sábado, 31 de diciembre de 2016

"LA CASA DEL DELTA". EPÍLOGO.



“Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez,
el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.” Gabriel García Márquez.

“Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso
o no será vuestro.” Goethe.

“Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo
el mundo escribe libros.” Cicerón.

“LA CASA DEL DELTA”
EPÍLOGO.

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06 de diciembre de 2016, Bs. As., Provincia.

… Gaby, ¿sabes dónde está Guille? No es la primera vez que dice estar en el anexo y que desaparece, no quiero pensar que Juan tampoco está a la vista.
… Pedro, no pienses así, debe estar por acá __ me consuela Gaby sin éxito, las punzadas que retuercen las entrañas son de más conocidas.
… Beto, ¿Guille?
… Pedro, no sé, no soy el niñero, si cada vez que lo pierdes pensarás de nuevo lo mismo no va, así no.
… Muy graciosos,   ustedes están pegados día y noche, Guille anunció retomar sus funciones, y no veo a mi socio, estoy con el hijo, dijo estar en el anexo, no está.
… Pedrito, debe estar con los chicos. __ Cuca a veces se escapa al estudio pese a la edad.
… No Cuquita, los chicos están con Romina, no está.

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24 de diciembre de 2025.

“La casa del Delta vuelve a latir en esta Nochebuena, luego del silencio, de las ausencias del año anterior, por fin nuevamente y como viene sucediendo en los últimos años estará colmada de amor en esta Navidad.
El 08 armamos el arbolito con los trillizos, recordando aquella vez en que eran chiquitos, en que las nenas pelearon y les negocié con los regalos de Papá Noel.
Seguimos sin poder creer que cumplieron once años.
El estudio trabajó este mes más que en el año completo, dejamos casos abiertos para febrero por doquier, pese a la cantidad de abogados que hoy estamos allí, cada cual tiene en su especialidad dos o tres casos abiertos.
En lo penal tenemos una estafa y un asesinato. Sin embargo mi amado esposo, pese al anuncio en la fiesta de regresar, no lo hizo aún, pasó el mes en el anexo, creo que tiene alguna sorpresa in mente, que puedo llegar a imaginar pero no quise decirlo.
Los chicos terminaron las clases, desde entonces se pegaron a nosotros, o están con el papá en el anexo, o cuando ven que no hay clientes, vienen con papi al estudio, hasta creo que Guille les está enseñando a cocinar, al menos intentan. En efecto como se quedó en el anexo, apenas se asoma por el estudio, hace el almuerzo para todos, y nos vamos asomando al comedor a medida y en los tiempos que nos quedan libres.
Sí, uno de los días lo encontré con los trillizos, Romina reía de verlos llenos de harina, intentando ayudar al papá, creo que las preciosas seductoras alguna vez quizá aprendan, José me parece que será como yo, definitivamente inepto en al arte culinario. Además Guille no deja mojar el pancito a nadie, ya ni siquiera a mí, por caritas y mimos que le haga, definitivamente mejor me dedico a la abogacía.
Ya no iremos a trabajar, tampoco decidimos vacaciones, por lo tanto disfrutaremos del verano en la casa en familia, ya se instalaron acá Fabián y los suyos y mis padres ancianos también, para no ir y venir.
Guille no cree en Dios, o no creía, me parece que desde que supo que sobreviví empezó a cambiar de idea, no obstante no recibió los sacramentos, yo estoy bautizado, pero no he sido tampoco practicante. Romina lo es, por lo cual los chicos  sí han recibido los sacramentos, y con ellos, con Gaby y Valeria fueron a la misa, luego las pasaremos a buscar.

Hace un año… no recuerdo siquiera o no supe lo sucedido para las fiestas, creo que Guille  ni siquiera aceptó la invitación de Fabi para las cenas, y durmió o lo intentó al menos en el anexo, por mi parte recuerdo haberles llevado regalos a los chicos en la tarde, armaron el árbol con la mamá en el departamento, cenaron con ella en él, yo los dejé luego de buscarlos de la misa, y no me quedé, llegué antes de medianoche al departamento,  me acosté, con una copa de Cabernet, a imaginar los años pasados, desde nuestro casamiento, desde la noche de bodas en el Delta, desde el inicio de la vida con él.

