ATRAPADOS. CAPÍTULO TERCERO.

ATRAPADOS.





CAPÍTULO TERCERO.









El Dorado, Misiones, martes 27 de octubre de 2015.







“…Guillermo Graziani, perdón por lo que haré, pero estoy atrapado tanto como tú. Sólo espero que Matías pueda liberarte de ese loco.



No entiendo cómo terminé así. Siento que mi vida comenzó a desmoronarse hace un mes, que esta noche dejará una marca eterna, y no entiendo el significado de nada de lo que está sucediendo.”









___ Pedro tomó el maletín, y con las piernas trémulas que apenas respondían, se acercó a la entrada del Hostal, donde apenas asomarse estaba esperándolo Jorge.











… Dr. ¡qué suerte que vino!

… ¿Adónde están y qué les diste?

.. ¿Cómo?

… Sácate la careta, Jorge. Lo sé todo. Tu jefe tuvo la amabilidad de amenazar a mi familia si no llevo a su hermano al hospital.

.. ¡No! Dr., disculpe, nunca quise perjudicarlo. Don Miguel, es bueno conmigo. A veces me trae gente, se reúnen acá a cambio de unos pesitos.

… Y a veces te hace drogar a otra gente para secuestrarlas y seguramente te da mucho más.

… No Dr., es la primera vez, pensé que era una broma para los recién casados, me dijo que los conocía, pero nunca quise hacerles daño, menos a usted. Sabe cómo lo apreciamos, y a la Sra. Camila.

… La Dra. Camila, que atendió a todos los niños del pueblo, ahora está en manos de ese loco, y mi hijito también.



¿Qué les pusiste en el vino?

… No lo sé. El Sr. me dio un frasco y la medida, no sé qué tenía.

… No puedo demorar o puede hacerle daño a mi gente, necesito escribir algo, y si es verdad lo que dices, si me pasara algo, si no me vieras en los próximos días, júrame que enviarás esto a Bs. As., a esta dirección. ¿Alguien está vigilándonos acá?

… No, adentro no.

.. Bien.



También evitarás que Nélida vaya estos días al hospital, y si yo no estuviera, lo cerrarás y dejarás un cartel que diga que regresaré pronto, que se dirijan a ti, que los llevarás en la ambulancia al Hospital Regional. ¿Entendido?

.. Sí, obvio, ayudaré hasta que regrese.

… Te pagaré bien, y no tendrás que hacer daño para ello.

… Perdón.











___ Pedro sacó un recetario, y apenas escribió:







“Estimado Orestes, no puedo explicarte lo sucedido ahora, estamos en peligro de manera insólita. Un amigo que conoces, Matías Olazábal,…, hará si Dios quiere que Camila y el nene lleguen a ti.

Tienes que salvar a tu hija si yo no regresara. Tiene cáncer avanzado de endometrio y se niega a tratarse. Sé que a tu lado la puedes convencer. Sálvala y cuida de José.

Los amo pero quedé atrapado en una trampa del destino de la cual no sé si podré escapar.

Con respeto.

Pedro.”









.. Si en una semana no tuvieras noticias de mí, o si abiertamente supieras que me sucedió algo malo, envía este sobre a esta dirección. Esto salvará a Camila y a mi hijo con ayuda de Dios.

… Lo haré, se lo juro Dr.

… Llévame con ellos, que mientras más demore peor será, y aléjate de ese tipo, Jorge por Dios. Terminarás muerto.

… Dr. Pedro, hay lugares de los cuales una vez que se entra o no se sale y se sale muerto, más en este sitio.

.. Vamos.









___ Pedro comenzó a caminar el pasillo que iba a las habitaciones, y sin motivo,…, el pecho pareció achicarse, comprimiendo los pulmones que no aceptaron el aire que pugnaba a cada instante por atrapar. Temblaba de una manera difícil de disimular al tiempo que el rocío perló la frente.











… ¿Golpeamos o entramos?

…. Pueden haber despertado, no tienes derecho a entrar. ¿Cómo los trajiste hasta acá si dices que estaban en la entrada?









___ Jorge agachó la cabeza y apenas pudo esbozar los sonidos.





… Ellos, los hombres del jefe que siempre están afuera me ayudaron, se llevaron los celulares. Lo siento Dr., no pude hacer nada.

