"VECINOS". CAPÍTULO VEINTIDOS.

Peripecias del agua
De papeles inesperados
Julio Cortázar (1994)

“Basta conocerla un poco para comprender que el agua está cansada de ser un líquido. La prueba es que apenas se le presenta la oportunidad se convierte en hielo o en vapor, pero tampoco eso la satisface; el vapor se pierde en absurdas divagaciones y el hielo es torpe y tosco, se planta donde puede y en general sólo sirve para dar vivacidad a los pingüinos y a los gin and tonic. Por eso el agua elige delicadamente la nieve, que la alienta en su màs secreta esperanza, la de fijar para sì misma las formas de todo lo que no es agua, las casas, los prados, las montañas, los árboles.
Pienso que deberíamos ayudar a la nieve en su reiterada pero efímera batalla, y que para eso habría que escoger un árbol nevado, un negro esqueleto sobre cuyos brazos baja a establecerse la blanca réplica perfecta. No es fácil, pero si en previsión de la nevada aserráramos el tronco de manera que el árbol se mantuviera de pie sin saber que ya está muerto, como el mandarín memorablemente decapitado por un verdugo sutil, bastaría esperar que la nieve repitiera el árbol en todos sus detalles y entonces retirarlo a un lado sin la menor sacudida, en un leve y perfecto desplazamiento.
No creo que la gravedad deshiciera el albo castillo de naipes, todo ocurriría como en una suspensión de lo vulgar y lo rutinario; en un tiempo indefinible, un árbol de nieve sostendría el realizado sueño del agua. Quizás le tocara a un pájaro destruirlo, o el primer sol de la mañana lo empujara hacia la nada con un dedo tibio. Son experiencias que habría que intentar para que el agua esté contenta y vuelva a llenarnos jarras y vasos con esa resoplante alegría que por ahora sólo guarda para los niños y los gorriones”.

"Cortázar de la A a la Z".

“VECINOS”

CAPÍTULO VIENTIDÓS.

 

Sábado 08 de octubre de 2016. Provincia.

PREVIO…

…¿Cómo hago ahora para borrar el beso que depositó ese chico en tu mejilla? Después vagó hacia la boca de nuevo __. ¿Cómo borro los besos que alguna vez robaron de estos labios?

__Fue adelantar un pie, y caer en un abismo sin tiempo. Los labios se unieron en un beso con determinación, con dolor, con deseo, y el mundo se resumió a ellos dos por ese momento. Los dos tenían el mismo propósito, borrar el pasado del otro, que cada uno fuera sólo del otro, sólo Guille de Pedro, Pedro de Guille,…pertenecerse.

“Guillermo me fue llevando entre los cortinados de terciopelo hasta quedar envueltos fuera de la visión de curiosos, posando los labios que se deslizaron por el cuello.

Pretendí  hablar, sin embargo Guillermo me calló aproximándose. Sólo se acercó para respirarme, inhalar mi aroma del pelo, los ojos claros presos de los marrones más oscuros que me observaban, temblorosos, desde las profundidades. Guille me rozó el contorno de los labios húmedos con uno de sus dedos.

El beso llegó ardiente, en deseos callados, sin embargo llenaron los cuerpos de mieles, sintiéndose amados en absoluto silencio. Las manos sobre la ropa chocaron en torpes caricias, los cuerpos encendieron las llamas mientras el alma se perdió en la otra, no era cuestión de ser delicado o exigente, necesitábamos en el beso, hundirnos uno dentro del otro, mientras las manos descubrían los centros disparadores de presurosos deseos, escucharon por encima de la música la propia de gemidos, jadeos, el roce de los cuerpos, en besos somos uno, para siempre, un cuerpo, el del otro, las manos enlazadas, los labios de uno  eran del otro, juntos por siempre en ese instante eterno, sabiendo que para siempre, los labios se buscaban, se encontraban, se absorbían, se pertenecían, daban y recibían con el mismo aliciente, de amarse, de cuidarse, sintiéndose un ser”.