Hoy la casa brilla, los chicos corretean por el jardín, mi amado esposo se empeñó en regalarnos un plato especial, por lo cual lleva horas en la cocina con el pavo relleno que está preparando, Julieta y Romina solamente lo están asintiendo, literalmente a los chicos, y a mí, nos echaron, por ineptos, por lo tanto ya estoy duchado, acicalado, vestido para recibir al resto, que son todos los que vinieron al cumpleaños, seguramente Beto y Gaby con los chicos se quedarán acá como cada año.
Como si no lo saco  de la cocina llegará medianoche, creo que antes de ir con Fabián a buscar a las chicas a la Iglesia, le diré que suba a ducharse, a cambiarse.
Estoy feliz con la alianza, reluce en mi dedo  mi pertenencia al hombre que amo desde el año 2013, quizá desde antes, y que lleve traje blanco, con camisa a tono, contrastando con el tostado de la piel, se convierte en un detalle menor, al menos para mí, aunque sé que en mi esposo ejercerá un efecto especial.
Mientras él me guarda una sorpresa, yo ocupé la tarde en escribirles a mis hijos, a nuestros hijos, además de la ropa que pidieron de regalo, que está en el árbol con los restantes regalos, antes del baile en el parque, antes de que termine la noche, les daremos unas palabras.
Queridos hijos.
Pudimos habernos perdido, como sucedió hace un año,  esto no es cosa de todos los días, hace tiempo que sé que este momento llegaría. Esto determinó la reunión de toda la familia del mes pasado donde yo mismo les comuniqué de la importancia de la unión familiar, papá me escuchó, les pidió disculpas a su modo, a su turno.
Ustedes ya no recuerdan que alguna vez, en una día similar, cuando eran pequeñitos, los llevamos  por el sendero del río, y les hicimos promesas, de amor, de libertad, de cómo serían felices. Excepto el año para el olvido que no hará mella en la historia, papá y yo, mamá, todos hemos hecho las cosas bien, como para que hoy sean felices en la casa, en el mundo. Los preparamos para la vida  con el ejemplo, para que sean buenos capitanes de las propias.
Nos conocen como nadie, en carácter, saben que salvo a perdernos a nosotros mismos, a ustedes, a nada tememos, nada debemos, y sabemos que contamos con ustedes, como ustedes cuentan con mamá y con nosotros.
Papá,  a pesar de  la cara de piedra, de los berrinches, de las fobias, es en verdad un dulce, un bombón de dulce de leche,  humano y como tal, siente, como sienten ustedes, lo mismo me sucede a mí, pensamos que es necesario decirles algunas cosas.

Me puse a pensar sobre el asunto, y se me ocurrió escribir esta carta:

José, como el varón del grupo, como nos pediste la separación cuando observaste que nos desviamos del camino te pido y me dirijo a ti, para que leas a tus hermanas las letras que dejamos, porque lo que escribo, lo hace papá al mismo tiempo, somos un ser.
Es el mejor regalo que me podrías hacer en estos momentos, además, tú sabes que no necesito ni deseo nada, sólo te pido que leas estas humildes letras.

Son simples reflexiones, que escribí para ustedes. Me gustaría mucho que mediten sobre ellas.


 Papá pudo morir el año pasado, saben que  es así, yo pude morir antes que nacieran, cuando una mujer me pegó dos balazos en el pecho, ambos supimos lo que es el dolor, lo que es perder el corazón, y vimos los ojos a la muerte, sin embargo, seguimos adelante, estamos acá, decidimos traerlos al mundo  cuando conocimos a mamá, y como les explicamos varias veces, son realmente nuestros hijos biológicos, como lo es Fabián de Guille.

