"NO FUIMOS CULPABLES". CAPÍTULO SÉPTIMO.

“NO FUIMOS CULPABLES”.

 CAPÍTULO SÉPTIMO.

 

*… Los besos que perdí,

por no saber decir: "te necesito".

*.. Y si quieres también

puedo ser tu estación y tu tren,

tu mal y tu bien,

tu pan y tu vino,

tu pecado, tu dios, tu asesino...

*… Y morirme contigo si te matas

y matarme contigo si te mueres

porque el amor cuando no muere mata

porque amores que matan nunca mueren.”

Frases de Joaquín Sabina.

 Santiago de Chile.  Martes, 29 de setiembre de 2016. 07.10 horas.

 

__El desayuno los encontró  en una ensoñación, Pedro  y su hija olvidados ya de lo que era estar en familia, se vieron conformando  otra inimaginable  apenas dos meses atrás.

Guillermo estaba fascinado con la casa, deseando descubrir el porche, pasear el jardín, visitar el país, recorrer los senderos desconocidos, disfrutar del estado que creía imposible, que no atisbó junto a Juan aunque fuera un muchacho entonces.

No perdió un instante  antes de llegar a la mesa, de contemplar a Pedro vistiéndose para el evento, disfrutando de las vistas, comprobando que era real, que estaba a su lado, que durmió en sus brazos, no ya tras la pantalla de la PC.

Al fin se obligó  a sí mismo a regresar al mundo, ya que por nada deseaba  perder la charla, y el equipaje lo esperaba en el bolso, el traje en el vestidor.

Fabián por primera vez en años supo lo que era despertar sin alarma, sin que su padre viniera a pelearlo porque llegaría tarde al colegio, a la facultad, en Chile supo que otro estímulo no lo dejaba dormir,  descubrir a la mujer de su vida, en una  princesita de apenas trece años, de cabello dorado que le robaba el alma en el mirar.

…! Papi! Estás muy lindo___ Dayana siempre se colgaba del cuello de su padre al  saludarlo, ese día  no fue la excepción, y la familia Graziani se extasió contemplándolos.

… Mi niña, no me desarmes que llegaré tarde, hola Fabián___.  Pedro le regaló una sonrisa que encandiló al padre, aunque estaba dedicada al hijo, que lucía un traje negro similar al del padre, con un aire de abogado serio, capaz, que Dayana no pudo dejar pasar sin más.

Pedro observó su reflejo en el espejo del estar, con camisa celeste, corbata a juego, chaleco gris claro, traje gris oscuro, el cabello peinado libre, y se sintió cómodo con la  visión, incrédulo del bullicio que flotaba en el aire, casi olvidado desde años atrás.

Se sentaron todos en la mesa del comedor más pequeño, la casa tenía otro inmenso  que no usaban desde la muerte de  Camila, el menor era acogedor, con amplios ventanales vidriados por donde la luz y los alegres colores del sol se colaban a raudales, dejando observar las flores y el jardín.

… Papá, Fabián me acompañará al colegio cuando termines la conferencia, luego me pasará a buscar___Dayana observó al joven que la dejaba  sin aliento, descubriendo emociones que no sabía siquiera nombrar todavía, y él la contempló con devoción, antes de volver el rostro  hacia Pedro, mientras Guillermo azorado se veía ya entrando a una iglesia para asistir al casamiento de su hijo con esa mujer niña que le robaba el corazón también a él.

…Pedro, ¿puedo hasta que termine el año acompañar a Day al colegio?__ con la formalidad que arrancó risa sonora en Guillermo, incrédulo de  ver a su hijo en rol de un señor.

… Obvio, me siento agradecido de que la acompañes, no me gusta que ande sola por las calles, y Dennis estará feliz, lamento que no puedas manejar, conservamos aún el auto de la mamá, pero las leyes acá son muy estrictas.

… No te preocupes,  ella me mostrará la ciudad, caminaremos bastante, y usaremos radio- llamado__. Ya la noche anterior habían tomado algunas decisiones, como por ejemplo los paseos por el centro, cuando Dayana saliera del colegio, excusa perfecta para que Fabián disfrutara de ella, además de acompañarla al entrar y al salir.

..Pedrito, ¿cuándo dejarás de trabajar? __ Guillermo ya deseaba que dejara la empresa, dedicarse a él día y noche, quizá recorrer con los chicos el país.

