NAUFRAGIO. CAPÍTULO CUARENTA.

 

NAUFRAGIO. CAPÍTULO 40.

Bs. As. Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Miércoles 15 de diciembre de 2014.

… Hola Pedro, Guille, por acá.

…. Manuel, qué difícil llegar acá. ¿Aterrizó el vuelo?

… Aún no, pero en los carteles dice on time, debe estar al llegar.

… ¿Tienes el número de vuelo?

… 1413.

.. Voy a mirar, tranquilo mi amor, sabes que cuando aterrice, tiene que pasar por migraciones y demás, no olvides que viaja con pasaporte africano, tendremos que sacarle luego la ciudadanía, seguramente viene con visa turística.

… ¿Cómo cargará con el equipaje? No podrá sola a los setenta años.

… Guillermo, no es tonta, la ayudarán, lamentablemente no dejan entrar.

… Está en hora, me dijeron que está llegando.

… ¿Y cómo saben que saldrá por acá?

… Averigüé, Guille, tranquilo, pasará por todo y por el sitio de entrega del equipaje salen por esta puerta, yo la reconoceré,  y ella a nosotros.

.. Me quedaré un poco más atrás para que no se confunda y los vea, quizá con Camila, ¿no?

… Sí, tienes razón, que se queden ellos juntos, así al verlos no dudará.

… Ahí está, el anuncio, ya amor, ya llegó, está aterrizando tu madre.

… Dios, si existe que la proteja.

Pedrito, nunca me he sentido más eufórico, entusiasmado y aterrado al mismo tiempo.____Pedro le tomó la mano y le besó los nudillos, notándolo helado y temblando.

… Mi amor, por favor, no puedes desmayarte tú, tranquilízate, sé que es imposible lo que pido, pero intenta, por favor.

___ El tiempo pareció no transcurrir sino haberse detenido en el instante del anuncio, y al fin comenzaron a salir algunos pasajeros, a Guillermo y a todos el corazón se les escapó ante la expectativa y en un suspiro Guillermo dio un paso atrás.

… ¿Adónde vas?

… Un poco hacia atrás con Camila, así los reconoce mejor.

Los minutos transcurrían, la gente salía…pero nadie que se asemejara a Mirna todavía.

…. Pedro, no viajó.

… Lo hizo, me fijé en la Web y había confirmado el vuelo, debe estar en migraciones o esperando el equipaje.

…¿Cómo es? Digo hace quince años cuando la dejaron, ¿cómo era?

.. Es menudita, metro sesenta y algo, delgada, pero no demuestra la edad a pesar de la tragedia y el sufrimiento, apenas tenía alguna línea de expresión y en el rostro no quedaron cicatrices. Pelo negro como el tuyo,  como,…, mi madre, lo llevaba largo en coleta, pero seguramente puede habérselo cortado.

… ¡Pedro!, ven. Mira, allí junto a la pareja de alemanes con los niños….,

¿son?

____ Todas las miradas fueron a la puerta de arribos, pero el corazón de los gemelos se detuvo, no les costó más que instantes reconocer a Mirna, pero mucho menos  saber quién estaba a su lado…. María.

… ¿La vieron? Pedro, qué sucede.

… Espera Guillermo, es obvio que sí, déjalos que sospecho que no vino sola.

...¿Te refieres a María, Camila?

… Mira a las dos Sras. hacia las que van, la rubia es idéntica a ellos, no puede dudarse de que es María, diría que cuando ría veremos los hoyuelos. Y la Sra. que viene de su mano es tu madre, Guillermo.

___ Guillermo sintió las piernas como de plomo, ancladas debajo del piso, el aire no ingresaba a los pulmones por esfuerzos que hizo, el corazón le comenzó a tronar en las sienes y abrió y cerró los ojos buscando recuerdos grabados, de un rostro, de una mirada.

Pedro y Manuel caminaron como en cámara lenta, con la mirada fija en la bella mujer rubia de cabello largo, delgada y elegante como siempre había sido, la mujer que había hecho todo lo posible e imposible para concebirlos, y aunque ellos no lo notaron, las nubes que les empañaban la visión eran una cortina de agua que formaron las lágrimas que abierta la represa descendió por los rostros, mientras los corazones se  dispararon a mil por minuto en ambos.

… María, allí los tienes, tus gemelos. Mis pequeños, tan bellos como nunca, más que hace quince años.