Tenemos cicatrices, algunas enfermedades, a veces agitados, algo averiados, con alguno que otro sacrificio, seguimos peregrinando la vida con ustedes, lúcidos, hoy más conscientes que nunca que lo importante en la vida es esta unión en confianza, el Amor que todo lo abarca, que a todo resiste, que como dice papá es un acto de fe.

Trabajamos duro para darles la vida que merecen, la que tenemos todos, pero somos de aquellos que piensan que cada  hombre de esta bendita tierra, debe producir al menos lo que consume, y también ayudar en lo que pueda.

Cada mañana, al levantarme y comenzar el día, trato de pensar con alegría que estoy vivo y en el camino,  el esfuerzo se hace más placentero, papá hace lo mismo. Pero no puedo negar que día a día, nuestro corazón se desgaja de a poquito, y sobrevivimos otro tiempo, sin tiempo.
La ciencia  ayuda bastante, y la batería de arco iris de pastillas multicolores de todos los días.
Pese a lo que saben que padecimos, seguimos  aquí, firmes como  el roble,  doblados como el junto  que se dobla pero sigue en pie, o como el primero cuando crucemos al otro lado del camino, lo haremos  de pie.


Pero sé que llegará el día en el que nos sentiremos  un poco más cansados, tal vez como ahora mismo, y también nos sentiremos  viejos.  Nos haremos los desentendidos, seguiremos caminando, trabajando intentando burlar al tiempo, haciendo lo más posible, pero éste es implacable, inevitablemente terminará vencedor, entonces sí seremos y nos sentiremos hombres viejos.
Pero siguiendo los sabios consejos de nuestro neurólogo, cumpliremos la promesa, morir de pie, trabajando hasta donde podamos, disfrutando de ustedes, uno del otro cuanto más se pueda.


Cuando tú llegaste primero  a este mundo, en el momento de tu nacimiento, llorabas con la primigenia fuerza de tus pulmones que te traían a la vida, y toda la familia, feliz, sonreía. Detrás aparecieron tus hermanas, una tu gemela, la otra hermana, y con papá asombrados y trémulos nos anegamos en el cúmulo de emociones al verlos, en el milagro de tenerlos junto a mamá.


Es mi gran deseo que cuando termine tu tiempo en la vida, por tus méritos en ella, todos lloren, y sólo tú sonrías. Lo mismo para nuestras niñas.
Cuando realmente  nos vean y me sienta viejo, o lo sienta papá, cuando ese momento llegue, sólo te pido que nos tengas paciencia y  comprendas, tanto a tu madre como a nosotros, que dejamos buena parte de nuestras vidas y nuestras propias necesidades y aspiraciones para forjarte un futuro mejor que el nuestro. Lo mismo a las nenas.
Yo, no soy un viejo, tampoco papá,  pero siempre pensaré igual, en eso soy inconmovible, seré la misma persona, pero no seré el mismo, tampoco él lo será.


Cuando me sienta y me veas cansado de tanto transitar por la vida, extiéndeme tu mano para apoyarme, como lo hice yo contigo, cuando con tus pequeñas piernas empezaste a caminar y te mostré los senderos de la vida. Lo que te digo hijo, lo digo a tus hermanas desde ti, lo dice papá desde mí, es una simple carta sumada a los regalos de la noche en esta Navidad, la del año del reencuentro, luego de la ausencia del año anterior,  por la cual hace un mes pedimos perdón.


Seguramente, con aciertos y errores, siempre pretendí lo mejor para ti y tus hermanas y me esforcé para facilitarles el camino que todavía tienen que recorrer, en el duro y difícil sendero de la vida, que si sigues en el correcto, sabiamente, también sabrá darte buenas satisfacciones.

 Esto se los prometimos cuando eran pequeños junto al río, que jamás nadie los iba a juzgar, que nadie los iba a coaccionar, que serían fuertes en el tortuoso sendero de la vida, libres de sus elecciones, y pese a las quejas de papá, algo en serio, más ya en broma, de la ropa, de los novios y demás, saben que gozan de libertad de elección en cada uno y en todos los aspectos de la vida, cosa que quizá particularmente yo no tuve en un principio, por lo cual casi la perdí, papá me ayudó a entender mi verdad, la que ustedes reconocieron al crecer, que el amor no sabe de género, de raza, de religión, el amor es, por ello, papá y yo nos encontramos, nos amamos, y continuará más allá de esta vida porque el amor resiste, el nuestro lo es.

