viernes, 9 de septiembre de 2016

VECINOS. RELATO. CAPÍTULO PRIMERO.


“VECINOS”. RELATO.

 


 Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.


 Cuando un cronopio canta, las esperanzas y los famas acuden a escucharlo aunque no comprenden mucho su arrebato y en general se muestran algo escandalizados. En medio del corro el cronopio levanta sus bracitos como si sostuviera el sol, como si el cielo fuera una bandeja y el sol la cabeza del Bautista, de modo que la canción del cronopio es Salomé desnuda danzando para los famas y las esperanzas que están ahí boquiabiertos y preguntándose si el señor cura, si las conveniencias. Pero como en el fondo son buenos (los famas son buenos y las esperanzas bobas), acaban aplaudiendo al cronopio, que se recobra sobresaltado, mira en torno y se pone también a aplaudir, pobrecito.


Julio Cortázar - historias de Cronopios y de Famas.








CAPÍTULO PRIMERO.



Bs. As., provincia, viernes 09 de setiembre de 2016.







_Las primeras luces de alba se colaron por el ventanal, sin que Guillermo supiera cuándo había caído en el sueño, si es que lo había hecho, la ciudad se desperezaba mientras él estaba agarrotado, decepcionado, exhausto.



Salió de la casa para alejarse del ruido, de la voz tintineante, taladrante de Ana y sus reproches, ni siquiera quiso en los días pasados ver a Juan, menos a otros acompañantes de turno, sólo había deseado un lugar propio,  liviano, silencioso.

Había pasado días desprendiéndose de cosas, de ropa que no usaba, de libros  de otra época, de miles de objetos sin más valor que aquellas malditas discusiones con su mujer, en ese anodino matrimonio.

Se había mudado con lo mínimo, unos pocos trajes, el que usaría en el día, lo dejaba en la noche en el perchero, esperando que la fuerza de gravedad lo planchara, junto al morral, y en el vestidor apenas había dejado otros dos, y camisas, la ropa interior en los cajones, meticulosamente ordenados, como todo en su vida de fantasía, la estructura, el orden ,la obsesión, el perfeccionismo eran sus caracteres, el carácter que pocos soportaban, la personalidad adecuada para no fallar en tribunales.



El departamento tenía en el dormitorio que ocupaba,  tan sólo nuevo el somier, una mesa de noche, un espejo de pared, deseaba el menor número de distracciones posibles, ni televisión o LED que no miraba nunca, ni equipo de música que no deseaba oír ahora,  solamente la botella de whisky  con la copa que de noche rutinariamente tomaba mirando a la gente pasar.



Había pasado mucho tiempo, meses, eliminando, despejando, simplificando, desprendiéndose de cosas y de personas, cuando al iniciar el año entendió que debía llevar a puerto su vida, que sería ajena al desorden y al ruido estrepitoso de los gritos, de la música que le gustaba a Fabián, más bien planeaba abrir el abanico de modestos ruidos cotidianos que tanto le gustaban, que ya no disfrutaba en esa casa, como la tostada saltando, el hervor  del agua, el click de la cafetera, el disfrutar del desayuno en un ambiente pequeño pero acogedor, escuchando quizá el canto de las aves, el repiqueteo cantarín de la lluvia pertinaz de la ciudad, la niebla habitual, los pequeños detalles que la tortura de su caos le venían impidiendo. Y quizá todo hubiese sido perfecto de no ser por el estrépito, el estruendo que debía soportar noche a noche.



Noches abarrotadas, insolentes, desgarradas, colmadas de aquellos ruidos a veces indescifrables, siempre insoportables.

No  quería abrir los ojos, deseaba ralentizar el tiempo, retrasar los relojes en verdad a la noche, y dormir, no levantarse para ir al estudio, y sin embargo, allí estaba, con los ojos almendrados en el techo, pensando en el vecino, en que al fin no fue a hablarlo, indudablemente porque agotado como estaba, en algún escurridizo instante se durmió, puesto que daba como certero que el silencio jamás llegaría allí.



