AMOR ETERNO. CAPÍTULO CATORCE.

AMOR ETERNO. CAPÍTULO CATORCE.

 Inglaterra, 1836, una semana más tarde.

__Spencer despertó inquieto, con una extraña sensación disonante con la plenitud que conoció y continuaba a cada instante junto a su hombre destinado.

Lo miró y lo sintió acurrucado en sus brazos, lánguido, relajado y sonriendo en sueños pareciendo feliz.

¿Estaba así por temor a que algo los separara o por sus propios fantasmas?

No supo exactamente, y decidió relajarse en la contemplación de Peter, de su rostro  que emanaba paz y Amor. Dulzura y alegría. Todo lo bueno que con él había llegado a su vida.

¿Habría tenido algún sueño de esos que lo perseguían cada noche?

Por primera vez él tuvo el de la guerra que antes se presentó a Peter, y sí, sintió lo que él, que todos los países estuvieron o estarían en ella. No pudo localizarla en ningún tiempo histórico conocido pero al igual que Peter, tuvo la certeza de realidad.

¿Podría ser que se estuvieran proyectando hacia el futuro?

Claramente fue lo mismo que relató Peter, el encuentro de éste como mujer judía con un militar francés católico, otro amor imposible como el actual, pero en el marco de diferencias raciales y religiosas que llevó o llevaría a que ese par valiente de esa indescifrable época terminara huyendo de sus familias a fin de poder casarse, siendo repudiados y separados de las mismas por la defensa de aquel amor.

Ensimismado en el intento de recordar ese sueño o como pudiese ser llamado, alguien tocó  a la puerta y lo trajo a  la realidad.

Con esmero desenredó a Peter y se incorporó colocándose una gruesa bata, yendo a ver quién podía estar allí, desconociendo la hora todavía… en esas oscuras mañanas nevadas de Inglaterra.

… Buenos días Milord, perdón por despertarlo.

… Anthony,  ¿qué sucede?

… Tiene una visita Milord. Uno de sus primos, el Conde Den Linsters está acá.

… ¿Cómo? ¿Lo saben mis padrinos?

… No, duermen aún y no quise despertarlos dado que el Conde preguntó por Usted.

…  Pero,.., ¿cómo me encontró?

… No lo sé Milord, creo que fue a la otra casa, y puedo suponer que el lacayo que trasladé puede haberle contado que estamos acá.

… Bien, sírvele el desayuno o lo que desee, que me vestiré  para recibirlo. Y prepárale habitaciones porque no podrá ir a ninguna parte con la nieve.

… De acuerdo Milord.

___ Spencer supo el por qué de la sensación con la que había despertado.

Den, el  tercer Conde de Linsters luego del Duque Gregory respecto a edad y linaje, siguiéndolo a él mismo y a Stewart estaba allí, y todavía el correo al Duque seguramente no podía haber llegado.

 Den siempre había sido el portavoz de la familia. Un escalofrío recorrió la columna de Spencer mientras se vestía, y no era frío.

¿Qué podría saber de su estancia allí? ¿Qué pudieron  haberle dicho los que quedasen en la otra casa?

Pasara lo que pasase, su obligación era dar frente y recibirlo, escucharlo y explicar lo que pudiese ser explicado.

Finalmente miró a Peter dormido con Amor, y allí lo dejó al cerrar la puerta.

__

… Den, ¡qué sorpresa verte primo!

… La sorpresa fue mía, Spencer al no encontrarte en la otra casa.

___ Se conocían desde la niñez, por tanto a la habitual reverencia le siguió un abrazo, para luego sentarse  mientras una doncella les sirvió café.

… He llegado hace una semana, algo menos, pero los caminos estaban intransitables y tuve que esperar para venir acá. En verdad están todos preocupados por ti, Spencer. No sabíamos si estabas vivo, ya.