… ¿La ropa y los documentos?

.. La que llevaban puesta se la repartieron con lo que hubiera dentro. No sé si tenían encima los documentos.

.. ¡Dios! Vete.

… ¿Cómo?

.. Que me dejes a solas. Si están inconcientes y necesito ayuda para llevarlos a la ambulancia te llamaré. Para revisarlos déjame solo. No puedo decirles nada, no temas, no pondría en riesgo la vida de Camila y de mi hijo.









__ Jorge se retiró a desgano y Pedro sintió que estaba anclado bajo el suelo, paralizado de súbito como si su sistema nervioso lo hubiese abandonado, hasta para apenas mover una mano y tocar esa puerta, con los sentidos embotados, sin explicación lógica para nada de lo que sentía.



Con la mano sintiéndola como de plomo y una inquietud creciendo desde las vísceras dominándolo por entero,…, al fin golpeó.









.. Debe ser ese traidor del dueño de esto, pero tenemos que disimular. Ponte la bata, yo abriré.

… Guille, ¿y si le pegamos con algo y escapamos hacia la ruta?

… Estás loco. Esto no lo hizo solo si fue él, no llegaríamos ni a la puerta, le seguiremos el juego, hasta hacerlo confesar.



¿Te sientes mejor?

.. Mareado, pero sí.

… Quédate en el baño, por si me atacaran, podrías salir desde atrás.









___ Guillermo sintió un extraño cosquilleo en cada milímetro de la piel, los sentidos se saturaron de un aroma indefinido que se coló desde algún lugar…. embriagándolo por entero más que el vino con la droga de la noche anterior, y un escalofrío lo recorrió en la médula al tiempo que se estremeció de cabeza a pies.







“… ¿Y ahora qué mierda me pasa? ¿Qué es esto que estoy sintiendo?



Tengo la impresión de que no me saldrá palabra alguna, tengo la garganta como si una mano poderosa la oprimiera, pero a la vez un súbito irrefrenable deseo de ver quién está tras esa puerta.”





.. ¿Quién es?











___ Pedro escuchó la grave voz ronca, apenas disimulada por la madera de la puerta, y se tambaleó sobre sus pies, tomándose de la pared al sentir que el equilibrio escapó de su ser, el aire definitivamente se fugó y el corazón enloqueció dentro del pecho, obligándolo a evitar su escape comprimiéndose con las manos.



No supo cuánto tiempo tardó en poder en un hilo de voz contestar, con la certeza de que era él, de que esa voz pertenecía a Guillermo.







… Mi nombre... es Pedro. Pedro Beggio…. Dr. Graziani. Soy el médico del pueblo.



Abra por favor.









___ Guillermo quedó sin aliento, con un vacío sin fondo en el sitio en que antes supuestamente estaba la mente alojada en el cerebro, con todos los sentidos saturados en la dulzura de la voz que llegó por los oídos colándose a la esencia de su humanidad, y supo que el olfato lo había captado antes también. Sólo restaba observar el rostro…. del ángel o dios que no tuvo dudas esperaba tras la puerta.



Supo sin más que habría un antes y un después al momento de que la misma al fin los dejara frente a frente, y musitando el nombre que acababa de escuchar, tomó trémulo el picaporte.



No supo si sería capaz de emitir sonido alguno, ni siquiera si podría sostenerse, cuando una súbita debilidad dominó las piernas que como el resto del cuerpo amenazaron con dejar de sostenerlo, sin que esta vez hubiera droga o vino de por medio.







___La puerta se entreabrió, y el mundo desapareció.



La tierra dejó de girar alrededor del sol, el tiempo se detuvo, los sonidos y lo racional conocido se dieron en fuga, las imágenes se difuminaron en el choque de miradas, en el cual se perdieron sin remedio los dos, viéndose uno en el espejo del otro, brillando como estrellas en una galaxia infinita, sin posibilidad de hilvanar sonido alguno conocido.



La ingravidez del cuerpo los dominó, la fuerza que los impelía no iba hacia la tierra sino cual imán hacia el otro, aunque permanecieron paralizados en el lugar sin respuesta, tan sólo fundidos en la mirada, sin conciencia de nada más, excepto de las descargas eléctricas, fuegos artificiales, dinamita y más,… que amenazaron con electrocutarlos, con destrozarlos en el estallido, en la explosión,…, si hubiese el mínimo acercamiento,…, más allá del espacio que quedaba entre los dos.



