EL VIAJE. CAPÍTULO 75. SIGUIENDO LA LUNA DE MIEL.

EL VIAJE.

CAPÍTULO 76.

Bs. As., 22 de abril de 2016.

___ Cuando los primeros rayos de sol se colaron por el ojo de buey, los dos se enterraron uno en el otro para evitarlos y seguir durmiendo, luego de la noche de bodas sin descanso que había transcurrido.

Agarrotados y exhaustos de amarse siguieron en el soñar horas más, hasta que al fin Guillermo entreabrió pesadamente los ojos y sintió el peso de la cabeza de Pedro en el hueco de su cuerpo.

Sonriendo para sí y recordando, fue a revolverle aún más el pelo pero Pedro ronroneó y continuó durmiendo.

“Cielito, está molido, ahora no quiere despertar. A mí me costó más que nunca en verdad.

Pasamos la noche amándonos, como siempre en este lugar, en cubierta, en el camarote, en el Jacuzzi, en todos lados, uno, el otro, casi sin pausa y con el ansia de la primera vez.

Sigo sin poder creer que sea mi esposo, nada cambió, le regalé y le puse la alianza acá mismo a los dos meses de amarlo, ni siquiera en ello hay diferencia, pero me siento distinto, lo siento más mío y como si fuese posible lo amo más todavía.

 En casa deben seguir de fiesta, ni sé si vieron cuando huimos.

Quisimos regalarles la noche de bodas a Fabi y a Valeria en el Hilton, pero la rechazaron. Y estoy más tranquilo porque habían bebido como para manejar hasta el centro.

Prefirieron pasar el fin de semana en el Delta con los chicos. Y es entendible porque llevan años juntos.

Bueno, nosotros también, pero Pedro y yo somos más posesivos, y necesitamos de estos momentos a solas. Siempre fue así y creo que no cambiará.

Estoy leyendo el prólogo del libro enredado en él, y no puedo creer lo que ya sentía al regresar de San Luis, casi el mismo sufrimiento de la ausencia del año pasado…. a  cuatro días de conocerlo y amarlo.

Mi precioso, ¿cuántas cosas sucedieron desde llegar a Bs. As.?, y salvo el rechazo de Fabián, nada lo alejó de mí,.. hasta aquello que ya no deseo recordar.

No he logrado que me diga por qué no estamos yendo a Brasil, aunque por lo poco que me ubico, creo que estamos en el mar.

¿Qué otra sorpresa tiene que impide que sigamos en el barco?”

___ Cuando Guillermo   descendió la vista, se encontró con los ojazos marrones mirándolo, brillantes, la sonrisa con hoyuelos lo encandiló, y las mejillas resaltaron sonrojadas con el pelo revuelto por él, lo vio más bello que nunca.

Y sin palabras los suspiros se ahogaron en la boca ajena por un eterno instante de perdición allí, hasta dejar a las lenguas desenroscarse, y apartarse para aspirar el aire.

… ¡Hola mi amor!

… ¿Sabes qué hora es?

… No tengo idea, pero qué importa hoy.__Pedro se volvió a acurrucar acariciando peligrosamente el vientre, dibujando el ombligo.

…Nada supongo, ¿no tienes hambre?

… Mucho. Déjame disfrutar del momento un ratito más que iré a preparar un suculento desayuno,…, aunque supongo que debe ser hora de almorzar. Pero… no estando los niños y acá, bien podríamos recordar nuestros días de solteros sin obligaciones deambulando de casa en casa sin horarios y comer cuando nos plazca, ¿no?

… Me encantaría. Y hablando de solteros y de hijos, ¿crees que las pequeñas estarán bien o mejor dicho los abuelos que quedaron a su cargo?

… Estarán chochos de cuidarlas y ellas encantadas, y mejor que vayan acostumbrándose.

…¿Por?
… Nada, son los abuelos después de todo. Iré a preparar el café.

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… Pedrito, ven acá.

… ¿Qué sucede amor?

… ¿Cuándo me dirás adónde iremos mañana o pasado?

… Mañana o pasado.

.. No me provoques chiquito, que estoy perdiendo la paciencia y no quiero pelear en nuestra luna de miel.

.. ¡NO! Paz y amor solamente.

… ¿Me parece o estamos en el mar?

