"VECINOS". CAPÍTULO DÉCIMO.

“VECINOS”.

CAPÍTULO DÉCIMO.

“Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan sólo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
como te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgia
tú nostalgias
y como me revienta que él nostalgia

tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas”.

Mario Benedetti - Poemas de otros.

"(...) y como suspendidos en el aire cientos de peces rosa y negro, pájaros quietos en su aire redondo. Una alegría absurda nos tomaba de la cintura, y vos cantabas arrastrándome a cruzar la calle, a entrar en el mundo de los peces colgados del aire".

Rayuela cap. 8, J. Cortázar.

“El lenguaje ejerce un poder oculto, como la luna sobre las mareas”.
Rita Mae Brown.

“En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía, como la luz apacible y desmayada de la luna”.
Gustavo Adolfo Bécquer.

“No hace falta que me prometas la luna, me basta con que quieras pasar un rato conmigo debajo de ella”.
Murcianika.

Lunes, 19 de setiembre de 2016.  Bs. As, provincia.

22.00  horas.

__Pedro, al fin, estábamos preocupados, ya casi no vienes a vernos, no estás demasiado en el departamento __ me reprochó Diego,  sé que tiene razón__, ¿estás bien con tu vecino?

… Sí, todo bien, pasen, ya traigo una cervezas, pasa que estoy estudiando, saben que deseo rendir lo antes posible, más precisamente debo recibirme en diciembre si quiero tener la oportunidad de buscar a mi madre.

¿De dónde vienen ustedes? ¿Pasa algo Raúl?__ interrogué al verle el rostro a mi amigo, en verdad Guillermo acaparaba todos mis pensamientos, y no era justo que los dejara.

… Más o menos,  a ti no te voy a mentir ni a  ocultar nada, Pedro. Es mi padre, la mujer, mi madrastra __ Diego lo dice preocupado, me senté a su lado con unas latas heladas de cerveza.

… Me llamó ella, para que fuera a hablar con mi padre. En el momento no alcancé a precisar las intenciones, pero obvio que sé que no serán inofensivas, tampoco reconocí mis emociones, me despertó el teléfono, no sabía si soñaba o era real. Sabes que si hay algo en el mundo que no quiero es entrar en contacto con ellos, pero decidí hacer frente a la caja de recuerdos, al pasado, a mis limitaciones, empujado por Raúl, claro. Disculpa, Pedro, sé que es tan parecida la situación con lo tuyo, a la vez tan diferente, porque a mí me  denigraron , pero sé quién es mi padre, elijo no verlo __ me dijo Diego mirándome.

… Está bien, no importa, eres mi amigo, quiero saber lo que te sucede, como tú me ayudarías con ellos si los encontrara, sigue contándome __ le dije realmente preocupado.

… No lo pensé demasiado, o daría marcha atrás, Raúl dormía, verlo a mi lado, me dio renovadas energías, pero despertó ante mi voz, aunque le respondí con palabras:

 ¿Cuándo? ¿Dónde? Y me dijo que no esperara que me volviera a llamar. Quedé aturdido, procesando las palabras y mis emociones, mientras intentaba espabilarme, y dudaba sintiéndome a la vez una basura, entonces él despertó__ señalando a Raúl ___, ni siquiera lo escuché llamarme de lo atolondrado que estaba, sentado de espaldas en la cama, me tuvo que acariciar porque no lo escuchaba, hasta que procuré darle una mirada displicente aunque cada fibra, cada gesto del cuerpo indicaron lo contrario. Quería fingir serenidad, no preocuparlo, pero nos leemos, ya sabes, al fin la mujer me llamó para decirme que mi padre está en la ruina, simplemente  me llamó para que le dé un rescate económico, los bancos no confían en su capacidad de pago, y recurren a mí, porque al parecer soy su única esperanza

..¿Un qué? __ alcancé a preguntar  preso de sorpresa.

…Un rescate económico, que le compre buena parte de la empresa, es injusto, es desleal, pero me provocó un cúmulo de sentimientos encontrados, Raúl lo vio en mi mirada, reflejaba mi turbulencia interior, me sentí una mierda, pero no por lo que le pasaba a él sino por mis dudas, me dije qué clase de monstruo era.

… Le dije que no me lo creía, que albergara ese sentimiento de culparse a sí mismo, cuando debería haber negado el dinero en instantes, era justa la duda y también el negarse, y pese a todo, Diego me dijo que no podía. Le dije que sí  sería capaz, que debía negarles toda ayuda como ellos lo negaron a él__ me replicó Raúl.

