SUR. CAPÍTULO DIECISEIS.

SUR.

CAPÍTULO DIECISEIS.

“Y entonces dejé caer mi pasado

por el abismo del olvido, colgué

mis fracasos como las más

hermosas  medallas, utilicé mis

cicatrices como manual para

hacerme fuerte, me desprendí de

rencores y desilusiones, me vestí

de esperanza y al fin pude ser

libre”.

Kelbin Torres.

Ushuaia, domingo 10 de enero de 2016.

20.35 horas

“... ¿Cómo pudo suceder esto?

Tantas precauciones, tantos años huyendo, pensé que ya no me encontraría. No lo he visto pero sé que está usando a Guille como anzuelo, esto es un mensaje para mí.”

…Amor mío, soy yo, Pedro, por favor dime qué sientes, qué comiste, qué tomaste en estas horas, mi vida, no cierres los ojos, mírame.

___Pedro tantea en la oscuridad, la misma tiniebla en la que se sumerge lleno de terror desde años, sabiendo que él surge y es en esencia negrura. Michal.

Alcanza la lámpara de noche, pero en un movimiento reflejo Guillermo grita que no, se tapa los ojos haciéndose un ovillo, temblando como una hoja al viento gélido siendo que el ambiente es cálido, gimiendo en forma ahogada, aturdido, desorientado, en trance, delirando, en otro plano, sin responder a Pedro que le pide que lo deje ver el rostro.

Un súbito malestar lo invade, el del presentir lo malo, la muerte otra vez rondando a su amor eterno, y además la presencia del mal.

… Guille ¿qué sucedió? Habla.

...Ana, no abandoné a Fabi.

.. No amor, pronto lo buscarás…. pero ella murió.

..”!Dios! No es pánico. Está alucinando. El pulso es débil y está helado.

... ¿Pedro?

…Tranquilo cielo, ya estoy acá. No te dejaré morir. No esta vez. Mírame. No te duermas mi vida. No dejes de mirarme.

__Pedro siente los ojos desbordados de lágrimas que aún no puede dejar que se derramen, mientras sabe que Guillermo percibe su miedo, lo cual hace que responda con torpeza, dejándolo que le mueva el brazo.

Con la linterna del celular, Pedro examina las pupilas y apenas distingue el arco del iris por la dilatación, explicando la molestia que le causa la luz.

Las pulsaciones son débiles y lentas, y la piel perlada en sudor está helada, y una premonitoria sensación lo invade en la misma medida que la angustia.

Marca el llamado rápido y Matías atiende al primer tono.

…Pedro ¿llegaste?

… Matías, es él, Michal, Guillermo está mal, creo que lo envenenó, tengo mucho miedo.

…Salgo para allá.

..No. Espera, déjame solo un rato, pueden necesitarte allá, lo que pasó en el Parque fue una maniobra de distracción, y lo dejé a solas con el mal.

Usaré el antídoto universal, te llamo si tengo que trasladarlo, espero que no, porque no encontrarían explicación para esto en un hospital, por ello te pongo en aviso, no vengas.

… Está bien, igual acá, no puedo hacer nada, están muertos, lo sabes.

¿Qué síntomas tiene?

… Está  conciente apenas pero delirando, alucinando, creo que ha tenido convulsiones, está en un ovillo de lo cual deduzco que le duele el estómago, helado,…. pese a no tener fiebre, perlado en sudor, el pulso es lento, débil, me confunde con la esposa muerta, no me ve, mira pero sin ver, las pupilas están muy dilatadas.

Te dejo, tengo que hacer que vomite lo que sea que tenga dentro, espero llegar a tiempo de que expulse lo que le haya dado.

Te avisaré.

___Pedro  deja instantes vagar la mirada, rebusca entre las cosas de la mesa de noche, sin encontrar nada extraño, hasta que en el escritorio de lejos vislumbra la cafetera casi vacía.

“… Mierda,  está allí, este degenerado de alguna manera le envenenó el café.

Luego le diré a Matías que lo lleve a analizar, pero ¿de qué puede servir si ni siquiera puedo verlo?”

… Guille, amor, ven, vamos al baño, tienes que vomitar ese café, ayúdame.

___Guillermo siente el cuerpo agarrotado, da órdenes a los músculos de moverse pero no hay respuesta, aturdido en palabras que se arremolinan sinsentido en un clamor inarticulado, alaridos, gritos crueles, mientras en un eco llegan preguntas a las que no puede responder, sintiéndose vacío de toda razón, con la respiración entrecortada, el temblor incontrolable, el clamor envolviéndolo desde el interior.