“..Me amas, te amo. Acaricias mi cuerpo…Me besas y mis labios quedan en total suspenso.
Siento como recorres con tus labios todo mi cuerpo cerrando los ojos dejando ingresar a los recuerdos, donde los cuerpos se unieron, llegando al cielo, hasta caer exhaustos en la jaula de brazos, mientras los labios henchidos sólo supieron gemir, hermosa melodía que inventábamos cada vez.

En mis recuerdos los cuerpos danzan, me llevas de viaje a conocer tu mundo hermoso como un cuento, al compás de las caricias y besos prohibidos. Nuestros cuerpos danzan y terminan cansados pero abrazados. Para no perdernos en la noche callada  y que el sol nos encuentre así abrazados, cansados pero llenos de amor. Por ti y por mí  nos seguimos amando en noches de total silencio”.

“Mi corazón se aceleró a ritmo inusitado, respiré a Guillermo, su esencia, del mismo modo en que él me respiraba, deseando incorporar al otro así, en alientos, en uno. Lo miré provocativamente como él lo hacía, dejé que mis dedos se encaminaran sin reparos, lentamente por sus labios hasta acariciar las mejillas, como permití que los de él se deslizaran desde mis labios a la mejilla, en caricias, lentas, sin prisas, sin que mediara la razón en momento alguno, sin apuro alguno.

Me estremecí de gozo, me aferré a las caderas de Guillermo pegando los latidos de la pelvis, y gemimos ambos desde la garganta.

Las manos se escaparon a mi pecho, la mejilla de Guillermo acariciaba la mía hasta que los labios volvieron a encontrarse, en tácito acuerdo se abrieron, dando paso a la calidez de las bocas, a la intimidad de lo húmedo, del sabor, y deslicé las manos hacia los fuertes hombros de Guillermo, apretujándolo con la libertad de sentirlo mío”.

… Quiero que este momento no termine jamás __ susurré en su oído, lameteando.

… Eso depende de nosotros __ replicó Guillermo mientras las caricias no se detenían ___. En este momento por el tiempo que decidas, tus labios son sólo míos __ determinó mandón como siempre, vos sos mío, sólo mío. Y yo soy sólo tuyo, por el tiempo que dure.

…Déjame saborear dulcemente y sin prisas tus labios y en un enorme beso decirte cuanto te deseo,  hacerte sentir que amarnos es un placer eterno, déjame acariciar minuciosamente tu cuerpo y llevarte a un mundo donde el amor y la pasión son dueños del tiempo, donde el deseo y la ternura cabalgan en cada centímetro de nuestra piel, deja que tu alma y la mía se fundan en un viaje inolvidable por el amor, hasta llegar al punto máximo del éxtasis, donde el amor y los sueños se conjugan en placer, donde sentiremos que el cielo está en nuestros cuerpos, donde el miedo y las dudas son torbellinos de pasión, déjame ser tu deseo; ser tu amor deseado... Eres mi amor.

“En ese breve instante, en esas letras supe sin dudas que no deseaba perderlo. Guillermo no quería pensar en nada, sé que en ese momento no era capaz de concentrarse. Sus dedos se aventuraban sin descanso por las líneas de mi cuello que lo llamaba, exponiendo las curvas, la garganta, camino hacia la nuca, donde los enredó en el cabello.

Era como soñarlo, era como vivir al fin, sé que lo siente igual, ahora siente lo mismo. No es sólo sexo, no es sólo deseo como pretende esta intimidad.

Unidos los cuerpos dejé de pensar, llevé torpes dedos y le desabotoné el saco. Él se ocupó de los cierres de los pantalones, pegó las caderas, la sed de mí apagó los reparos, revivió el deseo.

Apenas me volví para no dejar el beso, le sentí deslizarse lento en mi interior acariciando mis nalgas para abrirse paso para encender la mecha, las llamas al llegar al trayecto interior del túnel. Me aferré a las cortinas echando la cabeza hacia atrás con la boca entreabierta, los ojos cerrados, la cabeza rozando las telas. Guillermo me aferró las caderas contra su pelvis y jugaba a incrementar el roce, el choque en cada encuentro profundo. De pronto abrí los ojos buscando chocar con su mirada, y allí observé algo que no era sólo deseo, algo diferente, ternura, una comunión única que supe demarcaría un antes y un después, el sentir eso en la mirada, me catapultó a las estrellas en un estallido descomunal y los dos nos convertimos en trozos de estrellas, ahogando el grito sólo por un dejo de razón que avisó que del otro lado estaba lleno de gente.

