"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO QUINCE.

“LA CÁTEDRA”

CAPÍTULO QUINCE.

 

Viernes 17 de junio de 2016. Bs. As., Provincia.

19.00 horas.

“El amor es de todas las pasiones la más fuerte, ya que ataca al

mismo tiempo la cabeza, el corazón y los sentidos”. Lao Tzu.

“Siempre hay algo de locura en el amor. Pero también hay siempre una

cierta razón en la locura”. Friedrich Nietzsche.

 

“He amado hasta el punto de la locura, eso que se llama locura, lo que

para mí, es la única manera sensata de amar”. Françoise Sagan.

…! Pedro!

.. No Guille, Diego, te llamo desde el celular de Pedro, es para decirte que la cena será más tarde.

No quiero que te preocupes.

..¿Preocuparme?___ un escalofrió le recorrió la columna.

… Pedro, tuvo un accidente, no es grave, estará bien. Te lo prometo.

…¿Un accidente? ¿Dónde está?

… En el hospital, en urgencias, pero no es grave.

…Pásame por mensaje la dirección, salgo para allá.

¡Mierda! Pedro, no.  ¡Esto es lo que me aterra, no!

“.. El corazón me latía a mil por hora, por el pánico, alarmado por la inquietud, con los sentidos encendidos de alarmas, tomé el saco cerrando la puerta con un golpe.

Llegué a la calle en segundos, sin embargo el coche que llamé tardó una eternidad, y le pedí al conductor que cruzara la ciudad a velocidad.

¡Malditas motos! ¿Por qué se obsesionaban con ellas?

 Pedro, ¿por qué necesitas vivir al límite ahora? Si te ocurriera algo grave jamás me lo perdonaría, debí impedir que fueras.

Sin embargo ya lo hizo, llegué al hospital y entré desencajado a urgencias.

Ese maldito olor,  detesto el olor a desinfectantes, de alcohol desinfectante unido a la inquietud. Pedro, parecíamos no coordinados, porque mientas no dejaste de sonreír divertido por esta tontería supuesta para vos yo me puse muy serio, y ninguno vio las emociones del otro.

Odio el ruido que hacen mis propios pasos sobre el suelo pálido de linóleo. La cruda frialdad de los inertes floridos cuadritos de las paredes, que no contribuyeron jamás a calmarme Todo me recuerda al día en que agredieron a Fabián.

Ya estoy acá, apenas puedo soportarlo, pero estás acá, en alguna parte.

Tragué la náusea que me invadió, con el nudo que me ahorcaba y llegué al mostrador de recepción. La enfermera levantó la  mirada, sé que debo tener el rostro demudado.

Por esto necesitaba tiempo, si fuera por vos, sé que hubieses declamado al mundo que me amas, pero estoy muerto de miedo, por otra parte siento por primera vez que tengo una vida, que al fin me gusta lo que hago, que todo cobró sentido cuando de ser sólo mis lugares, se convirtieron en lugares nuestros. Pedro logró que dejara atrás el vacío, que al fin me sienta fuerte de verdad, feliz, con él me siento yo mismo, no necesité nada más, dejé de pensar en los miedos, lo intenté”.

…Estoy buscando a un amigo, a mi socio...

…¿Nombre?__ preguntó la mujer.

..Pedro Beggio.

…Guillermo.

“..Me di vuelta de súbito ante la voz y allí lo vi, Pedro, mi Pedro, estaba junto a un chico desgarbado, delgado, de su edad que debe ser Diego. Acababan de cruzar las puertas dobles, el brazo izquierdo de Pedro estaba en un cabestrillo. El pánico provocó un escalofrío iniciado en la piel que me caló hasta la médula”.

…Guille, amor, no tenías por qué venir hasta acá.

… Muy chistoso. Diego me llamó desde  tu celular para decirme que tuviste un accidente, que te habías hecho daño.

…Estoy bien. Me he luxado el hombro, ni siquiera, me pusieron esto por precaución, Diego insistió en que viniera.

… Pedro, no estás bien. ¿Te has caído de la moto o chocaste? ¿Qué sucedió exactamente?__ exhalando furioso y preocupado, hablando  agitado.

… No ha sido nada, tomé una curva demasiado deprisa, había tierra, hojas en la carretera, tendría que haberla tomado diferente.

