NAUFRAGIO. CAPÍTULO 54.

 

NAUFRAGIO.

CAPÍTULO 54.

Bs. As., domingo 26 de diciembre de 2014.

__ El domingo se deslizó entre  el almuerzo en familia con Orestes en la casa del Delta, el reconocimiento de Guillermito de la casa, y de los nuevos chiches, el ir a visitar a Fabián a la clínica, en un día donde el calor arreciaba y prefirieron esperar a que el sol descendiera para al fin salir.

Regresaron luego de cenar con ellos, tratando de animar a Fabi que comenzó a denotar el malhumor del reposo y de los días, que quedó en espera de al menos los ejercicios pasivos que finalmente iniciaría el lunes, luego de ser sometido a estudios por imágenes de las lesiones viscerales suturadas.

Al regresar, se despidieron de las respectivas madres y del nene que estrenó su habitación porque quiso dormir con los nuevos juguetes, fascinado con todo lo que supo era solamente suyo allí.

Manuel y Camila llamaron por teléfono con un dejo de señal que tuvieron a la tarde. Felices… quisieron cruzar palabras con todos. Estaban todavía navegando con un cielo celeste como compañía.

Pedro quedó nostálgico luego de escuchar a Manuel, un extrañar sin motivo le aleteó en el pecho, cuando antes podía pasar años apenas hablando por teléfono, un súbito necesitarlo lo asombró pero no le dijo de su sentir a Guillermo que lo notó más callado que de costumbre, tanto en la clínica, con los demás como ahora a solas.

… ¿Qué sucede precioso? En lugar de ponerte contento quedaste triste luego de hablar con Manuel. ¿Extrañas a José Thomas?

… No, qué dices, si no ha nacido, ni se nota siquiera casi, extraño a Manuel. No sé por qué. Cuando estuve en la frontera no pasó, apenas hablábamos. Será que  el vínculo ahora es más maduro, no entiendo, no me hagas caso.

Bueno, ya dejé lista la ropa para mañana, el bolso para la guardia del martes, terminaron las fiaquitas de estos días.

¿Te parece bien que Mirna y María se queden solas en el centro mañana?

… Pero sí, no podemos esclavizarlas a nuestros horarios, la pasarán muy bien haciendo compras, llevando al nene a los juegos y reconociendo la ciudad. Además las llevaremos, y las pasaremos a buscar. María tiene el celular. Déjalas disfrutar de Bs. As.

__ Guillermo lo abrazó desde atrás posando los labios en el cuello, tratando de lograr que se relajara de algo que lo tenía tenso. Pudo notar al surcar la espalda, que habían cordones endurecidos junto a la columna, y lo hizo tumbar  para masajearle la zonas, a la vez que se extasió en la visión, y fue perdiendo el control en el deseo creciente de amarlo con urgencia, mientras la suave cálida brisa los abrazó desde el ventanal.

Pedro sintió que el masaje cambió a caricias que comenzaron a esculpir la columna, luego los músculos, seguidas las manos de los labios que surcaron las mismas rutas hasta la nuca, paseando a los hombros y mordisqueando el lóbulo de la oreja, con lo cual se terminó de rendir gimiendo, y volvió la cabeza, rastreando con los gruesos labios el territorio… hasta unirse a los finos  para lamerlos desde las comisuras, por dentro, y por fuera, saboreando en la succión, embriagándose en el aliento cuando las lenguas comenzaron a jugar en la boca, que era una,…, mientras los cuerpos se  movieron lánguidos acomodando las piezas para la sesión amatoria  de la cual como cada noche la luna alertó a las estrellas, para que se asomaran a espiar en silencio, dándose la oportunidad de oír la sinfonía compuesta por el amor.

