domingo, 1 de enero de 2017

"SEÑALES DE AMOR". CAPÍTULO SEXTO.



Happy New Year (Julio Cortázar)
Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
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de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

“Todo lo que se hace por amor, se hace siempre más allá del bien y del mal”.
Friedrich Nietzsche.

“No nos engañan los sentidos, sino el discernimiento”.
Johann Wolfang Von Goethe.
"SEÑALES DE AMOR".

CAPÍTULO SEXTO.  


Bs. As. Provincia, sábado 30 de setiembre de 2016.
PREVIO…

… No quiero presionarte más, hace horas que nos conocemos, pero no te cases, te lo pido en nombre del amor que sientes por tu madre, no te cases, y te prometo dejar todo por vos, dejar la farsa por amor a vos, no te cases amor, no lo hagas, nos condenarás a los tres, a Camila también, suéltala  __ suplicó mirándome.

… No puedo, no.

__El beso de Guillermo llegó cautivante, sin aviso, ardiente, poseso, exigente, quemando mi piel sedienta de él, y trazó los contornos, jugó con maestría con mis labios, esperándome, sabiéndome ansioso por rendirme, sobretodo por mi resistencia a hacerlo…


…No, Guillermo, no, suéltame, no me hagas esto, no por favor. __ Me aparté con la mirada colmada de dolor, de sombras,  de culpas, y Guillermo intentó calmar el temblor que observó en mis manos, pero mis ojos le suplicaron que no se acercara, necesitaba salir de allí.

Sé que te gusta el orden, dile a Beto que te traiga las cajas del estudio, puedes quedarte, perdón, necesito salir de acá. __ Intenté obsequiarle una sonrisa, pero las lágrimas pugnaban por surgir, como el deseo que acababa de  renacer, necesitaba huir, correr.

… ¿Qué pasa? __ preguntó en respuesta a mi silencio __. Lo sé, perdona, no debí hacerlo, no ahora, perdón.

..No. __ Me quité de encima la sensación en los labios, al tiempo que apartaba de mis pensamientos su imagen, sentí gotas de sudor frío recorriendo la espalda, como apartándome de la neblina de la melancolía, sin embargo odiaba que la mirada intrusa de Guillermo me siguiera recorriendo, barriendo de cabeza a pies, y más esa expresión oscura, de avaricia sexual, lo amé y lo odié, igual que a mi cuerpo traicionero que de forma tan instantánea respondía a esa mirada, siendo que apenas lo conocía, mientras un nudo de necesidad se había trenzado en mis vísceras ante la visión, el roce, el sabor de esos labios sexys, el rubor me ganó por dentro, el cosquilleo en el estómago al captar su aroma exquisito me invadía,  hasta que con esfuerzo al fin desenganché mi mirada de sus ojos, de sus labios, de las manos fuertes, grandes, poderosas que me hicieron sentirlo por entero, no supe cómo pero salí corriendo, chocando con Alberto llorando, mientras más alejado, como en un eco estaba su voz, sensual, profunda, embriagadora.
 Esa risa silenciosa que iluminaba sus ojos me persiguió mientras corrí, corrí desesperadamente, necesitaba correr más rápido que los recuerdos que acudieron raudos a mis retinas, a mi mente.

… Guillermo, ¿qué sucedió?__ Beto preguntó entrando en una exhalación.

… Perdón, no pensé que le hiciera tanto daño, síguelo, o dime dónde se oculta, si le sucede esto a menudo. Le dije que no se casara, me contó de Emanuel, de sus culpas, y, Beto ¿crees que fue el culpable de la muerte de tu madre?
… No. __ Negando con la cabeza, tomándose la frente __, no lo es, pero no sirve de nada que se lo repita mil veces, Guille, es él el que debe saberlo, y cree lo contrario, lo mismo que emperrarse en ese casamiento del 1800 con Camila, no la ama… __ Se detuvo ante la comprensión de que Guillermo lo sabía todo__. La piba es buena, la quiere, pero… lleva años intentando negar lo que es, lo que siente, tratando de convencerse de que aquello fue el error, que la verdad es lo actual, y no es así, Pedro es gay, no tiene nada de malo, lo malo es que no llegó a decírselo a la vieja, ella lo hubiese entendido.