…. Mirna, estoy temblando, no puedo respirar, ni caminar,___María estaba pálida, con las lágrimas descendiendo presurosas y la mirada paseando por el rostro de uno y del otro que era el mismo, sin reconocer cuál era Pedro y cuál Manuel, pero con el alma corriendo más a prisa que los pies, se fueron acercando magnetizados.

… ¿Madre?

… ¿María?
…. Mi amor, ____, cuando llegaron a ella, María sí en la mirada reconoció antes a Pedro que estaba anegado, y al lado en igual estado a Manuel. Antes que  los pensamientos surgieran, estaban enterrados en sus brazos, en una maraña donde no se supo quién era quién, mientras Mirna los miraba a los tres llorando en  forma abierta, y Guillermo se inundó más atrás al ver el uno de los gemelos con su madre, y al comenzar a reconocer la mirada de la propia.

… Mis amores, qué bellos son, que hermosos están.

.. María, madre,… ¿Y?

… En Kenia, se quedó, lo siento.

… ¿Y a mí no me van a abrazar?

… Como desviados por la misma fuerza, los dos fijaron la mirada en Mirna y se colgaron de ella casi haciéndola caer, mientras eran los cuatro las mismas lágrimas, las mismas risas, la misma emoción,  el mismo sentimiento, el mismo Amor, y Guillermo los miraba en éxtasis paralizado en la misma emoción, en el mismo Amor al ser Uno con Pedro, y más viendo el amor que le profesaba su madre.

___ Nadie supo cuánto tiempo transcurrieron unidos los cuatro en un nudo, llevado acá y allá por la corriente de gente que pasaba y corría, sin palabras, latiendo en un mismo ritmo, respirando el mismo aire, embebiéndose del aroma, inundados por las mismas lágrimas, mientras María y Mirna alborotaron por igual el pelo de los gemelos como cuando eran más chicos y como siempre y escrutaron los rostros recordando cada gesto, cada detalle, en la risa, los hoyuelos y la luz.

… Manu, mi vida, Mirna tenía razón, ahora te pareces más a Pedro, casi no supe distinguirlos.

…. Mami, tenemos más gente que vino a recibirlas.

… ¿Camila? ¿Tu novia?, ¿porque sigues con ella no?

… Sí, la amo, nos casaremos para navidad, María serás la madrina.

… ¡Hijo!

… Hay alguien que espera a Mirna, madre, además de Camila a ambas.

.. ¿A mí?

… Mirna, mi amor, ¿recuerdas que cuando partí de Kenia te prometí  enviar por ti para buscar tus raíces?

… Pedro, mi amor, ¿qué quieres decir?

… Que entre Manuel, el destino que lo quiso y yo, las hemos encontrado. Ven, salgamos de esta muchedumbre que hay alguien que necesita que lo abraces.

… Vayan con Pedro Madre, ya les presento a Camila, llevaré el carro.

___ Mirna miró el alma pura de Pedro sabiendo que en él pondría el alma, en sus manos la dejaría sin temor, pero no lograba imaginar quién la esperaba,….su esposo anciano y enfermo, algún amigo, ¿Marcos?

María se tomó del brazo de Manuel cómplice y feliz mientras él llevaba el carro con el equipaje, sin dejar de estudiarlo,  en cada gesto y movimiento, mientras más lloraban ambos al avanzar con descuido entre la gente.

Pedro con Mirna casi en sus brazos temblando llegó a medio metro de Guillermo que seguía  enterrado bajo el embaldosado, suspirando con el corazón acelerado  pero Mirna miró hacia Camila, al tiempo que también llegaba María y la vio.

… ¿María?, hola, sí, soy yo, Camila. ¿Mirna?
… Manuel soltó a su madre y Camila la abrazó, luego hizo lo mismo con Mirna que no dejaron de mirarla de arriba abajo.

… Pero... qué bonita eres mujer. Con razón Manuel se retiró de las demás.

… Madre, ese Manuel murió, al enamorarme de Camila ya no veo a nadie más.

… Ni falta que hace hijo, con semejante esposa. Eres bellísima Camila, y me encanta que te cases con Manuel, bienvenida a la familia.

.. Gracias María, pero recuerda que conocí a Manu, Gracias a Pedro, los quiero a los dos, uno me trajo al otro. Pedro me condujo al amor de Manuel.

… Entonces, ¿son amigos ustedes?

… Más, Madre, Cami y yo nos queremos con el alma y… somos amigos y más, una familia. Ya entenderá.

Permiso. Mirna querida, ven.