En espejo se tomaron el pecho tratando de evitar el galope del corazón que seguramente se oiría a distancia, al tiempo que perdían todo aplomo y aliento en la mirada, aspirando y embebiéndose del otro, sumidos en una súbita debilidad, sintiendo que la conciencia se fugaría de súbito en la conmoción del encuentro, junto a todo lo demás.



La súbita sensación del inicio se transmutó en otra que llegaba desde un sitio más remoto de a poco, lánguida, dando paso a una extraña plenitud y paz que los envolvió en el mismo campo, en un instante en cámara lenta eterno, robado a la más inmensa eternidad si existía.



Los dos intentaron mover los labios para murmurar el nombre que no se emitió y que embargó cada recoveco de la mente del otro, como todo el ser, los sentidos existentes y más, en ese mundo de dos, donde todo lo demás desapareció.





En un momento Pedro esbozó una sonrisa, Guillermo vio los pocitos en las mejillas del rostro perfecto y creyó, deseó morir en y con esa visión,…, porque no necesitaba ver nada más que esos carnosos provocadores labios dibujando la luminosa sonrisa con hoyuelos.



Pedro dejó vagar la mirada al anguloso rostro, de labios finos, pero los magnéticos ojos negros con la mirada que lo había apuñalado lo volvieron a atrapar.

Se dejó impregnar y embeber en ella impresionado a su pesar, y sin ser capaz de emitir sonidos pues no había orden mental para nada más que no fuera esa mirada, se forzó en regalar una sonrisa tensa que para Guillermo resultó más letal que el veneno más potente y supo en ese instante que no podría escapar de ese hombre que el destino le había puesto en frente, en un lugar perdido del mundo al que nunca pensó llegar…. jamás.



El minucioso escrutinio mutuo aceleró más el ritmo de los corazones, mientras sin disimulo se recorrieron de Norte a Sur, de Este a Oeste, sabiendo lo que estaban contemplando y la parálisis fue tal…. que olvidaron respirar.









“…!Dios! ¿Qué es esto? Tengo que despertar, que cumplir con lo que debo hacer.



¿Qué me sucede? Siento que no podré dar un paso mientras esa mirada me retenga en el campo de esos ojos negros.”









“… No puedes existir, no ahora ni acá. No sos real. Sigo bajo los efectos de esa mierda que tomé, pero bendita sea, si hace alucinar con ángeles, con el hombre más bello del mundo tocando a mi puerta.



Me robaste el corazón, el aire, y el alma en esa mirada, en esos ojos, en esos hoyuelos apenas esbozas esa sonrisa letal.



Te pertenezco sin saber nada más. Nunca regresaré de esta visión, porque te grabaste a fuego, te tatuaste en cada poro de mis ser, estás en mí, sos mío Pedro Beggio.”











___El mundo detenido para los dos, seguía su curso en y para los demás, y Juan preocupado ante el sepulcral silencio salió, pero ellos no lo registraron, su presencia no rompió el hechizo de las miradas entrelazadas, y al verlos entonces decidió romper el encantamiento que vislumbró.





… ¿Sucede algo mi amor?







__Pese a las palabras el hechizo continuó unos instantes más, y debieron sacudir la cabeza intentando regresar a una realidad empeñada en cachetearlos a los dos.







… Guille, ¿quién es el Sr.?

.. Perdón, Dr., él es Juan Arismendi, el Dr. Beggio es el médico del pueblo.

… Encantado de conocerlo.___ Pedro desvió la mirada del rostro de Juan buscando encontrar nuevamente la otra, que a pesar de las circunstancias, le infundía una paz que jamás había conocido antes.



Y en un esfuerzo que se le antojó sobrehumano, se obligó a hablar, con aparente normalidad, luego de aspirar una bocanada de aire, al tiempo que Guillermo hizo lo opuesto, suspirando para exhalar lo que estuviera conteniendo desde verlo.





… Me llamó Jorge, me contó lo que les sucedió. Pensé que los encontraría inconcientes todavía, vine con la ambulancia, pero mejor que despertaron.



