"LA CASA DEL DELTA". CAPÍTULO PRIMERO.

“LA CASA DEL DELTA”
CAPÍTULO PRIMERO-
Bs. As., Nordelta, noviembre de 2025.

 
“EL AMOR ES ALGO QUE RESISTE A MUCHAS COSAS.
ES UN ACTO DE VOLUNTAD, UN ACTO DE VERDADERA LIBERTAD.
SI NO SOBREVIVE, NO ES AMOR”.

“Parte un barco cargado de miles de excusas parten mentiras y trampas que no tienen fin. Y el puerto oscuro en la noche despide la nave que tiene un solo destino que es cruzar el rio y llegar hasta vos. Cuantas canciones cantaba cuando te tenía cuantas palabras exactas decía mi amor. Y ahora que miro en el muelle la orilla vecina donde estás para siempre de mi separado por un río de amor. Voy a mentirte de veras y a verte engañado voy a usar todas mis trampas para verte sufrir. Va mi venganza cruzando la noche en el río para que cuando amanezca recibas la carga y sufras por fin. [Estribillo] Donde estás para siempre de mí separado (x2) por un rio de amor·.

Fuente: musica.com

Letra añadida por Litos

Vicentico . Adaptada.

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“Noviembre de  2019...…Podría, pero no lo deseo. El estudio ha adquirido una cartera de clientes que jamás imaginamos, es uno de los mayores y más prestigioso, tiene ya muchos socios y deseo que tú, amor de mi vida, pases a dirigirlo en mi lugar.

… NO, no quiero, Marcos en todo caso.

… No Pedro, ni en pedo, yo en poco me jubilaré también, estoy harto de quilombos y  lo entiendo a Guillermo.

… Amorcito, no me interrumpas por favor. Lo he pensado mucho, estoy muy agradecido por los años de carrera buenos que he tenido. No sé si fui el mejor pero he intentado mantener mis códigos y que el estudio los tuviera. Y como soy un agradecido a la vida que me ha dado tanto en los últimos años, quiero dedicar lo que me reste a mi esposo, a mis hijos y a hacer algo distinto. No los dejaré, me armaré mi lugar de trabajo en el departamento adjunto al estudio, para dejar mi despacho a Pedro y deseo….

___ Y entonces buscó la mirada límpida, cristalina y el alma que lo completaba en los ojos marrones… y al verla pudo continuar sin llorar.

.. Decía que he decidido escribir, deseo escribir y publicar un libro.

… ¿Un libro de abogacía para la facultad?

… No hijito, nada de  abogacía. Deseo escribir el libro que cuente la historia de mi vida, pero de mi vida real, de la que comenzó cuando conocí y me enamoré de Pedro, de mi socio. Sí, mi amor, deseo escribir nuestra historia de amor, en el estudio, en el lugar donde llegaste a encontrarme al decidir trabajar a mi lado….

___Mientras tanto, en su mente se agolpaban las imágenes de la vida y del libro y el título donde todo comenzara, que había recordado la noche en que anunció en el Delta que dejaría  la abogacía. Pasó toda la película, la llegada al departamento, Pedro desangrándose, el abrazo, su desesperación , los nueve meses de agonía pensándolo muerto y sintiéndolo vivo, el reencuentro, la primera vez antes en el Delta y el hacerle el amor en la casa del reencuentro, los juegos y enseñanzas de Pedro sobre almas gemelas, los juicios de Miguel y Camila, el regreso al estudio, el compromiso, el casamiento, la noche de bodas en el Delta, la luna de miel en Uruguay  y el conocer a Romina, el trasplante de Pablito, los juicios de los casos del estudio, los partos… él llenaba cada rincón de su fantasía, y por siempre llenaría también su realidad”.

___Noviembre de 2025.

__Los recuerdos llegan insolentes de aquel cumpleaños en noviembre de 2019, en la casa del delta, de la primera vez, de la entrega del libro y lo que recordara en tanto se besaban en público en el 2020.