… Terminamos discutiendo, porque me sentí culpable por dudar darle un sí rotundo, mientras Raúl me dijo que ellos no harían lo mismo ni nada por mí, y sé que es verdad – dice Diego asumiéndolo.

…Diego, coincido con Raúl, si me pongo en tus zapatos, si me plantara cara el desgraciado de mi padre que no quiso que naciera, no entiendo por qué debes asegurarle la vida de lujo al hijo de mil putas que te considera un error genético__ le digo lo que yo mismo siento por ese supuesto padre que dicen que tuve, evocando un pasado que en Diego estaba enterrado en escondrijos de la mente, en mí no. El pasado nunca muere.

…Lo que me sucedió fue miedo, Pedro, hablé y fui duro con él, pero por miedo  a que retrocediera en el tiempo viendo al padre. Quiero que hagamos de cuenta que el llamado nunca existió, que nada en nuestra vida cambió, pero me pregunté el precio,  Diego me dijo que no pensaba ayudarlo, porque me dolía a mí, porque me amaba y no deseaba hacerme daño, porque soy todo  para él hasta que lleguen los chicos, y me desarmó, pero me di cuenta que cargaría toda la vida con la culpa por la ruina del padre, sabes cómo es Pedro, bueno, me asusta que lleve tanto peso en su alma, pero justamente por eso lo amé, y lo amo, al fin decidimos que no puede dejar de ayudarlo, aunque no lo merezca, dudando, no puede ser como él, vos harías lo mismo Pedro, aunque hoy creas que odias a ese hombre.

… ¿Lo harás entonces? __ Pregunté intentando pensar en mí.

…La vida es irónica, dura, ni siquiera es mi voluntad hacerlo, es…__ Diego se interrumpió. No tengo idea de lo que debo decir, es algo que no puedo poner en palabras__. No sé lo que es.

… Quizá no sea necesario explicarlo amigo__ lo regañé__. Creo que te entiendo.

.. Gracias, pero por favor no le cuentes a nadie, saben los dos que no ando publicando lo que hago o dejo de hacer, entierro mis buenas acciones avergonzado del agradecimiento, es mi trauma. No puedo aceptar halagos ni que alguien se sienta en deuda conmigo.

En definitiva lo haré, al menos iré a la empresa, ni sé si lo veré, iremos juntos, Raúl teme que me vuelva a encerrar en mis sentimientos, por lo tanto iremos.

… Cuéntame luego. Diego, ¿crees que el pasado puede revertirse sin amor? Quiero decir, lograste acallar la voz de tu padre por el amor de Raúl, si él no te amara, si sólo te diera placer, trabajo, dinero, ¿hubieras salido adelante?__ pregunté arrepintiéndome al instante.

… No lo sé, pero… ¿de quién estamos hablando, Pedro? __ me enterraron la mirada los dos, y viré de tema.

… Nada, no importa, dime, ¿ustedes le dieron mi dirección al desgraciado que me violó?

 Se presentó acá, la noche en que regresé del Colón con... mi vecino, me abordó, y Guille casi lo mató, no creo que regrese, pero no entiendo cómo me encontró__ les interrogué en súplica.

… Jamás te expondríamos, nunca lo vimos, quizá te siguió, o nos siguió, puede haber llegado al lugar por los padrones, no hemos conocido a ese tipo, Pedro, jamás lo traeríamos a ti, ¿te dañó?

… No, está todo bien, disculpen, no creo que regrese.

“Mis amigos cenaron unas pizzas, y cuando se marcharon abrí la ventana, espiando el piso a oscuras de Guille, añorando que estuviese allí, fumé en silencio un cigarrillo, y al fin no puede resistir la tentación de llamarlo, quizá ya estuviera dormido, pero me arriesgué”.

…Pedro, ¿estás bien?_ se sobresaltó. ¿Acaso regresó ese tipo?

… No, Guille, tranquilo, estoy bien, vinieron mis amigos, cenaron acá, pero  extraño a mi vecino. Me asomé al ventanal, y ver tu piso a oscuras, me da pánico. No entiendo por qué no vienes al departamento, y te quedas en esa casa que no sientes como propia, acá podríamos cenar, compartir cosas cotidianas, la pasamos bien en la cena, en el teatro__ le lancé.

