EL VIAJE. CAPÍTULO 25.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO 25. EL PARAÍSO: sorpresas, conflicto, amor y más….

 “Sé que estoy sonriendo en sueños. Ni siquiera necesito abrir los ojos para saber dónde estoy. La brisa fresca del mar que entra por las ventanas abiertas y el olor a salitre mezclado con la fragancia de las flores es todo cuanto necesito para recordar dónde me encuentro.

Sin embargo, ninguno de los dos aromas supera  el que más me gusta en la vida, que está impregnado en cada una de las fibras de las sábanas sobre las que ha dormido. Pero él no está a mi lado al despertar”

___ Guillermo abrió los ojos, se acercó al  borde de la cama y no siquiera se molestó en vestirse. Estaban solos, en una playa desierta, y no olvidaba el pacto entre ambos de estar sin barreras cuando podían hacerlo. La ropa entre ellos era una barrera, soportable solamente en el afuera... Guillermo se paseó desnudo por la estancia reconociéndola, y buscando a Pedro, al cabo de un rato comenzaba a perder la paciencia porque no aparecía por ningún lado, no había desayunado ni dejado nota de pista alguna.

 De pronto una de las cortinas de gasa que cubría las puertas del salón que daban a la playa se onduló y siguió en esa dirección hasta que se encontró sobre el suelo de madera inspirando el aire fresco. Era temprano porque el sol estaba bajo, pero el calor era ya intenso. Por fin lo vio a lo lejos. Estaba corriendo descalzo sobre la arena mojada, sólo llevaba puestos los shorts, sin camiseta. Guillermo se apoyó en la barandilla de madera observando alegremente cómo se acercaba cada vez más. Su musculatura resplandecía bajo el sol de la mañana. Parecía un espejismo.

… ¡Buenos días precioso!

___ Pedro sudaba, jadeaba y canturreaba ya a pocos metros. No era normal que mostrara signos de fatiga pero hacía mucho calor a pesar de la brisa y de la hora. Tomó la toalla que había dejado colgada en la barandilla y comenzó a secarse sonriendo.

..! Buenos días amor!

___ Sus ojos descendieron a la desnudez de Guillermo que le robó un pico.

… ¿Cómo has amanecido?

… Bien, pero solo y sabes que no me gusta.

…. Estupendo, así  me extrañas un ratico. Bésame que me voy a duchar y desayunamos.

… Te prepararé el desayuno mientras.

___ Guillermo ya estaba tomándolo cuando lo vio salir en toalla e ir al dormitorio.

… ¿Adónde vas?

… A ponerme algo.

…. Ni se te ocurra.

… Perdón, me olvidaba que mi dios no quiere ropa entre nosotros.

___ Pedro miró su cuerpo desnudo y sonrió, en verdad se sentía cómodo en cueros, y sin duda su hombre también, por tanto no había problema alguno. Era parte de su normalidad de a dos, le encantaba., puesto que ninguno de los dos podía despegar las manos del otro, era lo más práctico.

___ Luego de desayunar pensaban pasear por la zona e ir de compras.

…. Cielito, no, vas y te cambias. Te pones otra cosa.

___ Guillermo miraba su ropa magullando y maldiciendo entre dientes al tiempo que inspeccionaba y descartaba toda la ropa de playa y bañadores que Pedro tenía.

… Guiie, hace calor.

… Mierda precioso, que esto no es ropa para mostrarte.

… Dijiste que tengo piernas muy bonitas.

… Sí, lo tienes todo bonito, muy bonito, ese es el problema justamente. Que no quiero que todo el mundo te vea y lo sepa.

… “Sólo para mis ojos, te quiero sólo para mis ojos.

:.. Guiie, déjame andar en shorts.

…. No, que veo cómo te miran los hombres. ¿Me estás tomando el pelo? Si tengo que andar a las trompadas en Bs. As. donde estás tapado, lo que puede suceder si andas semi desnudo por acá.

… ¡Y yo veo cómo te miran a ti amor!

… Bueno, imagina cómo me mirarían si fuese por ahí medio desnudo.  A ver, puedes ponerte este Jean y esta remera.

… Muchas veces andas sin camiseta, y yo me abalanzo sobre ti para taparte. ¡Relájate!

… ¡Ah!, ¿qué estás inventando?

… No pienso ponerme eso, me voy a cocinar.

__ Ambos se miraron con el seño fruncido pero el de Guillermo ganaba.

… Estás siendo cero razonable Guiie. Pienso ponerme lo que me dé la gana.

… Guillermo observó cómo se ponía una  musculosa y un short,…, se derretía y al tiempo quería matarlo...

… ¿Por qué haces esto?

… Porque es absurdo que creas que puedes decidir qué puedo y qué no puedo ponerme, por eso. No pienso aceptar eso como una faceta de nuestra normalidad Guiie.

… Mierda,  sos demasiado bonito para mostrarte.

____ Guillermo echaba humo y Pedro sonreía deslizando los pies en chanclas.

… Y soy tuyo, no lo olvides.

… Lo sos. Sos todo mío

___ Pedro respiró hondo y se hundió en su pecho mirándolo.

… Nadie me apartará de ti nunca tonto. No sé cuántas veces tengo que decírtelo. Me encanta que temas perderme, pero también sé que tus problemas son las hordas de hombres desnudos que te han rodeado durante la mayor parte de tu vida. No quieres que los hombres me miren como miran a esos hombres, como tú los mirabas antes de conocerme.

… Lo sé. No quiero que te miren ni hombres ni mujeres ni nada que habite en el planeta. Pero: ¿es preciso que te pongas la ropa más minúscula de toda la tierra?

… Estás exagerando Graziani.

… Yo creo que no. ¿Y si llegamos a algún acuerdo?

… ¿Qué tipo de acuerdo?

___ Guillermo se agachó y tomó unos pantalones largos anchos y una camisa.

… No Guiie, de eso nada. Me desmayaré del calor. No estamos en tribunales acá.

___ Guillermo los dejó caer simulando la furia teatral.

… Vale, pero no me hago responsable si algún capullo como Matías te hace ojitos.

___ Pedro lo observó perplejo. Estaba delante de él con su aspecto delicioso, vestido con shorts largos y un polo con cuello levantado

…. Yo tengo que lidiar con los ojitos que te ponen a ti a diario amor.

.. Sí, y enseguida los ahorcas a todos.

… Mi ritual de aplastamiento es más liviano que el tuyo, sino llama a Matías  y que te cuente cómo lo has dejado.

__ Pedro sonrió y se dispuso a salir de la habitación.

___ Las cosas en el paraíso iban cada vez mejor. La idea de dejar que Guillermo lo mantuviera encerrado, a Pedro le resultaba muy tentadora y viceversa, quería explorar el mundo con él, pasear con él tomados de la mano, comer por ahí sin prisa y estar juntos de otra manera, no era algo que hicieran a menudo en Bs. As. desde que se encontraron el uno al otro y Pedro sabía que él también disfrutaría estando de otra forma ese día.  Guillermo  se había pasado rodeándole los hombros con el brazo para pegarlo a él, y durante la comida en el bar hizo que se sentara cerca para que pudieran mantener el contacto físico y hacerle arrumacos.

 Cuando regresaron anochecía. La familiar fragancia inundaba el ambiente y los embriagaba.

… ¿La has pasado bien amor?

…. Sí cielito. Muy bien. ¿Y tú?

… Fantástico.

___ Pedro se inclinó y mientras lo besaba le desabrochó el cinturón para que bajara del auto.

…. ¿No tendrás algún jueguito de cartas preparado como anoche no?
…. No mi amor, hoy hacemos lo que dispongas. Ya hemos paseado y pasado el día fuera, fuimos a la playa, ahora cenemos y soy todo tuyo.

…. Te has portado de maravillas precioso. (Llevándolo hacia el dormitorio)

___ Guillermo lo atrajo hacia su cuerpo y lo besó con anhelo y pasión y sin soltarlo cerró la puerta de una patada.

… Eres maravilloso.

… Que bien le sientan a mi vanidad tus mentiras mi amor.

___ Pedro le besaba en las comisuras.

… Jamás te mentiré Pedro, ya no.

