ENIGMA. CAPÍTULO QUINTO.

 

ENIGMA.

CAPÍTULO QUINTO.

Bs. As.,  21 de junio de 2015.

“Imputabilidad, es la posibilidad de atribuirle una culpa a una persona, un delito, una acción y es parte integrante de la culpabilidad, radica en la posibilidad que tenía el sujeto de pensar, querer y obrar de una manera distinta a la que actuó infringiendo la ley.

La imputabilidad referida a las enfermedades mentales, es la capacidad psíquica de una persona de comprender la antijuridicidad de su conducta y de no adecuar la misma a esa comprensión.

Para definir la Imputabilidad es preferible seguir lo que dice el artículo 17 del Código Penal:

Artículo 17º. Del Código Penal. (INIMPUTABILIDAD). Está exento de pena el que en el momento del hecho por enfermedad mental o por grave perturbación de la conciencia o por grave insuficiencia de la inteligencia. No pueda comprender la antijuridicidad de su acción o conducirse de acuerdo a esta comprensión.

Artículo 18º. Del Código Penal.  (SEMI-IMPUTABILIDAD). Cuando las circunstancias de las causales señaladas en el Artículo anterior no excluyan totalmente la capacidad de comprender la antijuridicidad de su acción o conducirse de acuerdo a esta comprensión, sino que la disminuyan notablemente, el juez atenuará la pena conforme al Artículo 39 o decretará la medida de seguridad más conveniente.”

…“¿Quién eres Guillermo?

 ¿Por qué te preocupas por mí así? ¿Cómo hago para que entiendas que soy responsable de lo sucedido? Necesito que al menos Claudia logre una vida en paz. Yo ya no podría aunque no fuera a la cárcel.

¿Qué me sucede contigo que no puedo dejar de mirar esos ojos negros que parecen saberlo todo? El corazón se me acelera de pensarte nada más y nunca antes me sucedió. Se me eriza el vello del pecho cuando me abrazas, me falta el aire en los pulmones y oleadas de calor nacen desde el interior de mi ser.

No entiendo. No sé qué es esto. Tampoco sé qué quieres que piense hasta que regreses.

No es lógico que te quedes a mi lado, ni que desees cenar acá, pero sin embargo lo deseo con el alma.

Nunca he visto un hombre tan competente, confiable y seguro desde que murió mi papá. Eres la reminiscencia de un caballero, de un hombre educado como lo fue mi padre, pero no puedo mirarte como a un padre”

___Pedro caminó por el pabellón,…,  fijando la mirada en la ventanilla que estaba más allá de la altura de un hombre y escuchó el repiquetear de la lluvia, logró ver las gotitas en el vidrio y hasta un pedacito de cielo negro y tenebroso como su mente y sus pensamientos, ahora.

Hubiese querido saber la hora, una  inexplicable inquietud de ver regresar a Guillermo le hacía desearlo, pero a pesar de la oscuridad del día supo que todavía no había dado paso a la noche.

Las palabras de Guillermo resonaron en su interior:” no puedes sobrevivir en prisión”, y las lágrimas rodaron libres como la lluvia fuera de allí, y comenzó a temblar, temiendo cosas ya superadas en aquellos años de paz con sus tíos y con Marcial.

Se vio reflejado en un sucio espejo pequeño que en un rincón se burló de él, y se acercó comprobando su estado. No se reconoció, apenas habían quedado rastros del Pedro de unos días atrás solamente.

Se le antojó de pronto que en la penumbra de la escasa luz que se colaba por la ventanilla, los límites de su cuerpo y de su cara se difuminaron, haciéndose nulos, como llevándolo a fundirse con el afuera, con el confuso entorno que no reconoció.

 Su imagen  se fue evaporando en él hasta convertirse en nada, en la nada en que podría terminar su vida si lo llevaran a prisión, y en lo mismo  a lo que lo condenaría la culpa fuera de ella.

¿Por qué  o para qué  hicieron tantos esfuerzos para que superara su condición y pudiese llevar una vida casi independiente?

¿Para qué el destino lo condenó a una forma de autismo rara, donde no existió el retraso mental sino todo lo contrario?