En realidad no eran horas de ir a visitar a ese vecino infernal que el maldito destino le había colocado, no eran horas de visitar a nadie, eran horas para dormir…Como tampoco eran horas para escuchar a todo volumen y ponerse a desembalar álbumes de rock, porque es lo que parecía estar haciendo, entre botellas de cerveza, velas y tabaco, rara mezcla del exótico ejemplar de Pedro Beggio.



Oyó el ruido metálico aún retumbando en el piso de abajo, e incrédulo, aturdido, negó con la cabeza.



La música para él era atroz, el histrionismo que la acompañaba más, le removía en su fuero interno cosas que deseaba desalojar, justamente se había decidido a separarse para despojarse de la ira, de las cosas que lo distraían de la vida real, del resentimiento, de la mentira, y ahora las mismas emociones retumbaban en la cabeza, deseando cortársela, como el mismísimo compás de esa música.



 Pensó mil alternativas, una de ellas era intentar conocerlo, hablarlo, hacerle entender, la otra era plantarse como el abogado, con la ley de propiedad horizontal, el reglamento del consorcio, y e incluso llegó a pensar en llamar al 911 y que le dieran un buen susto.







“…Tuviste suerte, Pedro o como mierda te llames, eso me dijo el encargado, al parecer me adormilé un rato, aunque siento una resaca como si viniera de bañarme en alcohol, y necesitaré una cafetera entera amarga, negra de café, más una  ducha helada, para al fin escapar al remanso del estudio, a la paz junto a Marcos, y a ese quilombo, que comparado con vos, es hermoso, un oasis ahora.

¿A qué hora dormirás? Me encantaría no dejarte, hacer algo.

 ¡Qué estoy diciendo, no soy un chiquilín, no puedo hacer lo que él!

Indudablemente debe ser un nene bien, es imposible que trabaje, menos que estudie” ___ estaba haciendo mil conjeturas mientras  esperaba el café, y untaba las tostadas con más mermelada que la de costumbre, cuando decidió que no podía volver a mudarse en menos de un mes por un mocoso malcriado, esa noche se presentaría al primer acorde, no esperaría a la madrugada.

Sin embargo seguía escuchando aullar a la bestia,  desde la cocina por igual,  bajo la ducha lo mismo, y deseó agujerear el piso disparándole  a quemarropa con un extinguidor, atándolo a la cama, obligarlo a escuchar un concierto de Chopin.



La idea de llamar a la policía le carcomía el poco cerebro que le quedaba, pero sabía que no era  un anfitrión de fiestas hoy, no perecía que anduviera con más droga que cigarrillos, y menos con armas, con lo cual como no las plantara él, lo cual comenzaba a tentarlo, no entusiasmaría a la policía por una mera  cuestión de ruidos molestos,  saltaba a la vista que el consorcio era ciego y sordo, demasiado sordo”.





__Llegó al estudio sin siquiera darse cuenta, reprimiendo bostezos, cambiando el mate cocido por café a cada rato, cuando al fin su tía algo percibió.







… Guille, yo estoy feliz de que dejaras a la loca de Ana, pero ¿seguro que estás bien?

… Sí, Cuquita, algo cansado, pero bien.

…. ¿Estás comiendo vos?

… Acá, me ves.

… ¿Por qué no te vienes a vivir conmigo?, dale, estaría más tranquila.

...! Te parece tía, a esta edad!

… Y sí, me parece, justamente, soy tu tía.

… No, anda, tráeme más café, negro, amargo, tengo que firmar unos papeles y no dormí demasiado.







