¿Y SI FUERA POSIBLE? CAPÍTULO VEINTE.

¿Y SI FUERA POSIBLE?

CAPÍTULO VEINTE.

 

“No puedo prometerte que voy a estar

el resto de tu vida,

pero sí que voy a

Amarte

el resto de la mía.

Amor, corazón, visión”.

Bs. As. Ciudad Autónoma, miércoles 17 de febrero de 2016.

10.00 horas, A.M.

___ Camila despertó aturdida, no sabiendo si lo sucedido en plena luna de miel había sido real o una pesadilla, alargó por tanto el brazo, movió la mano buscando alguna señal de Guillermo, y la cama le devolvió la sábana vacía, fría, confirmando que había sido real.

Pesadamente abrió los ojos, preguntándose en qué momento Guillermo se había alejado tanto.

En su fuero más interno supo desde siempre que era incapaz de amar, algo en su alma se había roto, como en Natasha y en Sarah al morir su padre, y hasta hace poco, ninguno de los tres habían logrado juntar los pedazos, siendo incapaces de comprometer algo que se había ido con Julio,… el alma, el corazón.

Por ello lo había aceptado así, hacía años que lo amaba así, con su cariño mezquino, su personalidad distante, su carácter difícil, pero lo que encontró desde regresar de la despedida de soltera, era muy diferente, algo había cambiado entre ellos para peor, y no encontraba explicación.

Casi no había compartido con ella la fiesta de bodas, había suspendido el casamiento por iglesia, no tendrían luna de miel, y  los días que se habían regalado en el hotel, eran sólo evasivas y excusas.

“… ¿Qué hacías en el escritorio discutiendo con Pedro antes de venirnos?

¿Es verdad que él quiere radicarse en Francia con Sarah?

¿Es esa discusión que te dejó ausente?

¿Qué me perdí en apenas dos días de estar fuera de la estancia?

__Tomó el teléfono marcando el número de la habitación que le diera, pero la respuesta fue un tenso silencio, y con un súbito presagio llamó a recepción.

… Sí Sra., su esposo salió temprano, dijo que volvería mañana  o pasado a buscarla,  y dejó acá un mensaje para usted.

.. ¿Cómo?
¿Puede hacer que me lo suban por favor?

__Colgó la llamada incrédula, mientras sintió que las lágrimas sin remedio comenzaban a surcar el rostro, hasta sentir el sabor salado en los labios, el frío de la caída en las manos.

“… ¿Qué hiciste Guillermo?

¿Adonde estás?”

­__El timbre en la puerta la sacó de las preguntas, aturdida se colocó la bata para abrir y recibir el sobre, pidiendo el desayuno a la habitación.

Lo miró por un tiempo indefinido, hasta que con manos trémulas lo abrió, con la vista nublada, y el corazón en un puño reconoció la letra de Guillermo.

“… Cami, disculpa si esto no fue lo que esperabas. Lo que te doy no es lo que necesitas, y quizá lo pases mejor sola que a mi lado ausente, estaré trabajando como siempre.

Disfruta del hotel, y si quieres regresar a la estancia llámame que te iré a buscar, de lo contrario lo haré en dos días como habíamos programado.

Está todo pago, tienes mucho para recorrer allí, prefiero el campo, lo sabes.

Llama si me necesitas.

Guillermo”.

“… Llama si me necesitas, ¿qué mierda es esto?

Que disfrute del hotel sola. ¿Qué mierda es esto, por Dios?”

Bs. As., Pilar, miércoles 17 de febrero de 2016.

11.00 horas.

“…Tus labios derraman en los míos ríos de dulzura. Extraño sentirlos abarcando o entre los míos. Extraño tus caricias que marcan regueros de fuego. Transcurrimos atolondrados vidas paralelas. Estábamos muy cerca sin ver el sendero. Perdidos y sin rumbo agonizamos de sed a metros del oasis. Te amo a vos. Hoy quiero todo de vos. Ya improvisamos. Luego ensayamos. Lo de hoy debe ser la gran obra. La interpretación más virtuosa”.

__Pedro había escrito en una hoja que guardó en un sobre con el nombre de Guillermo la declaración, y la dejó en el escritorio.

Vagabundeó por la casa vacía antojadizamente enorme, salió a cabalgar muy temprano a los mismos lugares donde estuvo junto a él, intentó que sus dedos se deslizaran por el teclado en cualquier cosa que lo borrara a Guillermo, a Chopin, en sonatas, tocata y fuga, en el barroco, en al clasicismo, en otros… sin resultado, hasta zambullir su tormento de nuevo en el lienzo intentando plasmar el retrato del amor torturado que sentía, cuando exhausto de silencios y de espera, se deshizo de paletas y caballetes, acercándose al ventanal,…, a ahogarse en el humo del cigarrillo, perdiendo la vista en el camino.

