AMOR ETERNO. CAPÍTULO CUARENTA. FINAL.

AMOR ETERNO. ÚLTIMO CAPÍTULO.





CAPÍTULO CUARENTA.









Inglaterra, 03 de marzo de 1838.







“…Estamos en el muelle, la muchedumbre es ensordecedora y la algarabía de viajar a otro continente pareciera contagiosa, aunque en verdad, Peter y Gerard no necesitan más de la que ya poseían.



Pasamos Navidad y despedimos el año en familia, con la presencia de William que en su primera semana de vida nos robó el corazón, aunque no supiera ni quiénes éramos.

Es muy parecido a Melany, para nuestra suerte así no existen sospechas acerca de la paternidad.



Sarah, pareció recuperar el resplandor de antaño en la luz del niño, también fue encariñándose con Arthur, que para ninguno es culpable del padre que tuvo y estoy seguro que tendrá los mismos valores que Den.



No hicimos fiesta alguna, era nuestra despedida, y quisimos estar en la intimidad familiar, y el 31 de diciembre alcanzamos a ver los primeros copos de nieve cayendo, que quizá extrañaremos al llegar al Nuevo Continente.



Brindamos por la nueva vida de todos, por las nuevas oportunidades para cada uno, y además con Peter nos asomamos a la sala de Pedro a hacerles un guiño a ellos.

Nuestro par del futuro que tanto ayudó a darnos el conocimiento necesario…. de almas gemelas, compañeras, de cómo nos volveríamos a encontrar, una y otra vez, no solamente entre nosotros, sino con Den, Melany, Gerard, Sarah, Valery, y lamentablemente con Gregory.



La cena fue espléndida, con el palacio en todo su brillo, como si fuera una gran fiesta, pero en realidad era el recibir un nuevo año, y para cada uno…. una nueva forma de vida.

Para Melany y Den, el legado no menor del ducado, y el próximo tan postergado casamiento por amor, con ya dos hijos por cuidar: William I y Arthur, el hijo de Gregory, al que Den criará como suyo, entre todos decidimos no contarle su verdadero origen, menos de la existencia de ese hombre negro que murió en la horca.



Sarah quedó feliz, muy compañera de la duquesa, y fascinada con los niños que serán sus bisnietos o algo así.



Stewart y su esposa se mudarían durante enero muy cerca de ellos, el otro primo soltero quedó estudiando en Londres.



Anthony, nuestro fiel lacayo, él no quiso despedirnos en el palacio, nos acompaña hoy todavía. Quiso estar presente al zarpar el barco.



Nos despedimos luego de recibir el nuevo año, de dejar ir al 1837, agradecidos, porque pese a lo que sucediera con el mal primo, el ser malvado que casi nos robó la vida, cada uno encontró su sendero, y una vida con eje y dirección.

Yo más que nadie, habiéndome salvado de morir en la horca, saliendo de la farsa de mi libertinaje con mujeres, para ocultar mi real naturaleza de amar a un hombre.

Al único ser que puedo amar por la eternidad, a mi diablillo travieso, a mi compañero de siglos, a mi amigo, a mi mejor amante, a Peter.



Y con él llegó quien alguna vez nacerá como hijo, otro diablillo, Gerard, cuyos hijos serán nuestros de algún modo, seremos sus tutores mayores, como alguna vez Peter pensó que sería de Gerard.



Las lágrimas fueron muchas, la nostalgia y el dejo de tristeza por los kilómetros que nos van a separar se sintieron calando hondo, cuando nos abrazamos en la despedida final aquella madrugada, no quisimos ya verlos en la mañana del primero, salimos muy temprano, y solamente se levantó Den.

Mi verdadero hermano, el que elijo en esta vida, sé que Guillermo elige en la suya, y seguramente se viene repitiendo y continuará.

Al parecer lo mismo sucede y viene sucediendo con el ser oscuro que se repite vida tras vida, tal vez no sea siempre mi hermanastro, pero igualmente no lo vamos a investigar.



Partimos el primero de enero hacia la granja de Peter y Gerard, en verdad el equipaje ocupó más lugar que nosotros, y el día era ya gélido, los caminos difíciles, como el año anterior, porque sí, un año nos llevó el reencuentro con mi amor eterno, y solucionar los problemas que debían resolverse para continuar el camino de esta vida, espiando la otra que recorremos en el diseño simultáneo con Guillermo y Pedro, con la cual seremos el UNO al cerrar el círculo entrando a la casona del duque de Linsters, mi padre en esta vida, Augusto en la de Guillermo.