___Se desplomó en sillón cerrando los pesados párpados, decidido a encajar las piezas del rompecabezas que compartía con Pedro, no a antojo del destino, lo iba a moldear él, y de súbito se detuvo en el nombre que lo llevó a más, pese a que el universo se regía por relojes y apremios, el tiempo transcurría lento para él en el día, porque soñaba con el ansiado amigo llamado silencio esperándolo por descuido alguna vez y dormir, sin embargo  le quedó revoloteando el nombre.





“…Pedro, qué bonito nombre para alguien tan insufriblemente insoportable Beggio.

¿Cómo serás?

Más pendejo que Fabián seguramente, aunque la música es parecida, me pareció entre sueños escuchar a “las pelotas”, la mosca blanca, y extraños nombres espantosos que llevan estos locos que llenan estadios, donde ustedes gritan y saltan hasta desmayarse deshidratados.

No puedo creer lo que estoy haciendo, la falta de sueño me está volviendo loco, sin dudas, ¿o es que no deseo que dejes en evidencia que no sé nada de ese ruido infernal?”





___Guillermo había abierto  en la web, la página, una de las tantas de rock nacional, e impávido leyó que podía repetirse sólo una frase, comenzó a pasear la mirada leyendo cómo enviaban frases, a los que esos supuestos “genios”, seguramente le sumaban el ruido, que la desdibujaba, no se notaba letra alguna.

Naufragaba en ruido, y leyó a una de Pappo:



“Yo que soy un hombre desprolijo

No tengo conflictos con mi ser.

Porque en la apariencia no me fijo

Piensan que así no puedo ser…

No cambia nada estar un poco sucio

Si mi cabeza es eficaz”.





“…Esto yo lo oí, él es así, entonces Pedro sos desprolijo, sucio, infornmal, descontrolado y te piensas eficaz, es decir que yo que soy todo lo contrario, según tu amiguito, sería un ineficaz, a no chiquito, esto no quedará así, esta noche me vas a explicar cómo crees en semejante pelotudez de este mechudo que canta espantoso, igual que tus chillidos guturales”.





___Sintió que el tiempo se había detenido,  más de una vez tuvo que ir a mojarse la cara, el pelo, el café ya ejercía efecto opuesto, y no podía responder eficaznmente a nada, ni siquiera a una visita innecesaria  de Matías, que lo invitó, o le insinuó de salir a tomar algo, a lo cual se negó automáticamente como venía haciendo siempre, demasiado joven y bonito para él, era para problemas salir con un tipo así, mejor estaría con Juan, si en algún momento necesitaba desahogar  sus pulsiones, por ahora lo único que necesitaba era una cura de sueño, y sus noches de insomnio llevaban un nombre sin rostro, sin edad: Pedro Beggio.



De subito pensó en salir más temprano, quizá dormía a la tarde, y al llegar lo encontraba con energías recargadas, de ser así estaba dispuesto a zapatear un malambo en su cabeza para despertarlo, y hacerle saber que encima vivía alguien, que el techo, es decir el piso, lo que era lo mismo parecía de cartón, no blindado.

Recordó que una de las madrugadas el silencio de súbito lo había arrullado como un viejo amigo, para hacerlo suspirar y soñar con el dormir, para de nuevo  oír   la maldita canción que fue la gota que rebalsó el vaso, haciendo que un hombre grande, más o menos educado, lanzara al espacio todo tipo de epítetos al tiempo que rodó en estrepitosa caída al suelo, que hubiese acallado a un ejército, no sin embargo a Pedro.





__El tiempo en el estudio seguía en pausa, la atención y la mente detenidas en el nombre, la eficiencia nula, y empezó a pensar en intentar una huida al departamento de Juan, pero sería casi una recaída, en el propósito que deseaba para su vida, con lo cual agudizando los sentidos, al fin regresó al departamento, con algunas compras hechas al paso, que comenzó a acomodar, envuelto por un delicioso silencio.