No supo por cuánto tiempo mantuvo la vista desamparada fija en el cielo azul de verano, hasta que un excitado murmullo en el sendero, la desvió con la garganta seca al auto que llegaba, y el aire quedó suspendido fuera de su cuerpo, temblando como una hoja arreciada por el temporal de invierno de París, estremeciéndose de pies a cabeza al verlo descender, mientras el remís se alejaba desandando la ruta.

El eco de las últimas palabras en el teléfono reverberó en los oídos.

“… ¿Y Camila?

… No duermo ya con ella, Pedro. Está en otra habitación. Al menos por ahora, exige lo que no puedo brindarle.

…Estoy enamorado de ti, de tu ser entero,  de tu alma secreta para el mundo, que veo tan vulnerable como tu carne, como tu piel, de toda la fuerza que acumulas bajo nuestro conjunto ejercicio de poder al hacer el amor, de tu mirada penetrante que me atraviesa como tu sexo al adentrarse en mi morada, te amo por entero Guillermo, y te deseo tanto como grande es mi tortura por amarte así”.

__Quiso correr a recibirlo, pero estaban los sirvientes  y no hizo más que esperarlo allí, expectante y en el anhelo de lo que tuviera que suceder, olvidado de su mujer, y de Camila, de las amenazas de Natasha, hasta de sus hijos, paralizado esperó reteniendo el aire, que al fin él llegara a buscarlo, a rescatarlo del tormento de no ser.

Por un momento estuvo tentado de escapar, pero no deseba huir más de sí mismo, sabiendo que no existía escapatoria, y rebuscó anhelante un cigarrillo.

Una tenue luz que se colaba desde las cortinas semi abiertas, le permitió ver la silueta que se recortó en el umbral de la puerta,  mientras los corazones al unísono se desbocaron, cuando la emoción los embargó al pisarse las miradas.

…Viniste.

….Soy yo mi amor, es donde deseo estar, junto a vos.

__Al mismo tiempo como en un tácito independiente acuerdo,…, raudas las piernas de ambos corrieron, mientras los brazos parecieron alas, que al volar llegaron a enlazar al otro en el mismo desesperado abrazo como si años de separación los hubiera corroído.

..Chsss, precioso acá estoy, no llores por favor.

Ven, vamos al living.

… No, está el servicio, no quiero ver a nadie.

__Guillermo le rodeó la nuca y lo atrajo hacia su pecho.

… Te necesito, te amo, Guille, no puedo continuar, no sé cómo se hace, no puede nada sin ti acá.

Pedro acopló la boca en un beso profundo, prolongado, lo poseyó, le bebió, lo devoró en él, y Guillermo no opuso resistencia sino que lo acompañó en la misma intensidad, hasta que sintió que cambió a un acto oscuro, desesperado, atormentado, y el temblor en los labios le indicó que estaba allí ahogando sollozos y lágrimas.

… Ven, vamos a otro lugar, vamos a la habitación donde nos encontramos aquella noche en que caí en tus brazos, borracho pero consciente de amarte de manera desesperada y sin retorno.

… Terminé dos cuadros, Guille, dos cuadros que somos nosotros.

…¿Puedo verlos?

… No. Ahora no.

…¿Por qué no?

… No sé si volveré a pintar, si podré volver a interpretar a Chopin, ni iré a Nueva York, siento que ya expresé todo allí, me vacié en esos dos lienzos, y ya a mis edad no me queda más nada que decir. ¿Entiendes?

… Tranquilo, mi amor, tranquilo. Claro que podrá continuar pintando. Cuando veas a tu hijo querrás pintar lo que él te genere, a él mismo quizá, y lo mismo pasará con el piano. La exposición te demandará nuevos desafíos, y serás reconocido en el mundo entero.

… Es que no me importa nada de todo ese mundo, si no puedo compartirlo contigo, entiende, ya nada tiene sentido para mí.

… No mi amor, no digas eso, no. Ven, llevaremos bebidas y pediremos algo para comer, estás demacrado, más delgado, estoy seguro que no has comido en estas horas.

… No puedo, no puedo comer, ni dormir, ni pintar, fui a cabalgar y te vi en cada rincón, intenté nadar y te sentí detrás, me estoy volviendo loco, no quiero este tormento para siempre, no podré soportarlo.