  Síguelo, estaba mal, temo que haga una locura,  no debí... le desperté lo que lleva años intentando ocultar, no lo soportó, la culpa lo corroe, debí ser más cuidadoso.
… No te preocupes, huye al gimnasio o a la calle a correr cada vez que discutimos por esto, es de todos los días, más desde que fijó fecha de casamiento, ¿por qué lo afectó tanto que lo dijeras vos?
¿Cómo lo supiste? __ interrogó Beto leyendo la mirada casi imperturbable de Guillermo

… Porque  soy gay, Beto, Ana, la vida que llevo, es todo una  mentira, tengo, tuve decenas de amantes, nunca me enamoré, no lo esperaba, no creía en el amor, y por eso jamás le dije nada a mi hijo, a nadie, Ana y  el desgraciado de Miguel,  mi hermanastro lo saben,  y… ella  dice haber sido amiga de tu madre, yo la conocí también. No le creí demasiado, pero apenas saber de ustedes, dijo que ella había muerto porque Pedro es…, porque lo vio con un tipo, y él   me contó todo, está convencido de ser un asesino, como si ese beso con ese muchacho frente a Eloísa, hubiese sido el arma mortal con la que le disparó _ concluyó Guillermo  abatido.

… No te saqué, disculpa, a Pedro no se lo nota nada, son machos ustedes, me di cuenta que sintieron un vendaval de cosas cuando entré, lo mismo que terminaba de sucederme ante Gaby, sospeché por eso, soy intuitivo, tengo olfato, pero, no sabía de vos, sí vi que tu mujer es adicta, desagradable, que tu hijo te adora.
 No sé qué decirte de Pedro que no sepas, no será feliz con Camila ni con nadie, tampoco se había enamorado, Emanuel no fue un amor, fue… el tipo que le hizo saber lo que es, que viene negando desde la muerte de la vieja.

___
“No me invites a tus sueños, Guille, no acudas a los míos, te lo suplico, anoche aunque no lo recuerdo con exactitud, me sentí feliz, en mi sueño soy luz, tú eres luz, somos pura luz, y en esa luz  se siente a Dios, estamos a su lado, no  arrancan las palabras, no se forma la materia, es sólo luz.
Pero en la realidad todo es diferente, no me aprecies, no me estimes, yo no quiero ser tu amigo, y no puedo ser más. Sin embargo ese beso hizo renacer en mí la bestia que esta quiescente, dormida, el deseo brutal, impiadoso. No me abraces, no me beses, no me enamores más de ti, he ensayado tantas veces desde ayer lo que te iba a decir.
No me beses en la cara, con tus besos más forzados, no me acerques más tus labios, que me dejan desarmado. Que te  deseo...ya lo sabes, me delatan mis miradas, los latidos que me salen son  puñaladas mortales, que jamás sentí ni en el nacimiento de mis pulsiones.
No me hables más de amor, porque tú no sabes de eso, yo no quiero ser tu adiós, ni tampoco tu regreso. Déjame en la cesta de tus olvidos, pero no me vayas a ignorar, no me dejes  perdido. Si supieras que me muero, cada vez que  te vas, si supieras que me mata, el verte regresar.
El terremoto que me causó ayer tu mirada, trajo el personaje a mi mente, a la persona que más amé y que maté, no soy gay, no quiero amarte, estoy bien con Camila, tengo un futuro con ella. Mi madre fue  una mujer que se hizo sola, independiente pese a sus amores, franca, honesta, valiente, a la vez comprensiva, amorosa, y su final trágico lo desencadené yo.
Mi padre la adoró toda la vida, el de Alberto igual, pero no lo vi con él, en cambio, mientras  me entregué a ese beso, corrieron a la mente ellos.
Los recuerdos que creí sepultados bajo una fría losa, empezaron a desfilar ante mis ojos, estoy corriendo en la cinta, el ejercicio me ayudó siempre. Quemé la frustración y la culpa al llegar… en el elíptico, en la bicicleta, con las pesas, corriendo, me convertí en una masa sudorosa y sentí que me había relajado como para que la cordura regresara, como para que mi cerebro retomara el control, pero ahora de nuevo, siento que el gimnasio desapareció a mi alrededor:
·Mi madre estaba de pie en la cocina, lavando platos, no le gustaba el lavavajillas, mi padre apretándose contra su espalda en silencio, deslizando los brazos en torno a la cintura, atrayéndola hacia su cuerpo, mientras le susurraba alfo al oído·.

