"SUR". CAPÍTULO TREINTA Y DOS.

“SUR”

CAPÍTULO 32.

 

“Como atento no más a mi quimera

no reparaba en torno mío, un día

me sorprendió la fértil primavera

que en todo el ancho campo sonreía.

Brotaban verdes hojas

de las hinchadas yemas del ramaje,

y flores amarillas, blancas, rojas,

alegraban la mancha del paisaje.

Y era una lluvia de saetas de oro,

el sol sobre las frondas juveniles;

del amplio río en el caudal sonoro

se miraban los álamos gentiles.

Tras de tanto camino es la primera

vez que miro brotar la primavera,

dije, y después, declamatoriamente:

?¡Cuán tarde ya para la dicha mía!?

Y luego, al caminar, como quien siente

alas de otra ilusión: ?Y todavía

¡yo alcanzaré mi juventud un día!

Lee todo en: Acaso... - Poemas de Antonio Machado http://www.poemas-del-alma.com/acaso.htm#ixzz4O52cb7Tn”

Bs. As., sábado 25 de junio de 2016.

“…Los sueños de Guille fueron tranquilos, lo sé, lo siento, los míos un caos, no puedo despertar, me siento asustado, perdido, nunca lo imaginé. De pronto mi eterna juventud con el tiempo detenido, con un siglo de vivencias recordadas,  me comienza a pasar factura. No estamos hechos los seres humanos  para la eternidad, menos para recordarla, sé que me espera una vida distinta, no más la soledad, pero me asusta el gentío, el cemento, las calles de la ciudad.

Es como entrar a una máquina del tiempo y en instantes cruzar desde la segunda guerra mundial, desde las callecitas de piedra de mi pueblo de Varsovia, al clamor de la modernidad de esta ciudad, no sé cómo hacerlo, cómo salir, cómo enfrentar los cambios, que no me demandó el eterno y tranquilo Sur. Casi detenida en el tiempo,  Ushuaia y el pueblo eran mi refugio, pese a haber vencido al mal, a tener a mi lado a Dora como siempre, a mi amor eterno, a mi hijo,  las párpados se niegan a abrirse, se ciernen las paredes alrededor, los ruidos de las calles, los rascacielos que jamás antes vi se tornan de súbito amenazantes cual gigantes que llegaran a mí.

Necesito encontrar el oro puro del sol poniente, en algún sitio ese crepúsculo que estaba allá, en el Beagle, diamantes las aguas costeras donde las gaviotas juguetean, y de lápices azules el cielo vestido en manto, mientras la brisa se duerme acunando la piel, o se sacude en olas que mecen el barco. Necesito ver una flor de ceibo colgando como rubí, una rosa azul que no existe pero que con la alquimia puedo oculta hacer que asome, destilando luego fragancias únicas.

No puedo dejar de ver a la luna llena cual faro  bañado en plata, ofreciendo a la noche su manto de encanto.

Quiero el roble centenario resguardado entre acacias,  en un hueco el búho como el niño sabio, recorriendo con sigilo el bosque de las hayas con su mirada.

Y sin embargo nada puede ser igual,  elegí a mi amor, el regresó a la vida, viajó a buscarme,  me salva de las tormentosas pesadillas, es mi pista de aterrizaje, es mi mar, es la tierra, es el monte, con la energía del bosque, su piel me da los senderos, que antes eran de gravilla, de piedra, su casa es mi cobijo, su corazón mi latir, su alma la mía, su vida lo mismo.

 Guillermo es mi inicio y no tenemos final, escalo sos cúspides, navego en  sus mares, su cuerpo es la calidez que me envuelve para irnos al dormir, donde regreso a soñarlo, su voz es mi alarma, su mirada mi lucero, el alba, inspira mis sentires, da y marca los objetivos, no puedo sentir agobio, no yo, no ahora, ni siquiera fuera del Sur”.

…! Papi! ¿Papi?  __ José trepó a la cama.

… “Te escucho mi niño precioso, no sabes de temores, menos de sucesos, eres inocente, puro como el  agua de montaña, papá te adora, y no deseo perderte, menos asustarte, tengo que salir de la comodidad del ensueño, porque en esa vida, ahora en este lugar además de Guillermo estas tú”.

__Pedro aturdido, incrédulo, sacudiendo la cabeza intentando alejar recuerdos de años, se incorporó al tiempo que los ojos se abrían lentamente, y el abrazo de su hijo lo devolvió a la realidad.