Llevo los papeles y las llaves, sólo resta llegar, abrir esa puerta, y seguramente nosotros sí haremos que la casa tome vida, con el amor de las parejas, y los hijos de Gerard que salpicarán de grititos cada lugar.”





“… Dos semanas tardamos en llegar a la granja, y los recuerdos se agolparon sin remedio en mi mente, sé que también en la de Gerard.



¡Cuánto camino recorrido en tan poco tiempo!



¡Cómo se modificó todo desde que saliéramos por invitación de Sarah por unos meses en busca de un tutor para mi hermano!



El destino, Dios, Alguien, el Universo, que provocó la tormenta, trajo a mis brazos a Spencer, y desde que nuestras miradas se encontraron, ya nunca más pudimos pensar una vida separada del otro.

Porque en ese instante las almas se fusionaron, cuando los cuerpos también se atraían pero la razón y la mente porfiadas desconfiaban, sobretodo la mía, que pensó que Spencer jamás podría enamorarse ni ser buen ejemplo para Gerard.



Los sirvientes de la granja que están desde que fuera fundada por mis padres, salieron a nuestro encuentro con júbilo, apenas creyendo que éramos los mismos, y luego todo se tornó en tristeza y telones nublando la visión, cuando les comunicamos que estábamos de paso, para vender la propiedad.

Muchos temieron que los arrancaran del sitio en el cual hasta habían nacido, pero gracias a Dios, no ocurrió.



Pude vender a un comerciante de Londres que dejó el mismo administrador, y a todos los empleados, al ver la pujanza de los cultivos, establos, animales e inquilinos, nadie excepto Gerard y yo, tendrá que dejar el lugar.



A Spencer le fascinó el sitio, muy parecido a su mansión, y más a la de Sarah por los cultivos y establos.



¡Cuántos recuerdos que pensé desalojados, se asomaron desde resquicios olvidados de mi mente!, dolorosos, como mi infancia de timidez y castigos por ella que no lo era, sino que marcaba que sería un hombre distinto, que encontraría en un recodo del viaje de mi vida el amor en otro hombre, en el único destinado desde el inicio de los tiempos, en mi otra parte, en Spencer... a otros felices como el nacimiento de Gerard, sus travesuras, nuestras escapadas a caballo a escondidas de nuestros padres, las fiestas y mucho más.



Spencer ya estaba espantado y protestando por las cosas que compró Gerard, pero lo que no esperaba, era que yo casi saliera sin equipaje del ducado, pero que me aferrara a mil cosas de acá con mi hermano.



Primero se conmovió a la par cuando le mostramos cada juguete y Gerard contaba anécdotas relacionadas, o cada álbum, cada dibujo, cada recuerdo, cada adorno que nos llevó a la infancia y a los padres que perdimos. Gerard no tiene malos recuerdos de ellos, y quiso llevar lo que más pudo, el equipaje se multiplicó por diez, con ropa, con juguetes, con cartas, fotos, adornos, pese a los berrinches de Spencer que serían causales de desalojo del barco.

Hasta Valery y sus padres que nos encontraron acá, intercedieron por nosotros en alguno de los enojos de los grandes, porque cuando el huracán se desata, ni yo con mi sonrisa con hoyuelos puedo calmarlo con facilidad.

Spencer es así, un dulce de leche por dentro que se derrite de ternura cuando nos ve juzgar como niños, pero que a veces por fuera se torna insoportable, como Guillermo Graziani, pero Pedro y yo…los amamos así.



En definitiva, llevamos baúles y cajas para llenar la casa de Argentina, suerte que es tan grande como vimos a través de Guillermo y de Augusto. Nosotros no usaremos el ático solamente como él, abriremos cada recoveco y habitación, y cuando lleguen los sobrinos mucho más.



¡Guau! Pareciera que uno ya está en camino, Valery cree estar embarazada, aunque no lo ha confirmado, pero se la ve radiante.

Hasta que no sea un hecho, no quiere que empecemos a pensar en nombre ni en nada de ello.

Llegará en Argentina, ya no será lord, no será inglés, y nos alegra.



Los padres de Valery, saben y aceptan el amor que me une a Spencer, les tuvimos que contar porque en principio vivirán con nosotros, son buenos, adoran a Gerard, es lo que más me importa.

