“NO FUIMOS
CULPABLES”.
CAPÍTULO DIECISÉIS.
“La
vida de los otros, tal como nos llega en la llamada realidad, no es cine sino
fotografía, es decir que no podemos aprehender la acción sino tan sólo sus
fragmentos eleáticamente recortados. No hay más que los momentos en que estamos
con ese otro cuya vida creemos entender, o cuando nos hablan de él, o cuando él
nos cuenta lo que le ha pasado o proyecta ante nosotros lo que tiene intención
de hacer. Al final queda un álbum de fotos, de instantes fijos; jamás el
devenir realizándose ante nosotros, el paso del ayer al hoy, la primera aguja
del olvido en el recuerdo."
Rayuela,
Capítulo 109 /fragmento.
*Julio Cortázar.
*Julio Cortázar.
Bs. As., martes 14 de marzo de 2017.
Ciudad Autónoma.
Pedro dejó caer la cabeza en el hueco del
cuello y el hombro.
__ Yo debo preguntarte, ¿estás bien?
__ Ha sido precioso como vos, te amo, Pedro,
el amor, vencerá otra vez. Eres el motivo de todos mis principios, Fabián será
el renacer de Dayana, su amor será su renacimiento, lo prometo, cielito.
Pedro en silencio le acarició el pecho, y la
suave capa de vello le hizo cosquillas.
__Venceremos, Guille, debe de ser así.
Nordelta,
viernes 31 de marzo de 2017.
“Con
el avance de los días más fríos, mi niña pareciera estar peor, al menos
requiere más medicamentos, ya pasaron seis de las diez sesiones de
quimioterapia, inexorablemente hoy el médico estaba con expresión preocupada,
denotando que la enfermedad ha seguido progresando.
Nos
habló con el alma en la mano mientras ella estaba en sesión.
__
Lo siento, al parecer no está respondiendo a esta combinación, sólo estamos
viendo progresión y efectos secundarios, le
sacarán sangre y muestras de médula, estudiaremos nuevos marcadores,
sospecho que haremos otra prueba de medicamentos.
El
silencio marcaba que ya no sabíamos qué decir, menos qué hacer.
__Pedro, le he subido las dosis de medicamentos para
el dolor, pero las náuseas le impiden comer y está perdiendo peso
estrepitosamente __ continuó el médico, el dolor lo sentíamos a la par, en el
alma.
__
Dice no tener apetito, Dr. __agregó Fabián al borde del llanto, los días de
sesiones no iba a la facultad, y los restantes a veces tampoco, Guillermo lo
empujaba, pero lo entendíamos, deseaba estar con ella, y no dar explicaciones.
__
Está cada día más débil, no sé cuánto más podrá regresar a la casa, lo siento.
__
No Dr., por favor, me suplicó antes de comenzar el tratamiento que no la
internara __ replicó Fabián dejando correr las lágrimas, Guille le tomó la
mano.
__Lo
sé, Fabián, me lo dijo, pero me temo que…, excepto que...
__
¿Qué cosa Dr.? __interrogué intentando deglutir la tenaza que me cernía la
garganta por el dolor de Fabián, y las palabras salieron con esfuerzo, Guille
me leía aferrándome la mano, era el pilar
que aparentaba fortaleza entre paredes ya desmoronándose que éramos su hijo y
yo.
__
Existe la posibilidad compleja pero posible, de montar una sala en la casa, con
personal y aparatología especial, pero
es carísimo, y engorroso __lanzó el médico, asentí antes de poder hablar.
__Lo
que sea, Dr., lo que sea con tal de cumplirle su deseo, podemos, no se preocupe por el dinero, tiene la
herencia de la mamá que falleció de ser necesaria, y sea lo que fuere lo
haremos.
__
Muy bien, en tanto la semana que viene iniciemos las nuevas drogas, hoy mismo
les daré el listado y la gente que deberán contratar, está demasiado desnutrida
y débil y no ayuda a las drogas así, necesitaré alimentarla por sangre, y le
proporcionaremos toda la maquinaria para pasarle la medicación que necesite,
necesitará estar vigilada las veinticuatro horas por dos enfermeras
especializadas, alguno de mis ayudantes o yo… pasaremos a verla dos o tres
veces por día.
Las
dosis que requerirá, podrían causarle un paro respiratorio, y necesita tener
junto a ella los elementos necesarios para revertirlo a ventilarla, lo siento.
Un
sudor helado me hacía resbalar las manos, sin reparos cayó por la espalda desde
la nuca, no podía dejar de negar aquello, mi cabeza se movía sin darle órdenes,
Fabián se lanzó a llorar en el pecho de Guillermo que era ya el único que
estaba en pie.
