SUR. CAPÍTULO QUINCE.

SUR.

CAPÍTULO QUINCE.

 

Ushuaia, domingo 10 de enero de 2016.

10.00 horas A.M.

UN LIENZO INFINITO DE AMOR...

UN LIENZO INFINITO DE AMOR
Tu amor me rescató de un mundo de dolor por donde errante vagaba entre sombras cuando te conocí...Fue gracias a ti que dejé atrás esa peligrosa oscuridad, camuflada entre bambalinas de seducción, que me hizo perder el rumbo de la brújula de mi corazón, confundiendo un abismo de pesadillas con la entrega del amor.
Despertaste mi alma, ó quizás fue un hechizo de la luna que nos miraba refulgente aquella noche de nuestra primera cita, el que me hizo vibrar el corazón al sentir tu amada presencia de nuevo junto a mí...
En aquellos días me sentía ilusionada como una niña mientras saboreaba la dulce inocencia de descubrirme inesperadamente enamorada…
Imaginaba cuando volvería a verte, rememoraba cada momento compartido cuando estaba sola, y permitía que la alegría de habernos reencontrado alimentara mis sueños.
Así fue como cada día al despertar te fuiste convirtiendo en mi pensamiento alegre.
Me imaginaba en un futuro junto a ti, soñaba despierta en que vivíamos en algún lugar cerca del mar, yo escribía, tú pintabas…
Y vivíamos compartiendo silencios, compartiendo miradas, compartiendo sonrisas, cómplices de una vida que íbamos trazando con pinceladas de amor sobre un lienzo infinito.
Las noches durmiendo abrazados…sin poder dormir…de tanto amor que rebosaba en mí, de sentirte tan cerca, tú también desasosegado por sentirme tan cerca…Era tanto amor por compartir…
Hasta que llegaron las noches sin querer dormir…sin querer nunca que llegase el nuevo día…Porque empezaba a invadirme el miedo a perderte, fue entonces cuando el tiempo se convirtió en un fantasma amenazante que me angustiaba durante tu ausencia…
Inexorable paso de horas que sabía nos iban a alejar una vez más….quizás no supe vivir el momento, no supe vivir ese ahora que compartíamos por todos esos miedos que me zozobraban temiendo perderte, temiendo perdernos…O simplemente las cosas fueron así porque debían de ser así para aprender…
A veces cuando discutíamos sin sentido, buceaba en tus ojos intentando sentir tus pensamientos y poder encontrar la tranquilidad perdida en otros momentos vividos, buscando un puerto donde poder amarrar mis sueños y perder mis miedos.
Otras veces jugábamos, a querernos, a amarnos, disfrutábamos compartiendo ilusiones.
Te empecé a necesitar, cada vez más….Y eso me hacía perder mi libertad, supongo que por eso se precipitó todo, llego el fin de esa parte de historia… y llegó el turno de vivir el desapego, descubrirme, amarme y avanzar…llevándote en el corazón…Siempre.
Aprendiendo a superar el dolor de la separación, que yo misma había cocreado, aprendiendo a perdonarte, a perdonarme…de corazón.
Durante un tiempo cada noche pedía ir al Templo de Jade en Telos y cada mañana renacía…Y aunque no recordaba nada de mis lecciones nocturnas, la Llama Verde Sagrada y la ayuda de mis guías junto con mi Yo Divino hacían su dulce trabajo sanando todo el dolor…
Sobreviví sin más dramas a esa ruptura que quizás en otros tiempos me habría derrumbado, y supe que la crueldad de tu ausencia ya no bastaba para destruirme ni para hacer desaparecer nuestro amor.
Sólo que no era el tiempo, ni el lugar…habías llegado a mi vida sin estar aún preparado para ese encuentro, quizás ese reencuentro efímero tan sólo era un catalizador para tu alma dormida.
Y recordé otras vidas donde yo te había causado dolor...habías vivido en soledad, habías sufrido tanto por mí...supongo que era mi turno de saldar karma en esta vida...
Mi amor por ti es lo que me hace fuerte, porque sé que formas parte de mí y yo formo parte de ti, porque sé que lo que yo siento va más allá del tiempo y que si yo siento así...Tú, mi amado, mi Llama Gemela…También sientes así...Por eso no me cansaré de esperarte.
Hemos vuelto a encontrarnos en esta vida, así fue pactado…Sé que despertaras a nuestros recuerdos, perderás tus miedos y volveremos a compartir trazos de vida en un lienzo infinito de amor…

inahi - ReConectaCuentos

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“…Acá en Polonia nos llamamos así, Piotr me llamaba allá.

