ENIGMA. CAPÍTULO 41.

ENIGMA.



CAPÍTULO 41.









Ciudad Autónoma.

Sábado, 26 de julio de 2015.





…¿Adónde estás?___ Las lágrimas se derramaron a borbotones por el rostro de Guillermo sin que Pedro atinara a más que a tratar de atraparlas con las manos.



.. En casa, acabo de recibir un llamado anónimo.



No te muevas de allí que ya voy y te cuento, no quiero hablarlo por teléfono.

Ya avisé a Matías.

..!Ah!



¿De qué mierda me sirven jueces y fiscales si no son capaces de parar a ese degenerado? Tuve que matarlo al nacer, Marcos.

… Amor, tranquilo. No digas eso.

… Es la verdad, cielito, toda la verdad.



Marcos, para llevarse a Alberto tuvieron que amenazarlo con algo grande, no pueden con él por medio de la fuerza.

.. Lo imagino. En un rato te llevaré novedades. No vayas al hospital, no es bueno que te vean allí.

.. No puedo quedarme quieto, no voy a poder.

… Al menos espera a que llegue.







___ Marcos cortó, Guillermo se cubrió el rostro con las manos llorando en forma sonora, mientras Pedro intentó consolarlo, que volviera a la realidad.







… Es mi culpa. Me quiere a mí. No me encontró y se lo llevó a él.

…. En todo caso la mía. Se enfureció por la embocada al no poder matarme.



… Llama a Ana, dile que venga.

.. ¿Para qué?

.. Llámala, Pedrito, por favor, voy a ducharme.

… Está bien, la llamo, preparo café y te sigo.









___ En media hora estaban duchados, cambiados,…, tomando un café, cuando el portero sonó y Ana llegaba sin entender demasiado.

Guillermo abrió antes que llegara el ascensor.







… Guille…¿qué pasó?

…. Miguel se llevó a Alberto, Ana. Es su venganza al haber perdido a Gaby, a Pedro y a mí.

… No, pero Alberto estaba de guardia, no pudo sacarlo del hospital.

…!Hola Ana!

… ¿Cómo te sientes, Pedro?

… Preocupado, como todos. No me perdonaría si le hicieran algo a Alberto porque me salvaron a mí.







__Guillermo abrazó a Pedro estrechándolo en silencio en su pecho, para luego mirarlo con los ojos vidriosos, en profundidad,…, enmarcándole el rostro, y apenas con la voz rota, intentando ahogar las lágrimas del nudo que le oprimía la garganta le suplicó:





… Te quedas acá con Ana, y se encierran con llave. No le abran a nadie, aunque digan desde abajo que es Fabián. ¿Entiendes?

… No. Marcos te dijo que esperaras acá, que no te hagas ver, no te dejaré ir.

.. Pedrito, amor, no puedo soltarle la mano a Beto. A él no.





__ Pedro apretó los labios negando con la cabeza., buscando excusas, para detenerlo.







… Guille, Alberto escapará, es fuerte. La rescató a Gaby.

.. No. Justamente es el más vulnerable.

… ¿Qué dices?

… Pedro, escúchame, Alberto fue con ellos voluntariamente, porque lo amenazaron o con Gaby o conmigo. Y su vulnerabilidad no es el físico, sino que mata y se dejaría matar por mí, o por ella. Lo van a torturar hasta matarlo, y jamás diría una palabra de dónde estamos, de nada.

… No soy capaz de dejarte ir, soy egoísta, pero no puedo.

.. Te lo suplico, por favor, entiende.







__Pedro supo que aun desgarrándose no podía detenerlo, y verlo a Guillermo debatiéndose entre Albero y él lo mataba, y como leyéndole el pensamiento quedó anclado en el lugar sin apartar la mirada penetrante de sus ojos.



Guillermo le dio un suave beso, y se volvió caminando despacio, reflejando en las lentas pisadas…. dolor, mientras las piernas de Pedro amenazaron con echar a correr demandadas detrás, sintiendo al corazón saliéndose del pecho, las lágrimas atrapadas detrás de los párpados, y dejó de tomar aire agonizando allí.







