ENIGMA. CAPÍTULO DOCE.

ENIGMA. CAPÍTULO DOCE.

Bs. As., martes 23 de junio de 2015.

Comisaría número 34.

… Calma Claudia, por favor, ya se fue. No dejaré que te vea. Tranquila.

… Pero sabe que estoy acá, y seguramente también ubicará a Pedro. Por favor Gabriela, nunca tuve que llamarlo, protégelo. Que Mendoza al menos no llegue a mi hermano.

…. Claudia, Pedro está en un lugar seguro.

 Desde que entré a tu casa intento ayudarlos, pero no me dejas, no puedo hacer nada si no sé la verdad.

… Está bien, te voy a contar todo, pero tienes que prometerme que quedará entre nosotras. Lo hago solamente para que puedas cuidar a Pedro.

… Estamos solas, está la gente de guardia, pero acá estamos a solas, juro que no diré nada, pero al menos habla conmigo, por favor.

Estuve con ese hijo de puta de Mendoza, y me dio náuseas, te creo.

… ¿No hay nadie tras el vidrio?

.. No, te juro que no, cuéntame por favor. Claudia necesito saber la verdad, y te juro por mi mamá que es todo lo que tengo en la vida, que voy a investigar a ese hijo de puta hasta verlo entre rejas para siempre, pero dime qué tenía que ver con  tus padres, porque según él era su íntimo amigo.

… ¡NO!, ___ Claudia cayó llorando en brazos de Gabriela, al tiempo que Alberto se coló tras el vidrio, al llegar buscando a Gabriela, y decidió no entrar, pero escuchar.

… Lo que te conté antes hasta llegar a Argentina fue así, huimos de Estados Unidos y cuando reciban los informes desde allá, si las causas no prescribieron lo sabrán.

Estábamos mejor allá, más cuidados, aunque te parezca un horror. Los jefes narcos lo cuidaban a mi padrastro, por ende nosotras estábamos mejor, pero hay algo que no sabes de allá.

 Mis tíos, la hermana de mi madre y su esposo, los padres de Marcial supieron que  el hermano de mi papá murió de un infarto en su estudio de Chicago, y que luego su esposa se fue a Europa.

… Sí, eso dicen ellos que sucedió.

… Eso es lo que se difundió, pero al parecer, cuando mi padrastro dejó el bufete, había desviado fortunas desde allí a operaciones de narcotráfico que fueron a Colombia, Panamá y Ecuador, mi tío no lo supo hasta que quebró , poco antes de morir. Los contadores descubrieron aquello, y casualmente mi tío apareció muerto a horas de saberlo, al parecer de un infarto, pero la sospecha flotó en el aire, y mi tía aterrada huyó con su familia.

… ¿Quieres decir que tu padrastro lo mató?

… Puede que sí.

… ¡Dios!

…Cuando llegamos a Argentina, la situación fue muy distinta,  él no tuvo gente de gran influencia detrás, aun en el mundillo de la delincuencia se necesitan punteros, y no los encontró.

Empezó de abajo, apenas haciendo operaciones menores, y regenteando prostíbulos y mesas de juego para políticos corruptos, y a través de ellos, en uno de ellos, a un año de llegar más o menos conoció a Mendoza.

Otro famoso abogado para el afuera, que jueces y políticos usan para sus negociados sucios por detrás, para poner la firma, y sabiendo que mi padrastro era abogado le gustó, y lo quiso trabajando para él.

… ¡Qué hijo de puta!

… Gaby, te juro que entonces le supliqué a mi mamá que buscáramos a mis tíos, que llamáramos a Pedro, que saliéramos de esa vida, pero me dijo que ya era demasiado tarde, que no podría mirar a los ojos ni a su hermana ni a Pedro, y me pidió que resistiera por ella, y lo que es peor, seguía diciendo que amaba a ese hombre.

… Lo sé, lo puedo imaginar, he visto muchos casos así. Supongo que la usaba, la violaba, le pegaba y luego le hacía creer que la amaba. El perverso mundillo de estas lacras.

 ¿Y vos, Claudia?

¿Alguna vez te sentiste atraída por ese hombre?

¿Te pasó lo mismo que a Diana?

Por favor, necesito que me digas la verdad.

..No, aunque esto me condene, lo odiaba, lo odio, Gaby, tienes que creerme, por favor.