 Medio inconscientes y perdidos, apoyé mi cabeza en su pecho, sintiendo las respiraciones alocadas pese a la música, mientras él se mantuvo dentro, en silencio, envolviéndome, calmando mi sentir, él me descubrió, me hizo sentir, me robó el aliento con el corazón y mi hoguera con su pasión encendió miles de veces, en besos suplicaba, caricias exhortaba, excitaba mi piel provocando en mí el deseo de amar al fin”.

..Ansío colmar en tus brazos mi deseo, fundir con tu pasión y mi amor mi cuerpo y tu cuerpo, disfrutar juntos nuestros espacios, seguir tus liviandades amándonos.
Aprendí que amarte es la unión de tus caricias y las mías, aprendí que te, es sentirte sin medida, amándote entendí que mis cosas y tus cosas ya estaban pautadas de antemano.
Te amo y no sé revelar de qué manera, dormido te sueño, eres la pasión que me invade completo.
Despierto te siento, te deseo consciente de mi amor en la entrega, te amo al extremo, con mi verdad y sin mentiras, compartiendo las tristezas y las alegrías, te amo  en los días grises y noches de tormenta, te amo cuando el sol al horizonte besa, y la luna enamora las estrellas.
Por todos mis días, más allá del infinito y la eternidad, mi amor te daré sin medida, no lo dudes jamás, que nadie en tu vida como yo te amará.

“En verdad deseaba que el momento durara para siempre, pero el mundo seguía girando, el curso de la vida fuera no podría detenerse, y a cada instante temblaba de incertidumbre.

Abandonó mi ser lentamente sosteniéndome de las caderas, me estremecí casi como al recibirlo, sé que lo estaba mirando como a un fantasma, lo veía... con sufrimiento. Supe que debía sentir placer en lugar de dolor”.

…Pedro…__ comenzó a decir con la voz sensual y profunda.

…No me digas nada  __ interrumpí __. Aunque no se convenció del todo, Guillermo respetó mi necesidad.

… Me conocen, pediré una habitación para poder recuperarnos un poco __ sugirió tratando de ignorar otros pensamientos.

“Tras acomodarnos la ropa, y el pelo las miradas se encontraron de nuevo. Sé que le fascinaba verme con las mejillas sonrojadas, el pelo alborotado, mis labios henchidos por sus escasos besos, y sin pensarlo aún alzó la mano apartándome el mechón rebelde que caía en el rostro. Me estremecí.

Había mucho más que un pacto de ser socios y amantes en ese contacto, los latidos desbocados del corazón de los dos lo delataban, sin embargo presentía que él jamás se atrevería a reconocerlo”.

… Guille. Arde mi piel  como entre las sábanas al amanecer, al ver mi soledad, se pierde entre las flores y mi aflicción  buscando una razón, una verdad, porque en tus labios no encuentro pasión en cada minuto, el manantial de tus besos ya se fue, se secó, llora mi piel  ante la falta de caricias y de amor. Finge mi piel  porque tus besos no saben a miel, vaga mi ser sintiendo la noche más larga que la de ayer, y ese momento en que te vas, queda un vacío que sólo tú  podrías llenar.
No te pido nada porque no se trata de recibir sino en entregarte lo mejor de mí.

Soy feliz con saber que tú estás bien, sólo quiero verte feliz y hacerte sonreír  alguna vez.

Mi mayor anhelo  es amarte cada día de mi vida, permanecer a tu lado cada día y mi mayor deseo es morir en tus brazos.

Quiero entregarte lo mejor de mí,  sanar las heridas que hay en tu corazón, morar por siempre en tu alma y luchar contigo para vencer cada obstáculo para que  nada ni nadie pueda separarnos.

Demostrar que nuestro amor es más fuerte que todo  y que si estamos juntos seremos capaces de lograr lo que nos propongamos. Te amo y te amaré eternamente aunque digas que esto es un pacto, un juego. Siempre estás en mi mente en todo momento presente aunque así estés lejos
unidos permaneceremos.  El amor es el secreto de la alquimia que transforma todo en oro, en vida.