__Pedro,
es de esperar que estando en estas condiciones, recibiendo alimentación por
vena, por sonda de ser necesario, cuando mejore el estado general, si la
enfermedad persiste con esta agresividad, no esperaría a ingresarla para el trasplante
de células madres, usted es compatible gracias a Dios, no quiero perderla en el
seguir dándole drogas sin resultados, sólo nos daremos dos semanas con las
nuevas.
__De
acuerdo, Dr., lo que diga.
__ ¿Si
la lleváramos a otro país podríamos tener otras opciones? __ interrogó Guille
con los ojos brillantes__. Disculpe, pero no puede morir esta criatura, es la
vida nuestra, de la familia, hemos perdido demasiado.
__
No cambiaría nada, Guillermo, le aseguro que hoy con la tecnología podemos comunicarnos abiertamente con los
mejores sin necesidad de traslado de los pacientes, amén de que está demasiado
débil como para tolerar un traslado, no será necesario.
La
tarde del mismo día llegaron los aparatos y las enfermeras, rotaban cada 12
horas, y nos impusieron los cuidados que
tomarían con cualquier paciente que se encontrara en Terapia o inmunodeprimido,
lavado y cepillado de manos y uñas, guantes, bata, barbijos, la casa se
convirtió en un ir y venir extraño, pero la nena se vio rodeada de las máquinas
necesarias, pudiendo quedarse en el Delta, mientras Fabián lloró abiertamente
en brazos de su padre al llegar, como no se lo había permitido hasta entonces.
Mis padres se trasladaron a la casa, no quisieron
estar en el centro, deseaban estar conmigo y con la nieta, y al fin lo
agradecí, los necesitaba como nunca antes, ni siquiera cuando regresé de la
guerra, entonces la tuve a Camila”.
__
__
¿Te arrepientes de algo? __preguntó Fabián a Dayana, ya dejó de ir a clases,
pasaba horas a su lado, a menos que lo echaran para higienizarla, o cuando
llegaba el médico, era complejo sacarlo de su lado.
Ella
estaba en la cama, bajo el edredón, en el brazo llevaba una vía con un catéter
por donde se le administraba el suero con la medicación, a veces ésta
solamente. Tenía la cara pálida, muy lejos y sin embargo a tan poco tiempo… del tostado del mar de diciembre, su cuerpo
era tan ligero como una pluma.
__
Todos nos arrepentimos de alguna cosa, Fabi __contestó__. Pero he disfrutado
junto a papá de una vida maravillosa.
__
No hables en pasado, y ¿cómo puedes decir eso con todo lo que estás pasando
además de haber perdido a Camila? __se lamentó alzando la voz, incapaz de
ocultar la angustia, la ira, ella le apretó la mano apenas, al tiempo que le
sonreía con ternura.
__Tienes
razón. Esto __admitió mientras echaba un vistazo a su alrededor__, podría ser
mejor.
A
pesar de las lágrimas, Fabián se echó a reír sintiéndose culpable al instante
por la reacción. Se suponía que era él el que debía animarla y no al contrario,
pero a todos nos sucedía.
Dayana
prosiguió.
__
Pero, aparte de esto, de la muerte de mamá obviamente, he sido feliz, de
verdad. Tengo un padre maravilloso que me ha enseñado a amar a Dios y a la
gente pese a lo que le sucedió, a mis abuelos que me aman. Si miro atrás, sé
que he hecho todo lo que he podido para ayudar a los más desvalidos, como a los
chicos del orfanato. __Hizo una pausa y lo miró a los ojos__. Incluso me he
enamorado de alguien hermoso que me corresponde con los mismos sentimientos, y
papá encontró otro amor.
Al
oír sus palabras, no pudo más que besarle la mano, luego se la llevó a la mejilla.
__No
es justo, mi amor __se rebeló.
Ella
no contestó.
__
¿Todavía sientes miedo?
__
Sí, temo a que deban internarme, a que sufra papá si deben trasplantarme, a…
___Yo
también __admitió Fabián que era
transparente, no le ocultaba nada.
__
Lo sé, lo siento, ojalá no te hubieras enamorado de mí.
__ ¿Qué
puedo hacer? __Se lamentó él, desesperado__. Ya no sé qué hacer, no sé qué es
lo que se supone que he de hacer.
__ ¿Por
qué no lees un rato para mí?
Fabián
asintió con la cabeza, no estaba seguro si sería capaz de llegar al final de la
página sin desmoronarse.
“__!
Por favor, Dios, dime qué he de hacer!”
Será
esperanza, emoción o amor, lo que siente mi corazón cuando te miro, pero me
haces temblar por dentro y mis piernas empiezan a flaquear. La paz y mi
tranquilidad se sublevan.