… Lo estoy, pasa que he estado muy ocupado, ayudando a mis padrinos que sabes que son ancianos, se mudaron acá hace días,  hay que organizar sus finanzas y la granja, y por  lo mismo que dices, por la nieve quedé atrapado en la otra casa, luego vinimos a ésta, y nunca llegué a Londres como dije. Escribí a Gregory  por la invitación que llegó al casamiento de Stewart, pero claramente el correo se cruzó con tu viaje.

… Vas a regresar, supongo.

… No. Sarah le explicó al Duque en su carta, no iremos, Den.

… Pero, Spencer, no puedes faltar al casamiento del Conde.

… Puedo, de hecho no iré.

… Es muy raro e incomprensible tu comportamiento. Muchas veces viajaste, de hecho tu vida social en Londres siempre fue primordial, sumado a tu trabajo, pero siempre regresaste a casa, nunca faltaste tanto tiempo y mucho menos a un evento social como éste.

Es más, arreglaron el casamiento de Stewart porque prácticamente huiste del ducado cuando te presentaron a la pariente de la Duquesa.

… No  quiero que me concierten casamiento alguno, Den.___ Spencer lo miró sonriente cambiando de tema.

Te ves muy bien y yo estoy vivo y sano.

… Temíamos que estuvieses enfermo o herido. Ésa era la única razón que podría explicar tu insistencia en no llegar a Londres o en no regresar con los tuyos.

.. En ésta casa están los míos, también Den, Sarah y Edward son mis padrinos.

… Nunca les diste prioridad, Spencer. Explícame por qué me he visto obligado a venir a verte aquí, en lugar de recibirte en mi casa. ¿Por qué estás evitando regresar? Y no me vengas con tonterías.

… Siento que te hayas molestado en venir, Den.

… ¿Por qué no me explicas lo sucedido, Spencer?

.. ¿Por qué crees que ha sucedido otra cosa a lo que te he dicho? Te aseguro que las cosas han seguido su monótono curso, como siempre.

.. Mientes mal, primo. Mira Spencer, tengo algo que entregarte de parte de Gregory, pero te recuerdo que el Ducado y Londres, están no lejos de acá, y que nos enteramos de lo que sucede en toda la isla.

… ¿Qué quieres decir exactamente?

… Nos han llegado rumores que te involucran a ti y a cierto caballero de la familia de Sarah.

… ¿Rumores?
…Y te ves distinto.

… ¿Distinto?

… Rumores de que en esa casa pasaron cosas extrañas, que habían huéspedes indeseables, menos dos, menos los sobrinos huérfanos de Sarah: Peter y Gerard, Gregory los conoció antes  de que  sus padres muriesen.

 Al llegar a la casa estaba vacía, excepto por los lacayos y doncellas que dejaron cuidándola.

… ¿Vacía? Vaya que me traes novedades. Ni Sarah ni yo sabíamos que al fin esa gente había regresado a sus sitios.

… Los criados me dijeron que siguen recibiendo su pago, que han quedado aislados por la nieve, y que cuando todos se fueron pensaron en esperar directivas a que pasara el invierno y alguien fuera a ver el estado de  ellos y de la casa. Nadie supo al comienzo decirme adónde estaban exactamente, hasta que llegó el lacayo que echaron de acá, George, hace días apenas.

 Algo en ti me hace sospechar que los rumores que corren son ciertos.

… Concretamente, ¿qué deseas saber, Den?

.. ¿Tienes una relación acá, verdad?

No sería censurable, tienes derecho a hacer tu vida. Hemos aceptado hace tiempo que no eres sumiso ni adepto a los convencionalismos, como siempre tu independencia de acción demostró. Y si te hace feliz ser así, bienvenido sea.

… Gracias por la comprensión.__ Con un dejo de sarcasmo.

… Sin embargo, los rumores que tenemos hablan de actos que están poniendo en peligro todo tu futuro, tu reputación, tu vida y la de la familia, Spencer.

___ Spencer se sintió en la obligación de callar a su primo con descaradas mentiras que pusieran un manto sobre la realidad, pero un escozor repentino le avisó que una descarada lágrima rodó por su mejilla delatándolo.

