ACCIDENTE. CAPÍTULO DÉCIMO.

ACCIDENTE.

 

CAPÍTULO DÉCIMO.

“El síntoma más poderoso del amor es

un dolor que se convierte a veces en

insoportable.

Víctor Hugo”.

Domingo, 14 de febrero de 2016.

03.30 horas A.M.

---Luego de hablar de Fabián un buen rato, Pedro al fin se fue adormilando, y Guillermo pensó que era tiempo de dejarlo descansar. Pasaría el domingo a su lado, intentando  ver su estado el lunes para pedir una internación domiciliaria, y hablar acerca de la conveniencia  de que fuera en su casa, por su seguridad.

“… Precioso, qué duro fue decirte mi verdad. Lo extraño es que dada la postura de la iglesia no me juzgaste. Temí tanto que te alejaras, pero gracias a tu Dios, pareciera que no.

Le diré a Fabián que venga a conocerte en la mañana, creo que pueden llevarse bien”.

__De pronto las palabras de Pedro horadaron su alma en la pena.

“…! Qué suerte tiene tu hijo de tenerte. Como yo… no tiene mamá, pero no tiene el peso de recordar  a un padre bueno resignado al dolor, al peso de la miseria, de nuestra niñez teñida de hambre y desamparo, de noches en la calle y sin comida. Es muy afortunado de tenerte.”

No supo cuándo pudo despegarse de aquel rostro de ángel e ir a la cama contigua, cuánto más quedó allí contemplándolo, tratando de adivinar sus más recónditos recovecos, sus miedos, sus misterios, sus secretos, el por qué había decidido confiar  nada más que en él, cuando al fin se dejó llevar al sueño, lleno de interrogantes.

___

“…Las manos sensuales y esbeltas me llevaron hacia la luz, a toda velocidad, en una especie de montaña rusa vertiginosa como jamás pude imaginar, pero no dejó que me dañara, porque me guió a caer en una especie de colchón de espuma suave, una especie de telaraña protectora, en un lugar llano sin límites y sin horizontes.

Empecé a caminar como flotando, sin peso, como si mis piernas fueran independientes, guiado por mi intuición, como levitando sin prisas.

Caminé, caminé, sin poder medir el tiempo porque allí no existía, y de pronto me senté en la hierba de un llano cubierto de césped, descalzo, me embarré porque estaba la tierra mojada.

El cielo era un terciopelo celeste, y de súbito la voz llegó lejana, como una letanía.

.. Estarás seguro acá.

--Busqué con la mirada ansioso y no pude ver a nadie.

…¿Adónde estoy?

¿Acaso ellos me mataron? ¿Estoy alucinando como los demás?

----Corrí buscando respuestas, gritando…. pero sólo se escuchaba el silencio, y aunque hiciera el esfuerzo parecía seguir clavado en el lugar.

Todo estaba quieto, sin aire, no sentía ni frío ni calor, sólo la llanura sinfín, sin nadie, hasta que de súbito me sentí agotado, exhausto, con las piernas suplicando descanso, y me dejé caer, la danza de las nubes en el cielo ayudaron a hechizarme, los párpados comenzaron a pesar, mi cuerpo fue como hundiéndose bajo el césped, y me dormí.

La voz conocida me despertó, no puedo decir cuándo.

…Acá estoy, Pedro, para cuidarte, no temas, soy yo.

----Levanté la vista hacia la voz ronca, profunda, conocida y lo vi. El corazón se aceleró en frenético galope, latiendo ansioso, desbocado. La respiración enloqueció, y un ligero temblor general se apoderó de mi ser y me hizo vibrar...

Percibí su olor, saboreé su  aliento cercano.

…¿Qué hacía yo allí y qué era eso?

----Discurrí mi mirada por él sin disimulo, era perfecto, su porte, sus anchos hombros poderosos, esbelto, con una belleza masculina inusitada en el rostro cincelado por los dioses, poseedor de unos labios embriagadores, de una mirada potentísima, profunda, clara, directa y esquiva, inquisidora y dulce, penetrante y enigmática.

Un cuerpo y un rostro perfectos destilando calma, paz, serenidad, fortaleza, confianza, una belleza que me llenaba el alma de ternura y de amor.