… No Pedro, no ahora, hoy no puedo ser tu vecino, me sacaría de mi plan verte a cada rato, y además necesito de esta casa para trazar las estrategias de nuestro juego__ me replicó y no me sentí cómodo.

… Dicho así, me siento como un peón del tablero de ajedrez, no me gustó la comparación, aunque me divierte  el juego, me siento más vivo, mejor__ le dije  sorprendido.

… Entonces es válido. ¿Estás en silencio?

… Sí, podrías dormir tranquilo, me acostumbré a estudiar sin música, intento estudiar, sabes que deseo rendir, y me distraes de mis clases con las citas. Bueno, si no vendrás por ahora, mejor será que intente estudiar y dormir, se siente vacío el piso de arriba, me siento solo ahora acá, más que antes, pero te quiero demostrar que confío en ti. Nos veremos el miércoles, entonces.

¿Temes que de estar acá… me harías el amor? __ le provoqué.

… No dije que sea mi plan__ replicó.

… Sin embargo,  cuando cenamos en tu departamento dijiste lo contrario, me confesaste que eres gay, y dijiste que me amabas, luego de que me reencontraras, cambiaste diametralmente, al ir conociendo mi historia, ya ni siquiera intentas tocarme.

… Tracé el plan, luego de tu huida, quizá por ella, confía en mí. Descansa.

... Buenas noches.

… Chao, Pedro, descansa, cuídate.__ Cortó y sentí el desamparo.

“Miré los libros, estaba agotado, me acosté, y sin darme cuenta, estaba dormido, pero soñando con él y con mi abuelo, tan perturbador fue que desperté empapado, me incorporé asustado, encendí las luces, abrí la ventana como buscando algo de Guillermo que me diera un pedacito de la paz que encontraba a su lado, pero al ver la ventana cerrada, decidí escribir el sueño, empezar un diario, o algo así”.

“… Acabo de despertar desolado, el sueño es tan vívido que parece real. En el sueño bajo del taxi como cada vez, en el Delta, me aproximo a las rejas del portón de acceso de la casa de Guillermo. Pienso en cómo lo conocí, como mi vecino a punto de demandarme por los ruidos molestos, cómo me escabullí de él, y me reencontró, y veo que la vida, al menos la mía corre en círculos, me devuelve siempre al mismo punto, quizá asocio con lo que le sucede a Diego, quizá su relato disparó este sueño.

La cosa es que bajo del taxi, me aproximo a las rejas de la casa que pronto se abren. Entro y al hacerlo escucho el ruido del cierre detrás, giro para verlo, pero al volverme me encuentro en el living, como hoy, como es en realidad, pero estoy en un pasillo mucho más largo de lo que es el real que conozco en la casa de Guille. Me siento excitado ante la posibilidad de verlo, y aunque no sé en qué puerta de las tantas que pueblan el pasillo está, estoy muy seguro de hacia dónde voy. Estoy vestido como al ir a la facultad, con jean, remera, zapatillas, con los libros y la mochila.

De pronto siento que alguien me sigue, pensando que es Guillermo me vuelvo, al verlo me congelo, los libros caen de la mano, me aterro, es él, es mi abuelo, el asqueroso mirándome como a mis doce años, con lascivia, me empieza a perseguir, corro, tengo doce años pero cuerpo de adulto, él me dice lo que entonces, que me detenga, que no me resista. Lloro, corro, corro, me persigue, maldito, me sigue, tiemblo, me da asco, siento que  no llego a ninguna parte, y además que estoy desnudo, ya no con la ropa con la que llego. De pronto abro una puerta cualquiera, sin aire, temblando, pálido, sudoroso, tengo miedo de que él me encuentre, y de pronto escucho que me llaman, pero es la voz de Guille.

Me vuelvo, lo siento… potente, hermoso, a contraluz, los rayos del sol entran por el ventanal, vestido de negro, me mira, no puedo verlo, presiento que me penetra con la mirada, es tal la insistencia de la mirada que me incomoda, como muchas veces, y todavía llorando le espeto furioso.

…¿Le dijiste que estoy acá? ¿Fuiste tú? — le grito.

… Le dije que regresaste al origen __ contesta.

