EL VIAJE. CAPÍTULO 114.

EL VIAJE". CAPÍTULO 114.

14  D E JUNIO  de 2016.

— Malaci (Frida del alma mía)

“Te dejaré un tiempo, por la paz, amor mío.

Prometo no volverme tan distante, ni permitir que te olvides de mí, prometo firmemente regresar y hacer la guerra noche y día, día y noche, sudorosos, calientes, exhaustos, con amor”.

“Antelación del amor

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta

ni la privanza de tu cuerpo, aún misterioso y tácito de niño,

ni la sucesión de tu vida situándose en palabras o acallamiento

seran favor tan persuasivo de ideas

como el mirar de tu sueño implicado

en la vigilia de mis ávidos brazos.

Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absoluta del sueño,

quieto y resplandeciente como una dicha en la selección del recuerdo,

me darás esa orilla de tu vida que tú mismo no tienes.

Arrojado a quietud

divisaré esa playa última de tu ser

y te veré por vez primera quizá,

Como Dios ha de verte,

desbaratada la ficción del Tiempo

sin el amor, sin mí.

Borges. Carta escrita, en mi piel, por si algún día la lees.....”

..PREVIO.

.. Vámonos, pero pasemos a compartir un rato de charla con Juan, la culpa al fin fue de Rolo y del pibe.

… Acomódate, y ayúdame con  “mis trapitos”, cavernícola. __ sonrió Pedro al tiempo que le dio otro beso, y se acomodaron la ropa y el pelo lo mejor que pudieron, suspirando en la mirada, añorando estar en el recodo hacia Chile, en el loft, mientras por ahora regresaron al menos… a comer la torta con Juan y los demás.

___

..Sobrinito, ¿llamaste?

… Sí Cuquita, ¿dónde se supone que está mi socio penalista, por no decir mi esposo?

… Salió, pensé que sabías __ dijo Cuca con prudencia al ver el rostro con ceño y mirada inquisidora.

…¿Cómo? ¿Otra vez desapareció solo? __ respondió molesto, suspirando ruidosamente.

… Bueno, solo no, fue con las chicas.

…. ¡Dios! ¿Y los trillizos?

… En la cocina, con Solange, conmigo,  Guille pasó a buscarlos tu  hijo,  ya deben estar regresando.

…¿Qué hijo?

… Fabián, el único que tienes.

… Único, no, está José que es menos complicado __ rugió Guillermo.

… Guille, Josecito ni habla, Fabián es un buen hombre.

… Bueno cuando quiere, se supone que estaba cuidando a su hija, a mi futura nieta, a Valeria, no con Pedro, esos dos juntos con las nenas, harán cualquier cosa. Si vieras el quilombo que hay en el Delta,  por  hacerles caso y abrir los regalos, y mañana partiremos hacia Chile, vinimos supuestamente para dejar todo en orden, a la media hora desapareció.

… ¿Otra vez se te perdió Pedro que se escuchan tus gritos desde la calle? __ Se mofó Marcos que  se asomó comiendo.

… Así parece, en Chile  espero que se quede quieto o me moriré en alguna calle, perdido.

… Debe estar comprando cigarrillos.

.. No fuma más, excepto… en emergencias, pero no creo que el viaje lo sea.

… Guillermo, vos porque no manejas, te quisiera ver al volante en medio de la nieve, sigo diciendo que es de locos __ Guillermo le clavó la mirada fulminándolo, mientras lo recorría un escalofrío.

… ¡Basta! Que me dará el pánico, ya termina con lo de las catástrofes.

… Bueno, ya aparecerá tu marido, fírmame todo, que después tengo que andar falsificando, y no me agrada a esta edad ya.

… Marcos, cuando alguna de las dos mujeres inicie el parto llama, Fabián y Beto no lo harán, Cuca, vos, llámame.

… Guille, tranquilo, mi amor, les falta, a todo esto Gaby debe estar por llegar, deseaba despedirlos acá, Valeria ya está en el Delta con los papás de Pedro.

.. Ya los vi, está llena la casa,  ya que están me sentiría mejor si Gaby con Beto fueran  para allá también, pero se quedarán por Aída.

… Guille, hola __ Gaby se asomó con la carita tierna que derretía a Guillermo, al verla tómense la panza, se transfiguró en amor, Beto venía detrás, Gaby fue a abrazarlo.

… Pareciera que ya sale, ¿dónde dejaron a los demás chicos? __ interrogó Guillermo.