…¿Estás bien, papi? __ como adivinando que su papá estaba lejos aún, le acariciaba con ternura el pelo, las líneas del rostro, y Pedro se internó en la mirada de su hijo, viendo su reflejo.

… Sí, amor, lindo de papá, ¿te gusta estar en esta ciudad, en esta casa con Fabián? __ intentando sondear el efecto de lo desconocido en la mente y en las emociones del niño.

… Sí, me encanta, tengo muchas ganas de salir a pasear, de mirar esos  sitios que Guille nos mostró al llegar, esas cajas de zapatos apiladas de cristal, que miran el río, papi, ya quiero navegar allí, pero el tío aún no llegó con el barco, tampoco tenemos los muebles, ni las cosas de Dora.

… No mi amor, no tenemos nada aún, porque debemos buscar una casa más grande, acá vivía Guillermo con la mamá de Fabián__ era la primera vez que Pedro lo mencionaba, no supo si era lo correcto.

… Ella no se fue como mi mamá, Ana murió.

… Sí, mi lindo, si alguna vez quieres ver a tu mamá, la buscaremos, no  eres huérfano como Fabián.

… No papi, estoy bien, quiero estar con ustedes.

“…Es tan especial, tan maduro, como sin ser eterno conociera lo mismo que yo, casi entiende la partida de Camila, sin siquiera preguntar, y lo veo feliz, de verdad me lleva de la mano, me hace sentir el cuerpo liviano, me cuenta que Dora está aprendiendo de Cuca a hacer mate cocido en la cocina, que Guille está con Fabián, que despertó varias veces en la noche, me pregunto cómo no escuché el llanto, el movimiento de Guille al desenredarse de mí para buscar a su hijito.

Entramos de la mano y Fabián se retorcía en la cunita haciendo pucheros, me derretí de ternura en la visión de Guillermo arropándolo en arrullos, acuclillado como el papá que aprendía a ser a cada instante.

 Allí estoy, con el pelo alborotado, ni siquiera me he lavado la cara, y de pronto Guillermo fue volviendo la mirada encontrando que voy descalzo, ascendiendo por mi cuerpo hacia mis ojos, mientras una punzada ardiente me estruja el estómago, y prendados en las miradas, nos quedamos en silencio, como flotando el espacio, hasta que una sonrisa de disculpas se dibujó en mis labios, otra sensual y divertida por mi pinta en la de mi amor, papá recién estrenado, mientras supe que estaba vivo, que moría de hambre, cuando el aroma a masas, a café inundó mis fosas nasales, y mi estómago eligió el momento para rugir necesitado.

Me acerqué con mi hijito de la mano, mientras Guillermo me regalaba una deslumbrante sonrisa, y al llegar me rozó con levedad el contorno del rostro con los nudillos, desencadenando un escalofrío, robándome el aire, deteniendo el latir.

Fabián era apenas un bultito desparramado en el centro del colchoncito, dormido con los bracitos extendidos y los labios cerrados, y me coloqué muy pegado a contemplarlo, indefenso, con la carita sonrojada, con los párpados azulados transparentando las venas, el pequeño cráneo cubierto de pelo negro como el del papá, y sus deditos acabando en uñitas diminutas, y el corazón se colmó  de amor, por el padre, por el hijo, por el mío, y también recordé mis temores de cuando Camila me dejara solo con José, encargándome siempre de cargar con los problemas de todos, ahora , hoy, lejos del sur, necesito que Guillermo me resguarde, casi tanto como Fabián. Mientras duerme respira como un gatito, su pequeñez, la soledad en que lo imaginé al viajar Guille al sur, hizo que cayera sobre mí una pena insondable, quizá la misma que sentí cuando Camila abandonó a José, nadie lo supo, pero entonces me juré que no permitiría que ella huyera de su hijo, que la buscaría hasta encontrarla, obligándola a hacerse responsable de sus actos, pero hoy que amo, sé que si no regresa por esa fuerza, esa conexión a su hijo, de nada valdrá que la traiga a su lado.

De pronto los miro, y pasó tanto tiempo que me cuesta traer a mi mente algún recuerdo de mi niñez, mucho más alguno alegre y con mis padres, ineludiblemente si algo viene, es el amor de mi abuelo, sus enseñanzas  en el bosque, cuando escuchaba respirar a los árboles, cuando me explicó del alma mundi, de la gran obra, de mi don que entonces poco entendí.