Aún no entiendo por qué me dice eso, pero sé que camino hacia donde lo siento que está, furioso, colmado del mismo odio que siento por todos los hombres. Lo empujo, cae en la silla, le entierro los pies en el abdomen, deseo matarlo, pero entonces veo la mirada con la paz que añoro, con una desconocida tristeza, y sus ojos oscuros pero para mí transparentes me quiebran, caigo de rodillas, murmurando.

… No sirvo para nada,  hazme el amor, Guille, antes que él me tome, hazlo tú __ le dije.

 Guille me toma la cabeza y me mira con los ojos que leen el alma, como mi ángel, y recalca las palabras.

… Estás conmigo, donde está el origen. Acá no existe el miedo.

Entonces despierto temblando, es que sé que hoy sucedieron cosas increíbles para mí en esa casa”.

__

Experimenté sensaciones tan extremas, que no encuentro las palabras, los adjetivos que conozco para escribirlas. Siento que tal vez pueda renacer como dice, como el ave fénix. Tal vez, Guille de verdad pueda hacerme resucitar, me siento más vivo como le dije por teléfono.

Me llama la guitarra, sé que lo que nace aunque no pueda escucharlo,  es por y para él, lo grabo, no sé si lo escuchará alguna vez, como no sé si leerá el diario.

Toco mis más dulces melodías en esta vieja guitarra, no ya para mi abuela, no ya colmadas de tristeza.

Mis manos se deslizan suavemente por las cuerdas, y el sentimiento aflora en cada nota aguda. Necesito tocar los sentimientos por él engarzados, con notas suaves melodiosas, notas que acompañan mi noche sin él acá, mientras susurro su nombre en las notas, entono una melodía que invento para él.

Guille, ¿escuchas las notas de mi  guitarra?, escucha su grito enamorado, y mira cuánta soledad me has dejado, cuánto vacío, si no regresas a mi lado. Creo que te  amo, aunque no pueda sentirlo, aunque no sea nadie, aunque el placer se me niegue. Sólo tengo esta guitarra, que acompaña mi corazón desolado, tu ausencia, muchas cicatrices  podrá dejarme, si quedara varado en tus manos, y en estas notas que te dedico, pero que en verdad como rayo has clavado hoy en mi pecho, quizá antes, quizá cuando huí de tu  departamento.
Tengo todo un mundo por conquistar, no conozco nada, acá en la tierra contigo en mis pensamientos, en mis sueños, con las estrellas, y mi insomnio, tu imagen  me quita la calma, me inquieta. Y canto sobrevolando la tierra, bañando de música mi boca como de tu placer negado.
Tengo un mundo por conquistar, si me dejaras verte, hablar, sentirías mis emociones, rozarían los cuerpos en discusiones, te contaría mi vida como hago, al tiempo que se mezclaría con palabras de pasión. Tengo mucho por encontrar y mucho más que ver, tengo sueños, que son desiguales a los demás, pero tus pupilas llegan a mi alma, soy esclavo de tus sensuales labios, y quizá cuando conquiste el mundo entero, descubra que deseo estar acá, ser tu vecino, que es lo único verdadero.

Bs. As. Provincia, miércoles 21 de setiembre de 2016.

Estudio Graziani y  Asociados.

… Ve, Alberto, es el día de la primavera, me quedaré un rato solamente, tengo que ir a la casa, hoy veré a Pedro.

… Guille, termina con eso, por favor, o lánzate de cabeza, pero no a medias__ le dijo reprochándole, al mismo tiempo preocupado.

… No hago nada a medias,  Beto, necesito, voy, estoy ayudándolo, lo sé. Seguramente mañana te daré los datos de la madre, la buscaremos desde acá, en tanto termine de rendir __  dijo a sabiendas que a Beto no le preocupaba la carrera, ahora sino sus sentimientos, los del amigo.

… Está bien, Guille, perdón, pero hoy debieras estar en la casa con Fabián, ver a Ana, saber si está más lúcida, resolver algo, te fuiste de la casa, y con el… “me separé”… no alcanza, necesitas avanzar__ replicó sincero. Mirándolo.

…  Ana y Fabián no pueden hacer nada por mí, Beto, lo sabes, nadie puede, quizá Pedro, en parte, si logro ayudarlo sin amarlo, quizá, y no vuelvas a decirme que es imposible y todo eso, desde que lo conocí ni siquiera he visto a Juan, mucho menos me fui de fiesta, me ayuda, me ancla a él __ replicó convencido, y Alberto resignado se puso de pie, saliendo del despacho apesadumbrado, mientras Guillermo sopesó sus propias palabras, en realidad no veía la hora de que llegara la tarde.

