NAUFRAGIO.CAPÍTULO DOCE. PARTE DOS.

NAUFRAGIO. CAPÍTULO DOCE. PARTE DOS.

…. Amor, ¿quieres que pida otra cosa para la cena o nos arreglamos con lo que dejamos del almuerzo?

…. Está bien precioso, con eso y una picada  de los quesos que compramos estará perfecto.

… ¿Y si preparo una entrada con jamón, palmitos y melón?

___ Guillermo se le acercó abrazándolo por detrás susurrándole al oído.

… Si luego no me bañas en el jugo para hacerme el amor, acepto, digo porque mañana hay que madrugar y volver a cambiar todo y a lavar la ropa de cama nos llevará tiempo.

…. ¿Te quejas?

…. Me puedes bañar en lo que quieras si luego vas a jugar así conmigo, pero no un domingo a la noche, ¿estamos?

…. Lo prometo. ¿Cabernet?

…. Malbec.

…. ¿Uno y uno para no pelear?

…. Uno y uno, y a vos.

…. Graziani, deja de provocarme que así no puedo, ve a la mesa, enciende las velas, ocúpate de la música que  llevo la comida, por favor.

… Está bien chiquito, por ahora dejo de provocarte así terminamos antes de cenar y de ordenar.

… ¿Te gusta?

… Riquísimo, pero en realidad estoy saciado, pleno,  lo único que quisiera es mirarte, acariciarte y seguir perdido en vos. Pedro…

… ¿Mmmmm?
…. ¿Me crees que jamás en los 40 años con Juan sentí ni la milésima parte de Esto? Nunca hubo un juego, un disfrutar, una risa a carcajadas por nada, un admirar y quedar extasiado,  no sabía que esto existía. ¿Lo crees?

… Lo creo porque jamás me pasó con Camila tampoco. Me molestaba cuando ella quería jugar. Nunca lo intenté. Estoy asombrado de mí mismo.

… Pedrito,  creo que no debiste comenzar la residencia, sabes que oficialmente comienza en diciembre, realmente me siento incapaz de disimular lo que siento.

No puedo evitar  lo que me provocas. Si acaricias la copa con tus labios deseo sellarlos a los míos, si enciendes un cigarrillo deseo succionar tus dedos, si te mueves tu cuerpo me hace estremecer, estoy en un estado de ensoñación, de delirio, en trance, embriagado, y no lo puedo evitar, menos disimular. Jamás lo imaginé, menos que me  sucediera a esta edad. Y quisiera que tuviéramos una semana, un mes, unos días antes que llegue mi madre, para tenerte a solas, solamente vos y yo.

… ¿Una especie de luna de miel a ver si disminuye el enamoramiento? ¿Realmente crees que va a disminuir?, porque yo opino lo contrario.

… Amorcito, no deseo que disminuya nada, pero al menos poder lograr un estado más estable, un equilibrio con la realidad que ahora no estoy viendo, poder trabajar como Gaby con Beto, que se aman, pero pueden trabajar y amarse en su momento.¿ Entiendes?

… Pero ya comencé, no se puede dar marcha atrás, pero sí, con la llegada de Mirna  tendríamos que estar más centrados, y para ello tener un tiempo de disfrute pleno previo, pero me temo que ya hice todo mal o no, porque quería estar contigo y no sabía que esto se iba a desencadenar en cascada, vertiginosamente,…, así.

¿Vas a ir a la clínica a hablar con Beto?

…. No amorcito, no puedo, no quiero dejarte, no ahora, mañana mientras trabajas los hablaré, estando Gaby presente y luego  si no te parece mal, me gustaría reservar la noticia a los demás hasta que lo sepa Mirna.

… Es lo que corresponde amor,  que Mirna sea la primera en saberlo es lo que deseo también yo. Ella nos dará su opinión, nos ama a ambos, confío en que nos ayudará.

…. De Beto y de Gaby necesito su complicidad, para que acomode las guardias, para que te cuide…

… ¿Qué?

…. Precioso, a ver,…, el ámbito en que nos movemos está lleno de personas como  yo, sin más y espero no tener que matarlo, Martín es gay, y algo me dice que tendremos problemas con él.