No me ames Guille,  me trago las dudas, que me mantienen despierto, entre intentar olvidarte, o morir en el intento. ¿Y qué culpa tengo yo si olvidarte se me olvida, para el resto de mi vida?
No quiero condenarte a que te canses de esperarme, asomado al balcón de mi fingida indiferencia, dejándote con la peor parte, o iguales. No hay nada más cruel que amar sin ser amado, no debo amarte, no me esperes en vano, te odiaré cada vez que te acerques, te amaré al no tenerte.
Fui la caricia que embriagaba a tu alma desnuda, te convertiste en centinela de mis sentimientos en horas, fui ayer el refugio que buscabas, no quiero que seas el mío, no aguardes mi presencia, supe recién que con prudencia y sigilo venías aguardando ya mis besos en el mapa de tu cuerpo.
Si continuara, si te amara, en un mes, olvidado del ayer a flor de piel, sería para ti la historia en el marcaje de tu vida, cronómetro de tu corazón en el frenesí de tu pasión desesperada, y en ese tiempo inaudito tus ansias brotarían envolviéndome en tu corcel de fuego. Sería agua bendita calmando tu sed, si me atraparas en tus redes de placer, de pecado, no podría ser secreto,  nos arrastraríamos en el torrente del deseo. En el mar de tu inconsciencia, en el vaivén de esas olas caprichosas. No me ames, te lo pido, no puedo amarte.

·El recuerdo saltó a mi padre, dando un portazo, furioso diciéndole a Eloísa que echara al tipo que la miraba con deseo, que la perseguía, acababa de darle una trompada, no supe quién era, pero mi mamá trataba de calmarlo, al parecer la bola fue creciendo, la historia era más larga, y al fin mi madre accedió en ubicarlo en el interior.
Los recuerdos son tan nítidos como si estuviera allí, con ellos. Podía ver el brillo dorado en los ojos de mamá, podía oler el aroma del perfume de mi padre, sentir sus brazos en torno de mí, la mano de mi madre peinándome el pelo alborotado, su voz cantándome en la noche para hacerme dormir·.

Se me cerró el pecho, tropecé en la cinta, el mundo que me rodeaba volvió a ser realidad, pero en pulsaciones de colores, de ruidos que no tenían sentido, sentí que me estaba muriendo, sensación inminente de muerte, llamando a mamá, “Eloísa, mami, me estoy muriendo, me estoy yendo contigo”. La sangre me latía en la cabeza, me dolían las sienes, las orejas, el pulso se había acelerado tanto que apenas era consciente de ello, como tampoco de las fuertes manos que me ayudaron a incorpórame”.


… Concéntrate en respirar __ me instruyó la voz profunda, detrás la tranquilizadora de mi hermano que llegó a mi oído.

“Obedecí la voz, nadé a través del pánico, recuperado el control de la respiración, del latido.
Mi visión al fin se aclaró, se alivió la compresión ciñendo la cabeza, se abrieron los bronquios, y mientras recuperé el aire, temblaba en el torrente de adrenalina del ataque de pánico, mientras los ojos oscuros que me estaban mirando, los de cielo de Beto denotaron angustia, preocupación. Supe que habían regresado, los malditos ataques que me acosaron por casi un año al sentir y revivir la mirada de horror de mi madre, congelándose en mi beso con Emanuel, cayendo inerte en mis brazos, pero con los ojos abiertos”.

…¿Pedro? __  dijo Guillermo.