Bella
princesa, de ti estoy muy enamorado, guardo miles de caricias en mis manos, en mis
labios interminables besos, que los atesoro sólo para ti. Aspiro a que tu ternura agrande el mío, te amo más
que a mí mismo. Es sublime tu hermosura, y cada día más dulce la profunda
mirada de tus bellos ojos, que con un parpadeo se adueñan de mi alma. Tu piel
tiene un virginal secreto que es alabanza y poesía desconocidas que mis labios
desean declamar a flor de besos, y por nuestra felicidad el amor hará el
milagro.
Como
un suspiro mis besos errantes te buscan en los puertos solitarios de mi alma. En la bahía desolada de mi vida,
en la leve brisa que cansada arrulla las viejas palmeras salpicados de brumas,
untados de inviernos, llenos de eternas
primaveras te esperan en los viejos caminos donde los sueños no duermen y el
olvido es eterno como un suspiro. Te persigue mi aliento como un poema, te
pinta mi verbo como una esperanza, te añoran mis besos como una luna blanca trepada
en los techos mi alma te espera y te seguirá amando.
__Papá
__dijo más tarde en la noche cenando los tres, el fuego que ya crepitaba en el
hogar iluminaba la estancia con reflejos sobre la luz de la lámpara.
__
¿Sí hijito?
__
Vine porque ella se quedó dormida mientras le leía en voz alta. Como dice que
el descanso es reparador he decidido dejarla, salí sin hacer ruido, antes le
besé con ternura en la mejilla. Fue un beso inocente, mas vi el choque de
emociones en la mirada de la enfermera, pero el médico dijo que no necesita
aislamiento total entre sesiones, no intenté excusarme, simplemente me encaminé
hacia la puerta en silencio. Las horas que comparto con ella, me llenan de
energía suficiente como para que no me afecte el comportamiento ya de nadie. Si
algo ella me ha enseñado a lo largo de estos meses es que las acciones __no los
pensamientos ni las intenciones__ son la verdadera forma de juzgar a los demás
y sé que me permitirán seguir a su lado.
__ ¿Crees
que tenemos un designio en la vida? __preguntó.
Era
la primera vez que le formulaba a Guillermo una pregunta tan profunda, pero la
situación que se estaba viviendo, no era normal, menos para su edad.
__
No estoy seguro de si entiendo tu pregunta, hijo __contestó, frunciendo el
ceño.
__
Quiero decir: ¿cómo sabes lo que se supone que has de hacer?
__ ¿Me
estás preguntando por las horas que pasas con Dayana?
__
Sí __asintió despacio, visiblemente confundido Fabián.
Más
o menos, sé que estoy haciendo lo correcto, lo que quiero, pero… falta algo.
Paso todo el tiempo que nos dejan con ella, hablamos y leemos la Biblia,
novelas, le hago escuchar música, pero…
__
Eres un gran hombre, Fabi, el mejor novio, nadie de tu edad estaría allí como
lo vienes haciendo __le apoyé al ver a Guille con las lágrimas agolpándose tras
los párpados.
__Sin
embargo sientes que deberías hacer algo más __razonó Guillermo, el hijo
asintió.
No
sé si hay algo más que puedas hacer, hijo __respondió con suavidad.
___
Entonces, ¿por qué me siento así?
Guillermo acortó distancias con su hijo, se me
encogió el corazón, lo sentíamos todos, era impotencia, frustración, el único
que podría hacer algo sería yo con el trasplante quizá o ni siquiera, Dios pensé
pero recordé a Camila, contemplamos las manos casi de todos en silencio.
__Creo
que es porque estás asustado y te sientes impotente, como todos. A pesar de que
estás intentando, la situación no hace más que empeorar… para todos, y cuanto
más lo intentas, todo parece tener menos sentido.
__Pedro,
¿hay alguna forma de dejar de sentirme de este modo? Guille lo rodeó en sus
brazos con ternura __. He ido al orfanato por ella, llevo cosas a los chicos,
le traigo regalos, pero no pasa.
___Creo
que no hay nada más que puedas hacer que amarla como lo haces, Fabián, todos
estamos igual.
__
Ayer, no tuvo fuerzas para levantarse de la cama, como tras cada sesión, pareciera hacerle peor,
queda demasiado débil para caminar incluso con ayuda, leímos junto a la cama y
se durmió a pocos minutos.
__
“Perdido
en los algodones de un sueño, abracé la ternura del cielo. Distraje mi alma en
terrenales miserias, en ajenas gotas de lluvia que jamás empaparon un deseo, en
matemáticas sociales que nunca envolvieron un sentimiento…En vacilaciones de
vida, que sólo me quitaron tiempo. Y en las ubres de un fetal
recogimiento, entendí que debía liberar un espacio para la reflexión, ese
momento en que sólo estaba conmigo, ese instante en que nadie más cabía en mis
brazos ni en mi mente.