Pedro lo arrastra al baño como puede, lo obliga a ponerse de rodillas inclinándole la cabeza en el inodoro, y le desgarra el alma percibir los gemidos de su amor que le indican que siente dolores, se niega a hacer el esfuerzo.

Sin dudar que es la única esperanza a la cual aferrarse, Pedro le enmarca el rostro con lágrimas surcando el propio, y le abre los labios dibujados apenas en la palidez que rechaza, para adentrar el dedo hasta la garganta y provocar así un vómito copioso, ante el cual suspira aliviado., esperando haber llegado a tiempo para salvarlo esta vez.

… Eso es mi vida,  que salga todo, muy bien.

__Cuando ve que ya no tiene nada más que expulsar lo lleva en brazos a la cama, ya habría momento para explicar su fuerza, pero ahora lo desliza con cuidado, mientras Guillermo parece conocerlo, y en un hilo, tartamudeando habla.

… ¿Pedro?

¿Qué… me sucede?

… Chsss.

Tranquilo cielo, estás reaccionando, espera,…, tengo que prepararte algo para tomar, ya regreso, no temas mi amor.

___Guillermo se aferra a la visión corporizada  del bello rostro de Pedro, con sus hoyuelos exquisitos, sus ojos centelleando de amor, su irrefrenable independencia, rebeldía, su niño sabio, el ser que en otra de sus vidas lo ayudó a llegar cobijándolo. Y se aferra al recuerdo porque la cruda realidad de lo sucedido resulta difícil de aceptar, de entender.

Apenas lo había vislumbrado pero los detalles del momento se grabaron en la mente, en el preciso instante de encontrar la mirada, en esa serenidad perfecta que lo envuelve, en el aplomo, en la esbelta constitución, en el rostro aniñado, pero con un porte de dios, entrecierra los ojos pensando  en que Pedro es exquisito, perfecto, con sus manos de dedos largos, sus modales lánguidos, su pelo reluciente, su mirada curiosa. Y extrañado se sintió absolutamente excitado, con su deseo erguido deseándolo pese a la debilidad de las piernas, al representarlo de nuevo en la mente.

Pedro busca entre sus hierbas y frascos, algo que sirva de antídoto a lo que cree saber que él ha usado, y allí, detrás de todo lo conocido en una alacena, encuentra lo que busca, mientras la imagen siniestra no lo abandona, tampoco la masacre del Parque Nacional, y el hervor del agua que hace silbar la pava lo saca del delirio real.

Regresa raudo con la infusión, y lentamente le eleva un poco la cabeza, sabiéndolo débil, con la boca reseca por el vómito, incapaz de emitir los sonidos por el ardor, y más aún en el estómago, le da de a cucharaditas el té, mientras Guillermo lo sorbe mirándolo agradecido, sabiendo que lo viene cuidando desde hace demasiado tiempo, amándolo más que nunca.

…Muy bien amor, pronto estarás mejor, está feo lo sé, pero debe ser así.

__Controla las pupilas viéndolas acomodarse, las pulsaciones parecen ir al rango normal, suspira aliviado, a la vez sollozando, y en el disimulo se aleja para preparar un baño caliente, abriendo los grifos de la bañera donde pueda llevarlo para que recupere temperatura rogando al Dios que aquella vez lo ayudó a traerlo al mundo, que esta vez no intente arrancárselo de nuevo sin más.

…No intentes hablar, sé que estás mejor mi amor, te voy a llevar al baño, al agua, te voy a desvestir suavecito, sé que te duele todo.

… Con… vos.

… Eres tremendo, Graziani, estás mejor sin dudas, luego arreglaremos cuentas tú y yo.

___Pedro le desprendió las camisa, mientras lo acariciaba, lo levantó apenas para quitarla, llevando las manos con la mirada al botón de los pantalones, sin poder evitar seguir con la mirada la línea del vello desde el pecho al vientre, y verlo perderse más abajo, sintiendo el rubor en las mejillas, mientras descendió trémulo la cremallera, y luego el pantalón cuando Guillermo elevó la pelvis para que lo quitara del todo, unidos en el mismo deseo, pero sabiendo que habría que posponerlo, al fin logró desnudarlo, y llevarlo a sus brazos, para trasladarlo al baño, entre pasos vacilantes, de piernas plomizas dolientes, aturdido y agarrotado pero consciente y atento a las caricias furtivas que el cuidado de su amor le iban prodigando.