___Guillermo lo abrazó guiándolo por el pasillo, al tiempo que luego fue a pedir una bandeja con algo para comer, vino y café, regresando a la habitación que cerró con llave, aunque dijo a los sirvientes que solamente le pasaran llamadas de Camila, temía que lo necesitara por algo relacionado con el embarazo.

..No podemos tomar caminos diferentes sin no podemos soltarnos desde el corazón, antes que desde las manos. (Página y Letra).

___Guillermo abrió una botella de Cabernet sirviendo dos copas, tendiéndole una, mientras se acurrucaron abrazados en la cama.

… Cuéntame qué sucedió con Sarah, con Natasha.

… No tienen importancia, ¿acaso la tiene tu discusión con Camila?

Con Sarah, lo de siempre. Quiere imponerme comportamientos y opiniones en el arte que no son los míos, no soy uno de sus ricos clientes conservadores, sino su artista, y te dije, no puedo mentir en el arte.

Fuimos a la ciudad, y di mi opinión sobre una obra que no dice nada, que no emociona, que no hace vibrar, pero a ella que diga la verdad la avergüenza, dice que los clientes pagan por lo que a ellos les gusta aunque sean porquerías, me reprocha,…. la ropa, el decir, las formas, y creo que le avergüenza mostrarse en ese mundo conmigo, teme a que la haga quedar mal.

Tenía una cena para vender un Monet en Estados Unidos, con embajadores y mandatarios, y no encajaba yo allí, me dijo que no estaba invitado, que estaba programada desde antes, y fue con Natasha, me negué a ir para quedarme en secreto en el hotel, no soy ni su marido ni su artista para que me mantenga escondido,…, y se fue con Natasha.

… Hiciste bien. Confieso que jamás pude entrar a ese hipócrita ambiente en que se mueven, poco lo hizo mi padre, pero  Antoine las influyó y mucho en ser como son ante esa aburrida gente del arte.

.. Natasha, sabe todo, de nosotros, y le confirmé que te amo.

…¿Cómo?

… Me extorsionó, me quiere alejar de ti, dice que me vas a destruir, que me vaya con ella, que puede representarme, quiso seducirme, le pegué, me devolvió el golpe, en definitiva no sé qué piensa hacer, amenazó con destruir mi carrera si no cedo a su propuesta, cosa que tampoco me importa.

… No puede hacer eso, tu brillas aun sin ellas detrás, se volvió loca de celos, y el objeto de su odio soy yo, nunca renunciaría a vos por mí, lo intentó por Sarah, pero a mí me quiere dar pelea, sucia por lo que veo.

..Guille, nunca le prometí amor a tu hermana, lo de Sarah fue distinto, con ella me confundí, ya te lo expliqué.

… Lo sé mi lindo, lo sé. Por eso a ella no quieres dejarla ni dañarla, tampoco yo.

Y conozco a mi hermana, si esta vez se enamoró será su castigo por la veces que usó a todos los hombres que pasaron por su vida.

¿Qué daño puede hacerle a tu carrera?

.. No lo sé, no me importa. No me iré a Europa con ella dejando a Sarah, a ti, terminaré las obras acá.

Dejaste sola a Camila en tu luna de miel por mi culpa, nunca fui tan débil, perdón.

… Estábamos mal, de hecho me echó a otra habitación porque no  la deseaba, no puedo fingir  ni ahora hacer el amor a cada rato con ella ni con nadie, solamente te amo a vos.

_Pedro se obligó a tragar los sollozos que dominaban su garganta, para hacer la pregunta que tanto se resistía a pronunciar, más bien una propuesta.

…Guille, si me pides que me vaya, puedo convencer a Sarah de radicarnos en Europa, en Nueva York.

…¿Qué dices, mi lindo? No, por favor, no.

… Por un tiempo, hasta que nuestro amor se calme, se resigne, se aplaque.

..Eso no sucederá, nunca.

__Guillermo lo estrechó en sus brazos descendiendo la fuertes manos por el contorno del cuerpo y dejándolo `perplejo acopló los labios,  Pedro devolvió el beso de manera febril. Abrió sin prejuicios, sin  vergüenza, sin reparos la boca para recibir la lengua, sintiendo que el cuerpo perdía en el beso hasta el último resquicio de la fuerza y de la resistencia. La seda de las caricias en el cabello casi eran ya el éxtasis, y todos los rincones de los cuerpos palpitaron espasmódicamente con ardor renovado, estremeciéndose, rendidos en la boca, devorándose en el mismo sueño compartido, y las manos enroscadas en algún lugar provocaron hormigueos y corrientes en todos.

