NAUFRAGIO. LA BODA. CAPÍTULO NOVENTA.

“A ese amor...
A ese pájaro dorado
que alza vuelo y parte el cielo en dos
rondando el sol y el pecado.

A ese amor
caprichoso y libertario
sin silencios que le hagan callar
ni jaulas para enjaularlo.

Qué pena,
que no le siente bien la ropa de diario
a su carita lavada.
Ese amor
vaya si es flor delicada.

A ese amor
manojo de pequeñeces
que florece en plenilunio
y se mustia en las estrecheces.

A ese amor
que arde mal en el brasero,
que se anega en una lágrima
y cunde poco en el puchero.

Qué pena,
que no le siente bien la ropa de diario
a su carita lavada.
Ese amor
vaya si es flor delicada.

Joan Manuel Serrat”.

 “NAUFRAGIO”.

CAPÍTULO NOVENTA. LA BODA.

Tigre. Nordelta, 22 de octubre de 2015.

….”Estamos en la casa al fin, en nuestra suite, cambiándonos de ropa, si me obligaran a seguir con la corbata en el cuello y el traje hasta la fiesta, creo que moriría, y no deseo dejar a mi ángel viudo.

También está poniéndose cómodo, curiosamente estamos en silencio, como si ya las palabras estuviesen de más, sin embargo  igualmente podemos dialogar.

Lo estoy observando elegir un  atuendo sport  elegante, y no puedo creer que sea mi esposo, que haya llegado a mi vida hace un año cuando nada bueno esperaba, todo era hastío, rutina, fatiga, hasta mi profesión, y de pronto el milagro surgió entre los árboles de Los Bosques de Palermo, en el rostro encantado de Pedro. Me trajo una herencia, el camino al amor, el Amor.

¡Qué hermoso es! Indudablemente debo haber hecho algo bueno en mi vida para tenerlo hoy acá. Se está cambiando mirándose en el espejo, en él enlazamos las miradas, así estamos dialogando ahora, mientras con movimientos sensuales cambiamos de ropa, provocándonos al límite, como siempre, así somos, así seremos siempre, sensuales, celosos, provocadores. Vivimos nuestro amor en su completa manifestación, y dentro de ella el erotismo en cada roce, caricia, beso, mirada o movimiento.

Hicimos las sesiones de fotos, de la mañana supongo, profesionales y caseras. Fabián, Valeria, hasta Guillermito se hartaron de sacar  fotos, de filmarnos, ni hablar de Manuel, por suerte Camila acosó menos,  ocupada con Orestes y María,  Mirna con su “novio” al parecer, debo empezar a acostumbrarme a llamarlo así. Gracias a Dios que Josecito apenas tiene cuatro meses, es el único que no molesta, ni con flashes ni con cámaras, él nos ama regalando sonrisitas con hoyuelos como el papá, y el tío.

Nos espera el almuerzo, la tarde, y ni quiero pensar en la dichosa fiesta, invitaron hasta a los jueces amigos de Orestes, doscientas personas o más, yo tiemblo de imaginar esa muchedumbre, de perder de vista a cielito, de que comiencen a joder con el baile, y demás, yo no bailo, miro solamente, sin embargo sospecho que me empujarán a hacerlo.

Pero ahora sólo quiero disfrutar de él, mi Pedro, allí frente al espejo plantado seguro, tranquilo, entero, casi percibo  los pensamientos que surcan en su mente, presiento que está en Kenia, ni siquiera en el hermanito que su padre nos legó, sino en su niñez allá, en el niño asustado, hundido en la timidez, en el aislamiento, en la rareza de su sensibilidad  penada por su padre, en la sumisión de María, en el pánico asociado en Mirna y Manuel, en el maltrato, en sus propios ataques  como el primero y último que vi, cuando comenzó en la clínica, y de pronto renació a este Pedro, que enfrentó sus naufragios cotidianos de entonces, el cambio radical de su vida al llegar a Bs. As., de su sexualidad, que  padeciera a Miguel, a Juan, a Martin, su propio naufragio real, y balacera, sobreviviendo a todo, al atentado, venciendo a la muerte, salvando de ella al necio de mi otro hijo, del Fabián que lo odió, hasta conocerlo luego de que lo salvara con Alberto, y sin remedio amarlo como hoy.