Nunca conocí el amor, de nadie, solamente creo amar a Dios, y sin embargo sentí que era mi complemento, que me enseñaría la vida a la par de aprenderla en mí.

En una confianza infinita sentí que emprenderíamos juntos un largo camino, cobijándonos, que a su lado conocería la felicidad y que sería la suya...

Me ofreció una mano, la cogí con avidez, la toqué, la acaricié, la reconocí, como la mano que me había acariciado como pluma durante días, mientras estaba en coma en la cama de un hospital.

…¿Quién eres?

.. Lo sabes, Guillermo y vos Pedro. No tienes vocación de sacerdote, precioso, sólo estás en el camino buscando amor, y no solamente Dios puede ofrecértelo…. aunque fuese esquivo hasta hoy.

---La piel se me erizó, y fui consciente de un gemido.

… Vamos.

… ¿Adónde?

… A nuestra vida.

¿Crees en el amor a primera vista, en el súbito reconocimiento del otro?

---La electricidad que me estaba recorriendo hacia saltar chispas en todo mi cuerpo, el sonreía sabiéndolo.

Me acarició el rostro con los nudillos, me alborotó el pelo con los dedos, y me dejaba seducir, cuando de pronto me atrajo hacia él.

.. Hace mucho tiempo que te espero, mi amor. Al fin llegaste.

…Tengo mucho miedo.

…. Nunca estando a mi lado lo sientas. Tienes que saber que siempre te protegeré, y que si algún día no estuviera, también lo haré.

---Entonces me  aferré a su torso,  y en su pecho palpé…. la felicidad”.

----

“… Pedro, lindo. ¿Me escuchas?

… No te vayas, no me dejes.

…De pronto me tironearon fuera de la inmensidad de la luz, y sentí que él se me escurrió de entre los dedos, algo escapó de mí, intenté retenerlo, pero se me escurrió, y es lo que sé acá, el Amor que afuera desconozco…todavía”.

_____

___Pedro se batía como en convulsiones leves, Guillermo alarmado llamó por el botón, la enfermera lo vio y trajo al médico que de inmediato examinó las pupilas, los signos vitales y los reflejos.

…¿Qué le sucede Dr.?

… No lo sé, está todo en orden, es como si no deseara regresar de algún lugar placentero.

… ¿Está en coma?

… No, está bien, quizá tenga un sueño distinto a la cruel realidad que no desea enfrentar, en la mañana le haremos estudios para corroborarlo, dejemos que duerma, no hay nada para alarmarse, quizá está sanando o descubriendo algo en el soñar.

Mejor, haremos ahora una resonancia y una tomografía, espere acá si lo desea, los camilleros vendrán a buscarlo.

Si todo está en orden, esperaremos y por la mañana repetiremos análisis y estudios.

… Está bien, esperaré.

__Guillermo sintió  que en algo era culpable del sueño extraño de Pedro, y también temió algo que había olvidado imprudentemente preguntar.

…¿Acaso habría estado en contacto con Quesada?

¿Estaría sufriendo algún desequilibrio psíquico como los demás?

“..No. No puede ser. Él no. Jamás dijo haber tomado nada dado por ese desgraciado”.

___Se recostó pensando en todo lo que el lunes le iba a traer, necesitaba imperiosamente el permiso del obispado para llevarlo a su casa, el alta domiciliaria, tenerlo más cerca que nunca, antes de comenzar a mover las piezas que podrían disparar una guerra mayor.

Otra vez, la imagen de Camila paseó por su mente, como la posibilidad de acceder a la clínica, de ver al muchacho que Quesada intentaba  hacer imputar, de saber adónde o detrás de quién se escondía, quién era Emanuel Arias.

Sería arriesgado, pero quizá aceptara sin que su padre lo supiera, y quizá Moravia a ella le diera más datos que ante él calló, ya directamente dirigidos hacia su cliente. Moravia se movía en ese mundo desagradable, aunque evitara el barro, podía tener información del candidato, que a su hija quizá se atreviera a contarle.

¡Hola, Beto! Disculpa que te despierte a esta hora, es urgente.

