NAUFRAGIO. CAPÍTULO CUATRO. PRIMER ENCUENTRO.

NAUFRAGIO. CAPÍTULO CUATRO.

PRIMER ENCUENTRO.

 Bs. As. Sábado 22 de octubre de 2014.

 Cuando Camila despertó pensando en hacer el amor como siempre con Pedro no lo encontró a su lado. Adormilada trató de enfocar y lo llamó pero entonces vio una nota junto al celular que tampoco había llevado y leyó:

“” Cami, salí a correr por los parques de Palermo,  en una hora regreso. Si quieres prepara el desayuno y me esperas. Beso. Pedro”

…” Pedro pero ¿por qué?

Siempre vamos juntos a correr, al menos así era fuera de esta ciudad. ¿Por qué siento que todo está cambiando entre nosotros al alejarnos de la vida que llevábamos?”

___ De pronto el celular de Pedro sonó y Camila pensó que la estaba llamando desde algún otro lugar para que se encontraran, pero el visor decía Manuel. Unas chispas de electricidad sumada a un nerviosismo inusitado la invadieron y la imagen de Manuel que era la de Pedro pero con una marca interior que los diferenciaba y le encantaba, la hizo temblar.

 No sabía si responder o no pero sus manos lo hicieron por ella,…, decidieron por ella.

… ¡Hola!, ¿Manuel?

… El corazón de Manuel se detuvo. ¿Por qué había llamado? ¿Que le diría ahora?

¿Que desde que sus miradas se encontraron al entrar ella al SUM su imagen estaba a su lado con su alma y que estaba perdidamente enamorado de ella siendo la mujer de su hermano a horas de conocerla?

 Se odió por no haberlo pensado antes, pero apenas despertar, y todavía con una resaca inusual en él necesitó corroborar lo que ya sabía. La obviedad de que Camila estaría con Pedro, pero nunca pensó que atendería el celular de su hermano y ahora las palabras se negaban a salir de sus labios.

… ¿Manuel, te ocurre algo?

… No, Camila disculpa, ¿te he despertado?

… No, para nada, estaba despierta, De verdad. Ahora si llamas a Pedro no está. Al despertar me ha dejado una nota diciendo que salió a correr, por lo que dice sin desayunar siquiera, lo que es raro porque hasta ahora siempre lo hemos hecho juntos.

…” Camila, preciosa, cómo daría mi vida por correr a tu lado, por estar en esa cama, por hacerte el amor, pero lo cierto es que me siento un imbécil por haber llamado sin excusa alguna. Si Pedro cree que lo que siente por ti es amor, pronto para legalizar como le gusta terminarán casados, y si descubre que no lo es, para no reconocer que nuestro padre tenía razón, me temo que también lo hará. Tengo que olvidar que alguna vez te cruzaste en mi camino. Pero ¿como?”

…. Perdón,…, llamaba para saber qué noticias hay de Mirna…

…. Nada nuevo que yo sepa, pero ni bien Pedro regrese le digo que te llame si lo deseas.

… No, déjalo que descanse, seguramente cuando sepa el número de vuelo y la hora de llegada  de el lunes me avisará. ¿Estás bien? Quiero decir ¿estás contenta de haber regresado?

… Sí, que se yo, es pronto todavía, la vida que llevábamos tenía sus encantos, pero es cierto que deseaba ver a mi padre y comenzar la residencia. Ya veremos.

.. Bueno, no te molesto más. Un beso.

…” Manuel, tan igual y tan distinto a Pedro, pero a su vez no tanto como me lo imaginaba, anoche estabas solo,  es raro si eres tan mujeriego.

Y Pedro…, no entiendo por qué no me ha despertado.

___ Camila se sentía rara y confundida, con sentimientos y emociones encontradas, con los gemelos en su mente y en su alma. En lugar de ducharse y preparar el desayuno, decidió esperar a Pedro con la esperanza de hacer el amor en la ducha y finalmente volvió a dormirse.

…” ¡Qué estupidez llamar sin motivos, para solamente saber que Camila duerme con él, que hace el amor con mi hermano, amándola o no es su mujer!

