EL VIAJE. CAPÍTULO SEGUNDO ANIVERSARIO, 102.

EL VIAJE.

 

CAPÍTULO 102.

“REALIZADO
Recorres tierras extrañas
ajenas a ti
te sientes diferente
transformado por un no sé qué
que te invita a reflexionar
a analizar
a tratar de comprender
lo que ha sido y será
toda tu vida de ahora en adelante
tu pasado
tu presente
tu futuro
todo pasa por tu mente
todo te agobia
te atormenta
te llena
te sientes diferente,
¿mejor? ¿Peor?
Ni tu mismo definirlo puedes
caminas en las calles tranquilas
sin ruidos
sin problemas
y te sientes realizado,
lleno de luz y esperanza”.

Robert Allen Goodrich

D.R.A.

 Viena, 21 de mayo de 2016.

__Guillermo cantaba bajo la ducha, mientras oía tras el arrullo del agua el parloteo de Pedro con los trillizos que jugaban para  en media hora ir a cenar y según todos a divertirse la Parque de atracciones.

Los días pasados habían recorrido palacios y lugares de ensueño, casas de famosos, de artistas y  calles encantadas, ya se amontonaban las últimas horas antes del regreso a Argentina, y el siguiente viaje que habían decidido emprender  apenas regresar.

La idea era encontrar el  sitio similar al año 2014, y según comentara Fabián, ya estaba nevando en Mendoza, por lo cual casi sin escala, tomarían rumbo a sus lugares del inicio de El Viaje juntos, dos años atrás.

Pedro estaba relatando a Fabián el recorrido de los días previos en que se aventuraron a Polonia, enredado entre piernitas y brazos de los chicos.

“Aunque ya habíamos pasado tres jornadas en Cracovia, hasta que no llegó la noche del tercer día no comenzaba la verdadera aventura, el auténtico Interraíl. Teníamos cierta inquietud porque no sabíamos muy bien qué nos encontraríamos en los trenes polacos, pero resultó que el trayecto Cracovia-Viena está muy frecuentado por turistas (al menos en verano) y había bastantes en nuestro vagón. Dormimos en un compartimento para 6 personas con literas, que únicamente estaba ocupado por nosotros y dos chicas jóvenes polacas que iban a estudiar a la universidad de Viena. Fue una noche tranquila, únicamente nos desveló el control policial que hacen para pedir los pasaportes, que como era la primera vez que nos pasaba, podrás imaginar nuestras caras cuando a las dos de la madrugada aporrearon la puerta de nuestro compartimento unos policías que entraron a grito pelao diciendo “Police! Passport control!!” Pero era algo normal que nos acompañaría en el resto de trayectos y acabaríamos asumiendo. A mitad de la noche, en una de las paradas intermedias que hace el tren de madrugada, entraron en nuestra habitación dos chicas también turistas que provocaron un ataque de risa que les duró una hora a las polacas, cuando una de ellas al subirse a la litera, la escalera se soltó y la chica cayó de espaldas arrastrada por el peso de su mochila pegándose una leche tremenda. La verdad que no se nos hicieron nada pesadas las 8 horas y pico de trayecto, dormimos más o menos bien y a las 06:20 de la mañana llegamos puntuales a la estación Wien Westbahnhof. Después de reservar los billetes de tren para ir a Budapest, trayecto que haríamos tres días más tarde, nos fuimos andando a nuestro hotel pues estaba cerca de la estación. Y así que después de desayunar algo nos fuimos al metro (U-Bahn) para continuar cuanto antes disfrutando de esta  ciudad.

Y qué mejor que repasar o seguir por uno de los lugares más famosos, conocido como Versalles vienés, el enorme Palacio de Schönbrunn. Este edificio del siglo XVII situado fuera del centro neurálgico de Viena, era la residencia de verano preferida por la familia imperial de los Habsburgo, sobre todo de la célebre princesa Sisí, que disfrutaba de sus enormes jardines y de la tranquilidad que se respiraba en este lugar. Comenzamos visitando el interior, para ello compramos el Classic Pass que nos costó 14,90 € por persona con tarifa reducida (la normal 16,50 €). Sí, un precio realmente abusivo, aunque poco a poco iríamos comprobando que los precios en general de esta ciudad no son precisamente baratos… Acompañados por las explicaciones de la audioguía, disfrutamos con la exquisita decoración de las 40 habitaciones que se pueden visitar (el palacio cuenta con más de 1000), como los apartamentos del emperador Francisco José y la emperatriz Isabel, las salas de Estado o la  Gran galería.