Se dejó caer en el piso sintiéndose sucio, y de pronto la mente escapó a Nueva York, hasta pudo escuchar las risas de Diana y Adolfo jugando con él o acariciando la pancita cuando supieron de la llegada de Claudia.

Se vio radiante el día en que ella llegó al mundo y la pusieron en sus brazos como una muñeca, a la que llamó mi princesa. Sintió los  días y las noches que pasó cuidándola, las tardes de juego en la playa, las primeras palabras y los primeros pasos,  y la felicidad de sus padres que en ellos lo tuvieron todo.

Tanta  fue la dicha,…, que Adolfo quiso regalar una huida fuera de los días lluviosos de la ciudad, llevando a su madre a una segunda luna de miel a La Florida, a Miami, para que el absurdo y la burla cayera en la casa y destrozara las vidas, como aquellos huracanes de verano en la costa.

De pronto recordó aquel día, el momento exacto en que supieron de la muerte, y comprendió que su princesa  que pensó libre de conciencia lo había percibido todo, vio la muerte en la mirada de ella antes de que se anegara en llanto, en el mismo que lo inundó impotente allí, en ese pabellón, perdido y ausente de todo, sin saber qué camino tomar, porque nada alcanzó a saber de ellos después de su partida hacia Chile.

___ Mientras tanto, en el despacho, Guillermo físicamente entró, pero su mente y su alma quedaron en otro lugar, ansiando con desesperación regresar.

.. Guille, ¿estás bien?

.. Sí, bien. Perdón Oficial Soria.

… Gabriela, dígame Gaby por favor, al menos  no estando Miller.

… Está bien Gaby.

… Guillermo, Pedro… ¿habló?

___ Guillermo nunca había mentido en nada a Alberto, además la intuición de su amigo lo hacía inútil y se asombró al escuchar sus palabras, como tantas cosas que sucedieran ese día.

… No. Casi nada.

… Como casi…; ___ y Alberto lo vio en la mirada, comprendiendo todo calló, desviando la conversación.

La oficial, Gaby, quiere contarnos todo desde el principio, y,… darnos las novedades sobre los hallazgos en Claudia.

… ¿Confesó algo importante?

… Directamente no, espero que Alberto mañana tenga más suerte que yo.

Antes de contarles lo que encontramos ayer al llegar al lugar, quiero comentarles que fui al colegio de Claudia, entrevisté a profesores y compañeros, también a algunos vecinos y todos los testimonios coinciden.

Algunos en primera instancia la veían como una chica retrasada, aunque muy por el contrario, en el colegio dijeron que como estudiante fue brillante.

Terminó el secundario con más de nueve de promedio, tuvo ingreso directo a la Universidad por el alto promedio justamente, pero al parecer desistió de concurrir porque se dedicó a cuidar de la casa.

 La mayoría la describe como tímida, poco comunicativa, un alma solitaria.

Pocas veces habló con los compañeros, nunca intimó ni concurrió siquiera a la fiesta de graduación. La percibieron siempre como temerosa de estar en grupos, lo cual resultó extraño con los antecedentes de su familia legítima en Nueva York, tan apegados a la vida social.

Se vestía de manera de no llamar la atención, nunca se maquilló, usaba a veces el pelo suelto pero mayormente en una coleta, teniéndolo más allá de la cintura, de color castaño, con ojos verdes llamativos. Y podía adivinarse un físico escultural que siempre ocultó con ropa holgada y no acorde a su edad.

Lo único que comentaba cuando se comunicaba, es que fuera del colegio dedicaba su tiempo a llevar la casa, ya que su madre trabajaba, y que le gustaba mucho leer.

Cuando le preguntaban por su familia, siempre se refería a la primera, a Pedro y a su madre con el padre biológico, en sus primeros años en Nueva York.

Del padrastro solamente decía que había sido un abogado respetado en Chicago, pero que en Argentina no pudo ejercer, que no hizo la reválida.

Insistía en que se sentía a gusto en su casa con sus padres.

… Llamativo, ¿no?

Oficial, usted fue al operativo ayer, ¿verdad?

.. Sí, fuimos dos oficiales y el resto agentes, cinco móviles en total y la ambulancia cuando se recibió el llamado al 911 de parte de un vecino.