 La tengo que arrancar de mi mente, de mi corazón y de mi vida, así nunca conozca el amor. Pedro llegó antes a su vida y amo a mi hermano.

La llegada de Mirna me ayudará, no puedo ahora ni pensar en salir con otra, la imagen de Camila me lo impide, pero eso pasará, tiene que pasar.

 Tengo que concéntrame en el trabajo hasta volver a ser el de antes.”

___ Manuel se duchó, desayunó y encendió la PC para preparar su currículum  para el estudio Graziani. Su conversación con Moravia lo había terminado de decidir y no deseaba perder ese lugar. El cambio de trabajo apartaría a Camila de su mente.

___ Pedro corría por los bosques de Palermo para detener el parloteo de su mente incesante. Sabía que había escapado de Camila. Deseaba que no estuviera junto a él y que si no  lograba irse del departamento le demandaría hacer el amor y no lo deseaba, no la deseaba y hoy lo sabía como no lo supo antes y no tenía el por qué. Desconocía que Bs. As. fuera tan implacable a esa hora por el calor y comenzó a agotarse apenas a los 3 kilómetros por lo cual se detuvo a comprar agua, que en su afán de no despertar a Camila no había traído desde el departamento.

Quería negarse a sí mismo lo que lo atormentaba desde temprano y quizá desde su sueño, un nombre que no lo abandonaba desde que lo había escuchado: Guillermo Graziani. ¿Por qué?

Era un cirujano de prestigio, padre del potencial futuro socio de Manuel por lo cual debía ser un viejo  obsesivo de su profesión que quizá terminara siendo su jefe si decidía presentarse en su clínica. Venía dando vueltas a esa idea.

No estaba seguro que fuera bueno que las cosas se mezclaran, que Manuel fuera socio de su hijo y él alumno del padre, no estaba seguro si eso estaba  bien, tampoco había alcanzado a hablarlo con Camila para saber si ella se presentaría en la misma clínica.

___ Guillermo despertó con Juan en sus brazos y por nada deseaba que despertara para volver a hacer el amor como siempre que se quedaba, deseaba escapar y no

tenía el valor necesario para mirarlo a los ojos luego de sus pensamientos de la noche. Sabía que jamás  hablaría con nadie de esa relación que había nacido siendo niños en secreto y así seguramente moriría con ellos. Pero los sueños de Juan eran distintos.

Tampoco deseaba ir a la clínica a hacer la revista de sala ni a vigilar la evolución de las operaciones del día anterior. Ese sábado Gaby estaría de guardia y si la llamaba ella se encargaría de todo.

 Con el cuidado de un prófugo, deslizó suavemente a Juan a la cama, se vistió en penumbras y en el mayor de los silencios, ni siquiera tomó un café, el aire no le llegaba a los pulmones y por algún motivo que todavía  desconocía necesitaba estar en la calle. Usando sus llaves al fin bajó y salió a la luz del día y el sol lo encandiló.

En minutos se convirtió en un hombre anónimo que con manos en los bolsillos caminaba sin rumbo por las calles de Palermo, lugar en donde estaba el departamento  que desde años atrás visitaba para encontrarse a hurtadillas con su amante de la vida.

De repente  el celular vibró en el bolsillo y vio un mensaje de Fabián.

“” Viejo,… ¿adónde estás? Tu nieto te reclama, vuelve a casa a almorzar con la familia. Te esperamos. Te quiero”

 Fabián, Valeria, abogados seguramente brillantes como su padre Guillermo, Guillermito, su nieto de 5 años que eran sus anclas  reales al mundo de fantasía en el que vivía. Ellos y sus pacientes, cada vez que salvaba una vida la suya cobraba sentido.

Respondió diciendo que lo esperaran, que iba a almorzar y de inmediato llamó a Gabriela que ya estaba en la clínica.

… ¡Hola Guille!, ¿vienes?

…No Gaby, mi nieto me reclama y no me siento muy bien. ¿Podrían hacer la revista de sala con Alberto y llamarme si pasa algo grave?