.. Cuídalo, Ana. Cierra con todas las llaves tras de mí, los llamaré pero no abras a nadie.







___Al verlo salir, en la última mirada…. Pedro,…, perdió las fuerzas desplomándose en el suelo, dejando salir el aire y el agua a borbotones, en cascada libre, apoyando la cabeza en las rodillas, hundiéndola, rodeándola en ovillo con los brazos, llorando, mientras Ana con los ojos escocidos en lágrimas le acarició el pelo con dulzura.







… Me lo ha dado todo, Ana, olvidándose de sí mismo, pero no podrá soportar que le hagan daño a Alberto, ni yo, y pueden seguir con Fabián si sigo escondido. Mi destino era morir con ellas, ese día, en la casa.

… Pedro, no. No digas eso, por favor.

… Sabía que algo malo haría con la burla del Borda, que no se quedaría quieto.



Guille confiaba en Matías y en José, pero ellos se mueven con la justicia, Miguel no, actúa, y siempre camina un paso por delante.

Por eso me perseguía Diana en sueños.

… ¿Qué?

… Que no dejaba de soñar con mi madre, Ana, era porque habría otro posible asesinato. Me estaba avisando, me hablaba de opciones, de que ella no tuvo otra para salvarme que abandonarme, Beto no encontró otra para salvarnos que ir con ellos. Es mi sueño con Diana.



¿Y Gabriela? ¿Sabrá?











Bs. As., sábado 26 de julio de 2015.





___Mientras Guillermo salía del edificio, Cuca en medio del llanto,…, intentaba contar lo que había sucedido, hasta donde vio y pudo escuchar, a Marcos que la abrazaba, y detrás fueron llegando Diego con la brigada de investigaciones, Matías y José.







… Lleven ya las cámaras de todas las salidas al juzgado, tiene que verse la salida de Alberto, la entrada de Miguel.

…Cuca, tranquila, necesitamos que relates lo que escuchaste para tratar de entender.

… Marquito, Albertito estaba cansado, no había dormido casi en la guardia, me pidió café, y Miguel y dos tipos ya estaban acá.



Yo me fui, pero los gritos se escuchaban desde el pasillo.

Estaban furiosos, los dos.

Miguel quería saber adónde estaba Guille y Pedrito. Alberto no le dijo nada. Hablaron de la trampa del oficial, de Gaby, no sé, pero Miguel quería encontrar a Pedro y a Guille, y al fin Alberto lo echó, hasta pelearon creo, con las manos digo.

… ¿Y después?

… No sé, salieron, Alberto me dijo que me quedara tranquila y siguió trabajando como dos horas, después me dijo que se iba a dormir, a su casa, estaba muy cansado pobrecito. A la noche pensaba en salir con Gaby, me contó

Me dio un beso, y se fue. Yo salí a la media hora más o menos.

… ¿Y los guardias Matías? ¿No vieron nada?

… Saqué a muchos al salir Pedro de acá Marcos. ¿Adónde guarda el coche?

… Estuve interrogando a varios, Matías, Marcos, al parecer Alberto salió caminando, como si nada, se despidió normalmente.

… ¿Quieres decir…. que no estaba en el auto José?

… Puede habérselo dejado a Gabriela. La cuida todo el tiempo, como no podría ir a buscarla por la guardia, pudo dejarle el auto, salió caminando, y lo chuparon más allá de la guardia.

…Puede haber sido así. ¿Alguien llamó a Gaby, ya?

.. No me animé.

.. Yo la llamo.

.. Gracias Diego, que te diga si tiene el auto de Alberto.

… Si Alberto salió caminando, no tendremos nada de nada, veremos en las cámaras a Miguel entrando y saliendo, con sus hombres, y dos horas después lo que dice Cuca, y nada más, como siempre ninguna prueba.

… Bueno, Marcos, tanto como ninguna no. Miguel vino furioso por lo que hicimos con Pedro, buscándolo y a Guillermo. De eso da testimonio Cuca.

… Una mierda, Matías, con eso no haremos nada. ¿Habló el sicario?

