NAUFRAGIO. CAPÍTULO 67.

NAUFRAGIO.



CAPÍTULO 67.







Bs. As., viernes 06 de marzo de 2015.









“...Estamos de guardia desde hace 48 horas, pero ha sido una de las semanas más difíciles que hemos pasado, más que la del atentado diría.



Pensé que Pedro había superado lo de su infancia, que su padre no era ya nada en su vida, pero las acciones del Sr. Beggio de los últimos días lo han descolocado.

Está irritable, ansioso, hasta duerme inquieto y lo siento.



No puedo juzgarlo. He sido testigo se su pánico y de sus cicatrices, causadas por el hombre que hoy viene a presentarles a un nuevo hermano.

No sé qué haría en su lugar. Amén de lo que le hiciera a María vaya a saber desde cuándo, la manipulación, la culpa con la que la hizo viajar, cuando él ya tenía otra familia.



Manuel está enojado, pero esta vez el que lleva la voz de mando es Pedro, y es lógico que así sea.

En verdad creo que Manuel no quiere rechazar al bebé que no tiene culpa alguna, y Pedro se debate con ese niño, entre aceptarlo o no conocerlo siquiera, como seguramente hará el padre con nuestro hijo.



No sé qué pasará mañana. Ni siquiera sé si este Sr. irá a las dos casas a o solamente a la de Manuel. Orestes no quiere ni verlo tampoco, yo mismo lo odié hace unos días, pero no sé qué es lo mejor. Tal vez solamente enfrentándolo será como Pedro se liberará de tanto dolor.



Por mi parte ese hombre me genera una extraña dualidad, no puedo olvidar que fue quien rescató a Mirna, por lo cual le estoy agradecido, pero tampoco que marcó a fuego a Pedro, lo que me genera rechazo, en definitiva tampoco sé lo que sentiré al tenerlo en frente.



En la semana terminó de declarar, ahora resta esperar el juicio y verlos a Juan y a Martín en mayo, otro golpe que nos queda pendiente antes del nacimiento del nene.

Compulsivamente, como desafío a su padre creo, esta semana terminó los cuartos de José en ambas casas, lo acompañé y ayudé, pero sé que no lo disfrutó como al comienzo.

Compró más de lo que necesitarían tres niños, en ropa, en juguetes, sillas, coches, catres, cunas, mantas, ha quedado el cuarto precioso, Camila está feliz, pasa horas allí con María, pero Pedro no disfrutó el minuto a minuto como hasta la semana anterior.



Al fin el Congreso de Cirugía es en Orlando, a fin de mes, y quiere ir, no sé si para estar a solas unos días o para escapar de acá si su padre se quedara.

Igualmente nos pagan los pasajes, el hotel de los días del Congreso, si vamos y deseamos quedarnos unos días más en Miami, contrataremos desde allá.

No es la cuestión de fondo ir o no. Sino el motivo.



No quiero que eluda la charla que se debe con su padre, tampoco el conocer a ese niño, menos el decirle sus verdades, por Camila, por Manuel, por él, por José, y hasta por mí.”







___ Pedro salió de operar más exhausto que en los peores días del atentado. Y sabía que no era por la cirugía.





… Felicitaciones, lo hiciste mejor que yo.

… No fue nada Alberto.

… Un chico joven con una bala en el abdomen, ¿ahora es nada? Trabajaste con destreza, concentrado, rápido, preciso, no podría haberlo hecho mejor, y le salvaste la vida.

… No era su hora de morir, es eso.

… Pedro, estás agobiado por lo de tu padre, y se nota. Tienes que plantarle cara de una vez.

… Tengo miedo, Alberto. No por mí, por María, por Camila, por Guille.



No sé cómo vendrá ese hombre ni cómo puedo reaccionar si comienza a juzgar.

Si le parecerá atroz que Camila espere un hijo de un hombre que se casará con un par, casada con mi hermano, si comenzará a señalar con el dedo, como si él fuera ejemplo de algo superior. No lo voy a tolerar. Creo que Orestes tampoco.

… Tienes que enfrentarlo con la verdad, y plantar tus verdades, Pedro.

Orestes, Guille y Manuel creo que harán lo mismo.