Desde el interior de la casa, que gracias  a la muestra el día siguiente estaba con los muebles descubiertos, casi como los dejaran, las últimas luces de la tarde caían en ángulo sobre el río, y atravesando las paredes de ventanales y puertas cristaleras que daban a terrazas y al porche, inundaban el estar con una luz cálida, a la vez que la madera se teñía de color miel.

“…Cielito, ¡cómo te gustaba ver los rayos del sol, su juego sobre el agua cuando llega el crepúsculo!

¿Cuántas veces nos tumbamos en la costa para disfrutarlo?

¿Cuántas más te escondías con las pequeñas seductoras entre los árboles para que los encontrara, a veces con Josecito?

Otras tantas a mí me encantaba mirarlos correr por el prado, desparramado en el sillón en el poche, bebiendo una copa, escuchando los gritos de júbilo de los trillizos, o de los locos practicantes de esquí acuático, el rugir de motor de algún yate, de alguna lancha. Podía pasar horas allí.

Hoy lo único que quiebra el silencio es el canto de algún pájaro  o el parloteo de los grillos, ya no tu voz, menos la de los chicos.

¡Tanto quejarme por la muchedumbre de niños que llenaban el parque, los ahijados, los nietos, los gemelos de Juan y José, los nuestros, sus compañeros, y hoy estoy solo, en la nada, como aquel fatídico año en que te creí muerto, y en que cada fin de semana escapaba de casa para recordarte en la casilla de mierda que Marcos aceptó, que me dio de prepo, donde hicimos el amor por primera vez, donde todo te enseñé y te entregaste a mí por entero, donde me despediste en la mañana con una sonrisa diciendo, que en ese momento no estabas triste.

Esta casa fue mudo testigo de todo, desde nuestra unión aquel día, hasta mi agonía cuando venía a recordarte, cundo decidí reformarla, en medio, la persecución de Miguel, tu huida, la caída al río, cuando vine con José a buscarte, y primero pensé que habías muerto, luego creí en Dios al saberte vivo.

Nuestra mágica noche de bodas,  el inicio de la luna de miel, te amé en cada rincón, antes de partir hacia Uruguay”.

___Guillermo lanzó un largo suspiro que resonó en el silencio, caminando con parsimonia, acariciando cada rincón, sintiendo la casa inmensa, fría, vacía, hasta llegar a la cocina, donde de nuevo los recuerdos saturaron las neuronas.

“…Cuando la puerta corredera quedaba abierta, hacías un estruendo de ollas, y platos si intentabas cocinar y sorprenderme, o cuando rara vez estábamos solos y en la urgencia de amarnos apenas comíamos, hacíamos cosas simples entre los dos, entre besos y caricias.

Todo está acá, casi toda la vida útil transcurrió acá, desde aquella casilla  sin luz donde sufriste la soledad y la persecución, pero también donde al fin tuvimos nuestra primera noche de amor, hasta el ver crecer a los trillizos, las fiestas, los cumpleaños, mis rezongos por la invasión de gente, mis celos, mis berrinches”.

___Guillermo sacudió la cabeza, intentando ahuyentar los recuerdos, pensando en que no debía haber ido allí, era torturarse peor que en un patíbulo antes de la horca.

Sin embargo  había entrado y cerrado la puerta tras él.

Recordó el diseño abierto lleno de cristales que daba la vista panorámica del río y del prado, cada planta, el jardín que sembraron, la piscina que Pedro amó, el patio de juegos de los chicos, las canchas, el quincho para el asador, todo lo que fueron sumando al terreno original, para desde aquella miserable casilla haber llegado a crear una mansión.

La chimenea, tantas veces se amaron escuchando las chispas disparadas en los cuerpos uniéndose al crepitar del fuego en el hogar.

La escalera que a veces o muchas subieran a tientas, besándose y más, o corriendo luego detrás de los niños. Las habitaciones arriba donde peleaba con ellos, por la ropita, por los trapitos de Pedro.

