"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO NUEVE, CON PREMIO, PRÓLOGO DE..."NO FUIMOS CULPABLES"

“LA CÁTEDRA”.

CAPÍTULO  NUEVE.


Bs. As.,  San Clemente, sábado 11 de junio de 2016.


“Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel”.
Anatole France.
“El que no lleva la belleza dentro del alma, no la encontrará en ninguna parte”. Noel Clarasó.
“La verdad se detiene en la inteligencia; la belleza penetra en el corazón”.
Henri Lacordaire.

“Un hombre que sea su propio amo puede poner fin
a un dolor e inventar un placer. No quiero estar
a la merced de mis emociones. Quiero utilizarlas,
disfrutarlas y dominarlas”.
Oscar Wilde (1854-1900)

….Pareciera que tienes hambre o ¿siempre devoras así la mermelada, a cucharadas?

…Las dos cosas, tenía hambre, estoy disfrutando de mi primer desayuno a solas con vos, y me gusta comerla así. Con tostadas también, y café amargo o mate.

¿Y vos qué pasto comes en el desayuno?

… No me cargues, basta, tomo café,  y harinas integrales caseras, jugos, frutas.

¿Dormiste bien?

… Atolondrado de amarte creo, soñándote, incrédulo de que te encontré el martes, y hoy estamos acá.

…¿Qué te gustaría hacer?

… Lo que desees siempre que no me congeles.

… Te dije que de nuevo no. ¿Te gustaría andar en bicicleta por el sendero de la costa?

…Pedrito, mi cielo, ¿no  sé manejar un auto y crees que sé andar en bicicleta?, ve solo si deseas.

… ¿No sabes? ¿Nunca le enseñaste a tu hijo?___ sorprendido y tierno, Guillermo se derritió de amor.

… Le compré la bicicleta, bueno la pidió a los  Reyes, como todos, pero le enseñaron un poco entre todos en el estudio, yo nunca anduve.

… Moto, alquilo motos___ no, tampoco sabes. Pero ¿si te llevara yo aferrado a mí?

…¿Y si nos quedáramos acá, con el  fuego?, en cualquier momento comenzará a llover. Podrías hacer una excepción y yo te cocinaría mi pasta.

… Unas gotas caerán, pero no tanto como anoche, ¿y si bajara al puerto y alquilara un yate?

… ¡Pedrito, mi amor! luego de morir de miedo al agua, seguramente me harías el amor en cubierta y te echarías al mar.

.. Me rindo. ¿Caminando?
… Está bien, levantemos esto, nos abrigamos como corresponde al día y vamos a caminar___, “te gusta todo a lo que yo le tengo fobia, y siento pánico de aburrirte”.

.

Si quieres luego puedo enseñarte a jugar al ajedrez.

… Sé jugar, pero no tengo acá el juego, ¿quieres que vaya a comprarlo?

… No amorcito, no, vamos a abrigarnos y vamos a caminar antes de que haga más frío o llueva, pero júrame que no te empezarás a desnudar al aire libre ni nada raro.

… Te desnudaré al regresar,  luego de almorzar, te prometo que adentro. No quiero que enfermes por mi culpa.

…¿Es una promesa?

…Es un hecho.

… Creo que regresaremos corriendo, entonces, vamos.

___Se arroparon mirándose, seduciéndose, hechizándose, con movimientos sensuales que provocaban a lo opuesto, pero al fin salieron de la mano, besándose de a ratos, a caminar por el sendero de la Costa, mientras Pedro le iba relatando los sitios que veían, cuando algunas gotas comenzaron a caer, subieron los gorros y continuaron, hasta dar con una restó tipo cabaña, con el hogar, y entraron a almorzar allí, mirando el mar desde el ventanal.

Charlaron de nada y de todo mientras Guillermo pidió la pesca del día con el vino, y Pedro ensaladas.

Guillermo se perdió varias veces contemplándolo, con la sonrisa con hoyuelos que lo embobaba, pensando en lo bello y joven que era, en cómo había sobrevivido tantos años sin él.

La vida le estaba dando la última oportunidad, esta vez no dudaba del camino a seguir.

… Pensaba que ahora entiendo cómo debes aburrirte en la asesoría de la empresa, en una oficina, aunque la cátedra no debe ser mucho mejor.

… Error, la cátedra me gusta, en primer lugar ahora porque mis horarios coinciden casualmente con los del hombre más fascinante del planeta, que causalmente es mío.

..¿No me digas?__ Guillermo curvó los labios orgulloso, y al mismo tiempo incrédulo.

…Además me encanta el contacto con los jóvenes, me llenan de vitalidad, me recuerdan a cuando tenía esa edad, a mi energía, a mis sueños, me encanta estar allí. Y me pregunto por qué con ellos es todo tan simple, y sin embargo con Agustín no he logrado compartir nada___ Pedro hablaba mirándolo más allá de los ojos, viéndolo entregado y a la vez temeroso, como no terminando de confiar en él, y decidió que quizá tendría que abrir su vida por completo, y presentarle a su hermano a como diera lugar.