…. Descansa Guille, no han habido ingresos, haremos la revista, las evoluciones y de paso Alberto ya que estoy de guardia se piensa quedar para que terminemos las preguntas de los exámenes de la residencia así el lunes nos das tu opinión. El  llamado en la prensa es en 15 días y el director nos está presionando.

… Que se tranquilice, que siempre hemos llegado. Gracias bonita. El lunes lo veo y cualquier problema voy a estar en casa.

 ___ Agobiado y vacío entró a los bosques de Palermo y se apoyó en un árbol cualquiera dejándose abrazar por el sol y la brisa cerrando los ojos, pero de repente, como si una flecha hubiera sido disparada a su corazón hiriéndole de muerte abrió los ojos son saber por qué. Un llamado, una ilusión, un súbito reconocimiento, una alarma,…, su desesperación de una vida que terminaba sin sentido, algo superior que le avisaba que estuviera alerta, no supo  cuál era el mensaje pero su corazón se detuvo, más bien su alma y su corazón escaparon de su cuerpo para adentrarse en el de alguien que todavía no había visto pero que al volver la cabeza apareció cual espejismo de un drogadicto, cual dios del Olimpo, cual milagro inesperado y buscado por siglos.

¿Quién era? ¿Existía o era su necesidad de inventarlo?

Guillermo sintió que con  ese Adonis regalo del cielo  llegaba a su vida un barco, el que lo llevaría a un puerto seguro no sin antes transcurrir una travesía escabrosa y no entendía por qué había tardado tanto tiempo en llegar para rescatarlo de ese vacío existencial, de la mentira, de la farsa de su vida.

Pero ahora allí estaba, a pasos de él, tan cerca que casi podía escuchar sus latidos y su respiración al tiempo que su corazón iba hacia él con su alma y el aire se escapaba de sus pulmones, era ÉL, EL AMOR, el que siempre supo que existía en algún rincón del tiempo y del espacio pero que había dejado de esperar, y cuyo lugar a su lado había ocupado con relaciones inadecuadas. Al ver una sonrisa con hoyuelos que se regalaba al universo opacando la luz del sol, sintió que podía morir en ella, en ese instante, contra ese árbol de Palermo y que su vida habría tenido sentido.

___ Pedro se detuvo a tomar agua, apenas había corrido 3 Km. de su rutina de más de seis. Sintió que las piernas se negaban a continuar, eran absorbidas por la tierra como si una fuerza misteriosa, sobrenatural las anclara al lugar y no era el cansancio, el calor  o la sed que le impedían continuar su camino.

Presentía, sentía, saboreaba, palpaba, inhalaba, escuchaba una voz que le decía que en ese aquí y ahora había llegado a su lugar en el mundo, a su tiempo,…, ¿al AMOR?

Entones impelido por una  potente corriente electromagnética giró la cabeza hacia uno de los miles de árboles del parque y su mirada encontró a otra,  a otra proveniente de unos enigmáticos ojos negros que lo paralizaron y lo hicieron estremecer. La razón le ordenaba a sus piernas seguir corriendo pero el cuerpo se negaba a obedecer a las órdenes de su mente, temblaba, el corazón se aceleraba mucho más  que con el ejercicio y no podía respirar, y la misma fuerza que lo atrapaba,  lo atrajo a dar un paso hacia él, y otro y uno más…., hasta encontrarse a medio metro de distancia.

Pedro se apoyó en el árbol intentando disimular, pero sentía que temblaba y que las piernas no lo sostenían,  lo sentía clavado en su pecho y cuando levantó la  vista para mirarlo Guillermo lo estaba observando con ojos tiernos y por un momento parecía,…, encantado.

… ¡Hola!, ¿cansado?

___ Ahora sus ojos soltaban llamaradas fijos en los marrones. Pedro tenía la mente en blanco y al fin su cerebro pareció recuperar la conexión con su boca.

… ¡Hola!,  mucho calor, ¿no? Hace poco que llegué a Bs. As. Y no sabía de su clima.

… ¡Ah, no sos de aquí!, claro, de lo contrario nos hubiéramos encontrado antes.