… ¿Qué, el residente de tercero? ¿Y tú quieres que Alberto lo sepa para  que me cuide? ¿No crees que estoy grandecito como para cuidarme solo?

Pero,…, pensé que te había demostrado lo que siento, no soy capaz de engañarte, mucho menos de mirar a otro, de entregarme a nadie que no seas tú, yo  estoy seguro de que eres mi único amor y siempre será así, no me confunde Martín ni ningún otro tipo.

… Perdón, amorcito no te enojes, pero entiende, tengo 52 años y tú apenas 35, eres un dios, y todos se te van a tirar encima, todos.

… ¿Y crees que por ello te voy a engañar o a dejar por un pibe? No entendiste nada de mi entrega Guille, nada.

… No amor, no te enojes, por favor. Me muero si ahora  me echas y no puedo volver a amarte, a dormirme a tu lado, a despertar mañana abrazados, no.

___ Pedro  se paró y fue por detrás, colando sus manos al pecho y mordisqueándole la oreja le susurró:

… Te amo Graziani, sácate de la cabeza que por algún motivo te vas a librar de mí, porque ya estás perdido,  te llevo en el alma, en el corazón, en la piel, embebido, incrustado, en mi sangre, en mi olfato, en mi cuerpo, en cada poro, átomo y célula de mi ser, soy  tu amor, el único que vas a conocer y nunca  nos vamos a volver a perder, ¿lo entiendes?

Antes que Guillermo contestara se  zambulló en su boca, dando y solicitando, demandando lo que le pertenecía y más, proveyendo y ahogándose en un aire, en un aliento, en un fluido, en una boca, en un solo ser.

… ¿Ves? ¿Ves lo que me causas?, siento que me muero en un beso, amándote deliro, y no sé como manejarlo.

___ Pedro volvió a su silla con una sonrisa pícara.

… Por lo pronto, la habitación contigua al despacho será nuestra, nuestras guardias serán conjuntas, y en la habitación contigua a terapia, donde antes dormían el residente de tercer año y de segundo,  que tiene tres camas por si  necesitaban al jefe de residentes, agregaremos una cuarta y quedará como habitación oficial de residentes.

.. Amor, no puedo no dormir con ellos entonces.

… Como residente de primer año es poco el tiempo que te queda, bien puedes decir que no duermes o no, mejor diremos que el residente de primer año duerme  con el médico de planta que esté de guardia pasiva y como estarás a mi lado dormirás siempre conmigo.

 Ves, para eso necesito a Alberto, para arreglar esas pequeñas trampitas. Y además se dará cuenta, y realmente merecen saberlo por mí.

…. El martes tengo guardia, y el jueves otra, amor tengo tres guardias semanales y una en fin de semana, tú apenas tienes que cubrir una por semana.

….  Soy el jefe o qué, si se me ocurre decir que cubriré todas las pasivas nadie puede decir que no, pero esta semana solamente haremos martes y jueves, al menos necesitamos tener tres días para irnos por ahí solos y festejar tu cumpleaños y será este fin de semana próximo, no quiero esperar.

… Y en tu casa, ¿cómo harás? Se darán cuenta que estás menos, ¿y Ana?

…  Mi matrimonio con Ana es la nada Pedro, con ella sin hablar de mi condición ni de vos bien puedo tratar de que entienda eso y el por qué dormiré en  otro cuarto.  Trataré de cenar con mi hijo y con ellos cuando no tenga guardias, Fabi sabe que cuando la tengo no duermo en casa y las otras noches, una vez dormidos, me escaparé, y a la mañana diré que voy más temprano a la revista de agudos. No me gusta mentir, sé que lo odias, pero te pido esto hasta que hablemos con Mirna, ¿puede ser?

… Claro amor, entiendo que no puedes con todo ya.

____ Bailaban en el living sin separarse en el beso, imposibilitados de  lograr distancia, piel contra piel, entrelazados, aspirándose en el aliento, inhalándose con el aire para regresar a la muerte en la garganta, degustándose y devorándose, urgentes en las caricias, y las velas titilaban asustadas mientras  sus auras se fusionaban en luces azules y blancas, mezcladas con la llama rosa del amor que fluía de corazón a corazón.