No te molestes porque aunque ya me veas cansado y caminando lento,  siga imponiendo mis razones en la familia. Es la misma disciplina que te enseñé y exigí, la misma que mi padre lo hizo conmigo y con los resultados que tú bien conoces, y disfrutas sin apuros ni necesidades. Lo mismo les dice papá.
El oficio de ser padre nos abre los ojos a nuevas vivencias y situaciones, y nos hace entender que es una tarea muy difícil, que nos exige un constante aprendizaje  muy exigente.
Papá es abuelo, yo aún no, pero cuando lo sea como él, seguiremos  aprendiendo. Y mientras dure  nuestro tiempo en la vida, tendremos que seguir haciéndolo, y si es posible, sembrando ejemplos.


Tenemos un buen ejercicio de memoria, pero nadie es infalible, cuando olvidemos  algo que pueda ser importante, por favor, no te molestes con nosotros, recuerda todas aquellas veces que pasamos mucho tiempo tratando que tú recuerdes cosas elementales, y con amor, paciencia y una sonrisa lo lograste, lo mismo con tus hermanas.
En algún momento del  tiempo de la vida, si  estamos conversando, y no recordamos algo que ya te hemos contado, y te hablamos de lo mismo, no te fastidies ni te burles, los viejos nos volvemos repetitivos, o a lo mejor deseamos hablar, o la intuición de nuestros genes en la sangre de ustedes, nos dice que necesitan hablar con nosotros.
Entonces escuchen, seguro que será que deseamos transmitir alguna experiencia, y recuerda esto, la experiencia ajena enseña y es la más barata.


Recuerda que cuando eras pequeñito, para que aprendieras algo que te era necesario, teníamos que repetirte muchas veces lo mismo, y muchas veces con los mismos ejemplos, sin claudicar una sola vez.  Lo que hablo desde mí a ti, mi varoncito,  lo dice papá, pero también Romina, lo mismo sucederá con mamá, y tú  leerás y enseñarás esto a tus hermanas, va a los tres.


Cuando estemos reunidos en familia, una sana costumbre de nuestra numerosa familia directa, por ser tú el mayor, respeta mis palabras y mis consejos, los viejos con experiencia no perdemos el tiempo que no tenemos, tratamos de dárselos a los que realmente amamos.
Recuerda y piensa en todas las veces que siendo tú niño, te enseñé todo lo que pude con perseverancia disciplina y cariño, tú mejor que nadie, conoces de los resultados.
Acéptame y acompáñame, porque soy yo el que se siente vulnerable, y no porque tenga miedo o temor, sólo que a veces me siento muy cansado como el año que pasó, como cuando papá y yo seamos mayores.