… Den, lo que necesito ahora, es alguien que me escuche y no me juzgue, que sepa comprenderme, y mi carta al Duque se refería a ello. ¿Crees que podrías hacerlo tú?
Podrías odiarme si te confesara la verdad.

… Quizá tu verdad la conozca más gente de la que crees, Spencer. Gente que desea ayudarte.

__Las miradas se encontraron y Spencer relató de una vez, quitando los detalles, los sentimientos que lo unieron a Peter y a Gerard sin remedio ni permiso. Su primo mantuvo un gesto impasible que lo asombró.

.. No me siento tan impresionado como debería estarlo. Te conozco más de lo que crees, sé leer actitudes y conductas, y pese a tus ruidosas relaciones y aventuras con esclavas, doncellas de sociedad y más, creo que siempre supe lo que acabas de decir.

Nunca creí que pudieras mantenerte en soledad, como parecías decir al rechazar los casamientos arreglados, pero si hubieses seguido los consejos familiares casándote con alguna de las damas propuestas, no te encontrarías ahora en esta situación.

.. Por desgracia uno no elige de quien se enamora, no sale y encuentra sin más a la persona adecuada para las normas de la sociedad

.. El amor no tiene nada que ver, Spencer.

¿Acaso crees que Gregory o Stewart se casaron o se casan por amor?

… En el caso del Duque creí que sí, se lo ve a gusto con la Duquesa.

.. Y lo está, a eso es a lo que me refiero. Se casaron por conveniencia familiar, tienen caracteres e intereses familiares comunes, deseaban mantener un lugar sólido en la sociedad y tener hijos, y el amor llegó después, el amor o algo parecido llega con el tiempo.

¿Por qué no dejas de lado tus ilusiones románticas y te avienes a lo que se espera de ti, Spencer?

… ¿Y si no estuviera dispuesto a hacerlo?

… Sería muy malo para todos. La vida es muy difícil y agotadora nadando contra corriente. Debes adaptar tu vida a cumplir con lo establecido.

Mi consejo es que entierres lo que haya que enterrar, que regreses y aceptes casarte con la dama que te sea asignada, que tengas hijos y formes la familia que se espera de ti.

… ¿No entiendes, Den que no puedo? No deseo un matrimonio por conveniencia. Estoy enamorado de alguien, y no amaré a nadie más jamás.

.. Lo que te digo es que ese tipo de amor, dura lo que la pasión, la amistad y el interés común duran más que ella.   Lo que crees hoy único, se disfruta un momento, y al fin termina haciendo mal.

Toma, no lo abrí, es una confesión de Gregory.

.. ¿Confesión?

… Así parece, espera tu regreso para decirlo a la familia. Cree que dado  lo que está ocurriendo contigo es su deber al fin decirlo. Al parecer lo supo hace poco, al encontrar  una carta de su padre, en el ático del castillo.

___ Spencer tomó el sobre y leyó:

“A su excelencia, el Conde Spencer de Linsters.

Mi respetado Spencer, creo conveniente confesar a usted, lo que hace unos meses llegó a mis manos desde nuestro Padre el Duque de Linsters. Es un secreto familiar y pido discreción hasta que lo tratemos personalmente.

Lo cierto y lo concreto, es que según confiesa en carta manuscrita, fechada poco antes de su muerte, mi honorable padre confiesa, ….que  Usted, no es el quinto primo del actual Duque o sea de mi persona, sino mi medio hermano, que es tan par del Rey y heredero del Duque como yo: Gregory I,  termina diciendo que en caso de no ser yo apto o muerte, el  Conde heredero del Ducado y par del rey, por los meses de edad que nos separan, pasaría a ser Spencer. Firma la carta y fecha el Ex Duque de Linsters, nuestro padre.

Con atento respeto y requiriendo su presencia.

Gregory”

___ Spencer no acusó de inmediato el impacto certero y directo al alma, y con su habitual cordialidad llamó a su lacayo.

…. Anthony, por favor, prepare y conduzca al Conde a sus habitaciones.

 Será nuestro huésped hasta que pueda regresar al Ducado. Yo mismo informaré a mis padrinos.

