"EL OTRO" PRÓLOGO.

“EL OTRO.”

 

PRÓLOGO.

“Si hubiera sabido que venías,
el fondo de mi alma hubiera extendido
o tal vez las pupilas,
y hubiera puesto las mejillas
como alfombra para allanar el camino
hacia las pestañas.
La luz del alba sorprendió a Shahrasad y ella dejó de hablar.
Noche 43.
Las Mil y Una Noches.
Anónimo”.

Bs. As.,  viernes 22 de abril de 2016.

Provincia. 08.00 horas.

…No Marcos, no insistas, no iré.

…¿Quién te entiende a vos?

Sos idiota para perder un viaje pago a Bariloche, a ese hotel que te permitiría aprovechar el pasaje y quedarte a conocer. No fuiste nunca.

¿Mira si allí estuviera tu príncipe azul?

… No me hace gracia el comentario, Marcos. Mi príncipe azul fue mi esposo, y me dejó, hace dos años que ando llorando su ausencia por los rincones,  no me interesa pegarme de frente contra ninguna otra pared.

Ya cerré con llave todas las puertas de los muros que levanté, del alma, del corazón y de la vida.

Lo único que ahora deseo es mantenerme enfocado en el estudio,  en el  concurso para el Juzgado,  en los clientes, y volver a mi casa a dormir, a leer, a tomar un whisky, solo.

Perfectamente puedes ir vos al meeting, conocerás a gente interesante, minas, o si quieres quedar bien, puedes llevar a Isabel y pasear luego.

… Al que le convendría relacionarse con esa gente en un foro mundial es a vos, más ahora que en breve llegarás a ser Juez.

… Está por verse eso, tengo un concurso por ganar, no quiero relacionarme con nadie, no me interesa.

… Guillermo,  no puedes seguir muerto en vida, el pibe ya se debe haber vuelto a casar, y vos sigues hecho mierda, no tiene sentido.

… Estoy como quiero, como merezco, por pelotudo, nunca debí acceder a enamorarme de Matías, menos a casarme y se lo dije, pero me dejé llevar.

__Guillermo Graziani, 52 años, eminente abogado penalista, aspirante a concursar para el Juzgado de instrucción en dos meses, divorciado, con una elección diferente, desde los quince años supo que le gustaban los hombres, que el objeto de su amor, eran los hombres, que era gay.

Nunca peleó contra la naturaleza, pese al disgusto familiar, al juicio social, a quedar relegado al “puto” del lugar que lo viera nacer, en Provincia, en un clásico barrio de Caballito.

Hijo  único de un matrimonio de clase media, de padre escritor, madre maestra, eligió desde muy temprana edad su estilo solitario de vida, impuesto por el rechazo familiar y social a su introspección desde pequeño, a su elección ulterior, a su  condición.

 Desinteresado de sus compañeras en el colegio, vislumbró en los partidos de fútbol, que le fascinaban particularmente los cuerpos de los jugadores, comenzó a escrutarlos palmo a palmo, sintiendo la excitación en cada poro, como el rocío que sudaban en ellos, en cada olor, en cada roce involuntario, a veces provocado, aunque él  no jugaba a nada más que al ajedrez.

Lo tildaron de enfermo, las chismosas de la esquina de degenerado, y harto de que sus padres remarcaran que los estigmatizaba con sus delicados modales, y su alocada decisión, apenas cumplir los dieciocho años, se mudó de la casa paterna, a un humilde departamento, compartido con el primer amigo íntimo de su misma condición, con el cual entabló amistad en el pre- universitario para ingresar a Abogacía en la UBA: Juan Arismendi, reconocido gay desde temprana edad.

Trabajaban los dos a como diera lugar, de mozos, de dependientes, de repartidores, para apenas llegar a pagar el alquiler y comer, no aceptando dinero alguno proveniente de familias avergonzadas de su elección.

Ninguno de los dos podía ya ignorar que su diferenciación sexual en la adolescencia estaba marcada hacia el deseo por otro hombre, no obstante ninguno había afianzado con ninguno  su elección, temerosos del error, decidieron juntos concurrir a boliches como todos, a bailar con las chicas del lugar, a intentar  probarse con ellas, en sensaciones y sentimientos, al comenzar  esa vida independiente de las figuras paternas los dos.

Exhaustos de vacío, agobiados de ofertas que ninguno pudo soportar, hastiados del perfume, del maquillaje y de las formas, un día desistieron de continuar, y lejos de buscar lo que la mayoría, fue ese día, con dieciocho años, en que al regresar al departamento, comenzaron a explorarse uno al otro,  más allá de las palabras, de las charlas y gustos compartidos, de las caricias furtivas en los cigarros y botellas, en los libros al estudiar, y al llegar al beso ya supieron en el sabor y en el aroma que ese era el destino de los dos.

Ya no hubo regreso de aquello, todo los unía, eran compinches, compañeros, amigos, pares, buenos tipos, uno alegre, el otro callado, complementarios,  rechazados por igual, amantes desde el primer beso, cursando toda la carrera conviviendo en el lugar.