“! Dios!, de haber vivido cerca te hubiera registrado cual radar  donde estuvieras, qué mirada, qué rostro perfecto, esos labios, esa sonrisa, esos hoyuelos. ¿De dónde vienes precioso?”

… ¿Vives cerca?

___ Guillermo estaba fascinado observándolo en cada detalle y  apenas lo escuchaba.

… Sí,…, no en realidad, vengo de la casa de  un amigo pero no vivo en Palermo, vengo seguido igualmente.

… Es muy lindo lugar, yo sí he comprado mi departamento acá cerca hace unos días.

… ¿Sales a correr todas las mañanas?

… Lo hacía en Salta, y en Jujuy donde viví últimamente, aquí es la primera vez que lo hago, y parece que tendré que salir más temprano o a la noche, al menos en verano.

Perdón, ¿quieres beber?

___ Guillermo dudó, no porque tuviera sed del agua sino de esos labios que habían acariciado la botella.

… No, gracias.

__ Lo dijo son poder apartar los ojos, se sentía indefenso, sus armaduras y corazas construidas en años acababan de caer cual demolición o ruinas en un terremoto. No sabía qué hacer ante esa criatura celestial, se sentía torpe e inexperto.

__ Pedro sentía que no apartaba los ojos de él, que lo observaba como si esperara ver surgir  alguna criatura extraterrestre y le dio un sorbo al agua... Guillermo suspiró ante esos labios y Pedro se acomodó el pelo que entonces atrajo la mirada del extraño.

Necesitaba disimular su estado y buscó los cigarrillos ante lo cual Guillermo se detuvo en esos dedos largos y esbeltos.

…¡”Dios!, eres perfecto, no me alcanzaría la vida para observarte en detalle, para admirar cada rincón de tu geografía, para…”

… ¿Quieres?

… No, no fumo.

… ¿Te molesta?, digo porque en esta ciudad está prohibido en todos lados.

… No, no me molesta, he fumado antes, no te preocupes.

… “En verdad deseo que me des el cigarrillo que toque tu boca para saborearla, no otro”

___ Continuaba mirándolo de arriba abajo,  y con una voz de repente baja susurrante llena de necesidad sensual, con la mirada ardiente le pidió:

… ¿Me das una pitada?

… ¿El mío?

… Sí, una pitada solamente.

… Toma, termínalo si deseas.

____ Guillermo lo saboreó imaginando los labios que deseaba desesperadamente desde siglos y Pedro sentía que se iba a desmayar, no era el calor, no era sed, temblaba, se estremecía, cada terminación nerviosa de su cuerpo estaba en alerta, sentía un cosquilleo generalizado desconocido, le ardían los labios, necesitaba escapar de esa mirada que lo estaba hipnotizando. Guillermo  acercó la mano para darle el cigarrillo y dio un salto atrás.

… ¡Ey!, ¿qué pasa, te asustaste?

… ¿No lo vas a terminar?

… No.

… Bueno, será mejor que me vaya, mi mujer me está esperando para desayunar y estoy tardando demasiado.

… ¿Tu mujer?, claro, eres casado.

… No, pero da igual, hace años que convivimos, nos casaremos en breve en verdad. ¿Y tú?, digo, eres casado supongo.

… Sí, y me están esperando en casa, tengo un hijo de 27 años y un nieto de cinco que me reclaman.

… ¡Qué bueno!

… Bueno, me voy entonces, quizá otro día nos volvamos a cruzar por acá.

___ Apenas decirlo quiso morirse pero estaba lanzado y sintió que se ruborizaba.

… Quizá.

___ Pedro empezó a caminar hacia el departamento y lo sentía en su piel, su aroma lo acompañaba, sus ojos lo analizaban,  hasta creía sentir sus pulsaciones y su tacto, estaba enloqueciendo y echó a correr nuevamente sin tomar conciencia de los pasos que inexorablemente lo seguían porque no podía dejarlo ir. Sí,…, Guillermo Graziani estaba detrás,  necesitando no dejarlo ir o al menos saber adonde encontrarlo.