No creas que no he visto tu cambio desde que llegaste, desde el muchacho herido que lloraba ante un chico golpeado, al casi héroe que enfrentó un secuestro y a la naturaleza defendiendo su vida, a su amor, no puedes dejar que te afecte lo que hace tu padre.

.. No es por mí, Alberto. La manipuló a mi mamá por años, antes regresó a nuestro lado llena de culpa por pensar que moriría solo allá, ahora se siente igual, porque nos dejó solos acá más de quince años y él la había reemplazado hacía rato. La hizo mierda a mi madre.



No le fue suficiente con lo que hizo conmigo e intentó con Manuel.

… María se recuperará, cuando se vaya, con el amor de Orestes, ella de a poco estará bien.



Ha sido todo muy rápido e imprevisto.

.. ¿Y si se le ocurriera quedarse a vivir acá?

… Déjalo, es libre de vivir donde se le antoje, que te resbale, Pedro. Ya te hizo demasiado daño como para que ahora cambies tu vida porque de súbito, decidió regresar a buscar sus raíces en Chile o acá.

… Gracias, perdón. Estoy hecho un lío, con Guille, con María, con Manu, con todos.



Es que pasaron más de quince años, no conozco a ese hombre que vendrá, menos a su mujer que cuando salimos de allá era una nena.

.. Entiendo, Pedro. Aférrate al amor de la gran familia que formaron, te lo dice alguien que nunca tuvo padre, siquiera, que conoció el hambre y la calle también, y que ahora agradece minuto a minuto el amor de Gaby y del nene, de ustedes, de los pacientes.



Puedo ponerme en tu lugar. Si apareciera tras la puerta un tipo y me dijera que me dio la vida, creo que me daría igual, que le diría… ¡ajá! ¡mira vos! Y su ruta, no hay mucho que inventar.



No lo quieres, no puedes, bueno, es lo que sembró.

Si no fue o no se comportó como un padre, si en lugar de darte amor incondicional te molió a palos ¿te vas a exigir quererlo? ¿O yo me voy a torturar por no querer al tipo que embarazó a mi vieja a la que tampoco vi más?



No. La verdad es que no. Prefiero amar a Gabriela y a mis hijos, a los amigos y a los pacientes, aferrarme a lo que logré ser a pesar de ellos, no a sus ausencias.











___ Guillermo llevaba rato apoyado en el umbral de la puerta del vestuario escuchando, prefirió que fuera Alberto el que lo hablara esta vez.

Igualmente, lo verían en cualquier momento, decidiéndose a entrar.









… ¿Y? ¿Fue muy difícil?

.. Era difícil, pero las manos de Pedro son una maravilla, Guille, y eso que estuvo parado por lo del brazo. Voy a ver al pibe a terapia, pero se salvará. Hablaré con la policía.



¿Necesitan algo más o puedo ir con mi mujer y mi niño?

… Es nuestra guardia, ve. Gracias amigo, por todo.

… De nada, amigo. Por nada.

… ¿Me tengo que poner celoso?

… ¡Tonto!



Me estuvo hablando de él, de su infancia, de sus carencias afectivas, me asombró la verdad.

… Las tuvo, de todos los colores, todas. Es admirable lo de Alberto.

… Guille…

…¿Mmm...?

… No quisiera regresar a casa mañana. Podría adelantar una guardia.

.. No, Pedro, no. ¿De qué serviría que evites a ese hombre?



¿Esperas que se vaya sin verte? No lo creo. Ya haya venido por bien o a joder, no se irá sin verte. Igualmente parará en un hotel, no creo que Manuel le dé alojamiento.



Hablando de tu hermano, toma, está llamando hace rato.



… ¡Manuel! ¿Qué sucede?

… Nada, lo de mañana. No sé si espera que vaya a buscarlo a Ezeiza, pero no iré, no me sale. Que busque un remise, un hotel, y veremos qué sucede en casa.

… Haz lo que sientas Manuel. No quiero que te lleves por lo que me sucede a mí.



No sería justo.

… Nos sucedió siempre lo mismo, bueno no. Lo tuyo es más causal que lo mío, pero ahora lo rechazo por lo que le hizo a María más que nada.

… No quería estar, Manuel, quería quedarme acá. Pero Guille tiene razón.



Será mejor enfrentarlo al fin y ver qué quiere ahora de nosotros. Luego de más de quince años de rechazo y teniendo otra familia.