Le
pedí a la imaginación que se callara y a la música que volara entre las sienes
del conocimiento. Supliqué al viento que cesara el silbido, al trueno silencio
y al rayo, poquita luz. Desnudé mi cuerpo y dejé que mis pies abrazaran frío,
que mi piel sólo a mí me sintiera y a los ojos, les pedí que no miraran ningún
espejo, sólo a mí. Dormí sueños, aparté ilusiones, medité profundidad y me dejé
llevar. Pinté de blanco el pensamiento y en él dibujé la primera página de un
libro, le pedí a mi alma que ocupara el lugar de la mente, al sentimiento que
le prestara una pluma y a la reflexión que la llenara con sus tintas. Y mi alma
empezó a escribir.
Escribió
de dónde vengo y quién soy, lo que viví y lo que me queda por aprender, las
heridas que en el camino tomé y las cicatrices que por siempre veré, todo el
amor que di y que a veces no entendí a quién, los deseos que pedí y las
amarguras que fueron sembradas en mí. Explicó cada una de mis lágrimas porque
en su desahogo de ellas me llenó, cada uno de mis temblores porque en su
vibración me los dio y cada uno de los miedos, porque ella me los tatuó y
“experiencia” los nombró. Plasmó en versos el hervor de su membrana cada
vez que siento, el calor de sus dorados hilos cada vez que amo y el color de
sus labios cada vez que la pasión, intensifica mis deseos. De mi destino
nada escribió, solo unos puntos suspensivos y unas comillas abiertas, sin
letras, sin tildes…Sin espacios.
El
libro se cerró y la reflexión sintió soledad y una infinita ternura. De repente
olí la sal de mi mar, sentí en los labios la nieve de mis montañas y de la
mirada interior, una lágrima brotó. No era una lágrima triste, no mojaba
ninguna mejilla y no expresaba miedo alguno. Era una lágrima de amor, una
lágrima nacida del profundo sentimiento por mí mismo, una lágrima cómplice de
vida y cargada con las tintas de la sabiduría. La tomé en mi mano y en su
reflejo vi las grandes alas de mi ángel que me abrigaban y más arriba, cerca
del cielo, la puerta de mi destino, ese destino que hoy abrí y empecé de nuevo,
a escribir”.
Sacude
el delfín, las olas de su mar. Mira el ciego la imaginación de un cielo,
descubre un niño el dolor y se abre un vacío en el deseo de una garganta. No
pasa la saliva y oprime la estrechez, se nubla el pensamiento y la noche cambia
sombras, sonríe el ansia en su camino al corazón y sufre el alma el escalofrío
de su destino.
La
pasión desenfrena piel, el control vive perdido en la sinrazón, el silencio
pinta máscaras en ambos rostros y, fluye amargo el silencio. La emoción
despliega espera y el latido es corto e intenso, los dedos entumecen puños y la
vergüenza asalta la memoria. Ambos descalzan sus pies y tocan fría tierra, el
sentimiento alarga brazos y corta en dos el plasma de la distancia. Los dos
cuerpos se ven en sus espejos, el desmedido anhelo ofrece una lágrima y el
fuego de tanto deseo, recorre el aire de luna que despacito, rasguña sus
entrañas. Esculpe el artista con su mármol, el mausoleo de los extraños
sentimientos, mientras una actriz abre el teatro y cabalga desnuda en una
tentación que jamás escribió su guión. Sufre el poeta por no entender la
intensidad de sus versos y calla la inspiración por tanto ruido en el
gran baile de las hormonas. Expone el mar, bravura y marea, el desierto
exhibe orgulloso la suavidad de sus dunas y la montaña aprieta su volcán, para
que la explosión sea única.
Exhalan
las conciencias los pesares de la impotencia. El deseo ya no soporta coherencia
y pide clemencia el alma a la pasión de los cuerpos. Abre la excitación su
telón y navega la mente entre las enredaderas de la seducción. Emerge
Diosa la sensualidad y calla su infierno, el miedo al propio pecado. Resbala
una mano en su pezón y la otra, se arrastra por el vientre, los dientes
aprietan labios y las pestañas, funden sus miradas. La obscenidad se deja
sentir, juega el dulce temblor en sus pies y el oxígeno se agita. Siente el
vigor la protección de su mano y se eriza vertebral, la columna de todos los
sentidos. Los astrales permean conexión y entrelazan pasión en sus hilos de
plata. Sufre el instante virtuales caricias pero la piel las dibuja, desdobla
la imaginación el más hermoso lienzo y los cuerpos contorsionan sus pinturas.