Cuando me veas lento para entender los adelantos tecnológicos de tu mundo, dame el tiempo para esforzarme, enséñame tú ahora sin herirme y lastimar cuando te refieras a mí,  sin sonrisas sarcásticas. Yo me esforzaré, como siempre lo hice, para aprender. Y sigo aprendiendo y enseñándote a ti algunas cosas y a mis nietos, tus hijos, y tú lo sabes.
Tal vez, con un pequeño esfuerzo de tu memoria, puedas recordar todas las noches y mi tiempo de descanso que dejé por ti, con la paciencia necesaria, enseñándote a leer y escribir, o lo que fuese necesario. Y no es un reproche, sólo un ejercicio de memoria.
Unas de las primeras cosas que te enseñé es recibir como verdaderos hermanos a tus amigos en mi casa, y siempre te recordé que esas primigenias amistades debes hacerlas perdurar en tu vida. Nuestros padres quizá no actuaron como nosotros hijos, esto es una confidencia, pero aprendimos de sus incapacidades, hemos intentado ser mejores, darles lo mejor.  Y en tus años, puedes ver los resultados.
Si alguna vez te das cuenta que hay algo que me resisto a hacer, no me obligues ni insistas que lo haga, yo sé cuándo puedo, cuándo quiero y cuándo debo hacerlo. Y yo, quiero decidirlo.
Recuerda que fui yo el que te enseñó muchas cosas, como peinarte, afeitarte y comportarte en diferentes circunstancias, algunas muy importantes, en tu adolescencia, en tu despertar al amor que está iniciando, gracias a Dios en las nenas aún no,  sin inmutarme ni herirte, enseñándote todo lo necesario, igualmente haré  con ellas, y lo hará papá.
Intenté darte toda la educación posible para que puedas enfrentarte a los constantes desafíos a los que te somete la vida, y si hubo algún resultado positivo, fue por mi esfuerzo y perseverancia, pensando exclusivamente en tu beneficio.
Como última reflexión, a pesar de mis años, todavía puedo hacerlo, y con voluntad y convicción. ¿Sabes que creemos con papá y mamá que es la felicidad?
“Es la costumbre de vivir con la esperanza incierta, que te late y te duele, en la memoria abierta”. Cuando yo sienta que no pueda más, algún día, y me oigas decirte que ya no quiero vivir y solamente quiero morir, no te enojes conmigo, estoy seguro que en algún momento o algún día me entenderás, y que esto no tiene nada que ver con tu comportamiento, tu cariño, tu amor o cuanto yo te amo.
Será mi decisión, y voy a querer que la respetes.
Me confieso de ser culpable de haber sido muy estricto con ustedes, y por no dedicarles el tiempo necesario, poco demostrativo de mi amor en ocasiones, aprecio y cariño quizá en algunos momentos, en el resto que suman años, nos dedicamos dos papás y mamá a darles todo pese a  cansancios del trabajo, a los amigos, a los problemas. 

Somos también  culpables  de haber trabajado con eficiencia y mucho, para dejarles a ti y a toda la familia un futuro próspero y todo funcionando como un reloj.
Piensa que me estoy adelantando a una pura realidad, y que tal vez estoy construyendo mi propio camino que me lleve a otro tiempo, a otro lugar, indagando en insondables misterios, como la vida misma, o más allá de ella.
Pero siempre estaré contigo y recuerda que te amo, y el amor perdura por sobre todas las cosas.
No quisiera que te sientas triste algún día, por verme viejo y cansado o impotente cuando ya no puedas hacer nada por mí, y verme como me veas.
Dame tu mano y ábreme tu corazón, que yo lo sentiré.
Compréndeme y apóyame, como yo lo hice cuando tú estabas aprendiendo a vivir,  de la misma manera como te acompañé en tu camino por la vida,  ayúdame a terminar el mío, de la misma manera como lo viví, con dignidad, y obvio a papá, a mamá.
Dame comprensión y paciencia, que yo te las devolveré con la sonrisa de un viejo agradecido.
Si en la noche de los tiempos pierdo la memoria y este viejo te olvida, por favor, tú no te olvides de mí.
Aunque yo no esté, siempre estaré contigo.

José Thomas, Bárbara, ustedes son mis hijos biológicos, pero con papá nunca hicimos diferencias, por tanto esta noche, o cuando creas conveniente, lee estas líneas  para los cuatro, es decir suma a Francesca y a Fabián, esto lo  escribo en nombre del ser único que soy con papá.
Los amamos desde que decidimos traerlos al mundo, para siempre, lo mismo que mamá.
Hasta siempre, hijos. Desde siempre.

Romina, Guille y Pedro, ustedes tuvieron dos papás”.

… Pedro, amorcito, ¿estás llorando? __ dijo Guille que me encontró doblando la carta, no quise que fuera él quien  luego del infarto demasiado reciente expresara algo que será, antes o después, más ahora dejé que leyera, antes de colocarla en el sobre, y las lágrimas resbalaron por las mejillas de los dos.