…¿Te quedaste callado? ¿Estás aburrido?

… No. Jamás podría, además intento imaginar todo de ti, adivinarte.

… ¿Y qué adivinas de mí o imaginas?__ preguntó sonriente.

.. Los libros que lees, si sobrevivirías en la selva, cómo fue criar a Fabián, tus noviazgos, aunque eso me produce algo de escozor.

__Guillermo enarcó las cejas, las últimas opciones no eran triviales y casi estaba preguntándose por cómo había llevado su pasado.

… Pedro, de todo mi pasado, lo único que  mereció la pena es el nacimiento de Fabián, aunque no amara a la mamá, él fue el motivo de que respirara antes de encontrarte. Y cuando Silvina se fue, no fue fácil nada, por ello quizá atraje a Ana. De súbito me encontré aterrado con un pequeñito sin mamá que lloraba, yo tenía que trabajar, no confiaba en nadie para dejárselo, y Ana es una buena mujer, lo quiso, y me uní a ella, pensando en que quizá pudiera armar para él una familia, pero no, al comienzo funcionamos más o menos bien, relegando mi esencia, luego  todo desbarrancó, ella comenzó a beber, hasta que al fin entendió que lo mejor, lo más sano era buscar su camino lejos de mí, se enamoró de un compañero de grupo, se casó, y ve a Fabi de vez en cuando. Igualmente ella ayudó, al menos yo sabía con quién estaba el nene, y siempre lo quiso.

Fabián antes de conocer a Valeria anduvo medio perdido, me recuerda a Agustín, a veces peleábamos, me gritaba también,  cambió de carrera, no le gustaba ninguna, yo me ponía loco cuando regresaba al amanecer, cuando usaba el coche, pero, se enamoró, en la facultad, y desde entonces todo se modificó, ahora es un hombre, quiere recibirse lo antes posible, tiene a Guillermito que es mi luz, Valeria es amorosa, y tienen el trabajo esperándolos.

¿Te gustaría tener hijos?

… Mucho, sí, de hecho creo que te lo dije, no sé si seré buen padre, pero sí.

___Guillermo de nuevo lo escuchó, sin dudas, sin vacilaciones, y con ello dilapidaba sus prejuicios ya que nunca hubiese pensado que deseara ser padre.

.. Adoptados, me dijiste.

… Preferiblemente, si nunca tuve con una mujer, ahora ya no habrá nadie en mi vida que no seas tú, sí.

¿Te molestaría adoptar  teniendo a Guillermito chiquito?

… No, no mi amor, con vos, lo que sea que fuera lo haré, hasta creo que sobrevivir en una selva, que es menos probable.

Libros, me gustan todos, es imposible elegir.

Pensaba que curiosamente deseas adoptar, como tu padre adoptó a Agustín, pero vos sos el tutor de él ahora.

¿Cómo se llevaba con tu papá?

… No lo sé, supongo que mejor que yo, lo adoptó como escarmiento, decepcionado de mí.

… Supones, pero nunca hablaste del tema.

… No tenemos diálogo, Guille, me rechaza. Se escapa, maneja, entra a boliches y toma siendo menor.

… Y vos lo castigas como un papá, como yo hacía con Fabián.

… Y sí, no le doy dinero, lo reto, le prohíbo salir unos días. ¿Está mal?

… Es que no sos el papá, Pedro.

… Casi.

… No, casi tampoco, sos hermano de Agustín, quizá la solución sería que te viera  como hermano, no como el padrastro.

… No lo había pensado, no me di cuenta__ siguieron charlando hasta que se quedaron sin palabras, paseando el regreso, observando el crepúsculo abrazados, frente al silencio roto por las olas, al trastocarse en espuma.

___Se estrecharon y se besaron sin reparos, mientras el deseo iba acentuándose en cada roce, en cada mirada, sabiendo que  el fuego y la cabaña era todo lo que esperaban ahora, más tarde, quizá unas copas, algo liviano para cenar.

…¿Qué deseas?___ Pedro sintió que la mente de Guillermo como la suya estaba derretida en espuma como el agua del mar, pero en el deseo que brillaba por igual en la mirada.

… A vos__ la piel ardía donde rozaban las yemas , el cuerpo se había tensado, y sin muchas palabras regresaron sobre sus pasos hacia la casa, y ya antes de llegar los cuerpos en el abrazo se fundieron en uno, se devoraban con la lengua insistente, caprichosa, ardiente, exigente, enredadas, a veces una oprimiendo y dominando, a veces la otra que ganaba en la rebelión, perdiéndose en el mundo de sensaciones que el beso disparaba, sintiendo el calor recorriendo los cuerpos en una larga línea de fuego, hasta que sintieron sus deseos firmes contra el otro, y enredados subieron la glorieta de entrada, cuando ya los dedos intrépidamente se colaban  bajo los pantalones, buscando accesos al otro.

