LA CÁTEDRA. CAPÍTULO TERCERO.

LA CÁTEDRA.

CAPÍTULO TERCERO.

“Te amaré sin te quieros, porque sé cuánto

te asustan. Así que de mis labios nunca los

dejaré escapar. Se acumularán en la punta de

mi lengua cada vez que te mire, cada vez que

te piense o cada vez que te extrañe. Y cuando

tenga la boca llena de quererte, te los daré de

contrabando en un beso, o dos, o doscientos,

hasta que me quede sin aliento, hasta que

 todos mis te quieros se posen en tus

pestañas, y te enjuaguen los ojos

con amor y mi mirada”.

Mind of Brando.

 

Bs. As., miércoles 08 de junio de 2016.

Provincia.

…! Guau! ¡Qué pinta!

Parece que esta audiencia fuera especial, papá.

.. No molestes hijito, es especial, trabajé mucho para que  ganemos, ya puedo dar cátedra de apraxia en la facultad de Medicina con lo que le voy a inventar al cliente.

Hablando de La Cátedra, ¿hoy no tienen Filosofía?

… Martes y jueves, Guillermo___ Valeria suspiró y Fabián la miró con enfado.

¡Qué lindo es Pedro! No te enfades, Fabián, pero hasta los varones lo dijeron.

…¿Los Varones?__ Guillermo sintió una alarma sonando.

… Es copado, no se puede negar, es lindo, qué sé yo, sí, es fachero, además es muy simpático, desestructurado, es fácil estar con él.

__Guillermo engullía una tostada cargada de mermelada que no supo cuándo la colocó, enterrando la mirada en el café, escuchando atento cada opinión, mientras correteaban las cosquillas en el vientre junto a las sensaciones de la noche con el profesor.

…! Pa! ¡Te colgaste!

… No, estaba escuchando, me interesa lo que opinen, porque le propuse que sea mi socio, te dije, si es como dicen, me va a complementar bien, le caerá bien a Gaby y a Beto, mal a Marcos, seguramente.

… ¿Y eso cuándo se concretará?

… Hoy, mañana, no sé, hoy me va a acercar el currículum, en realidad estará en la audiencia.

__Valeria y Fabián cruzaron miradas cómplices, y a la vez cargadas de interrogantes que guardaron por ahora.

… Te llevamos, y nos vamos a la Facultad, casualmente hoy tampoco vas, al parecer los días tuyos y de Pedro en la cátedra coinciden.

.. Así parece, no sé sus horarios, pero si  entrara al estudio, será mejor así.

… No, mejor sería que  no coincidieran, así uno está siempre disponible, pero al parecer ya son muy compinches.

… Hijito, vamos, que  van a comenzar sin mí.

Valeria, ¿me veo bien?__ Guillermo ya se había mirado  una y mil  veces en cada espejo e imagen reflejada, con impecable traje negro, corbata anudada como nunca, el pelo brillando, los zapatos impecables, el perfume con aroma a madera, pero deseaba que Valeria le diera su opinión, y tras corroborar que estaba perfecto, al fin sintió lo que esperaba desde verlo marcharse, una vibración del celular que lo sacó del estado de hipnosis en que había quedado,  entre el enamoramiento, la falta de dormir de la noche y las sensaciones persistentes.

…” ¿Estás saliendo? Me encantó verte y tenerte en mis brazos. Olvidé ofrecerme a pasarte a buscar”.

”.Me lleva Fabián. También me encantó todo. No olvides el currículum.

¿Almorzamos juntos? Te veo en el juzgado”.

___Guillermo sintió que toda la sangre de su cuerpo se agolpó en la cara y que el mundo vería su rubor en cada instante, era un adolescente enamorado, y sin embargo  tenía que ganar la audiencia, y enfrentar a su hijo con una verdad que nunca sintió que diría.

A Fabián y a todos, excepto Juan, nadie lo sabía. Era el derecho que le asistió siempre, el resguardo de su intimidad.

Bs. As., Tribunales. 11.50 horas.

__Guillermo esperaba ansioso como ante cada caso al cliente, Alberto le dijo algo, llevaba bajo el brazo elegantemente el expediente, pero muy íntimamente sabía que las cosquillas y la ansiedad que lo embargaban de cabeza a pies esta vez, no se debían a la audiencia, sino al espectador de lujo que sus ojos rebuscaban en el horizonte.

Al fin ingresó a la sala con su cliente y Alberto, ocupando el lugar de la defensa, pensando que quizá, Pedro nunca llegaría, casi llegó a sentir que llevaba horas en un sueño profundo, y que nada había sido real.

El aire faltaba allí y salió nuevamente a buscarlo, alejándose unos pasos.