Suspirando por adelantado,  la cena que quedaría en el olvido si podía ducharse y dormir,  se deslizó adormilado bajo el agua que barrió la tensión, y se secó a las apuradas, cuando de súbito, los disonantes acordes de aquellos macabros dedos, rasgaron la guitarra, mientras  intentaba adentrarse en el pijama, no merecía ni siquiera la pena volver a vestirse, bajaría a como diera lugar a poner a ese  loco rockero en su lugar, o lo llevaría a juicio, la decisión era irrevocable, no pensaba  dar el espectáculo ante todos de volver sobre sus pasos o de mudarse a otro lugar.



Descalzo salío echando chispas por los ojos, la aderanalina había desalojado al  sueño de momento, la furia estaba ganando la batalla, y sintió el frío en el cemento de la escalera, por un piso omitió el terrorífico ascensor.

Apenas hizo caso al ambiente, intentando acallar el paseo por la cabeza de lejanas  letanías de injusticias y atrocidades coridianas que eran su  terror para el niño que fue, que sin remedio lo arrastraron a sus fobias del presente, mucho más a su accidentada escurridiza, confusa adolescencia,  más a su tortuosa y mentirosa vida de adulto.



La música sonó más insoportable, más cercana, como la atronadora voz interior, depotricando, atormentándolo con el sufrimiento de las horas de día siguiente si no lograba acallar a su.. vecino.

Por la culpa de la falta de sueño, el Dr. Graziani se estaba desvaneciendo en el tapizado del sillón del despacho, se desarmaba hora tras hora en bostezos y cabeceadas, y no podría disimularlo por mucho tiempo más, de manera que al llegar a la puerta de Pedro estaba dispuesto a ecaharla abajo a golpes si fuera necesario, cuando sin pedir permiso, un rostro precioso, casi un ángel caído del cielo, se coló entre las confundidas neuronas.



En algún momento de no sabía qué día, un adonis terrenal, lo había rozado en las escaleras, cuando venía con las compras para la cena,  un rostro lleno de pocitos,  una mirada de miel, dulce como  ella, parda, penetrarnte,y una sonrisa con tres pocitos, encubiertos bajo un gorrito magistral, que recordó lo había dejado sin aliento y sin habla, y no supo qué estaba pensando ahora, por qué relacionaba esa imagenn que debió ser  una alucinación en duermevela con Pedro.



¿Qué Graziani mostraría? ¿Uno vecino cortés que amablemente le explicaría que debía trabajar o el huracán que arrasaba en los juicios?

Llamó una vez, sin éxito, otra, y otra vez, hasta que luego de lo que su mente cansada procesara como siglos, supo que el dueño no lo escuchaba, la  música ahogaba el sonido de la puerta, quizá la llevaba en los oídos, y derrotado, agobiado, y amargado ascendió con parsimonia a su piso, sintiendo que esos maricas rockeros gritones se burlaban a  su antojo ante esa puerta muda e insensible, mejor dicho detrás al igual que su dueño, y el brillo de los ojos iluminó el pasillo, era la ira in crescendo de alguien, que desde que había salido del vientre de su mamá, se pasó la vida luchando por recrear esa sensación de equilibro perfecto, de paz, de éxtasis, la última vez, escapando de Ana a ese lugar.



Pensó en destrozar lo que a su paso encontrara, sin embargo  vio la desventaja de no tener casi nada. Se acercó al ventanal, el suyo siempre cerrado, el de Pedro abierto exhalando volutas de humo y aromas que inundaban  sus fosas nasales provocándole  extrañas sensaciones incalificables,…, todavía.



Pensó en arrojarle objeros conduntentes por la ventana, pero dudó que la fuerza fuesse la necesaria como para hacer añicos algo en el otro piso.

De pronto una idea fue tomando forma, sutil, lentamente, y antes de que el jucio la desalojora,  abrió su ventana de par en par, .miró hacia abajo, la barandilla de hierro era firme y unía  terraza con terraza, y con la bofetada del aire que acogió con júbilo se vio en la plataforma de acero que segura llegaba a la ventana del vecino.