… En la guardería, la cocina será la guardería hasta que hagan la ampliación.

… Marcos, no empieces, sabes que están locos por los trillizos __ Gaby estaba abrazada a Guillermo que le miraba la pancita.

… Guille, ya estuve con  el ingeniero, el arquitecto, empezarán este mes la obra __ dijo Beto rescatando a su esposa.

… Bueno Beto, vigila que no rompan nada si empiezan, nos conectaremos a diario a ver si alguna de las nenas se adelantara.

… Tranquilo, disfruten. Nacerán ambas en agosto, verás.

… Gaby, cuando puedan vigilen a los trillizos, Pedro a veces tiene razón, son pegotes a nosotros, más las nenas, y van a extrañarnos, aunque las pondrán al teléfono.

… Iremos los fines de semana, yo al menos, ¿Y Pedro?

… Acá, hola gente, hola amor mío __ Pedro entró como en una exhalación arrasando los sentidos de Guillermo en un asalto a sus labios que lo dejó sin los reproches que guardaba, Fabián y las chicas aparecieron detrás.

… Papá, vamos a casa, así terminamos con los regalos, ustedes ya tienen que armar sus cosas __ dijo Belén abrazando al padre.

…¿Están intentando sobornarme a besos para evitar que gruña por salir sin avisar? ¿Pedro? __ Pedro revolvía papeles en su escritorio sin mirarlo.

… ¿Qué sucede amor?

… Sucede que lo volviste a hacer.

… ¿Qué cosa?

… Salir sin mí. Aunque evadas la mirada  no me vas a llevar al olvido, ¿dónde se supone que fueron?

… Viejo, somos grandes, ni me saludaste.

… ¿Y vos qué estás haciendo acá?

… Vine, Valeria está acompañada, tenía que hacer algo con Pedro.

… No me digan, a ver, ¿qué se supone que tenían que hacer a escondidas? __ Guillermo paseó la mirada asesina de uno al otro,  las nenas con los mimos no lograban apaciguar a la fiera.

… Ya  Guiie, termina,  no anduve de fiesta, me faltaba la cuarta de remolque, unos papeles para el coche, y al fin fuimos a otro sitio que a ti no te agrada para nada.

… Claro papá, lo hicimos por tu bien, no te gusta la iglesia.

…¿Iglesia?

 ¡Pedro! __ elevando el tono de voz.

… Vale,  me cansé, fuimos a pedir fecha para los bautismos múltiples para octubre, a sabiendas que deberemos hacer el cursillo previo. Coincidirá con el año de los trillizos.

… Yo no haré cursillo alguno, ni loco.

… Lo siento entonces, no serás parte de nada si no lo haces, no podrás ser padrino de la nena de Gaby, ni padre de los nuestros ante Dios.

…! Pedro! __ se le escabulló hacia la cocina haciendo un  guiño a todos, y las nenas reían, Guillermo resopló, ordenando papeles para regresar a la casa.

Nordelta, 17.00 horas.

… Pobre, Gaby, no paraba de llorar __ dijo Paula, estamos tapados de cajas, de sábanas, de montones de lo que dijo, Guiie.

… Papá, tenías razón, esto es demasiado  __ farfulló Belén incrédula de ver tanta ropa de cama, de cocina, cubiertos, vajilla.

… Siempre la tengo, hija, les dije que lo dejáramos para luego, ahora esto es un quilombo.

… Papá, Papi __ las nenas se acercaron a un cúmulo de ropa que los rodeaba y enredaba.

… ¿Qué van a pedir?  Ustedes dos cuando ponen esa carita, vienen a  suplicar algo, como papi.

… Guiie, no  te pases, que no sé nada.

… Quizá, ahora no sabes, pero casi siempre.

¿Qué sucede preciosa?

… Nada, no te enfades con papi, no sabe nada, es un pedido, nuestro a los dos.

__Guillermo dejó de desembalar regalos, sentándose en una caja con una en cada pierna, Pedro se sumó al tumulto.

… ¿Qué sucede? ¿Tienen temor de quedarse solitas con los peques?

… No papá, no estaremos solas, estarán Fabi, Vale, Julieta, los abuelos.

… ¿Entonces?

… Ya, que  les han regalado demasiado de todo, ni siquiera entrará esta ropa en los vestidores, aun repartidos entre todos, sé que papi dijo de donarlo a refugios,  mejor dicho de sacar lo usado,  dejarnos a todos lo nuevo, y el resto donarlo.

…¿Y?