 Al fin lo vio entrar en un edificio de Avenida Salguero, moderno, precioso como todo en él. Lo esperaba una mujer, con la cual se iba a casar.

“¿Entonces por qué sentí que te he perturbado tanto? No chiquilín lindo, no  estás enamorado de tu mujer, me animaría a firmar y a sellar que eres como yo.

¿Seré tu Juan?”

___ Guillermo quedó frente al edificio como esperándolo ver salir, hasta que comprendió que no lo haría y emprendió el camino de regreso a su casa, un pesado y doloroso camino que no era el que ahora deseaba recorrer.

___ Cuando Pedro entró Camila dormía y aliviado se sacó la ropa que estaba empapada y fue hacia la ducha. Quería que el agua borrara esa mirada, ese perfume, ese aroma, esas sensaciones, ese sabor, ese todo que lo envolvía sin razón y con el jabón necesitaba sacarse la piel intentando desprenderse de… ni siquiera sabía su nombre. Y sin embargo estaba dentro de sí, no podía ser arrastrado con el agua porque se había incorporado a su ser.

 Cuando Camila lo abrazó desde atrás por un momento sintió el placer del abrazo de otro,…, pero,…, no podía sentir placer pensándolo. Cuando tomó conciencia  de que era Camila la apartó con brusquedad inusual.

.. ¿Qué haces?, déjame.

.. Pedro, mi amor, ¿qué pasa?, siempre hacemos el amor en la mañana.

.. Pero no quiero, ahora no lo deseo, déjame en paz mujer, que no ves que no estoy bien.

… ¿Te sientes mal?

… Sí, no desayuné, corrí demasiado, hace mucho calor, me siento mal mujer, déjame terminar de ducharme y acostarme nuevamente.

… Está bien, ¿te tomo la presión?

.. No hace falta. Dúchate al lado, déjame Cami, en verdad me siento mal.

… Está bien, te llevo el desayuno a la  cama antes de que vuelvas a dormirte.

… Bueno.

___ Pedro desayunó en silencio con la mirada perdida y una imagen pero a la vez un nombre, ¿qué mierda tenían que ver? ¿Por qué se entrelazaban esa mirada y Guillermo Graziani? Dejó la bandeja en la mesa y se tomó la cabeza con las manos.

… ¿Quieres que avise a Manuel?

.. No, por favor, no. No lo preocupes por nada, voy a dormir un rato y estaré mejor. Si quieres puedes ir preparando el currículum para la residencia.

 Yo he decidido presentarme en hospitales privados, en primer lugar por lo que conversamos anoche,…, en esa clínica donde trabaja ese Guillermo Graziani.

…  Y yo, si tienen buen servicio de neurología también quiero rendir allí. Descansa mi amor, seguramente esta noche iremos a bailar y todo habrá pasado.

___ Guillermo almorzó con su familia ausente de palabras y risas, de conversaciones y del mundo, con una sola imagen, un único pensamiento, ese ángel hombre enviado de los dioses del cual no conocía el nombre.

 Jugó con Guillermito un rato pero ni su nieto podía apaciguar su necesidad de correr hacia ese edificio de Palermo.  No deseaba ver las mil llamadas perdidas de Juan pero tampoco podía apagar el teléfono por si Gabriela lo llamaba.

…. Ana, hijo, no me siento muy bien, estoy muy cansado.

.. ¿Qué pasa viejo?

… Cansancio, eso, necesito dormir, voy a  dormir. Que nadie me moleste por favor.

… Guille, ¿voy con vos, quieres tomar algo?

… Ana, no. Dije que voy a dormir.

___ Ya en su cama no podía  dejar de repasarlo en su mente, lo palpaba lo desnudaba, lo saboreaba, lo devoraba, lo sentía, lo olfateaba, lo degustaba, le hacía el amor… hasta que al fin el sueño le ganó la pulseada pero en sus sueños seguía estando su presencia, su esencia.