.. ¿Y yo?

… Wilhelm, así nos llamábamos entonces”.

…De Piotr  habla el diario, Dosia, ¿es Dora? ¿Dorota es…?

… Son ellas en aquella vida, Pedro se llamó igual, pero...

¿Quién es el niño sabio?

¿Quién es P.V.?

___Guillermo siente que todo da vueltas, necesita el desayuno, sobretodo café, y a su pesar comprueba que se terminó el suyo, con lo cual pesadamente decide ir a la cocina, quizá sepa algo de Pedro allí.

Por lo contrario en cambio, se topa de frente con el rostro escalofriante de Mateo, bebiendo un sorbo.

…¿Quieres?

… Vine a buscar, sí, no tengo en la habitación.

… Toma, te sirvo y llévate la cafetera, recién lo hice. Al parecer no hay nadie acá, con la noticia deben andar todos en la calle.

___Guillermo siente escalofríos gélidos recorriéndolo y sólo por dejar de verlo acepta la cafetera,  al volverse suelta el aire retenido al ver a Agustín.

…¿Pedro?
.. No lo sé. Estuvo tranquilizando al nene y salió. Seguramente ha ido al faro, para comunicarse con el Parque, no pudo desde acá, siempre busca ayudar.

… ¿Estás seguro que nunca sucedió antes?

… No Guillermo,  es un lugar turístico y los guardaparques son meticulosos y cuidan a cada turista. Es muy raro esto.

___Pero más raro fue para  Guillermo volverse a hablar a Mateo, y otra vez comprobar que no estaba allí.

…¿Viste a alguien al entrar?

… A ti.

.. A alguien más me refiero.

… No, a nadie. ¿Por? ¿Necesitas algo?

… Estaré en mi habitación, llevo días acá, y poco he hecho acerca de mi libro, por favor cuida del nene y ni bien sepas algo de Pedro avísame.

… Obvio, el nene por primera vez en más de un año preguntó por la mamá, pobrecito, algo extraño intuyó.

…¿Cómo era Camila, Agustín?

… Hermosa, rubia, alta, delgada, una belleza por fuera, buena, pero frívola, excepto con el nene. Creo que nunca le perdonó a Pedro vivir acá. Al comienzo era cariñosa con él, con todos, pero…. de a poco se fue apagando, sobretodo su alegría, solamente se excitaba cuando llegaban turistas o barcos, hasta que en uno estaba ese hombre con el que tres meses después se fue.

Le dejó a Pedro una carta, diciéndole que no era la vida que elegía, que se iba a Inglaterra, que le diera a José  unas líneas que dejó para él, cuando pudiera comprenderlas. Mi hermano guardó la carta del nene, y acá nos ves.

.

__Guillermo queda flotando en su propio accionar con Fabián, aunque sabe que no es igual, que aunque le escribiera no piensa abandonarlo, pero no pudo  dejar de asociar los hechos.

…¿Te pasa algo?

… No. O sí. Mientras viajaba hacia acá escribí una carta para darle algún día a mi hijo, sentí que en cierta manera lo estaba dejando solo,  y asocié, pero no es lo mismo, yo no lo abandoné, solamente tomé distancia unos días, supongo que Camila no regresará. ¿O acaso dice lo contrario en la carta?

…. No lo sé, pero no lo creo, debe estar muy bien si en un año ni siquiera llamó para hablar o saber de su hijo.

Pedro a los meses de la partida fue al abogado, e inició el divorcio, para lograr la tenencia del nene para siempre, la denunció por adulterio y abandono del hogar,  debe  estar por salir la sentencia, acá todo es más lento, ojalá se le dé.

… No me contó nada, quizá pueda ayudarlo, es importante que asegure al nene a su lado.

… Hace poco que llegaste, seguramente te dirá.

No te extrañe que viaje a la ciudad, siempre lo llaman para ver si puede ayudar, aunque el auto está en la cochera.