Fabián, cuánto cambió desde que aceptó a Pedro, mi relación con un par, desde que me separé de su mamá, desde que pasó lo de Miguel, lo de Juan, es otro que renació a la entereza, creció al fin a los veintisiete años, pese a tener ya un hijo de cinco, era un nene un año  atrás, caprichoso, consentido, buen profesional. Hoy es un hombre, ama a su esposa, a su hijo, a nosotros, a su abuela, y con Manuel y Máximo han hecho del estudio de mi padre, una obra perdurable, pese a las bajas de Miguel, de Juan, mejor dicho gracias a ellas, crecieron mucho más.

Juan, ¡cómo no pensar que está preso, recluido!, que se perdió en sus aguas, cuando me separé definitivamente, aunque nunca estuve realmente conectado con él, no lo amé, ni siquiera sé si llega a entender hoy la diferencia de lo que me unió a él cuarenta años, con lo que hizo que hace una rato me casara con Pedro.

Espero que haya comprendido la diferencia, que entienda que antes de Pedro aunque estuviera a veces en su cama, sólo estaba mi cuerpo, ya ni siquiera le contaba mis cosas, ni siquiera buscaba su amistad como de niños y adolescentes. Le prometí verlo de vez en cuando, cuando regresemos de Kenia cumpliré, sé que la violación en la cárcel lo marcó, por lo que hizo al final conmigo, lo que yo permití cuando nada me importaba, antes de que llegara Pedro.

¡Cómo quisiera raptarlo ya y perdernos en el Delta con el  catamarán sin esperar a la noche! Pero ya hice demasiadas macanas en la despedida, en la previa, mejor soporto lo que falte, resignado.

Son unas horas a cambio, y luego sí el barco nos arrullará durante unos días hasta la otra tortura no menor que es el viaje a Kenia, otra prueba para los dos. Buena jugada nos hizo Don Beggio, llevándonos hacia ese lugar a buscar a ese niño, a Pedro lo lleva a revivir su historia con él en la mansión que no ve desde los diecinueve años, a mí el naufragio en el Índico donde pensé que todo lo perdía, cuando en realidad estaba comenzando a ganar  la vida de la que puedo disfrutar hoy, con él, con mi madre.

Pedro, mi residente modelo, ya en segundo año, aunque es un formalismo, operó a mi hijo, le reparó el corazón, es un genio.

Pero así  me lo regresó el destino, el día en que eligió el servicio, o quizá lo guió Orestes antes, cuando me recomendó en el cumpleaños, sin saber que chocarían nuestras miradas al día siguiente en Palermo.

 Tengo que reconocer que temí perderlo entonces, cuando huyó ante mi contacto, cuando rechazó la posibilidad de desear a un hombre, cuando escapó buscando a Camila, pensé que no iba a volver a verlo, pero en el mismo día, los dos regresamos al mismo sitio, la segunda vez,  ya algo había cambiado en él, pero cuando se fue al edificio, cuando lo seguí, y le dejé mi alma en sus manos, cuando le dije que le entregaba mi corazón,  que sin ellos no podría supervivir, y me fui,  por un instante creí que iba a morir esperando,  ya que me estaba prometiendo no buscarlo, no acosarlo.

Dudé de que fuera capaz de cambiar su vida de años junto a Camila, por un hombre que aparentaba ser desconocido, que no pudo evitar acudir a sus labios en Palermo.

Y sin embargo, ya estábamos absolutamente unidos desde el día del naufragio en África, antes de su nacimiento, Dios, el que no conocía, en el que no creía, estaba dejando en manos de sus padres a mi madre, que lo vio nacer, que ayudó a María a cuidarlo, y se convirtió en el nexo que nos unió desde años atrás, cuando su huidiza memoria comenzó a recordarme, y a mi nombre. Cuando relató cosas de mí a ellos, y Pedro comenzó a conocerme sin saberlo a temprana edad, añares antes de reconocernos hace un año, de allí que mis temores fuesen infundados, él me conocía, Mirna nos anexaba, estábamos todos entrelazados sin saberlo, el estudio, Orestes, Camila, Manuel, él y yo, y de su mano llegó Mirna con María, la esposa bella de mi hoy mejor amigo, el papá de esa gran mujer que nos dio a José, de Camila.