… Te creo, continúa…

Bs. As., martes 23 de junio de 2015.

Hospital Borda.

… Guille, ¿estás seguro de estar enamorado de mí?

¿Por qué?

… ¿Qué pregunta es ésa? No existe un por qué para el Amor, __remarcando las palabras___, precioso. Se da o no se da, y te amé desde el instante de conocerte, en el peor momento, bajo las peores condiciones, sin excusas, sin explicación, contra el mundo, pero me enamoré de vos. Y no puedo respirar el aire en que no estás.

Tuve que dejar mi casa,  hace horas que veo acumularse papeles en mi despacho y no puedo trabajar, los ratos en que te dejo solo,…, son para saber de la investigación pero me asfixia tu ausencia. Necesito estar acá, cuidarte, mimarte,  escucharte, saber de vos, inhalarte, saborearte, besarte.

… ¿Y si mañana vienen a buscarme y no volvieras a verme?

.. Eso no va a pasar. __ Guillermo le enmarcó el rostro clavando la mirada.__ Pedro, no voy a permitir que te saquen de acá. No puedes sobrevivir en un penal, no voy a permitir que caigas en el grado de autismo que te aísle del mundo.

Mírame, soy tu refugio, soy tu amor, quiero ser tu hombre y tu motor para desear defenderte y salir de esta trampa del destino o de quienes la hayan armado, no tienes que estar allí.

… ¿Cómo se hace? ¿Cómo mierda se hace para no dañar a los que quieres?

 Para no dejar sola a Claudia, para no alejarme de ti, ¿cómo mierda hago?

… Mi  amor, mírame,…. esto también va a pasar. Te prometo que esto va a pasar.

… ¿Lo prometes?
… Lo prometo.

___Guillermo posó la mirada en los labios, lameteando las comisuras, una, la otra, y pensó ante el estremecimiento que lo dominó, que nunca con otro, jamás solamente el contacto de los labios le había despertado el cúmulo de sensaciones que tuvo, como si Pedro lo hubiese sacado de un sueño eterno, y Pedro se entregó al momento como si fuese una droga, saboreando el deseo, sintiendo la fuerza en el beso, acicateado por la pasión y la urgencia, por el miedo y la desesperación.

Cuando Guillermo se apartó apenas respiraban, mientras los ojos negros refulgían con un brillo desconocido, paseando por el rostro escrutando cada detalle, y las manos en el pecho sintieron el tronar de los corazones galopando, saturados de pasión y deseo.

Sin embargo… en las miradas también había inseguridad, temores, dudas, mientras el silencio  tenebroso del atardecer en el lugar solamente era interrumpido por las respiraciones entrecortadas y erráticas de los dos.

Guillermo fue incapaz de evitar el contacto, perdido en un mundo de sensaciones, llevó los dedos a alborotar el pelo suspirando, mientras Pedro esta vez buscó los labios, saturado en sensaciones desbordantes, desconocidas para él hasta conocer a ese hombre.

Las dudas, las excusas y la incertidumbre se difuminaron en la determinación de la conquista de uno al otro, con el otro y por el otro. Pedro se dejó conquistar en la boca sin reparos y sin preguntas.

Guillermo le colocó los dedos en el mentón y entendió su deseo, separó los labios, y la legua lo invadió, reclamó cada recoveco del interior de su boca con decisión y anhelo y Pedro entregó su aliento en ella, con voracidad y urgencia.

Guillermo pegó los cuerpos y las fuertes manos seguras comenzaron a surcarlo, a dibujar geografías, a delinear el mapa con las manos que esculpieron el cuello, los hombros, los brazos, enredándose en los dedos para ir al pecho, al abdomen y descender por la espalda hasta abarcar los glúteos mientras Pedro ahogó gemidos de placer en el beso, y Guillermo los bebió en la saliva.

El deseo desatado los embargó, las fuertes manos apretaron detrás modelando a gusto, para  descender a la cara interna de los muslos, mientras Pedro se desesperó abrasado por salvajes oleadas de calor, con la pasión colándose bajo su piel, tiñendo sus besos, adueñándose del ser.

Guillermo le hizo palpar su deseo, y luego lo aferró para sentir el ajeno, y Pedro gimió en la boca, asombrado y desorientado, no entendiendo cómo podía sentir tanto y ansiar cada vez más.

