ACCIDENTE. CAPÍTULO 22.

“A medida que la distancia
entre el presente y el final se acortan
y el futuro se aclara y se enaniza
y se está un poco harto
de husmear en los residuos del pasado
uno valora y hasta mitifica
la fusión con el cuerpo del amor
y una que otra mirada que atravesó la niebla

aquellos que se aman o se amaron
saben que allí estaba la clave
la negación del acabóse
y por supuesto la vacuna
contra el maldito desamparo

en el futuro cada vez más jíbaro
no figuran feriados ni esperanzas
menos aún llegan explicaciones
de por qué cómo dónde cuándo

el borde lejos ya está cerca
el borde cerca es un despeñadero
hay que aprender a sentir vértigo
como si fuese sed o hambre”.

Mario Benedetti - La vida, ese paréntesis (1997).

ACCIDENTE.

CAPÍTULO 22.

 

Bs. As., sábado 20 de febrero de 2016.

01.0                       horas.

__El amor los dejó tontos, perdidos del afuera, enredados en la caricia, empapados de dicha, con el convencimiento de que se conocían de siglos atrás.

..¿Estás bien?__Guillermo se preguntaba a cada rato pensando en lo físico y en la psiquis de alguien que estaba a días del accidente, de la masacre, de la salida del seminario.

… Sí, amor, muy bien___Pedro estaba acurrucado en el pecho mientras Guillermo le acariciaba el cabello.

… Pedrito, ¿no te arrepientes de nada?

… No, ¿qué sucede? Siento que dudas de mí.

… No dudo, es que es todo demasiado reciente, perdiste a tus amigos de la capilla, a la gente de la Villa, sufriste el accidente, y dejaste el seminario, es lógico que me preocupe, no todo el mundo soporta tanto en días.

… Estoy acostumbrado, supongo, mi vida siempre fue así, pérdida tras pérdida y más pérdidas___de pronto un escalofrío recorrió a Pedro que elevó inquieto la mirada.

…Guille, prométeme que no habrá más…pérdida, que nunca me dejarás, por ti pude soportar todo esto de estos días.

…Chsss, claro que no me perderás, respiro tu aire.

¿No extrañas nada de la vida que llevaste en la iglesia?

… En realidad extraño al padre Adolfo, él era mi pilar, no sé si tanto al resto, aunque a veces siento que en algún momento quizá necesite confesarlo todo, y me van a condenar por amarte, pero ellos  empiezo a entender que no son…. Dios.

 Aunque ellos condenen este Amor, no me sentiré culpable. A los asesinos de la Villa deben condenar, no a nosotros.

…Pensé que ibas a tomar vos la iniciativa, que me harías el amor primero.

… No. Tuve miedo. Lo que yo me vi obligado a hacer entonces en el orfanato fue abuso, me daba asco, era violento, cruel, feo, en nada se parece a esto, y temía dañarte, deseaba primero experimentarlo yo, sentirte a ti, que me enseñaras tú.

Aunque alguna vez te dije que cuando vi a mis compañeros haciendo el amor, me pareció bello, igual me daba miedo.

… ¿Y ahora ya pasó?

… Es hermoso, esto es otra cosa.

__Las miradas se enlazaron, sentían tanto amor en ellas que eran una invitación a más, al beso,… de labios  que deseaban la miel, probando la dulzura en el otro, en el roce suave primero, privilegiados de poder verse el alma mientras, Guillermo sintiendo la fortuna de ser el primer hombre de Pedro, pretendiendo ser el único, Pedro sabiendo que sería el final,…, temblaba de amor entre los fuertes brazos, respondiendo a cada provocación, multiplicando en los labios promesas, codiciando caricias, observando el espejo de sí en la mirada, el aliento cálido abrasando la piel, enamorado de los labios curvos en sonrisas, con mágicas mariposas aleteando en el vientre y alrededor.

…¿Qué puede haber sucedido con Camila que no vino?

…Le pedí, que hoy no, era tu día, el alta, tu salida al mundo, la casa, la familia, nosotros, no quise sumar nada más.

…Pero… quiero saber, necesito saber de Gustavo, si despertó, si el Juez le quitó la imputación, es inocente tanto como yo.

… Bueno, tranquilo, en la mañana le diré que venga, que nos cuente lo que sucedió.