.. Niega todo, y estaba en eso cuando llamaste.







__Guillermo apresuró el paso, hasta verse casi corriendo los últimos metros y entró al despacho como una exhalación, con la mirada llena de dolor y de interrogantes.







.. Nada Guille. Al parecer Alberto no estaba en auto, discutió con Miguel que quería saber de vos y de Pedro, y como a las dos horas lo chuparon en la calle. Ni las cámaras ni la guardia dirán nada.

… Matías, llama a Miguel, ofréceme a cambio. Me quiere a mí.

.. Estás loco Guillermo, no. No necesitamos mártires acá.

… Confirmado. Gaby se puso a gritar, a llorar, pero luego se afirmó en el dolor y viene para acá, luego pondrá a toda su gente a buscar las guaridas de Miguel. Y sí Alberto le dejó el auto porque estaría de guardia, por eso se lo llevaron fuera de la vista del cerco del hospital.

… No. No es así. No lo acosen ahora porque lo va a matar. Si ve policías o allanamientos o lo que mierda sea ahora,…, lo matará.



Lo va a torturar hasta matarlo porque Alberto no dirá una palabra, ni de Pedro ni de mí. No hay otra manera de rescatarlo que entregándome, y luego vean cómo me sacan.

.. Estás loco Guillermo, piensa en Pedro. Sin vos el pibe se va, se deja morir.

.. Alberto también va a morir. ¿Cómo hago para decidir?



… Las escuchas de anoche, José, debe haber algo allí.

… Voy a llamar a Moravia, esto nos excede, que se quede allá, que escuche eso y lo que entre, a ver si nos orienta en algo. Quizá sepamos adónde está Miguel por las escuchas.

… ¿Cuántos lugares cableados tienen, Matías y cuántos crees que maneja ese degenerado?

… A Gaby se la rescató, Guillermo, la ubicamos, no seas tan pesimista tampoco.

.. El amor de Alberto la ubicó y rescató.

… Matías, Miller, ¿qué saben?







___Gabriela entró llamativamente entera, firme, decidida, flanqueada por dos oficiales y con toda la policía detrás, armada.





… Nada Gaby, en concreto que se lo llevó Miguel para sacarle información de Pedro y de Guillermo, que obviamente Alberto no le dio acá, ni les dará nunca.

… Al perderme y luego a Pedro lo hirieron de muerte, es un animal moribundo dando manotazos de ahogado.

… Moribundo puede seguir matando, Gaby, quiero entregarme a cambio.

… No. Guillermo, no. Te entregarías y no liberaría a Alberto. ¿Y Pedro?

.. Con Ana, seguro.

.. Bien.



Matías, las escuchas últimas ¿qué dicen?

.. Ahora llamo a ver si Moravia las tiene, justamente no las oímos esta mañana.







__ Matías salió a hacer el llamado y José se acercó a Guillermo con sigilo.





.. ¿Quieres que hagamos la jugada?

.. No. Sería peor, si lo apresaran ahora, aunque fuesen horas lo haría matar, no.

No hay que tocarlo ahora, José.







__Matías entró apesadumbrado, impotente, con la furia calentándole las vísceras, la sangre bullendo en las venas, el rubor en las mejillas.



.. ¿Qué supiste?

.. Anoche lo armó todo. ¡Mierda! Si lo hubiéramos escuchado lo agarrábamos hoy acá. Decía que vendría. Sabe todo Guillermo. Lo sospechó.

… ¿Qué es todo, Matías?

… Que le tendimos la trampa, que estás con Pedro, que lo estás escondiendo. Todo eso le preguntó a Alberto al encontrarlo en tu despacho seguramente. Los quiere claramente muertos a los tres, lo dice.



Hay que localizarlos, Moravia está en el despacho, si hubieran escuchas sabríamos los sitios posibles, si están en lugar mudo, tardaremos siglos en ir a uno por uno de los que están en el mapa que tenemos de Donato, y puede que lo tenga en otro sitio.