Ese sentimiento pasa por el fuego del deslumbramiento, descubrimiento mágico, alegría en el corazón, los pensamientos te sonríen, tienes el mundo a tus pies. Chocan las miradas, los cuerpos entran en fase química donde se juntan agitados los latidos del corazón, los sudores de las manos, los aromas encontrados, el temblor de los cuerpos fascinados al encontrarse y arrebatarse en emoción delirante por el magnetismo irresistible de la fuerza del amor.

… Chis.

“Volvimos al camino de la entrada tomados de la mano, dejándole de importar y a mí si alguien nos miraba indiscreto para luego criticar. Yo apenas alcanzaba a pensar en lo feliz que me sentía junto a él y en que, como todo en la vida, aunque lo deseara, algo tan bueno no podría durar para siempre, no en mi vida al menos. En algún momento, por alguna razón u otra el destino me lo arrebataría.

Llegamos al laberinto y allí nos recibió una exposición de pinturas, de esculturas, y algunas miradas indiscretas a cada roce de labios, del cuello, me resultaron familiares, él debió advertirlo porque penas lo captó me susurró con el aliento escaldando el cuello”.

…Los hombres poderosos no temen, pasan dejando una estela alrededor.

“Nos adentramos en la muchedumbre, Guillermo no tardó en encontrar a un mayordomo para pedirle una habitación, al parecer conocía bien al tal juez Pérez. Conversaron a solas y tras unos minutos un sirviente nos acompañó conduciéndonos por la casa, donde dejaron de verse serigrafías y adornos. El piso de grandes cerámicos intercalados, en blanco y negro contribuía a decorar un living con sillones y muebles acabados en los mismos tonos. Todo llevaba a una escalera de mármol y pasamanos de hierro forjado que conducía al primer piso.

El pasillo que direccionaba a las habitaciones estaba decorado con alfombra con detalles orientales y muebles, cuadros del renacimiento, todo parecía extravagante y derrochaba dinero.

Nos ofrecieron una habitación linda, amplia en suite, Guille agradeció y cerró con llave.

.. Me dirigí a la  toilette, me duché. Salí renovado, ya extrañando en la piel el aroma arrebatado por el agua, la sensación de las caricias de Guille en mi piel.

Observaba un cuadro”.

…¿Vas a ocupar el baño? __ le dije con suavidad. Asintió sonriente y se perdió de vista.

“No hice más que suspirar pensando en la conversación en el auto, en los celos que aparentemente dispararon lo ocurrido. En la promesa del Consulado, no sabía cómo salir del círculo vicioso en el que entré sin perder a Guillermo. Huir del juego o del pacto significaría perderlo para siempre”.

Los cuadros de la exposición eran horribles, no conocía a nadie __ quise evadirme de mis miedos y de la confusión con las conversaciones  __. Estos cuadros me parecen horribles.

__Guillermo no me oía, amparado por el agua y el sonido, se apoyó en la pared intentando abarcar el aire que necesitaba, rogando desalojar la depresión que lo estaba cerniendo.

“¿Qué mierda me está pasando? ¿Por qué me siento tan vulnerable y débil? Casi como cuando... desperté del coma y…

Los síntomas llegaron sin pedir permiso, como la noche en que se había negado a  consumir junto a Juan, en la fiesta del hotel.

“…Pedro, nunca antes sentí esta necesidad de drogarme, era algo que hacía como juego de chico, o habitualmente luego para intentar olvidar, para sentirme bien, jamás pensé que podría convertirse en un requerimiento para vivir, para llevar la vida de farsa ante Ana, y Fabián, para rendir en el estudio, para soportar el desamor, el sexo con Juan, con cualquiera sin amor. Quizá siempre lo había sido, simplemente no me había dado cuenta hasta que al conocerte dejé de consumir. Y ahora mismo, lo que siento, me hace pensar que necesito imperiosamente consumir, o me voy a morir.

¡Mierda! Si vos alejabas antes esa necesidad, cuando todo era un juego, no la sentía, ahora respiro con dificultad, pero debo aguantar la inquietud, moviéndome de sitio, mierda, acabé chocando contra una pared.