“Sos bello, precioso, Beto tiene razón sólo que no puedo abdicar ahora, no puedo dejarte a mitad de camino, pero me perturbas, me enloqueces, temo que eche por la borda mi plan, que pierda el control, sos bello por fuera pero esa belleza está sometida al tiempo, a sus avances, es  subjetiva, tu belleza interior  sometida como vela a la caricia del viento me subyuga.

Sí que extraño ser tu vecino, no sé cómo soporté llegar hasta hoy sin verte, sin espiarte al menos de lejos, sin ir al edificio a buscarte, anoche te soñé, lo sé, y mientras observo,  la luna se sonroja, porque imagino noches eternas que sin embargo  se visten de cortas amándote.  Siento como hiedras tus manos deslizándose dulcemente, como intentaste la primera vez, aferrando mi cuerpo, mi hombría, mientras las mías se pierden en tus carreteras junto a la columna, hasta donde dejan de serlo. Y veo tus labios ansiosos como leña seca que se enciende y se consume en el fuego de los míos en el beso que te niego, que me niego. Vehemente te escucho susurrar mi nombre, me dejo transportar al universo, a alguna estrella donde el amor sea posible para ambos, llenándonos de él, desbordándolo. Entre alas de suspiros elevo mis plegarias para no  ver la mañana que te arrebate de mi vida,  o de mis sueños”.

Nordelta. 16.50 horas.

“No entiendo cómo mi mente vagó esperando el momento de verte, por senderos que no sabía siquiera que existieran hasta el lunes, todo el martes estuve sumido en ti, casi ni dormí esperando el instante de la cita, esta noche escribiré todo lo que me hayas preparado en mi diario.

Traigo la llave con la cola esa que parece de zorro, entiendo que puedo entrar libremente sin pedir permiso, la acaricié en la clase, muriendo de ansiedad por llegar a tu casa, tu juego vecino consiguió atraparme y no me lo creo.

Salí temprano de la facultad, como el lunes deambulo los alrededores de tu casa, llegué al fin hasta el río, de a poco empiezo a reconocer, senderos, plantas, flores. Procuré esta vez no acercarme demasiado, para que no me vean desde adentro, sin embargo al ver la fachada de lejos, siento que entro a un infierno que me gusta, me siento seguro, tranquilo, entero, confiado. Me gusta demasiado, me tiene atrapado, quedé en la trampa, ya no puedo escapar. Quiero saber qué sigue en cada cita. En horario puntual me asomé a la verja, como  el lunes la abrieron desde adentro. De sólo pensar que me esperas, que al fin voy a verte, me siento satisfecho, extraño demasiado tu presencia en el edificio.

Entré sin preámbulos, ya no temo ni me siento inseguro, lo que hicimos el lunes me devolvió la vida. Subí los escalones  del porche luego del sendero de piedra, preparé mi llave, abrí como en casa, me encontré solo en el living, no vi a Pablo, tampoco el coche, divisé una de tus notas en la mesita del living.

… “A la izquierda, diez pasos hacia delante”, leí. Solté una risa sin poder evitarlo, parecíamos niños, y volver a la infancia me hacía pensar en nacer de nuevo, era maravilloso, poder quizá regresar al origen, modificar las cosas.

El sexo requería estrategias regidas por la pasión, no por el intelecto, ¿estábamos yendo hacia allí tan lentamente? Supe que era la fantasía lo que me propulsaba a seguir jugando, giré a la izquierda, fui hacia delante, hasta dar con la próxima nota pegada a la puerta de vidrio que se abría al jardín.

.”Gire a la derecha, dé diez pasos adelante”, leí y jugué, midiendo los movimientos di con la nota pegada esta vez a un cuadro.

…”Giro a la derecha, tercera puerta”. Me estremecí de emoción, y corriendo encontré en la puerta la nota, acompañada esta vez por un plano de lo que vería al entrar, había un sillón, un living, un bar, un mueble más, la nota dice segundo living.

“Memoriza el plano. Tienes que abrir la puerta sin usar la vista, la llave que tienes abre las puertas interiores también”, me decía.

 Y le hice caso, de nuevo a ciegas. Cerré los ojos, y lo intenté, pero no daba en el hueco. Traté de encontrar la estrategia de juego, y usando las manos reconocí el terreno, hasta encontrar la cerradura con una, con la otra guié la llave y al fin lo logré, encajaron, di dos vueltas, toqué el pomo que adiviné dorado y abrí.

Ni bien me encontré adentro, la puerta se cerró. Abrí los ojos como platos de inmediato, pero no veía nada. La penumbra era tanta que alimentaba la sensación de la nada, y en lugar de temer por la pesadilla, me sentía bien, porque en esa nada estábamos Guille y yo solamente”.

--- Quédate quieto, Pedro __ oí su voz sonando a coro de ángeles.

Casi al mismo tiempo escuché sus pasos, se estaba acercando, se me secó la boca, tragué saliva, el corazón ya estaba acelerado, tanto que pensé saldría huyendo del pecho. Y aunque parpadeaba en la esperanza de verlo, la oscuridad se cernía sobre todo. La calidez del aliento, del respirar cerca de mis mejillas, me llevó a estremecerme por entero, la insistencia de la mirada que como rayo de nuevo intuía que me penetraba, me llevaba a las cosquillas. Algo me acarició la frente. Sentí el calor  de la piel de Guillermo rodeándome la cabeza, supe que me estaba vendando los ojos, de nuevo me privaría de verlo. La anudó con parsimonia, escaldándome la nuca con su aire, me olfateó el pelo, mi piel se erizó, pero sus pasos se alejaron. No quería que se apartara de mí, que me privara de hablar o de verlo, pero debía aceptar las reglas del juego, seguro que lo que vendría luego de esas sensaciones sería más letal. Escuché el clic de la llave, supe que estaba encendiendo una lámpara.

… Tienes que desnudarte, Pedro  __ me indicó desde un rincón.

Su voz me embriagaba, me estremecía, era ronca, me sumergía en el trance similar al de mi sueño, ni siquiera me atreví a pensar en si alguien más podría estar allí. Sabía que Guille no me expondría ante otros, tampoco ante peligro alguno, confiaba en él, mi inconsciente me demostraba que no me exponía a nada en contra de mi voluntad. Con él me sentía en paz, seguro, cuidado, tranquilo.

Le hice caso, me quité la remera por sobre la cabeza, con cuidado de no llevarme en ella la venda, las zapatillas, las medias. Casi me caí, pero hice equilibrio a tiempo aunque sentí que se había acercado, pero regresó al ver que pude solo. Creo que el resto de los sentidos al anular la vista se iba desarrollando y supe que Guillermo estaba a mi derecha, del otro lado de la habitación quizá cerca de los sillones.

Me saqué el pantalón, sólo restaba el bóxer. Me invadió un escalofrío. Nunca me había desnudado así, a conciencia frente a un hombre gay, sin saber cómo me estaba mirando, aunque por el calor que me abrasaba supe quizá que su mirada echaba fuego, sin embargo no debía ansiar que él me viera, era yo el que debía sentir, desear. Bajé el bóxer sin esfuerzo, lo dejé deslizarse y caer casi como si de una parte de mi cuerpo que se desprendía y se alejaba se tratase, como los pétalos de  una flor cayendo al vacío.

Temblé de ansiedad ante el silencio, gemí de excitación por su presencia. Hasta que al fin me llegó su voz, luego de lo que me pareció una eternidad.

… En algún sitio encontrarás una caja como siempre, búscala__ dijo sin más pistas__ y ábrela.

Otra vez me consumía la sed, él se dio cuenta, me lamí los labios con la lengua, deseando que fuera la suya, deseé que me humedeciera los labios con los suyos.

… Frío, __ dijo, cuando fui a la derecha.

Por recuerdo del mapa sabía que estaría delante del sofá, que algo podría haber escondido, me agaché, repté casi luego de que los talones rozaron mis nalgas, para instalar las manos bajo el sillón, lo sentí a él moverse inquieto, daba vueltas alrededor mío, me estaba mirando, escudriñando, me hacía estremecer el saberlo, tiritaba.

--Frío __ lo escuché decir con la voz ronca.

Con dificultad me incorporé sosteniéndome del borde del sillón y me encaminé hacia la izquierda con los brazos como tomando distancia, buscando la barra del bar, que sabía estaba cerca, al fin toqué la superficie,  rugosa, fría.

..Tibio__ dijo Guillermo.

Seguí recorriendo la barra, choque con algunas botellas, pero me desalentó.

… Frío__ dijo.

Frío comenzaba a sentir de estar allí desnudo, sin él rodeándome con su calor, me mordí el labio inferior por la sed, y la intriga, pedí agua, me dio una copa que bebí a fondo blanco, y la recogió por mí volviendo a alejarse.

Comencé a rozar el único mueble que quedaba, la superficie del armario, encontré una cosa pequeña, parecía una botella, pero no supe de la caja.

… Caliente__ dijo.

Entonces detrás la encontré, una de sus cajas aterciopeladas, busqué el broche de apertura y la abrí con facilidad. Moría por saber el contenido, mi tensión aumentó al palpar una botellita blanda, supe que era gel, me ganó el rubor, la sangre bulló.

… Alguna vez te debes haber excitado solo, ¿verdad?

.. Lo intenté, pero no logro sentir, ya sabes, hace años, desde que pasó aquello, nunca más sentí nada que no sea asco.

… Tienes que demostrármelo, necesito conocer tus zonas erógenas. Tu cuerpo es la geografía que hoy vamos a explorar __ concluyó desafiándome.

Sentí que me tomaba por los brazos, eso erizó mi piel, tembló la carne, su contacto me llevaba a la locura, se fugaba la razón. Me sentó en una silla y se alejó, poco después se oyó el sonido de su cuerpo desmoronándose en el cuero del sofá, tenía el gel entre mis manos, yo deseaba que él explorara mi cuerpo, la magia la ejercía su cercanía, su contacto.

Estaba muerto de vergüenza, podía casi verlo, sentado con las piernas abiertas, apoyando los codos en los muslos, las manos cruzadas bajo el mentón , estudiándome, sentía las caricias de su mirada, me avergoncé, pero me relajé al saber que apenas tenía la luz de una lámpara.

Dejé el gel, y me   estimulé los pezones, los hice rodar luego de acariciarme el pecho, los pellizqué, pero eran sus labios en ellos lo que deseaba, se erizaron,  la piel se tensó. Trasladé las manos al vientre, dibujé el ombligo, el tatuaje que supe debía estar estudiando, y luego descendí a los muslos, a las caderas.

Me pareció que sonreía, lo supe porque  escuché que el aire entraba por su boca, no por la nariz, o sonreía o estaba excitado, y saberlo me provocó el mismo efecto. Me cubrí mi virilidad con el gel, empecé a acariciarme, a apretujarme, a frotar, a modelar, sin embargo,  mis caricias no eran las suyas, no eran suficientes. La sed me consumía, me agité convulsivamente, deseaba que él se internara en mí, que me bebiera, que me devorara, que entrara, sin embargo no se estaba moviendo, estaba mudo, como un fantasma, y sin embargo sentía su mirada, al decirme que él estaba viendo cómo me daba placer, al menos lo intentaba, entonces me excité. No fue fácil, demoré un siglo, hasta que luego,  después de tantos años, las espirales de placer, las olas me invadieron, empecé a convulsionar, a estremecerme, a gemir, y desde mi virilidad donde todo comenzó la ola mayor fue hacia adentro, se extendió abarcando todo mi cuerpo débil, preso de las sensaciones olvidadas.

Sucumbí ante el poder del estallido, me avergoncé del derrame, del grito, bajé la cabeza, y en medio del clímax mi cuerpo pedía más, quería que alguien,… no, que Guillermo lamiera mis pezones, mi sexo, y estuve a punto de pedírselo, cuando terminó el juego, con apremio...

… Fase aprobada. Te dejo instrucciones y comida.

__ Creo que estaba a punto del estallido, me rozó cuando pasó como una exhalación junto a mí, escuché la puerta, abrirse, cerrase, el destello de luz  que entró me cegó, cerré los ojos, cuando oí que se cerró los abrí, y sólo estaba la lámpara, la comida, y las instrucciones, nunca pude comer, a él lo deseaba, me dejó con la orfandad de no haberme penetrado, de no haber sido suyo, con el deseo de sentirlo.

Temblando me puse de pie, bebí la botella de agua mientras abría la nota.

“Si no irás al estudio mañana, ven el viernes, misma hora. Debes traer escrita  una escena sexual que hayas visto o imaginado… que te parezca, perfecta”.

Provincia. 22.00 horas.