__Alberto adormilado escuchó, estaba acostumbrado a que  Guillermo llamara cuando su mente se disparaba, y sigiloso se incorporó hablando bajito para que Gaby no despertara.

.. ¿Qué sucede, Guille?

.. Pedro, no despierta, se mueve, habla pero en sueños, no saben bien qué  sucede, lo llevaron a hacer estudios, y sin embargo tengo una extraña sensación de que estoy allí, en sus sueños o pesadillas, no lo sé, como acompañándolo.

Necesito llevarlo a casa, el permiso del obispado, el alta domiciliaria, o no puedo dejarlo.

Pero no te llamé por él, de esto me ocuparé personalmente a primera hora del lunes.

…¿Entonces?
… Necesito que pidas un turno en el consultorio de Camila Moravia, ella nos llevará a Quesada.

…¿Qué?
… Yo me encargo, vos llama el lunes, busca  su consultorio, o alguna clínica donde haga, y pide un turno a mi nombre, por favor Betito, es una corazonada, pero no tengo otra gente más que ella y su padre…. que puedan acceder a Quesada y a mi cliente, tal vez.

… Bueno, Guille. El lunes a primera hora la busco, más al detective privado.

¿Necesitas que te acompañe al obispado?

.. Ocúpate de lo que te pedí, iré solo, siempre y cuando alguien cuide a Pedro, no quiero dejarlo solo con la custodia, quizá le diga a Fabián, en la mañana lo iré a buscar para que se conozcan, estuve hablándole de él a Pedro.

… ¿Y de vos?

.. También, le confesé mi secreto, está algo confundido creo, pero escuchó curioso, y lo más importante…. no me juzga, no me rechaza.

… Siendo casi sacerdote, es mucho  ya que intente comprender.

.. Vuelve a dormir, disculpa.

___

…”Me arrancaron de súbito del lugar de luz, no quiero dejarlo, pero me evaporé del sitio, y estoy en una dura camilla dentro de un aparato, que me encierra, un tubo, pero ya me están sacando.

Las luces me están cegando, me duele la cabeza, apaguen esos tubos, tengo frío.

¿Adónde estoy ahora?

No es mi habitación este lugar.

Miles de preguntas me acribillan.

¿Qué me habrá sucedido?

¿Qué hago en esta camilla fuera de mi habitación?

Guille me estaba por decir algo importante, no puedo recordarlo ahora”.

…¿Pedro?—El médico habló en susurro.

… ¿Qué me sucedió?
… Nada grave, tranquilo, al parecer  estabas en un sueño demasiado profundo, te hicimos unos estudios pero todo está en orden.

… Me duele la cabeza, me molesta la luz, tengo sueño.

…En la habitación podrás seguir durmiendo, no amaneció aún.

___Me dejé conducir sin remedio, y en la entrada a la sala  me pareció reconocerlo, lo veo, parece alucinado, y confundido al mirarme, pero me da sosiego cuando me dedica una de sus serenas sonrisas perfectas.

…¿Te encuentras bien?

… Cansado, con sueño.

___La enfermera ajustó el suero, alcancé a ver al médico que algo le dijo a Guillermo, pero los párpados de plomo se cerraron, y me volví a dormir.

“….Otra vez estoy con él, en el campo de césped y luz, Guille, parece accesible, y distante a la vez, deseando engullirme y a la vez distanciándose, ensimismado, y lejano, no entiendo, me confundo.

Quizá no sea su culpa, sino mi propia incertidumbre y debilidad.

“…Un cielo en una mirada

Un cielo de cielos, el privilegio

de los ojos de uno en los del otro”.

___

…¿Pedrito, estás acá? ¿Estás despierto?

… Guille,…

__Abrí con pesar mis ojos y posó los oscuros en los míos.

Me quedé mirando dentro de ellos, intentando desentrañar el significado de lo que me pasó. Su mirada es un enigma, es misteriosa, pero sin embargo siento que lo que me dice me describe, tanto el momento extraño que vivo ahora a su lado como lo que vendrá, en el transcurrir del tiempo.