.Fontana y Donato en esto no lo apoyaron, se cortó solo, es más, pareciera que intentan frenarlo, porque están detrás de un cargamento que tienen en la mira.



… Por ahí. Allí hay que actuar.

… No entiendo Gaby ¿qué se te ocurrió?

… Denuncia y presiona a Fontana, él nos devolverá a Alberto. Dile que saben del cargamento, eso sí pesa como para que vayan contra Miguel y nos devuelvan a Alberto a cambio, no que se entregue Guille, que no es opción. Fontana conoce los lugares, tardará minutos en encontrarlo. Vos José, ya no estás en la fuerza, con Marcos, ellos saben que están detrás de Arias, para que Moravia y Matías queden fuera, ustedes dos vayan a presionar a Fontana, que nos rescate a Alberto a cambio de no delatar a Moravia lo de Arias.

… Muy buena idea, Gaby, bien. José, Marcos, llamen a Fontana, arreglen un encuentro. Él es el que está en el tema de los narcos.

… Dios, Gaby, ojalá funcione, y a tiempo.



Sos increíble, otra estaría llorando en la cama, y vos viniste a dar la idea más aproximada.

….Lloré y me eché en la cama, Guille, pero así no rescataré a mi amor. Me salvó a mí, y yo lo salvaré a él. Cuando Fontana hable, dirigiré el operativo, Matías.

… No Gaby, no. Miguel te quiere matar.

… No se discute, iré, con Diego y los que quieras, pero a Alberto de la madriguera que sea lo sacaré yo.___Gaby lloraba sangre en el fondo de sí misma pero no se sometería al dolor paralizante, lo usaría para movilizarse y actuar.



… Déjala, Matías, lo hará. Cuídenla, pero dejen que sea el capitán,…, su alma la llevará a Alberto. Sálvalo Gaby, sé que podrás.

… Acá no tenemos nada por hacer, vamos al juzgado entonces, citaré en el camino a Fontana. Daremos la cara, Guille, ya es hora.

.. Voy con ustedes, el auto de Alberto está en casa, no hay nada allí. Solamente sirve el testimonio de Cuca y las cámaras que registran la visita de Miguel.

… Guillermo, ve a casa, no dejes solo a Pedro, se va a descompensar. Éste es el camino, Gaby tiene razón, confía por una vez en nosotros, no dejaremos que te intercambies con Alberto, luego irá por Pedro. ¿Eso quieres?

… Supongo que tienen razón, Marcos, llama a cada rato o no soportaré y me iré al juzgado.

… Regresa con Pedro, Guille, Fontana nos llevará a Alberto, tranquilo.







Bs. As., provincia, sábado 26 de julio de 2015.





“…. ¿Qué me pasó?



Me siento suspendido en el espacio, ingrávido, como en una nube, sin mente, sin cuerpo.

Si estoy pensando mi mente funciona y por tanto estoy vivo...Pero ¿adónde está el cuerpo?

Gaby, mi amor. ¿Te pasó algo?

!Miguel, hijo de puta! Fue Miguel.

Estoy en sus manos, me golpearon a una cuadra del hospital, debo estar en uno de sus bulos, me trajo para sacarme información de Pedro y de Guille.”







__De pronto el cuerpo comenzó a dar señales de existir, y un dolor lacerante lo dobló en dos, fue un latigazo que alguien le acertó en el abdomen, lo sintió antes que otro en la nuca donde seguramente lo habían golpeado para desmayarlo, y luego subirlo a algún auto.

Sintió las piernas adormecidas, los brazos insensibles, como algodones,….comenzaron a doler a la par por falta de sangre, y supo que no ascendía porque estaba atado colgando de ellos.

¿Lo estaban torturando?

Por órdenes que Diera,…, al caos que era su mente, solamente la inundaba la imagen sonriendo de su amor, de Gabriela, y trató de exigirse en pensar si ella estaba a salvo, hasta al fin recordar que sí, que lo habían buscado a él, para que les hablara de Guillermo y de Pedro.