Pedro coqueto pasó horas afeitando la barbilla más prolijamente que de costumbre, eligiendo uno entre mil sacos, al fin  quedándose con un aspecto sport elegante, el pelo impecable, los labios aún recordándole los besos, dados y recibidos, como marca de que fueron reales, y el detalle del perfume completó el aspecto para mirarse al espejo por última vez, rogando que Agustín durmiera el resto del día y que nadie lo molestara por horas.

Las mariposas aleteaban presurosas como el corazón tamborileando en el pecho al tiempo que ingresó a tribunales, ni siquiera había pasado por la empresa, para que nada ni nadie perturbara la llegada a escucharlo en el escenario, a comprobar lo que aunque no le dijera, sabía de boca de muchos, que era el mejor penalista de la provincia __ , y el más seductor__,  pensó con la sonrisa dibujada mientras en medio de saludos a algunos colegas entraba a la sala, tratando de pasar desapercibido, si bien le gustaba mezclarse informalmente con los alumnos en la cátedra, no le pasaba lo mismo en el ambiente de colegas y de tribunales, prefería resguardar su bajo perfil allí.

Al llegar le pareció reconocer a un abogado civil que tenía visto de algún lado, Juan Arismendi, y  una inoportuna desconocida punzada lo invadió por instantes, no supo el porqué, pero  dentro de la sala, escuchaba atentamente el murmullo primero, los comentarios sobre el abogado, después, guardando en su fuero íntimo que era el que más lo conocía aunque se mantuviera en cauto silencio y atrás.

Las opiniones acerca del hombre que lo fascinaba eran encontradas, desde aquellos que lo veían como engreído, orgulloso, y soberbio, hasta acérrimos defensores de sus artimañas para ganar o ganar en favor de los clientes que aceptaba con sus límites, pero tomado el caso, decían que no escatimaba en trampitas para ganarlo, y en esa audiencia no haría excepciones. Paseando la mirada reconoció al juez, al fiscal en la mesa de su cliente, y le llamó la atención en la mesa de la defensa el cliente de Guillermo, al cual lo notó igual de nervioso que al del fiscal y a los supuestos testigos.

El corazón volcó de súbito, agradecido de que su tronar quedara enmascarado por el murmullo general ante el ingreso apresurado en una exhalación de Guillermo Graziani, imponente, seguro, arrasando con el aire a su paso, pidiendo disculpas por la demora, saludando al Juez particularmente, al fiscal, a los testigos, y  Pedro se percató del revolotear de un hombre alto, rubio, de físico imponente a su alrededor, que asoció con otro abogado del estudio.

 Llevaba en su  maletín como tesoro,…, el currículum, y en la mente sus condiciones para ser socio jurídico del hombre que en la vida ya había elegido, con seguridad horas antes.

Pudo entender que el Juez había llamado a silencio, que daba inicio a la audiencia, que el fiscal iniciaba su alegato, viéndolo seguro en el mismo, certero en las preguntas a los testigos, e intentó imaginar cómo el abogado de sus sueños desarmaría esa estrategia verídica al parecer contra Postiglioni. Sabía que Guillermo no lo había detectado aún, y con esfuerzo sobrehumano lo vio dar vueltas el expediente de  principio a fin, al rubio ir y venir,  se obligó a despegar la mirada para concentrarse en el alegato imaginando su muy posible rol en horas o días, en una oportunidad así, cuando supo que de haberlo conocido días antes en persona, podría él haberlo asesorado en apraxia y en lo que iba a necesitar de medicina, pero sería en otra oportunidad, a solas, en el departamento de Palermo.

Seguía concentrado en el alegato, la presentación de pruebas y testigos del fiscal, cuando el vello de la nuca se erizó, las miradas chocaron, y se sumergieron uno en el otro, a navegar los laberintos del alma como en la noche, leyendo el mismo mensaje, mientras el mundo se difuminó por un instante infinito, hasta que el mismísimo juez llamó a la realidad a Guillermo, que se puso de pie, tomó una bocanada profunda de aire, retomó el control de su mente, tratando de dejar para luego lo que la sonrisa con hoyuelos le había disparado, e inició su clase magistral de apraxia, con las compinches acciones del cliente, que despertaron más que una sonrisa en Pedro, ante cada caída de la torre de naipes  construida por el fiscal, con un soplido estratégico de Guillermo, y el hombre como el abogado, decidieron que lo deseaban para siempre en la vida, seducidos por el lenguaje gestual antes que el verbal, y al mirar alrededor vio que en toda la audiencia causaba el mismo estado de trance, como experto personaje de una obra de teatro magistral.

