. Y ahora sabía que no volvería a temerle a nada. Sentía una placidez interior que nunca había experimentado. Se sentía bendecido cuando estaba dejando de creer en Dios.

 Cuando finalmente salió, dio la noticia y dejaron el hospital, estaba sobrecogido por el poder de aquella bendición.

Toda la noche había intuido la mano de Dios, y ahora se sentía más seguro que nunca, como si Guillermo hubiera obtenido la salvación eterna.

Con infinita gratitud y absoluta paz interior, Pedro vio las calles al calor de los primeros rayos del sol.

Durante el resto del día perduró en él la impresión de que su vida se había transformado nuevamente. Nunca se había sentido tan ligero y tan feliz. Era inexplicable, pero sabía que no volvería a tener miedo a nada ni a ser desdichado. Las adversidades que pesaban sobre él habían dejado de importar, lo inundaba una serenidad sobrenatural y se había reconciliado con el mundo entero. No estaba cansado ni abatido aunque durmió hasta la tarde. Guillermo había regresado, nunca se había sentido tan cerca, sabía que se encontraba a salvo, en manos de Dios. Era el primer día que no necesitaba estar en el hospital a todas horas.

 Desayunó en familia, se duchó, se acostó y se sumió en un sueño profundo y al regresar a la tarde a verlo, evocó la noche anterior como un largo recorrido del viaje, que  habían realizado juntos.

Se sentó a su lado, acunó su mano y le habló como siempre.

… Mi amor, bienvenido a casa.

___ Sabía que Guillermo entendería sus palabras en algún lugar de su ser, que las almas siempre habían dialogado, que juntos habían tomado la decisión.

… Te amo con todo mi ser. Anoche me asustaste y estoy muy enojado contigo Guiie, pero de eso hablaremos luego.

___ Sintió como que él le sonreía, era como si pudiera penetrar en él, como si pudieran comunicarse sensorialmente.

… Te necesito aquí, yo y todos los demás. Olvida lo que te dije anoche. Y debes darte prisa en recuperarte. Te extrañamos y nos queda mucho trayecto por andar. Te amo Guiie.

 ___Se quedó hablándole largo rato y al salir sentía una extraña paz interior. Quería cenar en familia salvo que Guillermo decidiera lo contrario, pero sabía que no lo haría.

El momento que habían vivido la víspera no se repetiría, un suceso como aquel, sólo ocurría una vez en la vida…

Continuará.

 Ante cualquier pregunta,

imagínate el extremo opuesto

a la respuesta que esperas.

¿Es aquélla auténtica?

Richard Bach.