… De acuerdo Milord.

… Ve Den a descansar, no sabía esto. Nunca lo sospeché ni termino de entenderlo. Tampoco me interesa ser heredero directo de Gregory, ahora.

… Piénsalo, Spencer.

___ Spencer releyó la carta, la arrugó en sus manos y  sin reparos ni reservas lloró su dolor allí, antes de regresar donde Peter, que lo recibió sonriendo como el amanecer soleado de verano.

… Mi amor, ¿qué sucedió? ¿Adónde estabas?

_Spencer se sentó entre la maraña de sábanas tras haberlo amado la última noche una y otra vez, y se inclinó para depositarle un suave beso acariciándole los hombros desnudos, y por sus labios  paseó una sonrisa triste como los pensamientos que cruzaron la mirada profunda  y Peter se estremeció.

… Amorcito, creo que nos han visto, que alguien nos ha  traicionado.

… ¿Cómo?

.. Quizá en el jardín o en la cocina, cuando nos descuidamos alguien nos vio.

… Spencer, no entiendo. ¿De dónde vienes?

… Está en la casa uno de mis primos, Den, al parecer hubieron rumores en el Ducado debido a mi ausencia, aunque deduzco que  quizá de alguna aventura con alguna mujer. Pero Den fue a la otra casa, y habló con doncellas y lacayos, al parecer los demás ya se han marchado.

.. Sigo sin entender. Ninguno de ellos allá vio nada, bueno, quizá cuando nos besábamos.

… No, no  es eso lo grave, creo que nos vieron acá, haciendo el amor, y que fue George, el lacayo que Anthony envió para allá.

… ¿Tu primo sabe que somos amantes?

.. Lo supo, y se lo dije, Peter. Tuve que hacerlo. Quieren obligarme a  regresar y a casarme por conveniencia. Al parecer se está montando un escándalo que dejaría la reputación familiar destrozada si no lo hiciera, y si Den me traicionara o el Duque por el correo, seremos parias mi amor, traidores al rey, ¿entiendes?

…¿Estás queriéndome decir que vas a dejarme? ¿Regresarás con ellos y te casarás por conveniencia para salvar tu reputación y la de tu familia?

… Peter, ___ mirándolo con intensidad enmarcándole el rostro donde las lágrimas rodaron sin cesar. Mi amor. Si esto se hiciera público, si realmente me quieren obligar a hacer lo que se espera que haga un Conde de Linsters, y  me negara, nos matarán o tendremos que huir al campo, al exilio, fuera del país.

Acá nos han descubierto. Y no podemos seguir comprometiendo el nombre de los Condes, de Sarah y de Edward, lo nuestro es una ofensa para la sociedad y para el rey. Si se supiera, no nos quedaría amigo alguno, ni podríamos concurrir a eventos ni a reuniones de sociedad, nada. Nadie más nos dirigiría la palabra.

… Que me condenen a la horca si quieren que deje de amarte por las normas de una sociedad que promueve el matrimonio sin amor.

… Peter, mi amor, tendrías que separarte de Gerard y sé que a la larga esa deuda tendría que pagártela.

… ¿Dejar a Gerard? ¿Me estás dando a elegir entre mi hermano y tú?

… No. No soy yo quien te pide que elijas, pero es lo que arriesgas si me  sigues eligiendo, sumado a todo lo anterior.

 Hay algo más, algo peor, algo que ignoraba  y que me compromete.

… ¿Qué cosa? Todo lo demás lo sabíamos antes de comenzar y creí que lo teníamos asumido. Que podía llegar el momento de tener que huir. Estoy dispuesto a hacerlo y me importa nada tener que vivir como granjero o jornalero, Spencer. No me importaría y lo sabes.

… Toma, lee.

… ¿Qué es esto?

… Una carta del Duque, de algo que descubrió, de un secreto de familia.

___ Mientras Peter fue leyendo la hoja comenzó a sentir el temblor que dominó sus manos y luego el cuerpo entero, al tiempo que ya las lágrimas caían en las sábanas dejando charcos.