¿Me dejas mimarte y ahora que confías en mí llevarte sin la silla a darnos un baño?

..Pero, la pierna no debe mojarse.

… Lo sé__Guillermo había preparado una bolsa para envolver el yeso, además en la bañera lo pensaba posicionar para que dejara la pierna fuera, y bañarlo con cuidado en la caricia íntima con jabón y espuma.

…Amor, prométeme que no harás nada arriesgado, tengo miedo ahora, estás demasiado involucrado, no conocemos las caras de los enemigos, sí que son poderosos y capaces de todo.

… Lo sé, amorcito, mira, hasta Camila está en esa clínica intentando conseguir pruebas, no te alarmes, tenemos custodia afuera, y en el estudio, no me pasará nada.

…Me moriría sin ti, eres mi refugio, mi ancla,  no hubiera sobrevivido si no te encontraba, todavía no sé bien cómo fue.

…¿Cómo fue? Con un golpazo fue, podrías haber aparecido de manera más normal en mi vida, ¿no?__Guillermo le regaló una sonrisa que Pedro atrapó en los labios.

…No me importa el accidente, el encuentro fue un milagro, que me corrió de un sendero erróneo, y me encadenó para siempre a ti, para conocer esto… lo nuestro, el deseo, la pasión pura porque no miente, que me hace vislumbrar un futuro de ilusiones, lindo.

Y ahora mismo quiero saborear tu piel, perderme en tus senderos, conocer el mapa completo, que será mi territorio para siempre.

… Despacio, tranquilo, no puedo impedirte que me hagas el amor porque lo deseo con locura, pero recién te dan el alta, no debió ser así, hoy, pero supongo que no pudimos esperar, para ti por ahora no más, fue doloroso y mañana despertarás agarrotado, conmigo, haz lo que quieras, pero cuidándote.

En la mañana  si llamo a Camila, quizá tengas una sorpresa, al parecer  la policía encontró una carta.

…¿Carta?
… En la capilla, el padre Adolfo, dejó un sobre que está dirigido a vos.

Tranquilo, no te pongas nervioso,  nadie lo abrió, y no quisieron dártelo antes.

__Pedro se incorporó, y Guillermo percibió como propio el nudo que se formó en la garganta.

… Lo extraño, muchísimo__musitó. Me conocía del todo, era el único que sabía todo de mí, y ahora tú.

… Lo sé__Guillermo respetó el silencio sintiendo una opresión en el pecho.

Te conoció como eras a su lado, porque ahora creo que has cambiado, y mucho, ¿verdad?

… Es cierto, nada es igual a días atrás, desde amarte todo cambió, para bien, espero.

___Guillermo le enmarcó el rostro buscando la mirada.

…. ¿Te has perdonado? El haberlos supervivido, digo.

…Lo estoy intentando, como hiciera cuando murió mi hermanito.

…¿No te gustaría que viajáramos a Chile cuando esto termine y buscar a tus hermanos, a Julia?

__Estaban tan cerca que eran un aliento, las narices en contacto, la emoción la misma, el temblor igual.

..¿Ahora qué sentido tendría?
… Que  quizá puedas recuperar a tu familia, a parte de ella, no estás solo como piensas.

… Guille, ellos y mis hermanas se fueron de la casa, nos dejaron con lo peor, con la depresión de mi madre, en una tapera, no miraron atrás.

...Pero, los perdonaste ¿verdad?

… Supongo que sí, en parte,…, el seminario ayudó a que llegara el perdón, lo que no significa olvido, si ellos que eran mayores hubieran estado, mi hermanito podría seguir vivo, yo no haber ido al orfanato. Entonces los buscaron, no los encontraron.

…¿Y Julia?

¿Sabes el apellido?

… Sí, pero ella también se fue, a la primera pelea, se marchó.

…Bueno, quizá sean temas que más adelante justifiquen que sigas con Rubén, me parecería interesante que pudieras saber de ellos.