___ Guillermo hablaba susurrando, deslizando los labios sobre la piel del rostro amado hacia la oreja. Abrió la boca para introducir el lóbulo en ella y lo empujó con la lengua hacia arriba hasta que tocó sus dientes. Pedro se quedó sin aliento y en ese instante se olvidó de todo lo que no fuera Guillermo.

Las manos fuertes comenzaron a subirle la remera mientras con la lengua le acariciaba el punto sensible localizado detrás de la oreja. Los dedos de Pedro se clavaron en el Pecho de su hombre levantando a la vez la remera y su cuerpo se colgó del ajeno.

Guillermo le arrancó con urgencia la remera para regresar al beso y le recorrió con la lengua el cuello y la nuca, con tanta suavidad que a Pedro le dieron ganas de llorar.

.. ¡Guié!, (en un susurro)

…¿Hummm...?, Guillermo murmuraba pero alzó la cabeza buscando la mirada.

… Qué tierno eres.

… ¿No te gusta?

… No he dicho que no me guste. Sólo que me gustaría saber por qué de repente te has puesto tiernísimo.

… Tengo ganas de hacer las cosas un poco más lentas.

… ¿Sólo por eso?

__ Pedro le atrapó los labios tomándole la cara con ambas manos.

… Creí que era porque tenías que decirme alguna cosa.

…¿Como qué cosa? ¿Estás pensando que te oculto algo todavía? A veces pienso que esto nunca tendrá remedio.

___ El corazón de Pedro se puso a latir en forma violenta. Guillermo se estaba comportando de manera extraña. Era como si hubiese pensado en romper la relación  o era el encontronazo continuo con su pasado que regresaba. ¿Acaso podía él cambiar su pasado por mucho que quisiera?

…. No enriendo bien que te pasa Guiie.

… Sí, lo entiendes. Por eso te da miedo que te muestre mi ternura.

.Fuera lo que fuese  no tiene que ver con mi pasado sino con nuestro futuro Pedro.

… No tengo miedo Guiie.

“pero lo tenía. Miedo, terror,.., sobretodo porque ya no era capaz de imaginar futuro alguno sin Guillermo.

…. ¿Podrías alguna vez dejar que te muestre mi ternura sin hacer bromas al respecto?

… No estoy haciendo  bromas

… ¿No?

…. No. Me quedaré callado. Guiie, deja de pensar tanto y limítate a saborear lo que sientes. Y no hablo de tu cuerpo solamente. Sé lo que tu cuerpo siente por mí. Pero ahora te estoy hablando de lo que sientes aquí dentro (señalándose el pecho) Me parece que a veces no quieres escuchar lo que te dice tu corazón.

… Sí, lo escucho, lo sé.

… Shhhhh.

___Pedro lo calló tapándole los labios con la yema de los dedos.

… Pero

…. Shhhh…

___ Pedro apartó los dedos de los labios y Guillermo se mordió el labio inferior.

___Pedro lo miró y terminó besándolo con desesperación.

… Ámame Guiie., en un susurro sin separar los labios. Solamente te pido eso.

… ¿Por qué me lo pides?

…. Hazme el amor cielito por favor te lo pido.

--- Guillermo le enmarcó la cara y Pedro lo miró en todo su ser.

… Necesitas ternura, ¿es eso?

___Guillermo asintió con un movimiento muy leve de la cabeza. Hubiese dado cualquier cosa por haber conocido a Pedro antes en su vida, antes que a nadie. Entonces no hubiera sido nada tan difícil, pero no podía remediarlo.

 Se desnudaron mutuamente, despacio, hasta quedar el uno frente al otro, completamente desnudos, excitados. Las manos de Pedro se deslizaron por la piel del pecho de Guillermo y luego sus labios repasaron las caricias anteriores.

… Después de esto, me tomas en tus brazos y me llevas a la cama.

… Trato de comportarme seriamente cielito.

… ¿Y quién es el que no se lo toma todo en serio?

__ Y cuando Guillermo le envolvió la cintura con sus brazos Pedro dio un salto mientras le levantaba del suelo unos centímetros. Y con él sostenido en volandas, Guillermo caminó unos pasos y lo dejó caer en la cama. Pedro reía a gusto y se tapó los ojos con las manos y la risa le devolvió el calor a los corazones.

… Disculpa, todavía no me sale bien del todo, tendré que ejercitar mis bíceps.

___ Pedro trepó sobre él haciéndole subir por el cabezal de la cama.

… Ahora viene el momento en que te acaricio toda la piel con pétalos de rosa amor.

… Lo de los pétalos lo haces de maravilla.

… Cierra los ojos entonces.

___ Guillermo lo hizo, Pedro se inclinó y le acarició la piel de arriba hacia abajo concentrándose en el abdomen con  un mechón de pelo.

… Imagina que son pétalos amor.

… Prefiero imaginar lo que es realmente, ya sabes lo que quisiera…

… Eh,… habíamos hablado de ternura, ¿no te acuerdas?

… Lo otro que necesito también lo es precioso.

… Shhhh… Pedro volvió a cerrarle los labios con la punta de los dedos. Cierra los ojos.

___ Guillermo dudó un momento y luego obedeció.

… Voy a tocarte la piel, toda, milímetro a milímetro y voy a besar cada milímetro de tu piel. Pedro le susurraba.

… Precioso, no era tan literal que quería hacer las cosas despacio.

… Shhh. Disfruta. Pedro deslizó sus yemas por cada uno de los dedos y por las palmas para  pasar a utilizar su boca desde los dedos hasta las muñecas regresando a las palmas y los dedos de Guillermo se cerraron en acto reflejo... Le tomó el dedo medio con los labios y se lo introdujo por entero en la boca, y Guillermo soltó un gruñido. Lo soltó y avanzó nuevamente a base de besos hacia las palmas mientras Guillermo enloquecía, su cielito seguía nuevamente a las muñecas.

Pedro le estiró los brazos y prosiguió hacia arriba con sus caricias y siguió avanzando con sus besos por la cara interior del antebrazo hasta llegar a los codos. Mientras los dedos esbeltos llegaban al vello que rodeaba los pezones. Jugueteó con ellos y la yema del dedo medio buscó el extremo del pezón y comenzó a acariciárselo mientras los labios y la lengua seguían recorriendo la cara interna del codo.

…Ya precioso, estoy enloqueciendo.

__A Pedro le encantaba acariciarlo así, experimentar todo su cuerpo en cámara lenta, pero al mismo tiempo comenzó a sentir un deseo incontenible de que Guillermo lo acariciara a él. Movió el cuerpo y depositó sus pezones en la mano de Guillermo y se tensó reclamando atenciones específicas.

 Cuando Guillermo disminuyó la presión, Pedro continuó el recorrido con dedos y labios hacia el brazo ascendiendo por los bíceps, al hombro, y al subir hasta allí  su pezón endurecido acariciaba ahora la cara interna del antebrazo de Guillermo. El abdomen de Pedro dolía de deseo. Desplegar en Guillermo toda es ternura a él lo estaba llevando al abismo también.

Mientras su boca llegaba a la garganta de su hombre la mano avanzó por el pecho

… Guiie, susurró,

--- Y los besos comenzaron a ser cada vez más excitados, avanzando cuello arriba, hacia la oreja. Introdujo la lengua en el oído y se estremeció de repente.

… Pedrito, esto es fascinante, me vuelves loco.

… Sólo tú me vuelves así a mí. Sólo tú...

___Pedro deslizó los labios por el perfil de la mandíbula de Guillermo y al fin encontró su boca y movió su cuerpo hasta lograr que la mano de Guillermo se apoyara en su miembro, pero Guillermo no movió los dedos, a pesar de sentir el fuego que emanaba, la humedad ardiente, el deseo.

… Acaríciame Guiie. Pedro jadeó en  el oído. Como Guillermo no accedió Pedro le tomó las manos y le condujo hasta su ingreso haciéndole introducir sus dedos en su recorrido y empujándolo más y más moviendo la cadera contra la mano de Guillermo.

… Esto de la ternura  no es lo tuyo cielito, no puedes controlarte más.

… Ni tú amor, ya basta. Lo siento.