 Hasta que al fin con los ojos anegados miró a los negros que reflejaron no ya misterios y arrogancia, sino súplicas y tormentos.

… ¿Eres el heredero del Duque?

… Sí, si esto es verdad y tiene los papeles, al parecer no soy su quinto primo en el linaje al Ducado sino su hermano.

No me importa ser Duque, ni sucederlo, ni  llegar al imperio, ni la actividad política a la que me llevaron desde muy joven ahora entiendo por qué, pero si lo nuestro se supiera,  arrasaría a todos conmigo.

__ Peter se secó las lágrimas, aspiró el aire que le faltó y lo atrajo hacia sí.

… Te amo, Spencer. Más allá de lo que imaginas y puedo hacer lo que sea con tal de no separarnos, lo que me pidas.

Si lo que te preocupa es el escándalo o el daño que harías a tu familia, estoy dispuesto a comprar una casa en el campo, a ser lacayo de alguien, al exilio, o a…

…¿Qué ibas a decir?

… Lo que más duele, lo más brutal. A  dejar que te cases con quien te impongan y verte a escondidas, pero preferiría el exilio a saberte en brazos que no sean los míos.

Y desde luego cualquier cosa antes que dejar de ver tu rostro, de besar tus labios, de reflejarme en tus ojos, mi amor.

Eres mío, nacimos para amarnos, no puedes pedirme que te deje marchar, no ahora,…

___ Spencer lo miró con los ojos arrasados, y en lugar de salir de la habitación huyendo se puso de pie con urgencia quitándose la ropa sin más y regresó a  la cama  y a los brazos de Peter,  posando la mirada en los labios, acariciando la piel con desesperación como queriéndola arrancar y colocársela sobre la propia, y Peter le respondió con el mismo ardor e intensidad, con furia salvaje, con la misma ansia y desesperación.

 A Peter se le desbocó el corazón a ritmo frenético, la habitación comenzó a girar y el estómago le dio un vuelco cuando Spencer aplastó la boca en la suya recorriéndolo, saboreándolo, barriéndola como deseando  saciar la sed del desierto, y grabarla para un después, sin dejar rincón por conquistar en el saqueo del salvaje beso urgente con que lo poseyó empujado por la  sensación de pérdida.

Peter respondió con más y   lo penetró  en una vez sin tapujos, exigente, devastando a cada embestida y consumiéndose en ellas imprimiendo un ritmo rápido y furioso que los hizo vibrar y estremecerse  en el beso y en la posesión.

 Y como poseído por demonios desconocidos, cuando parecieron sucumbir en el mayor éxtasis alcanzado, Peter se retiró dejándolo vacío, para volver a adentrarse más hondo en el ser del hombre que no podía ni deseaba dejar ni que lo dejase por imposición de los demás.

Y se abatieron en batalla sin tregua, cada vez más feroz y dolorosa al límite, subieron a sitios desconocidos para ambos, se quemaron en el centro del sol donde se fundieron con él y murieron en la no materia, detonando al infinito con jadeos, gritos, gemidos ahogados y sonidos desconocidos de una sinfonía tortuosa y patética, disonante y discordante con la armonía de las anteriores compuestas al hacer el amor….

…¿Adónde vas?

… Al jardín, a caminar o a cabalgar.

… Está nevando.

… Necesito salir, Peter, por favor.

… Spencer, antes de perderte prefiero morir, lo dijimos, fue un pacto.

… Lo sé.

___ Peter jamás pensó experimentar una sensación similar  a aquel silencio y frío sepulcral que descendió en la habitación cuando Spencer cerró la puerta tras de sí. Se abrazó a las sábanas que guardaron su calor y su aroma, y se deshizo en llanto en ellas acurrucándose en un montón, sintiendo un dolor tan profundo   ante la sensación de pérdida, solamente comparable a la amputación de un miembro, a que le arrancasen el corazón.