Nada más salir del enorme palacio, característico por su color amarillo, ante nosotros se extendía una gran explanada, y nos dimos cuenta de que la superficie que ocupa Schönbrunn es descomunal. En la parte izquierda se encuentran los jardines privados, conocidos como jardines del príncipe heredero. La sensación al caminar por allí es como estar en una película, parece que en cualquier momento nos vamos a cruzar con Sisí o con un carro de caballos de época.

La fuente de Neptuno preside la parte baja de los jardines, y pegado a ella hay un parque “infantil” donde nos lo pasamos pipa, sobre todo en su gran laberinto que nos atrapó durante al menos 15 minutos.

Para llegar a la parte alta hay que salvar un gran desnivel, subimos por un camino serpenteante que compensa la fatiga con unas bonitas vistas, y una vez arriba, a los pies de un gran estanque se levanta la Glorieta. Es un edificio alargado en forma de arco del triunfo coronado por un águila imperial, cuya azotea hace de mirador excepcional de todo el palacio y sus jardines. Allí descansamos unos minutos antes de despedirnos de Schönbrunn, habíamos empleado toda la mañana pero aun así debido a su gran tamaño dejamos cosas sin visitar, como un pequeño zoo del que dicen es el más antiguo del mundo.

Pusimos rumbo al centro de la ciudad, y después de comer algo en el Mc Donald´s que hay cerca de la Catedral en Stephansplatz (que visitaríamos al día siguiente), caminamos hasta el Palacio de Hofburg, residencia principal de la antigua realeza austríaca durante más de 600 años, sobre todo de los Hasburgo. De nuevo, fuimos víctimas del elevado precio de las visitas, esta vez fueron 9,50 € por cabeza con reducidda (10,50 € tarifa normal), pero bueno al fin y al cabo no se sabe cuando se va a volver y a uno de los imprescindibles no se le pude decir que no. La entrada (audio guía incluida) nos permitía visitar tres partes del complejo: los apartamentos imperiales, el Museo de Sisí y la platería de la corte.

En el Museo de la platería de la corte encontramos cantidad de objetos como vajillas de porcelana, algunas realmente sorprendentes por sus cuidados dibujos, piezas de cubertería, cristalería y mantelería que la familia imperial utilizaba en sus eventos culinarios. Desconozco el número de piezas que se exponen, pero diría que son miles.

Museo Sisí, donde pudimos ver vestidos, retratos, la habitación y pertenencias de Isabel de Baviera, la  emperatriz Sisí. Su figura se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de Viena, y este museo es uno de los lugares más visitados. Su vida estuvo marcada por multitud de trágicos sucesos, y es recordada sobre todo por su rebeldía y obsesión por su delgadez, que llegó a ser enfermiza. El museo recorre las diferentes etapas de su vida, y no podía faltar una parte dedicada a las numerosas películas que se han rodado, las más conocidas protagonizadas por Romy Schneider.

La última parte del palacio que visitamos fueron los Apartamentos imperiales, donde realmente residían Francisco José e Isabel con toda la corte. Al igual que en Schönbrunn, la decoración de las diferentes estancias está cuidada hasta el mínimo detalle, con abundantes estucos, pinturas y tapices, además de muebles y lámparas de época.

Llevábamos ya una larga jornada que empezamos bien temprano, que sumado al cansancio del viaje en el tren nocturno (por bien que lo llevásemos no se duerme plenamente bien en una estrecha litera…), nos hizo recogernos pronto en el hotel.

 Después del merecido descanso (del que despertarnos sin saber qué hora era ni dónde estábamos), decidimos salir para aprovechar la tarde-noche. Y elegimos un lugar muy especial, de los más concurridos a esas horas por turistas y locales, el parque de atracciones conocido como Prater. Se encuentra situado en un verde parque y la entrada es gratuita, sólo hay que pagar si uno quiere montarse en alguna de las más de 250 atracciones que contiene, algunas modernas y otras más antiguas, como la nostálgica Noria Gigante, que fue inaugurada en 1897 y es una de los símbolos de Viena”.

