EL VIAJE. CAPÍTULO SETENTA.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO SETENTA.

Bs. As., viernes 24 de marzo de 2016.

… Gaby, ¿puedes llamar al descocado de tu marido que ni mi hijo ni Pedro me atienden?

… Guille, déjalos en paz, fueron a hacer cosas para el  casamiento.

… Por eso mismo, me puedo imaginar lo que deben estar haciendo.

 Nuestros hijos están acá esperando a su papi, quedamos en ir a comprarles la ropa, y papi, no aparece.

…. Bueno, papá, no te pongas mal, ya llegará.

… Sí Belén, ya llegará, cuando nos cierren todos los negocios.

.. Es temprano, sobrino, tranquilo. Qué lindas son estas niñitas.

… Guille, están llegando, pasa que fueron a elegir la nueva ropa de Pedro.

… ¿Solo fue?

… No Guille, con Fabi y con Alberto.

…. Sin mí quiero decir. Se supone que se casará conmigo, no con alguno de ellos.

.. Y sí, lógico, si vos no puedes ver la ropa.

… ¿Y yo cuándo compraré la mía?

… Guille, estás insoportable,  gracias a Dios que llegaron, hiciste llorar a los trillizos.

.. ¿Yo?, lo que faltaba. ¿Y los tuyos dónde los dejaste tirados?

… No los dejé tirados, se quedaron con mi mamá y con Sonia un rato.

… ¡Papi!

… Hola preciosas, ¿qué sucede que tienen esa carita?

… Papá está enojado contigo.

… Los enojos a Papá se le pasan pronto, ya saben ustedes.

.. Pedrito, mi amor, ve al despacho que Guille está terrible porque te fuiste sin él.

… Huy, mi viejo, Dios, hola mi amor.

.. Fabi, ¿vamos a casa?

… Espera un ratito a  ver si mi viejo no se pone peor. Voy a ver a mis hermanitos, hermanitas que están llorando.

Buenas tardes Barbarita, Francesca, José. ¿Qué pasa?

… ¿Por qué lloran papi?

… No sé, supongo que porque el abuelo anduvo gritando.

… Fabi, ¿ya tienen más o menos todo?

… Lo nuestro sí: el  DY, la música, Pedro contrató al chico del video, me dio este cheque para ustedes, para la empresa de catering y las flores.

.. No, se lo íbamos a regalar.

.. No quieren regalos, nuestros al menos.

.. Bueno, igualmente con Valeria ya les hablamos. ¿Qué estará pasando allí dentro?

Albert, mi amor, ¿y si te asomas?

… No colorada, ni loco, si Guille está en sus días, el único que lo puede apaciguar es Pedro, no quiero terminar marcado.

Fabi, las chicas pasado mañana tienen la ecografía, ¿no te olvidaste, no?

… No. Vayamos en un auto, mejor dicho, pasaremos a buscar a Gabriela cuando regresemos de la facultad.

… Dale.

___ Pedro inspiró una bocanada de aire, y se preparó para la furia de su casi marido, haciendo acopio de fuerza de voluntad, con su mejor sonrisa entró al despacho como si nada pasara, y lo encontró mirando por la ventana, con la vista perdida en algún lugar.

Al escucharlo ni siquiera se volvió. Rodeó el escritorio y lo tomó por detrás mordisqueándole el lóbulo de la oreja y a Guillermo el corazón le dio un vuelco.

… ¿Qué sucede amor mío?

… Mira Pedro, si piensas que esto lo vas a arreglar con besitos, ni se te ocurra. Estoy muy enojado con vos.

__ Pedro siguió paseando por el cuello mientras coló las manos bajo la camisa, y Guillermo respiró con dificultad, quedando ya sin aire para seguir protestando.

… Sos imposible, nunca voy a poder resistir a estos embates malintencionados.

…. ¿Malintencionados mis besos?

… En estos casos, sí. Pero ya que estamos solos, al menos dame uno como la gente.

__Pedro le lamió las comisuras, mientras con los nudillos dibujó los labios, para luego ir allí, provocando llamaradas de deseo  palpitante en Guillermo que lo llevó hacia sí, incrustándolo en su cuerpo mientras los labios se unieron desenfrenados en una beso profundo voraz, que los dejó jadeando a ambos.

… Ya, suelta, ahora no.

.. Ahora no, te dije un besito, no que renaciera el seductor imposible de antes, de siempre en verdad.

… El que renació es el Graziani insoportable de antes, así que deja de protestar y vamos a comprar la ropa de las niñas, y mientras tú compras la tuya.

… ¿Qué? ¿Te volviste loco?