Estaré en mi casa, no iré a buscarlo a la tuya, él sabrá si quiere venir a golpear mi puerta o no.



¿Cómo está María?

… Nerviosa, como todos, Pedro. No creas que no te entiendo.



Me descoloca el nene, si no fuera por ese medio hermano que siento tan víctima como alguna vez lo fuimos, lo echaría a patadas. Pero pienso en José Thomas, en los hijos que tendré con Camila, y no puedo cerrarle la puerta a ese niño. Quizá alguna vez pueda necesitarnos. No es culpable de nada, como en su momento no lo fuimos nosotros.

… Lo sé. Veremos qué sucede. Te prometo estar.



Con él no creo que ocurran milagros, con el niño no sé qué pueda suceder o llegar a sentir.



Me duele María, que ella vea que lo ama porque nació naturalmente y nosotros no llegamos así. No sé. Veremos.



Mejor, no. Cortaremos por lo sano. Su problema siempre fui yo, ¿verdad?

Cuando llegue o te llame, invítalo a cenar a casa, a la nuestra, veremos realmente qué quiere saber o ver, e invita a Orestes obviamente. Verá a la familia que somos por entero, también al futuro esposo de la mujer que dejó ir.

… Pedro, quizá no sea necesario invitarlo a cenar.

… Invítalo, si no se queda o lo rechaza será su decisión, no la mía.

… Está bien. Beso.







___Pedro pasó la guardia trabajando, de a ratos Guillermo durmió, en otros lo acompañó, hasta que llegó el día no esperado, sino más bien temido.











Bs. As., sábado 07 de marzo de 2015.







___El vuelo de Pedro Beggio padre llegó a Ezeiza a primera hora.



Había reservado hotel en el centro y cerca de mediodía, luego de acomodarse, llamó al número que tenía de María pero atendió Mirna.







… ¡Qué sorpresa Mirna! O no. No sé por qué pensé que ya habías dado con tu familia y que vivirías con ellos.

… Tus hijos encontraron a mi familia, Pedro. Y vivo con mi hijo.

…¿Con Guillermo?

… Con él. Ya entenderás.



Entendemos por lo que le dijiste a María que deseas conocer a Camila, ver a tus hijos y presentarnos a tu nueva familia. Bien, Pedro los invita a cenar. Ahora los muchachos están trabajando, uno en la clínica, el otro en el estudio, el que fuera de mi esposo.

… ¿Cómo?

… Así es, Manuel encontró a mi familia, el destino lo quiso, es socio y accionista del estudio de mi esposo, que falleció, socio de mi nieto, Fabián, lo conocerás esta noche si vienes. Tengo un bisnieto también.



Nunca pensamos en contarte, y perdona el tuteo pero acá las cosas son distintas, no te contamos nada, al creer que no vendrías ni te interesaría nada más.

… Me dejas atónito, Mirna, no entiendo demasiado, pero si Pedro nos invita y no molestamos,… allí estaremos. ¿Me darías la dirección? ¿Con cuál de los dos viven ustedes? Con María digo.

… Con los dos. Es una inmensa propiedad que los chicos encontraron, con dos casas en un mismo terreno, interconectadas, vamos y venimos de una a la otra. Te vas a sorprender de lo que han logrado tus hijos.



… ¿Viene?

… Sí, tranquila, María. No eres tú la que está en falta, estarás rodeada por tu prometido y de tus hijos, por nosotros.



Quería conocer cómo están, bueno, lo verá, entenderá de frente todo o no.









___ La noche llegó de prisa, Pedro y todos llegaron al atardecer como cada día, y fue con Guillermo a ducharse, Manuel a su casa a lo mismo, Fabián seguía allí.





Guillermo lo dejó hacer, se puso ropa informal como siempre, sport elegante como acostumbraba siempre.



Mirna y María habían hecho unas tartas, y como plato principal, carne, supuestamente lo clásico, habían hecho asado con papas en el horno y Camila había pedido helado y postres.



Orestes estaba allí, en casa de su hija, especialmente quiso estar más elegante que nunca para hacer brillar a María a su lado.

Se lo veía seguro y enamorado, lo cual transmitió a su futura esposa.



Todos estaban charlando de cualquier cosa, cuando el guardia avisó que el Sr. Beggio estaba en el ingreso.

