"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO PRIMERO.

 

LA CÁTEDRA.

CAPÍTULO PRIMERO.

“Si te caes  te

 levanto,

y  si no,

me acuesto

contigo”.

Julio Cortázar.

Noche de Letras.

Bs. As., Ciudad Autónoma, martes 07 de junio de 2016.

UBA. FACULTAD DE ABOGACÍA.

08.00 hs.

___Guillermo intentó no reparar en él, seguir su camino,…, pero  le fue imposible controlar el ritmo de su corazón enloquecido, ante la sola visión del pelo del nuevo profesor y de aquellos contornos que se le antojaron daban formas perfectas al cuerpo, pero sin querer,  entre las palabras de Fabián y las del Decano que le aferró del brazo no pudo seguir observando, ni quedarse, sí llegó a escuchar las exclamaciones de las mujeres, y un aguijón de los conocidos celos apareció sin permiso.

… Papá, al fin parece que  no es un sapo, luego te cuento.

…! Graziani! ¡Qué suerte que te encuentro!___el decano era amigo desde años atrás y prácticamente lo arrastró del sitio, haciéndole imposible la visión del profesor pese a volver la cabeza, sin embargo su cuerpo era un torbellino atolondrado de sensaciones incoherentes para ni siquiera conocerle el rostro.

__En definitiva, le costó escuchar lo que el Decano deseó expresar de una reunión de profesores, de una ateneo interdisciplinario, no grabó palabra, y al fin para cuando pudo sacárselo de encima estaba frente a su cátedra, los alumnos esperando, y era imposible volver atrás.

Hizo pasar al frente a varios, intentando hacer preguntas correctas, pero hilvanar pensamientos se tornó en una tarea  extenuante, mucho más escuchar lo que cada muchacho decía.

“… ¡Basta, Graziani, ni siquiera lo viste! Ya suficiente con estas fantasías estúpidas, sos un hombre grande como para estar como esas pibas ante el nuevo.

¿Y sin embargo por qué tengo el corazón como loco y siento por primera vez esta mezcla de vergüenza, excitación, algarabía, celos, y más?

Es de locos, tengo las manos empapadas, heladas, una estúpida sonrisa en los labios dibujada para ellos, cuando siento que toda la sangre se fugó al rostro, el estómago me hace cosquillas,  y en ese pasillo pareciera haber quedado mi cordura.

No puede ser, es absurdo, ni siquiera lo vi.

¡Basta!”

__Pedro sonriendo en su primer día frente a la cátedra de Filosofía y Letras se presentó y charló de manera informal con sus alumnos. Las chicas lo escudriñaban sin tapujos, Fabián de reojo observaba a Valeria que igualmente no podía despegar demasiado la mirada del profesor.

En verdad los susurros aparecían en medio de las palabras melódicas y delicadas de Pedro Beggio, el encanto deslumbraba por igual a todos, aunque en un primer día era difícil sacar  deducciones importantes, su belleza era imposible de ignorar.

Pedro llamó a cada uno por su nombre para asociarlo al rostro correspondiente, y al llegar a Fabián, un extraño estremecimiento lo recorrió al chocar la mirada y pronunciar el apellido.

..¿Eres el hijo del Dr. Graziani?

… Sí, ¿lo conoce?

… De nombre, no, personalmente, no. Soy abogado aunque no lo parezca, trabajo en una empresa, y en tribunales tu padre es muy reconocido.

… Casi se lo cruzó al llegar, pero lo verá, está a cargo de la cátedra de Derecho Penal.

… Me encantará conocerlo, gracias.

__Con el correr de los minutos, llegaron las horas, y antes del mediodía, Guillermo se asomó a la sala de profesores, detestaba la muchedumbre del bar, excepto cuando almorzaban allí con Fabián y Valeria, de lo contrario, siempre iba por un café amargo a la sala, rogando no encontrar a nadie que le diera charla.

Estaba sirviéndose el café, cuando la voz sensual que de inmediato supo  a quién pertenecía le llegó flotando desde atrás.

… ¿Podría servirme uno?