… Está bien, pero... nuestros abuelos son humildes, papá, papi, ellos no tienen casi mantas, edredones, apenas frazadas viejas, queríamos pedirles si podríamos regalarles un par de cada cosa a ellos, los abuelos de parte de papi, tienen, los nuestros no.

__Pedro y Guillermo tragaron el nudo al ver las caritas de consternación de las nenas, abrazándolas entre los dos.

… Pero… por supuesto, a ver, vamos a repartir esto entre la familia, elijan lo que deseen para los abuelos, sábanas, edredones, manteles, vajilla.

…¿De verdad papá?

… Claro hijas – dijo Pedro, díganle a Fabián cuando elijan que lo lleve a la casa de ellos, el resto  que no quede en la casa, regálenlo a Cuca, a Gaby, entre la familia  y los amigos,  ya cubriremos refugios con la idea de papi del negocio más adelante.

… ¡Gracias!

__Las nenas se echaron sobre ellos, cayeron los cuatro entre cajas y papeles riendo, ya estaban extrañando, se habían unido demasiado en esos días, y ya tenían que urgente ir a terminar las valijas, el viaje comenzaría a la mañana, el frío arreciaba sin embargo el Cristo estaba abierto, por ahora.

Terminaron de desarmar los regalos con el tiempo justo, antes de que Amalia los llamara para la cena, incrédulo Pedro se perdió en el rostro de su madre, con un recuerdo tan lejano de aquella madre testigo de las palizas de Alberto, en su infancia, que aquello le pareció de otro, y sonrió para ella, Guillermo captó algo, y al fin cerraron para ir a cenar en familia, hasta los trillizos esperaban despiertos la despedida de los papás, los sentaron en el regazo, deseaban tenerlos junto a ellos.

…¿Te sientes bien Valeria? __ inquirió Guillermo a su nuera.

… Sí, pesada, gorda, patea Valeria Soledad, será una Graziani auténtica creo __ dijo riendo, Fabián le acarició la pancita, y con la otra mano la cabeza a Guillermito que ponía ceño, estaba celoso, de a ratos feliz por el regalo__.

Con Guillermito fue igual, parecían trillizos, pero a poco de nacer recuperé mi peso, lamento haber perdido el cursar, estudio con Fabi, pero no sé si podré rendir, o perderé el año de lactancia,

… Bueno, amor, lo sabíamos, ya con que Beto y yo terminemos, el estudio estará superpoblado, tranquila.

… Papá, papi __ lanzó  Barby requiriendo atención.

… Mi linda,  no se aprovechen de su hermano, menos de las chicas, nada de comer porquerías que no queremos cruzar la cordillera por un susto __ Guillermo les hablaba como si entendieran, ellos se turnaban con uno y otro, trazando garabatos en los rostros, aunque sabían ya decir Fabi, abu, y algunas cosas más, predominaba, el papá, el papi, no le enseñaron el mamá por ahora.

… Hijo,  dile a Camila que nos alegrará verlos antes de que nazca el bebé, o cuando deseen, a Marcial que tenemos nuestra casa si desea que nazca acá __ dijo Amalia emocionada, le costaba cada salida de su hijo ahora.

… Sí, Madre, los veremos al llegar, quizá antes de regresar.

… Me parece que fue ayer, cuando fui con Camila furiosa al loft, perdón Guillermo estaba ciega entonces.

.. Pasó Amalia eso fue casi otra vida, mi hijito no se portó mejor.

… Pa, no hace falta que me lo recuerdes ahora.

… ¡Bueno!

.. Pedro,  ¿harás todo  de un tirón? ¿Cuándo estarán en Santiago?

… No. No lo sé, iré derecho hasta Mendoza, quizá hagamos noche allí, necesito estar muy despierto y cruzar de día, depende de la demora en la aduana, de la  nieve, por ahora el Cristo se mantuvo abierto, ni bien lleguemos a Mendoza avisaremos, luego ya desde Chile, Fabián, recuerda que no tendremos señal en la Cordillera, ya luego sí.

… No los  molestaremos, estará todo bien.

 ¿A qué hora saldrán para que vean a los chicos y desayunemos juntos?

… En menos de diez horas llegaremos a Mendoza, no saldremos de madrugada, a las diez supongo, ¿te parece amor?

… Me parece, porque Marcos nos tuvo trabajando como negros, las chicas acá con los regalos, no hemos cerrado las valijas, mejor vamos Pedro, es tarde, tienes que dormir.