La razón se fugó por la ventana al jardín al primer beso, ya embriagados y perdidos en el aroma , en el sabor, Guillermo lo masajeó recorriéndolo de pies a cabeza, con la boca y la lengua por detrás, las manos por delante, y los dedos que fueron a juguetear con los pezones haciendo a Pedro dar un respingo cuando rodaron entre ellos irguiéndose  duros y sensibles, suplicando más, mientras en su acceso sintió el pulsátil deseo que empujó, y él invitó ondulándose llevándolo a la fusión que extasiado observó como cada vez, apreciando la desaparición de uno en el otro en la mágica unión.

Se detuvieron en el beso, dedicándose a la exploración de la boca, se bebieron, se devoraron allí, agonizaron sin aliento en la garganta, para succionarse y chocar los dientes, hasta que lo instó a imitar los movimientos en el interior, y comenzó el vaivén acompasado de los montes anudados, con embestidas lánguidas, lentas y llenas de curvas, que lo colmaron y lo dejaron en la orfandad al retirarse, para enterrarse más allá.

Hasta que la desesperación creció como las chispas que se transformaron en llamaradas, y las olitas que crecieron  con el placer, ascendiendo a la coronilla y saliendo de los cuerpos y de la habitación, llamando al universo a confundirse en la energía, y fue entonces cuando Guillermo embistió a ritmo urgente, salvaje, rápido y profundo, Pedro lo urgió a ir por más, vislumbrando desde lo más elevado …el abismo más profundo, el sitio más peligroso donde de común acuerdo sabían que cuando el dolor mandara se dejarían ir, y allí se harían añicos sin importarles nada, porque de esos quantum de energía, sabían que luego se rearmarían de nuevo, para regresar al mundo, y al dos, siendo uno en  el alma, en la esencia y en el ser, al compartir al otro en fluidos derramados, en el mismo aliento, saliva y sudor.

Bs. As., lunes 27 de diciembre de 2014.

… Bueno mamis, las dejaremos en el micro- centro así caminan por las peatonales, y van a Galerías Pacífico, les encantarán La Catedral, La Plaza de Mayo, La Plaza San Martín, y seguramente van a cargar mil bolsos con ropa de cuero o carteras y zapatos.

Luego si quieren ir rumbo a Palermo tomen un remis conocido, acá tienen la tarjeta.

A las 18 horas, más o menos las llamaremos, traten de estar en uno de los Shopping para que resulte fácil encontrarlas.

… Pedro, amor, ¿no es más sencillo que regresemos en remis?

Quizá Guillermito se canse y volvamos antes.

… Bueno madre, si Mirna también quiere, entonces cuando se agoten, regresen en remis, pero  llama así sé que estarán en la casa cuando  lleguemos.

… Sí mi amor, venimos de Kenia, no del desierto, nos cuidan como  si fuéramos tontas.

… Mami, no es eso, es por otros motivos que las cuidamos de más.

…Listo cielito, déjalas tranquilas que tienen custodia además. ¿Seguro que no quieren dejar al nene con los padres?

.. No, pobrecito,  se aburriría en la clínica todo el día, además queremos comprarle ropita.

___ Pedro  apenas detuvo el auto en el semáforo de Córdoba y Florida, y bajaron allí, comenzando el recorrido en Galería Pacífico, las despidieron con la mano, y siguieron rumbo a la clínica.

… Amor,  Fabi está de muy mal humor ya, antes de la revista vayamos con él, quiero dejar las órdenes para las resonancias y tomografías, y si todo está bien que inicie algo de movimiento porque se está volviendo loco pobre,  y creo que podría ir a sala común ya.

… Me parece bien amorcito.  Tengo una reunión cerca de las 11 horas AM con Directores de Hospitales, ya sabes, por la coordinación de los Congresos Nacionales, si quieres almuerza con Alberto y Gaby, seguramente no estaré en el servicio.

… No te preocupes, tenemos una cirugía larga con Alberto a mediodía, si no me vieras al regresar es que estamos en quirófano. Es un cáncer de pulmón en un hombre joven, nos llevará tiempo aunque estaremos con el cirujano de tórax.

… ¿Te llevas bien operando con Beto, no?