“…Amorcito, en la cocina a veces disfrutabas de la soledad del alba tomando café viendo menguar las sombras, aunque la mayoría de veces fuimos aves nocturnas, hasta a veces recogíamos los platos mientras las estrellas tachonaban el cielo, la luna dejaba la estela de plata en el río, y nosotros esperábamos el dormir de todos para amarnos hasta desfallecer.

Todo sigue siendo...”lo nuestro”, más allá de los cambios que hizo la agente inmobiliaria”.

__Guillermo se quitó el saco, lo dejó en el perchero, se acercó al living que parecía vacío, sin nada en la mesita, ni diarios, ni revistas, ni juguetes, solamente algunas velas, como amaba Pedro por todos lados, y por suerte para él en el bar, copas y una botella de whisky.

No estaban los toallones en las barandillas del poche, que Pedro usaba luego de sus chapuzones cuando le daba en gana, o de un baño nocturno.

Se dejó caer con la copa en el sillón, sintiéndose más o menos que un intruso, perdido, extraño, pequeñito.

“… ¿Y las noches en que bajo protesta nos escabullíamos hacia el río pese a mis fobias, bajo la luz de la luna llena cómplice tuya, amorcito?

Nos provocábamos, hasta quitarnos la poca ropa que llevábamos, y nos zambullíamos en el agua fría como hiciste en la luna de miel en el mar para amarme contra las olas, acá por igual, dando gritos ahogados y riendo sin parar.

Te quejabas de que el frío te hacía paralizar, y al instante estabas alucinándome con los hoyuelos, enloqueciéndome en los besos, excitado a más no poder, al emerger del agua fría y sin ello como en el mar.

Era una suerte si lográbamos llegar a una balsa, lancha o a la costa, atolondrados y dubitativos en el andar, caíamos enmadejados a la suave hierba junto al río arrullados por su andar, mientras la luz de la luna se reflejaba en los cuerpos, y aunque ni siquiera veíamos los rostros, al final se encendía la sagrada luminiscencia del éxtasis, y lográbamos iluminar la noche.

Si no lograba verte, me embriagaba con la sensualidad de tu voz, ronca por el arrojo de la pasión, mientras me susurrabas lo sexy que  era y perseguías con destreza las gotas de agua sobre mi piel, haciéndome olvidar de los bichos, del frio, del mundo.

Descendías por el cuello hasta la clavícula, paseabas en el hueco bebiendo agua y barro, seguías secando despertando mis sentidos, te entretenías allí, más de lo estrictamente prudente para  atrapar todas las gotas, consciente de que me hacías estrujarme contra vos, arañarte la espalda desesperado, mientras te susurraba palabras incoherentes al oído ya con la voz rota.

Sólo entonces decidías emprender la travesía por los senderos descendentes, para rodear los pezones, cuando yo ya gemía de necesidad. Y te decidías al fin a capturar con los labios gruesos uno, ya erecto, arrugado, oscuro por el frío chapuzón, mientras me arqueaba, alzando las caderas al momento en que comenzabas a lamer y mordisquearlos, y te demorabas fascinado allí, aunque tan excitado como yo, extasiado en lo duro que se ponían, y hablabas en murmullos a la piel, como borracho, borracho de amor, de deseo, de lujuria.

Una lengua larga y juguetona luego vaciaba el agua de mi ombligo, mordisqueabas los montes en las caderas, para surcar hacia abajo, luego atormentabas con la barbilla la cara interna del muslo, y como eras despiadado, yo mismo buscaba el sitio que deseaba que abarcaras en esa boca de miel. Te ayudaba en la búsqueda de la fuente que deseabas, y me abarcabas al fin,  no sin antes lamer en círculos, saborear cada milímetro, mordisquear, abarcar, y me enloquecías en estremecimientos cuando gemías al hacerlo, los envites de tu lengua certeros, la succión con los labios, y los dientes, expertos…sabías cómo hacerlo, hasta llevarme cada vez más alto, pero manteniéndome en vilo,… hasta que al fin, el cielo que me cubría, las estrellas formaban un torbellino, y se desdibujaban, cuando al fin me rendía al mundo sensorial. Y entonces atravesaba el espacio, girando, girando, en los espasmos del clímax, sólo unido, anclado a la tierra por tus manos y por tu boca, dándote de beber, saciando tu sed de mi ser”.

