PROHIBIDO. CAPÍTULO TERCERO.

PROHIBIDO.

CAPÍTULO TERCERO.

“El amor no se puede definir, definir

es limitar, y el amor no tiene límites.

Carlos Cuauhtémoc”.

Ciudad Autónoma, viernes 20 de mayo de 2016.

12.00 hs.

__A medida que el pálido y lánguido mes de mayo se cernía sobre las callecitas de Bs. As., el frío, la niebla y la humedad se empujaban por ganarse un lugar más  de prisa que otros años, y al salir de la iglesia a Guillermo se le antojó que el frío se colaba hasta la médula, o acaso.. no era frío, sino escalofríos por lo que acababa de hacer, de escuchar, de ver y de saber.

¿Era el destino, el azar, Dios o los tres…. que confabularon para armar es burla que lo llevaba furiosamente hacia Pedro Beggio?

Probablemente fuera su Dios, vengándose de sus deslices del pasado, del presente, de sus mentiras, de sus secretos, de la farsa de la vida que llevaba, excepto junto a Juan, y ni siquiera, a él a veces le mentía algo parecido al amor.

Por primera vez en medio siglo de vida sentía que un barco real había amarrado en su puerto, que amaba a un hombre real, pero prohibido, por los hombres y por el supuesto Creador, al que acababa de desafiar sin tapujos, del cual podría esperar castigo, si amar a Pedro fuera pecado.

Nunca había podido saber qué era el Amor, había traicionado y fingido algo parecido esperándolo, buscándolo y ahora de súbito estaba allí, apenas a pasos si desandaba el camino, y otra vez se podría definir su vida en lo que mejor le salía, hacer daño, si lo confundía, si de verdad amaba a Dios, si como Jorge pensaba se equivocaba e insistía en algo ilusorio.

Quizá lo que acababa de hacer fuera imperdonable, quizá fuese pecado, y pagaría alto precio por él.

Caminó cual zombie las calles de la ciudad, bamboleándose por la gente que lo rozaba, con la mirada perdida en ninguna parte, las manos en los bolsillos y aquel rostro sereno paseando en las retinas, recordando a cuántos y a cuántas les prometiera   lo que no podía darles, porque había sido sencillo decirle a Silvina, a Juan, a Ana, y a tantos que eran dueños de su corazón, cuando pensaba que no tenía, que era un ser sin alma ni corazón, pero con la llegada de Pedro por primera vez se daba cuenta que el pecho no estaba vacío, que estaba latiendo algo allí.

Entró a un bar atestado de gente que despreocupada leía, charlaba, comía a las apuradas, seguramente para regresar al trabajo, ajenos a sus problemas, a los pensamientos tortuosos que lo estaban atravesando, al rostro de ángel que irradiaba una serenidad celestial que desconocía.

Ni siquiera estaba Alberto para hablarlo con él, el único amigo, que no juzgaba, que lo aceptaba con defectos, errores y farsas, mirándolo en silencio, para luego darle una opinión, pero le estaría negado por dos semanas.

Con Marcos  no podía contar, mucho menos con su hijo, que nada sabía de su intimidad, y de súbito supo que acababa de mentirle a Pedro, al omitirle algo, como en un maldito acto fallido,…. la existencia de Ana.

“… Me preguntaste si era casado, y dije que no, quise decir por tu iglesia no, pero no te dije que estoy casado para los hombres con Ana.

Para vos será una mentira, un pecado.

¡Mierda! Amarte es más complejo que enamorarse de un analista, que todo lo pasa por su tamiz, vos también todo lo pasas por lo que tu Dios o ese libro que amas consideran pecado”.

__De pronto la camisa le significaba peso, le oprimía en el sitio del latir del órgano que no creía poseer, se desarmó el nudo de la corbata, dejándola suelta a los lados, se desabotonó los primeros botones de la camisa, y  como adivino buscando en la borra del café, la cuchara daba vueltas y vueltas en el líquido que casi pidió sin conocimiento, aunque lo tomaba amargo, daba vueltas y vueltas como giraba su cabeza.

La gente se apretujaba en las calzadas, indolente y esquiva, mientras él no encontraba lugar donde ir, aunque debía estar junto a Marcos en el estudio, sin Albero y sin Gabriela, su lugar estaba allí, trabajando, sin embargo estaba anclado a esa silla, a metros de la iglesia, como no pudiéndose alejar de ella, como si algo de su interior secreto hubiese quedado adherido a los bancos, pegado a…Pedro.