__Guillermo se volvió intentando fingir indiferencia, sintiendo que lo hacía en cámara lenta, y cuando alzó la mirada, los dos pensaron que estaban frente a  los ojos más atractivos que existían en el mundo y de súbito supieron, que se habían adentrado uno en el otro a través de las pupilas, perdiéndose sin tiempo en el laberinto de sus almas, que vieron traslúcida en ese preciso choque de miradas, mientras el mundo fue tiñéndose de  calidez, y ellos inundándose de una extraña emoción, en el punto lindante con la devoción.

Devorado por la mirada penetrante de Guillermo que lo atravesó en un certero impacto, Pedro sintió la profundización de la respiración, y el contacto visual fue tan intenso que de súbito se impregnaron de fantasías sin palabras, presintiendo que podrían morir por cumplir con alguna.

Pestañearon con fuerza en un intento mutuo de retornar a la vida, a la sala, al presente, y la voz profunda y serena de Guillermo correspondiente al físico poderoso, seguro y fuerte que Pedro vislumbró, le sonó musical  en sus oídos.

…! Hola! Guillermo, soy Guillermo Graziani! __tendiendo la mano intentando disimular el temblor.

…Te conozco de nombre, encantado Dr., Pedro, Pedro Beggio.

__El contacto de las manos, enlazados en las miradas prendadas en la caricia álmica, provocó una corriente eléctrica poderosa como un rayo fulminante que descendió a los sitios más secretos del cuerpo de los dos, lo que los llevó a alejarse.

Sin embargo Pedro lanzó una sonrisa cargada de ingenuidad, y a Guillermo lo  cautivó de súbito como  si el mismísimo dios del olimpo estuviera frente a él,  se obligó a  curvar los labios en lo mismo, ante lo cual Pedro tembló perdido en la profundidad de esos ojos almendrados que intentaba adivinar si eran negros o de otro color muy oscuro, en el poder de la voz, en la fuerza del cuerpo, de súbito ambos se sintieron perdidos deambulando dentro del otro, por senderos recién nacidos y a la vez familiares, como la sangre que puede entrar a cada recoveco, y regresar al corazón, y supieron que estaban cayendo a algún sitio del cual no existía retorno.

Guillermo pensó que jamás podría igualar nadie semejante sonrisa que demarcaba pocitos en las mejillas y en el mentón, donde se le antojó que desearía enterrarse, y lo veía más bello sonriendo.

El perfume o el aroma masculino cuando los sentidos resucitaron al afuera, había invadido el lugar, emanando de ellos como el resto de la energía, extraña mezcla afrodisíaca que se sumergía y se esparcía en el aire envolviéndolos en un aura mágica.

Despegaron los labios resecos como la boca por las sensaciones a las que sucumbieron, al tiempo que sintieron que la sangre había bullido y ahora se congelaba dejándolos anclados al borde del desmayo, sin poder dejar de escudriñar uno al otro, en la piel, las manos, los hombros, los contornos, el pelo, y cada línea del rostro, regresando a la mirada, a los labios, los dos puntos en que coincidían que eran lo más bello observado nunca,… jamás.

Abatidos por  el poderío de atractivo y seducción del otro, barrieron de nuevo el afuera, pensando en la vestimenta, Guillermo de traje negro sin corbata, camisa celeste, con los primeros botones abiertos, dejando ver un triángulo de la piel, Pedro más informal,  pero no por ello  menos sofisticado,  dejaba traslucir el buen gusto en el vestuario, y en todo.

…Conocí a tu hijo, en la clase.

… Fabián, sí, y a mi nuera, o casi, Valeria, están  iniciando la carrera, intentando seguir mis pasos___hablaron sin apartar la mirada, Guillermo intentó despegarla recordando que en sus manos tenía el café y que Pedro deseaba uno, con un esfuerzo sobrehumano logró al fin soltarlo, y se sentaron en unos taburetes a beber cada uno su café.

…¿Cuántos hijos tienes?

.. Uno, y sobra__Guillermo daba la vida por hacer la pregunta que tenía en el borde de la lengua, con el mismo temor por la respuesta.

..¿Y vos?

Digo, sos casado, supongo, ¿tienes hijos?

… No.