___Tumbado en el sofá donde se habían entregado a la pasión arrolladora como en cada sitio en que habitaron, Guillermo supo que en el recuerdo, había llegado al éxtasis, lo había revivido, como si él estuviese allí.

La humedad en lágrimas manchó su rostro, cuando la realidad lo cacheteó diciéndole que la casa del Delta, la caja de recuerdos de la vida real junto a Pedro, estaba en venta, recuerdos baratos para el afuera, en venta a cualquiera.

No recordó cuándo, pero sí que hablando de almas gemelas Pedro al contarle de Richard Bach, le había mencionado que en “el puente hacia el infinito”, Leslie le recriminó con algo como que hasta el alma gemela se podía perder con la suficiente actitud antivida.

Guillermo no estaba allí para abrazarse llorando a los almohadones y adormilarse, humedeciendo todo, aunque seguramente tampoco había sido su intención decir ni hacer ni la cuarta parte de las cosas que le había dicho, y menos la parte de ira, de furia, en los últimos días juntos, el inicio del fin cuando los escucharon y afectaron a los chicos.

Las discusiones, amargas, desagradables, que ya no se arreglaban con un mimo, en las que ambos habían utilizado como dagas arrojadizas, el profundo conocimiento que tenían uno del otro, con el único propósito de herir y dañar al contrario, terminaron por lastimar a lo más sagrado, a lo intocable, a lo que nunca debieron inmiscuir, a los trillizos.

Las feroces discusiones precedentes al escalofriante periodo de silencio ulterior, que a su vez había precedido a la cruel y letal última conversación que puso fin al matrimonio perfecto, afectaron, primero el rendimiento escolar, luego las emociones de los chicos, once años ya tenían o cumplirían el 18, José terminó en pánico, hasta que protegiendo a Barby y a Francesca, les pidió que terminaran los gritos, que preferían que se fuera cada uno por su lado, o ellos  vivir con Romina en otro lugar.

“…Este es el límite, supongo que no resta nada por decir, será mejor que nos separemos.

… Supongo que sí”.

__Guillermo ya no recordaba quién dijo qué frase, tampoco era importante. Gaby se negó a llevar la demanda, que había caído en manos desconocidas.

“… ¿Cómo comenzó todo?”

Casi no importa, ahora, en Marcos. Hoy estamos separados todos de todos, por algo que no debió suceder.

Todo lo que planeamos desde el reencuentro se cumplió, la venta del libro fue un éxito, todavía vivo de las regalías de reediciones, y el viaje a Europa se prolongó tres meses, al quedarnos casi uno en  París.

Todo marchaba como siempre, en paz, en amor, en familia, con amigos, trabajando a full, yo escribiendo, de a ratos en la cocina, otros con las plantas o vigilando a mi seductor esposo cuando entraba algún cliente llamativo, pero todo se disparó, cuando aquel desgraciado día, un año atrás y algo, un maldito delincuente llegó a Marcos que por una puta casualidad estaba solo, y lo convenció de defenderlo, lo habían denunciado, lo buscaba la policía, por violación de una decena de chicas, seguida de muerte en dos casos, y dijo ser inocente, Marcos olvidó los códigos del estudio que demarcábamos cada año, que refrendamos cuando Pedro se convirtió en mi socio o le creyó, no lo sé, dice  lo segundo, poco importa ahora, el caso es que tomó el caso. Pedro y yo estábamos en un congreso fuera de la ciudad,  Fabián quedó con la cartera penal, Beto fue a ayudar a las chicas, y Marcos tomó la defensa. Quedó entrampado en su error, en su  ingenuidad o en su ambición, poco importa ahora”.