___ Pedro despertó al atardecer y Camila estaba a su lado. Era una locura pero necesitaba regresar a ese lugar, ahora, ya, él no estaría pero necesitaba estar allí. Nuevamente en silencio se puso un Jean y una remera, tomó los cigarrillos, el celular y las llaves y caminando fue acercándose. Contemplaba  la vista de la ciudad y del parque, bañados por la nacarada luz rosácea amarillenta del atardecer y al fin reconoció el árbol de la mañana. Se apoyó inhalando y entrecerró los ojos abandonándose a la brisa cálida mientras encendía un cigarrillo, y el aroma lo envolvió pero ya sabía que nunca lo había abandonado, era la mezcla de su aroma y de su perfume pero él no estaba allí, estaba dentro de sí., se había alojado en su ser a la mañana y no lo había abandonado.

…. Te veo diferente.

___ Pedro abrió los ojos y al verlo a unos pasos saltó hacia un costado.

…. Perdón, ¿tan feo soy?, no te asustes. No pensaba encontrarte.

…. Vivo cerca te dije, me gusta este lugar y vine a fumar un cigarrillo. Eso.

… ¿Para fumar un cigarrillo saliste de tu departamento y dejaste a tu mujer un sábado a la noche?

… A ver, no he dejado a mi mujer, solamente vine a fumar fuera, a ella no le gusta que fume en la habitación. ¿Cuál es el problema?  Tú… ¿Qué mierda haces acá si vives en otra parte?

…. Tienes razón, es más lógico lo tuyo. Olvidé algo acá esta mañana y regresé a buscarlo.

… ¿Algo?

___ Guillermo se fue acercando a Pedro a paso lento, acompasado a una música que venía de lejos,… y los ruidos, las luces, la ciudad y el mundo empezó a difuminarse, permaneciendo suspendidos solos en una burbuja de energía y calor que los arrasaba desde el interior. Guillermo no pudo detenerse y Pedro no pudo resistirse, el cuerpo no obedecía a la mente, actuaba, y Guillermo lo atrajo hacia sus brazos, lo rodeó con ellos, enterrando la nariz en su cabello, abrazándolo más fuerte cada vez.

… Hueles tan bien

… ¡”OH! Dios mío lo extrañaba.

___ Pedro le respondió el abrazo y reprimió el deseo imperioso de llorar. Guillermo le besaba el pelo y él temblaba y se estremecía, inmersos el uno en el otro sin remedio...

 Pedro por primera vez en su vida, supo y sintió una oleada de placer cuando entendió que ese hombre estaba intentado que no le temiera, que se sintiera seguro en sus brazos y así se sentía, en su lugar en el mundo, en el sitio que había buscado 35 años.

Guillermo se apartó y la mirada enigmática llena de dolor y misterios lo desesperaba, Pedro sentía que era como si estuviera intentando introducirse más en su mente, en su cuerpo, en su corazón y en su alma, en todo su ser.

…  Por Dios, precioso, no puedo ir a ninguna parte, a vos te vine a buscar, te amo. Más que…. “a la luz, al espacio y a la libertad, más que a mi vida porque sos mi vida desde  esta mañana, porque llevo una vida esperando verte aparecer como  hoy.

--- Las palabras en Pedro no se articulaban, solamente temblaba en sus brazos y en la mirada, su interior se estremecía y ardía, se incendiaba en su aura mientras Guillermo le acariciaba la barbilla, la cara y él agradecía cerrando los ojos.

….. Tienes que ser para mí precioso, no puedo estar equivocado.

… ¿Que soy tuyo?

… Mío.

… ¿Tanto ha significado nuestro encuentro para ti?

… Sí. Todo.

___ Los ojos de Guillermo abandonaron los marrones y descendieron a los labios gruesos, turgentes, inocentes, vírgenes, anhelantes, ansiosos, separados  para poder inspirar más profundamente. Esculpidos, cincelados o lo que fueran. Tenía una boca increíblemente perfecta y Guillermo sabía más que de sobra qué hacer con ella y en ella. Se estaba acercando para besarlo y también sabía que era irremediable, mientras Pedro se decía que cómo le gustaba estar en sus brazos, mientras sentía ahora su aliento acercarse. Guillermo le pasó una mano por el pelo, dio otro paso que los separaba quedando de pie delante de esa boca donde quería naufragar para siempre. Le colocó un mechón tras la oreja manteniendo la mirada en los labios, le acariciaba el lóbulo de la oreja con la punta de los dedos provocándole un estremecimiento general.