 Por su mente pasó la película de sensaciones grabadas de Spencer, del olor de su hombría, de la textura de la piel, del sabor de su boca, del magnetismo de su sonrisa, del hechizo de su mirada,…, y exhausto en un tiempo no medible, se echó abrazado a la ropa y lloró su dolor.

Y tomó una decisión.

___Spencer recibió fuera el azote gélido del viento y la nieve, sin que le importara el frío, ni no saber dónde ir, o cuán lejos llegar, solamente deseó echarse a andar, a correr sin detenerse, pero sin embargo el destino le había dicho su verdad, cuando lo detuvo la tormenta frente a Peter.

Y no pudo concebir no volverlo a ver, no hablar con él, no ver su luz en la sonrisa con hoyuelos, su mirada de amor, su estremecimiento de placer, no pudo concebir no volver a hacerlo suyo o que lo poseyera a su antojo, menos que se convirtiera en una pasado efímero, que quedaría grabado a fuego por la eternidad hasta el próximo reencuentro posible en algún otro rincón de la eternidad. Peter era parte de él, no podría jamás arrancarlo de su mente, de su alma,  de su corazón ni de su cuerpo, ni por títulos, linajes, familia, reino, y todo lo demás.

¿Pero podía en nombre de ese amor dañar a  tantas personas,  romper linajes, evitar reinados, podía y tenía derecho a separar a Peter de Gerard?

Su mente y su alma se colmaron de sensaciones encontradas, de sentimientos contrariados, y no  obtuvo la respuesta. Ni el viento, ni el barro, ni los árboles, ni la bruma, nadie lo ayudó a saber el camino a seguir.

¿Cómo saber si en verdad era el heredero? ¿Acaso tenía importancia? ¿Cambiaba en algo las cosas?

 En él y para él seguramente no. Pero, ¿en su familia?

¿Y su familia…. era la  que dejara en el Ducado o eran Peter, Gerard y sus padrinos?

Tomara la ruta que tomase dañaría igualmente a los miembros de las dos. Pero no obstante, y   luego de regodearse en los recuerdos de sus días con Peter… miró al cielo sin estrellas, oscuro como su horizonte, y tomó una decisión.

__Regresar a su lugar, dejando a Peter con Sarah y con Gerard renunciando a su amor,…, casándose para salvar la reputación de todos era peor que morir.

_Llevarlo con él y convertirlo en su amante clandestino manteniéndolo oculto tras un matrimonio de mentira también era morir.

__Perderlo  a Peter de cualquier modo que lo imaginara era peor que una espada, peor que la horca, peor que la hoguera, mucho peor que el exilio.

 Si la carta del Duque fallecido era cierta y existía había sido su padre, él hijo de quizá una mujer que por algún motivo menor al de ellos, su padre no debió  amar.

Quizá una doncella, quizá simplemente una mujer no perteneciente a la nobleza, hasta quizá una prostituta. ¿Quién  habría sido su madre al fin?

¿Había sucumbido su padre a lo que deseaban someterlo o simplemente no había amado a su madre ahora desconocida?

¿Sabría Sarah su verdadero origen? ¿Por qué de no saberlo siendo su madrina no lo había reclamado al fallecer sus supuestos padres?

¿Solucionaba algo obtener las respuestas a todos esos interrogantes que aparecieron de súbito luego de una vida equivocada?

En cualquier caso, la única luz que seguía iluminando el sendero, era solamente el Amor de un hombre, el Amor del único hombre para él, el Amor de Peter.

Y en medio del bosque,  abrazado por el viento, enmarañado entre ramas secas, embarrado y cubierto de nieve, devastado por el frío y confundiendo las lágrimas con el agua del deshielo, volvió a mirar el cielo que no vislumbró tras la bruma y reafirmó su decisión.

CONTINUARÁ.

“Perdona el delito, pues el prudente

ofende de este modo al delincuente.

Yo me declaro culpable de haber pecado

y tú de gracia eres dispensador.

 El que pide perdón a su superior,

merece por ello ser perdonado.

 Fragmento poético de noche 48.

LAS MIL Y UNA NOCHES.

Anónimo”