…¿No está Matías  allá por si hay heridos?

… Guille, mi hermano…

..¿Qué?

… A veces ayuda más que Matías, es sanador, usa hierbas, maneja la energía, impone las manos, más de una vez lo llaman a él.

… Algo sabía sí, es un legado familiar, además por lo que sé, estudia medicina tradicional, tiene muchos libros.

… Sí, debería dar libre las materias y tener el título, así la gente no diría nada.

… ¿La gente lo juzga?

.. Algunos dicen que hace cosas raras, mágicas, los menos….

Voy a vigilar que el nene siga dormido, o en el patio de juegos, permiso.-

___Guillermo desanda con parsimonia el camino a la habitación, sabe que hace frío,…, pero desde el ventanal solamente adivina la gelidez del viento que ve azotando a las ramas secas, pero no llueve, tanpoco está nevando.

Necesita hacer algo para no enloquecer en la espera de Pedro. Tomando café abre el diccionario en nombres polacos y allí están ellos pero eso…. lo sabe. Pedro dice poco pero no miente. Le interesan los otros que ha estado viendo en el diario.

“.. Dorota o Dosia. Dos formas de Dora.

...!Dios! Dora es la mujer que zarpó con Pedro y su abuela. Tiene las respuestas a todo. Es una de las dos personas que dijo Pedro. Quien sea el tal P. V. relata nuestra historia y la de los colonos. ¿Por qué me diría ella todo… si yo ni he dado una pista a Pedro de qué me trajo acá, más allá de los sueños?
No. Ella no me conoce, sin la autorización de Pedro no dirá nada, ni siquiera Matías lo hace.
Es decir que Dora tuvo según el relato, al menos tres hijos, dos nenas y un varón.
¿Cuántos años tiene ella…101 a 102 años?, no los demuestra, y la nena mayor se llama o llamaba como ella: Dorota, si estuviera viva tendría 81 años, pero no debe estarlo, acá  no vive al menos.
Menos de ochenta la hermana, que tampoco está con Dora. ¿Es posible que ellas hayan muerto y la madre no?

¿Y el hijo que concibió en el viaje?

Desembarcaron en marzo de 1940, ¿estarías vivo cielito al llegar?

Es factible, tenías solamente veinte años, veintiuno, si naciste en 1919 entonces.”

__Toma el diario mordiendo la moldura de los anteojos, con la cafetera a su lado, decidido a encajar algunas piezas, con el relato de Dora en el museo.

__

“…No sé si esperaba la ansiedad de aquel viaje, rodeado de agua, pero a la vez enmarcado, encerrado, lejos de la libertad de correr por mi tierra, por el pasto, entre árboles y arbustos sintiendo su latir. En el camarote me dominaba el pánico, y sólo la meditación me ayudaba a soportar aquello.

La gente era buena, pero cada uno formaba su grupo, yo estaba al cuidado de los niños, de mi abuela, y cuando ellas dormían el pánico reaparecía.

Así como las olas mecían el barco, un vaivén de sentimientos, pensamientos y emociones colmaban mi mente, mis sentidos.

Eran tantos los cambios en tan poco tiempo, desde dejar el pueblo, conocer las pérdidas que se iniciaron con mis padres, para continuar con la de mi abuelo, y la de él, mi hombre destinado.

El paisaje era siempre lo mismo, mar y horizonte infinitos.

“… ¿Qué será de mí cuando mi abuela se vaya?

¿Estaré a salvo de Michal en la Patagonia?”

___Son tantas las dudas, los miedos, que cuando todos dormían dejaba al fin que la angustia contenida en el día se deshiciera en llanto abierto en la almohada que ahogaba los sonidos.

Y en esas horas interminables del viaje, entendí que había supervivido tres veces sin razón, que no sentía el cansancio, ni el sueño, de hecho apenas dormía, comía muy poco para darles a los niños pero el hambre no acuciaba, todo en mí se había transformado desde la muerte de mi abuelo.

No deseaba que los demás lo vieran, que hicieran preguntas para lo cual no conocía las respuestas, y sólo cuidando de los niños apaciguaba mis propios interrogantes, agradecido de que no preguntaran, de que me involucraran en sus juegos, de que me dejaran acurrucarlos en brazos, especialmente Dorota, besarla por las noches hasta que se dormía, y recién entonces, las llevaba con sus padres.