Al llegar, nos declaró de la llegada de un joven que describió y terminó siendo Pedro, su coche, un Sonic azul estaba en la puerta.

Tocamos timbre y nadie abrió, no se escuchaba nada dentro y decidimos forzar las puertas, por delante y por el jardín de atrás.

Cuando ingresé, la casa me llamó al atención, pese a ser modesta estaba impecable, ordenada, y en el perchero vi un saco de un traje de hombre, que luego supusimos era de Pedro.

No se escuchaba nada extraño, ningún sonido, no encontraron a nadie fuera, ni tampoco en la cocina ni en el living, la casa tiene tres dormitorios, uno estaba cerrado,  desocupado, el otro abierto con la cama deshecha, ropa en el piso de la que describieron usaba Claudia, con las toallas mojadas como si se hubiese duchado en la última hora, y un retrato en la pared, de Diana, Claudia y Pedro.

___ Guillermo intentó disimular el nudo de plomo que amenazaba en su estómago  y en la garganta. Todo hasta ahora era como le contara Pedro.

 … Cuando entramos a la habitación  principal, bueno, ya lo pueden imaginar.

La Sra. Diana estaba en la cama, muerta. El padrastro agonizando en el piso, en un charco de sangre, la cama revuelta, mantas en el piso, Claudia y Pedro contra la pared en el piso, ensangrentados, en un ovillo,  ella cubierta con una manta, Pedro en mangas de camisa, vestido, con un cuchillo en la mano.

Los dos tenían la mirada extraviada. Claudia respiraba con dificultad.

El padre seguía vivo pero hizo un paro a minutos de que entráramos y no  pudieron reanimarlo.

Tenía una sección de los vasos del cuello, y  estaba desnudo como Diana y Claudia bajo la manta.

Pedro y Claudia se mostraron ausentes, desequilibrados… pero cualquiera lo hubiese estado en esa situación, realmente algo mucho más duro de lo que yo podría soportar... Pensamos que quizá estuviesen drogados, pero no fue así.

Pedro seguía empuñando el cuchillo acurrucado en un rincón.

Llegó la policía científica y  se lo quitó, embolsaron mantas y sábanas, manchadas con sangre y semen, también la alfombra donde alguien vomitó. Se tomaron fotos, y huellas de la escena del crimen y de la casa en general.

Realmente los hermanos parecieron a la vista de todos como locos o drogados.

… ¿Qué pensó usted de las manchas de semen en las sábanas oficial y qué los oficiales varones?

___ Gaby bajó la cabeza y se ruborizó.

.. Tuve una discusión por el tema.

Claudia  estaba aterrorizada, en un franco ataque de pánico, mortalmente pálida, cubierta con la manta y la sangre, pero en los brazos alcancé a ver que comenzaron a aparecer hematomas, y lo comenté, sumado a que en las sábanas había semen.

… El Oficial que me acompañaba  y otros…rieron, dijeron que quizá el hombre estuvo haciendo el amor con su mujer, o masturbándose, mil estupideces a mi criterio. Al fin las colocaron con el resto en las bolsas de plástico para las pericias.

Claudia dijo no recordar nada, solamente que cuando entró y vio a su madre muerta, al momento llegó Pedro  y se desmayó. Y que para cuando despertó lo tenía al lado con el puñal en la mano y la abrazó manchándola con la sangre del hombre, que la cubrió con una manta cuando escucharon que alguien había llegado.

Respondió a cada pregunta como autómata, con la mirada perdida, respirando en forma errática, y la sedaron en el lugar.

No pude saber si era conciente de lo sucedido o de si comprendía las preguntas.

A casi todo respondió… no lo sé o no me acuerdo, y Pedro se dejó levantar y llevar sin emitir sonido alguno.

… O sea que sostiene la versión de..., nada, de que no vio nada, de que se desmayó, pero la muerte de la madre, antes de la llegada de Pedro la tuvo que haber visto. Y otro detalle Oficial, fue ella quien pidió ayuda a su hermano, lo llamó por teléfono alrededor de las 18 horas.

… Sí, encontramos el celular de Pedro en el auto, y rastreamos las llamadas, en efecto, lo llamó. Lamentablemente todavía no puede o no quiere recordar lo sucedido. Pero sí relató que le pareció haber entrado cuando su madre ya estaba muerta, le dije antes.