… Quiero explorar.

… ¿El departamento?

…. Tu cuerpo, aprenderlo nuevamente, grabarlo a fuego en el mío,  dibujarlo con mis labios, devorarlo con mi lengua y con mis dientes, poseerlo con devoción en una ceremonia de adoración, porque te adoro en verdad, te amo y te venero.

… Mis dedos arden por acariciar el tuyo.

… ¿Y qué supondría eso exactamente?

___ Pedro dejó de rodearle el cuello y deslizó los dedos por la cara.

…. Solo quiero acariciarte por todas las partes que pueda.

__ Guillermo atrapó sus dedos entre los dientes y los mordió con dulzura, sonriendo y dejando lugar a un sonido gutural mientras Pedro fingía un quejido.

… De acuerdo.

___ Guillermo le soltó los dedos pero su voz denotaba aprensión. Lo llevó al sillón colocándolo a  horcajadas sobre él. Pedro se apoyó en sus piernas flexionadas, con los pies a ambos lados de las caderas y Guillermo se recostó en sus brazos. Y muy serio.

… Acaricia lo que desees. Intentando disimular nerviosismo.

Sin perder el contacto visual Pedro se inclinó deslizando los dedos por el abdomen y al sentirlo estremecerse se detuvo.

.. Si no quieres no es necesario. ¿Qué pasa amor?

… Está todo bien. Es que tengo que… adaptarme. Hace mucho tiempo si es que alguna vez lo hubo, que no me acaricia nadie, me sentía tocado, palpado pero no acariciado, porque lo mío era instintivo, ahora recién lo sé.

…¿Y Juan? ¿Con él no te sentías acariciado? Pedro consiguió nombrarlo sin amargura y sin rencor.

___ Guillermo asintió incómodo.

… No quiero hablar de él ahora, nos amargaría la noche.

… Yo no tengo problema alguno con ello.

… Sí que lo tienes. Te sulfuras cada vez que lo nombro. Pero es mi pasado, y eso es así. No puedo cambiarlo. Tengo suerte de que  vos no tengas pasado, porque si no fuera así me volvería loco, como me vuelve loco ver o  acariciar tus cicatrices.

… ¿Te volverías loco de celos?

… Loco por ti. Te amo precioso.

__ La felicidad inundó a Pedro mientras Guillermo bajó las piernas y Pedro regresó los dedos a su abdomen dejando que deambularan por la piel que nuevamente se estremeció.

… Me encanta acariciarte.

__ Los dedos descendieron al ombligo y al vello naciente allí. Guillermo separó los labios y su respiración se alteró, los ojos se oscurecieron y Pedro sintió crecer su erección.

… Por Dios precioso, me vuelves loco.

… ¿Otra vez?

… Sí por favor, otra vez. Pero antes voy a llamar a Alberto para saber si el niño sigue estable, no te muevas, no me beses, nada por favor.

…. ¿Está igual?

…. Sí hermoso, pero que no esté peor es bueno. Hay que esperar que el pulmón vuelva a expandirse, entonces le iremos disminuyendo la sedación para que despierte, tranquilo amorcito, estará bien. ¿En qué estábamos?

… En esto.

… ¡NO! ¡Para! Pedrito, no, nunca me  habían hecho cosquillas antes. ¡Basta!

___ Pedro lo había atrapado bajo su cuerpo y Guillermo se retorcía intentando escapar mientras reían, trataba de detenerle las manos sin dejar de reír, pero era implacable como la primera vez  que lo amara, no dejaba de regalarle la sonrisa con hoyuelos disfrutando del dulce tormento y Guillermo se sentía por primera vez como el adolescente que nunca había sido.

… ¡Pedrito, para!

___ Pedro se detuvo, le atrapó las manos llevándolas por sobre la cabeza dejándolo sin aliento, jadeando por la risa. Su respiración era tan agitada como la de Guillermo y al mirarlo éste sintió que sus pulmones dejaban de funcionar. ¿Qué encontraba en la mirada?: ¿Asombro, Amor, Veneración?