 Hijitos los veremos en la mañana, hijas, ¿seguro que podrán con los trillizos?

… Si Papá,  están ya casi dormidos, bésenlos que los llevaremos arriba, a dormir todos, así los despediremos, papi, no compres más cosas porfa. Ahora preferiremos disfrutar de las bebas, no de más regalos, ordenaremos lo que dejamos, ya verán.

… Sí hijas, está bien.

“Algo más tarde exhaustos cerraron la valija. Guillermo sonrió de pensar en las veces en que fuera a Chile, a buscarlo, a reencontrarlo, a traerlo a su vida, era la primera vez que iban juntos.

Pedrito, cómo no pensar en cada  viaje, el primero en que fui empujado por todos furioso, y me derretí en tu mirada en Mendoza, me dije es precioso, un adonis. El segundo cuando supiste que me amabas y volé a decirte mi verdad lleno de miedo, aún recuerdo la ansiedad bajo aquella lluvia cuando no abrías. El más doloroso, el tercero, en la creencia de que podrías no regresar, entonces el sol moría en el horizonte, mientras un " nosotros" empezaba a nacer desde el fuego. De ese tipo de fuego que emana una chispa sobre un cuerpo marchito.

Me senté al borde de la vida para ver cómo mi mundo se derrumbaba mientras  no dejabas de sonreír, cuando despojado de tu invalidez, me buscaste en el aeropuerto para volverme a elegir, viendo que más allá del dolor, existían unos ojos que esperaban por vos”.

 …Me cansé amor, además te portaste mal conmigo, con tu hijo, desconfiaste, fue Rolo seguido de Juan los que me llevaron al huracán hace horas, no una inocente salida con Fabián, te castigaré de manera muy dulce, ya verás.

…¿Castigarme? Yo debo hacerlo, atorrante.

Estaba pensando en las veces en que viajé, me faltaba alguien en cada una, ese alguien llevaba tu nombre, era Amor, pero tu mirada en Mendoza fue un sello sobre mi corazón armado, como una mancha congénita en el brazo porque fuerte como la muerte es el amor, duros como el sol los celos; sus brasas, brasas de fuego,  llama, las muchas aguas no podrán apagar el amor, no lo ahogará el mar, no lo arrasará otro terremoto.

Cuando venciste a la muerte, donde nacen las sombras me topé con la mía. Ella me habló. Me dijo que las noches de luna llena nos mira,  que  tienes mi mundo desordenado. Que ahora los colores son más intensos y los olores más vivos. Que sos la causa del efecto que provocas en mí, ésa que el hielo se vuelve fuego, que ese fuego se vuelve volcán, que las miradas se llenan de estrellas. Dice que ahora no puede seguir mis pasos, que apenas encaja conmigo. Le pregunté por qué decía eso...

…¿Qué te respondió?

…Que tiene celos, dijo ___.Hay días tan especiales que en algún momento, empezamos a sentir saudade por nuestra rezagada tierra y los fugaces instantes del pasado, cuando enjambres de mariposas en nuestra entraña comenzaron a revolotear; y emprendemos un recorrido por los recovecos mentales, en donde se hayan los plácidos recuerdos dormitando, para poder revivirlos y deleitarnos con las mieles de ternura que en nuestros inicios lograron atrapar con su dulzura, a nuestro inquieto y despabilado corazón.

Aunque tortuosas a veces, esas evocaciones son divino regalo de dioses que nos vuelven alados mensajeros volando de regreso por el tiempo, ayudados por las alas de la memoria y emuladores de un lucero...a nuestro paso dejamos melancólico destello; porque mentalmente viajamos en busca de aquel paraje pueblerino de La Toma testigo de ardientes caricias, de ese terremoto en tu loft de apasionados besos y escasos inocentes mimos; aquel sitio aunque fuera un callejón cualquiera...para nosotros era el sitial más bello, lleno de misterio, sonrisas y color, como el colectivo donde memoricé tu rostro, donde supiste de mis fobias, como el hotelucho con bichos en donde dimos los primeros pasos para recorrer la intrincada trocha, conductora a la brumosa selva de la vida diaria, la cual guarda enclavada con recelo...la  fuente del esquivo amor y en esa búsqueda la mayoría fracasa, terminando finalmente empalizados por el desengaño y el dolor.