.. Perdón, es verdad. ¿Le cree? ¿Que no vio el asesinato de la madre, lo cree oficial?

… Estoy confundida, en verdad, por eso quise hablar con ustedes.

Mi teoría o mi sospecha no concuerda con la de Miller ni  con la de la mayoría.

… ¿Y cuál es la suya?
… ¿Esclavitud sexual? ¿Síndrome de Estocolmo? ¿No es extraño que una chica con un coeficiente intelectual alto estuviera confinada a la  casa, que dejara la Universidad, que no tuviera amigos, que casi no se comunicara con nadie? ¿Y Pedro?

.. Pedro es autista, Oficial, pensé que lo sabía a través de la familia.

… No, con razón, ahora entiendo un poco más la actitud de él. No estuve presente y al parecer los tíos irán a declarar por la mañana. No tiene otras llamadas de la hermana.

… Fue la única probablemente. El primo nos contó, él le dio el teléfono hace dos meses, Pedro las creía en Nueva York. Probablemente recién supo de su hermana por esa llamada.

… Entonces, no hubo premeditación, al menos de parte de Pedro, él no planeó matar a nadie.

¿Y Claudia? ¿Lo querría muerto? ¿Podría haber sido un accidente en el curso de una pelea? Drogados o alcoholizados no estaban, ninguno.

Los informes de autopsias y periciales son parciales.

Le pregunté a Claudia en un momento si estaba en la cama con ellos, y primero no respondió, luego dijo no sé, luego no recordar.

Cuando les dijimos que serían arrestados por asesinato, no opusieron resistencia alguna. Yo misma llevé a la chica a lavarse y le vi marcas, lesiones, la vestí, le pregunté si peleó con su padre, quizá intentando defender a la madre, pero no respondió a nada, pareció desorientada, en amnesia lacunar, no lo sé. Parecieron conmocionados o desorientados, los dos, claro que no sabía que Pedro fuese autista.

Los sacamos de la casa, y los dos solamente se detuvieron a contemplar el retrato, pero sobretodo miraron el rostro de Diana, y entonces las lágrimas asomaron, luego no volvieron a hablar. Al llegar a la comisaría, Miller les leyó sus derechos, se les tomaron fotos y huellas, los vi temblar cuando se les pidió desnudarse para registrarlos, pero aun ante eso no hablaron, y fueron  esposados a su celda. Claudia dijo no tener abogado alguno y Pedro nada.

… Lo tendrán, la familia de Pedro hará que mañana vaya el Dr. Marcos Labrapoulus y quizá haya otro, Matías Olazábal.

… Bueno, mejor, porque de lo contrario íbamos a llamar de oficio.

Ahora creo que no planearon nada, que no hubo premeditación de nada, pero el hecho es que hay dos muertes, un arma, y hasta la muerte de Diana puede decirse que es dudosa en cuanto a su autoría, al menos hasta que no tengamos pericias detalladas.

… Oficial, usted tiene una sospecha que Miller y los demás no apoyan. ¿Sabe algo más que ellos?

… En principio ellos dicen que el tipo fue abogado, que al parecer fue  un hombre de prestigio en Chicago y que es poco creíble que hiciera daño a la familia.

Yo misma le pedí a Miller que pida referencias a las autoridades de esos estados o al FBI.

.. Me parece bien, ¿qué sucedió hoy en la clínica? ¿Usted fue acompañando a Claudia?

… Sí, yo misma pedí que la llevaran, primero por el pánico que le dificultaba respirar, y luego por las lesiones.

Se puso nerviosa, me dijo que para qué, que estaba bien. Al fin viendo que no podía decidirlo, se dejó llevar.

A Pedro no se lo envió porque vino para acá, y además el médico de la emergencia lo vio ileso al llegar. No parecía tener lesión alguna.

… No la tiene, yo mismo le hice el examen físico, Gabriela. Al menos físicas. Guillermo, el Dr. ha pedido que le efectuemos estudios neurológicos de alta complejidad y consulta,…, por sus antecedentes.

… Volvamos a Claudia, por favor.