Cada migaja de cariño maternal  me resulta dolorosa, por las pocas veces que al menos guardo de un cuento para dormir, de algún abrazo, de alguna palabra de aliento, creo que los observo como regalos celestiales, que de no haber sido por mi abuelo, la sensación de entonces, más antes de estallar la guerra fue como haber vivido sobre una alfombra que se movía o me quitaban de los pies cuando menos lo esperaba, como sucediera en cada tormenta estando embarcado en la travesía con los sobrevivientes hacia el Sur.

Un chillido agudo nos dijo que Fabián estaba pidiendo el biberón, al tiempo que con los ojazos abiertos la figurita se retorcía en la cunita, y sentí la aceleración del corazón como el de mi amor, casi sin silencios entre latido y latido, sin embargo papá tenía la leche en la mano preparada, y extasiado miré cómo tomaba con cuidado el cuerpito de Fabián colocándole la fuerte mano  bajo la cabecita, llevándolo hacia su pecho continente, hasta que dejó de llorar, el momento suficiente para dejarlo llegar al sillón,  cambiándolo de postura, para colocarle la tetina entre los labios, y lo vimos iniciar la succión quedándose en silencio concentrado en su comida”.

…Amorcito, ¿estás bien? __ Guillermo me lee, me nota aturdido, quizá ausente, algo perdido, y no quiero alarmarlo.

… Más o menos, algo aletargado, estás despierto, duchado, vestido, y a mí tuvo que traerme José.

Guille, perdón, nunca me pasó, me sentía asustado y es una tontería, me aferré al recuerdo de las cosas de allá, del sur, de un siglo transcurrido, y la vida está acá, eres tú, es José, es Fabi, abajo siento a Cuca y a Dora reír, el aroma.

… Está bien, es lógico, es muy pronto, esto asusta para  alguien que escuchaba el silencio, el arrullo del agua, el ulular de las aves, del viento entre las ramas, del agua y de la nieve tras los cristales, pero te prometo que esto también va a pasar. Quizá esta casa sea chica, te agobie, te ciña, pero  luego de presentar el libro, nos pondremos a buscar el lugar para que hagas y recrees la casa del sur, los chicos están bien, Dora con su hija disfrutando de aprender a hacer mate, y mate cocido, Cuca me trae a cada rato, o me traía, no sé ahora que tiene a la mamá.

¿Lo probaste?
… No, nunca.

…¿Nunca?___ asombrado__. Ahora  seguramente  deberás  tomarlo a diario, alternando con el café. Ve a cambiarte, mientras Josecito me ayuda, espero  el eructo, le cambio el pañal, y bajaremos a desayunar, verás que en un rato estarás mejor, si no quieres salir por unos días, nos quedaremos, pero si mejoras, me gustaría que vayamos al estudio, nos esperan con el asado de Beto, es fin de semana, te asustarás menos de autos, bocinazos y muchedumbre que en la semana.

… Está bien, sí quiero ir, debo acostumbrarme, quiero  hacer los trámites de reválida, trabajar, conocer, debo adaptarme a la ciudad.

Te miro así con Fabián, y no imaginé encontrarlos así en tan poco tiempo, cuando pienso en el susto que tenías al hablarme de él, y recordé el mío de alguna vez, que prefiero no detallar. Es dulce respirar el aire en que estás ahora me siento mejor, las miradas recién corretearon ansiosas al abrazo tierno, y renací, recordando  todas las veces que te amé, cada vez que fui uno con tu piel en la suave caricia fiel. Te veo cuidando a Fabi, y me llega el sentirte en mis brazos cuando te cuidé de bebé, cuando naciste de Dora, ella naturalmente creo que  recrea la unidad, te siente su hijo, aunque nacieras esta vez desde Dolores, y es que ve el alma, no el ropaje diferente, como yo, recuerda la mirada, se adentra en ella y encuentra a su hijo, y verte  con Fabi, me trae a mí mismo hace años cuidándote. Hay cosas que desearía olvidar, pero sólo sé recordarte en cada vez, eso no se irá, me estremece pensar en cada momento de esa vida, de la anterior, y en esta te vuelvo a abrazar, te vi así, con el nene y volví a sentir lo que en secreto entonces viví, nunca olvidaré aquello, te amé tanto como en Varsovia, como hoy, lo aprisioné en silencio por años, pocos podían entenderlo, pero hoy quisiera gritarlo, algunos ya sí me creerán.