Tómame cuando tus sentidos estén alborotados, acaricia mi cuerpo, luego de besar mi alma, bésame con furia hasta que la lengua como el aliento se fundan en uno, que tus inhiestos montes reclamen desde la hombría a mi boca y escucharé también cuando necesites hablar, cuando necesites el abrazo tierno, el fuerte durmiendo sobre mi hombro. Aprovéchate de mí, Pedro, en cualquier momento que desees, sin importar el tiempo ni la hora, cuando estés feliz o triste, cansado o eufórico.

Siempre seré tu confidente amigo o amante, siempre estaré.

…Como aromática colonia te esparces por mi cuerpo, Guille mi piel te recibe en fragancias.

Tu aroma se apropia de mi cuerpo, nos realizamos entre sábanas de lirios, suavemente en limpios movimientos. Nos ondulamos en caricias tan sinuosas describimos órbitas entre nosotros. En coreografías estelares, como ángeles galácticos, surcamos entre placeres de espuma y algas… océanos de orgasmos que nos rodean.

Las olas de gestos escapan del espacio, el destino de tocarnos…es la levedad de un suspiro.

Nos entregamos a la tarea sublime de descifrarnos el mensaje al unir nuestras historias de pieles. Así quedamos conjugados a la máxima expresión  de cuerpos entre sí eclipsados.

Y en un relicario de sales dejamos macerar nuestro sentimiento como ofrenda vaporosa se desprende de nuestra piel. Y el aroma entre nosotros se transmuta. Va cambiando de matices…Veo el gemir de tu ser. Caemos a un abismo de metáforas mojadas. Nos sostenemos las almas con el deseo satisfecho. Un ritual la piel…nos alcanza,  recorremos en fragancias mudas el silente espacio de la habitación como los libres prisioneros de ésta sesión de amores.

Apagamos la luz del tiempo para que no se agote, recién empieza la ofrenda encendiendo el espacio de amarnos. El altar está servido de dulces milagros que sin atajos difundimos al mecernos entre caderas.

Un limpio imaginario de estrellas nos presta su sublime escenario, salpicamos las horas con nuestro sudor.

Las pieles estallan en hambrientas sinfonías de placeres encontramos abasto en nuestras caricias. Los besos se estampan con el correr nocturno. Escalamos los riscos de las ardientes pasiones en un  amor que se ofrenda con estertores de un aliento sin voz que apenas se escucha. Un hablar entre cuerpos que entablan la lucha desbordado amor que en cascadas aflora. Un rechinar de cuerpos danzando en vaivenes, ofrendando amor desnudos.

..¿Dónde vas? __ Pedro se escabulló casi corriendo cubierto con una manta.

… Ya regreso, espérame.

__Temblando Guillermo dejó volar la imaginación hacia los rincones más ocultos, y para cuando su marido regresó, lo vio traer algo en la mano, que dejó en la mesa de noche, con una sonrisa de fondo tierno, posó su boca sobre los labios finos, llevándolo a incorporarse sentándolo en la cama, enmudeciendo en la expectación desde ese instante. Volvió  sumiso entregarse a las caricias de su esposo, por voluntad propia cedió el mando, debía pagar la presencia de Rolo, la desconfianza de la mañana, su carácter poseso y recibió su recompensa, lo que Pedro había traído era su mermelada preferida en un pote.

Su esposo comenzó a tentarlo untándole los labios para luego introducirla con su lengua en la boca. El placer fue tan esplendoroso que Guillermo comenzó a gemir ardientemente aun antes de que él acariciara sus notas más sensibles.

Pedro lo hizo recostarse en plano inclinado, sin dejarlo completamente acostado, sino observando sus movimientos a la luz de la luna curiosa, y Guillermo no pudo hacer más que suspirar como aquella vez en que jugando en el sillón contuvo el deseo a cada botoncito que Pedro ingenuo desprendiera, se deleitó en los pegajosos dulces besos.

La mermelada, los labios, la lengua, los dedos de Pedro recorrieron todo su mapa. Era la sensación más placentera que jamás había sentido, bendito castigo se dijo. A cada momento, Pedro se acercaba de nuevo hasta su boca para ofrecerle la mermelada y se retiraba raudo hasta un nuevo lugar, hasta rincones que en una vida, Guillermo no se había animado a imaginar ni en fantasías.

Sus pezones  fueron cubiertos en mermelada como la nieve tapizaba la montaña, varias veces, igual que su cuello. De un movimiento certero, Pedro lo hizo girar sobre sí mismo, le recorrió la espalda, los hombros, las nalgas, las piernas con pegajosos besos.