Inquieto y urgente se adosó a Guillermo que palmeó la zona de las cumbres en el pecho, y el roce de las manos, la pericia de los labios acicateó el deseo hasta hacerlo doloroso.

Las sensaciones fueron abrasadoras, las caricias se les antojaron exquisitas y los cuerpos se apresaron uno en el otro, apenas soportando la sensación de muerte inminente.

Y fundidos en la misma desesperación, Pedro le arrancó los botones de la camisa que se abrió, al tiempo que Guillermo le quitó la parte superior del ambo respirando al paso, ansiosos de reptar sobre el otro, de treparse encima, de pegarse piel absorbiendo piel.

El beso fue interrumpido y reiniciado de mil formas a la vez, intercambiando roles, lametazos, succión,… de labios, de lenguas enroscadas, danzando o batallando en salvaje dominación, recorridos exploratorios de resquicios y recovecos desconocidos, muriendo en la agonía y en la profundidad, para regresar paladeando, bebiendo, saboreando, devorando y embriagándose, uno al otro y en  el otro, con el deseo pulsátil de uno adosado al otro, mientras las manos recorrieron los muslos con ansia, para ascender, y descender a las rodillas, hasta al fin apenas separar los labios para susurrar:

.. Pedro, ¿sabes lo que está sucediendo? Todavía puedo detenerme, en un rato ya será irrefrenable.

… ¿Me amas de verdad?

… ¿Qué crees?

¿Y vos?

__Pedro no encontró palabras y se apoderó de los labios finos conquistando dentro sin más, y se dejó arrastrar, por la aprensión, por el miedo y la certeza de que todo el mundo que conocía estaba cambiando de lugar para siempre en ese preciso instante y que ya no  sería nunca más igual a lo conocido y a lo predecible.

No quería perderlo nunca más de su vista, de sus manos, de su alma, de su cuerpo, y trató de besarlo instándolo a continuar, mordisqueándolo, succionándolo, bebiendo su ser en la saliva y dándole el suyo en el aliento, suplicando en su lenguaje poseerlo y que lo poseyera, ansiando ser suyo y que lo fuese, invadido por un ansia frenética indomable.

La entrega estuvo decidida, pactada desde hacía siglos, sin que ellos lo supieran hasta ese momento de magia. Fue lo que desearon y esperaron el uno del otro. La unión absoluta, en el UNO, terminar con la partición antojadiza de siglos, ya siendo insoportable estar separado uno del otro, y no así, en un ser.

.. Hazme el amor, Guillermo, hazme tuyo para siempre, enséñame todo.

… Es lo que más quiero en esta vida mi amor.

___Las intrépidas manos, presurosas se enredaron en la tarea de deshacerse de la tela que aprisionaba el deseo, y todo fue arrasado hacia abajo, hasta caer hecho ovillos en el mismo montón, en el piso, olvidados del tiempo, del lugar, del invierno, de la supuesta realidad.

 Pedro temblando y no de frío desesperado separó los muslos… ante las manos y la boca de Guillermo que venían escaldándolo desde los pies, arrasando con su cordura  y más a cada escala, y se arqueó más que en la convulsión gritando …cuando abarcó en la boca su deseo febril, amasándolo a lengüetazos, friccionándolo con las manos al dejarlo, regresando a la succión desesperándolo, mientras la mirada lo penetraba por todos lados, y la negrura de los ojos  crecía a cada instante junto con las llamaradas y la dinamita que en el vientre amenazaba con detonar.

… Eres tan receptivo mi precioso, pero temo hacerte daño, tienes que... saber...que va a doler.

… No importa. Hazme tuyo, por favor,…

___Pedro giró, y Guillermo le separó las nalgas con devoción y acercó su deseo al acceso, mientras Pedro se agitó, se onduló, lo empujó, lo instó, lo invitó… hasta que al fin Guillermo lo aferró de los hombros, tomó una bocanada de aire y en la exhalación lo penetró hasta el final en una embestida  con total determinación gruñendo al espacio los dos, mientras  Pedro sintió el exquisito dolor de la posesión, placentero y ansiado dolor de la primera vez,  cuando Guillermo se dedicó a  ampliarlo y a dilatar su ruta entrando y saliendo haciéndolo delirar y estremecer, agonizando él a la vez.

.. ¡No!

… amor, te hice,… daño.

No puedo detenerme ya.

… No es... eso.