… Bueno, vendrán pronto seguramente.

… Lo dudo, soy soltero.

__Guillermo casi se ahogó en el sorbo de café, ante la respuesta espontánea que fue la caricia más cálida desde verlo, ya que había tomado la respuesta como que no tenía hijos, no como que no estaba casado, o negativa hacia ambas cosas.

… ¿Soltero?

..Sí, ¿tengo cara de casado? ¿Qué pasa, Graziani?

… No. O sí___Guillermo incrédulo supo que Pedro era incapaz de captar el efecto que provocaba en hombres y mujeres al paso.

..¿Sí o no?

.. No por la edad, pero sos un chico atractivo, supongo que tienes novia, o más de una, quizá por ello no te casaste aún.

…¿Y vos? ___casi jugando evadió la respuesta y contraatacó dejándolo a Guillermo atónito.

…¿Yo?
… ¿Casado o divorciado?

Digo, tienes un hijo, no es difícil la deducción.

… Error, soltero, también. No me casé con la mamá de Fabián, con nadie en realidad.

Vivo con ellos, digo con Fabián y la novia, en una casa de Banfield. ¿Y vos?
.. Solo, vivo solo, en un departamento en Palermo, frente a los Bosques, me encanta salir a correr, me encantan todos los deportes en realidad, pero entre  la empresa y ahora esto, poco tiempo queda para ellos.

…¿Empresa?

.. Soy abogado, aunque no lo parezca, te conocía de nombre, de rumores.

…”! Es imposible que nunca te haya percibido en alguno de nuestros lugares!”

…! Ey, Guille!

__Su nombre dicho por esos labios,  de esa manera,…. sonó a coro celestial, y las mariposas corretearon en el vientre mientras elevó de nuevo la mirada intentando recordar qué iba a decir, cómo articular la palabra.

… Pensaba, que es raro que nunca nos conociéramos en otro lado, antes, siendo los dos abogados.

… No voy demasiado a audiencias o a tribunales, hago el tedioso trabajo de abogado corporativo, es tan aburrido que por ello decidí probar dando clases, es la manera de escapar un rato  de aquella rutina.

…¿Y por qué lo haces?

…! Qué sé yo!

 Comencé al recibirme allí, bueno un año después en realidad, y me fui quedando, pero no es lo ideal, pagan bien solamente, pero no me apasiona.

…¿Estudiaste acá?
… Sí.

..Es muy raro que no te haya cruzado antes, acá, en tribunales, jugadas extrañas del famoso destino seguramente.

Quedé en almorzar con mi hijo, a menudo nos quedamos acá para estar juntos un rato, ¿querrías acompañarnos?

… No puedo, me encantaría, pero debo regresar a la empresa, no les gustó para nada que tomara la cátedra.

___De pronto por la mente de Guillermo cruzó la idea en una exhalación y como la pensó Pedro la leyó, pero esperó las palabras.

…¿Sos penalista?

.. Sí, como tú.

…¿Te gustaría ser mi socio? En el estudio, el único penalista soy yo, estaba buscando socio, si me alcanzaras el currículum, te presentaría a los demás, y si te gusta, quizá soluciones el tema de la empresa al fin___el corazón de Guillermo latía desbocado esperando la respuesta o la sonrisa y/o  la señal que el universo deseara enviar, tronando tan fuerte que pensó se oiría desde el pasillo y contuvo el aire intentando escuchar a Pedro.

…! Guau! Me dejaste mudo, Graziani.

…¿Por? Soy bueno che, si quieres tengo una audiencia para que me veas en acción, mañana a las 12 hs A.M., Postiglione por estafas, ¿vienes?

… Sí, pero no ___turbado en la mirada.

…¿Sí o no?

… Que sí, que me encantará verte en acción, que sé que eres el mejor, el terror de tribunales, que sí, que me encantaría ser tu socio, pero no esperaba en un rato dar mi primera clase y tener semejante oferta.

… Bueno, a veces las cosas vienen todas juntas, hilvanadas, las buenas y las malas.

… Las malas ya pasaron, mejor.

…¿Y?

… Acepto, las dos cosas, te veré mañana en la audiencia y te llevaré mi currículum.