“No puedo sentir rencor, pero me siento tan solo, en una larga noche oscura sin amor, como antes de Pedro, donde habita la tristeza que se abate sobre mis ojos escociéndolos, mi corazón se congela sin el abrigo del otro. Me siento  abatido, me pesan mis 65 años largos por primera vez, abandonado, con los sentimientos perdidos, sin una caricia, si tu mirada, y mis lágrimas caen mezclándose al mar, al río, secándose envueltas, arrastradas por la brisa del Delta.

Sé que me amas, te sigo amando, y sin embargo nos estamos divorciando, mi voz no es la mía, no tengo energía para saber si seguiré en la vida, de este lado del camino, por los hijos que elegimos tener hace años. Cada día sin vos es mi infierno, la cama vacía… devasta en sus llamas y no en las del placer.

En el lugar de Marcos quizá hubiera hecho todo diferente, o quizá no, por tanto no puedo odiarlo, ni decir que es culpable de esto. Creo que no supimos, no pudimos pelear más, estamos agotados, exhaustos, muy cansados, como aquella vez te dije cuando te impulsaba a huir de Miguel, de la cárcel, sólo que esta vez, el agotamiento nos arrastró a la par.

Alma mía,  sin embargo te amo, extraño perderme en tus labios, que hagas de mi boca tu hogar, que la habite tu lengua, que te colmes de placer.

Quiero ser tu pecado original, que dejes huellas en cada recodo, que sigamos escribiendo la historia, en papel, y sumar un manojo de letras o de garabatos plasmados en la piel reflejando la historia de nuestro amor, tu piel es la mía y sigo deseando tatuarla yo en todo tu mapa, vos en mi geografía, todos los libros, todo el deseo, te amo cielito, sigo esperando como aquella vez, el regresar de nuevo, porque estar separados equivale a la muerte de entonces, el título del libro que comenzaré será el mismo, porque sigo esperando, con mi alma, mi corazón deshecho, que regreses de este otro viaje, donde nadie te persigue, donde nada más huyes de mí, para que juntos volvamos a poder recordar la felicidad de cada día.

Y continúo esperando tu regreso, huyes de mí, mejor dicho del que fui en los últimos meses, pero no soy eso ni vos, y que volvamos a caminar el mundo tomados de la mano, felices, sin juicios,  sin importarnos el qué dirán, empapándonos en la esencia del otro que la lluvia no lograba barrer, ni siquiera el viento del Delta, ni nada del mundo exterior.

Espero recuperar tus besos, las acaricias de tus dedos, tus labios, extraño perderme en la mirada clara, ver mi reflejo, el alma única allí, sólo queda esta caja de recuerdos, que no me alcanzan para seguir.

Quisiera mantener la certeza de la lucha, aunque sienta menguar mi entereza a cada instante, de pronto mis casi  61 años me pesan por primera vez, la decepción me llena de tristeza, mi alma se seca, y no sé si encontraré caminos para recorrer a partir de mañana.

De nuevo perdí la fe, otra vez no creo en Dios. No encuentro motivos, caminos transparentes, sino mi fuerza inerme, mi corazón cautivo de ausencia, y por delante sólo veo obstáculos, altas cumbres, piedras duras, murallas que en mi debilidad no creo poder cruzar, aunque sea para acompañar a los hijos, que elegimos tener”.

"Recuerdo aquel almuerzo, cuando te conocí, cuando regresábamos del campo, cuando me hablabas de amar a Camila,  de la fiesta, y te escribí en la servilleta que todas las parejas terrminan igual, luego, en nuestra felicidad me desdije. ¿Acaso la debo volver a escribir como la primera?"

___Guillermo se deslizó a un soñar mejor, a los años felices, al 2019, al 2020.

__

“Bs. AS., octubre de 2020.