___ Guillermo se aquietó aferrándolo de las caderas llegando a fondo, y Pedro  se onduló  llevándolo más allá, extasiado en la mezcla de placer y dolor, amalgama perfecta de lo mismo y de lo máximo por conocer y experimentar, y Guillermo entendió, que deseaba más, que Pedro daba por cierto que entendía su deseo porque no era su primera vez, y en cambio para él todo era una novedad, y ante cada embestida le disparaba un remalazo de placer, que deseaba devolverle por igual y más y lo intentaba al acompasar sus movimientos para llevarlo más allá de todo límite, al contraer cada músculo para detenerlo en su interior abrazándolo en el calor, ordeñándolo  en la preparación.

El placer aumentó en forma súbita al instaurarse un ritmo frenético, rápido, profundo, cada vez más allá, en el mismo  palpitar, en la misma cadencia, tocando las mismas notas, los acordes finales de la sinfonía recién estrenada, con todas las notas apenas conocidas, y al tiempo subieron una empinada montaña, cuya cúspide aún no vislumbraban, pero sabían que desde allí caerían sin remedio al fin desintegrándose en ello pero sin que importara más que continuar, por más, y  Pedro elevó las caderas para acogerlo más adentro, estremeciéndose y gimiendo sin cesar mientras Guillermo sin frenó,… se apoyó en los brazos para embestir con locura, que lo terminó por asombrar, porque todo en él era desconocido y nuevo también..

Mientras más a fondo llegaba, Pedro  lo albergaba más allá, ninguno parecía poder ni querer saciarse, veían el abismo sin fondo pero no se  atrevían ni querían saltar, más allá del dolor, en la misma locura, afanándose por seguir respirando, sabiendo que los latidos tronaban en el ambiente, embebidos en el mismo sudor, los montículos gemelos arqueándose y ondulándose, adentrándose más y más, jadeando y sin otro dueño que el mismo frenesí…. al fin…. al unísono acordaron caer, derramándose por todos lados, su fruto y más, caliente y espeso, denso quemando dentro y alrededor, y deshaciéndose en esquirlas en la detonación de la gloria final, gritando agónicamente, casi sin voz,  sin aire, y unidos en la boca bebiendo el final, mientras Pedro convulsionando logró ordeñar dentro de sí, hasta la última gota del ser que se derritió en su interior, y Guillermo por fuera lo contuvo a él.

Y quedaron allí, fundidos en una energía, en la misma esencia, en el mismo ser, en ese instante robado a la eternidad, y eterno en sí, sin conciencia de más.

Sin medida de tiempo, en algún momento regresaron al mundo de la materia y del dos, separándose a desgano, confundidos, y embriagados, agarrotados de batallar, plenos, con ganas de cantar, empapados en agua y sal, mirándose con el mismo brillo titilando, al momento que solo podían entender que el deseo seguía allí, dominándolos  de nuevo en la misma tensión.

… ¿Estás bien? ¿Te hice daño?

Los labios carnosos moldeados a besos, sonrieron iluminando, y susurrando al fin.

… No. No me has hecho daño, me has hecho tuyo, me has hecho feliz.

___ Guillermo escapó del sentimiento compartido… a

la pregunta sin respuesta de cómo había pasado por tantos cuerpos y camas sin sentir casi nada, añorando el todo que acababa de encontrar y experimentar allí, en el ser del hombre destinado a encontrar y a ser encontrado, y todo lo anterior había sido arrasado por hacerle el amor, por Amor… al hombre que le venía correspondiendo desde el inicio de los tiempos y más.

… Me siento afortunado, ser el único, el primero.

… Yo no tanto, sé que has pertenecido a muchos antes, a mujeres también, y,…no me hace ninguna gracia.

… Tonto, ésta ha sido la primera vez que hice el amor. Y nunca más habrá nadie más, lo de antes no fue nada.

…. Te sigo deseando.

… Y yo, pero ahora otra vez no. Es tu primera vez, sé que dolió, no pude detenerme para tomar recaudos. Tal vez luego.

___ Pedro atrapó los labios mordisqueándolo.

… Quédate toda la noche acá, duerme abrazándome, por favor. Aunque no me hagas el amor.

.. Pedrito, cielo, ya no podría quedarme abrazándote solamente, me temo que me es imposible no amarte en forma continua como el cuerpo nos lo permita.