___Pedro elevó la mirada a los labios, la cercanía de cuerpos desnudos piel a piel por primera vez en su vida, fue la tentación irresistible ahora que conocía el deseo, el Amor por su hombre, y le lamió el cuello haciéndolo estremecer, mientras correteaba los dedos en la nuca, intentando detener la urgencia, cuidarse de no perder el control, por las supuestas cicatrices que debía respetar, pero además para borrar otras de un pasado, en que nada había sido así, y por ello se esforzó en que cada caricia fuera un delicado roce de pluma, suave, con el cuerpo dolorido pulsando con incontenible deseo por recorrer a Guillermo por fuera y por dentro, por embriagarse en él y de él, y las manos de Pedro lo recorrieron por entero, demorándose tras la mirada, en cada curva, valle y recoveco deseado, explorando la faceta física de lo que las palabras y las miradas conocían desde antes, y quiso hacer el amor irradiándolo, dejando fluir la emoción en cada beso, lametón, succión y caricia, hasta que las sensaciones estallaron en movimientos, en placer y pulsaciones.

En el beso exploró la boca como cada vez desde la primera en el hospital, con la lengua regodeándose en el mismo ritmo, a medida que lo penetraba, impidiendo que Guillermo se moviera, todo deseaba hacerlo, hasta reducirlo a gemidos y jadeos, de gozo y asaltos de temblores y estremecimientos, hasta que Guillermo excitado implorando que entrara o se saciara de su néctar, le clavó las uñas en la espalda, instándolo, y Pedro excitado por el arañazo, se sumergió con la mirada turbia en la ajena, los ritmos de los cuerpos se fueron ajustando, en un rubor ajustado en los dos, mientras el acuciante deseo crecía y los embargaba, y deseaban prolongarlo hasta la agonía.

 Pedro se obligó a quedarse en el interior de su amor sin moverse, tan sólo torturando en la boca, frotando la virilidad, mientras Guillermo alzaba las caderas desesperado, y Pedro lo aplastó con su peso, besándolo a mordiscos en la nuca y la espalda, mientras cruzó las manos para atrapar los pezones, rodándolos entre uñas y dedos, haciendo brotar gemidos guturales en su hombre, que lo apresaba en su interior rítmicamente en el abrazo exquisito del túnel.

..Mírame, amor, necesito perderme en la profundidad de tu alma antes que de tu cuerpo.

_Entonces sí lo aferró con todas las fuerzas, en la mirada, en el beso, apoderándose de cada rincón con pulso, enterrándose hasta el  fondo del habitáculo, rodeándolo con brazos y piernas como deseando abrazarlo con todo el cuerpo, envolviéndolo en él mientras iniciaba el galope, la zambullida en las profundas mareas cálidas internas, hasta llegar a un ritmo salvaje que asombró a Guillermo, que lo imitó de inmediato en compás, impetuoso, hasta que la manifestación física del amor tomó un matiz desatado, desmedido, intenso, en el frenético ritmo de caderas, y en cada espasmo de uno, el otro lo abrazaba en su interior, ordeñándolo, instándolo al derrame, provocando el ascenso a alturas infinitas en cada embestida de más y más fuerza y profundidad, hasta llegar a la muerte orgásmica feroz en al clímax, que los dejó desorientados, fuera del planeta, derrumbados en el mismo ser.

Guillermo se dio cuenta que se había dado por entero a Pedro, como jamás a nadie en su vida, sin control, sin reparos, sin juicios, sin dudas, y ahora lo miraba aturdido, dejándolo que siguiera dentro suyo, recorriéndolo perezosamente con las yemas  con adoración, en  cada vericueto del cuerpo, como un niño que descubre el propio por primera vez, porque todo era nuevo para Pedro, y decidió disfrutar sin moverse de tenerlo dentro, de la tibieza de su cuerpo envolviéndolo, de las caricias, hasta que en algún momento  se desenredaron, y Guillermo lo alzó para llevarlo al baño que había dejado preparado, con velas, espumas, sales y gel.

Era su placer bañarlo acariciando, secarlo y peinar ese pelo que luego seguramente volvería  a enredar, con el que soñara despierto y dormido cuando lo creía vedado, y cuidó en la bañera de no mojar la pierna enyesada, sorprendiéndose a cada rato a besos, susurrándose apelativos amorosos, inventando palabras de amor, para ellos, y los dos sintieron que una vida juntos, no sería suficiente, que deseaban la eternidad.

Finalmente regresaron plenos y exhaustos a la cama, se enredaron de nuevo, Guillermo lo arropó con cuidado, y Pedro se volvió a acurrucar en su puerto seguro, yéndose a la par al sueño, con la felicidad de saberse amados al fin.

