“VECINOS”.
RELATO.
Cuando
los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que
con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la
ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los
días.
Julio Cortázar - historias
de Cronopios y de Famas.
CAPÍTULO
PRIMERO.
Bs.
As., provincia, viernes 09 de setiembre de 2016.
_Las
primeras luces de alba se colaron por el ventanal, sin que Guillermo supiera
cuándo había caído en el sueño, si es que lo había hecho, la ciudad se desperezaba
mientras él estaba agarrotado, decepcionado, exhausto.
Salió
de la casa para alejarse del ruido, de la voz tintineante, taladrante de Ana y
sus reproches, ni siquiera quiso en los días pasados ver a Juan, menos a otros
acompañantes de turno, sólo había deseado un lugar propio, liviano, silencioso.
Había
pasado días desprendiéndose de cosas, de ropa que no usaba, de libros de otra época, de miles de objetos sin más
valor que aquellas malditas discusiones con su mujer, en ese anodino
matrimonio.
Se
había mudado con lo mínimo, unos pocos trajes, el que usaría en el día, lo
dejaba en la noche en el perchero, esperando que la fuerza de gravedad lo
planchara, junto al morral, y en el vestidor apenas había dejado otros dos, y
camisas, la ropa interior en los cajones, meticulosamente ordenados, como todo en
su vida de fantasía, la estructura, el orden ,la obsesión, el perfeccionismo
eran sus caracteres, el carácter que pocos soportaban, la personalidad adecuada
para no fallar en tribunales.
El
departamento tenía en el dormitorio que ocupaba, tan sólo nuevo el somier, una mesa de noche,
un espejo de pared, deseaba el menor número de distracciones posibles, ni
televisión o LED que no miraba nunca, ni equipo de música que no deseaba oír
ahora, solamente la botella de whisky con la copa que de noche rutinariamente tomaba
mirando a la gente pasar.
Había
pasado mucho tiempo, meses, eliminando, despejando, simplificando,
desprendiéndose de cosas y de personas, cuando al iniciar el año entendió que
debía llevar a puerto su vida, que sería ajena al desorden y al ruido
estrepitoso de los gritos, de la música que le gustaba a Fabián, más bien
planeaba abrir el abanico de modestos ruidos cotidianos que tanto le gustaban,
que ya no disfrutaba en esa casa, como la tostada saltando, el hervor del agua, el click de la cafetera, el disfrutar
del desayuno en un ambiente pequeño pero acogedor, escuchando quizá el canto de
las aves, el repiqueteo cantarín de la lluvia pertinaz de la ciudad, la niebla
habitual, los pequeños detalles que la tortura de su caos le venían impidiendo.
Y quizá todo hubiese sido perfecto de no ser por el estrépito, el estruendo que
debía soportar noche a noche.
Noches
abarrotadas, insolentes, desgarradas, colmadas de aquellos ruidos a veces
indescifrables, siempre insoportables.
No quería abrir los ojos, deseaba ralentizar el
tiempo, retrasar los relojes en verdad a la noche, y dormir, no levantarse para
ir al estudio, y sin embargo, allí estaba, con los ojos almendrados en el
techo, pensando en el vecino, en que al fin no fue a hablarlo, indudablemente
porque agotado como estaba, en algún escurridizo instante se durmió, puesto que
daba como certero que el silencio jamás llegaría allí.
En
realidad no eran horas de ir a visitar a ese vecino infernal que el maldito
destino le había colocado, no eran horas de visitar a nadie, eran horas para
dormir…Como tampoco eran horas para escuchar a todo volumen y ponerse a
desembalar álbumes de rock, porque es lo que parecía estar haciendo, entre
botellas de cerveza, velas y tabaco, rara mezcla del exótico ejemplar de Pedro
Beggio.
Oyó
el ruido metálico aún retumbando en el piso de abajo, e incrédulo, aturdido,
negó con la cabeza.