…Daré el aviso, trabajaré solamente un mes más, luego nos dedicaremos a pasear los fines de semana, a programar la fiesta de mi hijita, y la mudanza, que es lo principal.

… Papi, ¿iremos a casa de los abuelos con Guille y Fabi o los invitarás a casa? ___ Dayana con sus trece años siempre asombraba al papá, que llegaba a verla como adulta, y se le encogía el corazón recordando cuando supo que llegaría al mundo, en esos instantes la imagen radiante de Camila regresaba a su mente, al alma, la había respetado y amado en tiempo y forma, ella le había dejado una herencia de ese amor en su hija.

… Veremos hermosa, los llamaremos por teléfono, no sé qué piensen si ya observaron los estados en face, sabes que tu abuela navega día y noche, me temo que ya debe saber que estoy comprometido con Guille, y  vengo mereciendo el discurso y reprimenda__ Guillermo preocupado enarcó la cejas, pero las sonrisas de padre e hija le dijeron que no pasaría nada grave con sus suegros.

..¿Por qué se ven poco, cielito?

… Porque viven alejados, en el Sur, pero una vez por mes o vienen o viajamos nosotros, están en una casa junto al mar que a mi  niña le encanta, tiene playa privada, el parque, es un country muy lindo. Se me complica ir seguido por el trabajo, pero estará todo bien. Hija,  tú chateas con tu abuela a diario, dile cuándo y dónde desean conocer a mi… __ Pedro lanzó una pícara mirada a Guillermo, antes de regresarla a la de su hija, mientras Fabián sentía que al fin tenía una familia__, mi prometido y familia.

.. Le preguntaré,  pero podríamos ir a pasar un fin de semana allá, papi, así ellos conocen,  también podemos navegar todos, un día, aunque Guille le teme al agua, a la playa, a la arena…

__Guillermo que estaba colocando mermelada a raudales en la tostada se paralizó  lanzando una mirada asesina a Fabián que se tapaba la boca silenciando la risa, no tenía que investigar demasiado para saber que había hablado ya de sus fobias.

… No pasa nada, preciosa, con ustedes iré donde deseen, las fobias  se van a sanar, ya Pedro me contó que les gusta mucho  el mar, que practican  todos los deportes, y que te encanta navegar.

…¿Me enseñarás a surfear Day? Casi no vamos a la Costa  desde Bs. As., no íbamos, quizá al regresar  todo cambie, ¿no papá? ___ Guillermo fulminó a su hijo con la mirada esta vez.

… Cuando quieras, tenemos que comprar trajes  y tablas, pero no es difícil, verás, yo aprendí con mamá a los seis años.

__La charla continuó un rato más hasta que Pedro se puso de pie, subió a terminar de acicalarse, pasó por el estudio por el maletín, y se despidieron de Dennis que paseaba la mirada por el grupo, feliz de verlos plenos a ellos,…,  al fin luego de cinco años, la casa se llenaba de voces, de la mayor felicidad.

Subieron al Sonic, paseando la mirada de día por las calles, los jardines deslumbraban a Guillermo tanto como  el perfil de Pedro con sus anteojos de sol que le daban un aire de hombre de negocios, de seriedad, de adultez, o de actor, modelo, político, deteniendo el corazón de Guillermo cada vez o haciéndolo brincar.

…¿Adónde  vamos? __ preguntó.

… No lejos, a un centro de convenciones, Fabián,  no estarás lejos del colegio, pero temo que te pierdas al desear regresar.

… No te preocupes, sacamos anoche mapas  y guías, pienso quedarme en el centro recorriéndolo hasta regresar con Dayana, no me perderán, ahora menos que nunca.

… Papá, es como estar en Bs. As., las ciudades se parecen, además Fabián es un hombre __ la mirada de admiración de la niña  no pasó desapercibida para los varones que espiaban por los espejos a la parejita sentada detrás.

___Pedro presentó a su nueva familia a algunos amigos y colegas, curiosos que los vieran seguramente en face, y al fin se acomodaron entre el bullicio, ocupando él una butaca para expositores en la primera fila, y su familia algo más atrás, capturando miradas y guiños hasta que comenzaron las disertaciones.

 Guillermo acostumbrado al estudio, a los casos penales, se comenzó a aburrir como Pedro le advirtiera a poco de escuchar, Fabián se dedicaba a estudiar  cada línea del bello rostro que le dejaba sin aliento, y allí estaban, como familia de años ensamblada, acomodados en el salón de conferencias,  escuchando por ahora a desconocidos.