09.00 horas.

___La mañana clara de febrero los encontró felices y abotagados de amarse, Pedro con el cuerpo agarrotado, sensible en zonas que lo hicieron sonreír, cuando Guillermo lo ayudó a vestirse, en remera y jean, para ir a desayunar con Fabián que ya ansioso los esperaba aunque con visitas, Camila y Rubén estaban allí.

Moravia y Miller al llegar.

Bs. As., Clínica Arias, horas antes.

___Emanuel ingresó a la salta de técnicos adjunta a la sala de Gustavo, ansioso, sin poder ocultar la preocupación.

El pedido del Juzgado, del estudio Graziani, de Camila y de su psicólogo, todos apuntaban a lo mismo, a que Gustavo Amaya fuera sacado del coma, y como director tuvo que rendirse y tomar la decisión, aunque desde que lo hiciera no pudo pensar en nada más, menos había dormido, preocupado por lo que le contaran de Quesada.

¿Cuál sería la reacción del muchacho al chocar con la realidad?

Mientras estuviera en coma lo podría proteger, aunque no podría mantenerlo así de por vida, pero, ¿qué sucedería con él despierto?

¿Y si era culpable y el Fiscal al fin pedía reclusión en cárcel común?

Ni siquiera podía permitirlo hasta el juicio, además nadie excepto Quesada lo pensaba culpable de nada, y sin embargo, tendría que mostrar la prueba por la cual  el médico lo había acusado, una propia carta de Gustavo, donde confesaba haber sido uno de los tres sicarios, con dos amigos de la Villa, aunque no nombraba a Pedro, luego de lo cual había intentado suicidarse, con lo que Quesada tuvo motivos para la internación, y para la denuncia que llevara a la imputación.

Había esperado que la familia se negara a autorizar que lo sacaran del coma para deslindar responsabilidades, sin embargo, habían consentido, asustados por los hechos que relatara Quesada, por el intento de suicidio ulterior.

Y Camila y Rubén deseando llegar a la verdad, maldijo la obsesión de los analistas en querer siempre la verdad, como si fuera una realidad absoluta.

Pero Gustavo le caía, bien, Camila y Rubén también, no deseaba que lo imputaran, menos que lo enviaran a prisión, y no lo creía culpable, pese a lo que aún no le revelaba a Camila y a su tío, había esperado hasta último momento que desistieran de despertarlo y de desear hablar con él.

Los padres le habían suplicado que lo cuidara, y estaba dispuesto a hacerlo, el pobre muchacho había inventado una realidad alternativa en la cual se escondía de vaya a saber qué horror, quizá de la pobreza en la que vivían, de la exclusión.

Y había construidos una realidad de delirios y alucinaciones, con un precio enorme por elegir esa protección, si es que la había elegido, porque según decían… lo había llevado allí, Quesada.

Inmerso en pensamientos preguntó al médico de guardia cómo había pasado la noche, ese viernes en que esperaban al Juez, y el médico con Camila le dijeron que bien, que por momentos pareció moverse, aunque pensaron que eran reflejos, pero lo cierto era que Emanuel y Camila sabían que no tardaría en despertar, y en cierta forma estaban conmocionados.

Cuando Camila  vio llegar a su tío y a Miller, el viernes,…, mientras Pedro era dado de alta, los condujo al área restringida, cercana a la habitación de Gustavo.

Emanuel al acercarse y verlo tan pálido, delgado, indefenso, sintió el impulso de abrazarlo, pero no podría demostrar sus emociones en público más tarde.

Quesada no había aparecido desde que las drogas inductoras se habían cerrado, y Arias revisó la planilla de signos vitales, con una oleada de angustia recordándole si habría tomado la decisión correcta, pero en su profesión nunca lo estaba seguro del todo.

Lo miró tomándole la mano, y de súbito un escalofrío lo invadió, Gustavo había aferrado sus dedos, estaba seguro que no era un reflejo, que estaba despertando al fin.

Y murmuró para sí.

… Perdón, Gustavo, y bienvenido a esta realidad de mierda, ojalá puedas salir de acá, hacia una vida mejor, ni a la cárcel ni a la villa, pero las respuestas para ello, no las tengo yo.