“¿Por qué tengo que hacer esto? ¿Cómo podría evitar lo que está por suceder? ¿Qué más que rezar y esperar que Matías lo salve puedo hacer?”



… Pedro, ¿te pasa algo? Perdón, ¿te molesta el tuteo? Sos muy joven y no da para tratarte de usted.

.. No. Para nada, no. Estoy bien, cansado solamente. Estoy solo en este lugar.

Tengo 35 años, no soy tan joven, tengo un hijo de tres años.











___Cuando Guillermo en la mente que apenas acababa de regresar, procesó la información, el mundo se desmembró a su alrededor.









“….Estúpido. Sos un pelotudo, creíste que vendría a tu puerta un hombre así y que sería gay, soltero, y para vos. ¡Pelotudo! Tiene un hijo y una mujer.”



.. ¿Sos casado? Digo, este lugar no parece muy apropiado para vivir en familia.

… Sí, mi esposa es médica como yo, por eso lo soportó.

… ¿En… pasado?











___ Juan los miraba atónito y confundido.









.. Lo soporta, pasa que está… enferma. Muy enferma, y deseo que vaya a Bs. As.

… Lo siento.





“…! Mentiroso y pelotudo! Te importa un carajo lo que le pase a esa mujer, lo único que deseas es que desaparezca de su vida. Pero ¿qué mierda estoy pensando? Pobre chica.”



Sin embargo Pedro no parecía asustado por el impacto inicial, tampoco parecía desear ahuyentarlo.







... ¿Hace mucho que ejerces acá?

… Cinco años, sí, pasé por el interzonal, el hospital regional del departamento, allí conocí a Camila, luego vinimos acá, a construir un micro-hospital de atención primaria. Acá las necesidades son muchísimas. Ella es pediatra y yo clínico- cirujano. Pero de hecho traje al mundo a mi hijo, nunca enviaron a los especialistas que prometieron.



Bueno, el caso es que Jorge algo me contó, pero necesito escuchar lo que recuerden de ustedes, si me muestran los documentos para ver los datos.___Pedro mintió en un intento de saber si los tendrían para huir.



Los revisaría en el hospital.

…. No es necesario, estamos más o menos bien luego de un rato bajo el agua helada, claro.

.. Necesito... hacer análisis. ___Deseando morir antes que llevarlos.



Para tratar de detectar lo que consumieron, saber si fue una intoxicación, alguna picadura, hay especies acá que pueden tener venenos tipo alucinógenos.

.. Fue algo que tenía el vino, Pedro. Soy buen catador y le dije a Juan que tenía gusto raro.



Además viajamos en un vehículo prácticamente nuevo y se detuvo de una manera extraña.



¿Es confiable el dueño de este lugar?



… Sí. Es buena gente, Dr.

… Dime Guillermo o no podré decirte Pedro.

… Está bien, perdón. Decía que lo conozco como a todos desde que llegué, todos son mis pacientes en definitiva, pero igualmente las carencias acá son absolutas, y nunca se sabe lo que se puede llegar a hacer.



… ¿Qué quieres decir?

… El ser humano es una rareza en su naturaleza, piensen en gente con hambre, en un sitio precario, donde los niños trabajan con pesticidas, o mueren en la selva, desnutridos, deshidratados, hogares donde hay diez chicos porque culturalmente no aceptan la anticoncepción, mezcla de idiomas y de gente que va y viene por la frontera. Es un panorama que desde Bs. As. no se imagina siquiera, y así es esto.









___ Guillermo lo miraba alucinado, embobado en la belleza, pero con profunda admiración por lo que eligió ser y hacer y el dónde.









… Dr. Beggio, es trágico lo que cuenta, pero creo entender que piensa que en ese contexto, estando en una zona liberada para todo, puede cualquiera venderse al mejor postor, por tanto que el posadero pudo ser comprado para retenernos, ¿verdad?

…!Juan!___ Guillermo le lanzó una mirada asesina, aunque su razón Graziani le dijo que Juan estaba en lo cierto, y que Pedro estaba queriendo decir eso.

… Estaba intentando explicarles que acá nos conocemos todos, pero no sabemos los límites de cada uno, en este contexto de necesidades. Nada es comparable a otros sitios, ni siquiera a Iguazú que está a pocos kilómetros, que económicamente por el turismo funciona distinto.___ Con voz titubeante.