El frío abrazo oscuro, en lugar de hacerlo entrar en razón lo impulsó hacia Pedro, y de pronto sintió que estaba pisando terreno enemigo,  estaba en la terraza, frente a la ventana de Pedro, y la visión a punto estuvo de confabulada con la brisa, llevárselo al suicidio, a lo que aparecería como tal , haciéndolo caer de bruces hacia atrás, al corroborar el rostro del adonis del gorrito, el perfecto delineado perfil, pero ahora libre, apoyado en el escritorio, sobre el bello arrogante mentón, con los ojos lejos de leer el libro que estaba debajo, pues estaba ensoñado mirando hacia adentro hipnotizado por los acordes,…. de la tortura.



Entonces descubrió el cenicero, los dedos que lo dejaron si aire acariciando un cigarrillo, las velas aromáticas iluminando la zona en lugar de la luz,  además las sombras doradas se proyectaban en la belleza. Llevaba apenas una bata, en la penumbra no distinguió el color, pero alcanzó a  vislumbrar  zonas de piel, de la belleza escultural que Zeus le estaba poniendo delante, y con los dedos suspendidos para golpear, cuando  el ángel diablillo, dueño  de sus noches e insomnios, intuyéndolo  salió de su ensueño  y se volvió hacia la extraña sombra que se proyectaba en su terraza, y ésta se abalanzó como una bofetada sobre su consciencia.



Era ni más ni menos que una amenazadora  sombra negra recortada contra el cielo negro apostada en su ventana dispuesta  a todo, y en una exhalación enarboló un pisapapeles como estardarte para defensa del enemigo al acecho, aunque rebuscaba ansioso en la  escasa luz su celular sin éxito.



Sin embargo algo distrajo su atención disipando el miedo, un movimiento de manos de Guillermo, un reconocimiento sutil del hombre al acercarse, era un saludo, y esa mirada penetrante lo llevó a un instante en la escalera, en que lo había cruzado y lo había enterrado bajo el piso.

El pelo corto, con entradas, habitualmente bien arreglado, estaba algo alborotado por la brisa, pero al acercarse, la expresion denotó que era él… salvo que un poco enojado, quizá más que eso.



Dio los últimos pasos aparentando seguridad, y le ayudó a ingresar, lanzando  la sonrisa y la voz que disiparon en Guillermo el sueño, la ira, y lo que lo acompañara, cuando le dio la mano.





… ¿Eres vecino, verdad? ¿Perdiste la llave?







__Podría ser un delincuente, por supuesto pero la vez que lo había visto, más de una sabía ahora,  no le pareció, callado, solitario, o uno de los seres grises que transcurren la vida sin entusiasmo.,y los saludos eran inaudibles.





… No, es por la música, por la hora.

…¿La música? __asombrado, le aferró  del brazo para que entrara, Guillermo no se negó porque estaba dedicándole la sonrisa que hacía deponer armas a cualquiera.



El rubor y el pelo alborotado completaban la perfeccción que intuía bajo la bata, más adentro , en la mirada..





… Pasa, siéntate, ¿quieres una copa?



__Guillermo  supo que su ira se quebró, encontrándose solo con la agonía de la separación, cargando penas y mentiras, necesitando una historia viva de dos, y la confusión cayó entre sus manos, confundida salió  a buscarlo melancólica, y sintió  que rendido ante ese muchacho que era sin dudas mayor que Fabián caía en el sofá, tratando de entender cómo comenzó a rendir sus armas ante él.





…Perdón, ¿molesté a tu esposa?, ¿tienes familia?

… Me separé, me mudé acá porque me separé.





___La mirada de Pedro cambió, algo la colmó___.





…Lo siento.

…¿Qué cosa sientes?

.. Eso, lo de la separación, si puedo ayudarte en algo.