Como lamentos de almas errantes llegaron las voces a los oídos, y de repente las pudo reconocer, la inconfundible siniestra voz del mal que era Miguel, y la otra la conocía de algún lugar, y puso sus conexiones nerviosas a rebuscar en recovecos del pasado esa voz, el eco de ella, y de pronto surgió la facultad.



El médico de la organización, el ex compañero que Claudia nombró ante Gaby y él, sin dar nombres, otro de sus malditos violadores, el infeliz que se ocupaba de darle anticonceptivos, de las chicas de los prostíbulos, y hasta seguramente de firmar certificados falsos de defunción si descubrían a alguna de las que morían.



Era un tipo grande, de la edad de Miguel, en aquella época el estudiante eterno que dejaba pasar promociones, por lo cual le llevaba años, de vida, y de experiencia, físicamente parecido a Miguel, Salito, le decían, Salo, sí, el pampeano Salo, y su rostro irrumpió de súbito unido a la voz, socarrona, sarcástica, casi igual a la de Miguel, temible y demoníaco casi como Miguel.







… Vamos, infeliz, abre los ojos que un amigo te quiere saludar.

… Hijo de puta.

…¿Cómo?







___Alberto apenas entreabrió lánguidamente los párpados, le dolía la cara por entero ahora, y comprobó el rostro de la voz reconocida.







… Eras vos, hijo de puta. Vos violaste a Claudia con este degenerado.

… Chsss. ¡Basta de insultos, carajo!



Parece que no te diste cuenta quiénes mandan acá y en las condiciones en que estás.

… Me di cuenta de todo, desgraciado. Mátame tranquilo porque no diré una palabra de nadie.

.. ¿Y si te mato,…, quién va a cuidar a tu noviecita colorada?

… Con ella, no. Hijo de mil putas, con Gabriela otra vez no se metan. Van a caer todos, tarde o temprano.

.. ¿No me digas? ¿Y quién nos va a derribar? ¿El puto de mi hermano o el fiscalucho nuevo como él que sirve a Moravia?

… Vos ríe, de Guille, de Matías, de Moravia, rían, ya verán adónde irá a parar la gente como ustedes.

¿A cuántos más piensan que van a matar?

… A vos , seguro, no veo que puedan sacarte de acá, menos en el estado en que estás, después seguiré con mi hermano y el nuevo novio, así que más vale que me digas adónde tienen la madriguera o me queda de paso el departamento de la colorada.

¡Habla!









Bs. As, Ciudad Autónoma, sábado, 26 de julio de 2015.







“… Es tan inútil lo que intentan hacer. Tarde o temprano ese hombre me va a matar. No tiene sentido que me protejan. Es todo tan vacío, espectral, estéril, tan desierto.



Deseo y soy feliz con Guille, conocí la dicha a su lado, pero no puedo dejar que muera más gente por mí.

Estoy agotado, fatigado, cansado…. de temor, de pérdidas, de sufrimiento, propio y ajeno. Y terminaré seco, gastado, triste, a pesar del Amor, si muere alguien más.

¿Viniste a avisarme, Diana?

¿Viniste a decirme que ese hombre no se detendrá?”





… Pedro ¿estás bien?

… Ana, ve a tu casa, no necesito cuidados, no soy un niño, y si ese hombre desea encontrarme, tarde o temprano lo hará.

… No hables así, sabes que si te pasara algo, el que moriría es Guillermo.

… No se puede ir contra lo que está escrito, Ana. Mi familia tiene un destino trágico, no puedo ser la excepción.

… No pienses así, se les cruzó en el camino ese degenerado, no fue el destino trágico, o sí, pero vos escapaste a tiempo de él, al salir de Nueva York.

… Miguel no dejará de matar a inocentes hasta que no muera yo, Ana, es así. Y no puedo cargar con una muerte más.



Empiezo a sentir miedo del mundo, a sentirme encogido, gastado. ¿Qué mueve a la gente, Ana? El dinero, el placer, el éxito, el poder, son ellos los dioses del mundo de hoy, y ese tipo los encuentra matando, dominando, traficando. Es demasiado poderoso porque reúne todo lo que es el mundo de hoy.