Ahora, lamentablemente debo irme, o iré a pedir trabajo pero como desocupado.

___Los dos pensaron lo mismo, otro roce de manos o un choque de hombros sería mortal, y prendados uno del otro, con la sonrisa bordada en los labios, cada uno esperaba la palabra última dicha por el otro.

…No me contestaste lo de si tienes novias, digo, porque tus alumnas estaban muy entusiasmadas con tu llegada, de hecho casi no pude pasar hacia mi aula, por el tumulto.

__Pedro lanzó al descuido una risa sonora y Guillermo sucumbió de nuevo, ante ese rostro hechizante.

.. Soy inofensivo. Soy gay, Guille.

..¿Cómo?___el corazón de Guillermo se detuvo, el aire y la mente se fueron de paseo, y la mirada se enterró en la miel de la de Pedro.

… No me digas que perdí el trabajo antes de empezar. ¿Eres homofóbico?

…Soy como vos. Por eso nunca me casé, con mujeres, y nunca me había enamorado, no amé antes, no me enamoré como para casarme con un hombre quiero decir___Guillermo arrastraba con torpeza las palabras como borracho, emocionado y con un lío de emociones ante el hombre que el destino, el azar o si existía un Dios le ponía de frente.

… Tampoco yo, obviamente, por  ello vivo solo. Y antes anduve tiempo viajando, te dije que tardé algo más en comenzar a trabajar, no porque prolongara la carrera sino porque tenía, una especie de misión previa que no deseaba postergar.

…¿Misión?

…. Andar, conocer el mundo. Pero es para largo contarte de ello.

Mejor nos vemos mañana, entonces, en la audiencia.

…! Pedro!

¿Me darías tu celular?
… Sí, ¡qué torpeza! Claro. Me estás ofreciendo una sociedad y ni mi número tienes.

Dime el tuyo, lo agendo, te envío un mensaje así queda grabado el mío.

__Mientras intercambiaban los números, Guillermo sopesó con rapidez su real deseo inminente que era verlo, saber todo de él, mirarlo, estudiar cada detalle, no precisamente del currículum, además, ya lo percibía simpático, exquisitamente alegre, inteligente, audaz, y mil cosas más, pero quería saberlo todo en instantes.

…¿Cenarías conmigo esta noche?

Perdón, seguramente estarás comprometido.

…!Graziani, tienes todas las fichas en desear darme por casado al parecer, antes con hijos, con mujeres, ahora con hombres, dije que estoy solo, solo de solo, no en mala compañía sintiéndome solo sino por elección. ¿Entiendes?

… Sí.

…Acepto, cenemos esta noche, pero invito yo.

… No, esta vez invité yo. No manejo. ¿Tienes coche?
.. ¿No manejas?

.. No, tengo mil fobias, entre ellas conducir, me gusta andar en remis, mirar, observar, la calle, la gente. No doy filosofía, pero soy un gran observador, y pensador.

… Dame la dirección, y te paso a buscar.

.. No, te queda lejos, voy en remis a Palermo y desde allí al restó en tu auto.

.. Calle, número, vamos Guille, que tengo que irme.

.. Bueno, al parecer estás decidido a pasar por mí, el lugar lo elijo yo.

.. Hecho, siendo casi mi jefe pero aún no, tengo que aceptar lo que impongas__ la sonrisa fue letal de nuevo dirigida al centro del latido en Guillermo.

…¿Está bien a las 21.00 hs?

…Perfecto.

__Antes de despegarse, las miradas se enroscaron en las almas, sintiendo cada una que se cautivaba en la ajena que le era propia la mismo tiempo, el reflejo de uno en el otro como jamás encontraran en ninguna, y en las miradas vieron deseo, pasión, el cielo de un nuevo día, la manera dulce y cautelosa de expresar lo mismo, el beso prohibido a los labios, ya presente allí, y en la mirada sintieron que flotando intercambiaron los corazones, hasta que volvieran a encontrase, horas más tarde.

UBA. 13.00 HS.

