PREDESTINADOS. CAPÍTULO 71. PENÚLTIMO.

PREDESTINADOS.







CAPÍTULO 71.









Bs. As., domingo 18 de febrero de 2015.





“… He pasado dos meses internado, y Guillermo a mi lado, Fabián casi siempre también.

Hemos formado un núcleo familiar central que es obvio viene desde siempre, de lo contrario es difícil superar situaciones como éstas.



He tenido días difíciles, los psicólogos me ayudaron a superarlos, a transcurrir los momentos en que pensé que era una carga para todos, en que no pude trabajar, ni siquiera salir de la sala, solamente hacer una rutina agotadora de ejercicios pulmonares y de extremidades para que mi cuerpo pudiera ponerse en marcha nuevamente.



Ayer me sometieron a mil estudios, resonancias, tomografías, ecocardiograma, electrocardiograma, análisis, realmente me agoté, y sin embargo al regresar de cada uno, allí estaba y estuvo todo el tiempo…con una sonrisa en la habitación, esperándome. Guillermo, mi eje, mi centro mi pilar.



Fabi está estudiando a full con Valeria, para comenzar en unos días la facultad, quedamos sin vacaciones.



No las haremos este año, porque estamos deseando ponernos en marcha con la remodelación de la casa de Augusto.

Mañana reabre el estudio, feria de por medio, y Gaby con Alberto seguirán el trabajo impositivo de los bienes pendientes, pero a mí me interesa ponerme a trabajar en contactar a organizaciones y a autoridades relacionadas con el niño y la mujer maltratada o víctimas varias, aunque la casa todavía necesite las reformas.



Guille ya la compró, la pagó en efectivo, también el departamento a nombre de Ana que en estos días tendrá el alta de la clínica, para pasar al plan ambulatorio.

Según Fabián comenzará a trabajar, en una casa de decoración de una amiga que hizo en la clínica, y además continuará en el centro de día, en su día a día de lucha contra las adicciones.



Por lo que sé, Guillermo fue solamente a verla una vez, la encontró lúcida, amable, contenta de saberme mejor, asombrada por lo que sucediera con Miguel, y esperando el divorcio con ansiedad, porque está comenzando una relación con un compañero de grupo que al parecer va muy bien.



Guille ha ido a la casa apenas a buscar y cambiar muda de ropa, puso una empleada, que lava y plancha, pero prácticamente se internó a mi lado en la sala, y acá trabajamos en planos y diseños para remodelar la cosa para el fin que le daremos, con arquitectos e ingenieros que nos recomendaron desde la inmobiliaria.



Los precios son los que nos habían dicho, lejos de lo que podemos pagar, pero en un mes ya podré ponerme a full a trabajar, y es nuestra intención pasar allí los fines de semana ayudando en lo que más podamos para que a fin de año pueda ser inaugurada.



Estoy feliz, porque al fin hoy me dan el alta. Regreso a la casa de mi amor, a su lado y de Fabián, en unos días ya me dejarán manejar y mi departamento está alquilado, aunque sin embargo tengo in mente venderlo,…, si ese dinero puede ir a la casa para que cumpla su finalidad.”







“… Mi precioso al fin regresa a casa, no puedo creer el tiempo que hemos estado fuera, lo grave que estuvo, lo que estuvimos por perder.



Hemos sido testigos de lo acontecido en la vida de Peter y Spencer, y en la gente que los acompaña, además de estar felices, sabemos que queda por hacer nuestra parte.



No es casual que ellos hayan abiero a la alegría la casa del duque, que de pronto se llenó de niños y adultos amándose.



Nosotros pretendemos en igual tiempo, es decir para fin de año, quizá para el aniversario de nuestro reencuentro en esta vida, llenarla del amor y la algarabía con la que pensamos compensar a las víctimas de distintos rubros que alojaremos allí.



En mi fuero más íntimo, aún no confesado, antes de ello, me gustaría inaugurarla con una gran fiesta de casamiento, es decir casarme con Pedro para el aniversario del reencuentro, porque para entones obviamente ya estará el divorcio, y luego abrirla como refugio.



Ha pasado tanto internado, que ya casi podrá llevar vida normal, es más, me dijo que desde el martes irá al estudio.

Desea comenzar a contactar a la gente que nos dará la oportunidad de ayudar a otros.



Hemos planeado las reformas, en muchas podremos ayudar, en otras como tirar paredes, construir cocinas, instalaciones eléctricas y griferías,…, tendremos que contratar a especialistas, y Pedro insiste en vender su departamento con tal de que no demore la remodelación, por la gente a la que cobijaremos, y por las empleadas de Augusto que desea que regresen a trabajar allí.