… Muy bien, luego de lo de Fabi, más aún. Y a Gaby le gusta más quedarse en la sala, las cirugías tan agotadoras las llevamos mejor nosotros.

Extráñame Graziani, nos veremos poco hoy.

… Así parece, qué fastidio, espero que terminemos temprano al menos, que ya nos veamos en la última revista. Ya a la tarde estaré en el despacho, cuando salgas de quirófano búscame allí.

.. Sí mi amor.

___ Al ingresar, antes de cambiarse fueron a saludar a Fabián, Valeria dormía todavía pero Fabi estaba desayunando, y les sonrió porque sabía que en algo le aliviarían la tortura.

… Pedro, ¿cuándo me iré  a casa en definitiva?

… Falta, campeón, no tanto como hace una semana, ya dijimos tres semanas acá, en dos semanas más o menos si todo está bien, estarás en casa, pero con visitas y controles, además de la rehabilitación de la pierna.

… Con tal de que cuando termine la feria pueda ir ya al estudio, y antes llevar a Vale y al nene unos días a la Costa, ya sé, seguramente yo no podré ni entrar al mar, pero al menos tocar la arena supongo que sí.

…. Claro. Bueno. Valeria, ¿por qué no vas a la casa si deseas? Estará toda la mañana paseando de estudio en estudio, luego si todo está bien lo pasaremos a sala común.

.. ¡Qué bueno! Amor, aprovecho entonces para ir a lavar ropa, a traer otra muda, veo a mis padres, y les traigo más ropa para el nene.

… Por Guillermito no te preocupes, lo dejamos en el centro con las abuelas, le van a comprar de todo seguramente.

Hijito, tengo mil reuniones hoy, tengo que irme, cuando termine  te avisaré de cómo salieron los estudios y los veré porque Pedro tiene una cirugía compleja con Alberto.

.. Sí, voy yendo a la revista, Guille, te buscaré en el despacho a última hora entonces.

… Sí, no hay más remedio hoy. Suerte con la cirugía.

… ¿Saldrás del hospital?

… No lo creo, según me dijeron se hará todo en el Aula Magna, acá.

… Mejor, chao Fabi.

___ Cada uno tomó su rutina del día, distinta a la de otros, y las horas fueron pasando  agarrotando los cuerpos, agotando las mentes,  sobretodo para Fabián y para Guillermo que estaban quietos, menos en Pedro y Alberto donde la adrenalina de la lucha entre la vida y la muerte los mantuvo con los sentidos en alerta máximo durante las cinco horas que transcurrieron en el quirófano, y que recién sintieron el peso, al dejarse caer en las  banquetas de terapia, cuando lograron dejar estabilizado al paciente al fin.

… ¡Guau! ¡Qué día!

… Salió bastante bien. Hacemos un buen equipo Pedrito, ¿no?

¿Adónde andará mi mujer? Hace siglos que no la veo.

… Esperándote seguramente.

… Se nos pasó hasta la hora de la revista, menos mal que no estamos de guardia. ¿Y Guille?

… Supongo que más agotado que nosotros, en el despacho o con Fabi. Iré a cambiarme a la habitación, seguramente por la hora ya está en el despacho, ya que estoy acá paso a despedirme de Fabián y de Valeria.

… ¿No necesitas nada más?

… No Alberto, ve a buscar a Gaby, vayan con el nene que los debe estar esperando ansioso. El paciente está estable, sacamos todo lo visible, ahora veremos la biopsia y cómo se sigue. Esperemos que se salve.

… Nos vemos mañana entonces, saludos a todos, voy a buscar a Gaby, seguramente está en la sala de residentes.

___ Alberto se fue, y Pedro como estaba, pasó a ver a Fabián, Guillermo ya se había despedido hacía media hora le dijeron.

Los estudios estaban dentro de lo esperable, por tanto ya estaba en sala común.

… Mi papá dijo que te esperaba en el despacho, Pedro, tienes una carita de cansado mortal.