Los pensamientos se hilvanaban sin remedio a su encuentro, las diapositivas que paseaban tras los párpados le dejaban ver tan sólo el rostro, y las manos esbeltas, que ya amaba como sustentadoras de promesas de caricias, aunque las viera en el acto supremo de acariciar la copa de la sangre de Cristo, y en dar la comunión a los fieles.

Cerró los ojos intentando cegarlos, pero el nombre se deslizó cauto y suave en sus labios, en susurros, como para no perder ni un instante de Pedro, en silencio lo estaba nombrando, llamando en susurros, como si su recuerdo pudiera inundar el lenguaje, su esencia vaciarse en las letras.

“… ¿A quién le pido que ponga fin a este calvario de no ser libre de verte, de abrazarte?

Sería capaz de pedirle perdón a tu Dios por el agravio, pero supuestamente sólo Él debería ser capaz de saber cuánto te amo.

Y ahora aunque desapareciera de tu vida, evocaría estas horas, y en cada recuerdo, estarías vos, tu mirada, tu sonrisa, los hoyuelos, tus manos.

¿Qué digo en casa?

¿Quién podrá entender que te haya invitado a almorzar?

Ni a Jorge invité nunca a casa, Fabi y Valeria puede que no vean nada raro, pero Ana me conoce demasiado, se dará cuenta de todo, ni hablar si  Juan  supiera que vine a verte.

Ellos como Beto, pero para mal, leen mi  mente, y mi alma si es que la tengo.

Pero necesito sacarte de esa prisión en la que vives, que dices adorar y donde te sientes libre, para mí es la cárcel amurallada que te separa del mundo, por tanto de estar a mi lado, acá, en la calle, en mi casa y en mi cama.

¡Mierda!

Cinco años es mucho tiempo como para pensar que equivocaste el camino. Además lo dijiste tan naturalmente, que desde siempre amaste a Dios, nada más, que tu primera salida a la realidad fue la Biblia, que sin dudas pediste  estar pupilo con los sacerdotes.

Nadie te empujó a nada, y ni siquiera tuviste el anhelo…. de saber cómo es hacer el amor, ni con una mujer, menos con un hombre”.

___Pagó y necesitó la cachetada del aire frío en la cara de la calle, la asfixia amenazaba con matarlo, allí mismo, y sin sentir ni el frío, ni el bullicio, ni las bocinas, ni el rugir de los motores, ni ver más allá de sus narices, supo que estaba yendo a otra iglesia, aunque le costaría una pelea, no podía hablar más que con Jorge de lo que había hecho y dicho, de lo cual no había retorno, como tampoco de lo que sentía, menos de la ofensa profesada en voz alta al mismísimo Dios.

“… ¿Qué mierda dice la Biblia del hombre? De lo que está bien o lo que está mal, sólo son palabras, tan absurdas como las normas y leyes que aplicamos en el estudio, unas mandadas por un Juez humano, las otras por un Juez mayor, pero sólo palabras. Lo importante es lo que siento, que por primera vez descubro que está latiendo un corazón en el pecho, y late por Amor a él, comenzó a latir al verlo ayer”.

___En el diálogo interior, ni siquiera fue consciente de cómo estaba frente a Jorge, que lo miró detenidamente, con suspicacia, como esperando que diera el primer paso, que justamente usara las palabras.

… Verte dos días seguidos, es un milagro que hace peligrar al mundo.

… No es para tanto, tampoco soy un asesino, todavía___dejándose caer en la banqueta derrotado.

…¿Qué hiciste que estás ahora acá?__sin dejar de observarlo en detalle.

… Vengo de la iglesia de Pedro, me levanté casi sin dormir, y de súbito me encontré en el confesionario donde estaba, sin saber qué mierda decir, porque jamás me confesé, nunca había hablado de y con su Dios, con el tuyo__aliviado de haber captado la atención del amigo más que la del cura.

…¿Que hiciste qué?

¡Por Dios bendito, Guillermo, no tienes límite alguno!

Te avisé, casi te supliqué que dejaras en paz a Pedro, que no  tomaras por ese camino porque vas a chocar con un camión de frente, vas a quedar molido, te lo advertí, y te lo vuelvo a decir.

___La contundencia del decir de Jorge lo sacudió de tal modo que le costó reaccionar, más mirarlo a los ojos, aunque al fin lo hiciera.

… Me contó de su vocación, me habló de cómo llegó a Dios desde la niñez, al fin pareciera que el que se confesó fue él, no yo.

Aunque le conté de mi condición, de mi secreto a voces.

..¿Qué? ¿Te confesaste o a propósito le dijiste que sos gay?