Manuel, ¿qué decir de él? Es un amor como Pedro,  es bueno, limpio, transparente, alegre, amigo, son dos soles, y merece la esposa que tiene, que seguramente  pronto nos dará sobrinos, la mamá feliz del hoy, el hermano que siempre lo amó, el trabajo que tiene con Fabián que comparte todo con los dos, los gemelos Beggio, un antes y un después al día en que se cruzaron en la vida de Orestes y Camila, y en la mía, anexados a Mirna y a María.

El vínculo emocional que me une a cielito lindo, cubrió la necesidad de los dos de pertenecer, en un contexto de seguridad que destronó el pánico, el ego, las defensas, y este amor romántico nacido en la necesidad de apego, de vínculo emocional que se nos escapó de las manos de niños con nuestros padres, nos llevó a encontrarnos, a vernos, a reconocernos, en el marco de seguridad que creó la confianza, y llevó a la entrega absoluta, sin juicios, sin dudas, que nos condujo hoy a decir ese sí quiero, en el registro civil.

Nunca lo vi como un amor prohibido, o quizá solamente instantes, o días, aquellos que siguieron al encuentro, hasta que reapareció en la clínica, como  había intuido al dejarlo, prometiéndome no regresar corriendo a arrancarlo de la cama junto a Camila.

Por momentos  pensé que era grande para él, la diferencia de edad al comienzo me hizo cosquillas, temiendo que mirara a otro al dejar de lado sus prejuicios, casi tiene los gustos de mi hijo, casi podría serlo, podía haber pensado en lo que diría la gente, mucho más sabiendo que además es mi residente. Pero nada de eso cobró importancia al llegar a la clínica, al saber de Mirna, ni miró a Martin, a Matías, pese al acoso de uno, a las miraditas del otro, sólo se unió sin reparos a mí.

No importó la crítica, seguramente en la clínica corrieron rumores, pero no importó nada más que el amor, y en aquella guardia completamos la fusión que se iniciara años atrás seguramente en Kenia, haciendo el amor, incalculable, con una pasión insaciable que se renueva, donde calmamos la sed, saciamos el hambre, como el niño en la mamá, así nos amamos, nos elegimos con lo malo y lo bueno por dentro, por fuera, como somos, como es el amor, un acto de fe, de verdadera libertad, así dimos hoy el sí.

Seguramente viviremos pequeños naufragios cotidianos, el mayor seguramente en Kenia en unos días, pero este amor es para siempre, si sigue la vida luego del paso al otro lado del camino, es para la eternidad. Te amo, Pedro, para siempre”.

…Guille, amor, ¿dónde estás?

… Embobado mirándote, como siempre.

… ¿Estoy lindo?___ Pedro sensualmente paseó alrededor, sabiendo lo que provocaba.

… No me hagas decir y hacer en consecuencia, o no volverás a salir de acá, ni siquiera para ver a tu hijo.

“Te amo precioso”, tan simple como eso, dos palabras que encierran el mundo, como que te entrego todo de mí conociéndote, en errores, virtudes, defectos que no veo, aceptándolos como vos los míos.

… Yo te amo más, acepto tus berrinches, tus fobias, tus trampitas, tus celos pero siempre que te necesito allí estás para mí, como yo para ti, como en aquellos días de Martin, de Miguel, de Juan, como en Kenia dentro de poco, como cuando nació Josecito, nunca te haré daño mi amor, en abrazos eternos, en miles de besos, en las cálidas manos siempre te daré cobijo, como me abrigaste en mi pánico, en mis dudas en  Palermo.

Y cuando el frío de los años llegue, yo seré tu abrigo, tu cobijo, amándote igual. Puedes confiar en mí como yo en ti, te amo son palabras sagradas, merecieron la bendición de Jorge, porque así son, jamás pueden ser dagas que hieren, jamás ser usadas para lo que no es, sin sentir el compromiso de almas previo al de los cuerpos.

Si alguna vez uno equivocara el camino, podrá contar con el otro para retomar el cauce perfecto con respeto, dos palabras únicas que enlazan corazones, como leñas, como brasas, para que en una comunión enciendan una hoguera, te amo, Guillermo Graziani, para siempre.

Estás hermoso, vida.