…Papi, estás raro.

… No mi amor, pasa que con Guille tenemos algunas cosas que aún no entenderías, te contaremos junto a Fabián cuando vayan creciendo, ve a desayunar, seguramente Cuca tiene masas por el olorcito o medialunas al horno, ya vamos mi niño lindo, y luego saldremos a pasear, de a poquito. Cuando el tío llegue con el barco,  te prometo que saldremos a navegar, a conocer el río inmenso que viste desde el avión, el mar que no viste en el Sur.

… Bueno, papi, no tarden, así vamos al estudio, quiero saber dónde trabajarás.

…Amor mío, sé que no estamos casados, no hay papeles, no hay contratos, sólo promesas en nuestro amor, no sé si debí arrancarte del Sur, quizá paulatinamente, no puedo darte el mar, pero sí un río de caudal tranquilo, no ya  costumbre como allá, ni el confort todavía, tómalo ahora como una aventura, como lo fueron mis días allá, no estamos en el cielo todavía, ni siquiera puedo dimensionar la eternidad que me diste aún, no sé si podré alguna vez, también regresé siendo otro, todos lo dirán al vernos en un rato, caminemos de la mano, sin fuerza, sin reclamos, sin exigencias, sin apuro, construyendo la vida en la convicción del sentir, no con lágrimas ni tristezas, nada convencional hay en esta casa, no habrán más despedidas, pero sí un largo aprendizaje, de todos hacia todos, hacia el todo, busquemos la sonrisa en las torpezas, tampoco es sexo ni sólo deseo lo nuestro, no es estar juntos un rato, como pasaron Ana, Camila y otros, con vos caminamos  dando el alma, enlazados, atados libres, no es un te quiero, un te necesito, un quizá, es un te amo, no es una palabra vacía “esto… lo nuestro”, es ir con el corazón en la mano, a un… “te amo,… para siempre”.

… Sí, mi vida, lo sé, no dudo, sólo temo a la ciudad, a la gente, a los coches, al subte, al tren, sólo conocí el del fin del mundo, hasta vi la expresión de mi hijito que conoció la avioneta en el gigante avión que nos  trajo, de pronto desperté perdido, como si desde 1919, desde Polonia, en ese vuelo me hubiera caído en el futuro, en la gran ciudad, pero al llegar acá, sé que estoy en mi hogar, eres tú, tantos años soñé con mis caricias secar ríos de tu tristeza, te vi llorar mil veces, y lo hice en silencio, porque no podía terminar de entender lo mío, que no fuera igual para ti, sin embargo siempre en tu mirada viajaba al profundo insondable infinito, en tus besos a la paz del cielo, no tenía la certeza de que me ibas a encontrar, y sin embargo al verte llegar al hostal, el corazón se detuvo antes de brincar, el aire se fue a ti, supe que sí, que no eras un sueño, que ya no serías sólo sueño y recuerdo, que eras tú porque me encontré en tu mirada, estaba la llama de fuego rosa que avivó mi alma, la llama del amor, y caminaste mis pensamientos, viajaste en mis sueños impertinente, acariciaste mi alma, me devolviste la magia, la vida, en esa aburrida incomprensible eternidad que vislumbraba si vencía a Michal, le diste el sentido, y volamos libres el viaje con las alas que nacieron en la entrega,  nací en 1919, y te esperé para seguir tus pasos, y me acompañarás en mis miedos, te prometo no caer, no puedo no titubear, pero sí mantenerme en pie.

Te amo, Guille, iré a cambiarme, saldré a esas calles, veré los edificios, iremos al estudio, quiero entrar en tu vida, en la de tus seres queridos.

__

… ¡Guau!, Cuca qué rico es el mate, creo que tendrás que darme en lugar de café.

… Lo siento Pedrito, pero tengo que ayudar a Dora en el museo, no estaré siempre con ustedes.

… ¡Mira vos! Nos abandona desde el día uno, tía, vamos, si dejas la quiniela y el bingo te quedará tiempo.

…! Sobrinito!, no digas eso frente a mi madre.

… Es la verdad, Dora, le gusta la timba a tu hija.

…Hijo, vayan con Pedro a buscar las cosas, abrigos, a cambiarse, llamó Marcos, están en el estudio.

Nosotros levantaremos esto, y cuidaremos al nene.