… ¿Y ahora qué sucede?

… Que ni se te ocurra que permitiré que vayas sin mí a comprar la ropa de las niñas, ya me imagino los trapitos que les comprarías.

… Guille, por Dios, irán a la iglesia de largo si es lo que deseas saber.

… ¿Y al Civil?

… Mira, no quiero discutir ni hay tiempo para seguir perdiendo, iremos con Gaby que es mujer, y ella me ayudará a elegirles la ropa, comenzaré con las pequeñas, mientras tú eliges tus trajes con Alberto, ¿vale?

… Permiso,… ¿Y? ¿Van ahora a comprar la ropita?

Ya les di la mamadera a los trillizos y están cambiaditos.

.. Gracias Gaby, como mi casi esposo no confía en mí respecto de lo que vaya a comprar, quiero que vengan con nosotros, tú me ayudarás con la ropa de los niños, y Alberto a él con la suya.

… Dale, mejor, porque Fabi y Valeria se quieren ir a la casa con Guillermito.

Guille, cambia esa cara, son casamientos y tu cumpleaños, no velorios.

… Es que ya me imagino la ropa que Pedro puede permitirles a las chicas, y no lo voy a tolerar.

.. Mira, Graziani,  agradece que no eran nuestros hijos todavía y que el ítem ropa no entró en el acuerdo, porque contigo habría que tener todo por escrito y legalizado. Y deja de provocarme, porque puedo llegar a decirle a Gaby que haga un anexo.

Ya te dije que no vestiré a las chicas como monjas, y ve haciéndote a la idea de la edad que tienen, y de que prontito  tendrán noviecitos.

.. Nunca, sobre mi cadáver.

… Papi,… Papá, ¿iremos al fin?

… Sí Paula, vamos bonita, iremos en dos coches con Gaby y Alberto. Papá va en el auto de ellos y ustedes conmigo.

… ¿Qué?

… Que te vas con Alberto, Guillermo Graziani, estoy enojado yo ahora.

… Vamos Guille, no sigas tirando de la cuerda que se va a cansar.

… Vos también en mi contra.

… Viejo, córtala, mira… si se te enoja Pedro y se vuelve a Chile, irás a llorar al Calvario, yo no volveré a soportarte.

… Alberto, amor, íbamos a ensayar el Karaoke con Sonia en casa, pero le llamaré que iré más tarde, que no lo sepa Guillermo u hoy nos matará a todos.

… Vamos niñas, vamos por los trillizos. ¿Alberto, nos siguen?

… Pedro, quiero ir con ustedes, no puedes mandarme en otro auto como si fuese un objeto.

… Yo no te mando a ningún lado, pero a la mínima protesta o reto a las niñas, te bajas, Graziani, y lo digo de verdad.

Belencita, ve tú con Gabriela entonces.

.. Dale, Pedro, te seguiremos.

… Guille, para un poco vos. Vamos a elegir tus trajes y deja de molestar a tus hijos y a Pedro.

.. Mira Beto, vos a mí no me vas a retar también, ¿entendido?

Vamos.

__ Ya en el Shopping, Pedro lo dejó en  el local de ropa masculina con Alberto y fue con Gaby por la ropa de las chicas y los trillizos.

… Pedro, termino con lo mío y espera a que supervise la compra, no pagues hasta que no lo vea.

… Está bien, ve.

¡Dios!

A ver amorcitos, mientras con Gaby les buscamos la ropita a los trillizos, vayan midiéndose vestidos, largos para la noche, para el casamiento de Fabián y  a la rodilla para el día.

.. Pero,.., papi, se ven feos a la rodilla.

… Belén, no habrá caso que tu padre acepte minifaldas, así que busquen más larguitos desde el comienzo.

…!Ufa!

… Belén, Paula, miren, hay unos vestiditos ajustados de encaje a la rodilla que les quedarán hermosos. Guille es así, al menos esta vez  por ser su cumpleaños y casamiento, no se pongan mini.

… Está bien.

__ En el local de ropa masculina, Guillermo se midió cinco trajes, y ninguno le gustó.

… Dale, Guille,  si son todos iguales, la idea  era que te pusieras uno distinto a la mañana y que dejaras el negro formal para la noche, para ser padrino.

… No me gustan los otros, después de todo el de la mañana es mi casamiento, y es el último, Beto. Y sigue gustándome negro. Pedro no quiere decir nada, ustedes lo cubren, seguramente se lo compró blanco para lucir ese color divino que tiene.

.. No sé, yo no te diré nada, es mufa eso, así que deja de hacer trampas.