… No voy a fingir que no me gusta que te excites tanto que me lleves a tu interior y entonces Pedro sintió a los dedos girando en su conducto y se estremeció al tiempo que Guillermo retiró la mano.

… Termina con lo que estabas haciendo y entonces te haré el amor. Eso es lo que deseas, ¿no?

… Sí, por favor, fuerte y deprisa, urgente y salvaje. Y suave y lento. Todo lo que me hagas  estará y será perfecto.

___ En realidad Guillermo no podía soportar la pasividad y de un movimiento lo colocó debajo y vientre contra vientre le tomó el miembro y lamió su extremo.

… Mmmmm…

___ Pedro entonces lo giró y le abarcó por entero en su boca mientras Guillermo se arqueaba. Pero lo necesitaba en su interior, se sentía vacío de Guillermo. Necesitaba tener aquello que él le daba. Aquello que quería y de lo que nunca se hartaba. Lo quería a él.

Abrió la boca, le soltó el miembro y se deslizó llevando el miembro de Guillermo, conduciéndolo hasta su ingreso y  entonces se dejó caer de espaldas sobre su vientre para que ingresara en su totalidad. Perdió la respiración y Guillermo lo rodó y cabalgó para introducirse en profundidad mientras Pedro deslizó sus manos por detrás y se arqueó para acompañar el ingreso.

.. ¿Te gusta?

… Mucho Guiie.

 ___Ambos llevaron su mirada a concentrarse en el punto donde sus cuerpos se unían. Pedro sonrió y estiró los brazos hacia abajo para acariciarlo suavemente en los costados y Guillermo lo montaba. Pedro se hundió en el colchón sintiendo vibrar el miembro palpitante de Guillermo en su interior. Guillermo lo miró mordiéndose muy fuerte el labio inferior, la cabeza echada hacia atrás en puro abandono a tanta sensualidad.

… ¿Lo disfrutas?

… Uuuufff, sí. La espalda de Pedro se arqueó mientras su vientre se tensaba al máximo... ¡Por Dios! Guiie, cabalga sobre mí, no te quedes quieto.

… Necesito ver la cara que pones.

___ Guillermo lo tomó de las caderas para hundirse en su cuerpo enloqueciendo a Pedro con la invasión. Lo cabalgó con mucha fuerza, deprisa y con cada penetración el miembro de Guillermo era acariciado por el interior de Pedro que contraía al máximo los glúteos para aprisionarlo. Cada vez que Guillermo  se movía Pedro se retorcía debajo y Guillermo lo tomó de las caderas para que se quedara quieto, volviendo a subir y a bajar encima de él muy deprisa, para llevarle más allá de los límites conocidos.

… Santo Dios Pedro, voy a explotar contigo al universo.

…. ¡Guau amor vamos entonces!

___ Pedro llevó las manos de Guillermo a su sexo y las suyas a clavarse en los muslos para empujarlo y Guillermo comenzó a subir y a bajar acompañado por movimientos opuestos de Pedro más deprisa que antes.

 Sabía que no había nada más en el mundo que ver al otro alcanzar el éxtasis aunque lo habían visto un millón de veces y las miradas se buscaron, los labios se sellaron, las lenguas batallaban entrelazadas y así es como querían que fuera. Guillermo echó la cabeza hacia atrás, los ojos se cerraron muy fuertes, los labios se entreabrieron jadeando y Pedro resistió hasta el fin mirándolo. Los rostros contorsionados de éxtasis,…, hasta que de golpe los cuerpos se pusieron rígidos, se estremecieron, soltaron un grito ronco al unísono y mientras Guillermo se dejó caer sobre Pedro hundido en su ser derramándose en él, Pedro se aferró a las sábanas sacudiéndose.

… Perfecto cielito. Eres el hombre perfecto y perfecto para mí. Te amo. Sí te amo. Ésa es la palabra a la que no puedo resistirme.

… ¿Y yo cómo podría resistirme a este amor?

… Te amo Pedro. El cuerpo se relajó y Pedro lo tomó de las caderas dejándolo en su interior.

… Es demasiado. Es casi insoportable. Me parece que te ha gustado.

…. Me ha gustado demasiado, porque te amo, porque sos lo único para mí.

___ Guillermo al fin salió recostándose al lado.

… Ha sido fantástico, ¿verdad?

___ Pedro lo besó con ternura y le acarició el rostro.

… Estoy encantado.

… Qué sueño me ha dado, tus caricias son las culpables.

…. Duerme mi amor, duerme que nos seguiremos amando. Aquí estaré siempre cuando despiertes.

___ Medio dormido, sonriendo y atrayéndolo hacia sí, Guillermo susurró:

… Con la práctica es toda cada vez más perfecto.

___ Pedro se quedó quieto escuchando su respiración, sonriendo por aquel sábado mágico, sintiendo la maravilla del todo y del Uno que siempre supo que existía.

Y justo antes de quedarse dormido susurró:

… Te amo Guiie y le besó la mejilla.

… Te amo Pedrito, me parece que te amo desde que respiré por primera vez, y temía admitirlo  por la posibilidad de que me abandonaras.

… ¿Y ahora?:

… Ahora es ahora, ahora sé que nunca me dejarías.

___ Pedro estaba tan emocionado que sentía ganas de llorar, quiso contenerse pero no sirvió de nada.

… No llores amorcito, siento haber tardado tanto en llegar, pero tengo tanto tiempo para compensarte.

… Podrías repetirlo una vez más.

___ Las miradas se encontraron con el alma.

… Te amo  Pedrito., te amo profundamente. Te amo tantísimo que siento pánico.

___ Cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarlo.

… Pero sí puedo decirte que no te fallaré. Te lo prometo. Este amor mío, este amor tuyo,…., este amor es para siempre.

… ¿Vivir toda la vida con mi Sr.? Creo que es algo que me puedo permitir.

___ Sonrieron, los miedos se iban esfumando. Pedro confiaba en ese hombre en cuerpo y alma. Por completo. Era su amor absoluto.

___ Alas de mariposas se agitaron a ambos lados de los corazones.

..

___“Podría acostumbrarme a esta vida sin problemas. A dormir hasta tarde todas las mañanas y despertarme tranquilamente, a sentir la brisa sobre mi cuerpo desnudo y a pasearme para observar a Pedro a la distancia, corriendo por la curva de la bahía. Podría prepararle el desayuno, y podría sentarme desnudo a la mesa mientras él lo devora con gemidos de aprobación. Podría abrir la boca cuando me ofreciera un bocado a cambio de besarlo, y podría estirar el brazo para acariciarle el torso desnudo y bronceado simplemente porque adoro hacerlo. Podría derretirme cuando me guiña el ojo o lo coloco en mi regazo, me devora la boca y continúa desayunando con una mano mientras me sostiene con la otra. Te amo Pedro.”

“ Guiie, mi amor, podría ponerme un bañador pequeño en la privacidad de la estancia sin recibir miradas de espanto ni exigencias de que me pusiese algo que me tapara más, y nadar tranquilamente en el mar o en la piscina gigante de la villa. Podría dejar que me sacaras tomándome de la mano y que me secaras, que me envolvieras en la toalla y me llevaras hasta la ducha para enjabonarme y me mimaras de todas las maneras posibles. Me mimaras… y algo más. Sí, sin dudas podría acostumbrarme a todo esto.

 Ya es domingo, y me siento un poco triste, a pesar del tremendo estado de felicidad. Es el penúltimo día acá para poder disfrutar en soledad el uno del otro, sin distracciones y sin los problemas que  nos esperan al regreso. Quiero quedarme en el paraíso eternamente, solos Guiie  tú y yo. Te amo a ti, que eres intemporal, que estás detenido en el tiempo, que es también el mío. Nos encontramos al fin en el mismo tiempo. El amor es un círculo. No se despedaza ni se interrumpe en ningún punto.”

___ Pedro estaba sentado en la cama a mediodía. Habían pasado la mañana llevando a cabo su normalidad, y ahora se preparaban para pasar la tarde en el puerto y una cena al anochecer con vista al mar. No deseaban regresar. Levantó la vista y vio a Guillermo efectuando la mundana tarea de secarse, pero no tenía nada de mundano cuando era él quien lo hacía... Nada de lo que hacía este hombre era corriente ni ordinario. Pedro se reclinó sobre la almohada para disfrutar de la vista. Guillermo estaba desnudo y él extasiado.