El cielo abre su poesía y la sensualidad escribe sus primeros versos, el
éxtasis los lleva al clímax, salpica sedas la ternura y al unísono, rugen ambos
gemidos.
Desprende
hojas el placer en su otoño, se aparta la imaginada caricia y no vive el
abrazo, la piel enchina el frío de la distancia y los dos sienten, que hicieron
el amor, con un nudo en la garganta.
Desnúdame....tócame
el alma con una mirada, con tiernos
besos y una frase de amor bajo el cielo de tu ternura con un suspiro profundo,
sin premura sólo tú y yo en este mundo. Hazme sentir que el amor es otra cosa muy diferente, y no, lo que piensan erróneamente algunos,
no basta con quitarnos la ropa. Lo nuestro es hermoso sin condiciones, blanco y sincero, tú, me ofreces el mundo entero pasión y un dulce amor.
no basta con quitarnos la ropa. Lo nuestro es hermoso sin condiciones, blanco y sincero, tú, me ofreces el mundo entero pasión y un dulce amor.
__Guille,
no soporto más esta agonía de todos, este verla hundirse cada día, el
sufrimiento de Fabián, tu silencio, el amarnos
casi al borde del llanto, que no podamos siquiera ir a trabajar, estamos
suspendidos en el tiempo, anclados en la casa, con la mirada perdida en el río,
esperando, siento que tan sólo esperando ese milagro prometido que no llega, al
menos en la guerra luchábamos, acá siento que sólo ella libra la batalla, que
no alcanza nada, el amor que le damos, los rezos de los que creen, el de
Fabián, ya ni siquiera el médico dice
nada, siento que ni él entiende el porqué, menos puedo yo que la vi perder a
Camila y al abuelo en un instante con la entereza de una mujer a los ocho años,
que la vi sostener la casa, a mí mismo, no puedo entender a Dios, al destino, a
la vida, esas máquinas son meros paliativos, siento que los remedios lo mismo,
algo debo de hacer, siento que si se va me volveré loco.
___
Chhh. __ Guille me depositó una lluvia de besos en la cabeza, yo estaba
acurrucado en su pecho como un nene asustado, porque en verdad estoy aterrado,
si mi hija se muere… siento que moriré con ella, mas no quiero dejarlo a él__.
Tranquilo amorcito, te prometo que esto
también va a pasar, recién comenzó con la nueva droga, debe mejorar, debe de
ser efectiva esta vez, tiene el amor de todos, no puede no pasar, hasta los
chicos de los orfabnatos están rogando verla, sana, entera, ya amorcito, tranquilo,
son sólo dos semanas más, y si no sucediera el milagro, bueno, será el trasplante.
Atrévete
amorcito, te permitiré volar en mi cielo, recorrer mis fértiles fuentes
adentrándote en mi amoroso paraíso, consuela en mí tu dolor
Desnúdame que no soy igual a todos, no soy objeto de un sólo rato, sabes que siempre te amaré. Conoceremos el paraíso sin despojarnos los ropajes del cuerpo, siénteme dulce, tierno, sensual, amoroso, el hombre que lo entrega todo.
Desnúdame que no soy igual a todos, no soy objeto de un sólo rato, sabes que siempre te amaré. Conoceremos el paraíso sin despojarnos los ropajes del cuerpo, siénteme dulce, tierno, sensual, amoroso, el hombre que lo entrega todo.
Bs.
As., viernes 07 de abril de 2017.
Otra
semana tocó su fin, y el estado de Dayana no hace más que empeorar. Su cuerpo
languidece. Postrada en la cama hoy parece más diminuta, una nena, casi como si
fuera una muñeca de porcelana. Y nosotros deambulamos como espectros por la
casa, casi ya sin saber qué decir.
__Day,
mi amor __sollozó Fabián__, ¿qué puedo hacer por ti? Mi dulce amor, no soporto
más verte así, ya casi ni me veo en tu mirada, pasas muchas horas durmiendo,
incluso mientras te hablo. Ahora mismo ni te has movido ante el sonido de mi
voz, respiras rápido y débil, llego a pensar que todo este tiempo estás junto a
tu mamá, lejos de todos acá.
Hace
rato que estoy sentado junto a tu cama mirándote, aprendiendo tu rostro, tu
mapa, lo que queda de lo que conocí, pienso en lo mucho que te amo, y sostengo
tu mano cerca de mi corazón, sintiendo la fragilidad de tus dedos descarnados.
Una parte de mí desea gritar, aullar a todo pulmón, desesperadamente, pero en
vez de eso, bajo tu mano y la acomodo sobre la manta con delicadeza, luego mi
giro hacia la ventana.