“… Quería decirle que antes que nada no debió subir a la maldita moto, que no tenía que vivir en un lento suicidio, que tenía a su hermano pequeño, que dijo desear una vida a mi lado, pero me callé para no avergonzarlo frente a Diego. Sabía que no me estaba comportando de manera razonable. Pero no pude evitarlo. En lo único en que podía pensar era en Fabián inconsciente, y en que un día me llamarán porque Pedro estará muerto.

Sentí que se me cerró la garganta y noté las lágrimas calientes, picantes tras los ojos”.

… Guille, cálmate___ suspiré aceptando el miedo que lo invadió.__ Ven, dame la mano, tranquilízate, te juro que estoy perfectamente bien, esto es algo fuera de lugar, nada roto, de verdad.

“.. Tenía la mano caliente, me tranquilizó, ojalá pudiéramos salir de acá, y yo huir del calor que irradió, de su energía desmedida, de su temeraria forma de ver la vida que me apabulla”.

…De acuerdo, cielito, de acuerdo…___ Aspiré profundamente, una y otra vez, intentando que no se dieran cuenta.

… Perdón Guillermo si te he asustado__ dijo Diego. Tiene los ojos de color castaño, el pelo negro, un rostro extraño, pero no parece desagradable___. Pedro me había dicho que debería llamarte.

…Está bien, gracias. Sé que sólo deseabas ayudar. Simplemente estaba,…, preocupado.

…Nada de qué preocuparse, amor__ insistió  Pedro___. He hecho cosas peores, en el country, en el departamento,  jugando con Diego al fútbol, y a todo.

… Eso es porque es demasiado grande para jugar a la pelota, lo lesionan con facilidad__ le dijo Diego.

…Te hice pedazos jugando al tenis, no seas fanfarrón__ le espetó Pedro.

“… Guille nos miraba alternativamente escrutando el simulado intercambio de ideas, sé que querría fulminarme, que estaba intentando recuperar el latido normal, y entendí lo que siente, el temor que venía contándome, justo pasó esto”.

..¿Podemos irnos?

… Sí, claro. Estábamos a punto de pasar por la casa de Diego para cambiarnos.__ Lo observé con mi mirada más dulce, los ojos intentando adentrarse en los suyos___. ¿Estás bien?

No piensas  irte a la casa, ¿verdad?

… ¿Qué? Claro que estoy bien. Simplemente no me gustan ni las motos ni los hospitales.

“..Le puse la mano en el hombro acariciándolo en pequeños círculos, pero sentí que le causé ganas de llorar de impotencia, no podía entenderme, lo sabía, sin embargo fue sólo mala suerte, nunca imaginé esta tontería, no fue una misión peligrosa en el Congo, mala suerte que le sucedería a cualquiera, pero sé que lo vio todo negro, en el contexto de lo que fui, de sus temores”.

… Vámonos.

… No puedes subir a la moto así.

… Tranquilo, hemos pasado por casa, cambiamos las motos por el coche__ explicó Diego.

… Acompáñanos, Guille, nos acicalaremos un poco y en media hora estaremos en el restaurante__ le propuse, atrayéndolo con el brazo sano para posar un beso en la frente, supe que estaba temblando aunque el nudo de pánico que lo ahorcaba estaba deshaciéndose, lentamente.

“Subimos al coche de Diego, el mío estaba en su aparcamiento, puso un CD de música clásica y nos fuimos relajando, aplacando los nervios destrozados de Guille.

Nos cambiamos, yo con ayuda, y en una hora entrábamos al restaurante, ya habíamos ido con Guille, en una de las salidas, como a él le gustaba decir”.

“…Reconocía  el lugar, en las primeras citas estuvimos acá. ¿Eso es lo que hacíamos Pedro?

Sólo salir, sólo sexo excelente__ contenía la respiración__. Y ahora querías que conociera a tu mejor amigo. ¿Significaba eso algo o yo estaba viendo demasiadas cosas?

No me mintió, Diego parecía simpático, inteligente, divertido, aventurero al parecer como él.

Sin embargo me dijo que me gustaría, pero que Diego me adoraría, cuando me quedé de piedra, con su sonrisa encantada, contestó  que quién no lo haría: “¿Qué hombre no lo haría?”

El nudo ahora me comprimía el pecho, me ceñía como una venda compresiva. ¿Qué hombre no me adoraría? ¿Pedro? Eso no es lo que quería, tampoco sé lo que quiero, no estaba seguro ante cosas como las de hoy.