Mi abuelo hubiera dicho que era mi karma, que mi encuentro con Dora y sus hijos estaba predestinado, y creo que así es, lo es. Nos habíamos cruzado todos ya en otras vidas, y nos volvíamos a encontrar, en el mismo amor.

Y el cuidado de ellos se convirtió en mi misión, protegerlos para siempre de todo mal.

Algo sucedió en el barco que ahora no deseo recordar, pero sí el día en que tocamos tierra, porque lejos estaba la Patagonia de ser la tierra prometida, no sólo para mí sino que lo vi en la consternación de los rostros, en el pánico de mis niños que viendo todo blanco o negro a su edad, se aferraron a mí al encontrarse en un sitio lleno de hierbas y matorrales, desértico, y sin calles, donde alguna gente del lugar  ante el aviso del gobierno argentino nos esperaba con chozas de madera y paja a orillas del mar, con algunas vacas, ovejas y caballos, y se encogieron los corazones ante el arduo trabajo que la región nos demandaría.

Además nos faltaba lo primordial para seguir vivos: agua dulce y granos para sembrar, tierra fértil para ellos.

Y sin embargo respiré aliviado, sintiendo que él no llegaría nunca a encontrarme allí.

Antes de seguir mi relato, dos hechos marcaron a fuego mi historia, como dijera mi abuelo, la moneda de la vida se echó al aire por Alguien y al caer, todo cambió, a  meses de llegar, entre el 21 y el 22 de setiembre, la primavera en el nuevo mundo nos arrasó.

Mi abuelita tomada de mi mano me dijo que se iba en paz, a reunirse con su amor, que cumpliera la misión que él me había dejado, y entre mis brazos supe que su alma se desprendía para encontrarse con la de mi abuelo.

Ahogué mi llanto en la pequeña choza, donde algunos comenzaron a enterarse y a llegar buscando consolarme, y fui a cavar la tumba del cuerpo a pocos metros del lugar.

 Con la visión nublada en el agua de la pérdida de mi sangre, de la última gota estaba, cuando Dorota corrió hacia mí gritando, haciéndome pensar en otra desgracia.

… Piotr, Piotr., ven.

Mami te necesita.

… ¿Qué sucede mi niña preciosa?

… Mi hermanito quiere llegar, el doctor no está, y nadie puede atender a mi mamá, se adelantó. Se va a morir.

___Estaba enterrando a mi abuela, y me juré que Dosia no moriría detrás, que no soportaría una muerte más, mientras gente malvada como Hitler o Michal, andaban por las calles, la salvaría, a ella y al niño, haría acopio de todo lo que mi abuelo me enseñara para traerlo al mundo y para que Dosia viviera también, tomé de la mano a Dorota, y corrí con ella hacia la choza de los padres, al tiempo que algunas mujeres estaban en el lugar, y  mis gritos se unieron a los de Dosia en parto, pidiendo telas, y agua, ordenando que dejaran de llorar y ayudaran a Dosia a pujar.

No sé cuántas horas pasaron cuando salí y vi una noche oscura, sin estrellas, como aquellas en las  que en mis sueños veía a Michal acechándome.
Desde hacía tiempo muchas cosas me resbalaban, y en ese día en particular  hasta ese hombre siniestro que siempre aparecía en las tinieblas del afuera o de mi mente, carecía de importancia, sólo importaba él, el niño por nacer, y una emoción inenarrable me dominaba por entero, tenía que lograr traerlo a mis brazos, y a los de Dosia, pero al parecer , la cabecita no estaba hacia abajo, llevaba horas intentando acomodarlo presionando el vientre de Dosia entre las contracciones y sus gritos me desgarraban el alma.
Me tapé los oídos en intento de dejar de escucharlos, y de súbito el cielo plomizo cayó en catarata sobre mí, empapándome sin que me importara nada, ni la fuerza del viento que me azotaba al punto de hacerme tambalear. Sólo importaban esas vidas-


…¿Estoy maldito acaso que todo lo que me importa me lo quitas?
¿Qué te hice? ¿Cuál es mi pecado para que me quites a todos?