Guillermo supo que si daba otro bostezo más, se quedaría dormido antes de escuchar a su amor, y en verdad más le preocupaba ver que Pedro  se hallaba en las mismas condiciones, quizá muerto de sueño por  la noche de insomnio a su lado, o aburrido tanto como él como niño sin juguete. Igualmente un dejo de culpa lo invadió, por la ansiedad de asaltar su vida de inmediato el día anterior, aunque no se arrepentiría por una simple convención de lo que estaba experimentando por primera vez.

Paseó al mirada a un lado, al otro, al piso, a las manos sonriendo a la alianza, pensando en cualquier cosa menos en lo que estaba escuchando,   sintiendo a Pedro igual, hasta que se percibió sonriendo en la contemplación del rostro de él, tan bello aburrido como en  un momento de placer, expresando mil emociones en los rasgos.

…”! Cielito! Sos tan hermoso, tan mío, no puedo creer que pasaran años sin que te viera, por aquel tonto pacto que impuse al grupo al regresar de la experiencia  que se llevó a tantos, entre ellos a Juan, pero al mismo tiempo gracias a ella te conocí, de alguna manera continuamos conectados  durante estos años, y somos culpables del amor que vislumbro en la mirada de nuestros hijos, lo cual es un regalo extra que tampoco esperaba. Fabián estaba tan perdido que ni siquiera imaginé que se enamorara alguna vez, ya sufría su destino solitario, como fuera mi vida antes de vos. Sin embargo todo giró, y acá estamos, juntos, los cuatro, siendo un todo, en el mismo amor”.

…”Guille, me aburre esto, sólo deseo escuchar tu voz, estar en nuestra cama haciendo el amor, con los chicos, mostrándote el país, nadando en casa o en el mar, para volver a amarte en la arena,  ingresando a mi hija del brazo a la iglesia observando la mirada de amor de Fabián recibiéndola en el altar”.

___De pronto como un adolescente desobediente sacó del bolsillo el Smartphone sin saber que Guillermo hacía rato que se multaba por lo que estaba haciendo, escribiéndole pese a saber que debía no distraerlo, para que prestara atención a las exposiciones, aunque aparentara estar distraído. Sin embargo al mismo tiempo estaban rebuscando los teléfonos en los bolsillos, para  sentirse comunicados, cercanos, cuando el rubor ganó las mejillas al comprendrer que como atolondrado  enamorado había olvidado dejarlo en modo vibrador, y la música electrónica sonó, capturado al intentar callarla por una mirada furiosa del expositor sentado a su derecha que debió imaginarlo un engreído joven incapaz.

.. Disculpe___ dijo sin darle demasiada importancia__. Y lo silenció.

___Con prisas sin disimulo observó el mensaje de su amor.

“…Estás aburrido precioso. Yo también, te amo”.

__Consultó la hora, y supo que estaba en tiempo de responder suplicando que  Guillermo sí hubiera silenciado su aparato.

…”Muy aburrido, extrañándote, espero estar a tu lado en minutos, te amo más”.

___No alcanzó a presionar la tecla de enviar cuando entre las cabezas encontró la mirada de Guillermo, que lo observaba con la misma devoción, y fue tan intenso lo que leyeron, que los dos debieron aspirar una bocanada de aire, para no salir corriendo a hacer realidad sus fantasías, novedosa realidad en los dos, luego de años de soledad.

Debieron interrumpir el contacto visual pero los dos sonreían leyendo los mensajes, tan felices como sumergidos en un sueño. Fabián susurró a su padre que dejara de hacer ruido y de moverse, cuando otro mensaje le llegaba.

…”Amor, si te aburres demasiado ve a casa, espérame allí, no te preocupes”.

__Guillermo se colmó de ternura al sentirse cuidado luego de tanto tiempo, cuando en verdad su amor debiera estar compenetrado en los temas de los colegas, que al parecer lo tenían sin cuidado, como a él.

… “! No señor, no me iré sin escucharte y sin vos!”

___Volvieron a lanzarse  miradas cautivadoras, cuando Pedro escuchó su nombre desde el presidente de mesa de debate, y apresurado se vio obligado a guardar el teléfono, incorporándose sonriendo llegando a la zona donde estaba el micrófono, el pulsador para correr las filminas, olvidado de las notas moderadoras. Comenzó la exposición  que preparara días previos de causas de la empresa para la cual había trabajado desde recibirse, luciendo espléndido, desenvuelto, espabilando de súbito a Guillermo que se irguió orgulloso en la butaca al tiempo que Fabián y Dayana los observaron divertidos.