¿Me contarían lo que les pasó, por favor?











___ Las miradas se separaron más para disimular ante Juan que por decisión, pero al acomodarse para hablar, sin permiso los dedos se rozaron brevemente y una descarga eléctrica tal cual los dos habían imaginado descendió por la columna erizándolos, y sintieron un remalazo de placer golpeando implacable, oleadas de calor escaldando los cuerpos, y los ojos refulgieron al tiempo que se obligaron a disimular y apartarse.



___ Guillermo irremediablemente quedó prendado del rostro de Pedro, las palabras se negaban a ser emitidas, y fue Juan el que relató los hechos de la noche y el despertar.



Pedro escuchaba de a ratos, sabía lo sucedido al detalle en realidad, y su mente se fugaba hacia el rostro que lo escudriñaba sin permiso, y sin pausa desde llegar.



Cuando Juan se detuvo se produjo un incómodo silencio, los dos sintieron que se estaban acariciando con la mirada, deslizándola por la totalidad del otro…. escaldando como la luz solar a mediodía en el trópico, y Guillermo de pronto creyó ver sombras de sufrimiento en los bellos ojos marrones que se apresuraron a apartarse y continuar un trato formal con Juan.









.. ¿Qué haces en un lugar así cuando no trabajas, Pedro?

.. Me temo que siempre estoy trabajando, ojalá tuviera más tiempo libre para jugar con mi niño.



Ustedes son abogados, ¿verdad?

… Penalista yo, civil laboralista Juan, sí. Tenemos el estudio en provincia, con otros socios. Si necesitaras abogado algún día, te dejaremos la dirección.









__ Pedro sonrió, Guillermo suspiró, pero los pensamientos echaron a volar en los dos, como si acabaran de concertar una cita, pero Guillermo al pensar en la esposa enferma, lo miró como buscando un misterio que tuviera que desentrañar.









___ Pedro intentó averiguar sobre ellos, pero luego recordó que Matías sabía todo, sabría a quién pedir ayuda llegado el caso, y mucho mejor que él.



Supo además que los ojos negros eran tan bellos como misteriosos, y que ambos guardaban más secretos de lo que decían.



No escapó a su entendimiento que Guillermo no presentó a Juan como su esposo, tampoco había nombrado a su hijo, menos al delincuente del hermano.









… En efecto, no están los celulares. Estamos sin vehículo y al parecer incomunicados, Dr.



__ No pudo decirles que tenía un celular de Matías, que el suyo se lo habían quitado también, y con una punzada lacerante en el pecho, con el ácido bullendo en la sangre cual sustancia corrosiva, se obligó a mentir de nuevo con todo el dolor que jamás sintiera, ni siquiera ante el implacable diagnóstico de Camila, y en esa comprensión,…, una alarma interna se activó de súbito.



Una comprensión inesperada lo invadió, Guillermo Graziani había llegado a importarle más que su propia mujer, más que su vida creyó vislumbrar.









… Creo que en el apuro salí sin el mío, pero podrán llamar desde abajo o desde el hospital. Mejor los dejo solos así se visten.

… Tampoco está la ropa que llevábamos más temprano ni los relojes. ¿Qué hora es?

… Las dos de la madrugada. A eso me refería con lo de carencias, Dr. Arismendi.



Si esto sucedió fuera del Hostal, probablemente el primero que pasó se llevara todo.

.. Pedro, ¿conoces algún mecánico para que podamos salir de acá en la mañana?

.. No hay acá, pero si gente que los ayudará, no lo dudes,…, Guillermo.



Si Dios quiere,… llegarán a Iguazú. ___La caricia de la mirada fue dulce y notoria para Guillermo, la cadencia de la voz conteniendo un mensaje también, y Pedro como pudo se incorporó y fue a la puerta, para apoyarse contra ella y no caer, cuando Guillermo la cerró.







___Apoyado allí, de pronto las rodillas se flexionaron y se ovilló en el piso llorando en forma abierta con la cabeza entre las piernas, sin entender nada de nada de lo que acababa de suceder, mucho menos esto que todo lo anterior.