Sin esperanzas, ni temores, sin expectativas y sin mañana, se desprendieron de todas las mochilas maravillados en la mirada que reflejaba al otro, excitados, con el deseo vivo, pétreo, palpitando por igual en los dos.

Sin palabras, sin pensarlo, apenas separados para darse el lugar, se desnudaron sin tapujos uno para el otro, en divina ofrenda de adoración, en el escrutinio aprobatorio de lo que cada uno iba redescubriendo al caer las prendas que sin sentido los ocultaban del que penetraba con la mirada hasta los huesos.

La luz jugueteaba dichosa sobre el pecho de los dos, marcando los músculos, los brazos, el deseo ansioso que parecía agigantarse en la visión.

Sin palabras, en la misma ceremonia pautada con el alma, se arrodillaron frente a frente,…, en la cama perdidos en la mirada, midiéndose en los movimientos, hasta rodearse en los brazos adosándose,  para volverse a devorar en los besos ardientes y abrasadores.

Los fuertes y audaces lametones de cada boca, provocaron enormes disparos en el otro, y embargados de emoción vieron lágrimas surcando las mejillas, mientras los sollozos se reprimían por igual.

Retrocedieron para inspeccionarse en su masculinidad casi virginal como nunca antes, y se elevaron las bellas masas de la sexualidad, dejándose caer para besarlas, a los costados primero, recorriéndose con la lengua, abarcándose en la boca, tironeando con los dientes la piel con ternura, para en espejo terminar abarcando ente dientes enfundados la virilidad central, sorprendiéndose por el tamaño creciendo, estirándose, imaginándose ese mismo deseo penetrando y surcando los caminos interiores.

Relamieron y chuparon, succionaron y martirizaron uno al otro en espejo, mientras las manos ascendieron a hacer rodar y pellizcar los pezones, y tirar y enroscar el vello, y subyugados por igual,   se saborearon a antojo, lamiendo y gruñendo,…, de súbito al unísono elevaron las caderas, besándose en la punta, saboreando vestigios de fluidos, lubricándose manoteando a la mesa con la crema, y aplicándola uno al otro a conciencia en caricias circulares, en la totalidad, hasta en el vello que rodeaba al latido reluciente central.

Cuando por turnos se dieron la vuelta, cada uno deslizó los dedos con la crema separando las nalgas hasta llegar al acceso e ingresar los dedos en las profanidades del otro.

Finalmente fue Pedro quien quedó de espaldas, cuando las manos de Guillermo  estimularon por delante, haciéndolo gemir para penetrarlo sin espera haciéndolo gritar en el inicio del vuelo mágico, sin resistencia que inventaron esa vez, y con fuertes y sonoras embestidas, Guillermo se clavó más y más en la profundidad del mar cálido que Pedro había creado para recibirlo a él.

Guillermo jugaba delante para torturarlo, con la crema con los dedos, con las manos adelante, atrás, al ritmo de las embestidas que penetraban por detrás, mientras inventaron una nueva sinfonía de armónicos gemidos, jadeos y gruñidos que reverberaron por todos lados, hasta que llegó la hora de pagar las consecuencias, de saldar la deuda del juego  valiente, y atesorando liberarse de las llamas que devastaron a los dos, a las mareas desaforadas rompiendo en todos lados, tocando el centro del ser del otro, las caderas se balancearon con frenesí , adelante, atrás, mientras Guillermo recorriéndolo lo partía en dos, hasta que el estallido los cegó, el aire se terminó, el corazón sucumbió, la pasión contenida de uno brotó a chorros dentro, la del otro disparando regueros de fluidos impetuosos hacia delante sin remedio, y quedaron enganchados así, uno en el otro.

Lejos de saciarse, las manos lubricadas reanimaron con mimos el deseo en el otro, en escaso tiempo, y Guillermo casi sin haber salido completamente, cuando la tarea estuvo cumplida, colmó nuevamente la estancia, mientras los mismos espasmos volvían a generarse en el deseo de Pedro, en el mismo concierto de jadeos y gemidos,  mientras uno se enterraba, y el otro se deslizaba entre los expertos dedos hacia delante y atrás, recibiendo embestidas por detrás cada vez más profundas, más intensas, más prolongadas y caóticas, acompasándose al masaje, y para cuando Guillermo gritó…. estremeciéndose en la descarga con sacudidas incontrolables, Pedro estalló de nuevo en las manos, más lentamente, pero devastado y agonizando como nunca jamás.

 Allí quedaron deshechos y perdidos, por un tiempo indefinido, hasta que sin saber cómo… se encontraron tumbados mirándose, sin siquiera desear adormilarse sino continuar.