La
música para él era atroz, el histrionismo que la acompañaba más, le removía en
su fuero interno cosas que deseaba desalojar, justamente se había decidido a
separarse para despojarse de la ira, de las cosas que lo distraían de la vida
real, del resentimiento, de la mentira, y ahora las mismas emociones retumbaban
en la cabeza, deseando cortársela, como el mismísimo compás de esa música.
Pensó mil alternativas, una de ellas era
intentar conocerlo, hablarlo, hacerle entender, la otra era plantarse como el
abogado, con la ley de propiedad horizontal, el reglamento del consorcio, y e
incluso llegó a pensar en llamar al 911 y que le dieran un buen susto.
“…Tuviste
suerte, Pedro o como mierda te llames, eso me dijo el encargado, al parecer me
adormilé un rato, aunque siento una resaca como si viniera de bañarme en alcohol,
y necesitaré una cafetera entera amarga, negra de café, más una ducha helada, para al fin escapar al remanso
del estudio, a la paz junto a Marcos, y a ese quilombo, que comparado con vos,
es hermoso, un oasis ahora.
¿A
qué hora dormirás? Me encantaría no dejarte, hacer algo.
¡Qué estoy diciendo, no soy un chiquilín, no
puedo hacer lo que él!
Indudablemente
debe ser un nene bien, es imposible que trabaje, menos que estudie” ___ estaba
haciendo mil conjeturas mientras
esperaba el café, y untaba las tostadas con más mermelada que la de
costumbre, cuando decidió que no podía volver a mudarse en menos de un mes por
un mocoso malcriado, esa noche se presentaría al primer acorde, no esperaría a
la madrugada.
Sin
embargo seguía escuchando aullar a la bestia,
desde la cocina por igual, bajo la
ducha lo mismo, y deseó agujerear el piso disparándole a quemarropa con un extinguidor, atándolo a
la cama, obligarlo a escuchar un concierto de Chopin.
La
idea de llamar a la policía le carcomía el poco cerebro que le quedaba, pero
sabía que no era un anfitrión de fiestas
hoy, no perecía que anduviera con más droga que cigarrillos, y menos con armas,
con lo cual como no las plantara él, lo cual comenzaba a tentarlo, no
entusiasmaría a la policía por una mera
cuestión de ruidos molestos,
saltaba a la vista que el consorcio era ciego y sordo, demasiado sordo”.
__Llegó
al estudio sin siquiera darse cuenta, reprimiendo bostezos, cambiando el mate cocido
por café a cada rato, cuando al fin su tía algo percibió.
…
Guille, yo estoy feliz de que dejaras a la loca de Ana, pero ¿seguro que estás
bien?
…
Sí, Cuquita, algo cansado, pero bien.
…. ¿Estás
comiendo vos?
…
Acá, me ves.
…
¿Por qué no te vienes a vivir conmigo?, dale, estaría más tranquila.
...!
Te parece tía, a esta edad!
… Y
sí, me parece, justamente, soy tu tía.
…
No, anda, tráeme más café, negro, amargo, tengo que firmar unos papeles y no
dormí demasiado.
___Se
desplomó en sillón cerrando los pesados párpados, decidido a encajar las piezas
del rompecabezas que compartía con Pedro, no a antojo del destino, lo iba a
moldear él, y de súbito se detuvo en el nombre que lo llevó a más, pese a que el
universo se regía por relojes y apremios, el tiempo transcurría lento para él
en el día, porque soñaba con el ansiado amigo llamado silencio esperándolo por
descuido alguna vez y dormir, sin embargo
le quedó revoloteando el nombre.
“…Pedro,
qué bonito nombre para alguien tan insufriblemente insoportable Beggio.
¿Cómo
serás?
Más
pendejo que Fabián seguramente, aunque la música es parecida, me pareció entre
sueños escuchar a “las pelotas”, la mosca blanca, y extraños nombres espantosos
que llevan estos locos que llenan estadios, donde ustedes gritan y saltan hasta
desmayarse deshidratados.