Está tan revoltoso y charlatán que creo que Spencer lo puede llegar a matar antes de bajar del barco, está exaltado,…, como que lleva meses esperando este viaje.

Fue el primero en hablar de embarcar a América cuando nosotros no lo teníamos in mente, siquiera, y menos sabíamos de la casa del duque que nos espera.



Anthony regresará al ducado, nunca dejaría a Sarah, pero llevo una docena de lacayos y doncellas desde mi granja, que viajarán en la planta inferior del barco, y trabajarán en la parte más íntima de la casa.



Por lo que sabemos, no está amoblada, el duque no alcanzó a ir, por tanto apenas llegar,…, pasaremos días en alguna posada, hasta que compremos los muebles elementales, y de a poco la iremos equipando.



De la venta de las propiedades de los dos, nos quedó oro como para comprar lo que nos falte y para vivir mucho tiempo, pero pensamos convertir la casa en granja, con graneros más con el clima y la fama de Argentina en ello, con animales, caballos de carreras y de caza, establos y tendremos inquilinos como se acostumbra acá.

El trabajo será arduo, pero es lo que deseamos ser con Spencer, los títulos de nobleza quedarán acá. Allá seremos granjeros y comerciantes, seguramente nuestros productos lleguen a este lugar.



Gerard estudiará, no sabe bien qué, pero algo relacionado al arte, quizá filosofía y pintura, o teatro y pintura. Lo decidirá al ver las oportunidades.



Sabemos que la casa está en el campo, pero no lejos de la ciudad.

El amor entre Spencer y yo,…, crece a cada paso si es posible, nos amamos como siempre y cada día más, la pasión sigue intacta o mayor a un año atrás y sabemos que siempre será así.



Anoche, la cena fue especial, nos despedimos de doncellas y lacayos que quedarán, brindamos con ellos luego de cenar temprano, cono el equipaje ya cargado, mientras aún la nieve tardía,…, dejó un manto blanco en las callejuelas y senderos, que hoy nos costó recorrer pero estábamos cerca, y al fin el enorme barco, aunque no tanto como los que nos relatan Pedro y Guillermo,….. nos espera para zarpar, y dos meses estaremos en el Océano surcando el mar…. que nos llevará a nuestro destino final.



Habrá tormentas y vientos, pero sabemos que llegaremos a salvo a Argentina a fines de abril.



Termina un recodo de El Viaje en esta vida, muy intenso e importante, donde ni más ni menos nos reencontramos con Spencer, nos reconocimos y amamos, corriendo los riesgos, venciendo la hipocresía social, los miedos y dudas, donde casi perdimos la vida a manos de Gregory, pero en el cual el destino marcó otra cosa, que continuemos el camino… juntos… en otro lugar.”











… Peter, Spencer, vamos, están llamando a subir, ya el equipaje está acomodado en la bodega y en los camarotes.

… Tranquilo Gerard, no empieces a revolotear por todos lados, que terminarás en el agua.

… ¡Qué dices, Spencer!



Soy curioso, seguramente voy a desaparecer en todos los pisos un rato, pero prometo reportarme cada tanto tiempo.

…¿Qué? Mira Gerard, que te hayas casado no significa que te comportes como adulto ni que no sea tu tutor. No puedes ir y venir a tu antojo por otros pisos del barco, menos visitar a los lacayos, te quedarás en el que nos corresponde, en lo posible más en el camarote con tu familia que en cubierta.



¿Entendido?

… Spencer, amor, tranquilo. Hace chistes, ya sabes como es.

… Por eso mismo, porque lo conozco.___Spencer lanzó una mirada asesina a Peter.



Los conozco para ser más preciso. Espero no perderte de vista, Peter, porque no llegaremos a puerto, se portan como Lores, aunque dejen de serlo al zarpar o tendremos dos meses torturantes ahí arriba y alguno irá a terminar al agua.

… Chsss. Amor que la gente mira.







“… Así zarpamos en este día, dejando atrás a Inglaterra con su reina, su nobleza, su sociedad con normas, a Europa, a una familia, y en el muelle solamente un rostro empapado en lágrimas,…, como sin remedio quedaron los nuestros luego del último abrazo, porque abrazamos en Anthony a todo lo que dejábamos, a nuestro pasado. En él quise dejar enterrados aquellos espantosos días en Newgate, mi andar al patíbulo y el rostro de Gregory, centrándome en el bello de Peter que me cautivó apenas mirarlo una vez.”