… ¿Te encuentras mejor, hermano?
“Asentí, no supe por qué él estaba allí, Beto debió seguirme solo, no dejar que viniera Guille, con el bochorno inundándome al levantar la mirada para ver a la gente observándonos desde las máquinas. Me solté de la mano hechicera, un rayo fulminante me recorrió en las venas al simple tacto casi inconsciente de esa mano, una descarga eléctrica inusitada”.

… Lo siento.
Guille negó con la cabeza.
… No lo sientas, fue mi culpa, no debí ser tan atropellado,  me alegro solamente de haber evitado que cayeras de la cinta, igualmente _ mirando a Beto __ creo que golpeó con la rodilla.

Intenté doblarla, chillé de dolor, estaba agotado, ruborizándome por dentro di las gracias.
… Sé reconocer un ataque de pánico, los he padecido, Pedro  __ dijo  culposo __. Negué con la cabeza, desalojando a los recuerdos que su beso había traído, que lo habían causado.

… Ven, te ayudaré a ir a casa, será mejor que te acuestes un rato __ dijo Alberto paseando la mirada entre mi rostro y el de Guillermo __. Luego iré a casa de Guille, traeré las cajas, lo ayudaré a acomodarse en el loft.

… Estoy bien, no te preocupes. __ Me incorporé.

“Llegué a la casa, mientras Alberto ayudaba a Guillermo, necesitaba seguir en movimiento, estaba aterrorizado por el ataque,  hacía años que no tenía uno así, desde que estaba Camila a mi lado.
 Deseaba escribir la historia de mis padres, alguna vez un terapeuta me había dicho que sería una manera de sanar, lo dejé, y vi que sería imposible, recordar a mi madre,  aunque intentara disimular lo sucedido, sería regresar a aquello.
Me puse a ordenar la vajilla, Beto había dejado todo en la mesa desde el desayuno, pero mi mente estaba intentando despegar del ataque de pánico, y supe que no fue que intentara escribir sobre ellos la causa, sino las señales de lo que Guillermo me provocaba, su beso letal.
Los labios sensuales curvados en la sonrisa, me erizaban el vello, la risa sonora no había dejado de resonar en la cabeza, en los oídos desde el día anterior. No   podía pensar en otra cosa que no fuera en él sin camisa, envolviéndolo o al revés. Sólo porque hubiera encerrado esa pulsión por años, descartado todo encuentro con hombres amparándome en ser fiel a Camila, no había dejado de lado mi ser, mi esencia, mi fogosidad.
Al comienzo de mi vida heterosexual, se me había pasado por la mente, tener citas de una  noche, descargar lo que era, creo como lo hace Guillermo, pero un pude, recordé cómo se sentía al despertarse en una cama desconocida, con un tipo anónimo, sin saber qué había ocurrido, con la resaca de alcohol y sexo, y esa opción se evaporó a instantes de nacer, llevaba años siendo fiel a Camila.
Sólo... simplemente no podía comprender cómo Beto podía tener razón, o cómo al menos podía sentirme atraído por alguien que acababa de conocer.

Recién entonces recordé la confesión de Guillermo, era gay, Ana una farsa, su hijo desconocía su sexualidad, su intimidad era su derecho, nadie lo sabía gay, Gaby  de hecho le negó a Beto que tuviera amantes pese a no tocar a Ana, empezaba a entender la adicción de ella, que quizá lo engañara con el hermano, no por qué no lo dejaba, quizá por el dinero.
Pensé si sería capaz de llevar tantos años una faceta semejante oculta, y llanamente creía que no, que casado con Camila, no podría andar de cama en cama, pero enamorado de uno, ¿sólo de uno?

No. Guillermo llevaba años de ser infiel, hoy sería la novedad, el único, pero mañana me volvería loco de celos al compartirlo con sus otros amantes  de años quizá, sin embargo su mirada me convertía en un ave, un  mar, una estrella de su firmamento, lo inspiraba, me deseaba, él me significaba, yo inspiraba sus fantasías o la realidad de ese beso, y quizá una milésima de segundo perdido en esa intrigante endiablada mirada, sería suficiente para desafiar al universo, cayendo preso de sus atavismos, aniquilando mi secreto en horas, borrando de mi mente los recuerdos donde alguna vez, por error fui de otro.