No esperó que se acallaran los aplausos tras las preguntas y respuestas, menos el receso intermedio, para dirigirse hacia donde estaba su familia, aun así  vio demorada su huida por algunas manos tendidas que estrechó al paso, Guillermo y los hijos entendieron que se marcharían, no sin sentir una punzada de celos cuando observó a su amor apresado por un colega que no dejaba que terminara de llegar, y entre miradas reprobatorias, pidiendo disculpas para abrirse paso entre la audiencia, lograron al fin llegar al pasillo.

Pedro intuyó lo que Guillermo viera, y le susurró  un “no pasa nada” sonriendo, para al fin en el umbral de la salida plantar un efusivo beso a la vista de los que desearan.

…¿Quién era?

… Nadie, ni sé, un colega supongo.

“…Cielito, ¿qué me sucede? Jamás me he comportado así en público pero si no salías hubiera deseado secuestrarte o hacerte el amor acá”.

…¿Te gustó la exposición? ___  con la voz ronca acusando un súbito ataque de placer por igual, mientras los chicos llegaban a saludarlo.

…Papi, nos vamos, ¿no se quedarán?

.. No. Estamos aburridos.

… Estuviste genial, como siempre, no te preocupes, cuando salga del colegio quizá demos un paseo, pero te enviaré un mensaje, estaré bien.

… Está bien, no lleguen de noche a la casa,  Fabián no conoce demasiado aún ___ advirtió aunque la promesa de estar a solas con Guillermo le llevara a dudar.

Guille, escapémonos tras los chicos, antes de que alguien me detenga.

… ¿A dónde? __se sorprendió. No puedes.

… Puedo y no importa  el dónde, ven. Importa que sea rápido, es tu culpa Graziani.

__Salieron del salón a paso raudo hasta que llegaron a un pasillo, a una puerta con acceso restringido.

… No se te ocurra mi amor.

… Ya se me ocurrió, ven__ observando a los lados para comprobar que nadie los viera ingresar.

… Es de locos, vamos a la casa.

… Ya, iremos y los chicos llegarán a la tarde, no pienso trabajar, siempre estuve loco por ti, Guille, y ahora mismo más__ cerrando la puerta de un habitáculo que aparentaba ser un vestuario, paseó los labios sobre los finos, escurriendo los dedos entre botones de la camisa de Guillermo que dio un respingo ante el roce, sin embargo no se privó de enmarcarle el rostro besándolo con ansia desmedida, sintiendo oleadas de deseo latiendo desenfrenado, no deseando más que ronronear con los movimientos de los cuerpos amoldándose, susurrándose el comportamiento, y deshaciéndose en disculpas, en miles de excusas.

… Perdón cielito, nunca me pasó, no aguantaba más viéndote  oponiéndote a los argumentos de los demás, con esos gestos sensuales que arrasan,…

… Chis, y no hago gestos, tú los haces.

…¿Yo? ¿Dónde? __ Guillermo frunció el entrecejo y los labios de Pedro fueron allí, para deshacerle el nudo mientras le iba susurrando sitios, correteaba con los besos a cada uno, el ceño, las arruguitas alrededor de los ojos, los pómulos, la nariz, las comisuras, hasta que al fin terminó besándole la sonrisa, bebiendo los suspiros, inhalando el aliento entrecortado, saboreando el  aroma.

… Pedro, quieto __ sin convicción intentó separarse__, vamos a la casa,  soy un hombre grande, vinimos a hacer un papelón.

… Ahora lo recuerdas, con la foto que pasea por el mundo en Face, ya no hay papelón posible, pero mejor, vamos a casa, te amo y me provocaste todo el tiempo.

__En el viaje de regreso intentaron mantenerse en calma,  Guillermo se concentraba de a ratos en el latir de la ciudad, en otros acariciaba sin testigos imprudentemente el cuello de Pedro, como pluma despertaba los anhelos, pero luego recordó un tema, que estaba relacionado con sus hijos, y se dedicó a charlarlo antes de llegar a la casa.

Pedro  escuchó atentamente a su amor, al tiempo  que reflexionaba el contenido, para cuando al fin decidió opinar.