… ¡Dios precioso, esa mirada! Sos tan hermoso.

___Pedro miraba ese rostro que ahora amaba hipnotizado por la intensidad de la mirada, como si lo estuviera viendo por primera vez. Se inclinó más, cerró los ojos y lo besó embelesado. El beso más ver a ese hombre duro en apariencia así, anulado por él, despertó el deseo más profundo que nunca mientras soltaba las manos  y Guillermo enredaba las suyas en el pelo manteniéndose como estaban sin esfuerzo. El cuerpo de Guillermo se elevó, y se sentía planear, levitar en respuesta al beso y de repente fue por más, cambiando la naturaleza del beso, de la dulzura,  la veneración, y la admiración que le brindara el de Pedro a un beso lleno de pasión, profundo, devorador y devastador. Su lengua invadió la boca de Pedro tomando sin dar, en un beso con un punto desesperado y necesitado, mientras el deseo se extendía por los cuerpos, despertando los músculos, nervios y tendones a su paso, sintiendo escalofríos de alarma.

… Guille, ¿qué pasa?

… Pedro, mi amor, ¿qué haces conmigo?, salvaje, en trance, perdido en el beso y en la mirada.

___ Con un movimiento  veloz lo levantó desde el sillón y sin apartar los labios lo llevó a la cama depositándolo y cubriéndolo,…, apretándolo contra el somier amoldando cada milímetro piel con piel. Mientras con una mano le tomaba la barbilla con la otra lo recorrió por completo: el pecho, la cintura, los brazos, los hombros, la cadera, las nalgas, en absoluta desesperación por poseerlo todo, el todo que ahora era Pedro en su vida. Volvió a besarlo con iguales intenciones. Le separó las piernas colando la suya entre ellas, apretándolo contra sí con su erección tensando y presionando por ingresar.

__Pedro dio un salto gimiendo en su boca y perdiendo la razón por la pasión con que lo atacaba... Sin hacer caso a las alarmas distantes que sonaban en su mente, supo que Guillermo lo deseaba, lo necesitaba, lo añoraba, y que se estaba expresando amándolo porque era demasiado lo que tenía que comunicar, demasiados años de silencio por hablar y expresar. Se besaban con total abandono el uno en el otro, Guillermo enredando los dedos en el pelo, cerrando las manos, aferrándolo con fuerza, inhalándose uno al otro, inspirándose y asfixiándose uno en el otro.

___ De repente se puso de pie tirando de Pedro de manera que se vio frente a él todavía perplejo por el inusual ataque. Guillermo sin apartar los ojos negros de él fue bajando el bóxer que llevaba y antes de que le diera tiempo a inhalar, estaba nuevamente tumbado debajo de él que se había quitado el suyo y sin preámbulos le sujetó la cabeza introduciéndose en Pedro en una embestida  total haciéndolo gritar de sorpresa, mientras escuchaba el siseo de la respiración entre dientes.

Guillermo se quedó en él como percibiendo su hábitat, estudiándolo, sintiéndolo y Pedro lo imitaba, la sensación de plenitud adorable de tenerlo en su interior lo embriagaba, lo enajenaba, lo hacía alucinar, hasta que Guillermo giró y embistió para introducirse más y más haciéndolo gritar nuevamente. Y al oído con voz suave, ronca, suplicante le decía

… Te necesito Pedro, me moriría sin esto.

Al tiempo que le rozaba la mandíbula, el cuello, la oreja, el hombro con los dientes, lamiendo, saboreando, devorando, mordiendo, succionando para volver a besarlo con desesperación mientras Pedro anudaba por detrás su extremidades acunándolo entre ellas y llevándolo a más profundidad en él, apretándolo como deseando que quedara incorporado, haciendo desaparecer todo lo que pudiera preocuparlo o dañarlo.