Guillermo dejó a todos desconcertados, y el juez pasó a cuarto intermedio para el día siguiente, la muchedumbre rodeó a Guillermo, por momentos arrebatándolo de la mirada encantada de Pedro, hasta que al fin pudo acercarse, y tras sonreírle con todos los gestos, y darle la mano con firmeza, al felicitarlo, le guiñó por las trampitas preguntándole cuál sería la próxima, cargándolo por los alegatos desarmados, la clase de apraxia, los testigos desdibujados, pero el caso ya estaba ganado.

Lo único desagradable cuando habían decidido salir hacia el bar y a un restó, fue un cruce extraño con el agresivo Fiscal que trató a Guillermo de gay, en palabras inusuales, con una manifiesta animosidad, dirigiendo flechas envenenadas a Pedro, que desechó esquivándolas.

___Al fin se escabulleron, desviándose del bar con conocidos, subiendo al Sonic, y yendo a un restaurante donde esta vez Guillermo pidió asado, y Pedro ensaladas, ante la sonrisa cómplice.

Prácticamente estaban flotando enlazados en la mirada, acariciándose las manos entre las botellas, cuando al fin, mientras esperaban Pedro se inclinó para levantar el maletín, y le dio el currículum a Guillermo que se estremeció en la visión de la foto, pensando que habitualmente la selección la hacía Marcos, pero que esta vez y sin aviso la haría él.

… ¿Estás decidido? ¿Podrás? ¿Avisaste en la empresa?

… No tengo nada que avisar, soy dueño, lo haré cuando decidas contratarme, mira que no trabajo los viernes, no recibo órdenes de nadie, y quiero el 50% de los casos penales.

…¿Nada más? ¿No será mucho? O… quizá poco.

… Por ahora, no se me ocurre algo más___ la sonrisa encantada derritió a Guillermo que supo balbucear: sos mi socio ___, sin darse cuenta siquiera.

___El mozo los interrumpió, Guillermo le contó mil anécdotas y le fue hablando entre risas sonoras, y miradas profundas, la vida desde Cuca hasta de Marcos, como para que Pedro supiera dónde se movería.

Estaban terminando, y pidieron café.

… Ahora pago yo, Guille.

…. ¿Mañana vas a la facultad o vienes a ver cómo aplasto al fiscal?

… ¡Arrogante!

… ¿Te parece?

… Ya lo asesinaste hoy___ de súbito la sonrisa se apagó y Pedro cambió de tema.

Guille… ¿me pareció o tu hermano te agredió?

… No, Pedro, no es mi hermano, hermanastro, y gracias, pero no quiero hablar de él ahora.

… Bueno, hablemos de nosotros entonces. Mañana tengo cátedra, pero a las 14 horas, por lo tanto mucho antes veré el triunfo, y si aceptas mi currículum, quizá pueda ir al estudio, firmar el contrato y renunciar a la asesoría legal en la empresa.

…Veo que vas rápido en todo___ embobado en los labios.

…¿Tienes planes para el fin de semana?

… Nunca los tengo, ¿por?

… Hasta conocerme, siendo así, tienes un viaje, los dos, solos. ¿Aceptas?

… Pedro, espera, un viaje ¿en qué medio, y adónde?___ sorprendido, alucinando en la expectativa y ansioso, Pedro le había despertado de un largo período de adormecimiento y lo empujaba al vértigo de su vida.

… En mi coche, y el lugar es una sorpresa, acostúmbrate, todo a mi lado será así. ¿Aceptas?

… ¿Es el sitio que correspondía en el juego a la mano vacía?

… No, ese es otro, sorpresa también. ¿Y?

___La razón de Guillermo le decía peligro, estás jugando con fuego, es lo opuesto a vos, te quemarás, pero las palabras salieron sin permiso, desde otro lugar.

… Acepto, quizá en un fin de semana, pueda saber más de vos.

… Y yo de ti.

…Pedro, soy un hombre adulto, curtido, ya jugado en cuestiones de amor, decepcionado de todo, lleno de pasos en falso que me llevaron al vacío, y vos de pronto apareces como un niño inocente, tentando a mis sentidos con flechas certeras, sé que para el amor no hay edad, ni raza, ni nada más, pero temo estar jugando con fuego, y terminar en cenizas.

… No será así, lo prometo, lo que menos deseo es perderte, Guille, enfrentaré lo que sea por ti, lucharé hasta conmigo mismo por estar a tu lado. No puede no pasar que luego de lo de anoche esto no vaya a mucho más, pese a todo y a todos.

¿Cenamos juntos en mi departamento hoy?

__Pedro se incorporó tomándole el mentón, se internó en los ojos negros, y ardieron los dos con un fuego encendido en medio.

… No temas, no te haré daño.

___Sonrieron juntos, con la sonrisa suspendida en los labios, justo antes que se sellaran en el beso que esperaron desde verse en tribunales.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.