.. Beto, eras mi amigo vos. ¿En qué momento empezaste a encubrir a Pedro?

.. Desde que tiene razón, yo no te diré nada de su ropa, a otro puerto por agua, Guille.

… Me llevaré dos negros, fin del tema.

… Bueno.

… ¿Y las otras estupideces de las normas?

… ¿Qué cosa?

… Ya sabes, lo azul, lo…, esas cosas.

… Y piensa, algo nuevo, algo viejo te lo puedo prestar, algo usado y algo azul. Lo usado puede ser mi reloj, ahí está, te intercambio el reloj un rato. Piensa en lo viejo y en lo azul, lo nuevo ya lo tienes.

… ¿Y cómo voy a andar con algo viejo?

… Hay Guille, Dios, oculto,… camiseta, medias, algo que no se vea, hombre. ¿No lo llevaste en los otros casamientos?

… No, Beto, es  en el primero que me humillan haciéndome firmar esas estupideces.

… Así te fue, entonces.

… ¿Cómo?

.. Nada, dale que tienes que ver la ropa de las chicas.

…  ¿Y adónde dejo todo esto si no tiene que verlos?
… Los llevo a casa, si quieres, depende de dónde piensas cambiarte, quizá te convenga hacerlo en lo de Fabián.

Y entonces déjalos allí. Deja yo los llevaré, los dejaré en la casa de Fabi.

.. Srta. Llevo estos dos, las camisas… y además las medias azules,…, por las dudas.

… Bien Sr.

… Vamos que si no superviso lo que les compra a las chicas, andarán en trapitos.

.. Guille, está con mi mujer.

… Vaya garantía tu mujer, le dice  que sí a todo a Pedro.

¿Te olvidas quién redactó el acuerdo que me hicieron firmar?

… Vamos, esto deja que le llevo al coche.

… Beto.

… ¿Qué pasa ahora?

… ¿Qué le puedo regalar?

.. ¿A quién?

.. A Pedro,…, a quién si no. ¿Con quién me caso en días, yo?

… Y yo que sé,  de viaje no van, tiene de todo, vos le conoces los gustos.

… Las alianzas se las regalé para el compromiso, pero son comunes. ¿Y si le regalo un anillo de brillantes, con alguna piedra?

…Y sí, es hermoso.

… Porque relojes y cadenas tiene colecciones, ropa al por mayor. ¿Te parece?

… A mí me encantaría.

… Listo, en cuanto pueda escapar otra vez solo le elijo uno.

___ Cuando Guillermo entró, Belén y Paula estaban mostrando los vestidos de noche, largos, con corsé y de color rosa, con los hombros cubiertos con estola del mismo color, y Guillermo quedó embobado al verlas junto a su papi.

… ¿Te gustan, papá?

___ Estaba con los ojos anegados, pero tragó el nudo de sollozos y  con la voz ronca logró hablar.

… Alucinantes.

… ¿Viste Guille? Los eligieron solitas, e imagina cuando las peinen, porque algo al tono o flores tienen que llevar en el pelo, son dos princesas.

… ¿Y  los vestidos de la mañana?

… Lo más formal que existe amor. Blancos, en encaje, a la rodilla, así que emites una queja, y no me casaré.

… ¿Me estás amenazando, ahora?
… Sí.

Vayan preciosas, muéstrenle a papá los vestidos que usarán en la mañana.

___ Las niñas aparecieron con el otro atuendo y Guillermo asintió.

… Algo ajustados para mi gusto, pero al menos no son minifaldas y están tapaditas.

¿Y las pequeñas seductoras?

… No amor, eso ya está embolsado, te los mostraré en la casa o no llegaremos más y Gaby está cansada.

¡Supongo que no vas a censurar a dos bebés y a un pequeño!

… ¿les compraste mini?

… No Guillermo, les compramos vestidos largos, con tal de no escucharte más hasta el año que viene.

___

… Bueno, Guille, dejo tu ropa en donde dijimos, y si necesitas algo de lo otro me pides, vamos amor, que los niños deben estar extrañando. Vayan al Delta ustedes que se les hará la noche.

Pedro falta el envío de correo, que mañana las chicas harán y estamos listos, creo.

… Bien amigos, gracias, les encargo especialmente las invitaciones que van fuera del país.

… Obvio, tranquilo.

… Vamos niñas, una se acomoda entre las sillitas de los trillizos y la otra en la rodilla de papá, pero tomada por el cinturón.

… Pedro...

___ Pedro con los anteojos oscuros para evitar el sol  poniente ocultó la mirada, estaba serio, evitando la sonrisa y cualquier posible contacto.