…Amor, nos queda mucho por visitar aún, y nada de tiempo. La  Catedral es bellísima.

A ver, mis nenas, creo que papá olvidó qué día es hoy, pero papi, no, vamos a comer, esperen que cierro la notebook.

___Cuando Guillermo salió del baño secándose el pelo, en bata, encontró a Pedro enmadejado con los niños en el piso, y ellos manoteando algo que llevaban a la boca.

...¿Qué se supone que están haciendo y comiendo del piso?

… Nada grave amor, olvidas acaso que es el cumple mes de los trillizos, tenían hambre, y hasta llegar a la cena les hice la leche, pero especial.

… Esa porquería no es leche, además… ¿Qué se supone que hacen en la mugre del piso, con los bichos y gérmenes y las manos en la boca?

… Ya Guiie, no empieces, está limpio, y las manos van a la boca desde el cuenco.

__Guillermo marcó el ceño y se acercó impasible lanzando miradas de desaprobación hacia Pedro, que le sonreía sin efecto, y al asomarse, vio algo similar a leche con algo más que las nenas sacaban a gusto.

… Pedro, en lugar de festejo terminaremos en el hospital, ¿qué están comiendo acá?

Déjame probar una.

… ¡Mía pa!

…! Ajá! ¡Mira a la señorita Bárbara!

… Tiene razón, papá, déjala tranquila, le gusta y no le pasará nada.

 Son galletas, cielo, les embebí galletitas en la leche, estaban con hambre.

… De chocolate, es un enchastre y en el piso con los gérmenes.

.. Guiie, termina, ve a vestirte, que tengo que hacerlo yo, mira que es sport elegante el vestuario.

… Te advierto, Pedro si hay que ir a un hospital, irás solo.

.. Bueno…

___Al fin entre miradas furtivas y rezongos, lograron vestirse, mientras Pedro se encargó de lavarles las manos a los niños, y limpiarles la carita, ya estaban cambiados y listos para la visita al Parque de distracciones, y Amalia y Alberto los esperaban.

Entraron entre el gentío a una especie de carpa gigante, en donde las mesas estaban colocadas estratégicamente debajo del espectáculo de acrobacia del lugar, y ocuparon una junto a unos españoles y al menos podían entender el idioma, para cuando comenzó la ronda de degustación de vinos con panes vieneses, que los trillizos iban probando junto a los papás.

… Cielito, estos niños están obesos, no pueden seguir comiendo pan.

.. No son obesos, ya verás, al llegar a casa iremos al pediatra, y te dirá que están en peso.

… Igual, hace  horas que estamos comiendo pan, y que mientras….,  relojeas a los Sres. semi-desnudos del espectáculo, no creas que no  me he dado cuenta.

___Hablaban en susurros cargados de chispas, en el disimulo  para evitar el papelón mayor, pero en verdad  era imposible no mirar el espectáculo, a cargo de musculosos varones acróbatas, en sogas desplegadas en lo alto.

…En todo caso miramos a la par, corre parejita la cosa, en cuanto al pan, deja de probarlos si quieres, en quince minutos se abrirá el bufé. Espero que no sea de cosas crudas y raras como en el palacio  anterior, porque no comeré, prefiero el pan. Esta vez tienes razón, Graziani, empiezo a extrañar los asados de Beto.

… ¡Guau! Sí, atrás, es impresionante.

__Efectivamente se corrió un cortinado apareciendo el mesón con platos fríos y calientes imposibles de probar todos, pero hacia allí fueron terminando por elegir salmón, y algunas guarniciones más conocidas, ante la variedad de mezclas raras que Guillermo desaprobó al verlas.

Los acróbatas, la música y las voces comenzaron a surgir efectos no deseados, y al fin, luego de un postre que no supieron bien definir en sabor y nombre, decidieron salir de la carpa, hacia el parque, deslumbrándose ante la Noria, la gigantesca rueda giratoria construida en 1898 por el ingeniero inglés Hitchins, con una altura de 64, 75 metros, y al verla Guillermo sintió un escalofrío recorriéndole la espalda.

… ¿Qué es esa cosa cielito?

… La Noria, amor, gira tan lentamente que en veinte minutos podremos disfrutar de una magnífica vista sobre la ciudad.