… Está listo tía, los dos, pero tenemos que desarmar el equipaje, algo al menos, vamos cielito.

Creo que pediremos ayuda a Beto, a Marcos, tenemos que buscar propiedades, y a la vez ocuparnos de la presentación del libro, ir el lunes a la editorial, será un lío si llegara antes Agustín o los camiones.

… No, amor, Agustín puede vivir en el barco mientras, y los camiones traen más cosas del museo que nuestras, Cuca, con Isabel ayuden a Dora a buscar el sitio.

… Sí, Pedrito, no se preocupen por nosotras, y desde el lunes nos instalaremos en casa, por si llegara Agustín, mientras ven las propiedades, tenemos techo, no se preocupen, rinde la reválida, y busquen la casa luego de la presentación del libro.

… No debo rendir, ¿no amor?

… No mi lindo,  claro que no, es un trámite, eres abogado, te recibiste en Chile, ven, vamos a desarmar algo de valijas  y el resto  lo haremos a la noche, lo de verano puede quedar embalado, vamos.

__Subieron acaramelados, acariciando las balaustradas ante la emocionada mirada de Dora, que era  testigo del amor negado por años, de cada vida, de cada muerte, aunque estaba feliz, se sentía fuerte al parecer por la sangre donada, sentía la añoranza del sur.

Sin embargo, como  supo Pedro, aunque Guillermo llevara otro cuerpo, en la mirada estaba su hijo, había regresado a su vida, y deseaba eternamente estar con ellos.

__Llegaron a la habitación, y al mirar las valijas suspiraron  ruidosamente, exhaustos se echaron haciéndose cosquillas en la cama, y los intrépidos dedos de Pedro corrieron a desabotonar la camisa de su amor.

… No, ¡basta!, no me provoques, cosquillas no.

… No quiero abrir eso, es demasiado.

… Tontín, ¿olvidas que dejamos a mano lo de invierno de emergencia?

Vamos a la ducha, a la noche ordenaremos algo, mañana iremos al supermercado, cielito, la vida acá no es apacible como en el hostal, no al comienzo al menos, ven remolón.

__Pedro hizo trampas, lamiéndole la oreja, colando los dedos otra vez a desabotonar la camisa, y Guillermo se estremeció, las cosquillas ahora eran espontáneas, sintió el aliento como susurro en la piel, el beso apenas una pluma en la mandíbula, lento en las comisuras, Pedro sabía cómo provocarlo, él no podría resistirse demasiado tiempo más, se alegró de verlo reaccionando, de parecer adaptado a la casa, al menos estaba haciendo de las suyas, adrede, sentimientos, miradas pícaras, profundas, labios ansiosos, música de fondo que bailaba mientras se quitaba la propia ropa lentamente frente al escrutinio atento de Guillermo de frente, el cuerpo de dios ofrecido al universo, sábanas revueltas de la noche, almas fundidas, entregadas sin reservas sólo en la mirada, y sí,  había sombras de recuerdos guardados, ocultos, silentes, de momentos vividos, no olvidados por él, pero Guillermo se prometió plasmar encima los nuevos hasta enterrarlos demasiado ocultos como para que nublaran el brillo, nada triste del ayer dejaría que regresara, y enroscados en las asimetrías navegaron bajo la ducha, en mares explorados, a la vez reinventados, subsistiendo a la deriva, olvidada la brújula, abriendo lugares submarinos, bajo el agua de la ducha deslizándose desde el pelo, rimando los labios,  embistiendo sin tregua los anhelos, en tempestad, viendo olas inmensas, en el beso unidos, los labios lienzos donde plasmar de los ajenos, los sentimientos en susurros, rebasando  ternura, caminando senderos dentro,  en andares incesantes, más y más veloces, volando en cuentos de príncipes, rodando las manos inquietas en las cumbres y salientes, la boca buscando saciar el hambre en la piel dejando marcas de fuego, derrochando esplendor apagando los gritos finales en agua, en ecos, sin mentiras, sin secretos, lamiendo  promesas, bebiendo verdades, simplemente haciendo el amor, en la mística osadía de la entrega, agonizando en la cima, inmortalizándolo en las retinas, manteniéndose con vida, besando hasta el último aliento al estallar en pedazos y deshacerse en espuma, en la misma sustancia del agua que se derrama, cayendo al piso, amontonados en el charco, unidos en un ser, eterno, perfecto, único, valiente, para recomenzar.