No
puedo creer lo que estoy haciendo, la falta de sueño me está volviendo loco,
sin dudas, ¿o es que no deseo que dejes en evidencia que no sé nada de ese
ruido infernal?”
___Guillermo
había abierto en la web, la página, una
de las tantas de rock nacional, e impávido leyó que podía repetirse sólo una
frase, comenzó a pasear la mirada leyendo cómo enviaban frases, a los que esos
supuestos “genios”, seguramente le sumaban el ruido, que la desdibujaba, no se
notaba letra alguna.
Naufragaba
en ruido, y leyó a una de Pappo:
“Yo
que soy un hombre desprolijo
No
tengo conflictos con mi ser.
Porque
en la apariencia no me fijo
Piensan
que así no puedo ser…
No
cambia nada estar un poco sucio
Si
mi cabeza es eficaz”.
“…Esto yo lo oí, él es así,
entonces Pedro sos desprolijo, sucio, infornmal, descontrolado y te piensas
eficaz, es decir que yo que soy todo lo contrario, según tu amiguito, sería un
ineficaz, a no chiquito, esto no quedará así, esta noche me vas a explicar cómo
crees en semejante pelotudez de este mechudo que canta espantoso, igual que tus
chillidos guturales”.
___Sintió que el tiempo se había
detenido, más de una vez tuvo que ir a
mojarse la cara, el pelo, el café ya ejercía efecto opuesto, y no podía
responder eficaznmente a nada, ni siquiera a una visita innecesaria de Matías, que lo invitó, o le insinuó de
salir a tomar algo, a lo cual se negó automáticamente como venía haciendo
siempre, demasiado joven y bonito para él, era para problemas salir con un tipo
así, mejor estaría con Juan, si en algún momento necesitaba desahogar sus pulsiones, por ahora lo único que necesitaba
era una cura de sueño, y sus noches de insomnio llevaban un nombre sin rostro,
sin edad: Pedro Beggio.
De subito pensó en salir más
temprano, quizá dormía a la tarde, y al llegar lo encontraba con energías
recargadas, de ser así estaba dispuesto a zapatear un malambo en su cabeza para
despertarlo, y hacerle saber que encima vivía alguien, que el techo, es decir
el piso, lo que era lo mismo parecía de cartón, no blindado.
Recordó que una de las madrugadas
el silencio de súbito lo había arrullado como un viejo amigo, para hacerlo
suspirar y soñar con el dormir, para de nuevo
oír la maldita canción que fue la gota que rebalsó
el vaso, haciendo que un hombre grande, más o menos educado, lanzara al espacio
todo tipo de epítetos al tiempo que rodó en estrepitosa caída al suelo, que
hubiese acallado a un ejército, no sin embargo a Pedro.
__El tiempo en el estudio seguía
en pausa, la atención y la mente detenidas en el nombre, la eficiencia nula, y
empezó a pensar en intentar una huida al departamento de Juan, pero sería casi
una recaída, en el propósito que deseaba para su vida, con lo cual agudizando
los sentidos, al fin regresó al departamento, con algunas compras hechas al
paso, que comenzó a acomodar, envuelto por un delicioso silencio.
Suspirando por adelantado, la cena que quedaría en el olvido si podía
ducharse y dormir, se deslizó adormilado
bajo el agua que barrió la tensión, y se secó a las apuradas, cuando de súbito,
los disonantes acordes de aquellos macabros dedos, rasgaron la guitarra,
mientras intentaba adentrarse en el
pijama, no merecía ni siquiera la pena volver a vestirse, bajaría a como diera
lugar a poner a ese loco rockero en su
lugar, o lo llevaría a juicio, la decisión era irrevocable, no pensaba dar el espectáculo ante todos de volver sobre
sus pasos o de mudarse a otro lugar.
Descalzo salío echando chispas por
los ojos, la aderanalina había desalojado al
sueño de momento, la furia estaba ganando la batalla, y sintió el frío
en el cemento de la escalera, por un piso omitió el terrorífico ascensor.
