sábado, 26 de diciembre de 2015

¿Y SI FUERA POSIBLE? PRÓLOGO, PARTE UNO. GUILLERMO.




Argentina, provincia de Bs. As., 03 de enero de 2016.



"...¿Por qué siento esta inquietud interior que me embarga por entero ante el viaje de mi madre de mañana?
Nunca antes me sucedió. Es su profesión y su personalidad que la hace volar como un pájaro y lo sé, siempre lo supe.
No pasa nada malo, no es temor, no hay amenaza alguna, es uno más de sus viajes de trabajo.
¿Qué puede afectar a mi vida? Nada."



Guillermo Graziani, 45 años, imponente en físico y personalidad, de mediana estatura, hombros anchos, esbelto, labios finos llenos de promesas, ojos negros de los que cuando salían de paseo atravesaban hasta llegar al alma. Nunca tuvo prisa alguna por casarse, bajo la excusa de tener que llevar adelante la hacienda, tarea que le fuera delegada por su padre, Julio.
Inflexible en sus elecciones, implacable en sus decisiones, de inteligencia afilada como un diamante, de voluntad sin fisuras y sin embargo cargando enterrado muy profundamente todo el tiempo, escondido en el más recóndito recoveco, de gran corazón, noble, íntegro, admirable para los elegidos a llegar allí.

Para complacer a su amado padre había cursado en Princeton y luego se había graduado con honores en administración de empresas en Harvard, para cumplir la misión encomendada,...., administrar la fortuna de los Graziani, en ella la Estancia: "Acto de Fe."

Pero su esfuerzo se había cobrado un alto precio, que sentía demasiadas veces no terminaría nunca de pagar, por una errónea jugada del destino, en la concurrencia por separado de sus padres a ver su graduación: la vida de Julio que por un accidente aéreo no llegó a ver su trofeo.

Pero cumplió y continuaba empeñado en complacer su voluntad, y allí estaba, en Pilar.

La obra de la familia fue iniciada por sus abuelos, inmigrantes italianos que trabajaron con ahínco,  continuada por Julio y luego por él.

El nombre de la estancia en cambio era obra de Julio, quien a los 32 años quedó prendado de una mujer- niña de apenas veinte años que conociera cuando ella cursaba en Columbia su doctorado en historia del arte, Sarah, bella, casi etérea.
Al encontrarse se capturaron uno en la mirada del otro, y más allá de los reparos de familias, seis meses después se casaron regresando a Argentina.  A Pilar. Sarah era una extraña belleza y talento, pero mucho más, sin lugar a dudas una dama especial. Fue él quien le dijo que con su edad y coraje había demostrado lo que él presentía, que "el amor es un acto de fe."

Y así decidieron poner el nombre a la estancia donde fueron a vivir.

Un año después, nació Guillermo para iluminarlos y dar la cosecha del amor sembrado por sus padres.
Sin embargo, a cada instante, el niño fue mostrando diferencias, siempre fue bueno, honesto, pero callado, amante de juegos solitarios, curioso desde apenas posar los pies en la tierra, de las fantasmagóricas pero hechizantes figuras de los libros que dormían en la biblioteca de sus padres. Al crecer también se acostumbró a la naturaleza que embargaba el lugar, a los deportes, y a la fastuosa vida de la familia en la que nació.

Guillermo no tenía amigos, en la estancia pasaban clientes y empleados, se esforzaba por soportar la vida social que sus padres llevaban, pero escapaba ante la primera oportunidad,...., y no lograba conocer el amor, pese al ejemplo que tenía frente a frente.

Ante los empleados tanto de la mansión como de las granjas, cuidado de animales, dedicados al comercio o a la explotación de las cercanas minas, era el patrón, a veces impasible, hasta rudo, sin embargo como todos, tenía sus zonas erróneas y vulnerables, éstas especialmente guardadas para su querida dulce Aída, su nana de años, ahora ama de llaves.

Pese a no ser capaz de sentir la conmoción del amor, los años se deslizaron deprisa, y la implacable sociedad demarcaba territorios y normas, decidido a cumplirlas, estaba comprometido,...., con una mujer: Camila Moravia, la belleza soltera más codiciada por todos, que él era incapaz de evaluar. Licenciada en pedagogía cautivaba con su sonrisa a  los hombres, pero no a él.

A Guillermo le fascinaba la masculinidad, el olor, la fuerza, el poder del género y hubo un instante preciso en que vio su verdad, coincidente con el nacimiento de su propia virilidad, le gustaban y deseaba a los hombres, era gay. El secreto enterrado mayor.



....Mi amor, mira lo que me regaló Sarah, es demasiado, pero sabes que no acepta un no por respuesta.
¿Estás bien?
...Sí. ¿Qué es?
...Un collar de perlas auténticas que desea que luzca en la boda. Se lo regaló tu abuela, al parecer para que pasara de generación en generación.
...Es  precioso y eclipsarás al sol con tu belleza y la joya.
...Gracias, pero te conozco y algo te sucede, estás preocupado.
... Algo, por el viaje de mi madre, y no lo entiendo.
...Mi vida, Sarah siempre va y viene, es un espíritu libre que siempre regresa al nido y a su amor, que eres tú.

¿Estás celoso? ¿Temes que un hombre de allá se la quede?
Hace demasiado tiempo que está sola, no es bueno, tiene derecho a volver a amar.
...No son celos, lo sé. Aunque ella dice que seguirá amando a Julio por la eternidad.
Es algo inexplicable, una alarma, un presagio, de que habrá un antes y un después a ese viaje, para todos, no solamente en la vida de mi madre.
...¿Es por tu hermana?
... No. Natasha hace años que desde Londres dirige el negocio de ellas, y no hay nada que haya sucedido en su vida que sepa como alarmante o raro.
Natasha, apenas un año menor, crecimos juntos y odia el campo, no puede despegarse de las grandes ciudades, tendré que viajar para verla.
...¿Entonces?

No me hagas caso, llevo horas cabalgando para apagar esa sensación que continúa llameando, pero vamos a la casa que necesito ducharme antes de que llamen para la cena.

___Guillermo la abrazó tenuemente conduciéndola hacia la imponente entrada a la mansión.


"...No me puedo engañar. Tengo la certeza de... que mi madre no regresará del viaje sola esta vez, y no sé qué tiene eso que ver con mi vida. ¿Nada?"




Europa. París, 03 de enero de 2016.


...Pedro, amor, deja de pintar y ven a cenar.
... Ya Natasha, en un momento estaré......


CONTINUARÁ.

2 comentarios:

  1. Sí, me encanta Eve,promete ser hermosa y yo diría que hasta algo apasionante...Ya esto soñando con el momento en que se conozcan Guillermo y Pedro...Gracias Eve!!! TQM......Alicia Vitolo

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  2. Bellísimo que puedo decir q me quede c ganas

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