… ¿Mmm.....?

.. ¿Estás enojado todavía?

… Más o menos, agradece que a las niñas les gusten los vestidos, y que los pequeños no puedan discutir todavía, pero esto no será eternamente así. Cuando cumplan los quince elegirán lo que deseen, y ni hablar  de Barby y Francesca.

___ Guillermo quedó en shock ante la idea y no dijo nada, mirándolo de soslayo, pensando en cómo hacer para que se le fuera la trompita, que lo estaba tensando de cabeza a pies.

… Papá, ¿sabes que Guillermito y Julio llevarán los anillos a Fabi?

… No, si yo no me entero de nada.

… Porque lo pediste mi amor, ¿lo olvidaste? Como no tienen a la nena todavía los llevarán los varones.

Guille, estaba pensando, y no digas que no por anticipado.

… ¿Qué cosa ahora?

… En el regalo para tu hijo y Valeria.

… La fiesta, la casa y el quilombo que harán, ¿te parece poco?

… Eso es de todos, yo dije el regalo de casamiento de un padre y padrino, o sea tuyo.

… ¿Cuál sería?

… Ana se llevó su auto, están cursando, tendrán otro hijo…

… ¿Un auto?

… ¿Qué menos amor?, lo necesitan además.

… Bueno, está bien, después de todo es mi hijo.

¿Y qué auto le gustará?

… Ya averiguaremos discretamente, déjalo por mi cuenta, quizá prefiera una cuatro por cuatro, veremos.

.. ¿Qué?

.. Nada, fue un decir, para llevar a los niños, ya ves como vamos nosotros.

… Porque tenemos cinco, pero ellos solamente van por el segundo.

… Bueno, está bien, quedamos en un auto, no podemos demorarlo mucho, déjame tantear el terreno a ver qué auto les gusta.

… Niñas, ¿no me dejarían ver la ropita de los trillizos?

.. No papá, se desarmará todo acá. Luego. La colgaremos en  el vestidor al llegar y allí la verás.

… ¿Lo demás está todo listo?

… Sí amor, despreocúpate. Falta organizar nuestra despedida de solteros, pero lo harán Alberto con Juan seguramente. No temas, será el asado en el estudio. Fabi solamente pasará a saludar.

… ¿Y luego regresaremos a casa juntos?

… No lo sé, Graziani. Ese ítem quedó a discusión, veremos.

___ Ya en la casa y luego de cenar, llevando a los trillizos a su habitación,…

…Se durmieron, qué monaditas que son cuando duermen. Me gustaron los vestidos, precioso.

… Y claro, si son túnicas prácticamente. Bueno fuera que te quejaras también.

… Y el trajecito de José Thomas, es un principito, es igual a ti.

…Papi, Papá, les damos un beso que tenemos sueño.

… Sí amores, claro.

… ¿Se te pasó el enojo Papá?

… Sí hermosa, ya pasó. No es enojo, es que deseo cuidarlas, solamente.

Ni con Fabi fui así, menos con él porque es varón, pero ustedes y las pequeñas son mis reinas, y de papi.

… Bueno papá, por ahora ya pasó.

.. ¿Por ahora? ¿Eso fue una advertencia?

… No lo sé. Pregunta si te animas, Graziani.

.. No, ahora mejor no.

__ Ya en la habitación Guillermo tomó su whisky mientras Pedro fue a la terraza.

Las nubes de tormenta se agolpaban sobre el río, doradas en partes por el roce de los rayos del sol poniente, dando al lugar una tonalidad rosada amarillenta, con una belleza sin igual.

… ¿Estás fumando de nuevo?

___La voz ronca le llegó desde atrás.

.. Una pitadita. __ A Pedro se le encogió el estomagó cuando Guillermo le quitó el cigarrillo apagándolo en el piso o lo abrazó desde atrás tocando sobre la ropa las notas exactas. Se desesperó en sensaciones y prácticamente se arrojó en sus brazos.

… He salido a saludarte, porque te extraño adentro.

.. ¿De verdad?

__ El horizonte se tragó al sol y el color abandonó el cielo, derramando un tono grisáceo sobre la pendiente del jardín debajo y pegados en la sombra del crepúsculo, Pedro lo deseó con desesperación, más  que cualquier otra cosa en el mundo durante toda su existencia anterior.

Se pegó a él ansioso por sentirlo más cerca de lo que la ropa permitía y tironeó de los botones de la camisa hasta colar las manos a la piel cálida, mientras echó la cabeza hacia atrás para dar acceso a la garganta donde Guillermo dejó un reguero de besos, hasta atrapar mordisqueando el labio inferior, suavizándolo con la lengua, mientras los corazones ya latieron desbocados tronando en los oídos, confundiéndose con la tormenta que se preparaba en el afuera.