… Listo, fue, amor,  iba a buscarte, ya deben estar llegando todos, iré con Fabián a la iglesia, para que cenemos antes de medianoche, a ver si estás listo cuando regrese, ¿sí?
… ¡Guau! __ Me miró como cada vez desde siempre, con la mirada penetrante como rayo viajando de cabo a rabo haciéndome dar la vueltita, al tiempo que provocó el efecto de siempre, me estremecí en la totalidad del ser, tan sólo con su mirada.

  No te acerques, Graziani, no me toques que estoy listo, y llegara medianoche y seguiremos acá _ le advertí con mirada severa, me sonrió derritiendo mis defensas.

… Sabes cómo te arrancaría ese bello traje con los dientes, para llevarte a la ducha, antes de que llegue la medianoche, pero ve, mejor, o las chicas quedarán solas en la calle, desaparece, que ya llegó la gente, tus padres también, se están acomodando porque como siempre, excepto Juan con José, Marcos y familia, el resto se instalará acá.
Dame un pico al menos, que no quiero desarmar esa obra de arte, que Dios no se ofenda, por hijo que nazca esta noche, pido perdón al Padre, al Niño, al Espíritu Santo, pero yo tengo a mi dios pagano en frente.
… Guille, no seas hereje, que los chicos siguen a la mamá.__ Le di el pico y antes que atrapara mis labios en los suyos para siempre, disparé, ronroneando mientras sentí el calor y las cosquillas en la espalda, su mirada siguiéndome seguramente hasta verme desaparecer dentro del coche, era mi Guille, era el efecto Graziani de siempre.

“Pedro, amorcito, te miro caminar, moviéndote en perfecta armonía tus sensuales caderas melodiosas, y sigo tus pasos, embrujado, como desde que te vi en la audiencia, desde que te intuí en la foto. La tibia brisa murmura la belleza que acaricia colándose bajo tus trapitos, hoy algo más cubierto, pero delicados como tu ser.
Siento celos de todos los que vayan a admirarte a la salida de la misa, porque siento celos del viento que te envuelve sin recato, del sol que en el día te baña sin reparos, con tu exquisito aroma que tatué en el olfato, que arrebata de tu cuerpo y la brisa deposita con prudencia sobre mi alocado desvarío, sobre los recuerdos en el año fatídico que terminó hace días.
Hombre divino que como yo, no sabes lo que provocas, que torturas sin siquiera saberlo como llamas infernales, a mi sangre que murmura caliente en sus premuras, te amo, como desde que tanto me costara decírtelo por primera vez, como desde meses antes de aquel primer dicho tacaño.
Te detienes en el parque junto al coche, aunque sea de noche, la luz de la luna me sobra para adivinar tu bello perfil, la pequeña nariz que mi dedos recorren resbalando cada noche, la boca que poseo en cada loco desatino, me miras, con dos luceros de miel que encienden mis sentidos. Me sacas una sonrisa, que a la vez crea la tuya, dibujas en ella los hoyuelos de perlas, de menta, y frutos rojos cuando el rubor gana tus mejillas, y me muestras  esos labios, esa boca, esos dientes, y siento la calidez de tu aliento arrancándome suspiros, como si  besaras en derroche y de ellos bebieras. Te invito, me aceptas y ya sueño con el encuentro de muchos bellos momentos cuando nos amemos con pasión con nuestro amor, alma y corazón.
Almas enamoradas, descarriadas en perpetuo y sensual movimiento entre lujurias, goces apasionados, entre cuerpos y bocas extasiados en la eterna locura y la premura de amarte, vivir o morir en tus brazos.
Me pondré el saco negro, me vestiré de negro, sé que te vuelve loco, que te gusta, y por una vez, no estoy espiando la ropa de las nenas, tampoco te dije lo que tenías que usar, elegiste exactamente lo que más deseaba.

La carta es melancólica, pero realista, estuvimos los dos cerca de no llegar a esa edad que le describes a José, para los cuatro, Dios quiso que quizá podamos llegar, espero acompañarte en la mayor parte del trayecto, y tengo una sorpresa para darte, pero ahora mejor, me ducho, me cambio, y uso el perfume  que me regalaste, te amo, Pedro”.