….Ven, entra al agua, despacito. Ponte bajo el chorro, y siéntate, que ya te bañaré, espera que me quite yo la ropa ahora, no hagas trampas.

Con tu recuerdo hinchando mi pecho, jamás intimé con otro hombre, apenas con Camila, ahora eres tú.

___Pedro se colocó detrás acomodándolo para bañarlo, y abrazarlo transmitiéndole su calor, sus ritmos, apaciguando los dolores con caricias preciosas dadas con esponja, gel y agua cálida.

Empezó por la cabeza con movimientos delicados para calmar el dolor, y le enterneció la vulnerabilidad casi de niño de Guillermo que se dejaba hacer entregado, seguro,  ahora sabiendo que siempre había sucedido igual.

Pedro lo envolvió en sus brazos besándole las orejas, susurrándole su amor, en un modo de hacerle saber que estaba a salvo, que estaba a su lado.

Guillermo flotaba entre el estupor y la conciencia sopesando lo sucedido, recordando que nada había comido, que sólo bebió café, quizá por ello le ardía el estómago, pero los músculos estaban agarrotados, la garganta reseca, y supo que había alucinado con su vida junto a Ana, antes que su ángel lo obligara a vomitar.

Ángel terrible que ahora lo atormentaba, con imprudentes caricias, en lugares húmedos con jabón, a tal punto que su sexo despertó antes que la conciencia, lo cual a Pedro lo hizo sonreír.

… Creo que la sangre ya está circulando, te amo, casi me matas del susto.

___Permanecieron en el abrazo un tiempo indefinido, Pedro iba controlando el acompasar del pulso, las pupilas, y el color, la temperatura, hasta que al fin lo sacó de la bañera, y lo envolvió en el toallón, secándolo con delicadeza, al tiempo que se secaba él, para llevarlo a la cama y arroparlo, mientras Guillermo deseaba agradecerle, no recordando nunca un cuidado tan dedicado, aunque ahora sabía que venía sucedido.

… Ya regreso, iré a vaciar la bañera y a terminar de secarme, tranquilo.

__Guillermo elevó apenas la cabeza, y si antes estaba excitado, al verlo de lejos quitarse la toalla, hubiera ido por él arrastrándose, sabiendo que nada en su cuerpo aún respondía órdenes excepto el deseo de hacerle el amor.

Pedro sonrió y regresó para velar su sueño.

… Si el dolor del estómago no remite, y deseas vomitar, me avisas.

… ¡Qué rico perfume!

… No me puse perfume.

… El… tuyo. Lo percibo cada vez que vienes, que estás cerca.

..Duerme mi amor, lo necesitas, tranquilo que estaré acá, me quedaré  a tu lado.

… Mi niño sabio.

 ¿Ayudaste a Dora a que yo naciera en la vida que elegí luego de mi muerte en Varsovia, en 1940?

… Fuiste el regalo de Dios, llegaste a mis brazos de nuevo, sí, duerme mi amor.

__La noche dio paso al alba, Pedro se adormiló de a ratos, controlando que todo fuera a la normalidad, hasta saber que se había salvado, que su amor estaría bien en poco más.

Con sigilo se incorporó, necesitaba llamar a Ushuaia, averiguar sobre la masacre en el Parque, y a Matías, llevarse la cafetera para enviarle la muestra para analizar aunque no tenía duda alguna de que nada era accidente, de que el veneno estaría allí.

Saludó a los huéspedes que ruidosamente desayunaban, intentando reconocer tal vez en alguno a Michal, pero no, no aparecía ante él, o quizá no tuviera el mismo rostro, aunque presentía que sí.

Agustín percibió las ojeras, el cansancio, y sin alarmarlo le contó que había cuidado a Guillermo, que se había intoxicado con algo.

… ¿Otra vez se descompensó?

¿Tendrá alguna enfermedad?

… No Agustín, lo de antes era pánico, esto tuvo relación con lo del Parque, pero no es algo que puedas entender ahora hermanito, algún día sabrás toda la historia.

Iré a ducharme, a cambiarme, no molestes a Guille, dormirá horas, lo necesita, yo mismo le llevaré un caldo o una gelatina apenas cuando despierte.

Iré a ver a mi niño y a llamar a Matías.

… ¿No rescataron a nadie?

… Vivo, no. Quiero asegurarme de que no haya más víctimas.

…Está en todos los diarios, es un horror, pero la policía no tiene pistas, están desconcertados.

Los guías no vieron nada.

… No encontrarán nada hermano, lo sé.