… Precioso, no quiero volver a casa.

… Yo tampoco amor.

___ Guillermo no pareció sorprenderse como si le hubiera leído la mente o porque claramente pensaban lo mismo.

… ¿Cuándo podríamos volver a este lugar?

___ Pedro  sonrió olvidando momentáneamente sus deprimentes pensamientos: Juan, José, Matías, Marcial, el cliente, La audiencia, Ana,…

… Podemos regresar siempre que me lo pidas, subimos al yate y ya.

… Es el paraíso

___ Guillermo apoyó la cabeza en la pared y los ojos negros lo atravesaron mientras Pedro confirmaba para sí...

… Sí, me ama.

…  Guiie, ¿qué pasará cuando lleguemos a casa?

“Hay que hacer algo, y de ser posible lo tendría que hacer la policía, no un investigador privado ni Beto. Agradezco haber salido del país unos días, sé que en parte lo hice para mantener mi cordura. No puedo esconderme eternamente, aunque sé que él no creería que esta intención sea irracional en absoluto y si sigue comportándose de manera tan alegre y relajada, tampoco lo creeré. Estamos en el paraíso. Tengo que acordarme de eso. Es porque me tiene sólo para él, sin interrupciones, sin terceros, sin problemas. Ésa es la razón por la que nos encontramos tan felices en este cielo pero regresar a Bs. As. nos sacará de inmediato de este estado.”

… Lo que sucederá es que tenemos que volver a trabajar.

… Si fuera solamente eso amor. ¿Crees que fue José quien me drogó, o Matías?

… No tengo la más puta idea. Estoy en ello, así que no quiero que tu preciosa cabecita se preocupe por eso.

… ¿Qué significa que estás en ello? Algo me dice que como todo lo que haces, esto no será de la manera convencional.

___ Tal y como Pedro sospechaba Guillermo le lanzó una mirada de advertencia y supo que si insistía era probable que saliera del cielo antes del regreso. Aguantó su mirada de reproche durante unos minutos, sin apartarla ni cambiar de gesto, sabiendo que no le daría respuesta Pedro lo aceptó y decidió mentalmente que no iría a buscarla ahora.

…. Guiie, el tipo de la barra, el que servía los tragos. Diego me dijo que había contratado a una empresa privada para todo, si le pregunto y vamos, si lográramos ubicarlo  y que hablara, seguramente sabe todo.

… Veremos precioso, es buena idea. Fin de la historia ahora.

___ Pedro supo que era así. Y se relajó en sus brazos.

… Tienes mucha suerte de tenerme.

… ¿Y tú, no tienes suerte?, menudo dios arrogante.

… Yo, tengo más suerte aún. Vamos precioso, salgamos a explorar.

___ Se lo veía con mucho más ánimo de salir hoy que el día previo, lo que le demostraba a Pedro que definitivamente había disfrutado amándolo de otra manera.

___ Se detuvieron al salir de una rotonda ante un control de seguridad,  Pedro bajó la ventanilla, mostró los papeles del auto y una tarjeta magnética y las puertas se abrieron dejándolos entrar.

… ¿Adónde estamos cielito?

… En el puerto amor.

___ Avanzaron a paso de tortuga girando hacia una peatonal llena de chucherías de playa y de tiendas, los coches eran cochazos aparcados, sin duda automóviles de millonarios. Las filas de autos  pronto dejaron ver el centro de atención de Guillermo que fueron las hileras de yates de la misma categoría.

… ¡Mierda!, fascinado ante las moles blancas flotando en el puerto deportivo, una de ella seguramente el yate que los trajo, con la mirada fija en las embarcaciones y la mente ausente.

___ Pedro aparcó, apagó el motor y lo llevó a salir del coche. El sol pesaba sobre la piel y Pedro pensaba en que no veía la hora de sentir el calor que más amaba, el del contacto con el cuerpo de Guillermo, el momento de adentrarse en ese calor.

… Por favor, no me digas que además del yate de Chile otro de éstos es tuyo.

___ Pedro negó, poniéndose los anteojos de sol. Lo cobijó bajo su brazo y comenzó a mordisquearle la oreja.

… Vamos a perdernos por las tiendas amor.

…. ¿A perdernos?

… Sí, déjate llevar. A ver adónde nos llevan los pies.

.. De acuerdo.

___ De la mano sonrieron fascinados y echaron a andar. De tanto en tanto Guillermo le tomaba de la barbilla tirando de la cara de Pedro para atraparle los labios o besarlo en medio del gentío anónimo, o besándole la frente y aspirando su cabello.

…. Venga Dr. Graziani, vamos a  perdernos…

___ Para cuando regresaron al puerto deportivo estaban exhaustos, habían pasado por cuanta tienda de chucherías encontraron y Guillermo le había comprado en las tiendas TOP cualquier cosa que Pedro mirara más de 2 minutos seguidos, sobretodo ropa más adecuada al decir de su Sr.. Iban cargados con mil bolsas que dejaron en el  auto, hasta que Guillermo lo levantó por el aire y Pedro lanzó un grito de deleite.

… Te extrañaba cielito.

___La boca se deslizó con facilidad sobre los labios carnosos y anhelantes tomándolo delante de todo el mundo. Como siempre, Pedro olvidó dónde y quiénes los rodeaban y dejó que hiciera lo que quisiera con él.

Cuando al fin se apartaron habló.

.. Vamos, tengo que alimentar a mi novio.

__ Volvió a dejarlo en el piso y echaron a andar tomados de la mano.

… ¿Adónde me llevas a comer? No te alejes de mí.

___ Guillermo gruñía y se paró frente a él estirándole la remera.

… Ya puedes ir borrando esa risita de seductor que me saca de las casillas. ¿Dónde está la ropa que compramos en Bs. As que andas así y todos te miran?

… En casa.

Nada de aquello servía para venir de vacaciones a un sitio caluroso. No me dio el tiempo para salir de compras y me la he apañado con lo que tenía en Chile de años. Es de cuando tenía veinte.

___ Guillermo inspiró hondo para armarse de paciencia mirando a los alrededores buscando potenciales enemigos.

… ¿ Por qué te empeñas en ser tan imposible?

… Porque soy conciente de que te saco de tus casillas. Estoy trazando límites. No pienso ceder en esto jamás Guiie.

… Disfrutas volviéndome loco de celos.

… Te vuelves loco solito. No necesitas ayuda para eso amor. Ya te he dicho: no vas a decirme qué puedo llevar  y qué no.

… No, vos me vuelves loco.

… ¿Y, qué vas a hacer? ¿Divorciarte antes de casarte conmigo? Divorcio, esa es la solución.--- Pedro lo desafiaba sonriendo y los ojazos negros se cargaban de irritación.

 … Sos un nene.

… ¿En serio? Bueno, dame de comer.

… Debería dejar que te murieses de hambre y compensarte con comida cuando hicieras lo que se te dice.

___ Guillermo lo tomó por los hombros guiándolo a un restaurante en la línea de la playa.

… Voy a darte de comer allí.

___ Les dieron una mesa para dos en la terraza desde la cual tenían toda la vista al mar.

… ¿Qué deseas para beber?

… En principio un litro de agua helada, para el almuerzo el vino que elijas.

___ Guillermo pidió y le pasó el menú.

Pedro se lo devolvió por encima de la mesa y Guillermo lo miraba pensativo, pero no mal ni con reproche.

.. Elige tú, estará bien.

.. Gracias.

… De nada.

…¿Tienes sed?

___ Guillermo lo miraba atónito tras verlo tomar un vaso de agua detrás de otro.

Disimuladamente fue a sentarse al lado, estrechándolo, acariciándole la espalda y hundiendo la boca en el pelo...

Entonces Guillermo notó que ya los estaba mirando una mujer sentada unas mesas más allá. No tenía ganas de aguantar a la gente entrometida ni prejuiciosa, así que le lanzó una mirada y se apartó del pecho de Pedro. La maldita mujer seguía mirando, Guillermo le indicó con la mirada que se metiera en sus putos asuntos hasta que logró que se centrara en su mesa. Algo le decía que la conocía de antes, pero ¿de dónde? Su cara le resultaba familiar.