Estaba precioso, vestido de negro, con los hombros anchos, los bíceps marcados, musculosos, Diego con los pelos en punta, algo más alto inclusive, pero Pedro tenía todo,…,  esa sonrisa arrebatadora, capaz de saborear mis gemidos, luego de provocarlos con los hoyuelos, como ahora mismo que yendo hacia la barra, me dio un beso suave que me excitó sin remedio”.

… Guille, con el lío, olvidé de decirte lo lindo que estás, como siempre__ le susurró al oído acariciándolo con el cálido aliento robándole el suyo.

… Siento  Guillermo que comenzáramos tan mal___  le dijo Diego___. Generalmente soy mucho más cortés, más con hombres capaces de enamorar.__ Le sonrió y Guillermo no pudo evitar asombrarse ante lo lanzado que era, mientras a Pedro se le revolvió el estómago al imaginarlo seduciéndolo.

… No pasa nada, Diego, está bien.

… Nuestra mesa  debería estar preparada en minutos, ¿quieres una copa de vino?__ Diego le ofreció a Guillermo, Pedro lo fulminó con la mirada porque no pudo usar el puñete.

…! Qué amable, Diego!__ comentó con sorna Pedro, un claro punto de burla en la voz, de súbito su propio amigo jugaba símil a Nazarre.

… Como siempre, Pedro, me conoces.

… Guille es mío, amigo.

… No creas que no me doy perfecta cuenta, lo sé__ Diego parecía jugar.

“… ¿Suyo? Otra vez estaba decidiendo  por mí, ahora con el amigo, faltaba que dijera que estábamos comprometidos. Lo miré pero seguía charlando con Diego, aparentemente sin darse cuenta de lo que acababa de decir de mí. Quizá fuera su forma de hablar, alguna especie de broma entre ellos sin importancia, en el estudio se portó bien __ me dije”.

… Creo que necesitaría una copa, gracias__ contesté al fin.

… ¿Cabernet? __ preguntó Pedro.

… Whisky, doble, por favor.

_”Arqueé la ceja mirándolo, pero pedí la copa, y un jugo para mí, puede que estuviera nervioso de conocer a Diego, aunque era un hombre de mundo.

Nos sentamos en los taburetes frente a la barra, lo abracé con el brazo sano, sé que adora sentir mi mano en su cuerpo, pero lo percibí inquieto. Quizá si estuviéramos solos, si le dijera que quiero anticiparme a su cumpleaños llevándolo mañana a la casa de la playa, solos, pero no, era mi sorpresa, uno de mis regalos, ahora con lo del tonto accidente, arruiné todo”.

“..Hice un gran esfuerzo para ignorar el cabestrillo blanco en tu brazo, el motivo por el que lo llevabas, Pedro, y la necesidad de pensar en mis miedos es casi irrefrenable, pese al pacto que hicimos de intentar seguir el camino, de no pensar.

Cuando llegó la copa, le di un buen trago, me quemó la garganta, pero al fin hizo algo de efecto relajándome”.

“…Guille, amor, no pienses, te mostré los videos de riesgos reales, esto no fue nada.

Estoy seguro que a ti, pronto he de poder besarte y amarte, y todo quedará en el olvido, sólo necesito sumergir mi boca en tu vida, y que quede escrita en mis labios, para yo grabar a fuego en los tuyos, todo mi amor, el deseo, en sutil armonía, caricias, en locos murmullos de querer la vida contigo. Eres el sol que alumbró mis otoños, tus ojos oscuros me recuerdan luceros en noches de verano acostado en la hierba, Si temes mi corazón sucumbe, si  huyeras asustado, me dejarías desierto de amor, sediento de morir despacio al no poder mirar tu sombra, ni beber de tu fuente, ni ver mi reflejo en tu luz, embriagándome, delirando.

Sé que te amo, no quiero ya pensarte, sólo imaginarte como desde hace años. Mis manos y sus terminales ansían de tu piel, de caricias en la belleza blanca de tu cuerpo, no quiero que dulces recuerdos murmuren ecos de silencios en mis ojos insomnes, quiero como la brisa arrasar tu cuerpo en besos. O ser el agua de la ducha, que cristalina y ardiente acaricia la belleza de tus secretos más ocultos, siempre ser el dueño de tus llanos y cúspides, de los valles y salientes, en aventuras audaces, apasionadas, es la única carrera que ansío. No me mires mis ojos, sólo verás mi pasión oculta. Hacerte mío, aviva nuevos fuegos, de viejos fantasmas, de nuevos amores ocultos en mustias primaveras, que se adueñan de tus años llenos de soles. Serás y eres mi destino, hombre de sonrisas y susurros.