Me
pregunto por qué mi mundo se ha venido debajo de esta forma, por qué esto debió
sucederle a alguien como tú, pregunto si en la vida existe una lección más
grande que lo que está sucediendo.
¿Acaso,
es todo como solías siempre decir, simplemente un mandato de Dios? ¿Quería Dios
que me enamorara de ti? ¿Qué mi papá se reencontrara meses antes de esto con tu
papá?
¿O
son decisiones que tomamos nosotros, deliberadamente?
Cuanto
más duermes, más siento su presencia a mi lado, sin embargo las respuestas a
mis preguntas siguen siendo tan insustanciales como desde que todo comenzó.
Fuera está dejando de llover, empiezan a abrirse
algunos claros.
Había
sido un día sombrío, pero, en aquellas últimas horas de la tarde, el sol
pareciera quiere asomar tímidamente entre las nubes. Bajo el fresco aire de
otoño detecté los primeros signos de la naturaleza que empieza a apagarse, las
hojas arreciadas se resquebrajan y caen de los árboles como tu pelo mi amor,
las flores se fueron del jardín, me pregunto si es un presagio.
En
la mesilla de noche junto a tu cama, he colocado los objetos que más aprecias,
varias fotografías de Pedro, algunas con Camila, otras del perfil con papá, las
que tomamos juntos cuando todo comenzó, no hace nada y pasó de todo, en una él
te sostiene de la mano en tu primer día de clases en la puerta de la escuela,
me fijé en la pila de cartas que llegan o traigo, del estudio, de la facultad,
de los chicos del orfanato, todos te aman.
Suspiró
y alargo la mano para tomar la que está arriba del montón.
Escrita
en lápiz de color, simplemente dice:
“Sana
pronto.
Te
echo mucho de menos”.
Está
firmada por el chiquito sin dientes que conocí cuando fuimos juntos. La segunda
carta expresa el mismo sentimiento, todos te extrañan, pero lo que capta mi
atención es un dibujo de un niño que ha dibujado un pájaro volando sobre un
arcoíris.
Con
enorme pesar doblo la hoja, como si no pudiera soportar mirar ese dibujo ni un
segundo más, como no soporto en las
calles las risas, las parejas que pasean de la mano, todo lo que se nos negó
apenas comenzamos a vivirlo, pero mientras ordeno la pila tal y como estaba al
principio, me encuentro con un recorte de un periódico, junto a un vaso de agua. Y tomo el trozo y veo que es el
que habla de la obra de teatro que no dejaron que organizaras para los chicos,
era lógico, mostraba a una nena huérfana de mamá que amaba al papá, y lo
dejaste junto a la foto que nos tomaron en Chile, cuando te di el anillo para
tu graduación, la foto del beso del compromiso que nuestros papás en venganza
subieron al perfil.
Me
parece que ha pasado un siglo…
La
observo más de cerca, la escudriño memorizándola, recuerdo las sensaciones de
aquel día, temblaba de miedo, de emoción, de temor, y cuando te vi tan hermosa
con el vestido rosa, el cabello suelto, escruto la imagen sin pestañear, en
busca de cualquier señal de que entonces sospecharas lo que iba a suceder, y
no, tu expresión no fue traicionada por tu cuerpo, o estabas sana o no sabías
nada, sólo aparece la felicidad, estás radiante. Suspiro como mi papá y el dejo
en la mesa.
La
Biblia sigue abierta en la misma página en la que había quedado, y a pesar de
que duermes una fuerza me impele a leer un poco más, al fin llegué a un párrafo
que has remarcado como tantos:
“No
es que te esté dando órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de tu amor
en comparación con la dedicación de los demás”.
Las
palabras tuvieron el efecto de una pesada losa sobre mí. y justo cuando iba a
ponerme a llorar, de repente, comprendí exactamente el significado del mensaje.
¡Por
fin Dios me ha contestado! Day, mi amor, ahora sé lo que tengo que hacer, sé mi
designio, el de Dios.
__
No
pude llegar a la iglesia más rápido, estoy viniendo a diario a charlar con los
sacerdotes que me ayudaban, pero hoy vine por el mensaje, ni siquiera en coche,
corriendo, tomando atajos, saltando vallas hasta entré en patios de vecinos y
salí por otras puertas a otra calle, lo que había aprendido del sitio contigo
lo usé a mi favor, y si bien nunca como papá me destaqué por mi estado físico,
nadie podría haberme detenido, propulsado por la idea que colmó la mente y el
alma.
Ni
siquiera me importaba el aspecto cuando llegué a la iglesia, los sacerdotes
sabían, no se fijarían.