… No sé si lo que hice fue confesarme o hablarle de mí, dejé que conociera una parte de mí, algo que pocos saben, y él me habló de su Dios, de su vocación, en lo cual al parecer tenías razón.

___Los pensamientos se sucedieron uno tras otro tocándose brevemente con las imágenes de la otra iglesia.

… Mira, Guillermo, te hablé  muy seriamente. No quiero que le hagas daño a Pedro, no creas que le fue fácil llegar donde está, en paz, al sitio que libremente eligió ocupar desde que tuvo uso de razón.

…¿Quién quieres decir?---confundido y preocupado.

… No es sencillo cuando eres hijo de un aristócrata, único además, escapar del mandato paterno como lo hizo Pedro, sin correr riesgos, sin pagar consecuencias.

.. No entiendo.

… Olvídalo, tienes a Juan, a mil tipos detrás, y encima estás casado con una mujer, tienes un hijo, sigue tu vida, deja a Pedro Beggio en la suya, que demasiado le costó.

..¿Por qué? ¿Es que no te das cuenta de lo que siento por él?

.. ¡Ah!

Mil veces viniste a decirme que estabas enamorado de  tal o cual, termina con Pedro, apenas lo viste minutos.

… Nunca te dije que amara a nadie, es la primera vez.

… Bueno, evítalo, es imposible, te prohíbo como sacerdote y como amigo que vuelvas a verlo, maldigo Dios me perdone,…, el momento en que te dije adónde encontrarlo.

Mira Guillermo, los padres de Pedro pensaron que su hijo sería abogado, diplomático, y presidente de Chile, no que se iba a enamorar de Dios, y que leyendo la Biblia casi a escondidas,  terminaría odiando todo lo que ellos representan.

Hasta que les pidió ir a un colegio religioso, lo vieron normal, bien, pero jamás pensaron el camino que estaba eligiendo.

Cuando lo entendieron, sintieron que Pedro los estaba traicionando peor que si fuese un asesino, un ladrón, lo echaron de la casa, lo desheredaron, antes lo amenazaron con dejar de pagar el colegio, intentaron obligarlo a dejar de lado a Dios y a la idea de entrar al seminario.

___Guillermo intentaba  asimilar las palabras de su amigo, y al tiempo se le iba encogiendo el corazón, pero latía alocado de más amor si es que era factible por ese hombre-niño que había enfrentado con esa fuerza a la mismísima nobleza y a sus padres en defensa de sus ideales, y llegó a sentir envidia de ese Dios al que se aferraba, por el cual había luchado hasta contra sus padres.

Jorge percibió que estaba lejos y lo aferró de los hombros, mirándolo fijo.

… ¿En qué estás pensando?

… En lo que estás contando, en cómo Pedro enfrentó a sus padres en defensa de sus ideales__confesó curvando los labios en una fingida sonrisa.

..Pedro tuvo que pedir trabajo de celador en el colegio, cuando su padre supo que no sería lo que deseaba, lo que había programado desde el vientre para su primogénito.

…¿Cómo?

… Estaba en quinto año del colegio secundario, y por ingresar al seminario, cuando se  atrevió a contarles a sus padres de una decisión que era un hecho desde que tuvo raciocinio, pero que había guardado en él.

La madre, era, es inexistente, pero cuando lo dijo, su padre primero comenzó a reír, a carcajadas como si de ocurrencia de niño se tratara, y cuando supo que era la decisión tomada, primero intentó imponerle sus razones, y Pedro les espetó en la cara cómo odiaba el mundo de opulencia e hipocresía en el que vivían, cómo lo padecía pese a mirarlo de costado.

___El nudo en la garganta de Guillermo crecía como el tono de la voz profunda de Jorge, que evidentemente además de confesor, era amigo de Pedro.

…Primero le pegó, después fue a hacer un escándalo a la dirección del colegio, acusándolos de lavar cerebros, y terminó por echarlo de la casa, y por dejar de pagarle la matrícula, los libros, lo desheredó, lo ignoró, y le dijo que para él estaba muerto si ingresaba al seminario, que sería siempre la vergüenza de la familia.

…¿Y la madre?___con voz trémula por la emoción que lo embargaba.

… La madre lloraba, suplicaba, pero es una mujer sumisa, sometida, es una familia patriarcal, donde se hacía la voluntad del padre, o se era expulsado, como leproso, así lo echó a Pedro. Así regresó un día al colegio, sin siquiera haber podido sacar de la casa más ropa o más libros de los que ya tenía, y con entereza pidió disculpas en nombre de su familia en la Dirección, y trabajo para terminar los estudios, para continuar en la universidad además de iniciar el seminario.