Te cruzaste en mi vida con el hechizo de tu amor que perturba los sentidos, hace años que te amo en silencio, esperando mi sitio, mi turno, y en estos días el sentimiento fue creciendo, al amparo de conocerte fuera de la cama, de pie, seguro en todas partes, y al amparo de tus dulces susurros. Me enamoré de la vida desde reconocerte, en el otoño de la aurora de mis sueños te vi, y ya nunca más busqué la muerte, si es lo que temes, aunque nunca vi así lo que me gustaba. Turbas y perturbas mis sentidos al leve roce, al contacto de tus manos, cuando tus habitáculos conquisto, y veo tus ojos centelleando en luz que iluminan esperanzas de amor eterno, quisiera ser tu dueño, tu amo, tu verdugo, hacerte prisionero y cautivo, serlo en una jaula de dos.

Si sabes que vuelo a tu lado más que antes, te amo Guille, no temas, no pienses”.

…Me dijo Pedro que te gustan las actividades extremas, como a él.

.. Sí, eso es. No definen mi vida, ni son un estilo de vida, son prácticas secundarias, lo hago siempre que puedo, como las prácticas sensuales, diferentes, soy como ustedes, Guille, pero soy abogado, y el mayor tiempo lo dedicaba a eso.

… Me dijo algo, Pedro.__ Diego sonrió afectuoso, encantador. A Guillermo le caía bien, como Pedro le dijera.

… Hago divorcios. Trabajé para un bufete grande durante años, pero me enteré de otro más pequeño en el centro y me satisfizo. Me deja más tiempo libre.

… Debe ser intenso, en el estudio, es una mujer la encargada, Gaby, hace familia y divorcios, vive protestando.

… A mí me gustan las cosas intensas, la adrenalina, los desafíos.___ Volvió a sonreír y los ojos castaños se iluminaron.

… ¿Disfrutas lanzando indirectas esta noche, Diego?__ Pedro preguntó remarcando las palabras.

“…Pedrito, ¿estás celoso o me lo parece y estás jugando con tu amigo?

… Disfruto de todo, Pedro, lo sabes. Ya nos están llamando a la mesa. ¿Vamos?

“… Diego me condujo tomándome de los hombros, y creí  disfrutar de la carita enfurruñada de Pedro, de la mirada reprobatoria al amigo, pero me caía bien.

Seguramente pediría sus ensaladas y por mí, dejé la carta en la mesa, no tenía los anteojos, me eché contra el respaldo, Diego paseó la mirada entre los dos, en silencio estaba analizando la situación.

 Por un lado no me importaba, mi razón me dijo que debería, y más me perturbaba que escucharlo hacer el pedido con la sensualidad de esa voz me excitaba, odiaba reconocerlo, pero me embobaba, me embrujó este muchacho”.

… ¿Cómo se conocieron?__ pregunté para escapar del hechizo llamado Pedro Beggio.

… En el club, nos cruzábamos al ir a correr, a poco ya estábamos charlando luego de terminar, comenzamos a ver que nos  gustaban las mismas cosas, en deportes, la carrera, en viajes, pero no he visitado ni la millonésima parte de sitios que Pedro, entre la carrera de Derecho, el trabajo, no tuve tiempo, Y conectamos en las carreras de motos, excepto porque él tiene un gusto horrendo por ellas.

No me cree que no haya nada como conducir una BMW—insistió Diego__. Son las mejores motos cilindradas en el mundo. No hay nada superior que la ingeniería alemana.

… Veo que no se han puesto de acuerdo nunca en eso__ comentó Guillermo, fingiendo que la simple charla no le estaba provocando el nudo de miedo atenazándole y retorciéndoles las vísceras, con el miedo agolpándose como un puño en el pecho.

…Quizá algunas veces.