___Guillermo le apartó los mechones que ocultaban el rostro, feliz de verlo sonrojado, con los labios marcados por sus besos, y lo miró en profundidad.

…¿No me vas a decir lo que  piensas o crees que es lo que sientes por mí?

… ¿Amor? Te amo.  No sabía porque nunca lo sentí, pero es lo mismo que me unió a mi madre más el deseo irrefrenable de ser tuyo, de llevarte en mí, de que me lleves en ti. ¿Eso es amor?

… Sí precioso, eso es Amor.

___ Pedro pareció recordar la realidad y se aferró al pecho fuerte que lo refugiaba del dolor. Guillermo sintió sus latidos, ahora de temor.

… Pedro, mi amor, escúchame. Alberto, el Dr. rubio como le dices, fue a la comisaría a ver qué sucede allí. Es probable que en la mañana venga a verte Marcos Labrapoulus.

… ¿Marcos? Es abogado en la empresa de mis tíos.

… Lo sé. Ellos lo enviaron y hoy fue a la comisaría.

… Que la defienda a Claudia.

… Amorcito, escúchame.  No puedes no confiar en mí.  No ahora. Para seguir a tu lado, necesito saber la verdad. La parte que conoces, porque toda la verdad quizá solamente la sepa tu hermana, o ni siquiera ella.

 Sé que mucho tiempo para hablar no tuvieron, por tanto ignoras mucho más de lo que sabes.

… Eso no importa, lo que importa…. son los asesinatos.

… Todo importa. Mi amor, escúchame. Sé que idolatras a tu madre y a tu hermana, no quiero verte sufrir, pero puedes razonar conmigo y entender algunas cosas.

… ¿Qué quieres decir?

… Que quedaste atrapado en los errores de todos amorcito, eso quiero decir.

 De tu verdadero padre, que seguramente fue muy bueno, pero quizá se equivocó en crearles esa vida de príncipes y reinas en la que vivieron.

.. ¿Cómo?

… Sé que era rico, que ganaba demasiado, y obviamente no pensó que moriría dejándolos fuera de su lugar, solos, pero quizá sobreprotegió por demás a Diana y anuló su capacidad de ser independiente y de trabajar al morir él.

Indudablemente que tu madre debe haber sufrido un impacto casi letal ante la muerte de tu papá.

… No lo voy a juzgar por habernos dado lo mejor, Guille.

… No te pido eso, te pido que pienses conmigo.

… Diana, tu mamá, pudo elegir mi amor. Aun al morir tu padre, tuvo la posibilidad de elegir, y ella también equivocó el camino y los arrastró en su error.

__ Pedro lo miró desolado, un nudo le oprimió la garganta con el recuerdo de los días de Diana tumbada llorando sin querer verlos siquiera luego de morir su padre.

… Al morir tu padre, lógicamente cayó en depresión, pero los tenía a ustedes, y en ese momento tenía un status económico bueno. Era una mujer inteligente. Jamás debió derrumbarse y quedarse allí, pudo elegir pedir ayuda psiquiátrica y levantarse por ustedes, ponerse a trabajar, y enviarte a la Universidad, o pensemos en lo peor, si no hubiese podido salir del pozo, hubiera podido regresar a Chile y tus tíos los hubiesen acogido.

…. ¿De qué la estás culpando? El tiempo de un duelo es uno a dos años, en ese tiempo ella no pudo hacer nada, y conoció a ese hombre, se confundió seguramente o lo tomó como un salvavidas al dolor por la pérdida de mi padre, además se lo presentó mi tío como un inminente abogado. Creyó estar enamorada y se casó. No puedo juzgarla tampoco.

.. Está bien, pero…

… ¿Pero?

.. Pedrito, por algo decidiste entonces viajar y dejarlas, ella lo eligió por sobre  los intereses de sus hijos, y es llamativo eso.

.. Sabía que estaría bien en Chile, quizá pensó en que podíamos seguir en contacto, de hecho yo les escribí por meses.

… ¡Pedro, basta! Diana eligió casarse con tu padrastro, y aceptó todas sus condiciones, entre ellas que vos salieras de su vida, Claudia era muy pequeña y en ello no tuvo nada que ver. Tu mamá lo eligió a él, no a vos.

Y cuando tus cartas llegaron el tipo nunca se las dio. ¿Acaso no le preguntaste a Claudia?