… Me parece lo mejor, pero no les digas nada aún, déjalos que se terminen de conocer cara a cara, tenemos un par de meses, algo más hasta el traslado a Bs. As.,  no apuremos las cosas demasiado, aunque coincido contigo, perdimos diecisiete años de vida separados, quizá no, quizá debía  de ser, en nuestro caso no fue   malo, nos permitió , a mí me  dieron margen para que Camila me dejara a la nena, tú ya eras padre cuando te conocí, igualmente es todo diferente para ellos.

…No estoy muy seguro de que exista algo escrito, el destino, Dios, el azar, o que los escritores del libreto de la existencia seamos libres, pero analicé antes de decidir el viaje la vida en retrospectiva, como desdoblándome, o dejando salir a mi alma del cuerpo para que contara desde lejos su sentir, lo que objetivamente mis sentidos no captaron.

Me di cuenta que debí hacerlo antes, quizá al regresar de aquello, tras la muerte de Juan, porque desde entonces o desde antes mi alma supo que mi vida era una tenebrosa escalera  donde me tambaleaba entre nubes de tristeza, de añoranzas, con apenas algunas alegrías, demasiado pocas, y nunca una sensación de completitud, como el aletear de mariposas que hoy me anuncian el porvenir de luz. Por momentos me dijo que apenas veía los escalones del pasado remoto, el presente de esa época estaba envuelto en densa niebla, en nubes de bruma, todo lo vi apagado, el futuro incierto, en ese estado escapé de los lugares conocidos, me aferré a mi hijito, sin llamar a la armonía, sin proponerme escuchar música, a las voces amigas que estaban vivas, sin soñar con fantasías, sin sembrar nuevas ilusiones, sin motivos valederos para modificar lo que creí era mi destino, me alejé de todo, de todos, te dejé casarte con Camila,  y me enterré en las sierras, no quiero que  mi hijo pase por lo mismo, una espera de diez años  para que tu nena tenga la supuesta edad para asumir el compromiso de ser pareja, no me parece justa observando lo que sus miradas dicen.

Me pregunto desde mí, pensando en lo que está sintiendo Fabián por Dayana, ¿en caso de perderte qué haría? Hoy no sé hacer otra cosa más que amarte, sin miedos, sin juicios, sin las reservas de hace veinte años, sin miramientos, deseando el compromiso. Como entonces pero desde otro sitio, quiero cobijar tus miedos en mis brazos, despojarme de mis fobias en tu abrazo, obtener cátedras en darte aliento, paz, armonía a tus días de tormentas, ser maestro que desaloje demonios de la familia, y a la vez volverme en vos bohemio despreocupado  que sólo le cante a tu rostro adormilado, que haga cosas de niño como hace un rato.

Entonces escapé del mundo conocido, impactado por el espanto, pero hoy  no moriría en una balacera, sino en verano sin llegar al otoño, si no me bañara en tus hoyuelos, si no sintiera el calor de tu risa. Despertaste mis emociones, me diste la vida que sin saber nunca tuve, poblando las desiertas calles de mi alma de esperanza, plantando jardines y flores, y necesito que construyamos nuestra casa, que de ella  hagamos un hogar, con nuestros hijos en él fuertes y felices, juntos como desean. Será nuestra casa y la de ellos, para siempre, y deseo ser parte con vos de sus paredes, infinitas e inquebrantables como lo es el amor que siento, lo mismo sueño para ellos, no quiero que se fijen plazos predeterminados por juicios societarios o de ninguna clase.

… Estoy de acuerdo amor, totalmente. Dayana tiene trece años, pero se hizo adulta al morir Camila, si ella se enamora de Fabián en estos días como presentimos, todo será como dijiste, cumpliremos sus deseos, ninguno del afuera. Cuando te conocí pensé que aquella experiencia me mataría, pero tuvo ese propósito, poder llegar a ti, y comencé a verte como un superior, luego como amigo, unidos por gente de honor, como Juan, como Alberto, y nuestras mujeres y ex…,  mientras,  eran amigas, compañeras en el dolor. Era muy joven, entonces parecía muchos años menor, pero igualmente supimos en la trinchera que esta comunión estaba, que se creaba en cada batalla una conexión.

Te fui idealizando, admirando, y amando, mi idolatría a veces me consumía, con deseo, con pasión, asombrándome de mí mismo, sin esperar tu comprensión, mucho menos tu atención, no eras una opción, estabas casado , eras mi superior, yo estaba comprometido con Camila, era un joven lleno de ilusiones, y fue a ella a quien le di el primer placer, aunque a veces soñaba con irrumpir en otro cuerpo en absoluta conflagración, apagando anhelos en éxtasis y pasión, en pugna que acabara en agua y sudor apagando las hogueras y el calor de fogonazos que conocí contigo.

Sin embargo acompañé a Beto a tu casa, llevando las cenizas de Juan, y nuestros caminos separamos, nos marchamos los dos, algo hizo que sin ser culpables hoy  el camino sea el mismo, que nos reencontráramos en deseo, y lazos de eterno amor, que nuestros hijos se  encuentren tejiendo los hilos para atarse por igual en un gran amor.

__Llegaron a la casa sin escalas, Pedro envió a Dennis al supermercado, y se desarmaron en mimos en el jardín bañados por el aroma de las flores, por el sol de primavera, no llevando cuenta de los tiernos inocentes besos dados, y recibidos desde la llegada del avión, unos leves, otros entregados con pasión, jugando esquivos pero todos únicos colmados del mismo amor.

Llegaron a la habitación dando trompicones, borrachos de amor, adictos al sabor de la delicia de los labios del otro sentido en cada roce, perdidos en sensaciones con ojos anulados, en batallas labiales de besos suaves, donde las lenguas enredadas, bailaban a antojo, mareando la razón, deshaciendo la mente, sintiendo que deseaban devorarse en besos por años postergados, sintiendo jadeos, bebiendo suspiros, mordisqueando al moldear los labios a imagen del otro, grabando a fuego lento sabores y aromas, sin desear un final, aunque el cuerpo lo demandara, hasta  que un ardor repentino los llamó a continuar, ronroneando con voz ronca, seductora en los labios, se perdieron acariciando las mejillas con los nudillos, percibiendo en el aliento el café degustado en la entrada a la sala de conferencias, con los ojos centelleando, apenas detrás de la puerta, anclados en el lugar.

Cuando al fin reaccionaron Guillermo usó el porte del cuerpo para volver a Pedro y atraparlo entre él y la pared, paseando los labios por la sensible piel del cuello, mientras él torpemente se desanudaba la corbata, arrojándola lejos, ya los sacos perdidos en el estar antes de subir, los dedos escurriéndose a desabotonar las camisas, y la lengua de Guillermo empeñada en trazar líneas, de la clavícula  al lóbulo de la oreja, a la nuca, mientras Pedro sentía a la piel estremecerse, el vello erizándose, hasta que como dos borrachos fueron deslizándose rumbo al somier.

Guillermo lo despojó de la camisa y pudores, al mordisquear la nuca, para recorrer en trazos con los dientes la grácil columna, y hacer saber a Pedro que todas sus terminales nerviosas, moléculas, átomos, poros deseaban fundirse en el fuego que encendía su hombre.

Se dejó caer en la cama, Guillermo de pie quedó contemplándolo en tensión, con pupilas dilatadas, el deseo llevando los ojos al negro.

Pedro se deshizo de la ropa por entero, y Guillermo  dejó escapar un sonoro suspiro contemplándolo sin reparos recorriéndolo con la mirada, mientras con prisas se sacó la corbata respirando  entrecortadamente, detrás reveló el torso al desabotonarse la camisa por completo, y sonriendo ante la súplica en la mirada de Pedro, se desabrochó los pantalones, y el cinturón mientras su amor detuvo la mirada admirando la desnudez espléndida, al tiempo que Guillermo le susurraba que le daba vergüenza mirarlo, que era el dios, perfecto, mientras los dos lucían la hombría ansiosa, pero se detuvieron en las vistas, con mariposas batiendo alas, cuando Pedro gateando en la cama colocó las manos en el pecho firme, y lamió el duro disco plano de un pezón, provocando un gemido gutural al morder el pedacito de carne, mientras Guillermo hundió los dedos en el pelo, masajeándole el cuero cabelludo acercando los rostros, quedando los labios a milímetros besando alientos, robando suspiros, respirando esencias, humedeciéndolos para contactarse, pero jugando lamieron las comisuras, paseando Pedro  las mejillas, Guillermo la barbilla, lamiendo, y mordisqueando el lóbulo de la oreja, expeliendo el aire, jugando, hasta que Guillermo reaccionó empujándolo haciéndolo caer en la comodidad de la cama, apretujando los cuerpos, piel con piel, acariciando notas, creando charcos, jugueteando entrometido con terminales nerviosas, componiendo sinfonías entre gemidos y jadeos.