__Guillermo escuchaba a Fabián y a Valeria  al tiempo que se deleitaba degustando las imágenes grabadas de Pedro, todo lo decían de él, menos el secreto que sólo al parecer él sabía de sus labios, tan crucial entre ellos, pero le complacía que a los chicos les había fascinado, como seguramente a la clase por entero.

…Lo conocí.

…¿Cómo?

… Que nos presentamos en la sala de profesores, tomamos juntos un café.

.. ¡Mira vos! Cuando me nombró reconoció el apellido, me dijo que deseaba conocerte.

… Es más, le propuse asociarlo al estudio.

…¿Cómo?

… !Fabián, hijito, todo te sorprende hoy! ¿Qué tiene de raro? Es penalista y yo necesito un socio, no le gusta trabajar donde está y le dije que me acerque a la audiencia mañana el currículum.

…¿De verdad? ¡Qué bueno!

Me encanta, pero pasa que como nunca quisiste un socio, siempre dijiste que podías solo con todo, me extrañó, pero Pedro es inteligente, brillante diría, además joven, simpático, tiene todo, formarán un dueto invencible.

… Bueno, hijo, Valeria, hablando de estudio, me voy, debo dejar listo lo de la audiencia y esta noche tengo una cena.

… ¿No cenarás con nosotros?

… No. Tengo una cena... de trabajo.

…¿De trabajo?

… Es lo que dije, ¿en qué idioma hablo?

… Fabi, entonces podríamos cenar con mis papás, ¿verdad?

.. Dale.

… Los veo más tarde entonces, quizá mañana.

__Pedro regresó a la empresa  pero no logró concentrarse en nada y decidió ir a  descargar algo de la energía que lo tenía atontado, es decir a correr, luego pasó a nadar y al fin fue a comprar ropa para la noche, deseaba algo  informal pero impactante,  mientras dejó el auto en el lavadero.

Llegó al departamento tan exhausto físicamente como excitado por la cita, adoraba su departamento, asomarse al ventanal aunque fuera invierno y observar la privilegiada vista de los Bosque de Palermo, y sin embargo, tenía otra casa, otra vida, algo que no pudo contarle en minutos a Guillermo.

De súbito sintió culpa, una pesada mochila que él podía cargar toda su vida porque era su obligación pese a que había terminado con muchos sueños y a veces pensaba que lo mataría, pero no quería ni creía factible que tuviera derecho a ilusionarse con Guillermo que al parecer tenía a ese hijo con la novia encantadores.

__Guillermo repasó los datos de la audiencia, extrañamente contento, ante el asombro de todos en el estudio, que llevaban meses viéndolo  triste, por no decir años, deambulando en relaciones inadecuadas con una más o menos estable cada vez.

…¿Pasa algo nuevo Guille?---se atrevió a preguntar Beto, su ladero fiel.

… No. Bueno quizá, mañana presentaré a un posible socio penalista.

… ¿Acá?

… No, en Baunes, ¡burro! Acá, obviamente, irá a la audiencia antes, lo conocí hoy en la Facultad, tiene como yo una cátedra y no le gusta su trabajo como abogado corporativo.

… ¿Y tiene algo que ver con tu inusitada alegría?__Beto lo leyó al hilo, mientras Gaby sonreía detrás.

… Dale, Guille, cuenta.

… No tengo nada que contar, mañana lo conocerán, faltaba más. Los veré en la audiencia, me retiro.

___Pedro apenas encendió la luz quedó congelado ante el teléfono que estaba sonando, y el nombre de Agustín le cacheteó como latigazo al atender.

…¿Pedro Beggio?

… Soy yo, ¿qué sucede?

… Su hermano, tuvo un accidente, con el coche de un amigo, nada grave, pero lo necesita.

___Agustín era la mochila que había roto con los sueños de volar libre de Pedro al morir su padre, había tenido un hijo con la segunda esposa, y apenas con diez años, era el pariente más directo, el único, y no pudo rechazar el ser una especie de padrastro, tutor, hermanastro, pero el carácter de Agustín y cómo se llevaban eran imposibles.

Miró el reloj, eran las 20 hs., se duchó con rapidez, y voló a la comisaría, al hospital, hizo los trámites urgentes, gracias a Dios era abogado, no habían heridos, pero Agustín  era menor, y manejaba un auto prestado, chocando contra un árbol.