… Estaba en un lugar muy lindo, muy bien, me sentí muy bien allí, una calidez única me envolvió, estabas allí, me recitaste algo que creí quiso explicar el significado de algo, de lo que sucedió allí, ¿estuve en otro lugar hace un rato?

… ¿Estás despierto entonces?

¿Te sientes bien?

… Sí, ahora sí, ___Guillermo lo miraba atento sentado en una banqueta a su lado.

… Te llevaron a hacer estudios, al parecer está todo bien, pero hablabas en sueños, te retorcías, me asusté, pero al parecer fue todo un sueño.

… ¿Un sueño? ___Pedro intentaba explicar las sensaciones vívidas que experimentó, en su sueño, con Guillermo.

..Emily Dickinson.

..¿Cómo?
.. La poesía que me recitabas en el sueño, la estudié en el seminario alguna vez, por ello apareció.

… No la conozco, mal pude recitártela.

… Fue todo muy extraño, no lo entiendo. Pero estabas a mi lado, como acá, me sentía seguro y...

..¿Y?
… Nada. Fue un sueño.

En un momento temí… estar alucinando, o estar muerto como los demás-

…Chsss. No digas eso, no. Estás vivo, y en verdad, también temí lo otro.

Pedrito,.., ¿alguna vez tomaste algo que te diera Quesada?

.. No. Nunca me atendió, fui muy sano siempre, no.

Guille, no estoy loco, los chicos de la villa tampoco.

No sé qué les pasa ahora, pero eran normales hace un año, lo juro.

… Lo sé, te creo, te pregunté porque podría haber sucedido que ese tipo te atendiera alguna vez, pero mejor así, te creo.

Duerme, es de madrugada todavía.

..¿Y tú?

… Luego de verte dormir tranquilo, lo haré también. En la mañana le pediré a mi hijo que venga a conocerte. ¿Quieres?

… Sí, me encantará,  además me va a gustar conocerlo.

..Pedro,… ¿crees que la gente del obispado te dejaría que intente tu alta domiciliaria a casa?

Creo saber como llegar a Quesada, y algo de la gente que lo sostiene, y deseo que no te encuentre, estarás seguro en mi casa, Fabián estudia allí, y puedo trabajar desde allí.

… Creo que sí, no tengo donde ir si la capilla está cerrada. Hasta que dispongan de otro lugar, nunca tuve casa, Guille.

Vine desde Chile con el padre Adolfo.

… Lo sé.

…¿Y lo del Juzgado? ¿La imputación?

… Mientras charles con Fabián, prepararé un escrito, lo llevaré a primera hora del lunes, solicitaré la remoción del caso del Juzgado, del Juez que lo tomó en feria, la de los fiscales, y obviamente tu cambio de carátula por falta de pruebas y de testigos, es improcedente la imputación.

Si las cosas son como creo, lograremos liberar al muchacho también, aunque hace un año fuera normal, tal vez ahora no, quiero decir que ayudaría si ahora parece psicótico, para declararlo inimputable, hasta que se descubra al  o a los asesinos, y sepamos qué le dieron.

Conocí gracias a uno de mis socios, a una  psiquiatra que puede ayudarnos, su padre también, pero ahora no quiero contarte supuestos, porque deseo que puedas descansar.

No pueden imputarlos, ni a vos, ni a ese muchacho, tranquilo, desbarataré esa jugada que alguien dirigió estúpidamente,  solicitaré protegerte en casa, y cambio de Juzgado. Esto lo quiero acordar con el Obispado.

A la larga, me parece que esto será una causa federal, que detrás de esto hay un tema de mafia de medicamentos, donde  Quesada es un eslabón, los muchachos de la villa víctimas, y los sacerdotes que asesinaron quizá sabían demasiado, o como me contaste estaban por abrir o llegar a alguien que investigara.

…Entonces esto será muy largo, llevará mucho tiempo.

.. Probablemente, sí. Creo que sí.

Pero el abogado soy yo, vos sos testigo de mucho, así deben cuidarte, como un testigo clave, y ahora tienes que dormir.

… Eres muy bueno.

… Chsss. Duerme.

___La noche discurrió sin sobresaltos, el sueño por fin llegó, hasta que los ruidos propios de los pasillos del hospital los despertaron a los dos, con la rutina diaria en marcha, que obligó a Guillermo a salir un rato.