“…Esta noche mi amor quiero que por fin tengamos esa noche pasional que tanto me has prometido, esa mirada tuya me invita a pecar contigo, esos labios  que tienes me incitan a probarlos.
 Guille, acércate, ya no voy a huir,  hazme tuyo, creo que contigo puedo sentirlo todo, eres mi mayor deseo hoy, más que todo lo demás, te deseo desde el alma y si pudiera verte desvestirte como lo hice hoy yo, sería mi suicidio de los sentidos, tienes los encantos de un ángel, tientas como el demonio, y te extraño, escribiré lo que sucedió hoy, intentaré imaginar esa escena que nunca viví, la que deseo tener contigo, sólo contigo, sólo contigo renazco, sólo contigo siento”.

“Pedro, cómo te atreves a irrumpir en mi mundo y al tocarme la mano, llevarme al infinito. Al escuchar tu voz, al ver tus dedos en la guitarra extendiste el primer día tu canto en el alma, ahogándome, hoy encendiste mi cuerpo a la distancia, contemplándote.

No sé cómo mantener el control como para no bordar mis besos en tu boca, como para no ser el volcán en erupción que en mis lavas te arrope, el huracán, el viento que trastoca, la tempestad que te destroce en pedacitos, ¿cómo no llevar mi ser en el tuyo?

Ser agua, mar , rio, una tibia mañana, un oasis de mi alma, una noche mundana, un remanso de paz, que me aparte del mundo, que cubra el pasado en manto de olvido, de perdón, que apague mis lágrimas, que mueran en sonrisas de tus labios, que me roces sabiendo, que es etéreo destino.

Me llevas hasta las nubes, y me rompes por dentro, puedes poseer mi alma y ser mi tormento, aferrarte en derroches de viento, descubrir el alba, todo eso sos en mí, y no sé cómo escapar para cumplir con mi plan”.

___

.. ¡Hola, Guille! No puedo no llamarte en las noches, tampoco no decirte que se me hace eterno esperar al viernes, más si escribo esa carta, estoy ávido de ti, te extraño acá.

Sé que me deseas, desde que cenamos en el departamento,  que te torturas no tocándome, no entiendo por qué me valoras tanto.__ le espeté.

… Sos un ser valioso, un tesoro como el diamante que llevas tatuado __ el saber que efectivamente lo vio, me dejó sin aire, sin habla__, yo no soy nada, yo no merezco ser amado, vos sí, y lo serás__ dijo seguro, me confundió.

… No entiendo, si es por tu farsa, por tu condición o elección oculta, por tus amantes, eso no de hace ser más oscuro que yo, y no merecedor de ser amado, si estuviste y estás en ese sitio, es justamente, porque no te amaron, porque no amaste__ le  insistí.

… No, Pedro, no es por eso, eso es parte de mi oscuridad, mis tinieblas son comparables al mismo infierno, escribe la carta,  o ven mañana al estudio, eso también sigue en pie, en unos días quizá regrese al edificio, será cuando puedas sentir, cuando nos dediquemos a que te recibas, a que busquemos a tus padres, entonces regresaré __ lo dijo seguro, me confundió,… me asusta, me duele.

… No iré mañana, tengo que estudiar, los días en que te veo y jugamos, no puedo luego, y no me conocen, no entré allí, al menos ahora. Te dejé un sobre, en el sillón, con los datos de mi madre, y la foto, no la pierdas, no tengo más__ le avisé.

.. Lo vi, es preciosa, digo es, porque sé que está viva. Que te dará respuestas a tus preguntas, que daremos con ella, que te sacarás miles de fotos, no puede no pasar, ya se lo di a Beto, a mi socio, mañana mismo nos pondremos a investigar, hasta en embajadas y consulados, la encontraremos, lo prometo, tanto como que  sos capaz de sentirlo todo, eso ya lo sé.

..¿Lo prometes?__ le dije en un hilo de voz, embargado de emociones.

.. Lo prometo, cuídate. Nos veremos el viernes, entonces.

… Guille, espera, no cortes,  no es justo esto,  quiero sentir, yo quizá pueda sentir sólo contigo, pero además de ello, quiero saber de ti, de esa oscuridad de la que hablas, no sé nada, no me cuentas nada, por favor, quiero que me cuentes, que te abras como lo estoy haciendo yo. Que me digas tu verdad, más allá de tu sexualidad, de tu separación y de tu hijo. ¿Lo harás? __ elevé el tono.

… Algún día, quizá. No todavía, no lo sé, Pedro, no sé si puedo contarlo. Sólo sé que puedo ayudarte a vos.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.