… Te amo precioso. Cuando  yo sea libre de Ana, ¿te gustaría que…

…. ¿Que? ¿Casarnos?, ya me lo pediste.

… Lo sé. Además de casarnos. ¿Te gustaría  que buscáramos la manera de tener  hijos nuestros? Soy conciente de mi edad, de que tengo a Fabián pero  vos no, y los vas a querer en algún momento, no puedo esperar demasiado.

… Lo de tu edad está de más. No lo había pensado. Bueno sí, en verdad cuando era chico y a veces pensaba en formar una familia siempre soñaba con tener mellizos.

…. ¡Mellizos!, Guillermo casi gritó y la mujer volvió a centrarse en ellos.

___ Pedro lo distrajo poniéndole la mano en la rodilla con cara traviesa de satisfacción.

… No puedo creer lo que estás haciendo.

… ¿Por qué?

___ Pedro se disponía a devorarlo pero entonces sintió que alguien los miraba y supo al verla  quién era. Se volvió despacio y la sorprendió a varias mesas de distancia, con mucha gente entre ellos, pero un hueco de luz le permitió verla perfectamente y fue claro que ella también lo vio.

… ¿Conoces a esa mujer?

… ¿A qué mujer?

___ Guillermo se inclinó para seguir la dirección de la mirada de Pedro.

… A esa que está ahí. ¿La ves?

___ Pasó un siglo, o eso pareció y Pedro no contestaba. Guillermo vio su rostro bronceado que comenzaba a perder color y a quedarse atónito.

.. ¿Qué pasa?... ! Pedro!, estás helado.

___ Además tenía la mirada perdida, como si se hallara en trance y Guillermo se preocupó.

… Pedrito, amorcito, ¿qué pasa,…, quién es?

___ Sacudió la cabeza como si lo hubieran golpeado y miró a Guillermo atormentado. Estaba pasando algo horrible y Guillermo lo sabía.

.. Nos vamos Guiie.

__ Al ponerse de pie tiró un vaso, arrojó unos billetes en la mesa y lo obligó a Guillermo a levantarse dirigiéndolo a la salida. Caminaba a velocidad hacia el coche arrastrándolo, abrió las puertas y enseguida lo guió al interior sin mirarlo, sin dar explicaciones, pero tenso y jadeando, con la mirada perdida.

... ¡Pedro!

___ La voz desconocida llamó la atención de Guillermo, que apartó la vista de Pedro para ver a quién pertenecía. Era esa mujer. La miró confundido y sintió que Pedro lo agarraba con más fuerza escuchando su respiración. Estaba totalmente confundido y miró a la extraña de la terraza de arriba abajo. No estaba seguro pero cuando más la miraba más claro se volvía todo.

…. Guiie, nos vamos.

…. Pedro, hijo.

___ La mujer se acercó y los temores de Guillermo se confirmaron.

… No tienes derecho a llamarme así. Guiie vamos.

___ Guillermo no necesitaba otra confirmación ni oír nada más, ni tampoco explicaciones. Era la madre de Pedro. Dio vuelta al coche para subir y la madre corrió para detenerlo, le puso una mano en el brazo y Pedro la sacudió. Ella le rogaba otra oportunidad para hablar y Guillermo vio cómo le pegaba el cuerpo a la puerta del conductor para impedirle subir. La expresión de dolor de su rostro le partía el alma. Sabía que sería incapaz de apartar a su madre por la fuerza y no podía seguir sentado en el coche viendo cómo enfrentaba solo el fantasma de su infancia de dolor. Guillermo salió y fue hacia ellos con determinación. Pedro  se colocó detrás como necesitando un escudo protector y Guillermo la miró a los ojos.

… Por favor, le ruego que se aparte Sra.

… Madre, no debería estar aquí. ¿Qué mierda hace aquí?, Marcial me dijo que estaban en Chile. Lo envió usted a Bs. As. . Me mintió.

___ Guillermo notaba la voz y el cuerpo temblorosos en las vibraciones contra su espalda. ¿Qué hace aquí?

Supo que Pedro no sabía nada, jamás lo hubiera traído sabiendo que sus padres estaban cerca  arriesgándose a encontrarlos. No deseaba agobiarlo con el tema. No obstante estaba allí dejando a Pedro hundido en la confusión.

.. Es tu padre hijo. Ha sufrido un infarto y el médico nos aconsejó venir. Marcial intentó ponerse en contacto por teléfono pero no pudo y viajó. Te iba a decir.

… Pues no lo hizo, apenas lo he visto. ¿Y por qué Marcial y no me llamó usted?

… Porque no me ibas a atender, con él he pensado que era distinto. Sé que siempre se han seguido visitando.

… Pues se equivocó madre. Ya no puede hacerme esto. Ya no, madre. Su influencia y la de mi padre ya me jodieron la vida bastante y hace rato que me va mejor por mi cuenta.

__ La mujer tenía los ojos cargados de pesar y desesperación. A Guillermo le pasaban demasiadas cosas por la cabeza, pero su prioridad era Pedro y su sufrimiento era evidente. La madre lo estaba pasando mal también, pero no le gustaba, y no le afectaba cómo se sintiera. Tenía que sacar a Pedro de allí. El corazón se le partía en dos.

… Se lo pido amablemente. Apártese por favor. No desea hablar con usted y menos con su marido Sra.

… Otra oportunidad Pedro.

___ Sollozaba pero a Guillermo no le daba compasión y Pedro estaba quieto y callado detrás, como en trance. Esas palabras transformaron las potenciales lágrimas en ira pura en Guillermo, no podía pegarle a esa mujer, pero tomó del brazo a Pedro

… Vamos.

___ Pedro se dejó llevar, Guillermo lo guiaba, lo más de prisa que podía, Estaba decidido a sacarlo de esa situación que tanta angustia le estaba causando. Sólo lo había visto así en La Toma, y recordaba los  terrores nocturnos y ataques de pánico cuando soñaba con su padre. No estaba preparado para exponerlo a él, a sí mismo a más dificultades personales y en la relación.

 Guillermo apenas sabía conducir pero no dudó, abrió la puerta del acompañante y lo hizo entrar a Pedro. La madre se puso delante y Guillermo por detrás del coche subió al asiento del conductor colocando de inmediato el seguro a las puertas. Arrancó, hizo marcha atrás y esquivándola colocó primera para avanzar. Echó un vistazo al retrovisor y vio a un hombre abrazándola: el padre de Pedro. El golpeador de su amor.

. Se concentró en la carretera, en las puertas de salida del puerto y alejó a Pedro de sus padres. Lo miró y  vio a su precioso angustiado, con la mirada perdida a través de la ventanilla que no reflejaba ninguna emoción. Hubiera preferido verlo enojado, pero no lo estaba. E imaginaba los engranajes de su mente girando sin control.

¿Otra oportunidad?, a Guillermo le parecía cruel y egoísta, jamás borrarían todos esos años de dolor y de traición a su hijo y que ahora Pedro fuera feliz a su lado no sería una oportunidad para que sus padres corrigieran sus errores.

 Al percibir la fragancia del paraíso se relajó conduciendo hacia la entrada, Pedro bajó del coche dejándolo atrás y Guillermo no sabía si seguirlo o no, no sabía qué hacer. Sabía que no quería hablar por tanto haría lo que le dictaba su instinto, estar ahí junto a él, sin pedirle información para saciar sus ansias de saber, ni exigiendo respuestas. Por otra parte  ya en La Toma Pedro le había dicho casi todo de ellos.

Lo siguió y lo encontró de pie en medio de la habitación. Se le acercó en silencio pero le dejó tomarle de la mano. Sabía que estaba cerca, siempre lo sabía. Lo guió al dormitorio, comenzó a sacarle la remera sin ninguna tensión sexual ni respiraciones agitadas entre ellos. Sólo estaba cuidando de él.