…Pedro… ¿cuándo sabré tus secretos como los saben Dora y Matías?

… Pronto lindo, según parece antes de lo que pensaba. De paso cuando puedas llévale a Dora sus remedios, por favor, con el lío del Parque y de Guille no pude.

… Está bien.

___Guillermo durmió todo el día, directamente su cuerpo pareció ivernar, desconectarse un día del mundo para terminar de sanar, y aturdido, y algo agarrotado todavía con el estómago revuelto, y muerto de sed, se terminó se espabilar a la noche, manoteando el agua que estaba en la mesa que bebió de la botella sintiendo el alivio en la garganta irritada, en el estómago vacío, y el olfato le trajo el aroma de Pedro, le dijo que lo había seguido cuidando, lo cual corroboró al ver un pote cerrado en la mesita que contenía una gelatina, estaba hambriento, pero supuso que aquello era lo perfecto en ese momento, hidratarse y comenzar a comer algo liviano, aunque tenía mil preguntas agolpándose en la mente, y de súbito golpearon a la puerta, sin pensar dijo pase y el vello de la nuca se erizó al ver a Mateo.

…¿Qué haces acá? Pensé que te habías marchado.

… Recién regreso de la montaña, tienes aspecto de enfermo.

… Me intoxiqué con algo al parecer, pero estoy mejor.

… El perfume… el de Pedro.

… Sí, el me atendió, me cuidó.

… Si piensas seguir leyendo el diario que sacaste del museo, puedo hacerlo por ti, así no sales de la cama.

… ¿Cómo sabes que lo saqué?

… Muchas cosas sé, también traduzco el polaco.

… Está bien.

Por única vez.

__Guillermo observó un cierto encantamiento en el acariciar el lomo del libro por parte de Mateo, y ahora tenía millones de preguntas sin respuesta, pero si lo ayudaba a acelerar la lectura, en buena hora, mientras no permaneciera mucho tiempo ni demasiado cerca.

“…Cuando en marzo de 1940 tocamos tierra, la desolación ganó a todos por igual como relaté, apenas teníamos cobijo, algunos animales que sin agua ni granos de poco servirían.

Animales y tierra fueron ariscos, y cuando logramos plantar algunas semillas que traíamos, para luego tener para comer, logramos plantar trigo con entusiasmo, pero una tormenta azotó la zona llevándose las semillas que se esparcieron en otro lugar.

La tristeza le fue ganando a todos, y a mí más, me desesperaba verlos abatidos, cuando en verdad yo apenas necesitaba comer o beber.

Pero a poco de andar supimos que debíamos encontrar algún lugar mejor, para colonizar, muchos enfermaron, cayendo abatidos por beber agua de mar.

Cuando algunos sobrevivientes lograron dar con un río en medio del valle, no dudamos en dejar las chozas y emprender la marcha que nos llevó tiempo por los niños, el acarreo de animales y las pocas pertenencias que quedaron de la travesía en el mar.

Fundamos un pequeño poblado junto al río, pero la comida seguía resistiéndose a abundar, y caprichosamente las lluvias o el viento llevaban el trigo a su antojo, sin lograr vivir para el día del nacimiento de mi niño ni un día de sosiego sin turbulencias, igualmente aquel día fue el más feliz de mi vida.

 El territorio seguía inhóspito, pero yo prefería morir a manos de los indios que de aquel ser que sabía me buscaría en Europa. Michal.

Los primeros tiempos fueron un ir y venir entre sitios conocidos,  yo ayudaba y vivía en la casa de Dorota, la niña era un sol, la hermanita más, las cuidaba y así aliviaba el trabajo en la granja de los padres, pero mi debilidad era el varoncito, mi amor pequeñito que no se separaba de mi lado por voluntad, a mi lado se acurrucaba cada noche luego de mamar, se dormía en mis brazos, me hurgaba, me abrazaba, jugaba en mi rostro con sus deditos reconociéndome, y como los padres me veían como el niño sabio , el guardián de los tres, lo dejaban todo el tiempo a mi lado, en el tácito lenguaje que nos unió desde siempre y para siempre desde que asomó la cabecita el 22 de setiembre de 1940.

Estábamos acostumbrados al trabajo duro, nadie pretendía lo contrario, pero necesitábamos un lugar habitable, donde la cosecha fuera abundante así como el agua.

Siempre tuve la impresión de que a los que organizaron el desembarco los habían engañado, siempre esperaron la ayuda en semillas, provisiones y tierras del gobierno que nunca llegó, y los colonos quedamos a la deriva.