Incluso los pies se vieron bañados en la dorada sustancia. Guillermo empezó a reír cuando le lamió la planta de los pies, succionando los dedos, mordisqueándolo, lamiéndolo.

Estaba tapado en mermelada, pegajoso y no le importaba porque jugaba con él. Sólo podía sentir la enloquecedora sensación de la lengua húmeda de su marido, la rugosa textura de la mermelada frotándose sobre su piel. Apenas podía moverse. Estrujando entre sus dedos las sábanas para tener de donde aferrarse. Tenía miedo de caer al vacío de tanto retorcerse contra la boca suculenta y dulce de Pedro, sin poder dejar de arquearse hacia él. Necesitaba desesperadamente que siguiera, que ese momento fuera único y eterno.

Luego de besarlo apasionadamente llenándole la boca de él y de dulce, descendió lentamente por el cuello, por el valle entre cumbres inhiestas, el vientre poblado de mermelada, dibujó y lamió la que poblaba especialmente el ombligo con devoción, para seguir camino hacia la cara interna de sus muslos donde hundió la cabeza hasta hacerlo tocar el cielo con las manos.

Gimiendo desesperadamente se retorció contra la  boca de su esposo, atrevida, pretenciosa de dulce fruto en su fuente, y un ardor que salía del centro mismo de su alma.

Lo amaba tanto que le dolía. Adoraba sus besos, adoraba su manera de reinventarse en la forma de amarlo, sus abrazos y cosquillas, la manera sensual de susurrarle al oído. Lo amaba a pesar suyo, del mundo, a pesar del error de la vida pasada, del dolor de los primeros años.

Amaba su ternura, sus pequeños defectos, sus celos, sus mohines, su complicidad con los chicos, su amor por Fabián, la forma de hacer reír con sus chistes, se enorgullecía de caminar la vida a su lado cuando estaban en audiencias, ver transformar su rostro en expresión inteligente. Y se derretía como el mismo dulce cuando llegaban a la casa del Delta y se provocaban, se buscaban, se encontraban.

Se permitió confiar en él desde aquel viaje a Chile, como Pedro le contara en su pánico su infancia, su amor por teléfono, sabiendo que él jamás lo golpearía como su padre, se entregó en medio del terremoto sin reparos a él, y no pudo sentir más amor.

Buscó el tarro de mermelada, metió el dedo, siguió lamiéndolo, le gustaba así, de a cucharadas, como Pedro la usó, mucho más, incitados a placeres terrenales, Guillermo le acarició los hombros con los dedos llenos de dulce, se inclinó para besarlo, en una sensación tan bella, que no pudo resistirse a untar la piel de su esposo también hasta agotar el tarro. Giraron miles de veces, Pedro lo dejó untarlo, se lo llevó consigo al rodar para darle acceso, se dejó recorrer entero, hasta que se quedaron vacíos de dulce.

… Se acabó demasiado pronto.

…¿No pensarás que iré a buscar más en este estado, verdad?

… ¿No?

.. No se puede.

..¿Probamos?

__Y aceptaron el desafío, de amarse enchastrados pensando que sería imposible el vaivén, sin embargo encajaron las piezas, uno se elevó sobre los brazos, para dejarse caer internándose suavemente, dejándolo al otro acomodarse al espesor.

Temblaron de amor sin poder articular sonidos, por supuesto que Pedro supo cómo entrar en él cubierto de mermelada, sí que se podía, él lo haría luego, y adivinando cornisas, comenzaron a mover las caderas disfrutándose más, divertidos se acompasaron, se acariciaron en notas exactas, se concentraron en balancearse y embestir bajo atentas miradas, en ritmos imitados en besos, en corazones, todopoderosos uno debajo del otro, mientras los músculos inquietos se  sacudían en las caricias.

Sumergidos en trance sensual llegaron juntos al centro del planeta, más allá los devastó el fuego, se deshicieron en espuma al chocar, Pedro se desplomó encima sin aliento, satisfecho, perdiendo la conciencia tras el devastador orgasmo, y Guillermo lo acompañó, cuidándose uno al otro en otro plano.

Cuando más tarde luego de amarse y quitarse el dulce no sin esfuerzo en el agua, Pedro se acurrucó en su hogar, se entrelazaron en una jaula, susurrándose  su amor, que  revivirían en cada instante del recordatorio que se iniciaba en la mañana, en… EL VIAJE, rememorando el que cruzó los caminos en el aeropuerto de Mendoza.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDOS CON LA RELIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.