___Pedro la enfrentó a Guillermo, las miradas se encontraron, se embebieron, se escrutaron entre las lágrimas, parpadeando para ver. Guillermo paseó por el rostro de su madre reaprendiendo cada uno de sus detalles, grabándolos en su esencia, los ojos le escocían por el picor de las lágrimas y Mirna sin remedio, sin razón sintió un nudo en la garganta y comenzó a temblar paseando la mirada por ese rostro desconocido pero fijándola en los ojos. Los mismos ojos negros, la mirada penetrante que la atravesó y un escalofrío le recorrió la médula. Y algo se instaló en su pecho sin que pudiera definir qué fue.

Las palabras fueron imposibles de ser articuladas y fue Pedro quien terminó con el silencio.

… Mirna, amor, aquí tienes mi promesa, te presento a… tu raíz, tu simiente, tu pilar, tu esencia, tu razón de ser, él es… tu Guillermo, tu Guillermo Graziani.

___ Para cuando Pedro llorando la mantuvo abrazada por las dudas y lo nombró, ya todas las represas y compuertas se habían derrumbado, se arrasaron todos en agua inundándose y se acercaron, Pedro y Manuel se colocaron tras Mirna y Camila abrazó a María.

… Camila… ¿Es él? ¿Es el hijo de Mirna?

… Sí, María, los muchachos lo encontraron, el destino los cruzó.

… ¡Dios!

___ Luego del tiempo suspendido en el espacio, a Mirna se le escapó el aire de los pulmones al igual que a su hijo, el color de la cara los abandonó, en la mirada las almas se reconocieron amándose, y se vieron el ser.

Sin embargo, las piernas dejaron de sostenerla y la conciencia con la sangre se fugó, derrumbándose en brazos de Guillermo, que allí recién atinó a tomarla en su ser.

… ¡Madre, no!

…. Acuéstala, Guille. A ver Manuel, dispersa a la gente, diles que somos médicos. Camila ayúdame, levántale las piernas.

___ Guillermo le llenó el rostro de besos, inundándola con sus lágrimas al tiempo que buscaba el pulso en el cuello.

… Tranquilo, amor, es una lipotimia, lo esperábamos, toma, traje sal, ___ Pedro rompió el sobrecito y como Guillermo no atinaba más que a mirarla y a besarla, él mismo le abrió la boca colocándole la sal bajo la lengua, mientras Camila le mantuvo elevadas las piernas para que la sangre regresara al cerebro y Manuel abrazó a María que lloraba sin reparos.

… Tranquila madre, fue la impresión, son médicos, saben lo que hacen, le bajó la presión, no es nada.

… ¿Médico?

.. Sí, María, ¿acaso no te contamos la historia?

… Sí, claro, por teléfono. Es médico él, Pedro trabaja en su servicio, perdón, me aturdió la emoción.

… Está bien.

___ De a poco y perezosamente, Mirna comenzó a reaccionar, Guillermo tomó una bocanada de aire al tiempo que Pedro le pasó un pañuelo por el rostro, abrazándolo por detrás deseando transmitirle fuerza, coraje, amor, valor y su ser y al fin las miradas se volvieron a encontrar  y casi en un susurro al oído, Mirna pudo hablar.

… Mi Guillermo, lo supe en la mirada. Es lo primero que recordé, en sueños. Tus ojos y tu mirada mi amor.

… Madre, sí, soy yo, mamita querida, soy tu Guillermo, sí. Pedro y Manuel me encontraron y te cuidaron para mí. Acá estoy.____ Guillermo tenía las manos de ella  en sus labios besándolas con devoción mientras Mirna parpadeó para liberarse de la cortina de agua que le ocultaba el rostro que deseaba grabar en el ser y en la mente.

…Cami, ya pasó,  déjala ahora horizontal

… Pedrito, ¿lo encontraste?

… Chsss…. Lo encontramos, entre todos, Dios nos lo trajo, pero ahora vamos a sentarte,…, despacito.

___ Para cuando entre Pedro y Manuel la sentaron, Mirna se echó en los fuertes brazos de su hijo empapados en el agua salada de los dos y Guillermo la acunó estrechándola y dándole besitos en el pelo que llevaba en una melena cuidada, mientras Manuel y Pedro abrazaron a María y a Camila y se quedaron suspendidos entre la gente contemplando el milagro del Amor, del amor que es algo que resiste, todo, un amor que había vencido  al Naufragio, a la muerte, a la distancia y al tiempo para hacerse presente con la misma intensidad, allí, en una banqueta de un aeropuerto del país al que pertenecían los dos.