Y sin embargo yo era feliz con mi niño Wilhelm.

Para el segundo año rematando las penurias, la influenza se apoderó de la colonia, o una virosis desconocida se propagó como reguero de pólvora, y el único médico del grupo y yo apenas dábamos a basto, para aislar a los enfermos y atender los síntomas. Los niños se vieron afectados con mayor gravedad, los padres desgarrados en la muerte de muchos, yo cobijando a los míos intentando evitar el contagio.

Hasta que llegó el fatídico día en que Dosia acudió llorando porque se había contagiado mi niño.

Fue la primera vez que sentí que moría  en él, corrí a su encuentro volteando toda resistencia o habladuría, estaba casi sin conciencia por la fiebre, con convulsiones por ella, doliente, y aquella tos me torturaba los oídos, cuando por la mirada del médico supe que estaba grave.

Dosia me dejó aislarlo en mi choza, para proteger a las niñas del contagio, aunque era la madre, no pude evitar que quisiera verlo y alimentarlo.

No hice más que intentar cobijarlo en mis brazos, que la temperatura descendiera colocándole paños fríos, suplicando entre sollozos a Dios que ya que lo había traído al mundo no me lo arrebatara, y cada vez que lo oía quejarse, el alma se me destrozaba en su dolor.

Lo bañaba despacito, y sabiendo que le dolía todo.

Pero con ello la fiebre mejoraba, y los dolores a la par, fueron días de tormento, de furia contra Dios o el demonio, de desesperación en el pensar en perderlo de nuevo, en la bronca contra el Dios que se empeñaba una y otra vez en separarnos, hasta que un día en mis brazos, abrió los ojitos, y en sus palabras torpes me dijo que no lo dejara nunca, supe que estaba mejor, que de nuevo habíamos vencido a la muerte.

Me acarició con las manitos las mejillas.

… No me dejes nunca.

… Jamás.

__En un acto casi reflejo, posó su boca en la mía como volviendo a sellar el pacto ancestral, una promesa para el futuro, y el fantasma de la enfermedad se alejó de los colonos al fin.

Con  Wilhelm a salvo, pude recordar las últimas palabras de mi abuelo antes de morir.

“…Tienes que saber, que él es…Chistian, Ronsenkreuz, el fundador de la orden de rosacruces”.

___

… Vete Mateo, Pedro vendrá y no quiero que te encuentre acá, menos con el diario, dámelo.

… Está bien.

Seguiremos en otro momento si lo deseas.

Que te mejores.

___Guillermo buscó el ordenador, la alegoría de la Gran Obra, recordó las palabras del diario, la búsqueda de la verdad divina del hombre antes de la caída. Supo haber leído que los alquimistas se purificaban y sufrían un proceso preparatorio para alcanzar la verdad que les diera la inmortalidad, o lo más confiable, las medicinas para la longevidad que les permitiera la vida eterna en el reino de Dios, y buscó la palabra y antecedentes del nombre.

Leyenda

«Pozo de iniciación» hacia el interior de la tierra; la foto muestra también la rosa de los vientos sobre la Cruz Templaría: la Rosa Cruz, en «Quinta da Regaleira», Sintra, Portugal (construida ca. 1904-1910).²

De acuerdo con la leyenda, Christian Rosenkreuz descubrió y aprendió la Sabiduría esotérica entre sabios árabes como peregrino en Oriente, supuestamente a principios del siglo XV (ver la sección sobre simbolismo en este mismo artículo); volvió y fundó la «Fraternidad de la Rosa Cruz» con él mismo (Frater C.R.C.) como Superior de la Orden. Bajo su dirección se construyó un templo, conocido como Sanctus Spiritus o «La Casa del Espíritu Santo».
Se ha descrito que su cuerpo fue descubierto por un Hermano de la Orden, en perfecto estado de conservación, 120 años después de su muerte (que ocurrió en absoluto secreto) —-como Rosenkreuz había predicho-—, en una cámara erigida por él mismo como almacén de sabiduría. Se ha descrito que en el sarcófago del centro de la Cripta de Christian Rosenkreuz estaban escritas, entre otras inscripciones, las palabras “JESUS MIHI OMNIA, NEQUAQUAM VACUUM, LIBERTAS EVANGELII, DEI INTACTA GLORIA, LEGIS JUGUM” («Jesús mi todo, vacío ninguno, libertad del Evangelio, de Dios intacta gloria, el yugo de la ley»). La cripta de Rosenkreuz, según la descripción presentada en la leyenda, parece estar localizada en el interior de la Tierra, recordando el lema alquimista VITRIOL: Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem («Visita el Interior de la Tierra; Rectificando Encontrarás la Lápida Oculta».)³
Steiner identificó en una ocasión la pintura de Rembrandt «Hombre con armadura» como el retrato de Christian Rosenkreuz, según su creencia, en una manifestación en el siglo XVII.