___ Guillermo comenzó a moverse, una y otra vez, frenético, primitivo, desesperado y Pedro antes de perderse en ese ritmo loco que establecía se preguntaba qué lo preocupaba. Pero su cuerpo tomó el control ahogando los pensamientos, aumentando y acelerando las sensaciones hasta que lo inundaron, lo dominaron y salió al encuentro de cada una y todas las embestidas acompasándose a  la perfección  en armonía absoluta a lo que Guillermo necesitara  mientras escuchaba su respiración forzada y feroz contra su oído. Sabiendo que estaba perdido en él,.., jadeó y gimió al unísono.

La necesidad que tenía de él era adicionalmente erótica.

Estaban llegando… llegando y Guillermo lo estaba llevando más allá de los límites conocidos en dos días apenas, abrumándolo, arrastrándolo con él. Y supo que era lo que quería, entonces y para siempre. Eso es lo que amaba tanto por Guillermo y por él, esa era la plenitud, esa era la entrega, esa era la felicidad desconocida por siglos para ambos, negada, huidiza, que al fin daba la cara  y llevaba el nombre de Amor.

… Abre los ojos Pedro, necesito verte en el clímax, ver tu alma y el reflejo de la mía.

___ Pedro parpadeó y entreabrió los ojos girando la cabeza y lo vio sumergido dentro de sí, la cara tensa por la  pasión, los ojos brillantes y salvajes. Su pasión y su amor fueron su liberación que sabía llegaría para ambos, jadeando y gritando el nombre del otro, cuando Pedro vio la señal dejó dominarse por el orgasmo feroz, echó la cabeza atrás y su cuerpo lo apresó en el abrazo íntimo exprimiéndolo en su interior.

Guillermo gritó su nombre uniéndose en el mismo abismo, empujando más profundo, derramando su fruto, permaneciendo quieto hasta dejarse caer sobre Pedro besándolo por detrás.

Cuando los efectos del orgasmo se amortiguaron, los cuerpos se iban calmando, se miraron examinándose y Pedro lo rodeó con los brazos abrazándolo, besándolo para luego susurrarle.

…. Dime, Guille, ¿qué te ocurre?

___ Sintió que Guillermo lo abrazaba más fuerte, pero fue su única respuesta y supo que no hablaría en palabras y de repente le surgió hacerlo a él.

…. Guille, amor, prometo serte fiel en la salud y, en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo y en las alegrías y en la tristeza.

___ Pedro susurraba y Guillermo quedó atónito.

Solamente lo miraba mientras Pedro seguía recitando votos matrimoniales, sin alianza, sin ceremonia, solamente por amor, por Amor a él.

… Y prometo amarte incondicionalmente, apoyarte para que consigas tus objetivos y tus sueños, honrarte y respetarte, reír y llorar contigo, compartir tus esperanzas y tus sueños y darte consuelo en momento de necesidad. Y a todo eso agrego que prometo devolverte a brazos de tu madre, de  Mirna.

___ Se detuvo deseando que hablara y seguía observándolo en silencio y Pedro suspiró agregando.

…. Y amarte más allá de esta vida.

… Mi Pedro, susurrándole y moviéndose para quedar al lado, rompiendo la deliciosa fusión en que estaban. Le acarició la cara con el dorso de los nudillos.

… Prometo cuidarte y mantener en lo más profundo de mi corazón esta unión y a vos.

… Prometo por primera vez en mi vida amarte fielmente, renunciando a cualquier cosa que se interponga, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, nos lleve la vida donde nos lleve. Te protegeré, te cuidaré, confiaré en vos y te guardaré respeto. Compartiré con vos alegrías y tristeza y te consolaré en momentos de necesidad.

Prometo que te amaré y te animaré tus esperanzas y tus sueños y procuraré que estés seguro a mi lado.

Todo lo que era mío es nuestro ahora. Te entrego mi cuerpo, mi alma, mi corazón y mi amor más allá de esta vida y te entrego mi mano para guiarte en ésta.

__ Los ojos se arrasaron en lágrimas y luego una enorme sonrisa apareció iluminando la noche.

… Amorcito, ¿sabes lo difícil que me resulta mantener mis manos quietas, si te ríes como un niño?

Sí, cosquillas, ahora me toca a mí.

__ Guillermo se movió con rapidez colocándose a horcajadas sobre Pedro, pero éste se dio cuenta enseguida de sus intenciones y le tomó las manos.