 Estaba abatido, con la cabeza gacha pero dejaba que lo desvistiera y lo condujo a la cama pero no se acostó. Se puso firme bajándole la cremallera para desvestirlo a Guillermo, sacándole  todo y Guillermo lo dejaba que hiciera cualquier cosa que lo regresara a la realidad y permaneció de pie y en silencio dejándose desvestir.

 Luego se acostó de espaldas y Guillermo se pegó a su pecho. No estaba preparado para dejar ningún espacio entre ellos, entre sus cuerpos, y así estaba bien. Los brazos de Guillermo lo atraparon por completo, hundió la nariz en su pelo, oía sus latidos lentos y constantes. Era lo único que podía hacer por él, y lo haría hasta la  muerte de ser necesario.

Lo dejó dormir hasta la noche en que lo despertó para darle algo de comer y de beber ya que finalmente no habían almorzado. Cenaron casi en silencio en la cama, Pedro se dejaba mimar y pensaba en que la prisa con que había sucedido todo con Guillermo lo había hecho olvidar de sus sentimientos del pasado  pero que también ese amor lo volvería más odioso para esa gente como sus padres o Marcial. Como la gente del pasado de Guillermo, ellos también esperarían que todo se terminara entre ellos, como la mayor parte de las miradas que les echaban en la calle les daban a entender: no durará toda la vida, parecían decirle todos o los desconocidos que deambulaban muertos por las calles, la felicidad no existe, lo que consideramos como felicidad es solo un preludio, una degustación de algo que nos gustaría que durase toda la vida. El constante oscilar entre una inconciencia infantil y una conciencia sometida a las reglas morales de la sociedad, que a él y a Guiie los sacaban de quicio.

 De pronto se encontró anudado a Guillermo besándolo con inusual frenesí, comprobándolo en su existir y cuando el amor lo requería Guillermo no lograba resistirse, parara lo que pasase en el afuera.

Pedro se abandonó y comenzó a moverse introducido en el camino del ser de su amor y cuando el placer estaba a punto de estallar, advirtió el profundo sentido de su cuerpo: lleno, invencible, resplandeciente como el de Guillermo.

 Por primera vez en sus vidas comprendieron el sentido de  la palabra “realización”, mientras la plenitud de sus cuerpos se fundía con la plenitud de su amor.

Pedro tuvo la sensación que la intensidad del sentimiento que experimentaban los hacía brillar. Similar a una flecha que da en el blanco, esa manera de vivir era lo que siempre había estado buscando. Y el mundo estalló en pedazos en la gloria final olvidados del pasado y del futuro, en ese aquí y ahora donde lo único que existía era el AMOR.

___”Esta mañana, nuestro último día en el paraíso me siento diferente. Estoy boca arriba, pero no desparramado en la cama, y la leve brisa no acaricia mi piel desnuda. Tampoco puedo desperezarme. Tardo unos cuantos segundos en darme cuenta de por qué. Estoy atrapado bajo el cuerpo de Pedro, que tiene medio cuerpo encima de mí, medio en la cama y la cara hundida entre mi mandíbula y mi hombro, con la mano abierta apoyada en mi abdomen y su aliento cálido calentando mi cuello. ¿Por qué no ha salido a correr? Me siento confuso, pero  no tardo demasiado en recordar lo sucedido en el puerto. Mi mente se pone en marcha y empieza a recordarme el dolor, la angustia y el desconcierto de Pedro. Nuestro paraíso se vino abajo. Nuestra pequeña burbuja de felicidad reventó. Ahora sus padres saben que existo, su madre que me conoció  en Santiago, sabe que no lo he dejado por ahí, que estamos juntos. Hundo los dedos en su cabello, miro el techo y comienzo a masajearle la cabeza suavemente... No quiero pensar en esto. No quiero profundizar en ello, y no creo que sea necesario. Verlo tan consternado fue suficiente para confirmar cómo se siente con respecto a sus padres. Lo único que tengo que hacer es estar aquí, escucharlo cuando quiera hablar y abrazarlo cuando necesite consuelo, como lo buscaba en La Toma. Su rostro de dolor me ha hecho revivir un montón de hechos oscuros desde entonces, en tan sólo dos meses de  estar a su lado. Todos los incidentes dieron paso a un dolor insoportable y he de evitar repetir eso a toda costa. Y lo haré.

 Este hombre pequeño tiene un pasado abrumador, pero estoy reparando toda esa angustia y ese sufrimiento. No me extraña que quiera mantenerme alejado de todo eso. Soy su pequeño refugio, y jamás permitiré que vuelva a caer en las garras de su horrible pasado.”

Sigo acostado, dándome un pequeño discurso de aliento y noto que se ha despertado. Siento el leve cosquilleo de sus largas pestañas en mi cuello pero no le digo nada, Permanezco quieto, dándole así espacio para pensar, mientras continúo masajeándole la cabeza suavemente. Él sabría que estoy despierto aunque no me moviese siquiera.

… Jamás te hubiese traído acá de haberlo sabido Guiie.

___ Su voz triste interrumpe un silencio tan largo que he perdido la noción del tiempo.

….No quería que mi vida contigo se viera manchada por mi pasado.

… Mi pasado ha afectado nuestra vida de muchas maneras, y sé que jamás he pretendido que así fuera. Y esto puede afectarnos también pero sólo si tú lo permites precioso.

… Esto aún no nos ha afectado. No dejes que lo haga. En Santiago lo hiciste perfecto y ayer también.

… En mi vida no hay espacio para ellos. Guiie, no la había antes, y mucho menos ahora.

… Sé por qué dice eso. Su felicidad a mi lado no aliviaría el sentimiento de culpa de sus padres y jamás sería motivo de reconciliación con ellos, todo lo contrario. Hay cosas que no se pueden perdonar y que los propios padres no te ofrezcan su amor y su apoyo incondicional desde tan temprana edad son sólo algunas de ellas.

 Mi padre siempre me dijo que no podía decirme lo que tenía que hacer, que sólo podía aconsejarme. Que jamás me obligaría  a hacer nada sabiendo  que eso me haría infeliz. Me dijo que siempre estaría a mi lado, a pesar de mis decisiones y que me ayudaría a enmendar mis errores si hubiese tomado la decisión equivocada, Y así lo hizo hasta que murió. Luego lo mismo recibí del padre de Miguel.

 Las decisiones han sido similares a las de Pedro y el principio sigue siendo el mismo. Eso es lo que hacen los padres. No influyen en los hijos por su propio beneficio. Siento una tristeza enorme por él. Pedro siempre dice que soy lo único que necesita y sé que lo dice de corazón. Y lo entiendo perfectamente, después de todas las cosas que ha pasado, y no me refiero a su historia con Camila y a su naturaleza sino a su infancia con sus padres, y ése  es el origen de todo lo demás.

… No hace falta que me des explicaciones  Vos y yo, solos.

___  Pedro se puso boca arriba y lo arrastró con él. alentándolo a apoyarse en su pecho. Guillermo se acurrucó y comenzó a acariciarlo lentamente.

… Esta casa, la estancia y muchos de los yates son de mi padre.

… Lo sé. Cuando llegamos dijiste que era tu lugar en el mundo por tanto supe que habías estado antes aquí amorcito Mi precioso me está empezando a asustar.

… ¿Por qué?

…. Porque puedes creerte obligado a contarme lo que no deseas porque siempre quiero respuestas a todo, pero esta vez no, lo sé todo amorcito, he sacado mis propias conclusiones recordando lo de La Toma y viéndote ayer. Nada de lo que puedas decirme puede hacer que quiera huir de vos.

… Me alegro que lo digas.

___ Guillermo se quedó quieto recorriendo su torso con la vista.

… La ignorancia da la felicidad a veces. La ignorancia da la felicidad.

… Pedro,…

…. ¿Qué?

… Tenías razón,…, tengo que contarte algo.

___ Guillermo se dispuso a moverse pero Pedro se transformó en un peso muerto para dificultarle al máximo la tarea. Lo apartó de su pecho y lo colocó en la cama boca arriba montándose a horcajadas sobre su cintura para evitar la huida. Pero Guillermo no quería ir a ninguna parte. Se mordisqueó el labio inferior mirándolo directamente. Pedro sabía que el saber era el poder, la opción más sensata, pero luego de todo lo que había tenido que saber de Guillermo estaba acojonado... Guillermo lo tomó de las manos y las sostuvo con fuerza.