Y lo contrataron como preceptor, vivió como siempre, pupilo.

…¿Universidad?

.. Filosofía y letras, sí, Pedro  es un ser inquieto, curioso, deseaba conocer al ser humano desde la iglesia y desde los pensadores  profanos, y aunque no lo dice demasiado porque más allá de los votos de humildad, es muy poco pagado de sí mismo, es universitario, además de sacerdote, es tremendamente culto.

Ayuda a muchísima gente, desde la iglesia, no solamente evangelizando, sino yendo a escuelitas a dar clases sin sueldo, a visitar enfermos en cualquier parte, es como que no deja tiempo libre para la melancolía, ni para la euforia. Además ama los deportes, y da clases de varios en la iglesia, sacando así a niños de la calle o de la droga y del delito.

… Algo me dijo de los deportes, sí.

¿Es verdad que sus padres viven?

… Sí. A la madre para ciertas fechas la visita o ella a él, viven tiempo en Santiago, en Chile, tiempo acá, al padre lo ha visto una par de veces desde aquello.

___Jorge enterró la mirada en los ojos colmados de lágrimas del amigo, tomándole las manos, hablando con el alma.

… Guille, es fruto de Dios. Perdió a su familia por elegir a Dios, al padre no lo recuperó, dejó una vida cómoda con un sendero de gloria marcado por mandato, por su amor a Dios, dedica sus horas a la gente que lo necesita, por amor a Dios.

No cabes en esa vida, excepto como un devoto a Dios más, cosa que no eres por cierto.

…Lo desafié___con un hilo de voz.

A tu Dios, lo desafié.

…¿Cómo?

.. Hace un rato, en la iglesia de Pedro, en voz alta, le hablé por primera vez en mi vida, le conté que lo amo, le dije que se lo voy a arrebatar, lo desafié a ver quién puede más.

… Estás loco, Guillermo, por favor, basta, Pedro eligió hace demasiado tiempo a Dios, jamás se le cruzó amar a un ser humano más que como hijo de Dios.

… Lo invité a casa, a almorzar, en familia y aceptó.

.. No lo hagas, no aparezcas más, que no vaya, que no sepa tu dirección, no lo veas más, te lo pido por los años de amistad que nos unen ya que en Dios no crees.

… No lo sé__incorporándose.

…¿Qué cosa no sabes?

… Si podré dejar de verlo, si puedo  dejárselo a tu Dios sin dar pelea, no lo sé.

Es la primera vez que me siento vivo, Jorge, descubrí el latido de mi corazón y que lo tengo porque despertó por él, no me pidas que regrese a la oscuridad cuando me cegó su luz, no sé si puedo.

…¿Y qué te hace pensar que aunque vaya a la casa y te vea a diario lo sacarás de la iglesia?

…. Nada. No tengo certezas, corro con todas las de perder al parecer, con todos los riesgos, pero lo prefiero a no dar la batalla, porque en la omisión me desangro, en la inercia me muero___. Las lágrimas colmaron la represa y en manto brotaron en puñados, y en Jorge por igual, llevándolo al abrazo estrecho que estaba pidiendo sin decirlo.

__Con la iglesia y su arrullo como testigos, permanecieron largo rato así, hasta que al fin Guillermo se separó, secándose el agua con las mangas, y pudo mirar a Jorge.

… Lo seguiré viendo, Jorge, de lejos quizá, si no se acerca, me quedaré a distancia, pero comenzaré a ir a las misas, a entrar a hablar con tu  Dios, lo que sea necesario, pero necesito  seguir viéndolo, o me voy a morir sin aire, sin sangre, me voy a extinguir.

… No, Guille, es al revés, morirás si continúas en este camino, pero no puedo decirte más. Excepto que pienses, en lo opuesto, en que supongas que logras triunfar sobre Dios, en las consecuencias que le traerías a la vida de Pedro.

…¿Cómo?___mientras el ruido en la mente y las lágrimas amenazaban de nuevo.

… Si Pedro dudara de su vocación, de inmediato se castigaría, pediría traslado a cualquier lado, aislamiento, retiro, o de tener certeza de algo más, tendría que desandar todo el recorrido de su vida, desde confesarlo a un tribunal de pares,  a pedir salir de lo que eligió, llegar al Vaticano, pasando por el escándalo en la familia, en la comunidad, para sumergirse en un mundo desconocido, amenazante, que lo va a engullir, donde nunca asomó siquiera.

…Un mundo donde estaría yo esperándolo.

