¿Y SI FUERA POSIBLE? CAPÍTULO SEGUNDO.

Bs. As., Pilar, lunes 04 de enero de 2016.


__Guillermo no comprendía sus sensaciones, que torpemente intentó disipar al llegar, buscando ahogarse haciendo el amor con Camila, sintiendo al liberarse en ella, que solamente podía darle su energía negativa,  sus preguntas y miserias, apartándose sin reparos de un cuerpo de mujer que no deseaba, que  tomaba a antojo porque era lo que debía ser.



... Mi amor, .... ¿qué sucede?
... Nada, duerme. Iré a leer un rato hasta que llame mi madre.
.... Guille, deja de estar pendiente de Sarah, viaja dos veces por mes a todos lados, nada raro puede suceder, además Natasha hubiese avisado.
.. De mi hermana no espero demasiado , Camila, por ejemplo no está en Londres sino en París, con un tipo.
... ¿Se puso de novia?



___ Guillermo le clavó una mirada más dura que la habitual.



... Vive de novia, lástima que con tipos distintos cada día.
... No seas tan duro, ya se enamorará, llegará quien le vuele la cabeza y se casará.
... Que haga lo que quiera, mientras no descuide las galerías ni manche a mamá en algo, con su vida privada no voy a lidiar.
... Ven a la cama, Sarah llamará, atiende desde acá, hacía días que no estábamos solos, cuando regrese estaremos ya en los preparativos de la boda.
... No Camila, necesito hacer algo mientras, duerme linda, estaré en el salón.



___Guillermo se había colocado una bata, y se inclinó besándole la coronilla apenas, sintiéndose infiel sin haberla traicionado, con la extraña sensación de quiebre como las ramas secas de los árboles en otoño.
Con pasos autónomos salió de la habitación, y sintió que arrastraba un peso que lo empujaba hacia el piso, encorvando los hombros, descendiendo la mirada, ralentizando la respiración, dificultando la marcha, que hizo acariciando los muebles del estar, sin rumbo ni propósito, hasta que llegó a la puerta- ventana de vidrio, y necesitó salir para capturar el aire, tratando de recuperar fuerza vital que se había ido con Sarah, sin lógica explicación.

Mil preguntas y sensaciones llenaron la mente, saturaron los sentidos , mientras iba por una copa.


."...¿Qué libertad he tenido en mi vida?
¿Cuándo he elegido algo yo con ella?
He estado siguiendo mandatos prestados desde niño, en el fondo es lo que me molesta de mi hermana, ella no. Hace y siempre hizo a su antojo, mientras que yo me llego a humillar para hacer lo correcto.
¿Cómo llegué a estar a un mes de casarme con Camila?"


La emoción bulló en la sangre, las lágrimas se agolparon sin premura, y se permitió llorar una vida impuesta.
Desde el viaje a estudiar lo que Julio quiso, en el sitio que dispuso, hasta este noviazgo que lo colmaba de tristeza.
Y lloró, por su padre muerto, por los humillantes mandatos sociales, por la soledad que lo empapaba, por el cambio que desde las vísceras suplicaba por emerger contra la maldita necesidad de depender del respeto y amor de los demás, yendo contra su voluntad, quizá contra su naturaleza, en la cual no quería indagar.

¿Y si todavía estuviera a tiempo de romper las cadenas y liberarse de las ataduras para ejercer la libertad negada?
¿Y si fuera posible dejar de pensar en las consecuencias de hacer lo deseado?



"... ¿Qué me pasa? Nadie tiene todo lo que quiere  y así debe ser, porque lograrlo todo es no poder nada. Debe haber algo inalcanzable para dar sentido a las cosas posibles.
¿Qué es lo imposible en mi vida?
En verdad todo, creo.
Nunca elegí nada, ni estar acá, ni esta profesión, ni a Camila, ni la vida que llevo, nada.
Ni siquiera creo ser capaz de saber qué deseo en verdad, de tanto ejecutar voluntades ajenas perdí la capacidad de reconocer mis propias pulsiones.
El deseo ajeno siempre fue mi primer límite a ser yo, apenas he dispuesto de la libertad para llevar una vida que tiene sentido para otros, dentro de un universo que quizá ni siquiera tenga sentido alguno.
Me siento una sombra sumida en la absoluta oscuridad, así es mi vida."

"...¿Cuál es mi verdad más allá de esta penosa pertenencia a esta elite social?

Sé que no amo a Camila, pero no conozco amor alguno que no sea el filial, solamente amo a Sarah, ni siquiera sé ya si amo a Natasha que me resulta casi una extraña que lleva el mismo apellido y sangre.
La sangre o el ADN compartido dan cuenta del lazo biológico pero no del amor, del reconocimiento del otro como vinculado, y hace mucho que dejé de estarlo con mi hermana.

¿Y esa sensación de cambio, de quiebre, de estar traicionando a Camila hace un rato de dónde sale?

¿Qué es lo que me sucedió ayer y al despedir a mi madre?