 A desgano dejó a Pedro con el sacerdote que cada mañana entraba a confesarlo, a darle la comunión, y a charlar de su futuro, y fue a ducharse en busca de ropa y de  Fabián, con el cual regresó una hora después.

Hospital de Clínicas.

10.00 horas. A.M.

… Permiso, ven hijito, acércate.

___Pedro observó curioso al hijo grande del hombre que lo cuidaba como si lo fuera, y sonrió con toda su luz y ternura, a lo cual Fabián respondió de manera similar, mientras Guillermo tragó un sollozo de pura emoción, al contemplar la escena entre sus dos amores.

.. ¡Hola, Pedro! Soy Fabián, el hijo de Guillermo.

… Te conozco por él, Fabi, eres muy lindo.

..Gracias, vos también, no pareciera que fueras….___, la mirada de Guillermo se apagó antes  de que pronunciara lo que seguía, __, perdón, que estuvieras en el seminario, pareces un tipo común, de la facultad, un profesor joven. No sé, la estoy embarrando creo.

.. No. Está bien. Soy profesor, de catequesis en la  escuelita de la villa 35, puedo parecerlo.

… Mira.

… Perdón, hijito, cuídalo que  salgo un ratito a hablar con Alberto, creo que como siempre, hizo un milagro. No siempre hay que ser Dios, Pedro, a veces algunos hombres logran cosas increíbles, Beto es uno, ya lo conocerás.

__Fabián se quedó  con Pedro, contándole de su vocación, de la facultad y de la vida transcurrida sin madre, junto a su padre, que Pedro absorbió atento y emocionado, con un especial sentimiento de cariño, de ternura, recién nacido, por y hacia el hijo de Guillermo.

En la sala de espera, Alberto guardaba una sorpresa, y Guillermo la recibió incrédulo.

.. ¿Qué conseguiste qué?

… Guille,  me pediste tantas cosas, que anoche me dejaste insomne, no era tan difícil llegar a esa chica siendo Juez el tío, y tan famoso el padre. La llamé y te espera  ahora en el consultorio, vamos mientras Fabi se queda con Pedro.

No estamos lejos.

__Guillermo mira la gente disfrutando de su domingo en Palermo, de caminar en familia, otros corriendo, con pocos negocios abiertos, en el contraste con la semana, y de pronto le parece una locura que el precio a pagar por haber conocido a Pedro sea, estar involucrado en algo tan oscuro como lo que sospecha.

El hecho de que Camila,  sin la tutela de su padre, lo reciba un domingo en la mañana, resulta más extraño todavía.

…Guille, ¿qué te pasa ahora?

…¿Crees que Camila sabe cosas que me ocultó frente a su padre?

… No sé, no te acompañé esa vez, vos la conoces.

…Es todo muy raro, Alberto, no sé si puedo confiar en alguien acá. Esta chica estaba asustada, puedo entender que conozca a Quesada, pero cómo al otro, a mi cliente. Bueno sí, puede que sí, a través del padre.

.. Pobre piba, si conoce a estos dos y andan en lo que pensamos, la gente que la rodea es de terror.

Es acá.

… Déjame entrar solo, Alberto, no te conoce, quizá a solas hable lo que calla frente a terceros, igualmente te contaré luego.

… Está bien, tercer piso, departamento A.

… Gracias.

__Las manos de Guillermo tiemblan al tocar el botón, el cuerpo al escuchar el sonido que le permite acceder al edificio, y la ansiedad le gana la batalla al llegar al vestíbulo pero como la primera vez,  sus pesares se caen al ver a Camila sonriendo cuando abre.

La habitación era una acogedora sala de espera, muy diferente a la del hospital, con sillones modernos, de mimbre, revistas  y plantas en terrazas enmarcadas por ventanales que dejaban colar la luz del día a raudales, y el rostro de Camila lo tranquilizó.

… Te escucho, Guillermo. ¿Puedo tutearte verdad? Deduzco que no quieres ser mi paciente.

… No, por ahora no, aunque si sigo con esto quizá.