En mi conciencia íntima, solamente la conexión que tengo con Guille, me mantiene vivo, es lo único que evita que me pierda, y el mayor placer de ese tipo sería poder matarlo a él. ¿Entiendes?

… Entiendo todo, Pedro, con más razón, tienen que cuidarse y defenderse uno al otro, hasta que Miguel sea enterrado. No puede ser impune toda la vida, tiene que caer.

… Y mientras,…, sigue cobrándose su odio en víctimas inocentes, como las chicas del prostíbulo, como mi hermana, ahora lo tiene a Alberto.

… De alguna manera lo liberarán, estoy segura.



Nadie estaba cerca de tu mamá y de Claudia para poder llegar a tiempo de salvarlas, pero no es el caso de Alberto, ya no lo fue con Gaby, están cercados.

… Nadie habla, Ana, tienen mucho y nada a la vez, no dejan pruebas, les costará en el juicio imputarles la muerte de los míos como desea Guille.

.. Nadie es perfecto, Pedro. Tarde o temprano cometerán errores, y al estar nerviosos, crece la peligrosidad pero también la posibilidad de que los cometan o dejen pruebas, como lo serán los testimonios de Alberto y Gaby al momento en que decidan de una vez llevarlos a prisión, a Miguel lo está salvando la fiscalía, cuando salga de allí entrará directamente a prisión, y no lo sacará nadie.









Bs. As., sábado 26 de julio de 2015.



Juzgado Penal Número ocho.







.. ¿Qué Miguel hizo qué?

… Vamos Fontana, deja de disimular que sabemos todo, de él, de vos, de Donato, de todos. Es cuestión de tiempo que presionemos para que renuncien, y si quieres un consejo podrías ir haciéndolo, todavía tienes la oportunidad de irte lejos y rico.

… Si tuvieran algo, Moravia, no me habrías llamado para negociar.

… Te llamé porque no hay tiempo, está la vida de un amigo en juego, el único que lo puede detener a Miguel sos vos, Alberto Marini no hablará, no le dirá absolutamente nada ni de Guillermo, ni de Pedro Beggio, de nadie, y sabes que Miguel lo matará. Y si eso ocurre, en días en que el jefe narco espera un cargamento importante, van a rodar cabezas, entre ellas la tuya. No te hagas el idiota, Fontana. Para a Miguel y trae a Marini o un llamado a Arias y volarán varios de ustedes.

También sé cómo llegar a él.

… Me están extorsionando asquerosamente y sin pruebas. Los voy a denunciar a ustedes.

… Perdón Sr. Juez. Quizá el Dr. Fontana se convenza de lo que podemos hacer, si se escucha hablando con Mendoza anoche mismo o si le muestro los expedientes que tenía cajoneados.

… Adelante Olazábal, quizá eso lo convenza a mi colega.

… ¿Qué?

… Lo que escucha Sr. Juez, sabemos todo aunque aún no haya caído, absolutamente todo.



¿Quién cree que tiene a Gómez y al sicario que envió Mendoza al Borda?

… Yo no sé nada de esa gente.



… Vamos Fontana, me cansaste. Te lanzaré un Juri de enjuiciamiento mortal el lunes si no aparece ya Alberto Marini, y no me vayas a decir que no lo conoces, etc., etc., me cansé.

… Está bien. Orestes, somos amigos.

… No soy tu amigo, nunca estuve en tu bando.

… Lo voy a intentar, no es sencillo, se mandó solo en esto ese infeliz. Escucharon que intenté pararlo, que le ordené hacerlo. No sé adónde lo tiene.

… Averígualo, y rápido, porque ya te lo dije, Marini no va a decir media palabra y eso para Mendoza es causal de que lo ametralle.

… ¿Y si lograra encontrarlo que me darían a cambio?

… Sos una basura. La misma basura que ese desgraciado, pero con suerte, si lo detienes de una vez en su necesidad de matar, quizá se nos antoje dejarte escapar a tiempo. No lo sé. Es una posibilidad.



Vamos, Fontana, que el tiempo corre y la vida de Alberto se puede perder, como la de Claudia Beggio. ¿Te suena?