 Guillermo se colocó detrás., amoldando su virilidad a las nalgas de Pedro empujándolo al interior de la habitación, unidos en  ardiente lluvia de besos,…, disparando detonaciones por doquier, olvidados del enojo y las discusiones del día y de todo lo demás.

 Cuando Guillermo posó los labios en la nuca, paseando luego a los hombros mientras fue descendiendo la camisa, necesitando saborearlo por entero,… a Pedro se le aceleró la respiración.

Lo empujó hacia la cama y comenzó sacándole los zapatos y las medias, acariciando los tobillos y los pies, y Pedro dejó que su cuerpo hablase en su idioma sin intervención. Al momento de sentir las manos desabotonando y arrastrando las barreras últimas y las caricias que ascendieron por las piernas hacia los muslos, sus jadeos aumentaron sin control, y comenzó a arquearse hacia las manos suplicándole por más.

… Espera, déjame quitarme la ropa, tranquilo precioso, solamente intenté desnudarte.

__Pedro tomó el comando sacándole la camisa desde debajo de los pantalones para quitársela por la cabeza, despreocupado de los botones que quedaron sin abrir y colocó de inmediato los labios en las planicies que se volvieron cimas, mientras continuó quitando las barreras inferiores, al tiempo que Guillermo comenzó a gemir.

Pedro paseó los dedos por el torso erizando el vello, con los dientes en los pezones, avivando en su amor el deseo de acariciarlo él por todos lados y con todos los instrumentos en su posesión.

Los latidos eran atronadores, los jadeos se mezclaron con gemidos, y fueron trazando el contorno de los pectorales, en espejo, de los músculos de los brazos, con las manos,… lamiendo, mordiendo, devorando, saboreando, y Guillermo se rindió clavando la vista en el techo mientras los labios y la lengua lo recorrieron por todas partes, con los ojos de color negro alquitrán brillando, iluminando la habitación.

Reaccionó tomando a Pedro de la nuca sellando los labios, incorporándose para que cayeran los pantalones, y no existieron más argumentos, ni más discusiones, ninguno necesitó pedir nada porque estaban uno al servicio del otro en todo, y solamente se escucharon gemidos , y jadeos, sinfonías de un placer entregado y recibido, compartido en la misma medida, y los atronadores latidos sincronizados con la tormenta ascendiéndolos al abismo más sublime desde el cual se lanzarían de buena gana luego los dos.

Las miradas intensas lanzaron llamaradas y finalmente Guillermo lo penetró lanzando un gemido gutural, y salió para reingresar más allá.

Cuando la cadencia y la frecuencia de las embestidas aumentaron Pedro se sincronizó a la perfección, arqueando el cuerpo para acogerlo a mayor profundidad, para instarlo a acelerar, preso de un deseo frenético de más, empujándolo desde atrás, arañando la piel.

 Hasta que logró la posición y el movimiento exacto para llevarlo al final de su ser, cayendo en una espiral arrolladora y brutal, desde la cima más alta, al abismo más profundo elegido previamente por los dos, en un  clímax arrollador, que los desintegró a uno dentro y alrededor del otro, los deshizo en energía del ser y fueron uno en la fundición de los cuerpos al fin, en el mismo montón de extremidades, pedazos y partículas sobre el somier.

El tiempo transcurrió lánguido, y uno dormitó en el vientre, el otro acariciando el pelo mojado, embebidos en el mismo aroma, en el mismo sudor,  cuando al fin Guillermo recordó la articulación de las sílabas, la unión en palabras y le susurró.

… Pedrito… amorcito…

… ¿Mmm...?

… No me pelees más.

… Peleas solo Graziani. Yo solamente defiendo a mis hijas de tu represión.

… ¿Represión?  ¿Me estás diciendo represor?

… ¿Tú qué crees?

… Que es una calumnia e injuria y exijo inmediata reparación, o te llevaré a juicio  Pedro Beggio.

… Tú lo pides, tú lo tienes amor. Soy mejor haciendo el amor que en tribunales, ven acá.

__ Y ya  el silencio reinó de nuevo, cuando Pedro atrapó los labios finos y fue por mucho más esta vez.

CONTINUARÁ.

“Al tocar las cuerdas con los dedos

conmueve entrañas y corazones.

Con sus cantos cura a los sordos,

y los mudos hablan, para elogiar.

Fragmento. Noche 221.

Las Mil y Una  Noches.

Anónimo”