… Un mundo donde puede  llegar a amar a una mujer, no necesariamente elegirte a vos, donde debe buscar trabajo, techo, comida, porque nada le dará su familia, nada tiene fuera de la iglesia, y cargando con la mochila de la marca, del estigma de haber dejado el sacerdocio por una confusión en su fe.

Y más allá, si dentro del caos que provocarías en esa vida estable, llegara a elegirte, sentirá siempre el tironeo entre  dos fuerzas, tu amor y el de Dios, y amarte a vos, para él será siempre traicionar a Dios, porque lo crea yo como tu amigo o no, para la iglesia, tu condición es pecaminosa,  y para Pedro, vivir en pecado, ser excomulgado, no tiene el mismo significado que para vos, no sé si pueda soportarlo.

Vivir sin fe para él, quizá sea una herida mortal, piénsalo, si lo amas,…piensa en él, no en vos.

___Guillermo sintió que llevaba la cruz que veía en Cristo, el peso en los hombros, y que no salió el mismo que había ingresado una hora antes, la mochila que Jorge le había dado para llevar, le hizo encorvarse en el peso, casi llevar el mentón al pecho, y sin embargo, la sonrisa de Pedro seguía estando frente a sus ojos, nada del resto del mundo aparecía, camino al estudio, donde se le antojaba que podría estar a solas un rato, llorar arrasando con todo, ahogarse en la botella de  whisky y hundirse hasta diluirse en el cuero del sillón, pensándolo, sopesando las palabras, de uno y de otro, las propias.

___Exhausto de caminar tomó un remis hasta el estudio, pero como nada era como aparentaba, ni noción de horarios y  de tiempos tenía, todavía y más que nunca, Marcos y Cuca estaban allí, trabajando.

…¡Bueno! Miren a la hora que aparece el dueño del lugar, ahora que sus abogados mimados no están, total el pelotudo de Marcos se encarga de todo.

…Sobrinito, ¿estás bien vos?

… Más o menos, Cuquita, necesito ir a mi despacho. Lo siento Marcos, tuve trámites personales para hacer, tómate unos días si quieres, me encargaré de todo.

… Tampoco es para tanto, con que te disculpes y hagas lo que te dejé en el escritorio, está bien, yo, termino con estos papeles para dejarlos listos para ir a tribunales y me voy, Isabel quiere ir a cenar a lo de los parientes.

… Ve, Marcos, gracias.

… ¿Te traigo un matecito?

… No Cuquita, gracias, ve a casa que no quiero que andes sola.

.. La llevo yo.

… Mejor, no se preocupen, estoy bien, me quedaré un rato, y me llevaré lo que quede a casa, o vendré en la mañana, cerraré yo, luego.

__Besó a su tía curvando los labios en una sonrisa cansada, y palmeó a Marcos antes de al fin llegar al despacho, y encerrarse allí, caminando como autómata hasta el ventanal, volviendo a observar la indolencia del afuera, para… al ver salir a Marcos y a Cuca, sí, al fin sabiéndose solo, arrasar con todo lo que encontró sobre el escritorio, y echarse sobre los brazos, enterrando la cabeza llorando sonoramente, descaradamente, el amor, el dolor, el vacío, la confusión, el desastre de su vida y en el que podría convertir la del hombre que había esperado encontrar, y que Dios había chocado antes.

Entre el manantial de lágrimas musitaba el nombre, y su deambular, su propio calvario buscándolo…

“…Pedro, precioso, te  busqué más allá del horizonte, durante siglos, que recuerde durante toda esta vida, por montañas y llanos, en el planeta entero, y más allá volando con mi imaginación intentando cruzarte en algún rincón, en algún momento, y gran parte de mi tiempo se fue,…, perdido en la búsqueda que finalizó ayer.

Te juro por tu Dios que mis errores no fueron más que no desfallecer en el intento de seguir buscando y rebuscando bajo las piedras al amor esquivo, no escuchando las voces de la brisa, y de los hombres, que me advertían, “quizá te canses, o quizá sea ése”.

Y ayer, ya vagando por el mundo habiendo rendido las armas, pasó,  mis ojos agotados se enlazaron con los tuyos en esa mirada única y en la luz que titiló y desde ella, partió la mecha que hizo palpitar encendiendo el motor de mi corazón muerto.

En esa mirada de miel, dulce, tierna, pero intensa y profunda que en un instante mágico me dedicaste, se coló tu alma muy adentro en la mía, y olvidé de respirar, se me escapó el aliento.

Y fue el Amor, un cúmulo de emociones como el arco iris tras años de tormentas, que me encandiló y me entrelazó para siempre a vos en la caricia de almas.

Y sin embargo… me dicen que sos… prohibido”.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto.