ATRAPADOS. CAPÍTULO CINCO.

ATRAPADOS.









CAPÍTULO QUINTO.







El Dorado, Misiones. Miércoles 28 de octubre de 2015.







_Camila distinguió contra la arboleda de la reserva, más allá de la oscuridad, el auto de Pedro y a la figura delgada del muchacho que se acercaba, y supo que debía ser Matías. Aferraba a José Thomas,…. intentando refrenar las lágrimas en el nudo de la garganta, aparentando la fortaleza que hacía tiempo había dejado ir en la enfermedad que la consumía desde el interior, cuando al fin le vio el rostro que disipó las dudas.





.. ¿Matías?

… Hola, sos Camila, ¿verdad?

… Sí, Pedro me alcanzó a avisar que vendrías, no puedo creer que esto sea verdad.



Nunca nadie nos hizo daño, siempre dependieron de nuestra ayuda.

… El jefe de éstos no tiene límites, necesita de ustedes para vengarse de su hermano y… de tu papá, Camila. Estás en peligro cierto.

… ¿Qué tiene que ver mi papá con esto?

.. Nada, directamente nada. Pero trabajó para inhabilitar al jefe de esta banda, que es hermanastro del abogado que hizo traer, Pedro lo trajo. Tengo que sacarlos de acá. Luego les explicaré. Ve al auto con el nene, sos hermosa como dijo Pedro.

Espérame allí.

…Gracias. Matías,.. suerte.











___ Camila soltó el aire que había estado reteniendo…. con el agua que empapó la cara en angustia, odiando el derrotismo que la deseaba dominar, aferrando más al nene como queriendo ocultarlo del peligro, de todo lo demás.

Si Orestes había actuado contra las narcos, tenía que escapar o no dudarían en cobrarse la deuda con ellos.



De la certeza que adquirió, entendiendo las palabras de Pedro, corrió hacia el auto a resguardar a José, de pronto supo que para salvarlo sería capaz de manejar hasta los brazos de su padre, pero no. Tenía que cumplir las órdenes de Pedro. En auto podrían seguirla, matarla en medio de la selva, no.









__ Matías entró con sigilo, oía las voces que venían desde adelante, al momento de ir al escritorio, y con trémulas manos tomar el arma, sin dar crédito a lo que estaba sucediendo.



Habían pasado meses buscando a Miguel que incluso tenía orden de captura internacional, su foto había tapizado Bs. As., y estaba hundido en la selva misionera… acechando, esperando el momento preciso, que al parecer Guillermo sin querer le había puesto en las manos, y Pedro en bandeja deseándolo menos todavía.

No existía manera no ser visto apenas asomarse al consultorio.







“¿Qué posibilidades de rescatarlos tendré cuando uno de los asesinos me vea?



Y esa pobre chica y el nene, tan indefensos y a la vez tan valiente.

¡Dios, ayúdame! No sé si soy capaz de disparar, jamás lo pensé siquiera, sin embargo quizá sea la única opción, disparar antes que lo hagan ellos.

Guille, ayúdame, puedes voltear a alguno al verme.

Allá voy.”





Matías caminó con la aprensión dominándolo, la angustia multiplicándose, el pánico deseando impedirle toda acción, y desafiándolo todo caminó con firmeza y determinación hasta la escalofriante puerta que podía llevarlos a la muerte, sintiendo de súbito un creciente abatimiento que disimuló al llegar.









___ Guillermo,…, desde que saliera Pedro percibió que en su mirada existía un mensaje, una inexplicable súplica que no podía descifrar, pero la inquietud que partió desde el interior de su ser lo alertó cuando observó a uno de los hombres cargar con algo dos jeringas, sabiendo que Pedro no había dado orden alguna de medicarlos.



Juan vio lo mismo y las miradas se encontraron, mientras años de angustia parecieron reptar por el cuerpo desde el suelo, desde los confines subterráneos de la tierra ascendiendo por el ser de Guillermo como para asfixiarlo, y notó que el aire ahora era denso dificultándole más aún respirar.



Venciendo la tenaza que impedía las palabras, logró aspirar una bocanada y al fin hablar:









.. ¿Qué hacen?