… En dejarme dormir, puedes, además ¿sabes el lío que se me arma a mí si vos me ayudas?

… ¿Cómo?

… Nada. Conozco tu nombre.

 Lo sé, el encargado me dijo, Guillermo Graziani, abogado penalista___ a fin de intimidarlo, cuando la mirada incrédula y asombrada se topó con un libro de derecho.



…¿Y eso?

… Mío, estudio,  derecho, justamente, en realidad me tomo vacaciones para disfrutar  de la música, porque terminé de cursar, debo las últimas materias.

… ¿Vacaciones? ¿Ese ruido espantoso te permite estudiar?

… ¿No te gusta? A mí concentra, me embriaga, me encanta.









___Sin embargo Pedro estaba internado en algún recoveco de la oscura mirada, algo insomne y cansada del fascinante ejemplar que tenía delante, que por otro lado sabía que era el terror de tribunales, acabando de saber que eran… vecinos.







CONTINUARÁ.



HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.



LENGUAJE ADULTO, ESCENAS RELACIONADAS.

23 comentarios:

  1. GRACIAS GRUPO, ENTRE TODO SIGO SIN LA PC CON EL HOMBRO LUXADO. BESOS.

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  2. Buenísimo comienzo Eve, ya se encontraron y ahora frente a frente empiezan a descubrir extraños sentimientos que los lleva a la mutua fascinación...Bellísimo Eve, ahora sí que comienza la verdadera historia con ese vecino...Gracias amiga!!!

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    1. pARA DEJAR DE LLORAR FUI A nAUFRAGIO, NO PUDE, SEGUÍ ACÁ, VEREMOS CÓMO SE LLEVAN AHORA LOS VECINOS, CÓMO ADAPTAN SUS GUSTOS, GRACIAS INFINITAS Y MI AMOR.

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  3. Sol Urvino Que buen comienzo para ambos, viven casi juntos y solos, apenas separados por un muro que pronto desaparecera. UN BESO, EVE.

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  4. Norma Ferzola Me encanta este VECINOS Eve!!!besos.

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  5. Raquel Sanchez Eve genial como siempre ,,,se me hizo corto ..me encanta este comienzo y ya deseando como va a ser esta historia siendo vecinos gracias!!! MUAAAAK!!!

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    1. ESTABA MAL Y SIN DORMIR RAQUELPERO NO CREO QUE FUERA MÁS CORTO, NO SÉ, GRACIAS.

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  6. Belen Cruz Eve no me permite comentar en el blogs, así que te digo un capitulo muy divertido, fascinante por fin conoció al vecino que le provoca tantos insomnios y ahora seguro mas me encanto genia gracias besos ;) te quiero !!!

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    1. COMPLICADO TENGO LA WEBY UDS, ES LINDA, GRACIOSA, Y SIN DRAMAS, DISFRUTE, GRACIAS Y MI AMOR.

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  7. Chicas perdón por los inconvenientes en etiquetas,, acá, en todas partes, me estafaron con la pc , me la robaron en definitiva a estrenar, esta no anda bien, a veces comparte, a veces etiqueta a algunas, a veces se tilda, no tiene virus pero sí otros archivos que molestan, y no sé a quién recurrir para recuperar la otra y que terminen de acomodar esta, además me luxé elhombro por estar desde el veinte de junio con esto. Besos.

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  8. Laura Grugnetti
    Laura Grugnetti







    Laura Grugnetti hermoso







    Laura Grugnetti hermoso

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  9. me encanto vecinos , donde quedo la furia de Guille era de esperar que lo veía y quedarían fascinados con solo mirarse, hermoso Eve como todo lo que escribis , gracias mi querida amiga bendiciones para tu vida abrazos ¡¡¡

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  10. Angela E Dos Santos Eve buen comienzo y me imaginaba que Guille no era una persona sin reacción porque ya lo venía aguantando al vecino y me gustaría tener un vecino a si de hermoso como Pedro

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