Fabián y Valeria viven juntos en casa, no hablan de casarse, están estudiando, se aman, y pese a mis reparos iniciales, no tengo nada que decir. Sé que es su mujer destinada, que tarde o temprano se casarán, que me darán nietos, porque ya lo vi en la otra vida, de la cual hemos disfrutado mucho, lo vivido por ellos fue realmente precioso al llegar a América y unirse entre ellos y a nosotros.



Ahora terminamos de entender las relaciones que tenemos, buenas y malas, el sufrimiento y la felicidad, y lo que sucederá en la casa de Augusto, incluso la forma en que éste vivió, como ya no necesitando repetir lo que en esa casa ya en época de Spencer había sucedido, y que nosotros de otra forma, vamos a repetir.



José y Matías ya viven juntos, y se los ve enamorados, para nuestra tranquilidad, son amigos, los vemos, parecen haber encontrado uno en el otro lo que no encontrarían ni en Pedro ni en mí.



El caso de Miguel al declarar todos, con él muerto quedó cerrado.

José por su lado continuó tras la banda de Arias y Bujedo a los cuales hace días que atrapó, aunque sabemos que el narcotráfico apenas se puede controlar por zonas,…, pero que no es erradicable ya en esta época y en este mundo.



Moravia y Camila a veces visitan a Pedro, son amigos, ella continúa sus estudios de psicología y desea especializarse en terapias de regresión.

Comenzó a salir con un muchacho agradable que creo será su destino al fin, Pedro está contento y obviamente también yo.



Le hemos preparado la bienvenida en casa solamente con Fabián y Valeria, con una cena, torta, y carteles.



Mañana le haremos un asado en el estudio. No me gusta que quiera empezar a ir ya, pero antes de discutir accedí a que lo haga aunque sea medio día.



Todo lo malo y conflictivo pareciera enterrado, y un futuro lleno de promesas nos espera a la vuelta de la esquina, con proyectos concretos como son la inauguración de la casa y nuestro casamiento en octubre o comienzos de noviembre, aunque de esto no he hablado todavía con Pedro.”











.. Amor, me ayudas a vestirme, sé que no pasa nada, pero esta cicatriz me impresiona todavía.

.. Casi no se nota cielito, no molesta, olvídala.

… Quiero salir manejando.

… No mi lindo, hoy no. Vendrá Fabián a buscarnos, veremos cómo te sientes caminando en la calle, en la casa, llevas demasiado tiempo fuera del mundo real.

.. Pero el manejo no se olvida.

.. El manejo, no. Pero ya escuchaste que podrías tener algún ataque de pánico al ver muchedumbres y salir del aislamiento. Veremos mañana para ir al estudio.

… Bueno.







___ Mientras Pedro terminaba de vestirse, Guillermo de armar los bolsos, una enfermera ingresó.







.. Listo doctorcito, lo vamos a extrañar. Espero que venga a visitarnos.

… Obvio que vendré, además tengo controles.

… ¿Trajo las recetas?

… Pedro las tiene Guillermo y sabe qué medicación tomar y cómo, el cardiólogo le indicó.

… ¿Tiene muchos remedios que tomar todavía?

… No muchos ni por mucho tiempo, solamente uno para que no se agrande el corazón a baja dosis y el antiarrítmico un tiempo más, y obvio no puede salir a correr mañana, todo de a poco, hasta regresar a su vida de antes, pero paulatinamente.



.. ¿Y la dieta?

… Es libre prácticamente, es más está algo delgado, así que vendrá bien que coma carnes e hidratos de carbono.

.. Es decir mis asados, los de Alberto y mis pastas, ya escuchaste precioso.



… ¡Hola familia!



Al fin Pedro en casa, no aguantaba más sin ustedes, te dejaron mucho más de lo previsto.

.. Porque lo conocen, y no haría caso en los cuidados, ahora está sano, prácticamente.

… Bueno, vamos entonces. Valeria se quedó en casa.

… Fabi, el fin de semana que viene deseo que vayamos a Olavarría, que veamos si lo que hemos trazado en los planos no es un delirio, para en días más ponernos a trabajar.



… ¿Ves por qué te quedaste internado?

… Guille, no hinches, pasaré barniz a las balaustradas, supervisaré lo que hagan con los ascensores y la nueva cocina, iremos a comprar la grifería y las cosas para la instalación eléctrica, lamentablemente, hay cosas del 1800 que tendremos que abolir, como la cocina en el sótano, las habitaciones allí, o quizá puedan remodelarse según la demanda, ya veremos.







__ Pedro se despidió de los médicos y enfermeras, en esos dos meses,…, se había ganado el cariño de todos, y las lágrimas surcaron varios de los rostros, que a la vez fueron de felicidad,…, porque a pesar de haber estado muerto minutos, volvería ser el muchacho lleno de vida que recién comenzaba a disfrutarla, con planes, con un gran amor, con un hermano, con una profesión.