… Preparar un sedante para que puedan descansar.

…. Pedro... el Dr. no ordenó que nos dieran nada hasta que regresara.

… El Dr. demorará. Tiene que asistir a un parto en medio de la selva, no regresará por horas, mientras… conviene que duerman.

… Pero no necesitamos nada de eso para descansar.

… Las órdenes que tenemos son éstas, acuéstense.

… ¡Insolente!









__ Los hombres se acercaron, las presencias se cernieron como ciertas amenazas inminentes sobre Juan y sobre Guillermo, que sintieron el pulso acelerado en el cuello, la tensión endureciendo cada fibra muscular, y la atmósfera congelándose alrededor, y de súbito, por el rabillo del ojo, Guillermo quedó de piedra, incrédulo vislumbró a Matías junto a la puerta con un arma, haciéndole una incomprensible señal.



Algo le dijo que lamentablemente los tres estaban en un indescifrable peligro y que ninguno tenía muchas elecciones, y de pronto el hombre lo empujó para intentar acostarlo, con la jeringa en la mano, al tiempo que Matías gritó.







… Alto, quietos o los quemo, suelten las jeringas y las armas que tengan.









_Su propia determinación lo dejó asombrado, estaba siendo suicida, en instantes lo iban a acribillar porque no podría disparar antes.



Pero las palabras de Matías fueron la confirmación para Guillermo de que aquello era una inexplicable trampa de alguien, y de pronto surgió paseando en la mente el rostro de Pedro.







“¿Fuiste vos?

¿Nos trajiste engañados acá para entregarnos a alguien?

¿Quiénes son estos tipos y qué hace Matías acá?

Pedro, precioso, ¿por qué te fuiste?

¿Es verdad que tu esposa y tu hijo están allí atrás?

¿Qué mierda es esto? No puedo verte como un traidor. No puede ser mentira la esencia bondadosa que mi alma capturó de tu imagen. No.”









… ¿Y vos de dónde saliste pendejo idiota?







___En un nanosegundo, uno de los hombretones de Miguel, estaba con el arma apuntando a Juan, el otro con una mano sostenía la jeringa junto al cuello de Guillermo y con la otra apuntaba a Matías.



Todo sucedió al mismo tiempo, sin proceso mental que precediera a las acciones, como estaban acostumbrados a actuar los delincuentes, por reflejo, lejos de los razonamientos de la mente de abogados de ellos.







… Baja el arma ditota. A éste no lo podemos matar, a vos sí.

… No los toquen, hijos de mil putas. Terminarán todos en la cárcel.







--- La sonrisa con sorna de los tipos asquearon a Matías haciéndole recordar la de Miguel, y sin saber cómo sucedió, de pronto vio un movimiento de Guillermo que dio vuelta la mano del hombre que tenía al lado, y enterró la jeringa en el cuello de éste haciéndole gruñir, mientras en el mismo instante un disparo salió pero hacia Juan que cayó junto con el hombre que recibió la inyección, mientras el otro los apuntó luego… alternativamente a uno a y a otro,…, hasta que Guillermo gritó cayendo de rodillas sobre Juan.





… ¡No!





__Matías reaccionó soltando un disparo que no impactó en el objetivo, mientras el del hombre que lo apuntó lo esquivó saltando a un costado, pero la mirada de muerte que le lanzó le dolió como el impacto que no había recibido, y se quedó de piedra cuando sin saber de dónde se escuchó otra balacera y el hombre quedó inmóvil mirándolo, intentando volver a disparar, sin que las fuerzas y la vida le alcanzaran para ello, porque como estaba,…, el inerte cuerpo se desmoronó allí.







…. Juan, por favor, tiene que haber alguien que encuentre a Pedro, que lo lleve a un hospital.

¿Qué sucedió Matías? ¿Qué mierda hiciste?







___ De pronto sin que pudieran reaccionar siquiera, vieron desde dónde habían surgido los disparos que mataron al delincuente, y un oficial de la policía se adelantó a Matías y le sacó el arma de la mano.







… Déme esto, hombre. ¿Qué pensaba hacer contra estos dos?



Muy bien Dr. Graziani, éste dormirá un rato como para darles tiempo para escapar, y para que yo lo lleve de paseo a la comisaría, porque saldrá en una hora.







___ Guillermo no entendía nada, en su aturdimiento solamente sentía el peso del cuerpo casi inerte de Juan en sus brazos, y veía la sangre escurriéndose por la camisa, escapando a borbotones con la vida de su esposo, mientras los sonidos alrededor eran zumbidos atenuados y las paredes parecían cernirse sobre él, conforme la muerte los engullía, junto a Juan.









… Apártese, a ver, está vivo todavía.



Soy el oficial Martínez, lamentablemente no está Pedro, por lo que alcanzó a decirme en un hilo de voz, se lo llevó el jefe de éstos, y ustedes tienen que escapar.

… No puedo irme, es mi esposo. ¿Pedro lo llamó?

.. ¿Usted es el oficial que no trabaja para ellos acá?

… Y usted debe ser Matías Olazábal, vaya, saque de acá a Graziani y a la Sra. de Beggio, me encargaré de su marido, Dr., Nélida, la enfermera de Pedro está en camino, tal vez podamos llegar al hospital.

… ¿Qué? No puedo irme y dejarlo. No entiendo nada.

… Es Miguel, Guille, es el jefe narco de estos tipos, te quiere muerto, ven conmigo que Pedro intenta salvarte a vos y a su esposa.



… ¿Pedro? Ese hijo de puta con cara de ángel es el culpable, él nos trajo acá. Se fue…; ___, una catarata de agua cubrió el rostro de Guillermo, lágrimas de sangre por Juan, por la traición de Pedro.







“! Dios! No existes, si Pedro nos entregó a Miguel, y Juan se muere, esto es una mierda y vos una mentira, como siempre imaginé. Una simple excusa de los hombres para no enloquecer ante el dolor y la pérdida.”

… Guille, mi amo...r. Haz caso, no podré acompañarte. Alguien me ayudará acá, ve con Matías.











___ Guillermo lloraba y el agua salada se mezcló diluyendo la sangre de Juan, aullaban en el mismo dolor cuando vio reflejada en cuencos casi vacíos,…, la sombra de la muerte en la mirada de Juan, y se torció de culpa y de dolor, en una lacerante punzada.









.. No te dejaré, saldremos juntos de esta pesadilla.

… No puedo... acompañarte. Sálvate… Guille. Siempre te amé.



….! No!











___ Guillermo aulló la muerte de Juan, cuando escapó el último sonido, la sintió rodeándolo, riendo, el sonido era tan macabro como el que recordaba de Miguel,…. en la risa, en las burlas, en la voz.









… Guille, vamos, no hay nada que puedas hacer ahora por él, más que intentar salvarte. Necesito ponerte a salvo, a vos y a Camila, la esposa de Pedro, es la hija de Moravia.



Si regresa Miguel, los matará a los dos, y al nene, vamos.

… Matías, Necesitaré que usted luego regrese, lo esperaré en la comisaría.



Me encargaré del occiso, de que sea trasladado a Bs. As., Graziani, ahora siga a su amigo, lamento no poder ayudarlo yo, los demás en todos lados trabajan para su hermano, solamente Pedro sabe que yo intento desarmarlo desde que llegó.



Me avisó de esto antes de traerlos, pero no pude detenerlos antes, él también está en sus manos, pero me dijo que ayudara acá.

… ¿Pedro? ¿Miguel lo tiene a Pedro?

… Guillermo, te explicaré en el camino, ven, por favor.







___ Guillermo confundido, sin aliento, respiró hondo intentando entender y sobrevivir, sintiendo el temblor dominando cada fibra de su ser cuando Matías lo arrancó de Juan, haciéndolo incorporarse, tambaleándose, al verse empapado con la sangre… de Juan.









…No puede haber muerto.

… Guille, herido no hubiera podido llevarlo, ahora tienes que cambiarte y huir, por favor. Piensa en Fabián.

… Les alcanzaré las cosas, pasé por el hostal antes, que se cambie atrás y váyanse, enviaré el cuerpo a Bs. As., Graziani, usted acompañe a su amigo, atrás están las valijas. Olazábal, luego antes de irse también pase a declarar, es una formalidad porque le disparé a este infeliz, para que no me liquiden. Aunque no tengo muchas oportunidades cuando regrese Mendoza.

… Lo ayudaré, regresaré cuando la familia de Pedro y Guillermo estén a salvó.

… Juan…Pedro…___, el pecho de Guillermo en cada fatigosa respiración se contraía y relajaba, las piernas parecían de plomo, y el mundo daba vueltas sobre él, mientras en la mente pasearon mezclados, amontonados,…., agolpándose… miles de recuerdos de una vida junto a Juan, interrumpidos de súbito por el angelical rostro de Pedro con la luz de la sonrisa con hoyuelos y los dos lo laceraban por dentro, le corroían sin piedad, pero Pedro dolía más que la muerte de Juan.



… Sáquelo Dr. En otras circunstancias, los salvaría yo, pero a esta clase de gente la policía no la toca, apenas pude salvarlo a usted, este mundo es de ellos y acá están en el centro. Váyanse.









___ Guillermo cerró los ojos intentando controlar el temblor, pero entonces fue el rostro de Miguel el que llenó la visión y una furia agresiva lo quemó por dentro partiendo desde la profundidad de las entrañas, contenida pero segura, mientras sacudió la cabeza para abrir los ojos, al sentir que Matías intentaba cambiarle la camisa manchada, sin conciencia del momento en que lo sacara del lugar de la muerte, y lo llevara allí, y de pronto un retrato, una foto sobre el escritorio lo sacudió al tiempo que una irrefrenable punzada celosa lo dobló en dos:



Eran…. Pedro, bello, sonriendo con toda la luz, quizá con una par de años menos, y una mujer deslumbrante, vestidos de novios, y se le antojaron que eran la imagen de lo que llamaban en el mundo felicidad.



Junto a ellos, en otra foto, vio al fruto de ellos dos, a José Thomas que le colmó de Amor el ser, el niño era la imagen de Pedro transfigurado en bebé, y nada más existió cuando tomó los dos portarretratos.







… ¿Qué haces?

… Los necesitaré.

.. Está bien, vamos. Camila espera en al auto de Pedro, vamos Guillermo, no podemos hacer nada por Juan, está en paz, y lo harán llegar a Bs. As., sos vos el que está en peligro y no puedes regresar allí.













___ Los ojos negros,…, que eran cuencos colmados de dolor y de angustia, se clavaron en los cristalinos de Matías con un cúmulo de interrogantes.







…. Tienes que salir del país, Guille, primero de acá, ven.







___ Guillermo se sintió empujado por Matías, e intentó desesperadamente aferrarse a la fe en él, en él o en Pedro que al parecer lo había entregado pero ¿había armado a la vez la huida?



Las piernas se le antojaron inestables, la mente mucho más, los ojos se volvieron intentando ver por última vez a su amigo de la vida, al hombre que ahora sabía no era su amor pero que quería con el alma, y que sí lo había amado, que acababa de morir sin sentido, a manos al parecer de hombres de Miguel, y de pronto en lugar de la furia, la culpa fue lo que comenzó a corroer su interior. La realidad le golpeó en el vientre, y la concentración que necesitaba para ver el peligro del que hablaban,…, se vio absorbida por recuerdos incesantes colmando y saturando la mente y los sentidos, y no podría desterrarlos a rincones olvidados, lo supo allí, ni los de Juan, ni mucho menos los pocos pero grabados a fuego...de Pedro.



La droga, la muerte, el cansancio, la conmoción, le pasaron todas las facturas juntas y el cuerpo cedió, no desmoronándose porque Matías lo tenía aferrado del brazo, pero se tornó ajeno al espacio rodeándolo. La mente se había desconectado del cuerpo, del mundo conocido, cerró los ojos en la espeluznante visión de la muerte de Juan, totalmente inocente, desamparado, y la sangre con la vida escapando salpicando para todos lados, y de súbito el rostro se transfiguró apareciendo el bello de Pedro, y gritó hacia el interior para acallar los recuerdos, silenciar el dolor, sucumbió de pronto a la necesidad de escapar, de huir de ese lugar donde estaban los dos, sollozando, con el rostro hinchado de llorar, y temblando de manera descontrolada, consternado, confundido, de pronto se encontró siendo empujado hacia el interior del auto, y se terminó de desmoronar, con lo que vio en el asiento de atrás, al tiempo que Matías daba arranque y las ruedas chirriaron al salir disparados hacia algún lugar.







… Hola, soy Camila, Camila Moravia de Beggio. ¿Qué sucedió Matías?

… Él es el Dr. Guillermo Graziani, conoce a tu papá, Camila, es penalista en Bs. As., Pedro envió al oficial honesto que hay acá, y... el esposo de Guillermo murió en el tiroteo.







___ Guillermo paseaba la mirada del rostro bello pero consumido de Camila al del nene… que ajeno al peligro dormía en su regazo, incapaz de articular sonidos, de ser cortés al menos, invadido solamente por una sentimiento pleno que le recordó a Fabián, a cuando él nació en medio de otro de los errores de su vida,…, Ana, pero ahora la ternura que le anestesiaron el dolor la despertaba... el hijo de…Pedro.







… Matías, ¿viajas conmigo?

… No Camila, tengo que regresar a declarar, el agente abatió a un narco, además intentaré ayudarlo porque acá, Miguel, el jefe de ellos lo matará. Pero pronto estaré en Bs. As., luego de que Guillermo salga del país.

… Yo me iré a Bs. As. con la Sra. o con vos.



…. Guillermo, hay cosas que no sabes, por ahora llevaremos a Camila a Posadas, el tiempo apremia, tiene que ir con Moravia para que Pedro sienta que está segura, a salvo junto a su hijo en manos de su suegro. Ya entenderás.



A ver Guillermo, te lo diré claro. Camila y José eran los rehenes de Miguel que está amenazando a Pedro con matarlos a cambio de que te hunda.

… ¿Qué?

… No se preocupe Dr.,…, Pedro es muy bueno. Cuando sepa que estoy con mi papá de alguna manera se arreglarán las cosas. Matías, ¿Pedro tendrá que huir?







___ Guillermo sopesaba las palabras tratando de hilvanar algo racional entre sus neuronas atontadas.









… Por ahora se esconderá en mi casa, Camila, no puede regresar, Miguel lo va a perseguir cuando sepa que escapaste, y que perdió a Guillermo. Quizá tenga que salir del país también, hasta que armemos algo contra Miguel, pero haré de nexo.

… ¿Y tú no estarás en el mismo riesgo?

.. No. Con tu padre y Baunes detrás, Miguel no me tocará en Bs. As., además la intervención de este oficial fue una bendición, Mendoza creerá que él los salvó, no creo que piense en mí.

… ¿Y el tipo que está preso?

… Ya veremos, tú preocúpate por tomar ese vuelo y llamar a Orestes, cuéntale lo que te dijo Pedro y esperen, seguramente los contactaré yo al regresar. ¿Tienes los documentos y dinero?

… Sí, por suerte los tenía encima.



¿Y la casa, el auto? Bueno no importan ahora.

… El auto quedará para emergencias en manos de Nélida, me lo ordenó Pedro.



Camila, en algún momento recuperarán todo, o por mí o por los socios de Guillermo.

… Solamente deseo que Pedro vuelva a casa, lo demás no importa.









___ Guillermo se hundió en el asiento al escuchar las palabras de Camila.











___Pedro…. miraba el ascenso de la avioneta, las sombras de la selva que lo cobijara desde cinco años atrás del mundo,…, difuminándose en fantasmagóricas imágenes, menos terroríficas que las que se agolpaban porfiadas ahora en su mente atormentada.



Había casi obligado a Miguel a dejarlo pasar por su casa, necesitaba imperiosamente llevarse el pasaporte, los documentos, y logró sacarlos junto a un bolso con algo de ropa, con la excusa de que no podría presentarse así en chaqueta a la policía y a los medios, y a regañadientes, torturado por la sorna de cada palabra de ese hombre aguijoneándole el alma, lo había logrado.



Y en el ascenso,…, el alma y el corazón se le encogieron, lloró lágrimas de sangre en el silencioso dolor de la pérdida, porque su ser sabía que no iba a regresar, y en ese instante estaban allí todavía los seres que daban sentido a su existencia:



José Thomas, Camila, Guillermo. Y hasta Matías que podía estar dando su vida por ellos en su lugar, lacerándolo la culpa por no estar ocupándolo, su mente poniendo las excusas que no lo eran ¿o sí?



Todo era válido para salvar a su hijo de morir antes de iniciar su vida, para darle la opción a Camila de supervivir al cáncer en Bs. As., y para rescatar a Guillermo, el hombre que con su mirada inquisitiva lo había descolocado en su mundo, le había aspirado el alma, se había incrustado bajo su piel sin permiso, al cual iba su mente, su psiquis y sus emociones si las dejaba en libertad, el mismo hombre al que iba a despedazar con sus palabras mentirosas y ese video ante la gente de su lugar, ante sus socios, amigos, y ante su propio hijo, y sintió al corazón rompiéndose en mil pedazos que se esparcieron por el aire de la amada Misiones, sus carencias, sus miserias,…, que obligado estaba abandonando,…, en pos de un futuro tan incierto como antojadizo, quizá sumido en la peor de las soledades, la del exilio de lo conocido y de sus afectos, en la nada seguramente de algún lugar perdido en Uruguay, cuando Matías y Orestes lograran a darle documentos, para huir sin culpa, solamente para salvar la vida,…. de un delincuente, que el destino había cruzado en su camino, al mismo insolente tiempo de ponerle en frente al hermano que quisiera o no reconocerlo su razón, lo había cautivado sin remedio.







__ Matías intentó resumirle a Guillermo los hechos desde que tuvo conocimiento, y mientras más le decía, más le dolía Pedro, y hasta Camila, pero sobre todo el nene, inocente de todo, que por esa extraña jugada del destino había quedado privado de su padre, y con su madre en medio de una terrible enfermedad.





… Pedro no tuvo opción, desde el instante uno Miguel planeó todo demasiado bien, como siempre, desde la gasolinera donde averió la camioneta de Juan, ya veremos de rescatarla también.



No podía alertarlos de nada, o mataría a Camila y a José, pero planeó todo conmigo, y sin que ni siquiera yo lo supiera, con el oficial,…., para que pudieran escapar.

… A costa de su propia libertad, porque ahora deberá huir como si hubiese delinquido. No es justo.



… Nada es justo Camila, perdón si cabe, nunca imaginé que el desgraciado de Miguel estuviera acá. Con tu padre lo buscamos desde hace meses.

… Te prometo que lo atraparemos, Guillermo. Ahora sabemos adónde se esconde, a lo sumo se moverá por la triple frontera pero podremos ubicarlo. Y entonces Pedro y vos podrán regresar a su vida.

…Juan ya no, Matías. Deja sus cosas en casa, me ocuparé de vender el departamento cuando regrese.

… Me encargaré con tu gente de todo, Guillermo. Cuídate. No es tu culpa. Pudiste ser vos o yo, o los tres.

… Está bien Guillermo, no es culpa de nadie, perdiste a tu esposo sobre todo, y yo al menos por ahora a Pedro.



Espero poder explicárselo al nene, lo adora, ¿sabes?

… No tengo dudas de ello.

… Ojalá estar con el abuelo lo distraiga. Hace mucho que no lo ve.



… Guillermo, tienes la ropa, Pedro quiere que saques el dinero en Iguazú, que cruces a Fox y desde allí tendrás en tiempo,…, lo que él tarde en mostrar el video y decir las mentiras que Miguel le mandó, para escurrirte con tu identidad.



Tienes dinero, ropa, te aconsejo que vayas a Uruguay, a Colonia o algún lugar cercano como para que Alberto seguramente te haga llegar documentos falsos cuando podamos hacerlos, y entonces quizá con ellos puedas reingresar a esconderte de Miguel o quedarte allá hasta que lo atrapemos con Moravia, al igual que Pedro cuando le consiga documentos para salir.