Camila, mira, voy a ser muy directo, sé que lo que vengo a pedirte es difícil de aceptar, no estás obligada a hacerlo, cualquiera sea tu respuesta este encuentro no existió.

… No me asustes, ¿es por lo que te escribí, verdad?

… En parte,  en otra por tu profesión y porque conoces a Quesada.

Vamos por lo primero.

¿Cómo supiste que tengo por cliente a un candidato al Senado de la Nación?
… Por mi papá, lo conozco. A ver, Guillermo, vivo con mi papá, no tiene esposa, lo acompaño habitualmente yo a sus reuniones con empresarios y políticos, los conozco a  todos, entre ellos a ese Sr., que desde ya te diría que no lo defiendas de nada,  es culpable casi de todo lo que dice la oposición.

…¿Cómo?

… Mi papá te explicó, estamos en un mundo de mierda, e intentamos no entrar en ella, pero la vemos, y callamos, o terminaríamos en una zanja.

Él está más expuesto que yo.

A mí muchos me miran como la figurita decorativa que lo acompaña a mi papá, y me conviene que así sea, pero mientras, escucho, registro, observo, y nadie sabe que por mi profesión, a veces los leo entre líneas.

Federico Elías, tu cliente, es una mierda, Guille, es más, y esto sí que es confidencial, su hija es mi paciente, hace terapia desde hace dos años conmigo. Obviamente lo que sé desde ella no puedo contarlo.

… Está bien, no te preguntaré nada más de él ahora, tan sólo dime si sostuvo a Quesada cuando regresó al país.

… Entre otros, sí, le rehabilitaron, y tienen negociados de drogas, legales e ilegales, pero te repito, no tengo pruebas, sólo lo sé.

… Entiendo.

¿Conoces a un tal Emanuel Arias?
.. Sí, es un psiquiatra famoso, tiene una clínica en Palermo, es buena gente, muy respetado, fue mi profesor, siempre me llama para dar charlas.

¿Qué sucede con él?

… Camila, la Clínica de este Sr., está en Palermo. Y según lo que averiguamos desde el estudio, allí entra Quesada, es más,…, estaría experimentando ahora en ese lugar, internó a un muchacho que dice psicótico, que intenta imputar como autor de la masacre de la capilla.

… ¿Cómo?

Es muy extraño, Emanuel es buena gente de verdad.

… Cami, ¿serías capaz de ir a esa clínica?

… Sí, obvio, ya te dije que me quiere mucho, es el Director, es un hombre de tu edad.

… ¿Y crees que podrías llegar a conseguir la historia clínica o ver al muchacho que Quesada ingresó luego de denunciarlo?

… No lo sé, no es un paciente mío, pero puedo intentarlo.

¿Qué necesitas exactamente de mí?

… En realidad, dado lo que me dices de Arias, que entraras por un tiempo a trabajar allí, que me encuentres a Quesada, que vigiles, y que llegues a ese muchacho, al médico que lo atiende, a las drogas que le suministran, y al laboratorio clandestino que puede tener allí Quesada, quizá sin que el Director lo sepa.

¿Te animarías a hacerlo?

.No tienes que contestarme ahora, es de riesgo, puedo esperar, pasa que creo que detrás de la muerte de los sacerdotes y seminaristas, hay una trama de mafia de medicamentos, que Quesada usó a gente ignorante de la villa en sus experimentos ilegales, presumiblemente falló, y muchos chicos jóvenes al parecer tuvieron brotes psicóticos, y no sé a cuántos, pero a uno seguro, lo tiene en la clínica.

… Es un horror lo que dices, pero no me es ajeno, lo he padecido, me han hecho ofertas.

…¿Lo pensarás?
… No.

… Está bien, lo entiendo, perdón.

… No lo pensaré, te digo ahora que sí, que lo haré. Si están usando a gente joven para lo que sea con esos resultados, si deseo seguir en mi profesión debo hacerlo.

Pero… ¿por qué la masacre de los curas?

… Porque al parecer, descubrieron a Quesada, tengo un testigo, un seminarista, el único superviviente, al que deseo que conozcas… Pedro, él tiene información de los muchachos en brote, Pedro Beggio.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.