“la mesa luce espléndida en el jardín, casi la Casa es un calco del cumpleaños de los trillizos, estamos todos nuevamente, y descorchamos los vinos, degustamos las ensaladas, el pavo exquisito, con aplausos en este caso para mi amor, porque esta vez no fue el asado de Beto”.

“Así fue, como pasamos por la falta de diálogo y de confianza casi una año,  superviviendo desperdigados, iniciando una absurda demanda de divorcio, poniendo en venta con la casa a nuestros recuerdos, a la vida misma, pero a tiempo, quizá el Dios en el que creo en secreto desde que Pedro no murió a manos de Camila, ni de Miguel, o quizá el Hijo que nacerá en minutos, o la Trinidad, nos trajo a la vez a la Casa, para que diéramos marcha atrás, y tuviéramos esta mesa sagrada, esta paz, en el amor.
Ya no sufriremos de Mal del Sauce, aunque recuerde con nostalgia a Maidana, ya no usaremos la lancha para llegar acá, ya no es un amor imposible como canta Ismael Serrano, entre nosotros hoy sí hay adonis, hay cartas de San Valentín, hay lo mismo que en cualquier pareja de enamorados, como la de Gaby que saltó hacia Beto y no fue equivocado, como la de mi hijo, que cambió a Nancy por Valeria sin tiempo y sin embargo era su verdad, como la de Marcos que pese a las miles de “otras”, sigue pegoteado a Isabel, así entre Pedro Beggio y Guillermo Graziani, entre mi socio y yo, existe de todo, porque nos une el mismo amor”.

… Guille,  unas palabras, el brindis, antes de  la medianoche, por lo que sea, por todos, vamos __  incitó Beto,  me negué.

… No, nada de brindis, ya hicimos y dijimos de todo en la fiesta anterior _ respondí sonriendo, Pedro se enfurruñó, Gaby empezó a poner caritas en pos de derretirme, mis niñas me fulminaron, más la Grazianita, y Fabián dijo el típico:
…! Dale, viejo”!

Antes de las 00.00 horas, cuando empezó a verse el estallido de algunos apresurados fuegos de artificio muriendo en el río a lo lejos, al fin saqué la servilleta, Pedro me miró, al instante me abrazó desde atrás espiando, me  adivinó, nos pusimos de pie, y con la voz rota  por la emoción, miramos a cada uno, pero más que nada a nuestros hijos, y leí:

“Yo no creo que el amor sea tan débil como para poder quebrarse frente a una situación muy difícil o una circunstancia terrible por la  que un ser humano puede pasar, o una situación histórica inclusive.
 A mí me parece que el amor es algo que resiste a muchas cosas, casi a todo te diría.
El amor es un acto de voluntad, es un acto de verdadera libertad  __ dije internando la mirada en la de Pedro, no estaba escrito todo eso.
…¿Y si no sobrevive? __ replicó en un hilo.
… Si no sobrevive, no es amor __ dije temblando, intentando fingir en la voz. Pero…  __ miré la servilleta, las nenas sonrieron __ el nuestro sobrevive, resistió, porque de hecho es amor, y… “no todas las parejas terminan igual”, nuestra historia no tuvo, no tendrá final, sobrevivirá, más allá de la muerte.
En simultáneo llegó el grito de:
…¡Feliz Navidad!, los besos, los abrazos, los choques de copas, los fuegos de artificio estallando en el cielo, cayendo al apacible curso del Delta, nuestro hijos amontonados abrazándonos, y corriendo a buscar regalos, José en el árbol encontró el sobre con la carta a nuestros hijos, pero no fue el único que se sorprendió, Pedro encontró un paquete, yo encontré una caja, lo mío sabía que era perfume de Fabián, un reloj de oro blanco de regalo de mi amorcito, de mí hacia él había una reedición del libro, rasgó el papel, y las lágrimas mojaron la tapa, las secó con la manga, buscando mi mirada.