“…Así logramos cumplir una etapa, difícil, llena de desafíos, de peligro, de riesgos, y afianzarnos en un núcleo más pequeño, en el cual quedó Gerard gracias a Dios, quizá porque es parte de la vida de los dos, ya que algún día reencarnará como hijo de Guillermo.



Mientras con Spencer nos quedamos abrazados en cubierta, viendo difuminarse la ciudad, el muelle y las luces, hasta que la bruma y la niebla se confundieron con el mar, Gerard ya desapareció de nuestro horizonte y tuve que emplear toda mi seducción con mi amor…. para que no saliera a perseguirlo.



Mi hermano, y un poco yo, somos así, diablillos como él dice, pero en el fondo nos amó y seguirá amándonos así.”



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“..La travesía fue más o menos turbulenta, pasamos momentos de pánico, yo sobretodo, algunos en los que no veía a más de un metro, otros en que solamente estábamos entre un cielo claro, y el celeste del agua alrededor, con vientos gélidos arrancando lágrimas, pero Peter siempre estuvo adosado a mí, sabiendo todo de mí, de mis fobias y de cómo aliviarlas.”





“… Ocupamos enormes camarotes, casi tan lujosos y grandes como nuestras habitaciones en cualquiera de los sitios recorridos, contiguo al de nuestros familiares, hicimos el amor millones de veces mecidos por el mar, arrullados por sonidos de gaviotas y del agua, y como siempre perdidos en el otro.



Asistimos a cenas en los lujosos salones con el capitán, paseamos por cubierta en los días de sol, y hasta nos arriesgamos a acompañar a los jóvenes a alguna de las fiestas, en salones parecidos a los del palacio del ducado.



Gerard se asombró ante cada detalle del barco que nunca imaginó tendría más o iguales comodidades que una ciudad.



También concurrimos a salones de juegos y ganamos o perdimos varias partidas de cartas.”







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América del Sur, Argentina, Bs. As. 03 de mayo de 1838.









… Spencer, Peter, estamos viendo tierra, vengan, desde el otro lado, estamos llegando a América, al fin. Hasta se ve la forma de la costa, es preciosa.







“…. Gerard y Valery lloran al ver la costa, están esperando a su primer hijo, o primera hija, se confirmó durante el viaje que seremos tíos en Argentina, y al saberlo se sienten distintos por muchos motivos. Los abuelos están felices de haber embarcado, y sí estamos entrando al puerto, en esta aventura de la vida, echaremos anclas en Argentina, al fin.



Y Pedro con Guillermo han venido a recibirnos, están haciendo señas al acercarse el barco, ya nos han localizado en cubierta entre la multitud,…, por el aura idéntica a la de ellos.”







“… Llegamos, hoy comienza nuestro viaje de vida en que nos elegimos uno al otro, el sitio, la sociedad, la forma de vida,…, para evitar los juicios de la gente que no comprende.

Donde seremos UNO con Pedro y Guillermo unidos en el mismo Amor Eterno.



Están bajando el equipaje, nos llevará tiempo llegar a la casa.

Spencer se ve nervioso ante la perspectiva de llegar a puerto seguro, no me refiero a éste, sino a la casa de su padre.



Seguramente haremos noche en alguna posada del camino, aunque quizá los carruajes con el equipaje que irán lentamente continúen rumbo al sitio”





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Bs. As., 04 de mayo de 1838.







“…Me tiemblan las manos y no puedo disimularlo.



Estamos frente a los portones de hierro de acceso al parque que rodea a la casa del duque, de mi padre. Siento las miradas clavadas en mi piel y tengo que abrir estas fuertes puertas y luego la principal.

Nadie quiere una vez que entremos salir de acá, por lo cual traemos comida y mantas para supervivir, hasta que por la mañana vayamos de compras del mobiliario mínimo como las camas y la vajilla.



Sé por los planos que hay hogares en todos los ambientes, por lo cual seguramente podremos encender leña de los alrededores que buscaremos.

También sé que en el sótano están los hornos, y las habitaciones para los criados, y ya podrán cocinar desde que compremos harinas y carnes durante el día.

Acá, es increíble…. pero el clima pareciera más benigno que en Inglaterra, no sentimos tanto frío pese a no estar adecuadamente vestidos.