… No sé adónde estamos amor, es probable que hayamos salido del río, sí, pero no tenemos ningún rumbo fijo.

.. ¿Quieres decir que estamos a la deriva?

… No Graziani, Julián sabe adónde estamos supongo, y,…  vamos, arriba, o sigue leyendo que voy a preparar el desayuno y luego… a nadar y a tomar solcito.

… No me respondiste.

… En la piscina te lo digo.

… Eso es una extorsión.

… Eso es una decisión. Ya Graziani, que tienes ganas de empezar el matrimonio peleando por lo visto.

… Pedro, ven acá.

… A desayunar.

__ Guillermo lo vio en la cocina, con apenas una bata  que poco cubría, el pelo alborotado y canturreando y se estremeció temblando como una hoja, sabiendo que si no quiso hacer el amor al despertar, sería que tenía in mente la piscina, o quizá la reposera, o el piso al sol abrasador.

En verdad le daba lo mismo, y casi olvidó lo que estaba preguntando, porque además lo embriagó el aroma a café y tostadas.

Con languidez se desperezó sin dejar de mirarlo, y fue hacia él tomándolo desde atrás, acariciando su palpitante deseo provocándole un respingo y más, mientras… paseó los labios por el cuello y le hizo ladear la cabeza para acceder sin dificultad.

… Guiie, basta amor, tenemos que comer en forma abundante antes de…

… ¿De? Solamente te estaba haciendo mimitos.

… ¿Mimitos?

¿A eso les llamas mimitos?

Mejor siéntate en la barra y  empieza a comer, mucho, porque el que te va a llenar de mimitos en breve seré yo, porque anoche creo que  quedé en desventaja numérica.

.. ¡Desventaja numérica! Mira vos, ¿así que ahora vamos a contar?

…. Puede ser. Ahora tengo más derechos que antes.

… ¡Qué rico!

… ¿Yo?

.. El café tontín, no dijiste que ahora no haga mimitos ni nada.

¿Te vas a poner esos trapitos habituales de antes para ir a la piscina?

… Nada me pondría, pero está Julián a bordo.

… ¡Descarado! En realidad entre esos trapitos y nada es lo mismo.

… Bueno. ¿Qué pasa, Graziani? ¿Volvió el del comienzo? ¿Posesivo y celoso?

… Nunca se fue, en todo caso se adormeció por los problemas, pero soy así y lo sabes.

___ Pedro le lamió unas migas de las comisuras, entreabrió los labios finos con la punta de la lengua y al fin terminó zambullido en la boca devorando trozos de tostadas y mucho más con sabor y aroma a café.

… Esto es más rico  todavía.

… Fuera, a tu lugar o no habrá piscina.

Pedrito, estaba pensando, al fin José aún no tomó la decisión sobre su nombramiento como Juez, y nosotros no queremos trabajar en casos tan peligrosos como antes, ahora tenemos cinco hijos, que mantener pero más que cuidar.

Quizá podríamos dejar lo penal en manos de Matías, y dedicarnos a otra cosa menos peligrosa, como le dábamos a Gaby, divorcios contenciosos, tributario, juicios laborales.

… ¿Divorcios contenciosos? Eso es peor que penal, además separar gente no me gusta. Tributario podría ser, se gana bien en sucesiones, herencias y todo eso. Y tendríamos que pensar en  hacer algo para los niños, en el estudio digo.

… ¿Qué se te ocurrió?, porque ya lo pensaste.

… Cuca no podrá cuidarlas todo el tiempo, estos meses pasarán volando y en seis comenzarán a caminar, y  ahí sí que la cosa se pondrá peligrosa. Pensaba en un patio de juegos y una pequeña piscina, justamente… en el patio, para que no anden entre los clientes ni se vayan a la calle. ¿Te gusta?

… Me encanta, siempre y cuando encuentre algún sitio donde resguardar a mis plantitas de ellas, me encantó.

… Bien, entonces derivaremos lo penal a Matías aunque podremos ayudarlo desde el llano, haremos más derecho tributario y laboral y el patio de juegos para las peques y José, Paula y Belén desde el colegio ya llegarán por nosotros a la hora de regresar al Delta.

¡Qué raro que Matías y Diego no hayan preguntado si quedan niños por ubicar luego de los últimos allanamientos!

Están casados, son jóvenes, seguramente conseguirían adoptar.