__ Apenas durmió cuatro horas, cuando esta mañana fui a verla estaba con la mirada perdida en el techo. Antes de ir a la clínica le hice un interrogatorio mínimo de si recordaba lo sucedido ya que Pedro no dijo nada. Ya había visto la llamada a su hermano y comencé desde allí.

__La parte inicial de la historia que Gabriela comentó era la que ellos sabían de Estados Unidos y de la partida de Pedro, luego del encuentro casual con Marcial.

…Me llamó la atención que pese a decir que ambos eran buenos, que se llevaban bien, al parecer se tenía que hacer cargo de la casa porque su madre trabajaba, y el padre a veces, en horarios variables, poco convencionales como hablaron con Miller.

Según dijo medio dudando, ayer su madre regresó antes de lo previsto, alrededor de las 17. 30 horas, y su padre no estaba en la casa.

Dice haber llamado a Pedro viendo la oportunidad de que las visitara porque el padre no estaba.

… Eso  no es verdad, lo llamó para pedirle ayuda. ___Guillermo habló en un ataque de furia que se vislumbró en la mirada,…, sin sopesar las consecuencias como venía sucediéndole ese día.

.. ¿Cómo lo sabe Dr.?
… A juzgar por los hechos, no pareció una visita social, Oficial. ¿No cree?

… Tiene razón, disculpe.

.. Lo más llamativo fue el pánico y la negación a ir a la clínica. No dejaba de decir que para qué la llevábamos, a pesar de que apenas podía respirar. Le expliqué para no alarmarla que era parte del procedimiento de rutina, para saber si era sana, pero pareció aterrorizada.

Pereció más dispuesta a ser condenada o a morir que a confesar o a que la llevara a la clínica.

… Como Pedro, creo que él también prefiere morir a confesar lo sucedido, Oficial, más allá de su condición.

.. En la clínica le hicieron un examen exhaustivo que incluyó análisis para descartar drogas o alcohol, y se resistió a todo, no quería que le pusieran las manos encima, objetó todo, pero el examen se hizo.

Mañana estará el informe oficial, pero se tomaron fotos y se encontraron lesiones.

…¿Qué clase de lesiones?

.. Hematomas, en todas partes, el del brazo que les referí haber visto yo, pero también en los senos, en los muslos, en los glúteos, y lo más llamativo fue su terror cuando le ordenaron acostarse para el examen ginecológico.

Nunca había ido al ginecólogo dijo, menos a un examen,  dijo no haber tenido novio, cosa creíble en el contexto de lo que supimos de ella, pero desconocía si era virgen, como si le asombrara la pregunta, o como si fuese lo suficientemente ingenua como para saber si el médico lo descubriría o no.

El médico aunque no dejó de llorar le hizo un tacto, un análisis de flujo, y examen completo. Mañana tendremos todos los resultados.

Cuando los vi en la comisaría acababa de dejarla en la celda, nuevamente esposada. No habló en todo el viaje de regreso ni al llegar. Se limitó a probar la comida y a tirarse en el catre de la celda.

Bueno, mañana podremos saber qué resultados hay en verdad, al igual que en el cuerpo de la madre, y obviamente en las muestras.

Solamente obtuvimos la causa de las muertes, hoy.

Por eso me interesa tanto estar con Alberto mañana, aunque hablamos poco, creo que en mi presencia se sentirá más segura.

.. Creo que tienen mucho trabajo por hacer. Y luego de ver si habla,  tendrán que cruzar lo que diga con los informes médicos, y con lo que declare a los abogados.

.___ En el momento golpearon y apareció Cuca, tía de Guillermo que hacía de secretaria o de lo que fuese necesario.

… Sobrino, perdón, está de regreso el primo del chico que mató al papá.

… No lo mató, no sabemos quise decir. ¿El primo?

Que pase, y ve a casa Cuca, es tarde ya. Raro, vino antes ya.

___ Extraoficialmente, Marcial les contó lo que en la mañana declararían sus padres y él mismo  y quedaron más confundidos todavía.

Para cuando se fue, era de noche.

… Alberto, ve, es tarde ya, acompaña a la oficial.

… ¿Y vos?

… Enseguida me iré, haré una recorrida antes.

… Pero está la gente de la guardia.

.. Lo sé. Vayan, quizá  puedan cenar algo rico por allí. ___ Guillermo le hizo un guiño a Alberto. ___ Nos veremos mañana Oficial.

… Los esperaré en la comisaría, a Alberto al menos, y les avisaré de los abogados y de los informes que vayan llegando.

___ Mientras Guillermo se dejó deslizar en el sillón pensativo, mordiendo el soporte de los anteojos, y mirando el reloj, Pedro trató de calcular la hora viendo que era de noche, y pensó que  no había nada que esperar.  Que obviamente el Director de un hospital no estaría allí de noche, menos por un preso, y de pronto la puerta se abrió entrando dos hombres de

mantenimiento riendo.

Se asustó y se arrinconó contra la pared.

… Mira vos el loquito, parece que le cae muy bien al Director, le está dejando un pabellón cinco estrellas.

… Y si lo miras en detalle se entiende.

___ Pedro no entendió de qué hablaron, comenzó a temblar y un escalofrío de pánico lo recorrió internamente, mientras vio que los hombres destrabaron una puerta sellada que había en una de las paredes.

.. Mira bonito, el jefe dio órdenes  de que te abriéramos el baño y te dejáramos ropa limpia y toallas. Puedes ducharte, cambiarte, y en rato traerán la cena, parece una cita y todo.

Pero, ni siquiera nos vas a dar las gracias parece.

.. Quizá las guarde para el jefe-. Mejor vámonos porque parece que es tímido.

Si quieres ducharte, allí tienes agua y jabón, toallas, y ropa limpia,

__De pronto y antes que los hombres se fueran, Pedro supo lo que  lo estaba dominando, la luz mortecina del pabellón se distorsionó en imágenes tortuosas, tanto como las figuras de los dos hombres que lo miraron  y fueron hacia él,  en los oídos tronó el latido desbocado de su propio corazón y a ello se sumaron sonidos agudos que lo acribillaron llevándolo al dolor, al momento en que el cuerpo ya no le respondió, y,  atenazado por todos lados por el pánico a todo, comenzó la tan temida consecuencia de su condición, que hacía tanto tiempo había dejado de suceder,… la convulsión de su ser  con  fuga de la razón.

En el mismo momento en que los hombres lo intentaron sostener entró Guillermo que corrió hacia él, colocándole un dedo entre los labios, para evitar que mordiera su lengua, y a los gritos  pidió por paramédicos, camilla y diazepam.

Cuando llegaron los enfermeros le inyectaron de inmediato, y antes de ser colocado en la camilla, Pedro estuvo inconciente en los brazos del hombre que lo acunó llorando, mientras le acarició el pelo empapado y  trató de secar las perlas de sudor.

Para cuando pudo articular palabras se dirigió a la enfermera de turno que parecía no entender nada.

… Mire en las indicaciones, si tiene ansiolíticos y anticonvulsivantes.

… No Dr. No tiene más que dieta general y ansiolítico según necesidad.

¿Lo llevamos a enfermería?

.. No hace falta, en un rato le indicaré epamin y ansiolíticos, es autista, estuvo anoche en la cárcel, hoy acá, y seguramente quedó sin medicar todas estas horas.

… ¿Necesita algo Dr.?

… Dejen el suero y la vía acá, lo controlaré, de no ser  necesario, cuando despierte comenzaremos medicación por boca de inmediato.

Pueden retirarse. ¿Había alcanzado a comer algo?

… No la cena todavía.

… Más tarde veré si puede comer o si necesita un suero. Yo lo atenderé.

… Dr...

… Dije que me quedaré con él, si puede comer algo liviano, lo pediré luego al igual que otra cama.

.. Es un preso, Dr.

… Es inocente, y además autista. ¿Acaso agredió a alguien?

… No, apenas habla.

… Es autista, y un cuarto de ellos tienen convulsiones. Quizá no las tenía en su vida habitual, y aparecieron acá.

… Ayúdenme a acomodarlo en la cama y déjenme a solas con él, no quiero que se asuste al despertar.

.. Sí, Dr., como usted diga.

___ Cuando todos salieron, Guillermo lo llevó a su regazo sentándose en el borde de la cama y lo acunó casi como a un niño, paseando la mirada por el rostro y más.