Al fin he logrado abrir con Peter y los lacayos las pesadas puertas de acceso, y esto es inmenso, como veíamos en los planos. Tanto como las mansiones que dejamos.



El parque está descuidado, los robles se plantan erguidos para recibirnos, las flores silvestres nos envuelven con su aroma, pero hay mucho trabajo por hacer.



Desde el acceso vemos los establos, tendremos que comprar buenos caballos.



Y ya recorremos el sendero hacia la casa, que no voy a describirles. Es la casa de Augusto que vieron Guillermo y Pedro, a excepción que la vislumbraron deteriorada y cerrada, y nosotros la encontramos a estrenar, equipada con arañas de cristal y lámparas con base de mármol, las luces vemos que funcionan y están instaladas, para nuestra sorpresa está limpia y ordenada porque ahora nos enteramos que mi padre tenía contratados a encargados.



Y anonadados, impactados, embargados de una profunda emoción, con guías de lujo como son Guillermo y Pedro, estamos recorriendo las tres plantas con cada habitación, salones y ático que ocupara Augusto, al igual que el sótano con la cocina y las habitaciones para lacayos y doncellas.



Los ventanales de vidrio dejan ver cada detalle sin siquiera encender lámpara alguna, el mármol de los pisos, es claro que fue traído de Inglaterra, al igual que el de las mesadas donde apoyan lámparas y espejos.

Poco extrañaremos de las mansiones de allá.





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Bs. As., 31 de julio de 1838.







… Spencer, amor, mira.

… ¿Qué tienes allí?

… Correspondencia, es de Den, lee.



…¿Qué sucede, Spencer?

… Le dieron la anulación del matrimonio a Melany, se casarán el mes entrante por Civil, y quieren hacer la ceremonia religiosa acá. Se embarcarán para estar acá para el nacimiento de nuestro Pedro Guillermo, Gerard, en noviembre estarán acá, y desean casarse para Nochebuena acá.

… ¡Bien! Voy arriba a avisarle a Valery y a mis suegros, estará feliz de que Melany la acompañe en el parto.



¿Y Sarah?

…. La traerán. Desea venir.

… ¡Guau! Vendrán todos entonces, con Anthony si viene Sarah y con los niños supongo.

… Sí, con Arthur y William, y Den le ha dejado los títulos interinamente a Stewart, su esposa está embarazada.

… ¿Qué estás pensando que te conozco, amor?

… Lo mismo que vos diablillo, que no se marcharán, que como Alberto y Gabriela se quedarán acá.



Lee, por lo que cuentan las cosas con la reina no son mejores y la sociedad inglesa comienza a molestarles.



Creo que van a completar el círculo de las dos vidas con esta visita que se convertirá en más. Pronto tendremos que buscarles o ayudarles a encontrar la casa para ellos, y Sarah seguramente se quedará acá.

… ¿Te parece que dejará el ducado a Stewart?

… Es un Linsters, puede transferirle los títulos como hice yo a él y cuando nazca su primogénito varón habrá otro heredero.



Quizá William sea más feliz acá, más libre de ser lo que desee, sin legados hereditarios impuestos.







___ De pronto una idea alocada paseó por la mente de los dos, y las miradas se encontraron, eran tan UNO ellos con Pedro y Guillermo,…, que a veces los silencios decían todo.









…¿Cómo se llamarían el abuelo y el padre de Guillermo?

…. ¿William?







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Bs. As., 24 de diciembre de 1838.







“… Hoy se casan Den y Melany. Hoy cumplen veinte días de vida nuestros herederos, que no sabemos cómo llamar, o sí, Gerard dice que de las dos maneras, Pedro Guillermo y Guillermo Pedro Stanford, sí, Valery tuvo un parto gemelar, en casa, asistida por una partera, por Sarah, y por Melany, y William con Arthur están felices por los primitos idénticos que ni siquiera pueden diferenciar.



Peter y yo felices, Pedro y Guillermo, Fabián y Valeria, mucho más.

Y resulta curioso…. porque son nuestros sobrinos, ahijados, y para Pedro y Guillermo son nietos, para Guillermo más claramente, quizá en el 2015 pronto Fabián le dé la sorpresa.



De a poco, y más de lo que nunca imaginamos a poco de llegar, contrariamente a lo que sucedió en vida de Augusto, en ésta, la casa se va llenando de niños, de Amor, de sonidos y llantos, de alegría y de risas, de la vida que quizá el duque de Linsters y Augusto disfruten a la par desde algún lugar.