Ese hombre había desalojado de su cuerpo, de su alma y de su mente al mundo que hasta horas antes lo rodeara, se sintió de pronto unido a él por lazos eternos invisibles que nunca imaginó, y supo que jamás esa mirada se apartaría de su ser, que esos ojos lo habían visto todo en él, más allá de su propio entendimiento y saber.











___ Mientras Jorge acompañaba a Pedro a la habitación de la pareja, Matías se escabulló a la propia y espió por la ventana todo el tiempo, sabiendo que cuando la ambulancia partiera, tendría que ir detrás.





Había hecho una locura, pero útil quizá al fin. Al saber del casamiento, empecinado con quedarse junto a Guillermo, no entendiendo que lo eligiera a Juan, al saber que iban por tierra a Cataratas, tomó para adelantarse el primer vuelo a Posadas, allí encontró a un grupo de amigos, que le dijeron que por tierra se acostumbraba a hacer noche en el Dorado o cerca, ellos venían de regreso, y se coló. Así vio la camioneta de Juan, y sin que ellos lo supieran, con la complicidad de Jorge que no dijo que estaba, se hospedó allí, sin tener ningún plan armado, pero ahora se daba cuenta que algo o el destino lo había armado por él.









___ En casa de Pedro , Camila oyó que la puerta se abrió, estaba a oscuras para evitar los estímulos que aumentaran el dolor, mientras el nene dormía a su lado, y pensó que era Pedro al fin.







… Pedro, mi amor, al fin.







___No alcanzó a encender la luz, cuando una fuerte mano le comprimió la boca, y la obligaron a inhalar algo, que en instantes la llevó lejos de allí.











… ¿Qué hiciste con la ropa y los celulares, Jorge? No me mientas, no son tontos, saben que no los tienen.

… Le juro que yo no los tengo Dr.



Los tienen ellos. Los hombres del jefe.

.. Sabes que en ellos están todos los contactos, la familia, los amigos, ¿no?



Ese hijo de puta puede comenzar a amenazarlos a uno por uno.

…. No puedo hacer nada, Dr. No los tengo acá.



Allí vienen, ¿qué hago con sus cosas si no regresaran?

.. Pregunta a tu jefe, no tengo idea.











___ Jorge avergonzado se dirigió hacia Guillermo y le dijo que no tenía nada de ellos, que seguramente al quedar en la calle…., alguien les había llevado las cosas.



Mintió al decir que los había encontrado y llevado al cuarto con otro huésped, y ante un gesto de desdén de Guillermo se apartó.











… Te encargo lo que te dejé, Jorge y no olvides de hablar a Nélida.

… No lo olvidaré Dr. Cuidaré también la camioneta hasta que regresen.









___ Salieron a la calle, y Matías voló a burlar a Jorge, a los tipos que venía viendo en la calle, miró la dirección de Pedro y decidió ir allí, y luego a la clínica. Si las cosas se daban como Pedro pensaba haber entendido, su esposa ya no estaría allí, y prefería dejar el auto cerca de la clínica desde ya.





Por el momento, no encontraría adónde comprar un celular, por tanto hurtó uno del mostrador del Hostal, y apenas escuchó el ulular de la ambulancia, salió detrás.











___En el hospital, dos de los hombres de Miguel se vistieron de enfermeros, y esperaban en la puerta la llegada de los pacientes, Miguel satisfecho vigilaba el dormir de Camila y de José Thomas en el despacho de Pedro.



Si el estúpido médico no se equivocaba, en horas,…, Guillermo Graziani, y el estúpido del marido estarían siendo torturados muy cerca de allí, antes de matarlos después… mostrándose ante él, y mientras,…, Pedro estaría yendo en una avioneta privada que ya lo esperaba….a declarar en Bs. As. en la policía y en los medios, con las fotos en mano, lo que él le mandaría a decir de su hermanastro, de tal manera que ni el estúpido de su sobrino creería a su padre inocente de nada de lo que escucharía de boca de Pedro.







La vida le sonreía por fin.



La vida de Guillermo estaba en sus manos. Acababa de ver estacionando a la ambulancia, y a Guillermo entrar al hospital, seguido de sus hombres y de Pedro…. cabizbajo por fuera, desangrándose por dentro, detrás.









CONTINUARÁ-