Apenas hizo caso al ambiente,
intentando acallar el paseo por la cabeza de lejanas letanías de injusticias y atrocidades coridianas
que eran su terror para el niño que fue,
que sin remedio lo arrastraron a sus fobias del presente, mucho más a su
accidentada escurridiza, confusa adolescencia, más a su tortuosa y mentirosa vida de adulto.
La música sonó más insoportable,
más cercana, como la atronadora voz interior, depotricando, atormentándolo con
el sufrimiento de las horas de día siguiente si no lograba acallar a su..
vecino.
Por la culpa de la falta de sueño,
el Dr. Graziani se estaba desvaneciendo en el tapizado del sillón del despacho,
se desarmaba hora tras hora en bostezos y cabeceadas, y no podría disimularlo por
mucho tiempo más, de manera que al llegar a la puerta de Pedro estaba dispuesto
a ecaharla abajo a golpes si fuera necesario, cuando sin pedir permiso, un
rostro precioso, casi un ángel caído del cielo, se coló entre las confundidas
neuronas.
En algún momento de no sabía qué
día, un adonis terrenal, lo había rozado en las escaleras, cuando venía con las
compras para la cena, un rostro lleno de
pocitos, una mirada de miel, dulce
como ella, parda, penetrarnte,y una
sonrisa con tres pocitos, encubiertos bajo un gorrito magistral, que recordó lo
había dejado sin aliento y sin habla, y no supo qué estaba pensando ahora, por
qué relacionaba esa imagenn que debió ser una alucinación en duermevela con Pedro.
¿Qué Graziani mostraría? ¿Uno
vecino cortés que amablemente le explicaría que debía trabajar o el huracán que
arrasaba en los juicios?
Llamó una vez, sin éxito, otra, y
otra vez, hasta que luego de lo que su mente cansada procesara como siglos, supo
que el dueño no lo escuchaba, la música
ahogaba el sonido de la puerta, quizá la llevaba en los oídos, y derrotado,
agobiado, y amargado ascendió con parsimonia a su piso, sintiendo que esos maricas
rockeros gritones se burlaban a su
antojo ante esa puerta muda e insensible, mejor dicho detrás al igual que su
dueño, y el brillo de los ojos iluminó el pasillo, era la ira in crescendo de
alguien, que desde que había salido del vientre de su mamá, se pasó la vida
luchando por recrear esa sensación de equilibro perfecto, de paz, de éxtasis,
la última vez, escapando de Ana a ese lugar.
Pensó en destrozar lo que a su
paso encontrara, sin embargo vio la
desventaja de no tener casi nada. Se acercó al ventanal, el suyo siempre
cerrado, el de Pedro abierto exhalando volutas de humo y aromas que inundaban sus fosas nasales provocándole extrañas sensaciones incalificables,…,
todavía.
Pensó en arrojarle objeros
conduntentes por la ventana, pero dudó que la fuerza fuesse la necesaria como
para hacer añicos algo en el otro piso.
De pronto una idea fue tomando
forma, sutil, lentamente, y antes de que el jucio la desalojora, abrió su ventana de par en par, .miró hacia
abajo, la barandilla de hierro era firme y unía terraza con terraza, y con la bofetada del
aire que acogió con júbilo se vio en la plataforma de acero que segura llegaba
a la ventana del vecino.
El frío abrazo oscuro, en lugar de
hacerlo entrar en razón lo impulsó hacia Pedro, y de pronto sintió que estaba
pisando terreno enemigo, estaba en la
terraza, frente a la ventana de Pedro, y la visión a punto estuvo de confabulada
con la brisa, llevárselo al suicidio, a lo que aparecería como tal , haciéndolo
caer de bruces hacia atrás, al corroborar el rostro del adonis del gorrito, el perfecto
delineado perfil, pero ahora libre, apoyado en el escritorio, sobre el bello
arrogante mentón, con los ojos lejos de leer el libro que estaba debajo, pues estaba
ensoñado mirando hacia adentro hipnotizado por los acordes,…. de la tortura.