… Pedro, Guillermo, ninguno está en condiciones de manejar ni de nada, ahora, iremos a una cafetería un rato, ¿sí?

… Sí hermano. Yo… madre…

… ¿Qué mi amor?

… No imaginé que vendría, lo deseaba pero no quise ilusionarme, y… ___ De pronto Pedro sonrió y los hoyuelos se hicieron eco con los que se formaron en el rostro de María que respondió con risa y llanto, con la misma luz.

Tenía que regresar a la clínica, y mañana que hacer guardia, pero ahora ___ Y miró a Guillermo que por primera vez le sonrió cómplice; si mi jefe me autoriza,…, no quiero. Guille, llamaré a Alberto para decirle que no iremos hasta el lunes.

… Está bien, no iremos, claro que no.

Mamita, ¿nos levantamos y dejamos de hacer papelones?

… Sí, hijo, perdón.

…. No, por qué perdón, es lógico. No sabíamos cómo prepararte, si yo debía venir o no, pero al fin esto iba a suceder. Iremos como dice Manuel a la cafetería, a ver si podemos comenzar a contarles algo para que entiendan.

… Pero… ustedes... son todos amigos.

… Mirna, más que eso, somos todos una familia, y ahora mucho más hermosa y más grande contigo y con  mi madre.

… Pedro, mi amor, cumpliste con tu promesa de traerme y muchísimo más. ¿Cuándo se encontraron? ¿Cómo?

… Perdón Mirna, quizá debí decírtelo antes, pero entre todos pensamos que por teléfono y estando tan lejos sería peor, decidimos esperar a este momento.

… Yo algo supe antes Mirna, perdón.

… ¿Lo sabías, María?
… Poco, hace poco por un llamado, pero hay mucho que hablar, mucho para contar, Guille,  llevaremos los carros con Manuel, abrázala, Cami tú a María y vamos hacia la cafetería, que todos necesitamos beber algo fuerte.

… Estoy en Bs. As., no puedo creerlo, en mi país.

Hijo, ¿eres actor?

…No madre, médico, luego del Naufragio y por motivos similares a los que tuvo Pedro al fin estudié Medicina, cirujano soy, en la clínica en la cual me encontró Pedro, trabaja a mi lado.

___ Mirna los miró a uno y al otro y de pronto creyó percibir algo en ambas miradas, más allá de todo lo conocido y de lo esperable, pero no supo ponerle nombre a lo que vio.

Y abrazados y desaliñados, enmadejados y mojados, riendo y llorando caminaron sin prisa hacia una de las cafeterías, olvidados de la gente, de los curiosos, y de todo lo demás que no fuera esa familia colmada de Amor que el destino tuvo como antojo formar y en ese día reunir.

___Mirna sonrió a Guillermo con ojos sabios, ojos valientes, ojos fuertes, ojos que conocieron el horror y la pérdida pero que no temieron verlo, por haber sobrevivido  a una terrible tragedia y olvido, de un tiempo sin fin, con el objetivo de haber llegado hasta él y Guillermo entendió… porque llevaba el mismo tiempo esperándola.

Mirna y María supieron al mismo tiempo, en el abrazo  de sus hijos que ya no podían temer a nada, y  que si lo hicieran, allí estarían ellos, para ayudarlas a superar lo que fuese, del mismo modo en que ellas estarían a su lado.

Todos poseían el valor necesario para afrontar y hacer lo que tenían que hacer, para luchar por sus deseos, para apoyarse mutuamente, para decir y escuchar.

Todos en algún modo eran auténticos sobrevivientes del Naufragio, habían conocido infiernos y habían sobrevivido, y ahora sonreían con el coraje y la paz que habían buscado durante una vida.

Abrazados con la firmeza del vínculo ensamblado al sentimiento, lentamente caminaron hasta la cafetería, Pedro y Manuel empujaron los carros y cargaron los bolsos de mano, pero todos recuperaron y sintieron la libertad, sin prisa por llegar a ningún otro lugar. Disponían de tiempo para estar juntos y permanecer, y ya no habían fantasmas rondando.

Eran uno para el otro, todo lo que necesitaban, la familia amada, y tenían el tiempo para disfrutarse, en el lugar que los esperaba ahora.

Sintieron que ya no existían respuestas por buscar. La libertad y el Amor estaban en sus brazos.

Todos habían llegado a casa.

CONTINUARÁ.

UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO… PEDRO Y GUILLE.