Ni siquiera me gusta viajar como a ellas, y sé que es por la culpa que me oprime, por la muerte de mi padre.
Estaban tan enamorados con Sarah pese a los años de matrimonio, eran tan unidos, que apenas sé cómo ella sigue a mi lado.
La familiaridad y el tiempo entre ellos urdieron un lazo más y más fuerte cada día, y  de súbito,...,  se cortó, todo terminó absurdamente, dejándonos en aquel abrazo solitario de la primera Navidad sin Julio.

Sin embargo, la vida continuó, heridos de muerte, magullados en cuerpo y en alma, cada uno siguió su camino.

Natasha se liberó de la familia quizá como mecanismo de defensa, se unió al abuelo, yo apuntalé a Sarah, y ocupé acá el rol de Julio.
Luego de aquellos majestuosos funerales que rindieron culto a un cofre vacío, cada uno cual zombi siguió transcurriendo la vida, entre la gente y sin embargo solos, ninguno de los tres ha creado vínculos reales.
Ninguno de los tres  es el diamante que brilla en la fama y el dinero, en la imagen de éxito que nos envidian, y cuando cae el sol, nos quedamos solos, huecos, vacíos.

Madre, la extraño a cada momento, es con usted con quien  paseo por el jardín, con la que salgo a cabalgar, con la que juego al tenis y al golf, no con Camila. A los dos nos gusta cocinar juntos, ocuparnos del jardín, leer en silencio compartido, pero  claro, no soy artista, y mi hermana lo es.
Usted y Natasha son lo que el abuelo mandó que fuesen, y la historia se repite.

Esta casa se ve tan grande cuando viaja, siempre dice que la tengo que llenar con mis hijos, y sin embargo, la paternidad no me  embebe de pasión alguna, tampoco pareciera correr por mi hermana instinto maternal alguno, y llego a dudar que le demos nietos que llenen esta casa o corran por las galerías.

Esta mansión está muerta y vacía, quizá como me siento yo,..., vacío, y muerto."



Océano Atlántico, lunes 04 de enero de 2016.




___El vuelo de Sarah se deslizaba placentero como cada vez, y estaba tanto en los aviones que eran otra casa para ella, pese al temor inicial, por el modo de muerte de Julio, el que sabía que le provocaba a Guillermo.



"...Julio, qué lindo eras amor mío. Recuerdo nuestros sagrados fines de semana en el campo o en la casa de la costa, relajados, enamorados, descontrolados.

Cocinábamos, lavábamos todo juntos, con los chicos revoloteando a veces, igual nuestras miradas decían todo, los veíamos correr en la arena o los seguíamos en bicicletas, para luego entrar juntos al mar, regresar  de ver caer el sol en él, abrazados por la brisa, por la sal colándose en los poros, relajados, riendo, compartiéndolo todo.

Me dejaste tan sola, tan desolada, tan enojada, porque  la bronca que descargué en cada hombre acercándose o en las amigas celestinas, partieron de allí, de no entenderme sola, desparejada en el arca, en cada fiesta, en cada exposición, con todos empeñados en volverme a casar con el mejor postor.
Dios sabe cuántas veces pensé en el suicidio, y que si estoy acá hoy es por nuestros hijos.

El trabajo ayuda a distraerme, ellos tienen su vida, la espera de nietos no parece ser realista.
Al menos antes estaba mi padre, cuando llegaba a la galería me esperaba con una sonrisa y una pila de carpetas de trabajos de nuevos artistas para evaluar juntos.
Fui aferrándome al trabajo, comencé a transportarlo a casa, en cualquiera de las ciudades, para llenar el silencio de las noches y fines de semana, para no ahogarme en la sensación de tu ausencia, de la pérdida.

Recuerdo aquellos primeros días sin tu alegría, escapando de todos para llorar sin reparos, aliviada de que Nati fuera a estudiar y Guillermo a trabajar para dejar correr mi dolor.
Intenté consolarme en mis amigas, en aquellas que habían perdido a su amor, y fue peor cada vez, a cada intento de ellas de que conociera a otro, al fin me deprimía cada vez más, y los primeros años fueron realmente torturantes, de principio a fin.

Me aferré a los libros de arte, a las galerías, a la vida de nuestros hijos, pero nunca nada fue igual, no tenía idea de qué hacer con el resto de mi vida pese a la presencia de ellos, dejaba correr los días, perdida, sin esperanza, sin capacidad de ningún acto de fe.

Hablaba por obligación, al comienzo de iniciar el trabajo delegaba cuanto podía, hasta que comencé a ver que involucrarme de lleno allí, anestesiaba el dolor, disminuía el desasosiego, embotaba los sentidos, saturados de obras de arte y de compromisos.
Y acá estoy, yendo y viniendo de galería en galería, de un hijo a la otra, diciendo a todos que no salgo ni vivo con nadie, que soy viuda y que sigo enamorada de  mi esposo."