Dieron la orden de dejarlo ingresar a la propiedad, nadie salió a recibirlo especialmente,…, hasta que el timbre sonó en la casa.

Y no sabiendo con qué coraje o decisión, fue Pedro quien se puso de pie para recibirlos ante la mirada de los demás, atónitos pero aliviados.



Cuando la puerta se abrió, Pedro se encontró con la mirada del hombre que había sido su tortura por años, pero no vio sombras ni odio, tampoco el porte arrogante y destructor que recordaba, sino a un hombre mayor, con líneas de expresión acordes, y hasta cierta ternura en los ojos marrones, junto a la joven mujer cuyo rostro casi no reconocía y el corazón le dio un vuelco, al ver en los brazos de ella el bebé, a su hermano.



El tiempo se detuvo, suspendidos en la mirada, quedaron allí, hasta que Pedro vio en su padre lágrimas asomando, y detrás trémula surgió de la garganta la voz.



… ¿Eres Pedro o Manuel?

… Pedro, bienvenido padre, Sra., adelante.

… Hermosísima propiedad hijo, nunca pensé que mis muchachos vivieran así.

… No siempre fue así, padre. Hace tres meses que compramos esto, para la llegada de Mirna y María, adelante.

… Pedro, ¿puedo darte un abrazo, hijo? Estás muy lindo, se te ve muy bien.

.. Lo estoy.









___ El exagerado entusiasmo en la mirada y en la expresión del padre, a Pedro lo confundió, y le permitió un abrazo esquivo, al tiempo que María al verlos de lejos, con el corazón en la mano, sintió tristeza por el padre queriendo borrar los pecados y por el hijo que no sabía si podía perdonar una vida de maltrato, y de abandono después.



Manuel sintió algo similar a Pedro y a María, no podía obligarse a decir que lo emocionaba ver a su padre, casi le parecía extraño a la vista, y se acercó para liberar a Pedro.







… Buenas noches, padre, pasen por favor.

… Manuel, hijo,…









___ Sin darle tiempo a contestar lo abrazó buscando la calidez que parecía no entender que no podían darle como pensaba, ahora.



Y en brazos de Manuel vio a mucha gente adentro, entre ellas a María, más bella que nunca junto a un hombre bien parecido que la tomaba del brazo, y una punzada de celos lo atravesó. Algo le dijo que ya no estaba sola, ni afectada por su casamiento







Con inseguros pasos ingresaron al living…. donde la familia estaba de pie, férrea, unida, en el Uno que eran ante toda adversidad, y Pedro tomó de la mano a Camila.









… A ella vino a conocer especialmente. Camila Moravia, médica, hija del Orestes, ven Orestes, el es Juez de la Nación, el prometido de María.





…. El padre de Pedro quedó sin habla al escuchar aquello, ante la sonrisa bella de Camila, y la mirada clara del padre que su ex mujer elegía ahora.

… Encantada suegro. Soy esposa de Manuel, no se confunda, pero antes fui cuatro años la novia de Pedro.

… ¿Cómo?

…Terminemos las presentaciones y entenderá.



A Mirna la conocen, él es Guillermo Graziani, Fabián su hijo, Valeria su esposa, Guillermito el bisnieto de Mirna. Orestes Moravia el padre de Camila.

… ¿Tu futuro esposo, María? No lo sabía.

… Lo decidimos hace poco, Pedro. Así es.



Tomen asiento por favor.



No te conté nunca nada de ellos porque pensé que nunca vendrías, menos que entenderías.

… Camila fue mi mujer, nos conocimos en la frontera, fuimos médicos sin fronteras, pero a poco de regresar el año pasado acá, para nuestro cumpleaños el 21 de octubre,…, conoció a Manuel, y el 22 yo a Guillermo.



En definitiva, usted tenía razón, en horas Camila supo que el hombre de su vida no era yo sino Manuel, y yo que soy gay, como siempre pensó, y que amaba a Guillermo,…, que lo sabía desde los doce años, desde el Naufragio.







___ El rostro del padre permaneció con expresión impasible, incrédulo, como si Pedro hubiera lanzado la información más rápido de lo que pudiera procesarla, y paseó la mirada de uno al otro.