… Yo no tuve nada que ver con la muerte de ellas. Fue Mendoza, nadie de arriba ordenó que las mataran.

… Ahora empezamos a entendernos. ¡Mira qué interesante!

Pensábamos que había sido el marido el asesino de Diana, y el de Claudia lo estábamos investigando, pero al parecer, detrás de todo estuvo siempre Mendoza.

… No dije eso, quise decir que yo no tengo nada que ver.

… No es lo que pareció, Sr. Juez.

… Deja Matías, Diana y Claudia ya murieron, pero Alberto y Pedro no. Vamos Fontana, ve a buscar a Miguel y haz que libere a Marini, vivo, se entiende. Si llegaras tarde, lo lamentaríamos todos.

…. Está bien, les pido dos horas. De verdad, tengo que remover cielo y tierra para encontrarlo, esto lo hizo solo, no sé adónde lo tenga.

… Una hora, dos no lo mantendrá vivo sin que le diga lo que quiere.







___ Moravia se paró pegando un puñetazo en el escritorio, mirándolo fijo, con la furia hirviendo en la sangre.





… Una hora o Arias se enterará de que no puedes manejar a un infeliz como Miguel. ¿Entendido?







__Fontana salió y Matías observó a Moravia con interrogantes.





…¿Qué sucede?

… ¿De verdad sabe cómo contactar a Arias?

… No. ¡Qué voy a saber! Si supiera,…., todos éstos ya estarían a la sombra. Se lo dije para presionarlo.



¿Gaby tiene suficiente gente como para seguirlo y entrar si es necesario?

… Toda, tranquilo.









Bs. As., sábado 26 de julio de 2015.



Ciudad Autónoma.









___Guillermo caminó perdido sin rumbo un tiempo indefinido, sintiéndose como desde que encontrara a Pedro nunca, vacío, inútil, lento, triste, la nada y al mismo tiempo con la vitalidad que le daba la más plena, satisfactoria y absoluta salud por el Amor de Pedro.



Miró al cielo, como pidiendo un deseo, y brillaba sin noción del tiempo, como su plenitud de salud, que lo llevaba al ensueño de bienestar absoluto junto a Pedro.

Y sin embargo la imagen de Miguel, el pensarlo,…, lo embargaba con la furia del mismo tenor.





“… ¿Qué vale más, el sol, y el cielo claro indolente que significa el amor, o la confusión y la ira a la que me conduce Miguel?

Si Alberto estuviera libe, un cielo claro es lo más importante del mundo, pero lo tiene él.”









___Cuando Pedro lo vio entrar, el corazón escapó de su pecho y corrió a colgarse de su cuello, derramando las lágrimas allí, mientras Guillermo lo abrazó con todas sus fuerzas y Ana no los interrumpió, emocionada con la visión, con los ojos húmedos, y un nudo en la garganta.



Se le antojó que eran como piezas de algo hecho pedazos que al reencontrase encajaron a la perfección.







…¿Qué sucedió Guille?

… Están montando el operativo para encontrarlo y rescatarlo, no entro allí, vengan que les cuento.







___ Guillermo como pudo les relató el plan, mientras almorzaron a la tarde ya, algo ligero, y al fin liberó a Ana.







… Ana, ve con cuidado. Últimamente temo por todos. Hasta que esto no termine…

… Guille, a mí no me registran, no te preocupes.

… Gaby me preocupa,…, pese a decir que la dejaran al frente del operativo, Miguel la quiere con él, y si fracasara…y la atraparan sería desastroso.

… Es buena idea amor, y la tuvo ella, no fracasarán.



Tú me salvaste, Alberto a ella, y su idea lo salvará a él, verás que sí.

… Bueno los dejo. Guille estaré en casa, llámame pase lo que pase, para saber de Alberto.

… Gracias Ana, lo haré.







__ Guillermo se fue relajando…. ante el atento movimiento de los labios de Pedro en los suyos, mientras las manos le deshicieron el nudo de la corbata, le desabotonaron la camisa para darle la calidez a la suave piel de la espalda y del pecho, y hacerlo vaciar la mente de dolor y malos presagios.