… Sí. Le pregunté por qué nunca respondió mis cartas y me confirmó que nunca recibió nada. Ese tipo se las quitó, las hizo desaparecer, las aisló de mí y de todos, las fue dominando.

Guille, no soy tonto. Traté de saber cómo ese hombre pudo dominar así a mi mamá, sé del amor- odio de la víctima hacia su victimario, del síndrome de Estocolmo, lo sé.

Quizá mi mamá cuando lo conoció era una persona vulnerable, había perdido al amor de su vida, con dos hijos, una nena y yo autista, con el mundo que nos dio mi padre desmoronándose, él lo vio, y también que quedaba la mansión,  el mobiliario, las joyas, y la atrapó, lo sé. Pero nunca me perdonaré haberlas dejado con él porque en su mirada supe que era una basura.

… No. No tienes la culpa. Hiciste lo que debías. Supiste que te rechazaba, que para él tu autismo era sinónimo de retraso mental y buscaste proteger tu integridad y tu capacidad de la mejor manera, con la gente que te acogió, pero entiende que entonces tu madre te dejó partir.

En ese momento,  todavía ese hombre no la tenia dominada y lo eligió, y  cuando tu tía la llamó poco tiempo después, tampoco creo que hubiese pasado el tiempo suficiente  como para que  no pudiera decirle la verdad a su hermana, que su marido no era quien pensó, y sin embargo renunció a vos, te dejó con tus tíos, y le dijo a su hermana que interferías en su matrimonio.

… ¿Adónde quieres llegar con esto? ¿A que crea que mi madre no me amó?

… A decirte que eligió su destino, Pedro y a que te excluyó de su vida al elegir a ese hombre.

Y vos estás buscando racionalizaciones y justificaciones para sentirte culpable y cargar con una responsabilidad que no tienes.

. La mirada de Guillermo provocó en Pedro un escalofrío que le recorrió, resopló la soledad en su interior, y Guillermo lo estrechó, pero como un animal defendiendo a su presa continuó, sabiendo que dolía, pero que tenía que hacerlo.

.. Te hablé del error involuntario de tu padre al sobreprotegerlos y al quitarle la independencia a Diana, de las malas elecciones de ella, y me queda Claudia.

 … ¿Por qué justamente te llamó la tarde de las muertes? Hacía meses que tenía tu teléfono. Pudo llamarte para verte en un bar, contarte lo que pasaron estos quince años. ¿Por qué no lo hizo?

Suponiendo que para cuando estaban en Nueva York tu madre estuviese encandilada por el tipo, que lo conociera luego, y lo peor, que lo amara con todo lo que era, por ese raro síndrome que lleva a esa lealtad. ¿Por qué Claudia no  pidió ayuda?

… ¿Adónde?

 En el mejor de los casos que hubiera conseguido los números, que recordara a los tíos y a Marcial, ya no estábamos en Chile.

… Mi amor, tus tíos tienen empresas importantes, con tomar la guía de teléfonos los encontraba, por padrones, como fuera, pudo ir a la policía también, pero no hizo nada exactamente hasta una hora antes de las muertes.

… No sé, no tengo la respuesta. Supongo que habrá caído en lo mismo que Diana, en miedo, odio, amor, ¿Claudia enamorada de mi padrastro?

___Los ojos de Pedro lo contemplaron serios, pensativos, ausentes, dolientes, como evaluando en el espejo la pregunta que ahora no podía repetir porque el nudo que se formó le atenazó la garganta.

… Dentro de toda esta maraña, de la telaraña que tejió ese hombre atrapando a Diana y a Claudia, solamente ellos y su entorno saben qué sucedió, mi amor, vos no.

___ Pedro se fue a su interior, con la mirada perdida, sintiendo la sensación de vacío, y Guillermo temió, sintiendo que podría morir si ese fino hilo que lo unía a la realidad, el ancla del que le había hablado se rompía y lo perdía ahora.

… Está bien chiquito, no quiero torturarte, no quiero hacerte sufrir más de lo que sientes ya, solamente piénsalo.

Ellas quedaron en esa red, no tienes que hacerte cargo, menos habiendo tan poco por hacer con tus padres muertos.

___ Guillermo le enmarcó el rostro y le levantó la barbilla con el índice mirándolo fijo al alma.

… Dime lo primero que sientas. Si Claudia no existiera, o si estuviera casada, en otro lado, fuera de esta porquería,… ¿Te culparías de algo o por algo de lo que encontraste en esa casa?