…¿Podremos?

¿Piensas subir a esa rueda gigante con tus hijos?

… Obvio, todos lo hacen, es un símbolo de la ciudad.

… No. Morir cayendo de esa montaña rusa o como diablos se llame al final del viaje, me parece patético. Me voy.

… ¡No me digas! ¿Sabes acaso salir solo de acá sin el guía y regresar al hotel de noche?

__Guillermo observó los alrededores, y en verdad en el trayecto hasta llegar en la combi, entretenido sin mirar el afuera, dieron tantas vueltas que no tenía la menor idea de dónde estaban, menos de cómo regresar, y miró la muchedumbre a  su familia, a Alberto y Amalia que estaban ya subiendo al aparato, y finalmente a su esposo que le robó un beso y le aferró de la mano.

… Ven, tontín, nos sentaremos en el habitáculo y nunca olvidarás esta visión, ni te darás cuenta que gira, solamente te tienes que concentrar en mirar la ciudad.

___Guillermo palideció resignado, subieron a un habitáculo vidriado, y en realidad era tan amplio, y el movimiento tan lento que se acostumbró, la vista era espectacular.

…Era coto de caza de la dinastía imperial y fue donado a los vieneses por el emperador José II en 1780.

… Es muy lindo, todo, pero cuando bajemos de esto, regresemos al hotel.

… Sí amor, esto cierra a medianoche, estaremos en tiempo, nos estarán esperando, apenas he tenido tiempo de comprar algunas chucherías acá.

__El trayecto de regreso los encontró abrazados, exhaustos mirando a los niños dormir.

Y así los colocaron en las cunitas con sigilo, para al fin quitarse la ropa ellos, deslizándose bajo las sábanas exhaustos de andar.

… No dejaste tipo sin escudriñar.

..Tampoco tú, no vayas a empezar a esta hora con los celos, más bien piensa en que por la mañana iremos a iglesias y Catedrales.

Le dije a Fabián que deje mi coche en el  taller, así ni bien  nos ponemos al día y revisamos todo allá, podremos salir para el Oeste, si es que lo deseas aún.

… Más bien que lo deseo, parece mentira, dos años ya de aquel caso, de aquel viaje, de aquel encuentro.

…Nada importa si estamos juntos luego de todo lo sucedido, ni que llueva, que esté nevando, que cierren el paso, que gastemos más de la cuenta, o que perdamos el calor para pasar al crudo invierno.

Tampoco si nos endeudamos en el estudio, o siquiera si vamos envejeciendo, me resbala estando a tu lado, y de ellos.

He conciliado con mis padres, tu has subido a aviones y trenes, a bus sin aire acondicionado, y has soportado fobias, y sustos, dirimimos las armas, y solamente nuestros hijos y nosotros damos sentido a esta vida, somos y son el tesoro único, y hemos logrado en este tiempo la tierra prometida, el reino de los cielos, dentro de la familia que conseguimos, y nada más tiene importancia.

__Pedro decidió poner fin a la charla, para lo cual se  arrodilló sensualmente, desabrochando el cinturón de la bata, dejando caer una y  otra manga mientras se erizaba el vello en ambos en la visión irreal, y Guillermo observaba fascinado el espectáculo, casi se diría más que Viena desde la  Noria un rato antes, con la mandíbula contraída, el brillo ganando los ojos, la respiración tornándose laboriosa, y sin tapujos deslizó la mirada hasta detenerse en los pezones, demorándose allí para ascender al rostro.

Pedro se puso de pie para que la bata cayera a un blando montón, y se inclinó lentamente sobre el cuerpo de Guillermo con un perverso placer en la mirada curiosa y mientras los ávidos labios tomaban el cuello, y descendían al triángulo bajo la garganta, los dedos diestros daban cuenta de sacar de encima la bata de su esposo, que ya respiraba como si hubiera corrido cien kilómetros, mientras Pedro descubrió bruscamente el musculoso torso, acariciando dulcemente los escasos rizos palpando con las yemas la piel abajo y Guillermo dio un respingo ante el delicioso tacto, con la respiración silbando, mientras su cuerpo ahora era explorado en el terso vientre donde Pedro frotó la sedosa piel dibujando el ombligo.