Cuando subieron al auto aspiró el aire, el olorcito a las cafés mágicos de Bs. As. que ya casi había olvidado, el del cuero del tapizado, y se fue sintiendo vivo de nuevo, además,.., al mirar por la ventanilla, se extasió en cada detalle, descubrió nuevos edificios o todo lo que veía le parecía renovado, bello o nuevo.



Quería visitar Shopping y locales, comprar ropa y regalos, la gente…. lejos de aturdirlo lo llenó de algarabía, los niños le arrancaron lágrimas al verlos jugando en la calle, Y Guillermo volvió a pensar en el tema pendiente de hablarle de hijos, pero había tiempo, al menos hasta que estuvieran casados.









.. De a poco, hermano. Lástima que empiezo la facultad, pero en los fines de semana o cuando hagan compras para la casa los quiero acompañar, total ahora no rendiremos nada.



Papá, el treinta le darán el alta a Ana, hoy la vi. Tendrías que estar, sé que está bien, que tiene el grupo de apoyo, que ya casi están divorciados, pero me parece que sería bueno que la vayamos a buscar y la llevemos al departamento.



Y quiere ver a Pedro, también.



Conocerlo, porque cuando lo vio antes,…, estaba en pleno delirio, si es que lo vio.

… Claro hijo, corresponde. Me gusta esta nueva relación con Ana, además seguirás visitándola, y para lo que necesite puede contar con nosotros.



… Estuve con Valeria juntando sus cosas. Parece increíble, pero cuando estabas conociendo a Pedro, yo la interné, las cosas quedaron en su vestidor, ya nunca regresó, la vida dio tan vuelco,…, que ahora desde allí se irá a un lugar nuevo.



Casi me parece la vida de otro aquellas peleas por sus borracheras, el susto de aquel día, la vida de conflictos que llevábamos, sin rumbo, sin propósito, y ahora no nos alcanzar las horas para todo lo que deseamos hacer.



.. Así es hijo, de pronto la comprensión del sitio y las personas adecuadas para cada uno, nos colocó en el lugar que correspondía, en la armonía que todos merecemos, en la paz en que todo ser humano debería vivir.



… ¿Quieres dar otro paseo, Pedro o vamos a casa?

… Vamos, tengo muchas ganas de estar en la casa, que hice mía sin darme cuenta.



Aunque fuiste el culpable de no dejarme ir de allí cuando entré.

… Así es, y así debía ser. No me equivoqué, para nada.



¿Sabes que mañana te hacen un asado en el estudio, no?

… Obvio, Alberto seguramente, también tengo muchas ganas de ir, aunque allí todos estuvieron de vacaciones, extrañé.

… ¿Estás seguro cielito?



Ni yo he vuelto a entrar al despacho. Todo sucedió allí.

… Guille, sucedieron más cosas lindas que malas, olvídate de Miguel y de ese día allí, ya no quiero que empañe nuestros lugares ni nuestra vida, Ya no estará nunca más.

… Lo sé, me parece muy sano de tu parte que lo veas así, me alegro entonces.











___ Cuando llegaron a la casa, Pedro fue escudriñando y acariciando cada mueble, cada recoveco, y vio de repente la sonrisa de Valeria que apareció de la nada con una torta, y sobre la mesa, colgando de punta a punta estaba el cartel de bienvenida.



La emoción lo embargó más que nunca. Lo médicos les explicaron que era común de las cirugías cardiovasculares que quedaran más sensibles que antes y él no era la excepción.



Apenas vieron que tenía los ojos enrojecidos, escocidos en lágrimas,…, fueron todos por detrás y lo abrazaron con delicadeza, pero transmitiéndole el amor de siglos que atravesó su cuerpo para colmarle el corazón y el alma.



Como al día siguiente habría asado, comieron pastas, y al fin pudo tomar una copa de vino, postre y la torta con un brindis con Champán de bienvenida y festejo por la vida y la familia que ellos cuatro habían conformado, antes de abrirse a muchos más.



Pasaron la tarde contando anécdotas, hablando de la otra vida, de los planes para la casa, repasaron planos y cuentas, y al fin cenaron temprano porque era el primer día de Pedro fuera del hospital, y muy a desgano se separaron más tarde, porque Guillermo impuso autoridad.



Lo llamaron todos desde las casas y el estudio, pero al fin Guillermo interceptó las llamadas, echándolos para el día siguiente, pero a última hora, Alberto insistió en que hicieran una escapada al estudio, y para sorpresa de todos, allí también esperaban los amigos con torta y champán.