…. Cuando saliste ese rato antes de venirnos recibí un llamado y supe que José estaba en el estudio y que iría en estos días de nuestra ausencia.

… ¿Qué?

… Está ocupándose de algunos asuntos que tenía con Gabriela mientras yo no estoy. Ella y Marcos no pueden con todo Pedro.

…. Pero,…, ¿José? Lo echamos mil veces, casi lo maté. Pedro estaba lívido, le hervía la sangre y se acumulaba en su rostro. Todos sus pensamientos sobre sus horribles padres y sus dolorosas historias desaparecieron cuando Guillermo mencionó a esa víbora.

… ¿Después de todo lo que viene haciendo?

___ Déjame Guiie.

… ¡Pedro, cálmate!

… ¿Por qué?

… Guiie, o se va él de tu vida o me voy yo.

__ Pedro intentaba alejarse y le pegaba con furia y desconsuelo.

Guillermo puso los ojos en blanco. Pedro comenzó a sacudirse y lo soltó.

… Pedro, nuestra vida está sin control todavía, necesito a alguien que apuntale el estudio por ahora y José sabe lo que hace, Juan también.

…. ¿Y los vas a poner a trabajar para ti oficialmente?

 No me lo puedo creer. Su discursito compasivo en la cafetería venía por esto. A los cinco minutos se instaló en el estudio con la excusa de ayudar a Gabriela. Probablemente se esté regocijando en estos momentos.

No des ni un paso más hacia mí Guiie. No intentes aplacarme ni convencerme de que toda esta puta mierda está bien porque no lo está. Está enamorado de ti, ¿sabes? Y Juan también Todo lo que han hecho es porque quieren alejarte de mi lado, así que ni se te ocurra intentar convencerme de que esto es una buena idea.

Me lo dijo el cabrón, que les caí de sorpresa, que esperaban que nunca te enamoraras, entonces el defecto era tuyo, no  de ellos que no eran capaces de enamorarte.

… Lo sé. Me llamó luego de verte. Esperaba que vos me lo contaras.

… ¿Cómo que lo sabes?

… Que está enamorado de mí, no soy idiota Pedro.

… Sí que lo eres. Te abalanzas sobre cualquiera que se mueva y que intente apartarte de mí, él ha intentado apartarte de mí delante de tus narices y decides dejarlo pasar. Necesito agua, voy a la cocina.

… No se me ha pasado por alto sin más amor, estaban bien con Juan antes que aparecieras, debe ser como dices que porque me creían enterrado se consolaron entre ellos... Me habló, admitió todo y dijo estar arrepentido.

. …!Claro que se arrepiente! ¡Porque no lo consiguió! De lo único que se arrepiente es de no haberlo hecho mejor. ¿Le diste a elegir como dijiste entre el entierro o la incineración?

… ¿Qué?

…. Es la opción que prometiste darle, a la gente que me hace daño como él. ¿Se la ofreciste a José?

… No, le ofrecí venir al estudio a ayudar a Gaby de vez en cuando, a cambio de su palabra  de que no volvería a entrometerse entre nosotros jamás. Le dije que si vos me lo pedías no lo vería más.

… ¡Pues te lo pido entonces!

… Pero,.. , si no ha hecho nada.

… ¿Qué  no ha hecho nada,…, probablemente me drogó y no ha hecho nada?

…. Guillermo suspiró cerrando los ojos. No ha hecho nada desde que hablamos.  Y vos ya casi lo has ahorcado dos veces por lo que hizo antes.

… ¿Por qué haces esto Guiie? ¿Sabes cómo me siento al respecto de ese tipo?

… Porque está desesperado Pedro. No te conté para no arruinar el viaje.

… ¿Sientes lástima por él?

___ Me encanta todo de ti Guiie, excepto tu empatía por toda la fila de hombres de tu historia que se empeñan en sabotear nuestra relación. Pero a la inversa no es igual, sólo hay que ver a Matías como muestra.

… Pedro, para empezar necesito que te tranquilices.

… De tranquilo nada. Levantando el vaso con las manos temblorosas.

___ Guillermo suspiró inclinando la cabeza para crujirse el cuello y Pedro no entendía por qué estaba tan agobiado.

… ¿Cuál sería tu reacción si te dijera que voy a trabajar con Matías? ¿Lo pensaste alguna vez?

___ Guillermo se acercó, le quitó el vaso y lo levantó sentándolo en la mesada. Le tomó la mandíbula y le levantó la cara buscando la mirada y Pedro lo miraba enfurecido.

 ….Con José no tengo nada, no pensaba volver a verlo luego de lo que hizo, hasta que llamé a Beto y me dijo que luego de hablar contigo fue al estudio, que le dijo un montón de tonterías,…, que prefería estar muerto antes de dejar de verme.

… Es otra estrategia para atraparte. Sólo quiere llamar la atención, sus acciones pasadas son un claro indicio de hasta dónde está dispuesto a llegar.

…. Eso pensé también, pero Beto me dijo que no estaba seguro. Allí mismo se quiso suicidar, pidió agua y se tomó unos frascos de pastillas y Beto lo llevó al hospital.

… ¿Qué?

… No quiero cargar con otra muerte sobre mis hombros precioso.

___ La mente de Pedro estaba en blanco, sentía lástima.

…. ¿Otra muerte, qué mierda dices Graziani?

___ Guillermo suspiró pálido.

… Es una forma de decir, por lo que ya sabes,…, lo de mi sobrino que  murió de sobredosis y Miguel dice que lo maté, no es mi culpa, pero en verdad tendría que haber sido más cauteloso, a veces creo que tuve que ver con eso también. Olvídalo.

…. José quiso verme,  no sé de dónde ha salido luego esto.

.. Lo sé, me habló al dejarte. Me sorprendió que no me lo hayas contado antes.

… No me parecía importante. Dijo que no podía seguir, que te hiciera feliz, que te lo merecías, etc., etc... ¿Cómo es que ahora quiere estar en el estudio?

… Lo quiere y lo acepté.  No encontraré una persona mejor, puede aliviarnos trabajo, ayudarnos en tribunales, con Miguel,…, y siempre necesito más tiempo para vos. Deberías saber que lo acepté a condición de que estuvieras de acuerdo.

… ¿Con la condición de que estuviera de acuerdo?

… ¿De modo que el futuro de José depende de mí ahora?

Si digo que no, ¿intentará matarse de nuevo? Y si digo que sí, ¿intentará separarnos?

… No me estás dejando margen de elección. Si me niego a aceptarlo y lo intenta de nuevo, los dos nos sentiremos culpables. Pero le diré a Juan que intente llevarlo a terapia. No sé qué mierda les pasó.

… Estoy intentando ser lógico., pero no lo consigo. Si acepto esto estaré aceptando todo lo que este tipo   ha hecho, y  no estoy seguro de poder hacer eso. Sin embargo, las palabras de Guiie me atormentan, no quiere cargar con otra muerte. No puedo hacerle esto y no porque me sienta inseguro de lo que siento por José, lo odio. Mi preocupación está justificada, pero el sentimiento de culpa de Guiie no lo está, y no puedo cargarlo con más todavía. Hacerlo sería cruel y egoísta por mi parte. Lo amo demasiado.

___ Guillermo le tomó la barbilla y lo atravesó con su mirada llena de amor y de sinceridad.

…. Le diré que no puede ser. No estoy dispuesto a verte tan desdichado.

___ Pedro se desmoronó. ¿Y estaba dispuesto a vivir con la posibilidad de que José intentara suicidarse, aunque nada de eso sea su culpa, con tal de verme feliz?

… No, te necesito más tiempo a mi lado, más de lo que deseo que él desaparezca.

… ¿En serio?

… Por supuesto que sí, siempre podemos evitarlo cuando vaya al estudio. Estoy intentando pasar por alto las circunstancias atenuantes, aunque es difícil ignorar a un tipo que ha intentado suicidarse porque mi hombre no lo quiere o no lo elige.

___ Guillermo lo abrazó y tiró de su cuerpo hasta levantarlo, y a Pedro no lo quedó más remedio que colgarse de él enroscándose con brazos y piernas.