No se pusieron rótulos, no hicieron promesas de amor, no tuvieron festejos de San Valentín, ni cartas y presentes de amor, los dos supieron que los unía una fuerte química en el hacer el amor, por placer, que uno era el deseo del otro, el impulso para continuar, en los sueños compartidos y en el bienestar así, juntos y nada más, pero los dos percibían que a pesar de todo, desconocían lo que los poetas prometían como….  Amor.

En la cama y en la calle, cocinando o estudiando en aquellos años de facultad, fueron mucho más que dos, aunque no eran uno el gran amor del y para el otro.

Mantuvieron un trato cordial y distante con la casa paterna, con pocas explicaciones de la vida privada, lo que fue moldeando la forma de ser.

___Guillermo se encerró en el  despacho, se zambulló en el sillón, se embebió en el tapizado de cuero deseando desaparecer para Marcos, que dejara de  insistir, odia los viajes, le teme a todo, a los aviones, a los barcos , a los bichos, al campo, a la playa y al mar. Lo único que ama son las plantas y trabajar.

Y con la copa de whisky antojadizamente la desobediente mente, se trasladó a tres años atrás, a él, al amor que lo dejó huérfano de ansia, de futuro y de sueños,  como mil veces  presintió, al abandonarlo sin aviso… porque se cruzó: “el otro”.

Anónimo en rostro, en nombre, nunca quiso averiguarlo, bastó con saber que a meses de aceptar el  esperado casamiento igualitario, estaba viendo a Matías hacer las valijas en el dormitorio donde creyó junto a él tocar el sol.

___Tres años antes, todo había comenzado en aceptar las invitaciones a una cigarro, a una copa, a una caricia, a un boliche, hasta quedar entrampado en él, encerrado en esos ojos claros como el cielo despejado, que aún lo atormentaban hoy, en el alma y en la mente, negándose a desaparecer.

… Dale mi amor, no te vayas.

… No Matías, debo llegar a una audiencia, ya dormí acá.

… También yo  estoy llegando tarde a Baunes. ¿Ves por qué te  digo que quiero que nos casemos?

No son ratitos robados a  la profesión lo que deseo, te amo Guillermo, eres el hombre de mi vida y yo el tuyo, no entiendo que no lo desees. Lo que más costó, fue arrancarte de aquella relación tan larga, ya lo hiciste, duermes acá, no me alcanza.

… No apures las cosas, hace meses que estamos juntos, te amo, sí, pero estamos bien así, duermo acá, a veces vos en casa, nos encontramos en almuerzos o cenas, en el boliche, ¿para qué un papel?

… Porque ya que tanto peleamos por la Ley, deseo ser tu esposo, legalmente andar por la calle así, tenerte a toda hora a mi lado, trabajar juntos quizá, no deseo que seas mi amante como lo fuiste una vida de Juan, te amo como más, como mi marido, quiero un proyecto de vida en la misma casa, en la misma cama cada noche, en el mismo lugar.

… Mati, tengo cincuenta años, sos un pibe,  dentro de dos meses, te vas a querer matar cuando conozcas a alguien de tu edad, me dejarás y me vas a aniquilar, con Juan no corrí riesgo alguno, éramos solamente amantes y amigos, la amistad persiste.

… No, no es lo que deseo, jamás te dejaré, nunca. Te amo, con tu carácter, con lo bueno, con la malo, me enamoré  al conocerte en el primer caso, no eres uno más, me importa nada la diferencia de edad, tengo treinta y ocho años, no es un siglo  lo que nos separa.

… Sos un muchacho muy lindo, demasiado, todos te desean, tarde o temprano me vas a dejar, lo sé, y no podré soportarlo.

___Abrió los ojos al sentir como si fuese real el roce de los esbeltos dedos de su amor aquella mañana en el departamento de soltero, y en un arrebato de soledad furiosa, estampó la copa contra la pared, rompiendo a llorar espasmódicamente,… el abandono, la pérdida, el vacío, las noches de nuevo en completa soledad, escuchando la música de los dos, martirizándose con cartas de amor, que sí existieron, con los libros regalados, la ropa elegida, por Matías, que hoy estaba en la cama de…otro. Por lo que supo por Juan y amigos compartidos, casado con ese…”otro”.

Bs. As., viernes 22 de abril de 2016.

Ciudad Autónoma. 08.00 horas.

… Pedro, mi amor, salgo, tengo que adelantar trabajo, estás perezoso hoy.

…Me dejaste, malo. Odio ducharme solo.

_Pedro ronroneando modorra y placer…. salió de ducharse con ganas de más de su esposo que ya estaba con el traje para salir a trabajar.

Se acercó desde atrás y cuando lamió la parte de atrás de la oreja, acariciando sobre la ropa, lo hizo tambalear y dudar de salir, estaban locos uno del y por el otro desde apenas llegar Pedro a  presentar a Baunes su currículum, dos años atrás...