___La casa relucía el esplendor de la felicidad, de la armonía, de la belleza, de la vida reinante en ella, con el calor comenzando a abrasar  la tierra, las plantas que Mirna y Guillermo sembraran, el césped, estaban dando sus frutos, dejando un manto verde rodeando a la casa, salpicado de colores y de aromas que se colaban a antojo por los ventanales, combinados con los antojadizos garabatos que cómplices trazaban el sol y la luna reflejando  paisajes.

Los senderos entre las dos casas estaban demarcados por flores, casi nadie usaba el bus, era la caminata perfecta para cualquiera de las parejas o invitados, para el juego seguro de los chicos, para deleitarse en banquetas lindantes.

Ese verano se estrenaba la piscina externa, ya terminada por Manuel y Pedro, llena esperaba a quien decidiera nadar o entrar, la climatizada la usaban más Mirna y María para relajarse.

Los gemelos  crearon sus canchas  de tenis, futbol y más con ayuda interesada de Fabián y de Alberto, y pasaban horas en ellas los fines de semana. Beto hacía sus asados en el quincho, ya se había integrado a la familia, dejando de ser el ex residente de Guillermo, el jefe inmediato de Pedro, para ser el hermano mayor de todos, Gaby la íntima amiga de Camila y de Valeria, Julio Renzo el hermano de Guillermito, entrelazando amores, en… la casa del Delta.

Manuel  y Fabián, Gaby con Valeria  se habían encargado especialmente de supervisar a las empresas de catering, de música, videos, y arreglos florales.

No escatimaron en gastos, tampoco en detalles, hasta previendo factibles tormentas, para que nada arruinara la fiesta de la noche, menos la ceremonia sorpresa que Pedro deseaba regalar a Guillermo en el catamarán. Otra manera de casarse, antes de escabullirse en las aguas de canales, y de hacerse al Atlántico para amarse sin testigos, en la noche de bodas, y en la luna de miel, previo al viaje a Kenia.

Manuel y Camila estaban con ellos, es más,  ahora se sentían seguros, como hermanos mayores de los novios, ya que ya habían pasado por lo mismo, en el mismo lugar, que a casi un año lucía una belleza mayor.

María estaba tan emocionada, que en el almuerzo liviano planeado en la casa de Pedro, en el brindis regresó a las lágrimas indecisas de brotar, agolpadas tras las pestañas, iluminando los bellos ojos verdes con un resplandor a juego con el vestido, mientras Orestes, extasiado, no dejaba de contemplar a su bella esposa, con la cual partía al día siguiente rumbo a Europa, pensando iniciar el  desestructurado  viaje sin tiempo por España. Camila los extrañaría, pero se sentía más que feliz por los dos.

Cuando llegaron a la casa desde el Civil, sonó el Himno a la Alegría, estaban contratados los músicos durante el día y la noche, con cada momento especial, dirigidos por Fabián y por Manuel.

La celebración estaba planeada en el jardín, con miles de precauciones, más para Guillermo, pensando en lluvia, mosquitos, y todo lo que pudiera molestarlo.

Se alquilaron  gazebos que quedaron plegados junto a la pista de baile improvisada en el centro del parque, junto a la piscina, rodeada por las mesas, preparadas para grupos de diez personas cada una, calculando la asistencia  de  alrededor de doscientas, que torturaban a Guillermo. Las mesas estaban protegidas de imprevistos vientos por murallas de eucaliptos y árboles, y el menú de platos y bebidas había sido selecto por las chicas.

Josecito parecía intuir que era un día de fiesta, estaba más espabilado y bello que nunca, ahora vestido más informal que en la ceremonia, pasaba más tiempo con los papás que dejarían de verlo unos días, reclamando a mamá cuando deseaba comer, de lo contrario, perdía los deditos en el rostro de papi o de papá, al tiempo que pataleaba sonriendo, con los hoyuelos de marca Beggio, que hacían derretir a Guillermo en el mismo amor.

…¿Lo ves amor? Te reconoce, te ama, te ve y  aparece la sonrisa.

… A vos te ama, te acaricia, te aprende, de repasa, te mira embobado, aunque no sé cómo los diferencia a los gemelos creo que sabe, que su papi tiene algo para él que le permite saberlo.

Precioso está llegando el gentío, ya empiezo a temblar, ¿era necesario?