“Pasé la mitad de mi vida, más de cincuenta años con cualquiera sin sentirme pareja, novio, esposo, ni amante  de nadie. Me sentía un actor, “un farsante”, una especie de nada que flotaba en el aire, que decía “te amo” o ni siquiera, y fingía que amaba o ni siquiera. Me sentía un títere de deseos ajenos o de mis pulsiones, las falsas esperanzas y los orgasmos fallidos. Un ser sin pasión, y la pasión es la que nos da vida. Por ello tal vez, antes de Pedro, yo era un ser muerto, en cambio a su lado reboso de vida.

Traté de ser feliz de maneras imposibles, pero solo lo soy cuando Pedro me mira, cuando Pedro me sonríe, cuando Pedro me acaricia. Soy feliz cuando Pedro me ama, porque yo también lo amo. Y aunque algún día pudiera pensar que ya no será mío, aun así lo seguiría amando.

Porque en mi alma, en mi corazón y en mi ser, Pedro es todo, lo confiese o no, aunque él lo sabe porque soy lo mismo en su esencia. Y así seguirá siendo, después de la muerte…. Quizá entonces no hagan falta las palabras, y los silencios basten, como hoy a mí me bastan su mirada y su sonrisa para sentirme vivo, pleno y absolutamente feliz.”

“En días, mis niños cumplirán los seis años, los hemos inscripto en un colegio del Delta para comenzar la primaria y Romina definitivamente ha solicitado el traslado para estar con ellos y viviremos todos en la casa. Rominita y Pablito comenzarán el secundario cerca también”

“He terminado mi libro, nuestra historia, Pedro no lo ha leído pese a sus intentos para sacarme información, tampoco conoce el nombre. He hablado con el editor para que no le muestre ejemplar alguno hasta el día de firmas de libros fijado para dentro de una semana. ¡Qué locura!, firmando un libro sobre mi vida con Pedro, yo… que me ahogaba en prejuicios y dudas, en fobias y pudor que él fue sanado con su amor.

Tampoco conoce el final, que es una propuesta y un plan que tengo preparado para no estar este 19 de noviembre en Bs. As., como me juré el año pasado.

Te amo precioso, te amo con mi ser y me has dado todo”

…. Fabi, ¿Seguro que está todo listo y entendido no?

…. Listo y arreglado con todos y con el editor, solamente yo estaré inicialmente con mi viejo, no te preocupes.

…. Bs. As., 22 de octubre de  2020.

… ¿Estás muy lindo cielito? Demasiado para ir al estudio.

… Es que luego voy a la librería a  la presentación del libro amor.

Pero tengo que pasar por el estudio, no hay manera de evitar ayudar a Marcos con un quilombo con un cliente.

… Amorcito… ¿Justo Hoy?

… No te  preocupes por nada, hoy es tu libro, en cuanto lo resuelva iremos todos a la librería. Fabi irá contigo para que no te pongas nervioso hasta que lleguemos los demás.

… ¿Y los niños?

… Los pasaré a buscar antes de ir para allá, no te preocupes por nada, vamos Graziani, ve a ponerte más lindo que quiero estar orgulloso de mi esposo.

___ Pedro se despidió y aparentó ir al estudio mientras Guillermo se fue a duchar para estar a las 12 en la librería de Recoleta que la editorial había elegido para la presentación del libro y la firma de autógrafos y dedicatorias. Extrañamente Pedro no había insistido en preguntas ni en pedirle un ejemplar.

Guillermo llegó al lugar indicado en Recoleta acompañado de Fabián y no solamente no vio a Pedro sino tampoco a sus hijos ni a la gente del estudio.

… Fabi, ¿dónde mierda están todos?

 Esto está lleno de desconocidos, y quiero ver a mi esposo.

… Tranquilo viejo, ya va a llegar y con él todos, han tenido que ir a tribunales por un caso urgente, pero llegarán.

… Guillermo quiso creer que todos llegarían muy pronto y ya una fila de cuarenta personas lo esperaba para la dedicatoria del libro.