Pero hoy es Nochebuena, y es la noche más importante en la vida de Melany y Den al fin.



Lejos de los chismes y de lo que se supo en Europa, al fin llegó la ceremonia real, del casamiento por amor.



A las veintiuna horas, el sacerdote los casará, ya llegaron casados por Civil. Aún viven acá, probablemente se queden acá.



La unión de los niños y con Sarah es la misma y somos la gran familia que viene entramándose desde hace dos años ya y desde Europa.







-__



… Me muero. ¿Les gusta?

..Melany, eres una diosa. Eres bellísima pero además este vestido es perfecto.



Ni mi madre ni Sarah lo dirían si no fuera tan encantador como tú. Den morirá de amor al verte.







___ Melany se miraba de cuerpo entero en el espejo de la suite, mientras las doncellas le abrochaban los botones del corsé.







… Espera, no seas ansiosa, mírate cuando puedas ver la totalidad.







__ Las doncellas y Sarah habían pasado horas haciéndole rizos en el pelo pelirrojo que fascinara a Den, bucles cayendo con toques florales sobre ellos.



El maquillaje,…, Melany lo quiso muy pálido, del color de su piel, escaso, y finalmente Sarah le hizo un regalo que la dejo sin aire.



Le colocó unos pendientes de diamantes y un collar a juego que eran suyos, y quiso dejar en ella esa noche.



… ¡Dios, qué bellos! ¿De quién son?

… Eran míos, y ahora son tuyos, quiero que los aceptes como mi regalo.

… Sarah, es demasiado, no puedo.

… Puedes, y debes. Y ahora sí mira la obra de arte que eres.









___ Las doncellas la hicieron volverse, y la imagen que vio reflejada la dejó muda.







…. ¡¿Esa soy yo?!









___Los ojos brillaron tanto como los diamantes, con lágrimas imprudentes agolpándose que no debían derramarse, el rostro perfecto resplandecía de promesas, y el recogido alto dejaba caer bucles naranjas enmarcando el seductor contorno del rostro.



El vestido con hilos de plata, y empedrados del mismo color, captaba la luz cuando se movía, y la reflejaba y al caminar parecía un hada de cuentos que iluminaba la estancia con luz propia.



Nunca había pensado que se sentiría alguna vez tan hermosa, porque nunca el exterior había podido reflejar la alegría del ser, la felicidad del casamiento por amor, y así se sintió esa noche, como la princesa del cuento, a la cual recibiría el príncipe en el altar, cuando descendiera la escalera, escoltada por Spencer y Peter, que la entregarían al fin a Den, mientras Pedro, Guillermo, Alberto , Gaby, Fabián, Valeria, todos la vieron deslizarse por la alfombra como un ángel, embriagados por la misma emoción del UNO que eran el Todo.



El hombre que ocupaba su mente, su alma, su corazón, estaba esperándola, acompañado de Gerard junto al altar, cual príncipe de cuentos con su levita y chaleco negro, y el porte del dios pagano que representaba Den.



La ceremonia fue tan mágica como ellos, el sí dado con las lágrimas surcando todos los rostros, los niños en brazos unos, revoloteando los otros, y todos unidos en el mismo Amor Eterno, en el mismo que apenas un rato después brindaran deseándose Feliz Navidad, en el mismo en que los cuerpos danzaran en el salón mayor, con todas las luces encendidas, iluminando la felicidad de todos, donde Spencer y Peter, al salir los invitados extraños, se dieron el placer al fin de bailar junto a los demás, sin juicios ni disimulo alguno, unidos en el mismo amor.





Sarah y Anthony, felices y empapados en agua salada, contemplaron en las parejas enredadas, la felicidad del AMOR ETERNO MANISFESTADO ALLÍ.











___ Cuando Peter y Spencer en sus habitaciones del primer piso llegaron a la cama piel a piel adosados, luego del último brindis en el balcón terraza, supieron que todo lo vivido había merecido la pena.



El beso llegó con la pasión nacida del amor y el deseo en el instante exacto en que podría manifestarse.



Tenían la piel cálida y arrebolada, una pegada a la del otro, las caderas apretándose, mientras fusionados en el beso, Peter descendió las manos por los senderos de la ancha espalda, reexplorando el mapa de músculos y de piedras en la columna deseándolo todo de Spencer que en espejo lo acariciaba igual, deseando envolverse, enterrarse en su hombre y no dejarlo jamás.