… No. Y lo decía en serio.

___ Guillermo entendió que no estaba preparado para eso.

… Perdón amor, no lo hagas por favor. No puedo soportarlo. Nunca me hicieron cosquillas cuando era pequeño, solamente recibía palizas.

…. Shhh., lo sé. Y le puso el índice en los labios para luego besarlo con ternura y suavidad donde antes estaba el dedo y después se acurrucó sobre su pecho.

¿Ni siquiera Mirna?

… Ni siquiera ella.

___ Ese dolor familiar comenzó a crecer en Guillermo y con él una vez más la profunda compasión por la infancia de Pedro sabiendo que haría cualquier cosa por borrarla con su amor.

Lo rodeó con los brazos y hundió la nariz en su pelo, inhalando profundamente mientras le acariciaba la espalda.

___ No supieron cuánto tiempo estuvieron así pero Pedro necesitó romper el silencio que los había invadido.

… ¿Sientes una necesidad imperiosa de hacerme cosquillas?

… No, pero creo que puedo ayudarte.

___ Guillermo le apartó el pelo y le giró la cabeza obligándolo a mirarlo.

… ¿Estás preocupado por mi bienestar Guille?

… Un buen esposo se preocupa por el bienestar de su amado esposo.

… ¿Amado?

___ La conmovedora pregunta quedó en el aire entre ambos.

… Muy amado.

___ Guillermo se acercó para besarlo y Pedro le dedicó su sonrisa.

… ¿Hay algo que quieras ver o hacer luego de ducharnos?

… Solamente estar contigo y por primera vez pasar nuestra primera noche juntos, en mi cama, acurrucado en tus brazos. ¿Puede ser?

… Es lo que más deseo en el mundo, te amo, te amo con el ser y yo también tengo mis límites a sanar contigo, tampoco mi infancia ha sido fácil aunque no me pegaran.

___ Pedro pasó los dedos por el pecho de Guillermo tumbado boca arriba, quieto y en silencio y su mano le acariciaba lentamente la espalda.

… Estás muy callado.

___ Pedro le besó el hombro y Guillermo lo miró, pero su expresión era triste.

… ¿Pasa algo malo?

… A veces me confundes Pedrito.

… ¿Que te confundo?

… Es un problema mío,  cuando tomas el mando. Es… diferente.

… ¿Diferente para bien o para mal?

___ Le pasó los dedos por los labios y Guillermo se los besó distraídamente.

… Diferente para bien.

… ¿De verdad nunca antes habías practicado fantasías como lo del helado, jugar, y eso?

… NO, nunca. Y luego de que Juan me violara pensé que no soportaría que nadie más me tocara, pero  vos puedes hacerlo, vos sí mi amor.

___ Era una explicación simple que a Pedro le decía mucho, en verdad los o las anteriores a él, Guillermo hubiera deseado que no lo tocaran y se sentía avergonzado de haberlos dejado hacerlo.

… Juan podía tocarte, fue tu amante 40 años y de algún modo o alguna vez lo quisiste.

___ Sí, también él podía tocarme.

___ Lo dijo con dolor y en voz baja, antes que el cerebro de Pedro registrara lo que había dicho y se recriminaba haber vuelto a mencionarlo.

… Pero eso era diferente mi amor.

…. ¿Diferente para bien o para mal?

… Para mal, creo.

… Pero,.. Pensé que te gustaba.

… Y me gustaba, entonces.

… ¿Y ahora, no?

… Ya te dije, ahora tengo que aprender a darme cuenta, a tomar conciencia de que  sos vos, de que estoy con vos y que vos puedes acariciarme como de hecho lo has hecho y poseerme por entero.

___ Pedro se lanzó sobre él viendo también a un niño perdido que acababa de encontrar y le besó la cara, la garganta, el pecho, los pezones. Guillermo lo atrajo besándolo con pasión. Y muy lenta y tiernamente, a su ritmo, volvió a hacerle el amor, sin excusas, sin remedio, sin medida….

Continuará.

UN DESTINO….UN AMOR….GUILLE Y PEDRO….PEDRO Y GUILLE.