Luego de un instante de duda, Pedro se elevó besando el rostro, lamiendo las curvas de los hombros, esculpiendo montes en el pecho, y Guillermo se volvió invitándolo a continuar, Pedro se deslizó devorando la espalda, hasta perderse en las nalgas, besando la hendidura, lanzando hacia dentro la lengua, en el mayor atrevimiento de su vida, necesitando saborear lamiendo justo el  amargo lugar, mordisqueándolo con dulzura, mientras su virilidad deseaba a gritos llegar allí.

Descendió reptando separándole las piernas, avanzando por ellas, acurrucándose piel a piel, lamiendo la pequeña entrada rosa, clavando primero la lengua asombrado, besando, e incorporándose cubrió toda la longitud del cuerpo, besando la nuca, lamiendo el cuello, deslizando las manos hacia delante hasta aferrarlo sosteniéndole…. mientras intrépido se deslizó en el trayecto por detrás, por una puerta pequeña, escabrosa, indeciblemente deliciosa, deslizándose lubricado adelante y atrás mientras Guillermo se acompasó al ritmo, y Pedro galopó con frenesí, golpeando vientre con nalgas, hundiéndolo en la cama ante cada embestida y ante cada estimulación por delante, y al fin llegaron a vislumbrar la misma cornisa, y en la turbia mirada decidieran lanzarse, y detonar derramando uno dentro, el otro entre los dedos, hirviendo en el fuego increíble de esta vez de entrega desaforada como jamás.

Extasiados, y enredados, casi agonizando e inconscientes, esta vez olvidados de todo se hundieron en el sueño…los dos.

___Cuando aturdidos despertaron, la luz del día se había ido de paseo, mientras las primeras estrellas curiosas moteaban el terciopelo, y mientras se perdían en besos atontados, el teléfono los alarmó.

…!Hola!

Soy yo, Pedro Beggio.

¿Sarah?

… Dana, Pedro.

¿Cómo estás tanto tiempo?

___Pedro se sentó de súbito sacudiendo la cabeza, mientras Guillermo no entendiendo el llamado lo miró  con atención.

…¿Dana?

¿En verdad eres tú?

¿Cómo supiste que estoy en Argentina y el número?

.. Por los diarios, parece que eres famoso ahora, no fue difícil conseguir el número al saber que eres el esposo de Sarah, la marchante más famosa del país, quizá del mundo.

… ¿Cómo está Michel?

…Necesitando un padre supongo. Por ello te llamo.

… Pensaba hacerlo yo, pasa que apenas he llegado.

… Estamos solos, Pedro, mi esposo murió hace seis meses.

…¿Cómo?
… En un accidente, en la ruta, regresando de la costa,  Michel y yo sobrevivimos, él murió.

Mis padres hace bastante, ya, estamos muy solos, y creo que ya no puedo negarle a Michel el cariño de su padre, nunca quise hacerlo.

.. Dana, apenas me dejaste verlo en años.

… Porque ellos me presionaban, porque no te creía responsable, pero sé que eres un artista famoso, siempre supe de tu talento, lo sabes, pero me dejé arrastrar por ellos.

Por favor, ven, tu hijo te necesita.

… Expondré en unos meses en Nueva York, había pensado en llevar al nene si estabas de acuerdo, pero claro que lo quiero ver, de hecho que sí, dame la dirección por favor.

¿Están con problemas económicos?
.. Más o menos, digamos que la situación no es la mejor, pero si me ayudas con el nene, todo estará bien.

… ¿Tuviste hijos con tu esposo?
… No. Pedro nunca lo amé, a ti te elegí como padre de mi hijo, pese a la distancia, a los errores.

… Dame la dirección, te prometo verlos en la semana.

¿Me dejas hablar con él?

.. No está ahora. Te prometo que le diré que estás acá, y si quieres llamarlo en la mañana, te lo pasaré.

… Así lo haré, gracias.

___Pedro colgó incrédulo, aún temblando por amar así a Guillermo, por estar casado con Sarah, porque Dana era viuda, y su hijo al parecer lo necesitaba.

…¿Pedro? ¿Qué sucede?

.. Mi hijo amor, me encontró él a mí, la madre mejor dicho.

Lo veré en estos días. No sé si  puedo…mirarlo, contarle... pero lo veré, me necesita.

__Para cuando se espabilaron del todo, se dieron cuenta de que los dos de repente estaban…llorando.

CONTINUARÁ.

Idea original: Alberto Migré. 1973.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

La tira contiene lenguaje adulto y escenas explícitas.