Bs. As., Provincia.

 Estudio Graziani y Asociados. 12.30 horas.

___ Marcos llegó primero, incrédulo de que el amigo que echara de viaje, estuviera de regreso feliz, enamorado de un hombre, sin terminar de entender nada de lo que le intentaron adelantar, más tímidos llegaron Gaby y Alberto, todavía  demasiado nuevos allí como para animarse con Marcos, a Guillermo sí, lo conocieron antes, de lugares diferentes, y entre ellos los cruces de miradas parecían hablar más que las palabras, Isabel con Solange, iba y venía con platos, Beto invitó a Gaby a encender el fuego, y para cuando  los taxis llegaron, ya que el Sonic de Pedro estaba en camino, Gaby atisbó a la familia por el ventanal, alertando al resto, y se amontonaron en la puerta esperando la llegada.

Guillermo se asomó resplandeciente, cegando en el andar, en la sonrisa a todos, Cuca cargada por detrás abrazada a su mamá, Pedro más tímido sonriendo, con Fabián en el coche, José de la mano, cuando  Guillermo se fundió en abrazo con Marcos, para separarse emocionado, con lagrimones ansiosos por unirse en la sonrisa, y al fin se recompuso al límite, para presentar a su amor, a Dora, Cuca, entró a llevar a la cocina lo que preparara en la casa.

… Marcos, mi amigo de años, él es Pedro Beggio, mi amor, mi socio en breve, Beto, Gaby.

… Pedro, ¿cómo hiciste el milagro con el ogro?___ Marcos  lo estrechó con afecto, Gaby lo observaba embelesada, Beto con celos de su jefe, pero bien, al fin le estrecharon fuerte la mano, al tiempo que Guillermo disfrutaba, y se unió a Dora, que sonriente se aferró de su hijo, para al fin conocer su mundo.

… Bueno, ella es... Dora, la mamá de Cuca, mi mamá en  1939, en la vida previa que les dije por mail, por teléfono.

… Perdón, Dora, encantado, la felicito si Guillermo es su hijo, es  o era insoportable,  por eso lo mandamos al Sur, veo que  hicieron milagros porque nunca lo vi feliz, es la primera vez.

… Encantada, Marcos.

Gaby, Beto, son lindos como imaginé.

… Hola, Dora, Guille habló tanto de usted que creo conocerla como a Cuca, le presentaré a mi mamá, a Aída.

… Pasen, Pedro, madre, vengan, les mostraré mi despacho, la cocina, la oficina, la sala de espera, el patio, mis plantitas, y ya se siente el olorcito al asado de Beto, vengan.

…”Estoy pleno, me siento feliz, agradecido, sé que Marcos está al borde del colapso, no entiende nada de vidas pasadas, menos lo cree, pero Dora es real, menos sabremos explicarle lo de Pedro, no sé cuánto tarde en procesar, en entender, lo mismo que Isabel, pero no me importa.

Gaby y Beto creo que ya entienden, algo me dice que entre ellos sucede algo conectado a lo nuestro, paseamos el estudio, les mostré el patio, mis plantas, mi hijito va de brazos en brazos azorado, pobre ángel, nunca vio tanta gente a su alrededor, Josecito parece asustado por primera vez, creo que por lo mismo, Pedro no se despega de mí, mira cada detalle como si viniera desde Varsovia  pero pronto estas sensaciones y lo raro se va a asimilar.

Por mi parte salí de acá de licencia para el parto de Ana, sin la menor idea de que ella iba a morir, mucho menos pude luego regresar al perderme en la tristeza profunda de estar solo con Fabián, perdido, aturdido, y gracias a Marcos, a Cuca, a los sueños, me animé, di el salto, subí a ese avión pese a mis fobias el 04 de enero rumbo a mis raíces, y en el bello fin del mundo encontré el todo, a mi amor, a mi madre, a mí mismo, no puedo pedir nada más, soy feliz, tengo todo, y más de lo que pude imaginar, y ni siquiera hemos iniciado la marcha en Bs. As, la casa, el libro el trabajo, la vida eterna”.

… ¿Aplausos para el asador, hay?

…Hay, claro__ acotó Gabriela perdida en el interior de la mirada transparente, del cielo que eran los ojos de Alberto, y Guillermo los escudriñaba atento, todos hablaban al tiempo, deseando saberlo todo, al fin entre Dora y Pedro relataron los hechos desde 1919, mientras el silencio apenas era interrumpido por algún gritito de los chicos, Marcos palidecía a cada instante, Guillermo temió que cayera infartado, pero no sucedió.