Entré
al edificio, aminoré la marcha, intenté recuperar el aire, ralentizar los
latidos mientras me dirigía hacia el despacho del párroco.
El sacerdote
alzó la mirada cuando me vio, y entonces comprendí dónde estaba Pedro, cuando se perdía de la
vista de todos, quedé de piedra al verlo allí, con la mirada perdida por la
ventana. Mientras en la casa bregaba contra la enfermedad fingiendo trabajar o
leer casi obsesivamente, acá estaba llorando, tranquilamente desmoronado,
deshecho, lejos de la mirada de mi papá, de sus propios padres, mucho más de su
hija, y se me encogió el alma aún más.
___
¿Padre? __musité. Pedro.
Lo
vi consumido, abatido, tan cansado como los israelitas descritos en los salmos
de David. Su cara estaba demacrada, su pelo descuidado, nunca se muestra así
con papá o en la casa, debe de haber llegado corriendo como esta vez lo hice
yo, al tiempo me alegro de encontrarlo acá. Quizá mantenía la vitalidad en casa
y el esfuerzo lo estaba destrozando. Avancé con paso decidido, lo abracé, y
casi con tono vencido, me susurró el nombre como interrogando qué hacía allí.
__Pedro,
vine a hablar con el padre. Contigo y con papá lo haría en casa __dije con
firmeza __. Es algo muy importante.
Pedro
suspiró, El sacerdote lo miró, luego a mí, me senté al lado, y al fin les
relaté lo sucedido, lo que había sentido
leyendo la Biblia.
__Pedro,…
no quiero que antes del trasplante me falte decirle a tu hija nada, no quiero decir me faltó
decirle que la amo con mi vida, que, la huella de sus labios aún vibra en los
míos, y manantiales de su boca, como ríos recorren mi piel, que es lo más bello
de mi vida, aroma fresco de este jardín, que sus manos son pétalos y suavemente
me tienen asido a sus recuerdos. Es el rocío de mi amanecer; la luz fecunda de
sus ojos, hace que revivan los campos que reverdecen con la melodía de su voz.
El ritmo de su palpitar, llega en susurros a mi corazón que grita. Con ella
conocí el amor, encontré la luz que ilumina mis días, y se llenó de ilusiones
mi existir, está presente desde la aurora, que bañada de colores la dibuja en
el horizonte, hasta la última hora de sol, pintando su nombre difuminado en el
cielo, y va colgándose, letra por letra de las estrellas; escribiendo nuestra
historia.
Se
lo dije mientras dormía, quizá me escucha y no duerme pero mi objetivo me dio
la fortaleza para llegar y contarles, para pedirle al sacerdote esto, a ti
que me dejes, que puede que me equivoque,
pero puede que sea el milagro.
Pedro
estaba demasiado emocionado como para hablar, tan sólo me abrazó, y regresamos
juntos a la casa, corrí y abrí la suite de Dayana, él se quedó con papá que
llegaba del estudio, no me importó que
la enfermera que estaba de guardia tuviera que salir al pasillo intranquila
para averiguar el motivo de tanto ruido. No le di tiempo ni de decir adelante.
__ ¿Está
despierta? __pregunté, eufórico y aterrorizado al mismo tiempo.
__
Sí __respondió la enfermera con cautela por ella__. Cuando se ha despertado ha
preguntado dónde estabas.
Me
disculpé por mi atropellada llegada y di las gracias, a continuación, le pedí
si podía dejarnos solos unos momentos. Entré en la habitación y cerré a mi
espalda la puerta. Estaba más pálida que nunca, pero su sonrisa bella me
obsequió la paz que necesitaba.
__Hola,
amor __dijo con voz cansada__. Gracias por volver.
Tomé
una silla y me senté a su lado, acto seguido le tomé la mano. Al verla allí tumbada,
se me formó un nudo en la garganta, y de nuevo me invadieron tremendas ganas de
llorar… aunque me contuve.
__Estaba
aquí…, pero te has quedado dormida y… __ comenté.
__Lo
sé…, lo siento por lo visto no consigo vencer el cansancio.
__Tranquila,
es comprensible.
Abrí
ligeramente la mano, y yo la besé. Me incliné hacia ella y la besé en la
mejilla.
__ ¿Me
amas? __le pregunté.
__Sí.
__ ¿Quieres
verme feliz? __Mientras le formulaba la pregunta, se me aceleró el pulso.
__Por
supuesto.
__Entonces,
¿harás una cosa por mí?
Desvió
la mirada. Sus rasgos reflejaban una gran tristeza.
__No
sé si podré volver a hacer nada por alguien __
se
disculpó.
__Pero
si pudieras, ¿lo harías?