… Ni  hemos comido siquiera, Fabi, fue largo y difícil, pero nos llevamos muy bien con Alberto.

Muero de hambre, pero sobretodo de sed.

¿Me perdonan si me voy rápido hoy?

.. Claro, estoy bien, acá más cómodos, más tranquilo, mi papá ya  se despidió.

… Gracias campeón, hoy el que necesita descanso urgente soy yo, una ducha por empezar. Hasta mañana.

__ Mientras Pedro se despedía allí, Guillermo  llevaba esperándolo cerca de una hora en el despacho, leyendo, a veces mordisqueando el soporte de los anteojos imaginándolo, pensándolo, cuando tocaron a la puerta y se sobresaltó.

.. Adelante.

… ¿Dr. Graziani?

.. Sí, soy yo, ¿quién es usted?

… Soy enfermero de Clínica médica.

… Con razón no lo conozco.

… Le traigo una interconsulta urgente.

… A la sala de residentes llévela, ellos hacen las consultas.

.. Es un caso muy grave Dr. Me pidió el jefe que se la diera en mano y que fuera usted, no quiere a otro.

… ¿De qué se trata?

… No me dijo.

… Bueno, vamos entonces.

___ Turbado y ansioso, no reparó en dejar a Pedro una nota, en verdad pensó en regresar en minutos. Ya casi no quedaba gente de planta en el servicio, y lo mejor si era un caso grave era que fuera él, los residentes de guardia debían estar en revista.

___Pedro entró sonriendo al despacho esperando encontrarlo, y un hormigueo le arrasó las vísceras al ver la estancia vacía. Hasta Fabián le había dicho que estaría allí, y en eso quedaron al despedirse.

Buscó en el escritorio, vio el celular, y pensó que debía estar esperando en la habitación. Se sirvió una botella de agua y fue hacia ella.

El silencio al entrar lo inquietó de nuevo y más, pero necesitaba urgente ducharse, por tanto se despojó de la ropa y de los pensamientos extraños que turbaron la mente, se dijo que era el cansancio, y dejó que el agua hiciese su trabajo, relajándolo al tiempo que limpiaba el sudor y más.

Al salir directamente se vistió, pensando que si el celular de Guillermo estaba en el escritorio, seguramente en minutos regresaría, apagó la luz,  y regresó a esperarlo al despacho.

Se deslizó en el sillón cerrando los pesados párpados cansados, cuando dio un respingo al sonar el celular.

Confundido y adormilado no supo la hora ni  si era el suyo o el de Guillermo, hasta que la conciencia regresó. Era el suyo, y sin mirar se dijo a sí mismo que era su amor desde algún sitio del hospital, casi sin abrir los ojos habló.

… Mi amor, estoy esperándote. ¿Adónde estás?

… Tu amor, está con nosotros…putito.

___ El corazón de Pedro se desbocó, se incorporó de un salto con la adrenalina bullendo en las venas más que durante la cirugía y lo supo, eran ellos, no podía ser de otra manera.

Estando Fabián internado, Manuel fuera, habían aprovechado la oportunidad, y   de alguna manera que no pudo en la desesperación del momento imaginar, tenían a Guillermo.

De pronto pensó en María, en Mirna y el nene y la sangre se le congeló. Ni siquiera pudo imaginar que ellas estuviesen en peligro también, y su cerebro se negaba a formar las palabras, envuelto en el torbellino de sentimientos, emociones y pánico en que quedó.

… ¿Quién sos hijo de puta? ¿Adónde está Guille?

… ¡Guille!, mira vos. Guille está como dije, esperándote, ¡puto!

Y además  te quería felicitar por lo lindas que están Mirna y María, con mi  sobrino- nieto.

…¿Qué? ¿Miguel? Hijo de…

… ¡Basta de insultos a mi santa madre pendejo, porque  le vuelo la cabeza a la tuya!