Entonces descubrió el cenicero, los
dedos que lo dejaron si aire acariciando un cigarrillo, las velas aromáticas
iluminando la zona en lugar de la luz, además las sombras doradas se proyectaban en
la belleza. Llevaba apenas una bata, en la penumbra no distinguió el color,
pero alcanzó a vislumbrar zonas de piel, de la belleza escultural que
Zeus le estaba poniendo delante, y con los dedos suspendidos para golpear, cuando
el ángel diablillo, dueño de sus noches e insomnios, intuyéndolo salió de su ensueño y se volvió hacia la extraña sombra que se
proyectaba en su terraza, y ésta se abalanzó como una bofetada sobre su consciencia.
Era ni más ni menos que una amenazadora
sombra negra recortada contra el cielo
negro apostada en su ventana dispuesta a
todo, y en una exhalación enarboló un pisapapeles como estardarte para defensa
del enemigo al acecho, aunque rebuscaba ansioso en la escasa luz su celular sin éxito.
Sin embargo algo distrajo su
atención disipando el miedo, un movimiento de manos de Guillermo, un
reconocimiento sutil del hombre al acercarse, era un saludo, y esa mirada
penetrante lo llevó a un instante en la escalera, en que lo había cruzado y lo
había enterrado bajo el piso.
El pelo corto, con entradas,
habitualmente bien arreglado, estaba algo alborotado por la brisa, pero al
acercarse, la expresion denotó que era él… salvo que un poco enojado, quizá más
que eso.
Dio los últimos pasos aparentando
seguridad, y le ayudó a ingresar, lanzando la sonrisa y la voz que disiparon en Guillermo
el sueño, la ira, y lo que lo acompañara, cuando le dio la mano.
… ¿Eres vecino, verdad? ¿Perdiste
la llave?
__Podría ser un delincuente, por
supuesto pero la vez que lo había visto, más de una sabía ahora, no le pareció, callado, solitario, o uno de
los seres grises que transcurren la vida sin entusiasmo.,y los saludos eran
inaudibles.
… No, es por la música, por la
hora.
…¿La música? __asombrado, le
aferró del brazo para que entrara,
Guillermo no se negó porque estaba dedicándole la sonrisa que hacía deponer
armas a cualquiera.
El rubor y el pelo alborotado
completaban la perfeccción que intuía bajo la bata, más adentro , en la
mirada..
… Pasa, siéntate, ¿quieres una
copa?
__Guillermo supo que su ira se quebró, encontrándose solo
con la agonía de la separación, cargando penas y mentiras, necesitando una
historia viva de dos, y la confusión cayó entre sus manos, confundida salió a buscarlo melancólica, y sintió que rendido ante ese muchacho que era sin
dudas mayor que Fabián caía en el sofá, tratando de entender cómo comenzó a
rendir sus armas ante él.
…Perdón,
¿molesté a tu esposa?, ¿tienes familia?
… Me
separé, me mudé acá porque me separé.
___La
mirada de Pedro cambió, algo la colmó___.
…Lo
siento.
…¿Qué
cosa sientes?
.. Eso,
lo de la separación, si puedo ayudarte en algo.
… En
dejarme dormir, puedes, además ¿sabes el lío que se me arma a mí si vos me
ayudas?
…
¿Cómo?
…
Nada. Conozco tu nombre.
Lo sé, el encargado me dijo, Guillermo
Graziani, abogado penalista___ a fin de intimidarlo, cuando la mirada incrédula
y asombrada se topó con un libro de derecho.
…¿Y
eso?
…
Mío, estudio, derecho, justamente, en
realidad me tomo vacaciones para disfrutar de la música, porque terminé de cursar, debo
las últimas materias.
… ¿Vacaciones?
¿Ese ruido espantoso te permite estudiar?