Un portazo me sacó de esos pensamientos, empecé a preparar café para Beto y para mí, la cefalea no remitía, sin embargo de un manotazo,  apagó la cafetera”.

… Lo necesito, sé que me aumenta la ansiedad, pero alivia la cefalea __ dije sabiendo que esa mirada no ayudaría a que me aliviara el dolor __. ¿Terminaron?

…Si lo que quieres saber es si Guillermo se fue a su casa, la respuesta es no, es más, creo que hasta que no te vea, calmo y sano se quedará a vivir acá. __ Alberto dejó un paquete en la mesa, el olor a comida comprada, desencadenó protestas en mi estómago, no deseaba almorzar, pero él comía mucho.

…¿Estás mejor?
… No Beto, no estoy mejor, he ido al gimnasio escapando de lo que sentí, de tus malditas señales, o ni siquiera, porque yo amo a Camila, esto debe ser lo mismo que con Emanuel, físico, pulsional, instintivo, no sé qué, y regresaron con furia los ataques de pánico, me sostuvo él, hice un papelón frente a todo el personal, todo porque Guillermo es gay, y se empeña en entrar en mis fantasías sexuales de antaño.
 ¿Cómo mierda me encontró?
… Salió corriendo detrás de ti, cuando le dije que el gimnasio estaba en el subsuelo, casi lloraba el tipo, no es instinto, ni fantasía, Pedro, termina con mentirte, conmigo, no.
…Mírame bien. Deja de mirarme superficialmente, abre bien los ojos y también tu mente, éste no soy yo. Tranquilo, concéntrate, mira más profundo.
 Mira mi interior como sabes verlo, como cuando  piensas:
Te quiero. Encontrarás  al otro, la esencia que soy, porque ante tus ojos yo soy transparente, así no me observa el resto del mundo, la verdad andante que viaja en mi cuerpo, bendita energía que a veces estalla y que cuando duermo, despierta y se marcha a flotar la nada, recorre ciudades, caminos, la mar.
Sale de esta Tierra y pulula incierta, sobre las estrellas, cuásares, cometas.
En ese momento soy el original, soy el cosmos mismo y soy libertad. Y sí, me dejé llevar por lo que soy, Guillermo me besó, respondí, me rendí, su luz me complementó, me conformó, sentí que en el beso me habitaba, que pasó a ser mi sangre, que éramos un ser, y temo que cuando lo encuentre en la inmensidad, sólo sepa fundirme en sus abrazos, inconmensurable, inefablemente, tiene una energía sublime que trastoca, esa bonhomía que transporta amor.

Y cuando regreso a ese cuerpo inerte, vuelvo a darle vida, emoción y son,
pero diferentes, porque lo he tocado y me ha empapado de dicha. Lo voy a anhelar día y noche, a necesitar, a extrañar, él también mi miró como tú, me vio como soy, despierto, dormido, el antes que yo supo lo que soy, aun sabiendo que me casaré, acababa de llamarme Camila, esta noche es la cena en lo de Orestes, no le importó, como no ve a su mujer.

Sólo tú comprendes, él también entre mis pupilas vio mi devoción, la de pertenecernos en esa frecuencia, donde somos uno y somos iguales.
Somos el reflejo de un ancestro ayer, de bello presente y un mejor futuro juntos quizá para siempre, ecos del amor. Y anoche lo soñé, me soñé en uno, éramos luz, y estábamos con Dios, desalojando palabras, materia, género, similitudes, razas, en un sitio atemporal sin espacio.

…¿Entonces?
… Entonces, que al momento de sentir su ser, como idéntico al mío, al desearlo en el beso con desenfreno, con la misma fuerza, me invadieron las imágenes, de mamá, de papá, pero luego fue la mirada inerte acusatoria de mamá, antes del puto instante en que se iniciara el ataque en que el gimnasio desapareció, la mirada de Eloísa se presentó,  ella vio que besé a Guille, como me vio besar a Emanuel.
 ¿Entiendes que debo evitar esto?
… No, Pedro, no. No vas a poder, no es racional, no…_Las palabras se encallaron, supe que debía ir al loft, verlo, hablar con él, enfrentarlo, aunque sólo sus besos y el néctar que probé en sus labios fueran mi necesidad, sentir de nuevo sus labios resbalando sobre los míos, pegándome en el abrazo hasta sentir los corazones acelerarse, hasta que  su calor llegara a derretir mis defensas, su fuerza a envolverme. Hasta que despertara la pasión dormida por años que entre besos, caricias, miradas, sonrisas, roces, estallara haciéndonos llegar a ese sitio que soñé, el cielo, el infierno.