Bs. As., sábado, 20 de febrero de 2016.

Provincia.

…Hola hijito, ¡Camila, Rubén!

… ¡Hola Guille, Pedro!

¿Te sientes bien?

… Muy bien sí, gracias Camila, ansioso por saber de Gustavo, de lo sucedido ayer.

… Lo imaginamos, desayunen tranquilos, mi tío, y el Fiscal están viniendo hacia acá, desean mostrarles cosas y hablar con ustedes.

…¿Pasa algo malo?

… Difícil, Pedro, complicado, aunque haremos lo imposible porque el juzgado reconsidere la postura, Gustavo despertó, te recuerda, y también al padre Adolfo, y a los demás.

…¿Entonces?
… Que asegura haber participado de los asesinatos, pero no te preocupes delira, sólo que debemos demostrarlo, porque Quesada querrá hacer lo opuesto.

… No puede ser que se culpe.

.. Le lavó la cabeza, se lo dijo Quesada, le hizo confesar por escrito, estoy segura.

…¿Cómo?

… Fue duro, te aseguro que es duro, no será fácil desarmar a estos tipos, pero lo haremos, ahora mientras esperamos desayunen tranquilos, y además debo darte una carta que te dejó el padre Adolfo, creo que estaba por hacer algo, y sabía que podían asesinarlo.

… Dámela, quiero leerla ahora, por favor Camila.

Y por favor, necesito que me cuenten absolutamente todo lo que dijo Gustavo, debo saber qué le hicieron.

… Lo grabamos, es la idea que lo escuches, es fuerte, pero quizá sepas algún detalle que nos permita saber cómo llegó su mente a creer que fue uno de los sicarios.

… No lo fue, no es un asesino, no es esquizofrénico tampoco.

… Es lo que le dije a Emanuel, es un cuadro que no terminamos de conocer, está enmascarado por la droga, no es algo típico, es un delirio muy estructurado que no es de un esquizofrénico, pero ya te explicaremos luego.

.. Cielito, lee la carta.

___Con los dedos trémulos, Pedro acarició el sobre como si fuera la mano del sacerdote, y olió todavía su aroma allí.

“… Pedro, querido, si estás leyendo esto es porque ya no estaré a tu lado, creo que me queda poco tiempo en este mundo, y créeme que lo único que lamento es dejarte solo__Pedro se quedó sin voz, las lágrimas rodaron sin excusas, y Guillermo tomó la carta, entendiendo que deseaba que se la leyera.

… Parece que tengo menos tiempo del que esperaba, me han amenazado, he recibido anónimos, y me confieso sorprendido por estar tan cerca de Dios y a la vez por lo corta que ha sido mi vida.

No quiero comprometerlos, menos a ti, te conozco desde pequeño , sé lo que has sufrido, y no quiero que malgastes más tiempo en cosas intrascendentes o en odios y rencores, quiero que te centres en lo verdaderamente importante, sé que lo encontrarás.

Sé que no te apartarás del camino del bien, pero deseo que te reconcilies con tu pasado, te dejo acá lo último que averigüé de tus hermanos y de Julia, búscalos, hablen, quizá no te deje solo, después de todo.

Tendrás muchas responsabilidades, para muchas no estás preparado, pero Dios pondrá en el camino  a las personas que te guíen como hasta ahora lo hice yo.

Te conozco desde pequeño, te hiciste cargo de todos desde entonces, de todo. Deja las culpas, no tienes ninguna, sé que eres obsesivo, exigente contigo, inquieto y difícil de conformarte.

Colocas a todos en pedestales de los que caen y te desilusionas, no lo hagas, no con todos, y nunca seas tu peor enemigo, libérate, ama, no esperes la perfección suprema que es sólo de Dios, ni en los demás ni en ti mismo, y tal vez así encuentres esa felicidad huidiza que te ha eludido desde niño.

Perdóname por dejarte si lo que temo sucede, y perdónate a ti mismo por no haberlo adivinado. Ésta es la vida que estaba destinada por Dios. Sé feliz y no malgastes la tuya.

Te quiero siempre.

Adolfo”.

___Cuando Guillermo dejó de leer, en respetuoso silencio, todos estaban llorando, y Pedro se abrazó a él.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CAULQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.