… Lo reescribí, te lo prometí en aquel almuerzo cuando hablabas de casarte con Camila, allí está la verdad, lo que acabo de declamar en la mesa. No todas las parejas terminan igual. El amor sobrevive, resiste. La Casa del Delta no se vende, seguiremos creando recuerdos en ella, en el diario caminar.

… Bravo, papá __ gritaron a coro los cuatro, Pedro se enterró en mis brazos, acababa de ver el final del libro, que era un hasta pronto, y entonces supo dónde había estado el mes previo en que no asumí como jefe del estudio, qué estaba haciendo en el anexo, además de aplacar sus celos de mis escapadas, cómplices con Beto, para ir a la editorial, un ejemplar repartí a cada uno, mientras la noche de Navidad nos envolvió en el manto estrellado de… “la casa del Delta y de su mágico entorno”.


HASTA PRONTO. GRACIAS POR ACOMPAÑAR  ESTE RELATO.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

33 comentarios:

  1. Ernesto Castillo Aramburu Gracias amiga Eve Mónica Eve Monica Marzetti

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  2. Raul Garcia Hola buenas noches saludos gracias por sus lindos deseo yo también le deseo un feliz año nuevo con mucha salud para que nos siga regalando sus letras doradas un fuerte abrazo amiga.

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  3. Yoli Ganuza Gonzalez Vamosss , QUÉ LINDA. GRACIAS.

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  4. Omar A. Feliz año nuevo amiga Eve Monica Marzetti Muchas gracias por tu constancia en el arte ¡...la vida es bella!

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    1. GRACIAS GRUPO, FIN DE UNITARIO EN FIN DE AÑO, Y LAS VEO EN EL 2017, QUIZÁ CON LA MÁS VIEJA, LA MÁS AMADA, LA MÁS FARSANTE, EL VIAJE, BESOS Y GRACIAS POR ESTE 2016 QUE SE FUE.

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  6. Bello, emocionante Eve como describíste estos momentos difíciles,plenos de felicidad y principalmente el amor que resiste, sobrevive me encanto mágico tu escribir sublime, gracias por tanto,nada mejor que poder leerte,terminando este año,te quiero mucho besos y abrazo genia saludos :) !!!

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    1. Me encantó este unitario, salió unitario de trece capítulos, justito, al fin me salió uno, pero este regreso a farsantes me conmovió en cada capítulo, el final que debió ser como dice Silvia, el amor de almas gemelas sobrevive a todo, es así, lo otro no lo es, sobrevive a distancia, tiempo y a la muerte, gracias y mi amor.

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  7. Me quedé sin palabras Eve, emocionada y feliz por este relato maravilloso que es La Casa del Delta...Una belleza que expresa perfectamente cómo es e Amor de Guille y Pedro: Verdadero, Eterno, Fuerte, porque es verdad un amor como el de ellos lo resiste todo...Una joya Eve!!!

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    1. La que más se quejó, y enojó al inicio, es hermoso, te lo dije al inicio, este regreso a la mezcla de espérame y farsantes, era el espiarlos y darles un final, u otro hasta pronto mejor, el amor es esto, lo otro es kármico, los matrimonios comunes que tienen de todo menos amor, gracias infinitas, besos.

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  8. Mirta Veron 100 puntos. Feliz año nuevo Eve.
    Mirta Veron

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  9. Sol Urvino Hermoso cierre, con ese traje blanco que no contrasta sino que realza lo puro, y lo que sobrevive. Gracias, EVE.

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    1. Siempre un aporte de mi Solcito, no lo pensé, tienes razñ´´on, este es puro Amor, gracias y el mío.

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  10. Silvia Colases
    Silvia Colases El final que debería haber sido. Te mando un beso enorme y Feliz año 2017!!

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    1. Gracias Silvita, y mi amor. Asi es, es ver más allá farsantes y espérame, por tanto otro final mejor aún, veremos los que llegarán de el viaje y Naufragio cómo queden, mi amor.

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  11. Hermoso capítulo super tierno y sobre todo mucho amor

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