La librería era para él un lugar místico, donde miles de vidas como las suyas, esperaban ser leídas, donde millares de personajes aguardaban que alguien se apropiara de ellos y que los transmutara con sus interpretaciones. Un sitio transformado por el tiempo pero que seguía siendo un lugar mágico donde la imaginación contagiaba ilusiones y el arte relucía. Le parecía increíble estar allí y acompañado de Fabián se dirigió al lugar preparado para ir recibiendo a sus lectores y firmando los ejemplares, y de a poco su entusiasmo le fue ganado la partida a la angustia de no ver a los suyos y  a Pedro.

 A las dos horas de estar allí, pasadas las 14 horas, Pedro recibió su ejemplar al entrar y quedó atónito y paralizado al leer el título, el contenido lo había espiado sin que Guillermo lo viera de noche en la computadora, pero esto no la sabía y todos los años desde la noche del Delta primera pasaron en un instante por su mente mientras las lágrimas se agolpaban en su garganta. Se puso en la fila como un lector más.

 Sentía que era maravilloso recrear las vidas en un libro, pero haber vivido la historia que se contaba en uno de ellos, no tenía precio. Y esperar llegar al autor y también protagonista de la novela, era todavía más excitante, sobre todo porque nadie más que él y el autor conocían ese secreto en esa sala.

En la fila abrazó el libro contra su pecho y una Sra. rubia que estaba delante se dio vuelta y le sonrió.

… ¿Viene para la firma de libros?

.. Así es. Pedro le respondió sonriendo con amabilidad.

___ Al oírlo otra mujer se dio vuelta, y así una tras otra.

… ¡Qué genial!, exclamó la más joven. Los hombres también leen novelas románticas. ¿La leyó?

…. La leí varias veces.

… ¿Y le gustó? Yo se la leí a mi esposo y le encantó, comentó la rubia.

…. Y a mí, la leí varias veces. Y pienso hacerlo varias veces más.

… ¿Entonces, además de leerlo le gustó mucho?, exclamó la chica joven y aunque la respuesta era obvia Pedro contestó:

… ¿Y a ustedes les gustó?

… A mí me encantó Pedro, exclamó la joven.

… ¡Ay, sí, Pedro! Exclamo la castaña. Es tan dulce y tan bonito.

… ¿Qué les gustó de Pedro?

… Todo, exclamaron a coro.

___ Pedro había leído la versión que Guillermo daba de él pero deseaba saber opiniones neutrales.

… ¿Que sería,…, todo?

… Que sea tan sensual, seductor, honesto, inteligente y que no lo sepa de lo humilde que es. Creo que eso me llama la atención más que nada.

… Además siempre sale adelante, no importa qué le pase en la vida, de hecho venció a la muerte por amor, acotó otra rubia de cabello largo. Y me conmueve que sea tan protector con sus hijos y tan demostrativo de su amor por Guillermo.

… A mí me encantó Pedro, pero Guillermo no tanto, comentó la Sra. Grande. No sé, sentía que todo el tiempo tenía algún problema, tan celoso, Y por momentos lo quería matar por las cosas que le hacía a Pedro que es un tipo sin vueltas. ¿Cómo puede desconfiar de ese ángel? Al final lo perdoné y lo entendí, pero no me termina de convencer del todo.

__ Todas reían y Pedro más y las más joven lo señaló.

… ¿Por qué no nos dice si un hombre realmente podría enamorarse de él?

___ Los ojos de Pedro se iluminaron, y también su sonrisa, pero sus nuevas amigas jamás sabrían el motivo real de aquellas reacciones.

…. Un hombre como Pedro,…, se volvería loco por Guillermo.

…. Pensándolo bien chicas, díganme si él no tiene mucho de Pedro. La descripción física es exacta, y hasta los hoyuelos al reír.

… Es verdad coincidieron todas y Pedro se ruborizó”.

Noviembre de 2025.

___De nuevo la pesadilla se hizo presente, al regresar del congreso, algo intuyó, Pedro y Alberto lo supieron por boca de Marcos, incrédulos casi lo asesinaron, y al verlos pelear, Guillermo se derrumbó, en un  infarto.