… Quizá quieran estar solos un tiempo, precioso, no todos desean tener la responsabilidad de criar hijos, además… Matías y Diego dieron muchas vueltas antes de casarse, especialmente a tu alrededor.

… ¡Guiie, no empieces!

Puede ser lo que dices, yo me siento feliz de haber dado un hogar a las peques y a las chicas.

___ Levantaron las cosas, lavaron la vajilla y Pedro fue a colocarse un bañador, celeste y minúsculo con una toalla en la cintura solamente para pasar a saludar a Julián, mientras Guillermo se quedó colocándose el short de baño, quedando en encontrarse en la piscina.

Cuando Guillermo llegó, con el libro, los anteojos y el toallón, en bata, Pedro estaba haciendo largos y al verlo lo llamó.

La suave brisa de abril todavía era cálida, el sol apenas acarició la piel. Guillermo bebió un sorbo de agua y fue entrando al agua, resignado a lo que fuese.

Se quedó en el extremo, apoyando la cabeza hacia atrás, y de pronto sin permiso… un escalofrío recorrió la columna al surgir de la nada en la mente el recuerdo de su caída el día en que Pedro corrió. Más allá que seguía agradeciendo que por ello él perdió el miedo que lo atenazaba al piso,  en sí mismo el agua todavía lo hacía temblar, y aunque Pedro no lo supo nunca, a veces despertaba con aquella fea sensación de muerte inminente por asfixia que lo invadió.

Vagabundeando en los recuerdos no vio ni escuchó acercarse a Pedro quien bajo el agua coló sus dedos bajo el elástico y deslizó su bañador sin reparos, mientras Guillermo al sentir la primera caricia se tensó de cabeza a pies.

Para cuando tomó conciencia los labios de Pedro jugueteaban con su acerado deseo y la lengua lo acarició en toda la longitud modelándolo en ancho y en largo,…. se aferró desesperado al pelo mojado como si fuese el ancla de salvación.

Pedro ascendió y le fue cubriendo el cuerpo de besos, bebiendo agua, cloro y más mientras Guillermo sintió el temblor dominándolo bajo las caricias por doquier, mientras percibió el escozor en los ojos por lágrimas formándose, pero no eran de dolor, sino de felicidad, por la nueva vida que comenzaban, el nuevo amanecer, por lo que compartían, por los niños, por el dolor que habían dejado atrás, por el vínculo que los mantendría unidos para siempre, y se perdieron uno en el otro por una eternidad.

Pedro regresó a pasear la lengua de arriba hacia abajo, mordisqueando, comenzando a succionar con los labios, hasta escucharlo gemir sin perder el contacto visual , hasta al fin abarcarlo en la garganta mientras Guillermo hundió los dedos en el cuero cabelludo y el juego continuó, y continuó como aumentó la tensión, y sin descanso ni reservas al fin Guillermo se dejó llevar derramando su ser en la boca que lo absorbió con placer y mucho más, como a la esencia del amor, a la savia de la vida que su hombre era en él y para él.

Pedro ascendió adosando los cuerpos sin apartar los labios de la geografía que surcó hasta llegar al beso en la boca donde demoró cuanto su propio límite le permitió y se mantuvo allí pero delicadamente haciendo rodar a su esposo, que en la misma sinfonía, con la respiración entrecortada por la imperiosa necesidad de acogerlo  se aferró al borde de la piscina, mientras los labios de Pedro torturaron por detrás, la nuca, los hombros, el punto sensible bajo el lóbulo de la oreja, las espalda y más allá, paladeando, degustando, mordisqueando, moldeando y modelando, reptando por el cuerpo hasta al fin apoyando las manos en la pared, hundirse en el interior que lo abrazó haciéndole el amor con devoción, en una embestida precisa fue a fondo y Guillermo se onduló para recibirlo más allá.

Sin tregua las manos aferraron las caderas al tiempo que se introdujo más y más cada vez, una y otra vez, y Guillermo se acopló a cada embestida para recibirlo con el mismo placer, vibrando los dos en la misma locura, sintiendo el ascenso de oleadas de llamas y pasión hacia la cabeza y más arriba, empapados en el mismo sudor con cloro y más.