… Guille, no exageres, tenemos nuestro aporte, tampoco eches culpas a Orestes, mira, Matías, Beto, Gaby, Máximo, Isabel, Solange, y el socio de ellos, los residentes, Jorge, todos son invitados nuestros, el novio de Mirna ni hablar.

… No me lo recuerdes, que andan muy paseando de la mano por el parque, apenas me ven ya.

… Déjalos vivir mi vida, prontito se casarán ellos.

… ¡No! Que sean concubinos, otra fiesta de éstas, no la soportaré.

… Amor, ¡qué dices! Es tu mamá, cómo negarle su fiesta, no seas malo, Graziani. Además creo que el candidato es tu amigo, más objeciones pusimos Manu y  yo que tú, no te quejes ahora.

… ¿Está el equipaje en el barco?

… Sí, mi  esposo gruñón, está todo preparado, el del viajecito en el barco, y las valijas del otro viaje, en el cual prefiero no pensar todavía, Manuel me llenó de papeles, que miraremos en el avión, no tengo ganas ahora.

… Espero que sean medidos con las bebidas, que no empiecen a deambular borrachos.

… Tranquilo amor, sonríe y saluda, que empiezan a buscarnos, ven, vamos, que se están acomodando en las mesas, se supone que debemos saludar.

… Ese  raro, ¿quién es?

… El disc Jockey, tranquilo, que tiene instrucciones de la música a usar, culta para la cena, el vals, lentos, luego…  otros.

El de al lado es el encargado de fotos y videos, ni te darás cuenta, no mires. Ven, vamos a saludar en las mesas, así ocuparemos la nuestra. Josecito viene con nosotros, Manuel, Fabián y las chicas. Orestes, María y Mirna irán a la otra mesa principal.

…El pesado de Matías viene a nuestra mesa por lo que veo, y los residentes estarán al lado.

.. Obvio amor, Beto y Gaby también estarán con nosotros, ve a saludar a Isabel que está con Mirna.

…! Hola, Guille!

.. Beto, Gaby, cuiden el servicio, no hay demasiado trabajo hasta las fiestas, pero no estaremos, y tienen que llamar a la residencia.

… Tranquilo, Guille, tomaremos los exámenes, cuando regreses, harás las entrevistas, parece mentira Pedro, recuerdo hace un año cuando le di tu currículum y vio la foto, cuando leyó Kenia, casi se muere, y mira hoy, casados.

… Casados, y María y Mirna acá, tanto pasó en un año, Camila y Manuel, el nene, ellas, el papá, Miguel, bueno, vamos a la cena, al brindis que quiero que pase esto rápido y escapar con mi bello esposo.

… ¿Ya lo quieres raptar, Guillermo?

… Matías, vos con nosotros, vamos a comenzar la cena, o esto no terminará más.

…! Felicitaciones Dres.!___  los residentes se acercaron tímidos, Gaby los alentaba, y Pedro con Guillermo los palmearon con cariño, no sin que el jefe les encargara tareas.

___La cena  se deslizó tranquila, entre charlas, música, bajo el manto aterciopelado moteado de estrellas, envueltos por el aroma de las flores del jardín, además orquídeas especialmente ubicadas en centros de mesa, con manteles de organza bordada, y sillas tapizadas de blanco, todo lucía, impecable. Los mozos servían rondas de Cabernet o Malbec, cosecha 1980  especialmente encargados a bodegas de Mendoza, y el champagne francés esperaba para el final, sin embargo Guillermo ya había advertido que no hablaría más, ni brindis con discurso, ni votos, ni nada, ya dijo todo en el Civil, ante las miradas reprobatorias de todos, no le insistieron más.

… Papá, el treinta salen a la  noche, en la madrugada del 31 en verdad para Kenia,  regresen temprano con el barco, tengo más papeles que darte.

… Sí, hijito, Manuel lo tapizó a Pedro, igualmente los llamaremos a cada rato al llegar, si ustedes como abogados no lograron nada, nosotros mucho sin ustedes no sé.

… Dejamos abogados para que contacten mejor, matriculados allá, listo… ahora disfruten.

… ¡Abu, Pedrito! Los vamos a extrañar. ¿Me traerás regalos?

… Amorcito, vamos a navegar,  luego compraremos regalos.

.. Bueno, nosotros nos quedaremos acá, yo cuidaré  a José, Pedrito.

… Me parece muy bien Champion. Fabián, déjalo dormir en casa de Camila con el nene, acá se aburrirá.