… Todo irá bien precioso. Le diré que necesita terapia, quizá me escuche más a mí que a Juan ahora.

.. Lo sé.

___ Pedro se sentía necesitado, como  si siempre estuviera buscando que le diera seguridad, y debía preocuparle su ansiedad.

… No discutamos más cielito. Me parte el corazón y no quiero que te estreses, ya suficiente con lo de tus padres y con Marcial en Bs. As. Para ello.

___ Pedro se inclinó buscando la mirada y le tomó la cara.

…. Tenemos que hacer las paces entonces.

___ Estiró la espalda, pegó su cuerpo contra él y Guillermo abarcó un pezón en su boca.

… Ha llegado el momento en que el novio debe cubrir las necesidades de su prometido.

___ Pedro ahora le mordisqueaba nuevamente los pezones trazando círculos con la lengua a su alrededor dejando escapar un gemido y Guillermo reía.

… Sí, pero Julián nos espera en una hora, tenemos que regresar.

.. No. Pedro presionó su pecho contra la boca ajena. Quiero quedarme en el paraíso.

… Sos incorregible y me encanta, pero tenemos que irnos.

___ Guillermo lo dejó en la cama resoplando

… Guiie, te necesito.

__ Pedro tomó con fuerza el sexo de Guillermo, pero él se apartó.

… Pedrito, cuando te amo, me gusta hacerlo con tiempo. Haz la maleta

___ Pedro se dejó caer sobre la cama exasperado.

Su tiempo en el Paraíso esta vez se había terminado.

… Buenos días Julián, ¿tenemos buen tiempo?

… Sí Pedro,  iremos sin dificultad. Si desean un aperitivo o comer algo les he dejado de todo en el camarote.

… Gracias. Bueno a soltar amarras, Bs. As. Nos espera.

___ Se quedaron abrazados en cubierta mientras se alejaban de la costa reviviendo los días transcurridos, tormentosos pero felices como en cada recodo de el Viaje que emprendieran apenas en junio. Cuando  se internaron mar adentro  Guillermo le susurró:

… En verdad había pensado que el aperitivo, la comida y la bebida fueras vos, tenemos tiempo antes de llegar.

___ Sin palabras, besándose bajaron al camarote que tenía una cama matrimonial y dos ojos de buey que lo iluminaban, uno a babor, otro a estribor. En verdad tomaron una copa de champán que Julián les había dejado preparado y los sonidos del agua eran la música Testigo de su anhelo.

… Bebe precioso, nos vamos a la cama. Estás increíblemente sexy con esa ropa. ¿Cómo podría resistirme hasta llegar a casa?

… No te resistas amor, te confiaría mi vida y el corazón me late con la fuerza de la anticipación desde que desperté.

___ Guillermo le soltó la mano, se sacó la remera por la cabeza, luego se quitó las ojotas y en un movimiento los pantalones y el short de baño mientras Pedro lo imitaba sin apartar la mirada uno del otro.

… Nunca me voy a cansar de admirarte. Sos tan bonito, esa piel ahora bronceada y brillante, ese rostro, esos labios, ese pelo alborotado por la brisa, me vuelves loco.

… Ni yo mi amor, y soy tuyo, solamente tuyo.

___ Guillermo lo tomó de la barbilla tirando de su labio inferior con el pulgar y acariciándolo.

Guardaron la ropa dejando la que usarían al llegar y echaron una mirada rápida a la cama mirándose en forma continua atentamente  mientras el corazón de ambos se aceleraba, estaban absolutamente excitados y jadeando  en la mirada.

Guillermo lo abrazó echándolo contra su pecho quedando además contra su erección y Pedro gimió cuando le ladeó la cabeza y le besó el cuello. Estaba enloqueciéndolo con sus besos y en un movimiento repentino se sentó en la cama y lo  acurrucó en su regazo.

… ¿Sabes lo precioso que sos? Le rozó el muslo con la punta de los dedos haciéndole cosquillas

___ Se sentía el agua chocando contra los costados del yate que los mecía en su bamboleo ligero.

… OH, Guiie. Estoy muy excitado…., ya.

… Ahora te voy a hacer el amor hasta que sientas que mueres.

… ¿Qué? Y todo el aire de Pedro abandonó sus pulmones.

___ Guillermo lo echó  boca abajo y lo comenzó a besar en el interior de los muslos mientras Pedro se retorcía.

…. Absorbe todo el placer amorcito. No te muevas.

___ Subió por su cuerpo y lo besó en el trayecto desde la cintura hasta ladearlo para llegar al abdomen y al ombligo mientras Pedro daba grititos.

… Shhhh. Sos precioso Pedrito, perfecto, Guillermo subía con besos suaves y mordisqueó los pezones.

… Me vuelvo loco, así que te voy a volver loco a vos.

___ Mordía, succionaba, lamía, hacía rodar los pezones entre los índices y los pulgares sin detenerse.

.. Guiie, esto es enloquecedor. Por favor.

__ Pedro sentía su erección apretándose contra él

…. OH, por favor Guiie.

.. Shhh…

___ Guillermo le arañó la piel con los dientes mientras se acercaba con los labios a la boca y Pedro soltó un grito ahogado por el beso que llegó. La lengua invadió su boca saboreando, explorando, invitando, dominando pero la de Pedro respondió al desafío retorciéndose contra la suya. Guillermo le sujetó la cabeza por la barbilla.

.. Quiero mirarte y que me mires, todo el tiempo ¿vale? Sentirás más así.

.. Vale.

___ Guillermo de una forma agónicamente lenta lo ladeó, flexionó sus caderas y entró en él parcialmente mientras Pedro se arqueó para ir a su encuentro pero Guillermo se retiró.

… OH, Guiie, por favor.

… ¿Otra vez?

… ¡Guiie!...

__ Empujó para volver a ingresar y se retiró a la vez que buscaba el beso y sus dedos los pezones, en una sobrecarga de placer.

.. ¡NO!

…. ¿Me deseas cielito?

… Sí. Te deseo. Por favor

… Y me vas a tener precioso.

___ Guillermo se levantó sobre sus rodillas y entró bruscamente en Pedro que gritó echando la cabeza hacia atrás. Era todo sensaciones por todas partes, una dulce agonía. Guillermo se quedó quieto para luego hacer círculos con las caderas que expandían el movimiento en el interior de Pedro, saliendo para reingresar con brusquedad.

… Esto es demasiado Guiie.

___ Volvió a dar una y otra embestida brusca, hundiéndose profundamente. La sensación era intensa, Pedro se sintió envuelto en ella, espirales se formaban en su interior, en el abdomen, en las extremidades y Guillermo gruñía y se hundía en profundidad, una y otra vez, una y otra vez y otra, y otra y Pedro intentaba absorber el placer.

… Es para perder la cabeza amor, y el cuerpo y el alma. Soy tuyo por completo. Tuyo, para que hagas de mí lo que desees.

___ Pedro lloraba, era demasiado intenso, no podía detenerlo, quería, quería, pero era demasiado.

… Eso es precioso, siénteme.

___Pedro estalló a su alrededor, una y otra vez, sin parar, gritando, a todo pulmón cuando el clímax lo partió por la mitad y los quemó en un incendio que lo consumió todo. Estaba retorciéndose llorando, sintiendo a su cuerpo latir y estremecerse y Guillermo todavía dentro de él se arrodilló eyaculando con violencia todo su ser en el interior de su amor. Los cuerpos continuaban temblando por las convulsiones. Era demoledor, agotador, era el infierno y el cielo al mismo tiempo. Era el mayor orgasmo que sintieran jamás y siempre iban por más.

 Guillermo lo besaba en la nuca, la oreja echado sobre él temblando y los dedos se entrelazaron en la recuperación.

… Te amo Pedro. (Jadeando). Me das la vida.

 ___Con cuidado salió y se tumbaron boca arriba para luego arroparse entre los brazos.

… OH, Dios mío, qué placer, qué bien me siento amor mío. Gracias. Te amo Guiie. Te doy mi vida.

 Continuará.

“En algunas ocasiones,

la única manera de ganar

consiste en rendirse.”

 Richard Bach.