“.. Pedro se volvió hacia mí, me regaló sonrisas, me apretó el muslo, Y sin embargo, pese a la mezcla mareante de emociones, de sensaciones, un pequeño escalofrío me recorrió el cuerpo. Diego era atractivo, simpático, sin embargo no ejercía efecto alguno en mí, menos que Juan, que  Franco, que nadie. Ni  una chispita, nada. Desde encontrar a Pedro fue como ver a los otros desde larga distancia, y siempre comparándolos con Pedro. Y siempre salían perdiendo, en todo, porqué él lo tenía todo, y más que es a lo que temí desde siempre.

He tenido una sexualidad plena, activa, me gustaban todos, más los jóvenes, en eso Miguel no miente, ¿por qué ahora Pedro eclipsó a la totalidad?

Sólo tenía ojos y sentidos para y por él, y ahora mismo me descubrió mirándolo,  me atravesó con la mirada brillante, entró en mi ser, me leyó a antojo, y ya el pulso se  desbocó alocado, ya estaba excitado deseándolo.

Con la cena en la mesa, Pedro comió ensaladas y una mezcla de harinas integrales en una pasta con salsa de soja, Diego y yo, primero una sopa, y saboreamos luego fideos estilo Singapur, el sushi muy bien preparado pese a que no me fascinaba, intenté ignorar los pensamientos que se agolpaban empujándose, atropellándose a mil por hora.

“..Soy más consciente que nunca del efecto que Pedro ejerce en mí, él no se inmuta, lo sabe desde hace mucho, me ama, lo dice a mi hijo, a Gaby aunque crea que no lo escucho. Quizá lo comprendo ahora en base al contraste ante la falta de respuesta a la juventud y vitalidad de Diego. O quizá sigo atolondrado por el amarnos reciente. O es atracción, excitación,  mezcladas al miedo del accidente. Lo que en verdad me da vueltas y vueltas como calesita, si permito que mi mente hable, es la evidencia de que sólo tengo ojos para Pedro. Nunca he deseado a un hombre, nunca el deseo me llevó a mirar sólo a uno, y a ninguno más, siempre estaba Juan y… otros. Hoy la verdad es que sólo quiero a Pedro Beggio, y que lo quiero mío.

 ! Dios! Quiero que seas sólo mío”.

De pronto la comida se convirtió en plomo, necesitaba más whisky, o quizá no beber nada. Sólo me adormecería los sentidos, he pasado adormecido demasiado tiempo, sin pensar. He permitido que pasaran demasiadas cosas, en días. Hemos ido demasiado lejos, prácticamente vivimos juntos, cenó en casa, con mi hijo, con mi nieto, yo con el hermano, mientras lo veía conversar sobre un partido de tenis, me regaló la sonrisa preciosa, llena de luz,  pero me sentí inseguro, tenía que volver a pensar”.

…¿Me disculpan un momento? Ya regreso, no hace falta que me acompañes, Pedro.

“--Me escabullí al baño,  recé para que no hubiera nadie, necesitaba pensar, necesitaba calmarme y al notar que las piernas no me sostenían me apoyé en la pared tomando largas bocanadas de aire.

…”Esto no tenía  por qué significar nada, pero sin embargo lo significaba todo.

¡Mierda! Es demasiado tarde ¿Cómo he permitido que me sucediera?”

__Saqué el celular del bolsillo, y marqué el número de Beto, saltó el contestador.

..”Beto, soy yo, Guille, mira, necesito hablar con vos, no puedo hablar de esto con Juan, ni con otro. Creo que ya lo sabes, creo que estoy perdiendo la cabeza, por el amor de Dios, te llamo desde el baño, casi he huido asustado como un loco.

La cosa es que no...,…

Me he obsesionado con Pedro. Más que obsesionado… Me estoy enamorando de él. ¡Dios!

¿Acabo de decirte que lo amo? No me lo puedo creer, jamás me até, no confié, no me enamoré nunca de nadie, no puede ocurrirme a mí, él lo dice, le sigo el juego a veces, pero en verdad lo acabo de saber.  No puedo amarlo. No sé cómo se ama. Necesito que me ayudes, estás loco por Gaby. Necesito…”

Clic.

__Su mensaje se ha completado: Si quiere borrarlo y volver a grabar, pulse uno, si le agrada…

“Terminé apretando la tecla, ni sé cuál.

“¿Por qué he divagado tanto?

Debo serenarme, y salir como si nada pasara, o vendrá a buscarme, será peor, Graziani, contrólate.