No dijo nada, y lo dejó colmarlo de besos por todas partes, y también que fuera desnudándolo sin vergüenza.



Pedro lo llevó hacia el sillón y comenzó a masajearle la nuca, la espalda junto a la columna mientras paseó los labios por el cuello, mordisqueando la oreja, y Guillermo se estremeció por entero, excitándose al instante, deseándolo con desesperación, sabiendo que jamás podría entregarse al enemigo, porque era su vida estar allí, en Pedro, adentro o siendo abarcado por él.



Las intrépidas manos masajearon en forma circular el vientre mirando más abajo, y Guillermo lo dejó hacer,…, feliz.



Los ojos de los dos reflejaron el deseo mutuo, los labios lamieron los ajenos, por dentro, por fuera, las comisuras, los mordisquearon, los succionaron hasta entreabrirlos para enroscar las lenguas en el juego perfecto dentro de la misma saliva, ya perdidos fuera del mundo, con su dolor y tragedia, olvidados del odio, y Guillermo fue deslizando los labios por la barbilla, el oído que exploró, el pelo, recolocando a Pedro en el sillón, aferrándolo por las caderas, haciéndolo agachar y poner las manos a los costados del sofá, al tiempo que fue quitando las barreras que los separaban, necesitando el piel a piel, como siempre y más que nunca, para dejar todo atrás, al menos por el rato de hacer el amor.



Pedro se dio como una ofrenda, invitándolo a invadirlo, suplicándole que lo amara, sabiendo que así disiparía el dolor y el miedo.



Guillermo le lamió el cuello, paseó a la nuca, le dibujó la columna, inmersos en la mirada, sumergidos en el mismo mar de placer hirviendo en oleadas interiores, perdidos ya del mundo, uno en el otro.



Pedro sintió apenas la intrusión del deseo potente en el acceso, hasta que lo vio tomar aire e impulso e ingresar por entero, en un profundo gemido que en él arrancó un grito ante la intrusión potente, que a la vez agigantó el pulsátil deseo que abrazó con ahínco reteniéndolo en su camino interior, clavando las uñas en el sillón.



Guillermo irrumpió cual huracán cada vez más allá, saliendo trémulo, dibujando garabatos con las caderas, y volviendo a ingresar, embistiendo fuerte, acompasando a Pedro a su ritmo, gimiendo y jadeando la misma canción.

Se aunaron en el ritmo, salida, ondulaciones, embestidas, profundizaciones, zambullidas y olas expandiéndose en la misma melodía sin fin.



Guillermo ingresó a fondo, y Pedro se onduló para incrementar el sentir, con el aire entrando y saliendo a bocanadas, los gemidos guturales unidos, empapados en el mismo sudor, estremeciéndose en la cresta de las llamas, en las olas mayores expansivas, con el orgasmo naciendo en el interior, pero sabiendo que estallarían en pedazos mucho más allá, rotando sin detenerse las caderas, entrando más y más, con la mente sin razón, el deseo palpitando y agigantándose, colisionando cuerpo a cuerpo.





Guillermo con la visión nublada, lo atrajo con furia clavando los dedos en las caderas, en la última intrusión agónica, y la ola mayor inundó los cuerpos, adentro y afuera, como maremoto y…. explotaron, en un terremoto, esparciendo pedazos, bramando su amor al aire, completándose en el UNO, que los fortalecía a los dos.









…Te amo, Pedro. Perdón.

…¿Por?

… En un momento dudé, en el intento de salvar a Alberto, me ofrecí a cambio, sabiendo que podrían matarme.

…¿Cómo?



¿Me dejarías solo?

… No mi amor, ahora sé que no. Que no puedo ni debo hacerlo. Que merecemos esto y mucho más.

Te amo, perdón. Nunca más pensaré en exponerme ni en arriesgarme a que Miguel y los suyos me maten.

… ¿Lo prometes?

… Lo juro, cielito. Te amo demasiado y deseo la vida libre con vos.











CONTINUARÁ.