Apoyé los codos en las cerámicas, la frente sobre los antebrazos, como letanía escucho la voz de Pedro en la habitación, pero aunque intento ahuyentar los pensamientos, sólo siento que me estoy ahogando, que me estoy muriendo.

Este profundo estado de depresión que se adueña de mí existir desde aquel día regresó, sólo me deja pensar en soledad, culpa y muerte, la semana que viene se cumple el aniversario, quizá encuentres o sepas de tu mamá viva, pero yo maté a los míos, cielito. No quería vivir, no debo vivir, yo sí soy responsable.

¿Por qué entonces me molesto en tratar de respirar?”

“! Al mar, Bruno! ¡Vamos al mar!  __ imaginé mi voz de niño

¡Es tu culpa Guillermo, me dejaste morir. Es tu culpa!, estaba seguro que respondería Bruno.

¡Mentira! __ exclamé, y acompañé la palabra con un golpe de puño en los azulejos. Había empezado la irritación, la ira”.

__

…Guille, ¿estás bien? __ dije interrogando al otro lado de la puerta con un raro presentimiento de que él olvidó que no estaba solo.

… “No  me dejes morir, Pedrito  __ susurré sin aire ___. Abrázame… Y caí de rodillas anegado el rostro en agua y en sal.

“Tantos, tantos años de negar el amor,  y tan pocos días  de sensuales tardes en nuestra excelsa comunión de deseos y sentidos explorando tu cuerpo y tu virtud con mi amor rendido en la luz y el encanto de nuestras dulces alboradas.
Persevera, amor, dirías… ya llegan las lozanas primaveras. Soñemos juntos, entre los perfumes tan queridos de los azahares, y tus jardines de colores florecidos evocando tantos y tan nuestros, sueños y quimeras. Rememora, nuestros pasos juntos, tan ilusionados peregrinos en los desconocidos caminos de la vida y muy juntos, tomados de tus manos, tan queridas indagando en los senderos del amor y la armonía.
Espérame, mi amor, vence al tiempo y las heridas, deja que te estreche, te acaricie y te dé mis fuerzas, derrotaremos juntos al último suspiro, que te deja toma mi tibio aliento, bebe de mi vida, mi querido. Te prometo dirías que nuestro amor nos hará vencer a la muerte, traerá la luz como vi en Beto, como viste en Diego sorteando los difíciles y duros senderos de la vida abrazados, amándonos entre ilusiones encendidas en la búsqueda perenne de la dicha de poder amar.
Deja tus manos entre las mías, como ahora, como antes recuerda a nuestros hijos y nietos, te amarán y ya mujeres y hombres, mañana te añorarán feliz.
No amarte y vivir sin vos, es y será todo un imposible, no te dejes abatir ni vencer por el dolor y la tristeza dirías como Bruno, vence no claudiques que triunfe el amor y la entereza, no me dejes solo, lucha, mi amor, con fe y con fiereza.
Recuerda que el amor protege a los audaces y no hay escollo que no venza, por quién ama, no, no te vayas, quédate conmigo, mi amor, que tu vida sea risa, y que tu risa, sea coraje.
Quiero caminar, tomados de la mano, muy unidos  yo te llevaré en mis brazos al final de los caminos compartiendo contigo, la última de las quimeras. Tu amor, es la poesía de mis sentidos tus caricias, el aurora de mi alma, tus besos, el alimento de mi vida.
No te vayas, mi amor dirías, todavía”.


….”Guille, no solamente te amo, por ti, vivo.

Si tú no estás, no necesito vivir. ¿Por qué siento que  te estoy perdiendo? Estamos a dos pasos y es como estar a dos vidas de distancia”.
..Guille, ¿estás bien?

___
__”Supe que tenía que resistir, que Pedro no merecía esto, que estaba fallándole, pero lo haría muriendo así igualmente.


Desesperadamente hurgué en los bolsillos del saco, allí estaba la cocaína que siempre llevaba a todas partes, nunca había jurado que por evitarla jamás volvería a consumirla. De sólo pensar que estaba próximo a sentirme vivo otra vez, pude preparar todo muy rápido. Una vez que lo tuve listo, pensé con pena en Pedro, más esta vez no podía resistir, necesitaba olvidar.