Me
resulta imposible describir la intensidad de mis sensaciones en aquel preciso
instante: amor, rabia, temor, tristeza, dolor, esperanza, miedo, todos
mezclados en un torbellino, avivados por el nerviosismo que me abrumaba. Ella
me miró con curiosidad, y mi respiración se agitó. De repente, supe que nunca
antes había experimentado un sentimiento tan profundo por nadie como en
aquellos momentos, tampoco supe cuándo me había convertido en un hombre.
Mientras me internaba en sus ojos, bellos pese a verse hundidos en la delgadez,
el hecho de ser plenamente consciente de mis sentimientos hizo que deseara
tener el poder de acabar con aquella pesadilla. De haber sido posible, habría
cambiado mi vida por la de ella, mi salud, por la de ella. Quería expresarle
mis sentimientos, pero el sonido de su voz, silenció repentinamente el cúmulo
de emociones que se habían apoderado de mí.
__Sí,
lo haría __dijo finalmente, con una voz débil pero a la vez llena de promesas.
Aunque
me costó, logré recuperar el control de mí mismo, volví a besarla, y le
acaricié la cara deslizando mis dedos por su mejilla con extrema delicadeza. Me
maravillé de la suavidad de su piel, de la bondad que vi en sus ojos. Incluso
en esos críticos momentos, era perfecta.
Se
me formó otro nudo en la garganta, pero sabía lo que tenía que hacer. Puesto
que tenía que aceptar que no estaba en mis manos el poder curarla, sino en
Dios, o en el padre, quería darle su sueño. Era lo que mi corazón me había
estado pidiendo durante las últimas semanas.
Entonces
comprendí que ya me había dado la respuesta que había estado buscando con tanto
empeño, lo que mi corazón necesitaba encontrar. Me la había dado mientras
estábamos sentados en el banco del estar junto a la puerta del despacho
del director del orfanato.
Sonreí
con ternura, y ella me correspondió con un leve apretón afectuoso en la mano
como diciéndome que confiaba en mí y en la decisión que estaba tomando o a
punto de tomar. Respiré hondo, tomé aire, supe que papá y Pedro estaban a mi
lado.
__ ¿Quieres
casarte conmigo?
Y en
ese momento, nuestras vidas cambiaron para siempre.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Rosa Me encanta.
ResponderEliminarJose Luis El amor?..después de dos mil años aun no esta definido...AUN SE TRATA DE EXPLICAR
ResponderEliminarJean Asi es como lucimos
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ResponderEliminarDiego muy cierto , hasta que me vi como un boxeador arinconado en una esquina , mal de salud , no poder trabajar durante 3 semanas ,sin comer nada , mi familia que no tiene porque ayudarme asi lo hizo ,hoy se que solo dios era quien me acudia el me rescato de ese infierno me dio un empujin hacia adelante ,sigo con ese impulso me ciento fuerte y voy adelante
Beatriz Filippa Qué belleza!!!
ResponderEliminarRamón Arme Bella
ResponderEliminarVictor Sinceramente agradecido amiga
ResponderEliminarGloria Que bonito
ResponderEliminarNoe a Muchas gracias. Eve Mónica Marzetti,
ResponderEliminarMarina Muchísimas gracias, me encantó, tierna, bella.
ResponderEliminarSusana Me encantooo!!!
ResponderEliminarJaume Sin palabras
ResponderEliminarRosa Maravilloso
ResponderEliminarAnonio Eve que bello
ResponderEliminarVictoria Bellisimo
ResponderEliminarAlicia Tiscareño Salamanca Mil gracias TQM
ResponderEliminarEve Monica Marzetti
Feliz día
Olga Muy hermoso
ResponderEliminarLourdes Tanto amor ,pasión en tus lindas letras,me hicieron estremecer gracias por compartirnos tu sentir
ResponderEliminarAngel Hermoso te amo
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ResponderEliminarAlena Suchankova Úžasná Bravo!
Increíble bravo!
Marta Me encantoo!!!
ResponderEliminarJosefina Sublime
ResponderEliminarAmar hasta la eternidad...eso es amo
Muy bello Eve, y también muy triste...Sólo la luz de la esperanza les da la fuerza que necesitan para seguir adelante...
ResponderEliminarUna historia bella,intensa,la vida en el dolor,la tristeza y ala vez iluminada con amor sublime que les permite continuar unidos encontrando fortaleza,emocionante Eve escribís de manera incomparable, transmitiendo tanto sentimientos gracias genia sos única :) te quiero !!!
ResponderEliminarSol Urvino Una hermosa decision para todos, en medio de tanta incertidumbre y tristeza. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarQ puedo decir, me duele el alma q Dayana no logra recuperarse todavía.
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