… Eres mío, Peter, para siempre.

… Soy tuyo, soy tu Amor Eterno, Spencer, te amo.







___Rodaron una y otra vez reacomodando las piezas enredadas, susurrándose “te Amo”, mordisqueando las orejas, paseando labios y dientes dejando estelas húmedas de besos por el cuello hasta los hombros, para regresar a devorar los labios, para dejar a las lenguas danzar enroscadas ahogándose en el cálido mismo aliento y saliva, y descender a las cumbres, ya formadas por los diestros dedos, en uno y en el otro, con el vello erizándose, el deseo agigantándose en los dos.



Y cuando las manos llegaron a modelar los glúteos, ya las respiraciones entrecortadas eran un jadeo, y las palabras con la razón se dieron en fuga, mientras la luna y el sol dejaron de hacer el amor asombrados, sacrificando su momento, en pos de espiarlos a ellos, que en definitiva eran el UNO con Dios y con ellos también.



Y mientras las miradas turbias se encontraban, mientras los recuerdos paseaban por la pantalla de atrás, sólo sentían amor, sólo oían risas, sólo recordaron otras veces y momentos, mientras las esbeltas manos surcaron la suave piel de lugares exactos en uno y en el otro, los dedos jugueteaban tanteando sitios exactos, gimiendo al unísono, perlados en el agua salada, el pecho de los dos tronaba por latidos furiosos, mientras labios intrépidos dejaban regueros descendiendo por el pecho, el plano abdomen, paseando de punta a punta, de Este a Oeste por la pelvis, descendiendo a saciar toda sed del otro, para ascender nuevamente a la fusión en la boca, lamiéndose, chupándose, incrustándose, succionándose, dejando los labios henchidos, y las lenguas batallando al momento de acompasar los cuerpos, tentar al otro en el acceso con deseos furiosos, hasta que nublados de pasión, vibrando, gritando, excitados y mucho más…. Spencer penetró a Peter sintiendo alrededor el abrazo, permitiéndose segundos allí, antes de ser invitado a enterrarse a fondo, cuando Peter movió las caderas para recibirlo por entero, sintiendo que era como volver al hogar, el uno en el otro, para iniciar el movimiento, del buzo en altamar, que embestía y se sumergía a un ritmo enloquecido, formando las oleadas cada vez más expansivas, primero en las profundidades del ser, amenazando con escapar a superficie para arrasarlo todo, y al aumentar el ritmo fueron cada vez más allá, amenazando con devastarse ellos y todo alrededor, retorciéndose, penetrándose en cuerpo y alma, gritando, aullando sus nombres, cuando al fin las olas chocaron sin remedio, en el nirvana Universal, deshaciéndose en espuma, en quantum de energía del UNO, EN EL AMOR ETERNO, EN EL UNO CON DIOS.





Estar juntos de pronto, sabiéndose mitades álmicas formando la unidad, era lo único que necesitarían por la eternidad.



Ni más promesas ni anillos de bodas, ni papeles, solamente estar juntos, tenerse uno al otro para siempre.



Las pesadillas, la maldad, la soledad, los temores, los juicios, habían terminado para todos allí, en el UNO…. DEL AMOR ETERNO.







Podrá nublarse el sol eternamente,

podrá secarse en un instante el mar;

podrá romperse el eje de la tierra

como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte

cubrirme con su fúnebre crespón;

pero jamás en mí podrá apagarse

la llama de tu amor.



Lee todo en: Amor eterno - Poemas de Gustavo Adolfo Bécquer http://www.poemas-del-alma.com/amor-eterno.htm#ixzz3rorfSDkE







FIN.







GRACIAS PATRI, POR HABER PEDIDO ESTA HISTORIA.





Gracias a todas las lectoras que me acompañan en el día a día.

Gracias a Peter y Spencer, a Den, Melany, Gerard, Sarah, y los personajes que nos seguirán acompañando en la memoria, porque “los personajes viven mientras se los recuerde”, al decir de uno los protagonistas.



Perdón por las licencias e ideas tomadas del inconciente colectivo de Jung, de los cientos de libros e historias por los que pasea mi propia mente, para ambientar la ficción en otra época y lugar.



Bibliografía específica de vidas pasadas y almas gemelas dejaré al final de PREDESTINADOS, como así también el epílogo de esta historia.



Hasta cada día.