Pero todo mi mundo ha cambiado al momento que me he dicho que amo, que estoy enamorado por una puta vez, de Pedro Beggio. El mero hecho de que fluyan las palabras me aterra, pero son ciertas, maldito corazón traidor, estoy enamorado de él, no hay una cosa que ahora ya pueda hacer al respecto”.

Me tomé mi tiempo, respiré varias veces, me lavé la cara, me miré en el espejo, me acordé  que hasta Fabián preguntó si me casaría con él, mi tía. El único que no lo veía al parecer era yo.

Esperaba que no me preguntaran  nada, no sabía si podría articular un hola, por suerte se los veía entretenidos, me sentaría en silencio. Ya me  lanzaba otra mirada, esa sonrisa, ¡Dios!”.

.. He estado viendo sitios fantásticos. Podríamos seguir prácticamente la ruta del Dakar, hasta subir a la Rioja, a Salta y cruzar a Chile. Hay sitios bellos en el Norte para descansar cerca de la playa. El mar es primitivo, más cálido. ¿Te importaría que no sea muy urbanizado?___ Pedro lo dijo a Diego.

… No. Sabes que duermo en una choza__ contestó Diego.

… Comeríamos unos pescados y mariscos increíbles, y son de las mejores playas, luego podríamos hacer el camino de regreso por Mendoza.

… ¿Dónde pararíamos en cada lugar?

… ¿Están pensando en hacer el recorrido hasta Salta en moto, cruzar la cordillera como esos locos que se matan cada verano y regresar?__ pregunté apartando la comida, el techo me daba vueltas, las luces se difuminaron, intenté comportarme normalmente, intenté no echarme sobre el cuerpo de Pedro, dejar la lucha y fundirme en él, dentro de él.

… Sí, un viaje en moto, Guille, hace años que lo estamos planeando. Por fin he reprogramado los juicios, tengo tiempo libre, y pensábamos tomarnos el mes de feria, hacer el recorrido en las motos a Chile como dijimos por el Norte, y regresar por donde pueda cruzarse, por el tema de la nieve, de última si no podemos ahora por eso lo haríamos en enero.

¿Has estado en Chile alguna vez?
… No. No viajo demasiado.__ Se me contrajo el estómago en un nudo cada vez más apretado, fuerte.

“…Pedro  en la moto cruzando el país a lo ancho, a lo largo, la Cordillera, Chile.

¿Cuántas horas de viaje serían? ¿Cuántas posibilidades de morir aplastado  o en un accidente? Esta vez fue sólo el hombro, ¿y la próxima?

¿Y luego de esto... qué? ¿Un safari a África?

¿Cómo puedes hacer esto Pedro, ahora? Ahora, no. Justo ahora que te amo, no. Es demasiado peligroso, podría perderte.

Graziani, si de todos modos lo harías, siempre supiste que no te quedarías con él, que estabas disfrutándolo aquí y ahora.  Menos ahora que lo amas, no puedes amar a nadie, no sabes, no quieres compromisos”.

… Guille, ¿sucede algo? Palideciste __ Había preocupación en la voz de Pedro___. Ni siquiera terminaste la comida. ¿Quieres que te llevemos a la casa mejor?

… Mejor__ susurró.

… El Sonic está en el aparcamiento, ¿podrás manejar?

… Sí, con las piernas, tranquilo, gracias.

…No te preocupes, el viaje  lo planificaremos luego. Te llamo y quedamos.

… Guillermo, lo siento, espero que te recuperes __ atento.

… Estaré bien, gracias, Diego, lo siento… No sabía qué decir.

Acompañó a Pedro a través del restaurante, recuperaron los abrigos, y fueron por el Sonic, que Diego al fin había ido a buscar. Convencido que lo manejaría con una mano.

“…Pedro sufrió el accidente, pero se muestra tan preocupado por mí que me rompía el corazón, ni siquiera imaginaba lo que sucedía, acostumbrado a andar viendo constelaciones en el Ártico, esto fue un juego de niños, pero fue el precedente de lo que será, cuando Agustín sea mayor, cuando se aburra de mí, lo que siempre supe, lo que no podré más adelante soportar.

Estaba silencioso, por suerte ni siquiera me preguntó el porqué de mi cambio. Maniobró con un brazo como nada, estacionó, avanzando concentrado en la ruta.

Cuando llegamos a casa, e intenté abrir la portezuela, me aferró el brazo, me clavó la mirada, y lo amo, mierda cómo lo amo”.