“¿Eso es lo que he estado extrañando todo el día? ¿Su contacto? No puede ser, yo no soy…

Pedro sacudió la cabeza y Guillermo le clavó la mirada.

…. Háblame.

… ¿Para qué?

___ Volvió a la caricia ahora de las mejillas con el dorso de las manos y recorrió la línea del labio inferior con la yema del pulgar regresando a ellos la mirada, deslizó los dedos entre su pelo y tomándole el rostro con ambas selló los labios con suavidad invadiéndole la boca con su lengua que apenas exploró en esa primera vez, apartándose con la mirada ardiente pero cauteloso. Pedro solamente lo miraba en trace y entonces nuevamente sus labios fueron encontrados mientras lo mantenía quieto rodeándole la cara y las lenguas se regodeaban la una de la otra, para  apartarse tras una eternidad pero deseando más.

… Sos tan hermoso chiquito precioso. Perfecto.

___ Los ojos de Guillermo lo recorrían ávidamente en su totalidad sin que Pedro pudiera decir nada y se limitaba a dejarse atrapar por esos ojos muy abiertos por el deseo, totalmente hipnotizado, hechizado por ellos y por las palabras, degustando el sabor que dejara en su boca, sintiendo su piel en las caricias a su rostro, memorizando cada sensación recién aprendida.

Los dedos de Guillermo regresaron a la barbilla para alzar la cabeza y mantenerlo quieto y de repente Pedro se estremeció más al notar los labios finos sobre los suyos nuevamente, estudiándose y aprendiéndose, dando y recibiendo, degustándose y saboreándose, inhalándose y ahogándose, el uno en el otro y de repente su lengua caliente y dura estaba dentro de su boca recorriéndola en su totalidad, en cada valle y llanura, en cada recodo y rincón, muriendo en la garganta para regresar cuando los dedos se hundían en el pelo y la mano de la barbilla descendía por el pecho bajo la remera, siguiendo alojado devorando esa boca donde esa noche deseaba morir.

__ Pedro no sentía nada aparte de fuego, ardía deliciosamente con un calor que nacía en lo más profundo de su ser. Todos los pensamientos habían desaparecido cuando su cuerpo se tensaba y sus músculos se apretaban al otro, volviéndose locos deseando, queriendo, aceptándose, jadeando y Guillermo que regresaba para continuar el beso, con la mano en la nuca de Pedro, sujetándole la cabeza para darle un beso profundo, lleno de amor y veneración y Pedro volvía a perderse en ese beso, deseando aprenderlo y aprender para dar porque ahora solamente podía recibirlo y recibir. Guillermo se apartó para respirar y sus ojos asemejaban una tormenta tropical.

 Y Entonces Pedro lo supo, de repente se dio cuenta, comprendió de súbito su verdad en un grito,…, lo deseaba, lo deseaba con todas sus fuerzas, con el alma, con el corazón, con el cuerpo, con su vida, con todo su ser.

…. ¡ Noooo!, saltó y se apartó. No soy así, no soy como tú,  nunca me ha pasado algo así, tengo a mi mujer que me espera. Me voy a casar y quiero a esa mujer con el alma.

 ¿Qué me has hecho? ¿Qué mierda me has hecho?

… Espera…

___ Pedro corrió huyendo de la revelación con todas sus fuerzas y aterrorizado viendo la cara de su padre, escuchando sus palabras, sintiendo cada golpe y diciéndose: “tenía razón, tenía razón….”

 Llegó al edificio desfalleciendo, tuvo que apoyar la cabeza contra el cristal  y luego en las manos  arrasado en lágrimas, sintiendo un torbellino de emociones y de repente  la mano fuerte le tomó de los hombros y levantó los ojos para mirarlo sabiendo quién era.

… ¿Estás loco? ¿Me seguiste?