Pedro se sentó sobre él en provocadora postura, sintiendo la protuberancia pétrea de su marido que a la vez le disparó oleadas de calor abrasador por doquier, cuando descendió a lametearla en caricias circulares, mientras maniobró con las manos donde el latido nacía, haciendo a Guillermo gemir y más.

Pedro ascendió a frotar el pecho sobre el latido desbocado del corazón, fascinado en la textura del cuerpo, que besó y acarició hasta perder y hacer perder la razón.

Los ojos dentelleaban de hambre, las respiraciones encallaron en la garganta, hasta que los labios se buscaron, se lamieron, se chuparon, se atraparon para deslizar luego las lenguas  a la boca ardorosa, y suave, enroscándose,…, mientras los cuerpos se amoldaban piel a piel, rozándose las palmas con las uñas, disparando detonaciones por doquier, y dejaron regueros húmedos en las zonas exactas del cuello y bajo las orejas, mientras comenzaban a sentir el vacío interior, y al fin Pedro capturó un pezón arrastrándolo muy adentro, trazando círculos con la lengua sobre el extremo, atacando en cortas arremetidas, chupando, lamiendo sin descaro, hasta que Guillermo implorante gimió, dando el último lametón, para torturar al otro, mientras se retorcían y ondulaban prolongando la finalización.

Ambos deseaban lo mismo, que el otro lo colmara, lo llenara, lo poseyera, deseándose a morir, y besándose nuevamente, Pedro tomó el deseo de su esposo que gimió enardecido, mientras fascinado Pedro acariciaba la satinada piel, y sopesaba el peso recio de las masas laterales, acariciando, y frotando, mientras la mirada de Guillermo estaba prendada en su cara.

Guillermo al fin reaccionó y se volteó atrapándolo debajo, con el peso hundiendo a Pedro en el colchón, que sintió el deseo hurgar en su acceso tanteando el ingreso, hasta que  se onduló dos o tres veces, hasta quedarse quieto esperando, casi sin poder respirar, ardiendo y enfebrecidos, con los ojos brillantes, con las miradas viajando imprudentes por todo el cuerpo.

Pedro lanzó imprudentes sonidos y su voz se disolvió en suspiros y gemidos, cuando los dedos de Guillermo seguidos de la boca, prepararon el ingreso antes de morder las nalgas, y las acunó con cálidas manos para hacerse un festín en la boca en el beso, y el ritmo de la boca era el mismo de los dedos en su interior.

Guillermo enterró los dedos en el cráneo, repartió besos por todas partes, por la cara, los hombros, el cuello, la nuca. Lo abrazó cubriendo de senderos la espalda con las manos, susurrándole al oído su amor, cubriendo la boca en un beso adorable, ávido, enredando las lenguas mientras la excitación se desbocaba en el interior, y aspirando el aroma, besando cada centímetro de piel, lamiendo y mordisqueando ante las ondulaciones de cadera de Pedro que le musitaba que lo adoraba, arrogante, gruñón y celoso, con encantos y defectos, con su pasado y su futuro, mientras Guillermo paseaba la lengua y mordisqueaba la espalda, hasta que los dientes se prendaron de las nalgas, ascendió al beso a la boca, acomodando al fin las piezas, y  se dejó caer penetrándolo en forma precisa llenando toda sensación de orfandad.

Pedro gruñó aferrándolo por detrás invitándolo a entrar por entero, y comenzar a embestir sin tapujos una y mil veces, y así lo hizo, mientras Pedro lo abrazaba ordeñándolo, embistió, con los antebrazos apoyados, empapados en el mismo sudor, embelesados en la visión del rostro perdido, hasta que Pedro elevó las caderas para tomarlo en mayor profundidad, mientras las bocas en la misma ansiedad hacían resbalar las lenguas en el mismo frenesí.

Ante los susurros de te amo, las embestidas se descontrolaron en ritmo rápido, profundo, fuerte, enterrándose hasta atravesarlo, estremeciéndose en la cornisa con violencia, cuando acordaron rendirse y derramarse con pasión, con la respiración detenida en la neblina de la inconsciencia, del orgasmo devastador, en la agonía de placer agónico que los catapultó fuera del mundo, para recomenzar,.., tiempo después e ir por más… aún.

CONTINUARÁ.



Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto, escenas explícitas.