… Dale, pá, les dejó saludos Ana, acá no se anotó, fue al Civil, pero pese a que le dije que estarían  Mirna, Isabel, no quiso.

… Bueno hijito, la entiendo.

___Cuando comenzaron a servir el champagne, y Manuel con Camila anunciaron el inicio del baile, Guillermo se transfiguró, Pedro le aferró la mano, besándole las mejillas a fin de relajarlo, pero estaba en absoluta tensión, de nada valió la proximidad de Mirna y de María con Orestes que se acercaron sabiendo que debían iniciar el vals.

… No quiero, es un papelón.

… Guille, amor, es nuestro casamiento, debo bailar con mi mamá, con Camila, y contigo,  tú lo mismo, con Mirna, al fin regresarás a mí.

… No quiero.

… Papá, deja de hacer papelones, suficiente con lo de la despedida y lo de la previa, ve a la pista___ Guillermo dirigía miradas asesinas a uno, a todos, pero obedeció a regañadientes.

___Pedro lo arrastró y se lo dio a María, Guillermo no pudo negarse ante su suegra, amiga, todo mezclado como era esa familia, mientras miraba a Pedro que bailaba con Camila, luego con Mirna, no sin dejar de observar las imprudentes miraditas de las residentes, de Matías y de otros.

… Te ama, Guillermo, no mira a nadie, sólo a ti.

… Pero me lo miran todos, María, me pone loco,  mejor iré por él, viene tu esposo y Fernando a reclamarte, llevaré una copa de champagne, y espantaré algunas miradas.

… Ve, busca a mi hijo, Guillermo, Gracias, por amarlo tanto.

… Gracias a vos, María, por haberlo traído al mundo, es un sol, los dos los son, sé feliz que Orestes es un gran tipo.

…Lo es, nada que ver lo que estoy viviendo a... mi otro matrimonio, a veces siento un dejo de culpa, pero lo merecemos, Mirna igual.

___Se mezclaron con el resto de invitados que se unieron al baile, mientras los mozos pasaban con rondas de champagne, y  Gabriela con Valeria  iniciaron el trencito de la muerte, Guillermo se aferró a Pedro intentando la huida, pero quedó  entrampado entre los gemelos y su hijo, siendo arrastrado al vendaval de cuerpos que correteaban alrededor de las mesas, y al fin se rindió ya que iba aferrado de Pedro que cada vez que se volvía le regalaba sonrisas con hoyuelos y/o besos compensatorios del martirio.

El D.J., parecía hipnotizado por el movimiento, siguió con el tronar, el tren se perpetuó, hasta que entre risas y cuchicheos al fin se detuvo, cuando comenzó el Karaoke, y el rubor de Guillermo ascendió hasta el cuero cabelludo, pero los besos de Pedro lo dejaban sin defensas, y al fin subió al improvisado escenario aferrado de él como si estuvieran en medio del Índico, y Pedro cantó , le dedicó “ mi alma en tus manos”,  Guillermo se emocionó, desperdigando lágrimas, ante el aplauso de todos.

Manuel y Camila bailaban disfrutando de la felicidad de Pedro con Guillermo que entendían y comprendían, lo mismo que la de María, que la de Mirna,  mientras Josecito con Guillermito imitaba palmas.

Ya todos bailaban a su propio ritmo riendo, cantando, arrojándose flores, y Gaby repartió maracas para el carnaval carioca, otro desastre para Guillermo de los últimos que creía estar dispuesto a soportar, cuando Pedro ahogó las quejas  atrapando los labios en  un rincón, coreando estribillos entre beso y beso.

… Gracias hermano, la organización es perfecta.

… Lo merecen, todos lo hicimos. Vamos a ver, a brindar, a cortar la torta, y María tirará un ramo, aunque no se haya casado por iglesia.

… Está divina mi esposa, ¿no Pedro?

… Ya lo creo, Orestes, papá ahora,.. perdón.

.. Está bien, si te sale decirme así, encantado.

___Pedro tragó el nudo que le atenazó la garganta por primera vez, María cortó la torta, y al tirar el ramo, lo atrapó Mirna, y Guillermo enarcó las cejas mirando a Fernando.