Los días siguientes los pasó junto a Romina y los niños en el hospital, asombrado del poco tiempo que un Pedro evasivo pasaba allí, con él.

Cada vez que preguntaba, le decía que debía cuidarse, que todo estaba bien, sin embargo todo el mundo se había puesto al revés.

El juicio del delincuente se aceleró, Marcos arrepentido, jurando ante todos que lo pensó inocente, no pudo dar marcha atrás pese a quedar solo, aislado, tampoco fue capaz de pedir ayuda, de decir la verdad, para que todos como siempre pudieran evitar la tragedia mayor.

Cuando  la pelea con Pedro y Alberto condujo a Guillermo al hospital, luego a la rehabilitación en el Delta, quiso dar marcha atrás, supo que había equivocado el camino, Alberto conocedor de la calle se lo demostró en horas, horas en las cuales las amenazas comenzaron, y al desear desligarse del cliente, Solange desapareció, recibiendo el llamado del secuestro, y desde allí mintió un viaje con Renzo a Uruguay, en lugar de pedir ayuda a todos, con la verdad.

Isabel enfermó ante la falta de noticias, los demás dejaron de hablarle cuando comunicó que por motivos de fuerza mayor el juicio no tendría marcha atrás y que sería el abogado defensor.

Enterados los clientes del estudio, comenzaron a huir ante la falta de ética que pensaron general, y nadie se animó a decirle a Guillermo la verdad, temiendo lo peor, ya era suficiente un infarto, un amague de ACV en Isabel, nadie dijo nada del juicio, tampoco nadie acompañó a Marcos en él.

El fiscal fue designado, y José Miller debió ser el que destrozara a Marcos con el abogado de parte de las víctimas, lo cual acentuó el dolor, mientras Solange seguía sin siquiera llamar a su mamá.

El violador y sus cómplices fueron condenados a cadena perpetua, Marcos fue humillado por el mismo alegato del fiscal, de su amigo, de José, y cuando escuchó el veredicto, y el monto de costas a pagar por el estudio, que iría seguramente a la quiebra sin vuelta atrás, se desmoronó en la misma sala, frente al tribunal.

En medio de la internación por una crisis hipertensiva, al fin confesó la verdad a Pedro, Fabián y Alberto, que enterados de lo de Solange, salieron disparados en su búsqueda, ayudados por Juan, por José, y fue Alberto, con los antiguos amigos de la calle, que dejara años atrás y con su olfato, quien al fin dio con el lugar, y a un día del veredicto, era éste arrasado por las fuerzas de la policía, mientras Solange era rescatada del lugar.

Con ella de regreso, con la verdad frente a todos, con la quiebra del estudio inminente, Marcos pidió audiencia pública, y ante el mismísimo tribunal del caso y la prensa se responsabilizó en persona de la aceptación del caso, levantó cargos contra su ex cliente por el secuestro de su hija, y al fin renunció a continuar, retirándose sin hablar, solicitando o iniciando los trámites de jubilación, permanece aislado y deprimido en domicilio, mientras a veces Gaby habla con Isabel.

Así y allí, todo comenzó, el principio del fin”.

__Guillermo despertó asustado al oír un ruido, en la semioscuridad del crepúsculo o ya de noche algo lo hizo parpadear, no sabía dónde estaba ni qué había oído.

A tientas sin los anteojos siquiera, alargó la mano, percibiendo antes la humedad por todas partes, encendió la lámpara, y trajo a la mente los recuerdos de la vigilia, del dormirse detrás.

De repente afuera llovía, tronaba, y la puerta se abrió.

La adrenalina corrió presurosa en la sangre, poniéndolo frente al peligro, hasta que quedó congelado con los pies bajo el suelo, y el corazón brincó, en la visión.

….! Pedro!

…! Lo siento, yo…! ¡Qué difícil es llegar acá!

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.

“Extractos del capítulo 61 ilustran los momentos felices recordados”