___ Desde algún lugar oscuro y profundo de su interior le surgió la repentina e inapropiada necesidad de llorar y llorar hasta ahogarse en sus lágrimas,…, de dolor, de desilusión, de ausencia, de soledad, de confusión, de desesperación,…, de Amor, de deseo,.., ¿de pasión?

Conocía ahora esa mirada, sensual, lasciva, seductora….! No, no, no! Aquí no. Ahora, no.

… Ni se te ocurra.

… ¿Que ni se me ocurra qué preciso?

… Conozco esa mirada ahora.

__ Guillermo se inclinó un poco hacia delante con sus ojos negros ávidos, fijos en los de Pedro que quedó nuevamente atrapado en su mirada hipnótica.

… ¿Y ahora qué?

___ Guillermo se acercó más. Pedro estaba paralizado nuevamente y él le dio un suave y tierno beso en los labios, un roce apenas susurrándole.

Todas las emociones en conflicto recién afloradas regresaron a superficie al mirarlo, al sentirlo, al inhalarlo, al aspirarlo, al saborearlo.

… ¿Cómo puedo explicarte lo confundido que estoy?

… Lo sé. Sé todo precioso. No llores por favor. Esto también va a pasar.  Te prometo que esto también va a pasar.

… ¿Lo prometes? ¿Cómo voy a entenderlo?

… ¿Qué pasa conmigo?

___ Pedro sentía que le temblaba el labio inferior, que intentaba adaptarse a esa nueva vida que nunca había imaginado que llegaría y menos que podría animarse a vivir. Inspiró hondo para calmarse y Guillermo quedó boquiabierto.

… Eres como un tren de carga, y,…, no quiero que me arrolles.

--- Volvió a detenerse luchando para encontrar las palabras para expresar cómo se sentía.

… Es todo muy confuso.

__ Y se detuvo con las lágrimas cayendo, reprimiendo sollozos ante las caricias en el pelo y los pulgares en sus mejillas.

… Tienes que dejarme tomar mis propias decisiones, asumir mis propios riesgos, reconocer lo que me pasa, cometer mis propios errores y aprender de ellos. ¿No te das cuenta?

… ¿Sientes que te voy a arrollar?

...Sí.

___ Guillermo cerró los ojos y dijo todo, no deseaba dejarlo cometer errores, no lo soportaba.

… Solo quiero darte todo lo  del mundo, cualquier cosa, todo lo que quieras. Y salvarte de todo también. Mantenerte a salvo. Pero también quiero que todo el mundo sepa que eres mío. Porque sé que vas a ser mío y que te amo precioso.

Ya te había seguido esta mañana. No temas, no voy a buscarte. No voy a invadirte ni a ver a tu mujer.

… ¿Tanto significa un beso?

… En este caso Todo, el Todo precioso.

___ Guillermo volvió a rozarle los labios y le guiñó un ojo.

… Me voy, no tengo que buscarte, porque ya nos hemos encontrado. Y sé que algo o Alguien que no conozco, en EL  cual no creía, nos volverá a reunir, porque en vos estoy dejando mi alma, mi corazón ha salido de mi pecho al verte y  es tuyo, y para seguir viviendo, necesito de lo que  te he dejado hoy.

Necesito de ellos: de mi alma y de mi corazón.

___ Guillermo  le rozó y siguió su camino mientras Pedro se apoyó en el cristal echando la cabeza atrás y dejándose caer, como si acabara de arrollarlo un tren de carga. Ese hombre estaba loco,  y se frotaba los ojos.

 “Estás loco. Pero,…, ¿a qué acabo de acceder?

 Kenia,… Sábado 22 de octubre de 2014.

___ Mirna despertó con la certeza de un sueño.

 Guillermo, mi amado esposo, es la primera vez que apareces, estabas con el nene, lo descubrías, pensábamos que estaban jugando con Juan en la habitación, ¿Juan?,…, pero no. Abrimos la puerta y…. Guillermo estaba con Pedro, Pedro y Guillermo se estaban besando….

 Continuará.

  ¿DOS DESTINOS?..... ¿DOS AMORES?.... GUILLE Y PEDRO…. PEDRO Y GUILLE.