Se brindó varias veces por las parejas, por las familias, por todos, hasta que comenzaron a descender el sendero hacia el río, Guillermo pensó que los escoltaban en el inicio de la huida, y feliz se abrazó de su esposo, no esperando, lo que vio al llegar a la cubierta  del catamarán.

…¿Y esto?

… Una sorpresa más, la última y huimos, lo prometo, Graziani, la ceremonia de la arena.

…¿La qué? ¡Dios!

___El casamiento no sólo puede ser civil o religioso, cada vez son más las parejas que deciden celebrar con una unión simbólica y llena de amor. Incluso muchos combinan las distintas opciones para seguir las tradiciones y sumarle un toque distinto a su ceremonia. En esta ocasión vamos hablar sobre la ceremonia de la arena, una alternativa a la ceremonia de la luz.

Este tipo de ceremonias centran su atención a un elemento o símbolo de unión, en este caso se trata de arena. Simboliza la futura vida en común, la unión de almas y esfuerzos, materiales que se combinan para formar uno solo.

¿Qué necesitarán para llevarla a cabo?

• Dos recipientes o tubos de ensayo de cristal pequeños.
• Un recipiente de cristal más grande.
• Arena de cuarzo cristalino de dos (o más) colores.

¿En qué consiste la ceremonia?

• Cada uno de los miembros de la pareja toma un recipiente con la arena de un color, el ritual consiste en que cada uno vaya añadiendo su arena al recipiente principal más grande. La arena se va a ir combinando y se formarán ondas muy lindas­­___  y así lo hicieron, Pedro, Guillermo, por otro lado Orestes y María.

• También existe la alternativa de que sus seres queridos sean parte de este ritual. Una opción es llevar pequeños recipientes con arena de otros colores para que sus familiares o amigos se unan a la ceremonia arrojando su arena. Será un emotivo símbolo de unión entre las familias.
• Acompaña este momento con un texto o alguna canción especial para ustedes. Recuerden que es una ceremonia muy personal, pueden elegir lo que más significado tenga para ambos. Ya sea permanecer en silencio o que se convierta en una fiesta.
• Si prefieren un texto, puede ser un poema, una canción o escribirlo ustedes mismos. Incluso pueden aprovechar para recitar sus votos matrimoniales, un detalle emotivo sumará para crear un momento único.
• Al finalizar pueden cerrar el recipiente grande, a modo de atesorar el espíritu de los participantes y la unión para siempre. Luego pueden utilizarlo de decoración como recuerdo de ese día tan especial.

___Participaron Camila, Manuel, Alberto con Gaby, Fabián con Valeria, Orestes y María llevando recipientes, y en la misma ceremonia, y esta vez, en lugar de repetir los votos,  Pedro recitó mi alma en tus manos a Guillermo que la recibió como símbolo de sus palabras en Palermo cuando le dejó la suya, coronada por el beso, en que se unieron ante el aplauso de todos.

“Mi alma en tus manos (tema de amor farsantes) “

“No digas nada más,

si ya pasó lo que pasó,

maldigo haber creído,

tu falso corazón.

Lo vas a lamentar,

no tiene precio mi ilusión,

pagaste con un beso,

mejor no hablar de eso

que lástima los dos.

Dejo mi alma en tus manos

y juegas conmigo

Te digo farsante

pero igual me entrego

al verte mentir

dejo mi alma en tus manos

yo soy tu juguete,

juguete rabioso del amor al odio

estoy muriendo.

Tengo el alma en pedazos

por ser tu juguete,

del amor al odio 

te digo farsante...

Me estoy muriendo”.

Autor: Diego Monk

Interprete: Carlos Casella.

…Dejé la farsa al conocerte, Pedro, limpiamente dejé en tus manos mi alma.

… Y yo, amor, lo mismo. Te amo.

___El recipiente quedó en el barco, al regresar lo llevarían a la suite, se despidieron de todos, mucho más de José, y al fin los fueron dejando a solas, al tiempo que la tripulación mínima soltó amarras, y el catamarán comenzó a moverse en las aguas del Delta, mientras abrazados en cubierta, saludaban a todos que batían las palmas en la costa, antes de  volver sobre sus pasos para continuar la fiesta, mientras María y Orestes se iban a Ezeiza llevados por Manuel, los demás quedaron en… la casa del Delta.

Guille y Pedro… Pedro Guille. Un destino… Un AMOR.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON  LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.