 Subieron al infinito caminando  por la cornisa, entre los mismos sonidos de la nueva sinfonía que compusieron para esa vez allí, y al ver el abismo sin fondo,  y sin poderlo detener, al fin se dejaron caer, felices y acoplados, en el beso y en la intimidad, deshaciéndose en fluidos y en la energía de los dos, derrumbándose hacia el agua donde se quedaron acurrucados contra la pared lateral.

___ Cuando volvieron a ser dos, concientes y reales, la brisa y el agua se les antojó fresca, y mareados en el otro salieron a secarse tumbándose enredados en una única reposera bajo el terciopelo azul, donde el sol asombrado y temeroso comenzó a descender.

… ¿Tienes hambre?

… Un poco. Pero más tengo curiosidad.

… Bueno, está bien.

___ Pedro levantó la mirada y la clavó en profundidad.

…Amor,  pienso pasar a tu lado cien años más, pero luego de recordar que hace un año estaba paralítico, luego de ver a mis amigos que siguen con limitaciones, pensando en que regresamos de  la muerte, que sufriste dos atentados, creo que el deber es vivir aquí y ahora, es lo que tenemos más seguro que nada.

… Precioso, me estás asustando.

… No. No te asustes. Es que aquí y ahora, un milagro hizo que pudiera casarme de pie, y antes…. que recobrara mi hombría, que tú fueras a buscarme y que regresara.

 Un día hace poco desperté con la certeza, de que lo único real y seguro es este presente continuo, que espero que Dios nos permita renovar por la eternidad.

… Sigo sin entender nada.

… Bueno, en concreto, pienso y decidí que no teníamos que postergar el viaje a Europa por los niños. Que si pude caminar, nada lo impide, es nuestra luna de miel, lo merecemos, luego de tanto padecer.

… Que lo merecemos no lo dudo, que me encantaría tampoco, pero… ¿y los niños?

… Belén y Paula están cursando, y ya les regalaremos su viaje a Europa o iremos todos otra vez más adelante, de lo contrario lo harán al graduarse. Ahora podrán quedarse con Fabián, es el hermano mayor, y por los horarios de Facultad de ellos y de colegio de ellas, estarán en casa al mismo horario. No dan trabajo, son grandes, además sus abuelos estarán cerca.

… ¿Y los trillizos?___ Guillermo lo miró temiendo y  conociendo la respuesta a medias.

… Los trillizos vendrán con nosotros, y con mis padres.

… ¿Qué? Luna de miel con mis suegros y los trillizos, Pedrito estás loco de atar.

… Amor, espera. Si no dejas que te explique no lo puedes entender.

¿De dónde crees que viene mi apellido?

… ¿De Italia?

… De Palermo más precisamente. Mis padres tienen familiares en Venecia, y están aburridos de viajar a Europa.

… ¿Y eso qué quiere decir?

… Que esta vez, solamente irán para cuidar a las peques, o llevarlas de paseo donde no importe que lloren cuando nosotros estemos en otros donde con ellas nos echarían… como en el Vaticano.

… No, Pedrito, aun así, no es justo para ellos.

… Guiie, está decidido. Y los pasajes comprados. Saldremos para Roma pasado mañana, es más… los trillizos por la edad nos salen gratis.

… ¿Como no fui consultado de algo así?

… Porque no querías saber nada del casamiento y demás. Lo decidí, te había prometido llevarte  a Italia, e iremos.

Mis padres, aunque no fueran los trillizos ya hay cosas que no podrían igualmente hacer, y las que pueden, nos turnaremos en el cuidado, o la harán con ellos.

.. ¿Pasado mañana salimos para Roma?

… Sí amor, eso dije, imagínate El Coliseo, Los Foros Romanos, el Palacio Venecia, las trattorías, El Vaticano, comeremos  las mejores pizzas y pastas de nuestras vidas.

 la Plaza San Marcos, Florencia, iremos en avión a Viena dos días, otros dos a París, y  el resto recorreremos a pie Roma, y en el euro-tren iremos a Florencia, Venecia y Milán quizá, ya veremos, no puedo no llevar a mi esposo al gran canal en la góndola.

… Cielito, me voy a morir de susto allí, vas a quedar viudo. Le tengo miedo a una piscina y quieres que suba a la góndola.

… Vida, estás en un yate en medio del mar. ¿Qué dices?

.. En eso tienes razón, pero ¿seguro que Amalia y Alberto están de acuerdo?