...No, no puede ser, tú no conoces a María, tampoco a Mirna, estás mintiendo,..___ de pronto Pedro se volvió a sentar porque sintió a la sangre abandonando el rostro y la cabeza al tiempo que el techo comenzó a girar, un sudor frío lo perló, y las extremidades se volvieron de gelatina, sabiendo que ya no lo iban a sostener, y escuchó la voz, tratando de recordar la de Juan que se negó a aparecer en su cerebro, pero un pálpito inconfundible le gritó que estaba con el otro también, a pesar de la libertad condicional.

… Si no las conozco, ¿cómo podría saber que están en el Alto Palermo Shopping con el nene, estúpido?

Las vengo siguiendo con Juancito desde que llegaron, la  ex muertita fue al estudio además,  aunque no me vio, yo sí.

… ¿Qué quieres desgraciado?

… Lo mismo que vos, ¿o acaso no te mueres por estar con el puto de mi hermano?

… ¿Juan, estás allí? ¿Qué ganas con esto?  ¿Lo mismo  que cuando apuntaste a mi hijo? ¿No te das cuenta que el que va a caer  eres tú? Te está usando.

… ¡Basta! Silencio, el que da órdenes acá soy yo. Juancito es fiel, y está muy jugado por otros motivos como para traicionarme, así que no te gastes.

Se me está acabando la paciencia y los muchachos que tengo vigilando a tus mamás tienen la mano floja, se les puede escapar un tiro, así que escucha lo que vas a hacer.

… No las toques por favor, no se animarían a hacerles nada en un lugar público, es mentira.

… Mis muchachos se animan a todo, y ¿quién los discriminaría en ese torbellino de gente?

…¿Qué quieres?

… A vos, ya te lo dije, sos medio taradito como tu hermano parece.

Yo odio a los tipos como vos, es mi hermanito el que llora y te llama.

…. No lo toques degenerado. Y el otro desgraciado de Juan que ni se le arrime porque lo voy a matar.

… ¿No me digas? Bueno, pero para eso tienes que venir a buscarlo.

… ¿Qué  quieres que haga?

… Muy fácil, casi nada. A esta hora en la clínica queda la gente de guardia, la puerta  de entrada está cerrada ya, el estúpido que te puso Manuel de custodia te espera en el subsuelo, donde tienes el auto.

… ¿Cómo sabes?

… Todo sé, absolutamente todo,  dónde viven, quiénes son los custodios de la casa y de las mamis, el tuyo, todo. No soy tarado como Manuel y Fabián.

___ Las manos de Pedro eran hielo tembloroso, cada fibra muscular se estremecía, y una pesada pieza de plomo se deslizaba por el pecho oprimiéndolo. Intentó llenar de aire los pulmones pero parecieron pequeños para alojarlo, el ahogo le fue ganando la batalla y casi no alcanzaba el aire para emitir sonidos.

… ¿Qué quieres?

… Escucha bien porque no me gusta repetir las cosas. Dejas el auto en su cochera, que tu custodio se duerma esperándote allí. Sal por la puerta de la guardia sin  emitir ni adiós, no hables con nadie ni  intentes alertar a nadie o por más que Juancito llore, al puto de mi hermano lo quemo, y empiezo por tu mamá, linda, lástima.

… No las toques a ellas desgraciado, deja que regresen a casa con el nene, a ellas no.

… Yo no quiero hacerles daño a ellas, ya te dije mil veces, mi hermanito te necesita con él.

… Pásamelo, déjame hablarlo.

… No puede, lo dormimos. O confías en mí o se mueren, todos.

… Salgo y adónde voy.

… Vos  tranquilo, cuando salgas, uno de mis muchachos te va a invitar a acompañarlo, es muy amable, no te hagas el loquito y apenas te va a apuntar, lo sigues hasta el coche, con naturalidad, y tranquilito, y en un ratito estarás acá con mi hermano, y con nosotros, obvio.

… Está bien, pero júrame que dejarás tranquilas a Mirna y a María, al nene. Ya demasiado daño le hiciste a Fabián.