… Guille, ¿me puedes contar qué sucede? Deseaba darte una sorpresa este fin de semana, no me lo impide esto del hombro __ habló firme, seguro pero suave.

… En realidad no me siento mal, algo está mal. Siempre lo estuvo, no quise verlo, me dijiste que camináramos y no pensé.

… Cuéntamelo.

.. No, no puedo.

… Al menos mírame.

… NO.

… Guille, estás montando un berrinche como los de mi hermano, ¿qué sucede? ¿Acaso estás celoso? No hice nada como para ofenderte.

… No es un berrinche, Pedro, tampoco me has ofendido, y Diego es amoroso, ¿me puedo ir?

… Lo veo difícil, sabes que es viernes, que estaré solo en Palermo, al menos si me dejaras entrar, pero creo que ni siquiera es la idea.

… No, ve a tu casa, Pedro.

“Le tomo la mano, siento que se estremece tanto como el canturreo de la lluvia en el techo del coche, pero me evita, me desgarra, no lo entiendo “.

“Pedro, por suerte la lluvia   simula mi respiración, los sollozos que ahogo, quizá porque siento que esto es el fin, lo que no esperaba es que fuese tan pronto. Un sollozo se escapó tan sonoro e imprudente que no pude detenerlo”.

…! Dios, Guillermo! ¿Qué mierda pasó?

“… Vi el desconcierto y la rabia en la cara, intentó el abrazo y lo aparté, no puede haber un nosotros, ni siquiera en el estudio, lo supe siempre, es mi culpa”.

… Quiero que renuncies al estudio, al menos por ahora, no hay un nosotros, Pedro, por favor, déjame marchar.

… ¿Al menos no me vas a decir por qué? ¿Y la cátedra? ¿Tengo que renunciar también, Graziani?

… No. Allí pediré reemplazo yo, tengo que irme, déjame salir.

…¿Por qué?___ suplicando.

… No sos un tipo al que le gusten las relaciones, que pueda comprometerse, y tampoco yo. Lo que hace que esto fuera un imposible desde el comienzo. Pero ahora… lo es más que nunca. No lo puedo hacer. No puedo enfrentarme al…, no puedo continuar, no hoy al menos, tomemos una tregua, separados, alejados.

__Las lágrimas cayeron en riachuelos a raudales en el rostro de los dos, ni siquiera las secaron.

…¿Ni siquiera quieres hablar? ¿Se trata del estado de nuestra relación que hasta antes del accidente era perfecta?

… No quiero hablar, no era perfecta, no estábamos pensando__ repliqué agobiado, el nudo en la garganta me estaba estrangulando, ahorcándome, el dolor en el rostro que amo, me estaba desangrando___, estoy...

__Pedro me atrajo hacia él con el brazo sano, se quejó porque movió el otro, el beso agitó el ser de los dos, robándonos la calma, henchidos de un cúmulo de emociones dejando en él, el alma. Recordando los besos de noches y días de pasión, de excitantes caricias estremecidas, bebiendo néctares en los labios, la vida en la boca, exigiendo, demoliendo, acariciando el milagro de amarnos por la eternidad, dejando la vida.

___Guillermo se apartó, abrió la portezuela embarrándose, empapándose, caminando apesadumbrado hacia la puerta, Pedro desolado se dejó caer incrédulo sobre el volante, le dolía el hombro, pero más el alma, y Guillermo maldijo que no lo siguiera, también supo que lo volvería a empujar.

… Guille, no. Es fin de semana, es tu cumpleaños, son nuestras vidas, me echaste del estudio, me muero sin ti. ¿Qué mierda estás haciendo?

¿Acaso sigues con esos tipos? ¿Te aburriste de mí?

¿Es verdad lo que me dijo Nazarre?

No puede ser verdad, acabo de dejarlo todo por ti, renuncié a la empresa, firmé el contrato, conocí a tu hijo, tú a mi hermano, planeaba llevarte a navegar, a otra casa en la playa, miles de sorpresas, regalarte los anillos para el cumpleaños.

¿Qué mierda estás haciendo?

No puedo dejar el estudio, hasta encontramos a Silvina.

¡Guille!___ en un grito desgarrador.

Sólo escuchó su llanto, entremezclado con los sonidos de la tormenta que afuera arreciaba las copas de los árboles, como el adiós de Guillermo arrasaba con su vida.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS RELACIONADAS.