Lo arrastró a la casa en que convivía de a ratos con él en otro sitio, el departamento de Palermo era su refugio, la paz, cuando su hermano dejaba flotando resentimiento en el aire del country que heredaran de su padre.

...¿Te volviste loco?

Pudiste matarte o matar y destruir alguna familia.

… Destruí el coche y un árbol, y no somos familia nosotros.

… No me refería a nosotros___se despegó de él para no  enojarse más, miró el reloj decidido a no postergar por nada ni nadie la cita, y intentando controlar la furia, tomó una respiración profunda y se apartó de su hermano.

…Ya hoy no puedo hacer nada más, si el que te prestó el auto te demanda, veré mañana, te sancionaré, nada de salidas, de dinero, ni nada por un mes.

.. Es mío, no puedes negarme el dinero, no eres mi papá.

… Soy tu tutor, ¡carajo! ¡A tu habitación, y más vale que no salgas de allí!

___Agustín lo miró con desdén y subió la escalinata dejando flotando como siempre el resentimiento.

Pedro suspiró y salió al jardín a fumar como cada vez que peleaba con él, no sabía hasta cuándo podría manejarlo, por él había renunciado a mucho, aunque quizá podría en Guillermo recuperar bastante de lo perdido, pero antes debía contarle que después de todo estaba solo, no tanto por elección sino porque nadie soportaba a su hermano.

Miró el reloj y voló a ducharse, excitado se afeitó delicadamente la barbilla, se peinó el cabello como seda, se perfumó con su aroma preferido, y sin tiempo apenas eligió un pantalón de corderoy color óxido, una camisa combinando,..., ceñidos ambos remarcando sus contornos, zapatos a tono y un impermeable gris, y la imagen le pareció poco menos que irresistible, aunque sabía que Guillermo iría de traje, él los odiaba.

A la hora señalada estaba en la puerta, y efectivamente Guillermo lo dejó sin aliento, vestido con traje blanco y camisa negra sin corbata, y en cuanto lo vio, olvidó su pena y la vida dio un vuelco.

Guillermo subió ante él que le abrió la puerta del coche, aspirando el aroma de Pedro y de sus lugares, observando el detalle de su ropa, de su pelo, sintiendo que era como la brisa acariciando la piel, como el sol naciendo dentro de sí, resucitándolo a otra vida, y a un hombre mejor, mientras Pedro sentía lo mismo.

Cuando se acercó, Guillermo entreabrió los labios, con el vello erizado, anhelando el beso, estremeciéndose por entero, pero Pedro le dejó el abrasador aliento y el roce primero de esos labios, en la mejilla, antes de tomar el volante y poner el coche en marcha.

…¿Adónde vamos?

… Te iré conduciendo. Confía en mí, ___ y mientras lo contemplaba desde su lugar de privilegio, supo que era irresistible, que estaba irremediablemente perdido, mientras Pedro en eco, pensaba,…, lo mismo.

“…Cielito, en horas te has convertido en la ilusión más preciada que ya no esperaba, y la esperanza renació llegando desde el cielo contigo.

Sé que busco en ti el descanso a mis desengaños, para ansias y me estoy dejando llevar en tu bello cauce, por tu caudal fluyendo, en las refrescantes olas que se llevan a mi alma, eres un vino embriagador que deseo catar lentamente  acariciándote de a poco, en noches y madrugadas prolongadas, palpando cada línea de tu cuerpo físico como las almas hicieron en la mirada, por la eternidad.
Has traído de nuevo la luz de amaneceres distantes a mis sombras, a la oscuridad que reflejaba, que me impedía ver, y siento tal emoción que las lágrimas me nublan la vista, al pensar que pondrás fin a mis noches a solas o con cualquiera, a la oscuridad, a la tristeza, a mi llanto….. colmándome de Amor, por primera vez.
Llegaste a mi vida como un barco cargado de luz, de sangre fresca, pura, de vida, de Amor… aunque no sé nada de vos todavía, menos vos de mí.”.


CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Lenguaje adulto.