… Ese imbécil se lo hizo solo, yo no lo empujé contra el auto, pero sí, ya demasiado tiene con estar en cama vaya a  saber cuánto.

Haz lo que te digo y deja de poner condiciones que para eso estoy yo, eventualmente Juancito. Vamos, afuera, que no tengo toda la noche para vos.

… ¡Hola! Mierda!

___Pedro dejó liberada la catarata de lágrimas que estuvo conteniendo  y se inundó en ellas, mientras con dedos trémulos se obligó al menos a corroborar que María estuviese bien. El teléfono de Guillermo estaba allí, aunque no entendía cómo se lo habían llevado, no había nada que pudiese hacer.

Mirna y María en un local de comida reían con el nene, y no escucharon el  llamado, por lo cual Pedro escuchó el salto del contestador, le costaba respirar, las pestañas estaban húmedas. Suspiró hondo bebiendo las lágrimas que aún no habían caído, y trató de hablar, trémulo, apagado, abatido:

… Mamá, María, me alegro de que no hayas atendido, te amo madre, la amo con toda mi alma, y a Mirna, y Guille también. No sé si regresaremos, pero cuando escuche el mensaje vayan a casa, y llame a Moravia, él las ayudará. Vayan para casa, avisen a los guardias que están en peligro y enciérrense, llama a Orestes.

___Respiraba ahogado mientras se pasaba la mano, intentando desalojar la angustia que le oprimía el pecho.

….Las amo.

___ Temblando y con dificultad para respirar, como un suicida, dejó el celular junto al de Guillermo, en él se coló la imagen de la noche previa amándolo y el ahogo aumentó, con él la inestabilidad que lo obligó a apoyarse en el escritorio para tratar de recuperar el aire acompasando la frecuencia, calmar el palpitar cardíaco, y en ello se concentró, hasta poder abrir los ojos de nuevo.

Sintió agarrotada  la columna vertebral, y su estómago se retorció en un doloroso nudo imaginando la risa burlona de esos dos tipos, la peor pesadilla pareció hacerse realidad, terminar  dando el control de sus vidas a Miguel Ángel, y de pronto las lágrimas rodaron cuando  paseó por delante de sus ojos la imagen de Camila con la pancita que hablaría de su hijo, del hijo que quizá no llegaría a conocer, y cada fibra muscular se estremeció en la visión. Le tembló la barbilla, el dolor le ensombreció los ojos, y las vísceras se contrajeron en agudo dolor que lo dejó doblado en dos.

Recordó de pronto el tono imperativo de la voz, temió por Guillermo, y se secó la humedad con la remera, obligando a los sentidos a concentrase en responder

  a las órdenes cerebrales y al fin caminar hacia el destino o lo que fuera que le esperara tras las puertas  y más allá.

--- Guillermo regresó al despacho con el desconcierto en la mirada. Perdió al enfermero apenas salir del despacho. En el servicio de clínica nadie supo decirle de urgencia alguna, ni encontró al paciente ni al caso que decía el papel, menos al médico que lo firmara.

No obstante, se entretuvo en ir a la jefatura y tomar una café con su colega, que tampoco pudo explicar la situación, hasta que de repente una rara inquietud le desbocó el corazón, puso en alerta los sentidos, y la respiración se fugó, con lo cual se excusó y  preocupado fue a ver a Fabián, pero  creyéndolos ya en la casa, dormía y Valeria también.

Les dio un beso y se dirigió a los quirófanos.

Algo le hizo suponer erróneamente que Alberto con Pedro seguían allí, pero estaban desiertos y el personal de ordenanza le informó que hacía casi una hora que habían terminado.

Pasó por la sala de residentes, saludó a los que quedaron de guardia, y pensó que Pedro debía llevar una hora esperándolo en el despacho, enojado, con la trompita que adoraba ver.

Buscó en el bolsillo el celular para avisarle que estaba en camino y recién supo que lo había olvidado al salir tras el supuesto enfermero fantasma.