… Padre, cuando llegamos de Kenia, no teníamos dinero, y trabajamos, Pedro como enfermero, yo como secretario, alquilando. Luego de un año cada uno hizo su carrera. Pedro se fue a la frontera. Yo me quedé trabajando en una multinacional, hasta que decidí abrirme a lo privado como abogado penalista.



El destino me puso frente al llamado a concurso desde el estudio Graziani, casi al mismo tiempo en que Pedro y Camila regresaron dispuestos a establecerse acá para hacer residencias.



Como le contó,…, la conocí en nuestro cumpleaños y me enamoré creyéndola prohibida, aunque intuía que Pedro la quería con el alma pero que no era su amor.



Eso lo supo el 22 de octubre cuando la causalidad de la vida lo cruzó con su amor destinado.



… Con Guillermo Graziani, un hombre… padre, nuestras almas sin género son gemelas, lo amé al verlo y él a mí. Manuel me había hablado antes de él, sabía que era jefe de cirugía en una clínica. Pero aquel día 22… no nos dijimos los nombres.

Sin saberlo en noviembre rendí la residencia en su servicio y entré primero.



En la entrevista personal volvimos a vernos, vio en mi currículum que era de Kenia, nombró a Mirna y supe que era su hijo, y mi amor.

… Así es Sr. Beggio. Intentamos burlar al destino, no dañar a nadie porque yo era casado con una mujer y llevaba cuarenta años junto a un hombre, pero el destino nos unió en la clínica, desde entonces ya no luchamos contra lo irremediable, me separé de mi pareja y estoy esperando el divorcio de la madre de Fabián, para casarme con Pedro. Además él y usted me devolvieron a Mirna.



Camila se casó con Manuel para Navidad, pero…



… Espera un hijo mío, concebido por amor, distinto…. pero amor al fin, antes de encontrar a Guillermo. Su nieto nacerá en junio, se llamará José Thomas, tendrá a su madre, a su tío y a dos papás.



Orestes es el padre de Camila y ahora pareja de María.









___ Guillermo posó su mano en la de Pedro, entrelazaron los dedos y el peso de la fuerte mano con que le transfería energía hizo que se le escocieran en lágrimas los ojos.



Manuel hizo lo propio con Camila, y Orestes con María, ante un Pedro Beggio padre que aún no podía emitir sonido alguno, intentando procesar lo que acababa de escuchar y le que veía, mientras su esposa bajó la mirada.



El niño se llamaba Elías, y lanzó unos chillidos en sueños, y Pedro lo abrazó acunándolo, y dándole un beso en la coronilla.



Pedro y Manuel casi pensaron lo mismo al mirarse, si alguna vez ese mismo padre los habría abrazado de niños así.



Mirna rompió el hielo yendo a traer unas copas y vino para servir.



Pedro sintió una extraña y dolorosa punzada al ver el trato de su padre para con Elías, pero el niño tenía derecho a recibir ese abrazo, estaba recibiendo el amor del padre por derecho, sólo que Manuel y él no lo habían recibido, al menos no lo habían entendido así.









.. No sé qué decir. Nunca imaginé ni escuché algo así.



… Sr. Beggio, uno a veces no elige las circunstancias de vida, pero en verdad somos una gran y bella familia, y muy felices así.

… A mí me preocupan, Dr. Graziani. Ese nieto por nacer, ese cruce de parejas, bueno sin hablar de la elección de Pedro.



… ¡Basta, padre! No está en condiciones de juzgar, ni mis elecciones, ni a mi hijo, ni a Manuel, ni a María, a nada ni a nadie.



Si quiere procesar la información, hágalo. Nosotros ya hemos sufrido mucho para llegar a esto, y hoy somos una gran familia, y muy felices.

…¿Quieren que pasemos a la mesa, y quizá Pedro pueda entender al verlos interactuar?







--- Cada uno junto a su pareja, pasaron a la mesa y comenzaron a cenar, rompiendo el aire y la tensión contando Mirna su historia.



Pedro intuía la mente de su padre, y casi sin haber probado bocado,…., estalló, bebiendo un sorbo de vino. Dejó la copa en la mesa y se quedó mirando insolentemente a su padre, si deseaba un enfrentamiento final, entonces lo iba a tener.









… Padre, ¿por qué no dice al fin lo que guarda en su cabeza?







___ Pedro padre elevó la mirada hasta encontrar la del hijo, Orestes aferró las trémulas manos de María.





… Sé que no tienes una gran opinión de mí, las razones son más que obvias.