… Nunca dejaré que vayas a prisión amorcito, hagas lo que hagas, no lo permitiré. Estoy dispuesto a   hacer cualquier cosa para evitarlo, a pesar de todo, de todos y hasta de vos mismo.

___Guillermo le dibujó los labios carnosos, le bebió el rocío salado del rostro, le acomodó los mechones empapados del pelo y se dedicó a contemplarlo en toda su inocencia casi infantil e indefensa.

Imaginó todas las cosas que esos labios podían hacer y lo que los suyos deseaban de ellos, y se percató de algo muy perturbador y profundo, de un misterio sobre el que rara vez se había permitido meditar.

Y de repente lo supo.

 Pedro era un barco, el barco que sería su hogar, que lo llevaba a encontrarse con el hombre con quien algún día al fin esperaba también un hogar mayor. Pedro era ese barco, y se había enamorado en un día hasta la misma médula sin remedio, sin excusas y sin razón.

Pedro no tenía un hogar donde regresar, no tenía ya familia que esperar, excepto  a Claudia y… a él.

 Miró hacia la ventanilla y el cielo seguía de un plomizo gris encapotado, al igual que estaba su mundo, y sabía quién lo había dado vuelta en un día.

__Para cuando descendió la vista, los ojos marrones cristalinos posaron la mirada  en él, con expresión aturdida y respiración agitada por el miedo, pero para su alivio supo que lo estaba reconociendo.

… Chsss. Tranquilo, ya pasó. Precioso, estoy acá, y ya todo pasó.

___Pedro no estaba seguro si era su imaginación o una alucinación, solamente lo miraba, y de pronto vio una mirada ardiente y fija que parecía anteceder a algo más, que decía más que todas las palabras, aunque quizá mirara así a todos.

… ¿Puedes hablar? ¿Tienes sed?

… Con dificultad pero entendiendo y complaciéndolo, los labios seductores se movieron y con dificultad susurró:

… Vol..vi..eron. Las convul..siones.

… Sí, es normal en este lugar, en estas circunstancias. ¿Estabas medicado?

… Ya no.

… Estarás bien. Vamos a medicarte por unos días, ¿sí?

Y por la mañana te verá un neurólogo y haremos estudios.

… ¿Para qué?

… Porque quiero saber, quiero ver tu cerebro, si todo está bien.

… No se te escapa nada.

… A veces, sí. No fui capaz de prevenir la convulsión.

… No es tu culpa. Me asusté.

… Cuando abrieron la puerta. No me di cuenta. Los envié para que tuvieras el baño y la ducha.

… Creí que no estabas. Que te habías ido.

___ Las miradas seguían fijas, uno en el otro, en el mismo lugar. Guillermo pensó que en todos los ángulos, aquel rostro, sus labios y  el cuerpo que adivinaba esculpido por el ejercicio, lo dejaban sin aliento.

Supo que de estar en un lugar común y corriente le diría que  se había enamorado  al instante,.., pero no lo dijo… todavía.

… Te prometí volver a cenar con vos, ¿recuerdas?

… No voy a poder.

… Claro que sí, te medicamos, no quise ponerte suero. Solamente te daré un anticonvulsivante y algo para dormir, luego. ¿Tomabas?
… A veces, cuando no nadaba ni corría.

… Cierto. Marcial me dijo que haces ejercicio. Hay un gimnasio acá, mañana por la tarde podrías ir. ¿Te gustaría?

… Mucho. Así duermo sin pastillas.

… ¿Y ahora te gustaría  ver si puedes incorporarte, que te ayude a darte una ducha y a cambiarte esa ropa?
… Mucho. Puedo solo.

… No sé si puedes ahora.

.. Podré en un rato.

¿Por qué te preocupas tanto por mí?

 __La pregunta a Guillermo le aceleró las pulsaciones como a Pedro la mirada intensa y ardiente, que en ese momento pareció evaluarlo de arriba abajo, con detenimiento y devoción.

… Me gusta mirarte de cerca. Me gusta contemplarte, y cuidarte.

Te has adueñado de mis pensamientos.

¿Qué necesitas que hagas para que termines de confiar en mí y me cuentes la verdad?

… No hay nada más que contar.

… Lo hay y aunque  fueras un asesino, ya no podría dejar que fueras a prisión, jamás lo permitiré.

Continuará.