___Sarah se sumió en el sueño profundo con la imagen de Julio, ya había almorzado apenas, ojeado la revista, había visto una película, y para cuando pesadamente entreabrió los ojos, supo que estaba aterrizando en el aeropuerto Charles de Gaulle, en lugar de llegar a Londres como había imaginado.




París. Francia, lunes 04 de enero de 2016.



Esta vez, el amigo artista de Natasha, había torcido sus escalas habituales, y sentía más que inquietud por conocerlo.

Conocedores todos en la línea aérea de sus costumbres, no la habían molestado, ella apenas bebía algo liviano para evitar el jet lag y dormía cada vez, regresaba al sueño apenas llegar a la casa, y a la mañana se encontraba perfecta, adaptada al cambio de horario y de país, pero algo le había anunciado que esta vez, su niña malcriada quizá le impidiera su rutina.

Odiaba el frío y la lluvia de París, añorando el calor que dejara en Pilar, y se arropó antes de descender, esperando al hombre con el coche de la empresa que siempre la iba a buscar, o quizá esta vez a Natasha con su nuevo amigo,..., Pedro.

Curiosamente luego de hacer los trámites pertinentes, ellos no la esperaban y charló de camino a casa de nimiedades con el chofer.

La casa estaba vacía, aunque temperada y con provisiones, la Sra. de confianza conocía de su llegada mucho más que su hija, y la cuidaba como una madre.

Se dio un baño caliente viendo la llovizna caer, deprimiéndose en ella y en los recuerdos, y fue  a comer lo que tenía preparado siempre al llegar, sopas y ensaladas.

Repasó unos papeles que le dejara el encargado de las galerías, abrió el correo, y vio una avalancha de invitaciones de clientes y colegas, a cenas, fiestas  y exposiciones a las que rara vez acudía, excepto que fuera de un cliente importante.
Sin Julio nunca más le gustó la noche, no volvió a disfrutar de vida social otra que a la que le obligaba su trabajo, acontecimientos de arte o cenas íntimas o familiares.

Al fin sintió que el cuerpo le pasaba factura, y se decidió a llamar a Guillermo y a rastrear a Natasha.
Por la mañana tendría que ir a la galería, y le parecía desolada desde la muerte de su padre, pese a que el personal era conocedor y eficiente, prefería que su hija estuviera a su lado.




... Hola, hijo, tranquilo, llegué bien, solo que había olvidado lo deprimente que me resulta el clima de París, llueve y hace mucho frío, creo que nevará.
... ¿Y Natasha?
... No lo sé mi amor. No estaba esperándome, pareciera muy ocupada con su artista estrella, ahora me pondré a buscarla.

.... Ya la extraño, madre.
.... Lo sé mi amor. También yo.  Pero estás con Camila, tienes trabajo, cuando menos lo pienses, me tendrás en frente ganándote una partida de ajedrez.
... Ni lo sueñes Sarah.



___Charló un rato más con Guillermo porque lo intuyó triste, no había dejado pasar lo que percibiera en el aeropuerto, pero no tenía caso hablarlo por teléfono.

Al cortar, sonó el móvil, al fin su hija daba señales de vida.




... !Hija, al fin! Pensé que aunque acompañada, te vería en el aeropuerto.
... Perdón, mami, es que llueve demasiado.  Sé que te gusta llegar y acostarte, te prometo estar temprano en la galería para que revisemos todo juntas y con el encargado.
... Te espero Nati, mira que tenemos que organizar las exposiciones de las tres ciudades.

¿Estás en casa de ...Pedro?
.... Sí, hace un mes que duermo acá, en su departamento, mami, es muy bueno,  como pianista es encantador, pero como pintor es genial, él se cree un fracaso, pero te juro que será una revelación, necesito que veas su obra, que lo convenzas, porque no termina de creerme.
... Bueno hijita, te juro que pondremos al día el trabajo, e iré al estudio, a propósito es Pedro...
... Beggio, Pedro Beggio, es muy lindo, además de talentoso, es único.
... No pareciera apellido francés.
... No lo es, te comenté que es de origen chileno, que hace años que vive acá.
.... Bueno hija, en todo caso que cene con nosotras mañana para romper el hielo, y pasado veré sus obras.
... Intentaré convencerlo, mami, Pedro es un ser muy especial. Puede que lo intimide tu presencia.
...¿Tan mala o fea soy?
... Eres un encanto, pero eres una autoridad, y él como pintor no logro que se dé valor. Además tiene una historia triste, un pasado que le pesa, que lo hace sentir inferior, pero deseo que te lo cuente él.

Hasta mañana mami, te quiero.
... También yo cariño, saludos a Pedro.




___ Sarah cortó y un estremecimiento sin razón, un súbito reconocimiento de la inquietud que venía negando desde escuchar el nombre, la dominó obligándola a entrar a la cama, y recién se durmió dos horas después, sin poder dejar de intentar imaginar....el rostro que acompañaba al nombre de Pedro, ...., ignorando que en Pilar, a Guillermo le sucedía exactamente lo mismo.



CONTINUARÁ.