Despertó los pies blancos, los tobillos, caminó los muslos como dos cordilleras, y se adentró escarbando en la conquista de penumbras, escalando montes, salientes, dobló, siguió avanzando por la curvada cadera, mientras los dedos de Pedro se entrometieron trazando improvisados senderos, inquietos en los valles de su hombre alcanzables, Guillermo mientras llegó al valle del vientre plano, dibujando el tatuaje, luego besos hasta el pecho, aprisionando cúspides, succionando, ocultando pasiones en suspiros, llegando cual peregrino al blanco cuello y antes de morir, quiso beber su sangre.

Antes de devorarlo y morir necesitó adentrarse en habitarlo,  al fin Pedro  onduló las curvas invitándolo, y su amor apenas  se posicionó sobre el acceso, apoyándose en los brazos como pilares lindantes, planeó encima, hasta que las miradas desearon observar la entrega final, y el que se daba  contempló embelesado como se internaba desapareciendo en sus túneles mágicamente, lenta, tortuosamente, centímetro a centímetro, sintiendo uno el apretado abrazo, el otro amoldándose al contorno se sintió lleno, ensanchado como nunca jamás.

Se buscaron gruñendo, se capturaron las almas en una, Guillermo se retiró, para internarse más a fondo pegando la boca asaltando allí en la misma unión, y entonces supieron que ya no eran Guille y Pedro, tampoco al revés, sino apenas un ser, un nosotros, en un beso ardiente y feroz, imperioso y húmedo, se hundió la lengua del mismo modo que la hombría embestía precisa, profundamente… enmadejados en piernas y brazos, llegando el que daba a sitios que el otro ignoraba poseer, provocando todo, y continuaron la peligrosa danza en el mismo ritmo en la cornisa palpitando con ferocidad, al tiempo sintiendo el alma un murmullo melódico en la vibración con el cuerpo, encendidos en sabores de pasiones, los labios, las manos, el agua, creando frenesí en susurros en la boca de… te amo.

Los cuerpos y el alma compusieron el mismo idioma, uno al unir piel contra piel, enredados entre sábanas, entrampados en sabores de amor, escuchando melodías celestiales, gozando esperanzas y ternuras, lo que las almas alguna vez soñaron y en el ahora hacían verdad.

Al final palpitando en la misma furia,  Pedro aferrando en tenso abrazo a la hombría de piedra sintió que no se rendía, siguió empujando, hasta al fin acordar la detonación, estallando en el grito de gloria, palpitando dentro, hasta desangrar el deseo, y desmoronarse en pedazos como polvo de estrellas, esparcido en la resbaladiza superficie mojada, jadeando contra el cuello, perdidos en el mismo amor, compartido y ansiado, al fin concretado, enrollados, en el aroma a mar, a placer, a remanentes de esencias, en estrecha comunión.

…¿Cuándo nos vamos a casar?--- susurró atontado Guillermo.

… Falta, primero debo ser tu socio, revalidar el título, mudarnos a esa casa que sueñas, y debes amarme por diecisiete años de ausencia.

…! ¿Ah, sí?!— Te tomaré el desafío entonces, acepto.

___Y volvieron a hacer el amor, más que desnudos, desposeídos de todo lo que tuviera relación con la vida terrenal. Todo menos sus cuerpos, elementos imprescindibles del paso por la Tierra. Sus cuerpos se encontraron, se entregaron, se abdicaron, resignaron armas, se hicieron uno. Permanecieron juntos. Se consagraron y dejaron las sábanas sintiéndose más unidos que nunca, cada día más consolidados en ese extraño sentimiento llamado amor.

Comenzaron una guerra de cosquillas, aullando de risa entre besos, rodando como adolescentes, se recorrieron con ellas, hasta que agonizando de la risa, decidieron capitular la tortura, regresando al abrazo, acurrucados, embebidos en la misma esencia, adormilándose en promesas,  recordando lo que pensaban proponer a sus hijos, en poco más.

“. .Existe una razón por la que
elegiste todo cuanto ocurre a tu alrededor.

Aguarda, vive de la mejor
manera que sepas
y, en poco tiempo,
descubrirás el porqué.

Richard Bach...”

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA, LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.