No estuve a tu lado de la manera que debí cuando lo necesitaste, te maltraté, con ello sufrió Manuel, pero eso no hace que pueda cruzarme de brazos y ver cómo destrozas ahora tu vida, Pedro. Y sé que sigues luchando contra todas esas cosas que ocurrieron en Kenia para defenderte.

… No sé qué quiere decir.

… Quiero decir que tu pasado no deja de afectar tu futuro.



Es evidente que Guillermo siendo el hijo del que Mirna tanto habló, es buena persona, su hijo, su nieto hablan por él, pero no sé si han pensado en ese niño que nacerá de Camila, en que alguna vez tendrá que entender este cruce de parejas, esta sociedad, y por otro lado, me alegra que no hayan salido a mí. Que no sean adictos al trabajo como lo fui cuando estuve con María, porque lo único que queda al fin, es la gente que nos ama, no las empresas y el dinero. Por eso me di otra oportunidad.

… Demasiado pronto se la dio, padre. ¿Qué desea ahora, que lo felicitemos por haber engañado y manipulado a María?

… Creo que tendrías todavía la oportunidad de tener una vida normal, como Manuel lo intenta, de seguir con tu carrera, pero casarte con una buena mujer que te ame, tener hijos, más que el que viene, otra casa, establos, caballos, lo que hacen y les gusta a ustedes.









___ La furia bulló en Pedro.







… Tal vez debería pensarlo dos o más veces a la hora de dar consejos.

… Hijo, cálmate.

… Está bien María. Creo que estoy aturdido por lo que encontré. No pasa nada hijo, me he acostumbrado a sentirme culpable por lo que les hice a todos, no estás obligado a perdonarme.



Hablaremos más tranquilos otro día.



Eres un buen hombre y gracias a tu madre, a Mirna, no a mí.







___ Todos se levantaron y Pedro no quería que su padre se fuera ahora, con la última palabra.







…..Espero que no destruyas a nuestro hermanito, o te la verás con nosotros padre.









__ La expresión del padre se entristeció al punto de apenas poder mirarlo-









.. Me gustaría pensar que he aprendido de mis errores, más con lo que estoy sabiendo y viendo acá. Espero hacer las cosas mejor con él.



Igualmente no soy perfecto, pero creo que eso ya lo saben.



Nos retiraremos ahora, necesitamos pensar y procesar este encuentro. Les prometo que volveremos a vernos y a hablar de todo.



Eres preciosa Camila. Te felicito por la elección María y a ti Mirna por haber encontrado a tu familia, creo que necesito seguir charlando con Pedro y Guillermo y traer a vuestro hermano cuando esté despierto.

… Como quiera padre, acá no cerramos la puerta a nadie.

… Nos quedaremos unos días antes de viajar a Chile, deseo recorrer las calles donde vivieron vuestros abuelos ahora.



Ya sé, antes que lo digan que antes nunca quise. Todos hemos cambiado,…, mucho.



Encantado Dr. Moravia,… Guillermo. Volveremos a hablar.



… Eso espero Sr. Beggio, porque amo a su hijo y lo nuestro no es delito ni es pecado, es amor, y en este país somos muchos, podemos casarnos y tener más hijos.



Me gustaría hablarlo profundamente con usted.

… Los llamaré.









___ Cuando la nueva familia se fue, los demás se dieron palmadas y abrazos, pero entendieron que poco había para decir.



Lo peor había pasado.



Habían dicho y mostrado cada uno su verdad, entenderlo o no, ahora sería problema de Pedro Beggio padre.







___



… ¿Guille, me dejas dormir abrazado a ti más que nunca? ¿No te enojas si busco tu ternura sin hacer el amor?

… Esto también es hacer el amor, precioso, te amo. Y duerme en paz.



Fuiste muy valiente, nadie tuvo que apuntalarte, dijiste la verdad. Ahora el problema desapareció de vos, y si existe, ya no cargarás con él en tus hombros.



Duerme mi amor, sabiendo que te amo más que nunca, para siempre.



Los labios se sellaron en la ternura y la contención del Amor verdadero y Eterno.







UN DESTINO… UN AMOR… PEDRO Y GUILLE… GUILLE Y PEDRO.







CONTINUARÁ.