Gaby se abrazó a Pedro como si hiciera años que no lo tuviera, y éste sonrió sin ningún fantasma ni rencor opacando la felicidad de regresar a los lugares que construyeran con Guillermo para ellos y los demás.









___Regresaron al fin a la noche, y ya del brazo, Guillermo lo llevó a la habitación.







Al entrar,…, Pedro volvió a pasear la mirada por cada rincón como reconociendo cada pared, cada objeto, cada lugar, pasó al vestidor, al baño, para al fin regresar con la felicidad de la plenitud de quien supo volver de la muerte dispuesto a vivir, reflejándose en cada poro de la piel, en la mirada y en la sonrisa con hoyuelos en la que Guillermo se perdió una eternidad, mientras con la misma paciencia le comenzó a quitar la ropa, con la delicadeza de cada día desde que lo dejaran a su cuidado en el hospital.



Llevaban siglos sin hacer el amor, ninguno sacó el tema, porque era imposible de evitarlo ya, y para cuando Guillermo terminó de quitarle los zapatos, le comenzó a besar los pies, le succionó cada dedo adormecido, le lamió el empeine y las plantas, le surcó las piernas, la cara interna de los muslos, y Pedro lo llamó.









… ¿Tienes miedo?

… No. Te iba a pedir que hiciéramos el amor.



Solamente que antes deseo tu boca, ansío tus labios, y perderme en ella hasta la agonía.

… Soy tuyo, cielito, haz lo que desees.









___ Pedro le comenzó a dar suaves besos desde la coronilla, en las mejillas, paseó lamiendo de comisura a comisura, para atrapar el labio inferior mordisqueándolo a su antojo, mientras las manos habían desanudado y arrojado por los aires la corbata, y mientras succionaba estirando el labio inferior, le abrió de un golpe la camisa, haciendo saltar los botones para todos lados, y Guillermo sonrió por la ansiedad contenida de su precioso hombre, que regresó a la boca, pero esta vez exigente le hizo abrir los labios, para reexplorarla, reconociendo cada sitio donde el pulso latiera con la curiosa lengua, que lo asfixió en la garganta, para regresar por las paredes laterales, paladeando los dientes, y finalmente enroscándose en la ajena, con el calor del aliento,..., escaldando las mejillas, en la misma saliva, mientras con los pulgares haciendo círculos alrededor de los pezones, los dos tocaron notas exactas que crearon una primera sonata de gemidos y sonidos, que se afianzaría después.





Apenas se separaron para respirar, Pedro se echó en la cama al fin, mientras Guillermo lo escudriñó de hito en hito, mientras terminó de desvestirse, deseando contener el ansia en el temor a romperlo, no sabiendo si podría hacerle el amor con suavidad que al parecer Pedro no deseaba, porque adoptó las posturas más sensuales, humedeciéndose los labios en la visión y expectación de su hombre, que comenzó ahora a recorrerlo, bullendo de deseo, con llamaradas de pasión devastando las venas, la sangre hirviendo, las miradas turbias y ya refulgiendo, cuando el juego comenzó.



Guillermo paseó los labios de nuevo de pies hacia arriba, evitando zonas especiales, y para cuando atrapó las cumbres ya erectas, Pedro sacudió la cabeza, y Guillermo ahogó los gemidos en la boca que arrastró hacia arriba, devorándolo él ahora, mordisqueándolo por todas partes, mientras Pedro acarició arañando la espalda, agonizando los dos de excitación latiente, pegada al vientre, en el beso íntimo que los catapultó a continuar.





Las manos de los dos se chocaron por todas partes, los labios y lenguas devoraron y bebieron todo a su paso, y perlados en el mismo sudor, Guillermo lo penetró con suavidad, quedándose tentándolo en el ingreso, sintiendo el abrazo abrasador, y Pedro el palpitar tan extrañado, hasta que se onduló para invitarlo a enterrase, y Guillermo lo hizo hasta el final de su deseo colmándolo, Pedro gritó en la mezcla exacta de placer y de dolor, ante la primera intrusión.







Pero no se detuvo y lo instó a moverse, a comenzar las embestidas, las zambullidas en su mar, para crear las olas con las crestas mayores, las oleadas de placer donde ascenderían a las cimas más altas, y en cada embestida el buzo fue más a fondo, a mayor profundidad, como piedras en el lago, las olas fueron mayores, hasta expandirse desde los cuerpos y vislumbrar el abismo, donde en el último empuje, acordaron en el beso dejarse ir al fin, cayendo en el uno, en añicos del ser, perdiendo la conciencia, y a la vez en la fusión, regresando a la existencia, suspendida en los meses en que los obligaron a mantenerse siendo dos.











La ficción contiene lenguaje adulto y escenas explícitas.











CONTINUARÁ.