… No.

No sé, porque mi mamá estaba en esa cama. No sé.

___El bello rostro de Pedro se transfiguró en el torbellino de imágenes de lo que vio en la casa, que no decía a Guillermo, que dejaba acumular  y corroer sus entrañas, y Guillermo lo estrechó en su pecho, desesperando de miedo a perderlo.

Por primera vez en su vida estaba enamorado, lo cual derribó sus barreras, lo hizo vulnerable a esto, justamente al pánico a perder a ese ser frágil que se autodestruía entre sus brazos y tembló.

Contempló esos bellos labios seductores que deseaba pegados a los suyos para siempre, pero también la distancia que a veces aparecía en la mirada, y que temía algún día no se fuera.

… Mi amor,  Marcos te conoce y eso me tranquiliza, porque entonces al verte sabrá que no mataste a nadie, a pesar de lo que digas, pero si me amas como crees, si te entregaste así  por amor, no me dejes solo. Piensa en mí, en nosotros, en que la vida es una sola, y hay que vivirla. Tus padres mal o bien ya no pueden continuar, nosotros sí.

…. Yo le hice jurar a Claudia que no hablaría de lo que sucedió, yo tomé el arma para marcarla con mis huellas sacándola del cuello del tipo, yo le hice creer a mi hermana que a mí quizá no me imputarían si no hablábamos… por mi condición, y ella no va a confesar nada de lo que vio por lealtad hacia mí.

 Tampoco yo hablaré, no me  voy a inmolar, dejaré que me juzguen por las circunstancias, por el silencio de mi hermana, por las pericias, por la escena de los crímenes, por el arma, y por mi condición.

¿Me pediste que no hablara? Bueno, no lo haré. Tampoco me defenderé. Ni claudia ni yo diremos nada de lo sucedido en un juicio, y que el juez decida lo que corresponda.

__ Guillermo inspiró necesitando todo el aire del universo, pero con cierto alivio, si al menos no se proclamaba culpable, podría por su estado intentar que no fuera al penal.

Daría como ejemplo la sensación del atardecer, que en el contexto forense y psiquiátrico, de pedir otras consultas, bien podrían tomar como una pérdida de identidad, en el borde de la psicosis,  desconocía el resultado de la pericia todavía, pero la dibujaría a su antojo para que no le imputaran asesinato alguno, y no pudo pensar en Claudia.

Si ella no hablaba podrían imputar a Pedro por el arma en sus manos, o a los dos, pero él solamente podría intentar dejar allí bajo custodia especial, a Pedro, nada podía hacer por la chica.

Estaba seguro que el psicodiagnóstico de ella no mostraría nada más que depresión o ansiedad generalizada, tal vez el abogado podría alegar emoción violenta, pero no era abogado sino psiquiatra, y estaba enamorado de Pedro.

___ Entonces los ojos marrones buscaron los suyos, como queriendo contagiarse de su seguridad. No sabía qué hacer ahora que  estaba enamorado. O sí. Sabía perfectamente lo que deseaba. Pero el inoportuno juego del destino con el súbito desenlace movilizaron cada fibra de su ser, despertándolo de un sueño eterno.

Y en ese momento, quizá por el pánico que a los dos le retorcía las entrañas, los labios volvieron a encontrarse, y se absorbieron en un beso feroz, como si no acabaran de hacer el amor, como si fuese la primera vez, acicateados por un deseo recién nacido, sublime y violento a la vez, acariciándose por todas partes, con manos , labios y más sin poder detener el mundo de sensaciones recién descubiertas en los dos, por los dos, en el Amor compartido, a pesar de ellos y de los demás.

… Tengo que ir un rato al despacho, hacer unas llamadas, saber de Alberto, pero volveré para quedarme a tu lado, cenaremos y te amaré toda la noche o vos a mí, es todo lo que tenemos hoy, y pediré a Miller tu custodia en el hospital, imputen los cargos que sean, pediré que esperes el juicio acá.

Con que no te culpes, con que no hables, creo que me alcanzará para lograr que te quedes acá. El tiempo manejará los hilos de la verdad, por ahora no vuelvas a hablar, ni con Marcos ni con nadie que no sea yo.

¿Lo prometes?

CONTINUARÁ.