…¿Guillermo? __ oí otra vez casi la súplica de Pedro, dolía en el pecho __. ¿Estás allí?

…No quiero escucharte hablar, Pedro cuando te traiciono peor que con otro tipo. No quiero mezclarte con lo que estoy haciendo, no lo mereces, si respondo te arrastraré, me odiarías al ver que soy la misma basura que tu abuelo, que el tipo que te violó, al intentar resguardarse, apresuré la inhalación.

Al acabar escondí todo en el saco, al instante el efecto de la droga fue el bálsamo conocido, me respaldé en la pared para atenuarlo. Necesitaba energía, no que notaras que he inhalado”.


“Intenté abrir la puerta, pero estaba con llave”.
… Ya salgo, Pedro __ dijo para dejarme tranquilo.

.. Me asustaste, Guille __ contesté. Pero reía y a Guillermo le parecía que el mundo se resumía a su risa.

… Perdón __ respondió cabizbajo al salir. Pero en realidad no hablaba del encierro, de su falta de respuesta, sino de haber pecado la noche que iba a pasar con él. Habló y se sintió morir, hablaba de desear la muerte cuando Pedro regalaba vida a raudales, sin embargo salió del baño renovado, enérgico, sociable.

 No sabes las ganas de bailar con vos que tengo __ dijo sonriendo como si la vida se resumiera a ese instante de gloria pasajera.

“Al verlo, al escucharlo, perdí todo vestigio de sonrisa, de ilusión,  me quedé paralizado cuando un escalofrío recorrió la espalda. Sucedió cuando noté sutiles diferencias que otro jamás detectaría en los ojos de Guillermo, y en su conducta, demasiado conocidas para mí. Tenía las pupilas dilatadas, y parecía exultante, feliz, excitado.
“¿Cómo no me había dado cuenta antes?
La mirada extraña, inexpresiva, insondable, perdida, el aire depresivo que capté la primera vez al cruzarlo en la escalera del edificio y los mínimos cambios de ánimo de Guille hacían evidente lo que no deseo decir, ¿cómo no lo había siquiera sospechado?, incluso el ambiente que lo rodeaba en el que lo había conocido fuera del edificio y del estudio, su adolescencia con Juan, el relato del día en la playa, todo lo delataba.

Quizá nunca se había drogado estando conmigo, sí la noche de la primera cena en su departamento, estaba tan nervioso que no me había dado cuenta.
Ahora que he pasado tiempo con él, sabía que actuaba de manera extraña. Era una persona taciturna, solitaria, sin embargo esa noche y en aquella fiesta parecía poder llevarse el mundo por delante, ¿en los juicios, quizá?, y no quedaba rastro de tristeza en la voz siquiera.
Conocía los síntomas desde que era casi un niño, me había cansado de verlos en los amigos, en mi abuelo, como no tenía dudas de lo que Guille acababa de hacer en el baño.

Temblé de pensar que podría repetir la historia de mi madre, de mi abuelo, se me erizó la piel de comprender que no tenía idea de cómo salvar a Guillermo.

..Difuminaste nuestro amor con tu adicción, creí que en algún lugar íbamos
a ver la felicidad como se observa el arcoíris con sus variopintos colores.
Imaginarte es porque estás en mi mente, dentro de mí en el estival de mi corazón, en la venustez de mi alma. En cada célula de mí te imagino, la tempestad jamás borrará el confín de historias entre tú y yo. Sé que estás eternamente en mi camino iluminando como lo hacen los rubíes en pleno auge del brillo.
Aunque miles de soledades callen nuestro amor vivirá, imaginarte es para mí, escuchar cada melodía de la zura silvestre porque sé que estás conmigo para siempre.
Y así llegar al final de nuestras vidas donde podamos sahumar nuestro amor
para que sobreviva en los siglos contemporáneos de nuestra existencia, sin imaginarte que vives en mí para siempre.

Guille, amor, ¿cómo te salvo de esto? ¿Acaso puedo exponerme a acompañarte,  a intentarlo siquiera con mi pasado?

¿Cuántos secretos más  guardas en la oscuridad de tu alma por los cuales te niegas a amar?

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.