__Estaba desafiando al mismísimo Dios sin que los truenos o el agua me silenciaran, y las lágrimas se mezclaron con la lluvia.


…. ¿Por qué? ¿Por qué se lo haces a Dosia y al niño?


___No tenía miedo a que me partiera un rayo, a que me tragara el agua, solamente necesitaba que alguien oyera mi súplica, que alguien me contestara, estúpidamente reclamando quizá a la nada. Y por primera vez me faltaron las fuerzas, no físicas, sino por el abatimiento moral de la falta de razón a las muertes de los que amaba, y a la de seguir vivo.
Me dejé caer llorando en el barro, sin siquiera sentirlo, y cerré los ojos esperando la muerte, aunque continuaba suplicando. Me abracé a mí mismo, pero el tormento me encogía en un ovillo pequeño, y nada, ni la furia del agua, ni los truenos presagio de furia visceral del más allá, ni el acecho de Michal, dolían más que no poder hacer llegar vivo al mundo al niño que amaba sin razón.

.. No te los lleves también, a ellos no.

…Piotr, ven, Piotr.

___Como si alguien hubiese tenido piedad, o mis gritos hubieran deshecho las barreras hacia Dios, entré chorreando barro y Dosia sonreía, acariciándose la panza, y con lágrimas dulces, me llamó a su lado.

… Se acomodó, mira, lo toco, ahora nacerá, algo de lo que hiciste lo recolocó.

___Entre llantos y risas corrí a sacarme el barro, como si hubiera muerto y resucitado poderoso, me restregué, me lavé, y regresé junto a Dosia, cuando las contracciones regresaron furiosas, y todas las mujeres y su esposo la alentaban a pujar, mientras empecé a ver la cabecita.

.. Tranquilo mi amor, tranquilo, esto también va a pasar, lo prometo, ven, eres la cara de la moneda, eres la vida llegando, ven.

Dios me escuchó, no te llevará, ni a Dosia, ven mi amor, ven.

___El grito desgarrador de la última contracción de Dosia se entremezcló con un súbito silencio, y con el corazón desbocado, sin aire, embargado de amor conocido, tuve en mis brazos al niño, que lanzó su primer llanto allí, y nada más me importó cuando sus ojitos negros se unieron a los míos, parecía mirarme con la inocencia pura del niño, en una conexión  familiar, aunque pareciera imposible, lo abracé llorando… de Amor, de puro e inocente amor, mientras mi corazón brincaba en el pecho donde se acurrucó.

Y mientras cortaba el cordón, seguía fijo en mí, como en un pacto tácito en que me decía que no lo abandonara nunca y yo le juré que jamás, mientras Dosia lloraba el milagro, del varón llegando a la familia.

Se lo llevé para que lo conociera, y luego  regresó a mis brazos con la sangre de los dos, para llevarlo a higienizar, mientras las mujeres atendían a Dosia, que se adormiló agotada, pero feliz.

Supe que alguien más había contribuido al milagro y necesité salir a mirar el cielo ahora sin nubes y agradecer eternamente el milagro de la vida de él, antes de dormir, Dosia me dijo, conociendo mi historia previa, que lo llamarían Wilhelm.

“… ¿Qué voy a hacer contigo mi niño?

Eres tú, lo sé, ni bien llegaste al otro lado, elegiste regresar, para seguir a mi lado, eres tú, mi amor, mi único amor eterno. Wilhelm.

Como yo,…, de otra manera venciste a los soldados, a Hitler, a la muerte, y estás en mis brazos, así, como mi niño, el hijito de Dosia, y te protegeré de todo mal mi amor, siempre, para siempre.

No puedo hacer más que lo de siempre, amarte, aunque sea ahora de este modo, ingenuo, único, puro, pero real.”

___Guillermo se desmorona hundiéndose exhausto en el sillón, con un sinfín de emociones y de sentimientos  hinchándole el pecho, mientras los pensamientos intentan furibundos hilvanar la verdad tan difícil de ver en la mente, y lágrimas irrefrenables surcan el rostro en la comprensión, hasta mojar las manos y el regazo.

“….!Dios!