Al llegar y encontrar la habitación a oscuras, fue al despacho, y el silencio del ambiente le estremeció embebiéndole hasta la médula espinal, y  escalofríos en el cálido día de diciembre se colaron bajo la piel haciéndolo temblar.

El pecho se le comprimió abatido por un súbito presentimiento, una voz  ausente partió de algún lugar de sus oscuros pensamientos, el ambiente se fue emborronando convirtiéndose en otro, la sangre pulsó en agudo dolor contra las sienes y se frotó presuroso, cuando al fin la mirada se posó en el escritorio y vio su celular, y junto a él el inconfundible turquesa del de Pedro, y no supo cómo lo tuvo en sus manos.

….¿Pedro, mi amor? Llamó en un lamento.

__La respuesta fue un silencio mayor, y el corazón se desbocó más mientras el aire se le escapó.

Observó las llamadas y vio una al celular de María, y una entrante de número privado.

Respiró aliviado pensando que tal vez había decidido ir a buscar a Mirna y a María, y marcó, pensando en encontrarlo en camino con ellas.

__ Mirna  y María  iban hacia la casa despreocupadas, con Guillermito agotado dormido entre ellas cuando sonó el celular.

… ¡Hola, Guillermo!

… María, ¿están con Pedro?

… No, estamos en el remis, yendo para la casa. ¿No está contigo allí?

… Seguramente debe estar en alguna urgencia, nos hemos desencontrado, y pensé que quizá había ido por ustedes, porque dejó en mi escritorio el celular y te ha llamado.

… Hay, no. No lo escuché. No hablé con él. Espera, sí, tengo un mensaje suyo.

Perdón, estábamos en el Shopping y no lo oí.

… María, vayan a casa, avisa a la guardia que están solas, esperen allí, escucha el mensaje de Pedro y llámame. Seguramente te explica adónde está.

… ¿Pasa algo malo?

… Un chiste de tu hijo seguramente, haz lo que te pido, yo mientras veré si anda por acá y llamaré a Alberto que estuvo operando con él.

… ¿Qué sucede, María?

… Espero que nada, Mirna.

___

… ¡Hola, Alberto, Guille! ¿Qué sabes de Pedro?

.. Nada, lo dejé hace como una hora en Terapia, estabilizamos al paciente, dijo que estarías esperándolo en el despacho, que iría a despedirse de Fabi, a ducharse…

¿Qué sucede?

.. No lo encuentro, Beto, está acá solamente el celular. Tengo un mal presentimiento.

.. No Guille, no te preocupes, debe andar por ahí, con los chicos de guardia, en Terapia.

… Recorrí todo, no está, además recibí una consulta que me entretuvo y no existía. Algo pasó.

… ¿Cómo?

Guille, mira, estamos entrando a casa, ¿quieres que vaya para allá?

… No. Beto, ¿podrían ir con Gaby y el nene al Delta? A quedarse a dormir, digo. María y Mirna están solas allá, y algo está sucediendo.

… Sí, cargamos las cosas y al nene y vamos, pero... ¿vos?

… Voy a llamar a María, Pedro le dejó un mensaje y luego si no aparece a...  Orestes.

Beto, esto es obra de Miguel y de Juan, o de uno de los dos, algo está pasando, lo siento, nos tendieron una trampa. Corto y te llamo en un rato.

… Dale, vamos al Delta entonces.

.. Cuídalas.

___ El celular sonó de inmediato y María llorando le hizo escuchar las palabras que le dejara Pedro, Guillermo se dejó caer en el sillón, mientras  una punzada de dolor surgió en el pecho embargándolo por todos lados, y las lágrimas rodaron presurosas por las mejillas.

… Mi amor, mi Pedro. ¿Qué le sucedió Guillermo?

… No lo sé. María, enciérrense en casa como les dijo, Alberto y Gaby están yendo hacia allá.

Esto es una trampa, de mi hermano, de mi ex  pareja, de los dos. No sé.

Lo único que se me ocurre es llamar a Moravia. Corto y las llamo luego.