… Felices están, además visitarán a sus parientes, los niños estarán  en la Plaza San Marcos mientras recorremos la Catedral y más.

… Ven acá, a ver, mírame.

… ¿Qué sucede ahora?

… ¿Vos no estarás pensando en ir a una de esas playas nudistas del Mediterráneo verdad?

… Me gustaría, pero me temo que estará algo fresco,… o quizá no, pero no haremos tiempo de ir.

… Te mataría atorrante, no lo puedo creer, es una locura, pero no puedo decir que no. Además si tus padres están al tanto y de acuerdo, los pasajes listos, no puedo más que ir.

¿Y el equipaje?

.. Lo dejé preparado escondido en una de las habitaciones.

… ¿Cómo? ¿Elegiste la ropa que me voy a poner?

… Sí. Acaso tú no me vienes hasta comprando lo que me dejas poner, ahora soy tu esposo y decidí y se terminó el tema, mañana regresaremos al Delta porque a la madrugada de pasado salimos para Ezeiza y de allí sin escalas en Italian Air line a Roma amor.

 Pero ahora iremos a ducharnos y a preparar un rico asadito que dejé  listo en la heladera, porque de lo contrario de volveré a devorar a ti.

___ Pasaron por la ducha, y entre risas y arrumacos ya Guillermo mientras cocinaban, empezó a imaginarse en Italia, en San Pedro, en el coliseo, y empezó a caer en el embrujo del viaje sin remedio.

Almorzaron casi al atardecer, porque vieron regueros de oro colarse por el ojo de buey, y casi corrieron luego a ver el sol cayendo en el mar, bajo el manto de estrellas iluminando ahora de plata, arrullados por los sonidos del agua que mecía el yate llevando a cada  cuerpo a adosarse al otro en el abrazo estrecho de siempre.

Sintieron el aliento cálido en la nuca, el sonido irregular de la respiración rozando los oídos, y  la intimidad acogedora y reconfortante de estar en los brazos del ser amado, el aroma embriagador que los hacía perderse del mundo, y el aliento cosquilleó en la oreja cuando Guillermo con voz ronca le susurró a su esposo:

.. Gracias, al fin, me encanta la sorpresa, al tiempo que coló las manos bajo la remera surcando la espalda hasta perderse debajo, para ascender por delante a hacer rodar los botones entre los dedos y los dedos presurosos de Pedro se dedicaron a desabotonar la camisa ajena para posar los labios en las cumbres de Guillermo y ambos gimieron a la par.

Y le susurró:

… La estoy pasando muy bien.

… Yo mejor, precioso.

 Haces ruiditos agradables al amarnos.

… ¿De verdad?

___ Guillermo capturó en los labios un pezón estirándolo y Pedro gimió.

… Como ese por ejemplo, que a su vez me enloquece más a mí.

__Lo tironeó un poco más y Pedro no soportando  se arqueó para ofrecerle más… rindiéndose ante la deliciosa sensación, hasta al fin colar las manos dentro de los vaqueros apoyando las palmas donde deseó, y en pocos segundos su ropa y la camisa de Guillermo yacieron en el suelo en el mismo montón y con urgencia, de la mano… descendieron al camarote.

Guillermo lo deslizó lentamente en la cama y lo barrió de abajo hacia arriba para devolver las atenciones anteriores, apenas abierto el cierre de su Jean, el pelo negro rozó los muslos de Pedro que gimió su nombre y quedó sin respiración.

Guillermo se tomó su tiempo en la húmeda y lenta caricia, demorándose un rato más enviándolo sin escalas a las nubes o más allá, y Pedro lo miró con la turbidez del éxtasis.

Guillermo lo dejó recuperar el habla y la razón, para aferrarlo de las caderas y de a poco, muy de a poco Pedro lo absorbió en su interior, mientras su esposo emitió un ronco y extraño sonido al penetrar en su ser, y mientras fue por la conquista de la boca en el beso con la lengua lo penetró nuevamente más allá, y cuando Pedro lo sintió enterrado en él, Guillermo impuso el ritmo esta vez, y Pedro acompasó acordes y notas, blancas, negras y bemoles.

… No te detengas mi amor. Haz lo que quieras peor continúa.

… Y Guillermo continuó… y la avalancha dulce y caliente los barrió a los dos.

CONTINUARÁ.