Simbolismo de los números en los manifiestos

La leyenda presentada en los manifiestos ha sido interpretada simbólicamente (como se hacía con todos los textos herméticos y alquímicos de aquellos tiempos).⁵ No indican directamente las fechas de nacimiento y fallecimiento de Christian Rosenkreuz, pero, en dos frases del segundo manifiesto, el año 1378 se presenta como el del nacimiento de «nuestro Padre Cristiano»,⁶ y se afirma que vivió 106 años, lo que significaría que murió en 1484.⁷ La fundación de la Orden puede suponerse, en los mismos términos, haber ocurrido en el año 1407. Sin embargo, estos números (y los años deducidos) no se interpretan de forma literal por muchos estudiosos del ocultismo, que consideran que son afirmaciones alegóricas y simbólicas para la comprensión de los iniciados. La justificación de esto reside en los manifiestos en sí mismos: por una parte, los rosacruces adoptaron claramente a través de los manifiestos la tradición pitagórica de imaginarse los objetos e ideas en términos de relaciones numéricas, y, por otra, afirman directamente en el segundo manifiesto: «Hablamos ante ti con parábolas, pero de buena gana te llevaremos a la correcta, simple, fácil e ingeniosa exposición, entendimiento, declaración y conocimiento de todos los secretos».
La naturaleza metafórica de estas leyendas confiere ambigüedad a los orígenes del rosacrucismo. Según creen los ocultistas, la apertura de la tumba de Rosenkreuz constituye un modo de referirse a los ciclos de la naturaleza y de los eventos cósmicos; y, también, a la apertura hacia nuevas posibilidades de la humanidad que resultaron en los avances del siglo XVI y principios del XVII. Similarmente, creen que la peregrinación de Rosenkreuz se refiere a los pasos de la transmutación de la Gran Obra.⁸
Similares leyendas pueden encontrarse en la descripción de Wolfram Von Eschenbach sobre el Santo Grial como el «Lapis Exillis» guardado por los Caballeros Templarios, o de la Piedra filosofal de los alquimistas como el «Lapis Exillir».
Asimismo de acuerdo a la fraternidad Rosacruz se atribuye que Cristian Rosacruz, en sus anteriores encarnaciones, fue San José y otros personajes históricos de trascendencia.


____

__Cuando Pedro entró lo vio dormido, escrutó sin tapujos sus labios finos, sus sensuales rasgos cincelados, sus largas pestañas, sus cejas varoniles mientras una inquietud cálida interior le recordó que estaba vivo, luego de mucho tiempo de no sentirlo, y que había vencido al mal esta vez.

Supo que estaba recuperado, y pensó que dormía al acariciarlo para constatar la temperatura, pero la mano lo atrapó al tiempo que los ojos lo  descubrieron espiándolo.

…Al fin cielito.

Ven, acurrúcate a mi lado.

… Si estás bien prefiero ir a hacerte algo más de comer.

… Luego, ahora sabes que deseo devorarte a vos.

… Guille, no empieces, casi mueres intoxicado.

.. Gracias por cuidarme, por darme cobijo, por hacerme sentir importante y diferente.

___Pedro se pegó al cuerpo desnudo que notó expectante y Guillermo lamió el cuello hasta perderse a reexplorar los labios con prudencia, antes de hundir la lengua en la boca y saber que sería correspondido con ansia igual.

El amor era lo urgente, todo lo demás podría esperar.

… Guille…

..¿Qué?

… ¿Quieres mudarte a casa, a vivir en mi casa?

…¿De verdad lo dices?

.. Luego de lo de ayer sí, quiero no tener que separarme de ti, ni un rato. Te amo demasiado.

Yo más, pero te contestaré luego de hacer el amor, toda la noche…

__Las palabras se pusieron en fuga para dar lugar al lenguaje de los cuerpos, que luego de siglos se encontraban de nuevo, uno en el otro, adentro o  afuera, en el amor de siempre y para siempre.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, los datos sobre la orden y el personaje son múltiples, las fuentes numerosas, daré bibliografía al final, hay en el grupo ya.