Pedrito, mi amor,  hubo otra vida antes de ésta, dentro de la misma tuya de superviviente de Polonia, me asesinaron los nazis luego de amarte una noche, y desde algún lugar me dieron a elegir, y de inmediato casi reencarné en el hijo de Dora, para llegar a vos, y me trajiste al mundo el día en que murió tu abuela, me ayudaste vos de entonces a llegar a esa nueva vida, y Dora, fue mi madre en ella y sigue viva.

¿Qué sucedió con nosotros acá?

Porque vine  a esa vida acá, bueno en  Río Gallegos o donde llegaron primero, me trajiste al mundo a tus veintiún años.

¿Y el después?

No, no puede ser cierto, no. Sin embargo, lo oí de boca de mi madre, de Dora en el museo, soy yo ese hijo que mataron los indios, y que el niño sabio lloró.

No. Dios no.

Ahora entiendo tu dolor de ahora, tu miedo, tu cuidado, tu…

Por segunda vez, o vaya a saber `por cuántas, pero según el relato de Dora, no pudiste salvarme de la muerte a manos de los indios, por eso estás atormentado ahora intentando protegerme de todo mal, porque vida tras vida al parecer muero antes, y me ves, me ves dejarte, me supervives y te amputan el alma en cada una de mis muertes, cielito, mi Dios, sos el niño sabio, sos el Piotr de Polonia, me trajiste al mundo apenas los colonos llegaron a la Patagonia como hijo de Dora.

¿Y qué sucedió entre nosotros en esa vida hasta que apenas con dieciséis años me asesinaron los indios en esa masacre que vos denunciaste?

¿Qué sucedió con vos luego de mi muerte entonces, y quién cuidó de Dora?

Ella dijo que partieron hacia acá por el dolor de mi muerte, no se incluyó, sin embargo hoy vive acá.

¿Acaso vos en verdad no saliste de allí y tras mi muerte te suicidaste?
¿Cómo saber qué sucedió,…,  si no me lo cuentas porque temes perderme otra vez, mi amor precioso?

__Necesitando de súbito tomar agua, se pone de pie llorando , secándose el rostro con la ropa, intentando llegar a la cocina, pero cuando desea aferrar la botella, ve las manos temblando, al tiempo que un agudo dolor le retuerce las entrañas, y la estancia se difumina, mientras el techo gira, y cae de rodillas al piso caliente, pese a tener la piel helada, perlada ahora en sudor, y sintiendo la muerte acercarse de nuevo, manotea el celular, y alcanza a llamarlo.

… Guille amor, estoy regresando de Ushuaia, ya llego.
¿Estás ahí?
¡Hola!
No mi amor, no. No me dejes, no. Esto fue una trampa, te dejé solo, y algo te hizo, Dios, no.
Espérame mi amor, no me dejes otra vez.
¡No!


___Guillermo repta hasta llegar a la cama, con el último resto de fuerzas logra subir, arropándose ovillado esperando lo peor, cuando de pronto escucha un eco, una voz lejana  conocida, que le habla de manera  familiar.

Todo se había vuelto oscuro, difuminado, y apenas distinguía las formas.

… Guillermo, dejaste solo a Fabián, me engañaste, sos gay, amas a un hombre.
…¿Ana? Estás muerta. No estás acá.
…Estoy.

___Supo que no estaba allí, que la voz provenía de su mente, pero sin embargo la veía, acusándolo, juzgándolo, hasta que la vio ante él corporizada en una ilusión clara, sentada junto a él en la cama, viendo cómo su cara y sus manos se deformaban, hasta taparle los ojos, y vislumbrar miles de formas y colores indescifrables, hasta que su mente imposible de controlar saltó al día de  la confirmación del embarazo, a la pequeña discusión que tuvieron, para trasladarse sin remedio al nacimiento de Fabián, a la muerte de ella, a la misma herida que sangraba todavía al salir de viaje, y se obligó a gritar:

… ¡Basta!

___Con un esfuerzo sobrehumano porque los músculos no respondían a las órdenes de la mente, logró escuchar su nombre, desde otra voz, y al fin entreabrió los párpados.

…Ayúdame, mi amor, sálvame. Ayúdame.

… Tranquilo mi amor, tranquilo, ya estoy acá,  te prometo que esto también va a pasar.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.