… Che, paren, yo apenas creo en esta vida, creo que en Dios, pero Pedro, ¿vos sos más grande que yo?__ mirando incrédulo el bello rostro sin líneas de ruta, el físico escultural.

… Así es Marcos, nací en 1919, mi abuelo antes de morir, con la alquimia me dio la eternidad, yo lo sospeché al tiempo, lo confirmé con los años, y como contó Dora hoy la tiene Guille, ella y Cuca, por ahora.

Cuando le di mi sangre a Guille creí que estaba siendo egoísta, condenándolo a una vida sin final, pero de lo contrario iba a morir, yo no me creí capaz de continuar viéndolo morir una y otra vez, y al fin cuando se lo dije no se sorprendió, menos se enojó, y Dora creo que esperaba el reencuentro, ella como yo vivió hasta hoy, tiene más de cien años, pero podía morir hasta hace poco, pero el reencuentro con Cuca, con Guille, hizo que deseara la vida. Creemos que Josecito y Fabián podrán ser nuestros sucesores de sangre, de almas, es algo que debemos investigar.

 Vi morir a Guille dos veces en mi misma vida, en la guerra en Varsovia, en Río Gallegos en 1939, y quise morir con él, pero no pude, su amor lo hizo renacer en Dolores, la mamá que eligió era hija de Dora, llegó del Sur con Cuca, ellos fueron nazis, yo judío.

Cuando lo mandaste al Sur, cuando Ana murió, la mamá de mi hijo se fue, yo no estaba seguro de reencontrarlo, pero fue guiado por sueños que los dos tuvimos de aquellas vidas, y al fin supimos la verdad cuando llegó a mi hostal, el 04 de enero, todo esto lo contamos en el libro, los lectores lo creerán ficción.

Sucede que la mente humana, la psiquis, no está preparada para recordar vidas pasadas, de hecho no todos creen en ellas, aun creyendo en la reencarnación, dicen que recordar todo lo vivido antes nos volvería locos, por ello en cada vida olvidamos lo sucedido en las anteriores, de hecho Guille y yo, en sueños veíamos desde el amor de Varsovia en 1939, no recordamos hacia atrás, aunque seguramente siempre estuvimos juntos, pero en los sueños, el amor resistió, nunca olvidamos eso, incluso él que murió dos veces, gracias a ello fue sin saberlo a mi encuentro.

¿Comienzas a entender?

… Más o menos___ Marcos peleaba con la mente racional para entender a Dora, a Pedro, costaba, pero era real que vio salir a un hombre destrozado, que en el sur había reunido los retazos, que regresó feliz, completo, entero, enamorado quizá por primera vez, sabiendo ser padre, con una tía y una madre, y meditó en silencio, mientras luego de una mirada y un guiño a Gaby, Alberto habló, por primera vez, atentamente  no había perdido detalle del relato.

…¿Y cómo es eso de que serás socio de Guillermo?

… Soy abogado, me adoptaron en Chile los papás de mi hermano, ya lo conocerán, debo revalidar el título y listo, también sé de medicina pero no he cursado, me llevaría más tiempo, y ahora deseo estar acá, cerca de Guille, quizá más adelante rinda libre.

… Por lo de la reválida no te preocupes, Guille es amigo de todos, si vas de parte nuestra será un trámite___  acotó Marcos.

… Lo sé, más me cuesta salir a la calle que eso, Marcos, me intimida la ciudad todavía.

… En agosto, Pedro y yo haremos lo penal, vos de todo, Gaby familia y divorcios, Beto derecho tributario__ Guillermo organizó todo in mente.

…! Al fin esto se parecerá a un estudio! Eso me gustó__ Marcos se sintió feliz.

… Pero… Cuca no estará casi siempre, ayudará a Dora a  montar el museo que tuvo en el Sur.

… Vendré, menos pero no los dejaré, sobrinito  celoso.

… Yo entiendo, te creo Pedro__ Alberto reaccionó se súbito___,  les creo, es más, creo que avizoro a alguien que no conozco de días apenas, que llevo amando desde mucho tiempo atrás.

___Las miradas se  internaron entre Gaby y Alberto, Pedro y Guillermo supieron… que ellos sí habían entendido la verdad.

 

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.