…
¿No te gusta? A mí concentra, me embriaga, me encanta.
___Sin
embargo Pedro estaba internado en algún recoveco de la oscura mirada, algo
insomne y cansada del fascinante ejemplar que tenía delante, que por otro lado sabía
que era el terror de tribunales, acabando de saber que eran… vecinos.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA
COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO, ESCENAS RELACIONADAS.
GRACIAS SOCO, SO.YA USÉ UNA FOTO, TE QUIERO.
ResponderEliminarPOR VALORAR, ESTAR Y AMISTAD.
EliminarGRACIAS GRUPO, ENTRE TODO SIGO SIN LA PC CON EL HOMBRO LUXADO. BESOS.
ResponderEliminarPOR VALORAR.
EliminarBuenísimo comienzo Eve, ya se encontraron y ahora frente a frente empiezan a descubrir extraños sentimientos que los lleva a la mutua fascinación...Bellísimo Eve, ahora sí que comienza la verdadera historia con ese vecino...Gracias amiga!!!
ResponderEliminarpARA DEJAR DE LLORAR FUI A nAUFRAGIO, NO PUDE, SEGUÍ ACÁ, VEREMOS CÓMO SE LLEVAN AHORA LOS VECINOS, CÓMO ADAPTAN SUS GUSTOS, GRACIAS INFINITAS Y MI AMOR.
EliminarEstá muy bueno!!!
ResponderEliminarLINDO VIENE VECINOS, GRACIAS.
EliminarSol Urvino Que buen comienzo para ambos, viven casi juntos y solos, apenas separados por un muro que pronto desaparecera. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarELPISO DEBE DESAPARECER Y LISTO, BESO.
EliminarNorma Ferzola Me encanta este VECINOS Eve!!!besos.
ResponderEliminarGRACIAS ALMA MÍA, LA AMO.
EliminarRaquel Sanchez Eve genial como siempre ,,,se me hizo corto ..me encanta este comienzo y ya deseando como va a ser esta historia siendo vecinos gracias!!! MUAAAAK!!!
ResponderEliminarESTABA MAL Y SIN DORMIR RAQUELPERO NO CREO QUE FUERA MÁS CORTO, NO SÉ, GRACIAS.
EliminarBelen Cruz Eve no me permite comentar en el blogs, así que te digo un capitulo muy divertido, fascinante por fin conoció al vecino que le provoca tantos insomnios y ahora seguro mas me encanto genia gracias besos ;) te quiero !!!
ResponderEliminarCOMPLICADO TENGO LA WEBY UDS, ES LINDA, GRACIOSA, Y SIN DRAMAS, DISFRUTE, GRACIAS Y MI AMOR.
EliminarChicas perdón por los inconvenientes en etiquetas,, acá, en todas partes, me estafaron con la pc , me la robaron en definitiva a estrenar, esta no anda bien, a veces comparte, a veces etiqueta a algunas, a veces se tilda, no tiene virus pero sí otros archivos que molestan, y no sé a quién recurrir para recuperar la otra y que terminen de acomodar esta, además me luxé elhombro por estar desde el veinte de junio con esto. Besos.
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ResponderEliminarLaura Grugnetti
Laura Grugnetti
Laura Grugnetti hermoso
Laura Grugnetti hermoso
GRACIAS AMOR.
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ResponderEliminarAnni Luro
Anni Luro Eve estuvo excelente besos
SIEMPRE A MI LADO, GRACIAS INFINITAS, BESOS.
Eliminarme encanto vecinos , donde quedo la furia de Guille era de esperar que lo veía y quedarían fascinados con solo mirarse, hermoso Eve como todo lo que escribis , gracias mi querida amiga bendiciones para tu vida abrazos ¡¡¡
ResponderEliminarAngela E Dos Santos Eve buen comienzo y me imaginaba que Guille no era una persona sin reacción porque ya lo venía aguantando al vecino y me gustaría tener un vecino a si de hermoso como Pedro
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