___El dolor lo ahogó todo, hasta los alaridos que brotaron de su alma rota en dos, pero sintiendo que moría igual buscó en el celular de Pedro el número de Orestes que al tercer llamado atendió.

… ¿Cómo? No puede ser. Voy para allá.

Guillermo, no hagas locuras, no salgas del despacho hasta que no llegue, algo tenemos que encontrar, y de lo contrario, si esto es obra de esos tipos, iremos para la casa, se van a comunicar con vos.

___Guillermo se sumió en un silencio físico, en una agonía eterna, en el desgarro de sentir que  estaban a punto de robarle el presente y el futuro, el alma… el Amor de su hombre destinado… y lo último que se escuchó en un lamento fue el intento de gritar su nombre:

…. ¡Pedro!

__ Cuando Orestes entró casi no lo vio, ni percibió que no estaba solo, hasta que lo habló.

… ¿Alguna novedad?

… Se lo llevaron Orestes, le advirtió a María en un mensaje que fueran a la casa y te llamaran, son ellos.

.. Perdón, te presento a José Miller, el Fiscal con el que íbamos a trabajar con Manuel para desarmar a Miguel.

Guillermo Graziani.

… Lo lamento.

__ Guillermo lo ignoró y anegado miró interrogando a Moravia.

… ¿Y el custodio?

… No tiene la culpa, está en su puesto.

… ¿Cómo?

… Si son ellos, sabían de la custodia, el coche de Pedro no se ha movido de la cochera, por tanto tampoco el custodio. Lo hicieron salir por otro lado y de otra manera.

¿Cuántas salidas hay?

… La del frente, la de la guardia, la de las cocheras y la de emergencias.

___ Miller salió disparado a interrogar, con los hombres que tenía afuera.

… Lo van a matar, Orestes,  me lo van a matar. El hijo de mil putas de Miguel no quiere matarme, quiere desangrarme de dolor, por eso tocó a Fabi, ahora a Pedro e irá por Mirna.

Y Juan seguramente piensa que no estando Pedro volveré a él. Lo van a matar.

… Tranquilo Guillermo, así no lo ayudas. Trata de pensar los lugares que frecuenta Miguel.

… Su casa, pero está la madre y la mujer, no las expondría, el estudio tampoco, está cerrado, el departamento de Juan sería muy obvio, y no sé más. Nunca quise saber demasiado de él.

… Tendré que librar orden de allanamiento a todo, lo siento por la madre y la mujer, y tal vez algo encontremos.

.. ¿Crees que debo avisarle a Manuel?

.. No todavía, están navegando, ni señal debe tener.

… Hablaron ayer, Pedro quedó extrañándolo, presintió esto.

___ José entró sin aire.

… El guardia de la puerta de la guardia lo vio salir, aparentemente tranquilo, a pie.

… ¿Qué?

… Dice que afuera pareció encontrarse con alguien, que lo siguió y subieron a un Toyota gris, partiendo rápido.

… ¿Vio la patente?

… No, ni miró, no le pareció nada raro, salvo que no saliera en su auto.

¿Qué auto tiene su hermano, Graziani?

… No sé, no tengo idea, y Juan dudo que tenga auto luego de perder el trabajo. Se lo llevó Orestes.

… Vayan para la casa, voy a intervenir los teléfonos, se van a  comunicar, ordenaré el rastrillaje de la zona, el auto lo dejarán abandonado cerca seguramente.

… José, allana la casa de Miguel y el estudio, que la mujer y la madre te digan los lugares que puede frecuentar, toma la orden,  no podemos esperar.

…Pedrito, mi amor, Pedro.

… Vamos a la casa, Guillermo, José, envía a pinchar todos los teléfonos, estoy seguro que llamarán a Guillermo, no lo matarán sin torturarlo antes,.. a los dos.

… Me muero, Orestes, Pedro es mi vida.

CONTINUARÁ.

UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO… PEDRO Y GUILLE.