Todo lo que quiero es un beso suyo bajo la lluvia,  que nos moje hasta lo más profundo, que el amor recorra todo nuestro cuerpo, como gotas de agua que fluya desde adentro, eso quisiera, Beto, que me siguiera besando bebiendo mi aliento, yo robándole el suyo, saciarme en sus besos, ¿eso quieres oír?

¿Y después, qué?
 La culpa corroyendo desde adentro, la farsa de la doble vida, porque te recuerdo que aunque no me case como los dos gritan a coro, él lo está, tiene además decenas de amantes seguramente, espera a su primer nieto y su hijo desconoce su condición, por qué la madre es adicta. ¿Eso quieres para mí? __ espeté a mi hermano supe que con ira, que iba dirigida a mí, no a él.

… No importa lo que yo quiera, Pedro, importa lo que quieras tú, y no es Camila tu verdad, ni esa mierda de cena de jueces de esta noche, ni ese tipo de caretas actuales. Quizá sea tiempo de aceptar lo que eres, lo que sientes, y de no abandonar la terapia, para que los ataques no te tumben, para que la mirada de mamá se desvanezca, la vieja no  murió por lo que vio, es más, una madre, sabe si tiene un hijo gay.
…¿Qué? ¿Estás insinuando que mamá lo sabía, lo intuía? __ grité, pegué un  puñete en la mesa, dolió pero Beto  me negaba la mirada.

… Creo que sí, para el tiempo en que se fue, yo llevaba toda la vida con Pao, y detrás con decenas, a ti nunca te vio con ninguna, Pedro, si hablaba con Moravia delante de nosotros de Camila, era para tentarte, para tantearte __ dijo seguro __. Crees que estuviste solo casi toda la vida porque no existía la mujer adecuada para ti, apareció Emanuel y sin ser el amor, te voló los sentidos, Pedro, eso mamá lo vio, antes del beso. Te lo sello.

“Caminé hacia el edificio aturdido, no, mamá no pudo saberlo, menos  fingir, no”.

… Hola, Guille, parece que necesitas ayuda. __ Entré y supe que estaba sonriendo como un tonto, estaba abriendo cajas, intentando armar una biblioteca, un archivo.

… Estoy bien, gracias. ¿Vos estás mejor? __ Siguió viajando la mirada inconfundible que me dedicaba cada vez, mientras luchaba con maderas, con hierros, y el extraño silencio, me aceleró el corazón __. Beto se ha portado divinamente, entiendo por qué se llevan tan bien.
¿Almorzaste?

… No, mi amor, hola. __ Una rubia despampanante, vestida con un juvenil vestido blanco, sandalias doradas, y una sonrisa encantadora, se apropió de los labios, de todo el hombre que una hora atrás había estado en mis brazos.
… ¿Tú eres?
… Guillermo, Guillermo Graziani, encantado, seguramente sos Camila, Camila Moravia, te he visto alguna vez en tribunales con tu padre.
… Claro, a ti te mudaron ayer, pero amor, no entiendo qué hace en nuestro loft. __ Camila me miró con recelo, supe que estaba evaluando qué relación me había unido tan rápidamente con Pedro, no podía negar el gusto de él, era despampanante, desafiante, arrogante.

… Perdón, creí que el loft era de Pedro, les pagaré, Camila, pasa que provisoriamente no cuento con mi estudio.
… El edificio no es de Camila, Guillermo, ni este loft es de ella,  no tienes nada que explicar, vamos a la casa Camila, no almorcé aún. __ Era impresionante el efecto de esa voz de barítono, grave, se colaba a antojo hasta los sitios más recónditos de mi ser, me derretía en fuego las entrañas.