Luego de que en pocas horas él declare, te perseguirá la policía y Miguel ahora, a él Miguel lo querrá triturar por haberlo burlado cuando ya te tenía para torturarte, y matarte a su antojo.



Cuando lo atrapemos, él mismo limpiará tu nombre de estas calumnias declarando nuevamente, pero la verdad.

… ¿Cómo me contactaré con Beto o con vos?

… Compraremos celulares liberados en Iguazú. Luego de arreglar con el oficial, ver que sean trasladados Juan, la camioneta y demás, de arreglar lo que Pedro me pidió tomaré el primer vuelo.



En persona verificaré la seguridad de Pedro, Camila, y hablaré en el estudio, Guillermo, aunque ellos estarán confundidos, cuando sepan por mí quién armó esto, de inmediato querrán ayudarte, ni bien llegues lo más cerca de Bs. As. que puedas en micro, avísame, en tanto veré de hacerte documentos. Lo que necesites no tengo dudas que Alberto cruzará a llevártelos, con sigilo porque Miguel tiene hombres en todos lados.

…Matías, por favor, habla con Fabián. Lo último que necesito ahora es que mi propio hijo, crea que soy un delincuente.

… Eso no pasará. Tranquilo. Por supuesto que lo veré, querrá verte, pero no lo dejaré, apenas le daré un celular para que se contacten muy de vez en tanto.









___ Guillermo abatido y agarrotado, sintiendo una abrumadora soledad, justo cuando entraban al aeropuerto de Posadas, se volvió mirando en profundidad a Camila. No podía odiarla por amar a Pedro. Además era la hija de un amigo. Y desvió la mirada colmada de amor hacia José Thomas.









.. Perdón, no quise arruinarles la vida.

… No es tu culpa, Guillermo. Ese hombre ni siquiera es tu hermano, y has perdido a tu esposo, te alejas de tu hijo y de los tuyos. No sé por qué sucedió esto. El destino o Dios tendrán un plan que desconocemos.



Sólo pretendo llegar a mi papá, que nos cuide, proteger a José porque yo me voy a morir pronto.

… No digas eso, debes luchar contra la enfermedad.

… No la venceré, lo sé. Pero no estoy mal, soy médica, he visto muchas partidas más injustas que la mía, estaré bien. Solamente me duele dejar a mi hijo sin mamá, y a Pedro. Y en verdad,…, espero que me recuerden siempre con cariño los dos, pero que encuentre a otra persona que lo ame más que yo incluso, que pueda llegar a ser feliz cuando esto haya terminado.



Gracias Matías porque apenas nos conoces y nos salvaste la vida.

… Pedro es un gran hombre, tú una gran mujer, Orestes y Guillermo amigos. No tienes que agradecer. Solamente llamar a tu padre ahora o desde el avión y cuidarte en Bs. As., te prometo que antes de que Pedro salga del país si lo hace, haré que puedas verlo.

… Gracias, de verdad.

… Te acompañaré como le prometí hasta que el vuelo despegue, luego iremos a Iguazú, Guille.

… Está bien, gracias, a veces me faltan las fuerzas.



Suerte Guillermo, no puedo decirte hasta luego porque dudo que volvamos a vernos. Si puedes, cuando yo no esté, cuando Pedro quede solo y esto sea una pesadilla, contáctalo, hazle compañía. Cuídalo.









___ Guillermo sintió plomo depositado en el estómago, la opresión en el pecho le provocaba asfixia, y solamente esperaba ver a esa gran mujer descender del coche, para dejar a su antojo deshacerse en lágrimas al gigante nudo que tenía en la garganta y que apenas le permitió hablar, ronco.







.. Lo haré. Cuídate Camila. Es lo que desea Pedro.









___ Camila bajó, Guillermo sacó las fotos de todos, las comprimió contra su pecho, y al fin se permitió…llorar… el dolor de todos y por todos, sin tapujos y sin vergüenza, mientras regresó a su ser la mirada y la sonrisa del hombre que amaba sin remedio.



Pedro. Pedro Beggio. El mismo que le había salvado la vida.







CONTINUARÁ.