Al encontrarse en el despacho se prendaron en la mirada, y días después Matías que le ocultó que estaba casado, sin tapujos le confesó a Guillermo que llevaba la razón, que aquella pareja había sido un error, que estaba enamorado de “otro”.

… Pedro, no, por favor, necesitamos sacar el trabajo para poder quedarnos en Bariloche unos días, allí tendremos todo el tiempo para nosotros, por favor mi amor, no me hagas esto que sabes que no puedo resistir.

… Un ratito más, el trabajo lo haremos igual.

 Está bien, odio que vayamos a sitios distintos en autos diferentes, apenas nos veremos hasta la noche.

… Pedro,  mi amor, el viaje lo vale todo, tú termina los casos en el juzgado, ve cómo marcha el concurso, a ver si sabemos nombres de los potenciales Jueces, qué sitio ocupa tu tío, Orestes, y yo me encargaré de los clientes en el estudio.

Cenaremos en un lugar especial para no cocinar, y  al regresar haremos la valija, amor, dos días en el foro mundial, y luego….vacaciones en el Llao Llao, y escaparemos al lago en un yate único, te lo prometo.

___Pedro Beggio,  treinta y ocho años, nacido de padres aristócratas, en Coquimbo, Chile, abandonó su posición en la familia, a ellos y a sus dos hermanos menores, para o con la excusa de cursar abogacía en la UBA, y quedarse luego a vivir cerca de un tío famoso penalista, para entonces Fiscal de Instrucción, con alta chance de ascender a Procurador de la Nación, Orestes Moravia.

Casado con Matías Olazábal a quien conociera en el primer estudio donde se presentó como postulante a socio, Baunes, reconocido estudio de Bs. As., dejando así una solitaria vida de relaciones intrascendentes,  luego de una más larga con Diego, su compañero de colegio secundario, con quien descubriera su elección sexual diferente, condenada en Chile, escandalizando al declamarla allí, a familiares y amigos, expulsados como leprosos del círculo más íntimo, arrastrados por la marea con las excusas desparramadas hacia Argentina a los dieciocho años.

La relación con Diego fue la de amigos que  descubren el mundo, el de afuera en un país de otros, el interno con preferencias fuera de la norma mayoritaria, el de amigos que se saben secretos y mentiras, que se conocen sin máscaras ni maquillaje desde niños, compinches de citas, de las primeras aventuras fallidas con mujeres, hasta al fin comprender, que el amigo debía ser el amante y compañero de descubrimiento de la elección real, que no era la de todos.

No podrían cumplir con los mandatos familiares y sociales de casarse con una dama de la alta sociedad chilena, de tener muchos hijos, de llenar la casa paterna de nietos, sino que se eligieron mutuamente para compartir aquellas primeras experiencias, que se amontonaron en años, mientras se destacaban como alumnos, en la Universidad de Bs. As., donde no se dieron a conocer demasiado, ni fueron sometidos al juicio del afuera por ser diferentes y vivir juntos, en un pequeño loft, en  Palermo, que  alcanzaban a mantener con trabajos de secretarios, en estudios y en tribunales, que supieron conseguir al llegar.

Dos años atrás, Diego quedó en el camino, cuando la mirada de Pedro en Baunes, se entrelazó en la de los ojos transparentes… de Matías Olazábal, que se convirtiera el mismo día en su socio, y poco después en muchísimo más, en ese montón de cosas que pensaron era el Amor, no conocido antes, por ninguno de los dos.

Bs. As., vienes 22 de abril de 2016.

Provincia. 17.00 horas.

___La  nueva copa se  escurrió de la mano relajada, y el estallido trajo a Guillermo a la realidad, del despacho que ocupaba desde años atrás, y del sillón por el cual solía ver el latido de la ciudad desde el ventanal.

Mordió acunándose la montura de los anteojos, con la mirada perdida en algún lugar, cuando se asomó su  ex alumna mimada, para despedirse del día, Gabriela Soria, abogada Civil asociada.

… Guille, ¿estás bien?

Nos estamos yendo todos, ¿qué se hace con la invitación y los pasajes?

… Vayan, Gaby, dile a Marcos, que si queda algo pendiente lo resuelva, iré al foro, y me quedaré a pasar la semana en ese encantado lugar. Ganó.

__La partida de cartas había comenzado años atrás, el escenario fue montado por Dios, el azar, o el destino, sin que los protagonistas supieran el libreto final, apenas estaban dando los primeros pasos, montando las primeras escenas, ensayando los sitios y los retazos de lo que no sabían como culminaría al encajarlos, tampoco el desarrollo, mucho menos el final.

Aún cuando la obra estaba en marcha, ninguno lo sabía, nadie la entendía, menos podían resolver ni siquiera la primera escena, solamente se había levantado el telón.

CONTINUARÁ

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera  coincidencia.

Lenguaje adulto.