… Perdón, no te ofendas, lo dije  porque estamos por casarnos, lo tuyo es mío, por eso, está todo bien Guillermo, no me expliques nada.
“Moví imperceptiblemente la cabeza, sé que Guillermo entendió la promesa sin palabras, le susurré “luego”, salí llevándome a Camila, que torpemente se despidió”.


“Te amo, Pedro. Como si el mundo necesitara que  te amara para seguir siendo el mismo. Como si fuera necesario para la vida, para los besos, para el amor expresado, para los que viven en el planeta, para los que sueñan. Como  si  la vida, los besos, el amor, los que sueñan,  dependieran de lo que siento para seguir siendo.
Te amo como si los pájaros, la brisa, la tierra, las flores, las piedras, el aire me lo pidiesen para no dejar de ser ellos mismos.
Me lo pide el alma, el cuerpo, las noches, el día.
Te amo porque me  piden que te ame, mis labios y mi corazón, solos, en el silencio. Y te amo como si aprobara nuestro amor tanta gente, que desean separarnos. Te amo porque me lo piden el mundo y la vida misma, como saltan las espumas de las olas contra las piedras, acribillando el silencio y coronando el aire. Como si fuera necesario.
Y sin embargo, al parecer, las señales, el Amor te hacen daño, mi beso te llevó al pánico, sientes que vuelves a asesinar a tu madre, paradojalmente mi amor te hace sentir de nuevo  un asesino,  implica que revivas aquello hoy, que sientas, no sólo que mataste a Eloísa, sino que vuelves a hacerlo hoy, si hicieras caso a… las señales de amor.

Vas a regresar, sé que me dijiste sin sonidos que  te espere, tienes la cena en casa de tu suegro, pero sé que vas a cumplir la promesa. No escaparé a lo que siento, yo en todo caso, si esto es pecado, hace mucho que soy un asesino, y no me siento culpable, ni por Ana, ni por Fabián, ni ante Dios.



CONTINUARÁ.


HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

24 comentarios:

  1. Rubén wowowowwwww prometo solemnemente que cuando se me pase el sueño voy a contetar como se debe

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  2. Jose Alejandro Jacuinde Gracias ! .mi inseparable amiga Eve Monica Marzetti ! ........

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  3. Florencia Yamila P . Que triste y hermoso, gracias.

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    1. Gracias grupo, mientras despiertan yo voy a dormir, creo que dos días, si no me ven es por ello, besos.

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  5. Extraordinario capitulo, ninguno puede evadir estas señales, que causaron un cambio en la vida de ambos,provocando tantos sentimientos,y a la vez la posibilidad de atreverse a vivir el amor sublime,pero a la vez deben comprender y superar una parte de su pasado,me encantó genia,gracias por tanto,escribis brillante,SOS la mejor te quiero mucho :) !!!

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    1. Las señales fueron instantáneas, los dos estám atados, uno realmente, el otro por la culpa, mucho pasado por resolver para vivir el presente, gracias y mi amor.

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  6. Es bellísimo Eve, siempre las historias de amor de Guille y Pedro son hermosas...Hay entre ellos una comunicación tan increíble que sólo con mirarse se comprenden, y ese Amor no sólo no se puede ocultar sino que tampoco ellos pueden evitar sentirlo...Y bueno, veremos qué les espera en este camino hacia la dicha total...

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    1. Esta es la más clara, con las señales iniciales, otras aparecen en el camino y seguirán, pero... el pasado los condena, quizá el futuro segín las elecciones, gracias y mi amor.

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  7. Mirta Veron Felizzzzz 2017 con mucha Paz y Amor Eve bendiciones, bellísimo, gracias.

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  9. Sol Urvino El pasado sentimental a veces nos bloquea, y nos enreda en nuestra propia telaraña. Como decia Hector Alterio, en ADIOS ROBERTO...La Historia de Uno, es tambien la La Histeria de Uno... Gracias, EVE.

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  10. Guau que capítulo sentimientos encontrados y cosas que vuelven a despertar que duelen pero se que él amor los va a sanar.

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