Continuaron el beso más profundo y voraz, antes de entrar, sintiendo la pulsátil excitación los dos, llevando las manos corriendo la espalda a ajustar las nalgas, para unirse más y más, anhelando los dos liberarse de las barreras, a la vez incapaces de separarse para abrir la puerta y entrar, aturdidos de pasión, hambrientos de devorar así saboreando cada recoveco de cada uno, imaginando las prendas a quitar, lo que había debajo, bóxer slips, y entre jadeos y ávidas caricias,  gimiendo en la boca, lograron al fin entrar, apenas cerrar, iniciando una danza prohibida de mostrar para culminar la máxima provocación que podían, que iban aprendiendo cada vez, jamás experimentada antes, que inventaron sólo para ellos, a solas, cada vez más.

Torpemente llegaron al sillón, y cayeron contra el respaldo volviendo al beso, devorándose los labios, la lengua, mordisqueando, modelando, mientras las manos  iban por la piel,  sin tiempo para separar la boca de uno dentro o en la otra para quitar las camisas, se acariciaron sexo a sexo sobre la ropa, sintiendo corrientes eléctricas de placer recorriéndolos desde las terminales nerviosas, irradiando más calor que las brasas del hogar, y embriagados de un universo de sensaciones en todo el cuerpo, y entre temblores y espasmos restregaron los cuerpos, las manos, de forma ansiosa, honesta, descarada, y Guillermo lo recolocó a Pedro contra el respaldo del sillón, al tiempo que apartó la boca y las manos, para quitarle el suéter y sacar el propio, por sobre las cabezas, las remeras detrás y unir piel a piel al fin, mientras las manos iban a desprender botones, a descender las cremalleras, pero Guillermo regresando a la captura de la boca ascendió los dedos al pecho, y con la punta palpó duras cumbres, rodándolas y acariciándolas en círculo, mientras respiraban en forma entrecortada.

Se movió solamente para recolocar a Pedro golpeando sus glúteos contra su sexo, y lo inmovilizó allí, extasiándose en la visión mientras las manos descendieron la ropa, y la fueron quitando de en medio, al tiempo que respiró su propia piel.

La travesía que emprendió el viaje de las yemas de los dedos, por los senderos que delinearon,  fue por igual escabrosa, tortuosa, accidentada, peligrosa y excitante para los dos, y  la caricia a la curva de las nalgas llegó descendiendo, atormentando por delante en insistente masaje, perdiéndose la cordura en los sudores y gemidos, en los dedos ingresando a los abismos oscuros y profundos preparándolos para luego internarse  a marcar el territorio, a conquistar cada recoveco, a tatuarlo con la marca candente, a fuego lento, que dejara indeleble el sello de uno dentro del otro desde siempre y para siempre.

La caricia apenas en el ingreso casi  los arrojó al y desde el abismo, y recubierto en fluidos mezclados, sin desenredarse ni en la boca ni en las extremidades, al fin Guillermo,… grueso, duro, entero, penetró profundamente llenándolo a Pedro por completo, exhalando ambos un sonido gutural, apenas real, casi agónico.

Las primeras embestidas fueron lentas, reconociéndolo, palpitando cada centímetro, el abrazo, el calor, con pequeños suaves tanteos de cada sensación, saboreando cada milímetro, con las terminales nerviosas bullendo más allá de la estimulación, como si juntos hubiesen inventado la droga de la felicidad, de la eterna juventud, del vuelo libre del mundo, sin anclas allí.

La urgencia se incrementó, el ritmo se modificó, los dos se unieron en lo mismo, las entrañas de Pedro se abrieron en mares que recibieron al experto nadador de sus túneles candentes, marcándolo, con ritmo frenético, preciso, en el beso, en la profundidad, con estímulos sensoriales extra- mundanos, y ya más que placer todo fue lujuria del otro, de exceso de Amor acumulado quizá en siglos, y Pedro se sintió incapaz de detenerlo, apoyándose con las manos en el asiento del sillón, cobijándolo hasta donde quisiera ingresar, yendo y viniendo a su antojo, chocando en cada estocada su propio sexo contra el sillón, aumentando la estimulación, y cuando chocó contra el respaldo el placer tuvo otra intensidad, ahogó gritos en la boca, y a punto estuvieron de tumbar el sillón, del frenesí de la posesión furiosa y hambrienta de aquella tarde de invierno fuera, de calor abrasador allí, fundiendo las paredes de oro, en el calor, con los oídos zumbando al mismo ritmo del resto loco latido de la sangre por todas partes, y el sillón latiendo con ellos en tácito acuerdo, mientras se susurraban en delirio agónico palabras de amor e incoherencias, comenzando a vislumbrar la caída, como en la cresta de la furiosa ola de la tormenta de la noche anterior, con el cuerpo convulsionando, estremeciéndose de a pedacitos, cuando en la antesala de la muerte, Guillermo lo asió de las caderas, atrayéndolo, embistiendo como puñal tres veces más, y más allá, más rápido, duro,  dilatándose, hasta estallar derramando el fluido hasta verter el ser de uno en el otro, gritando  hasta desafiar el ruido del mar, abrasando la columna en el jadeo mayor que el viento huracanado, hasta desplomarse encima, besando la espalda, mientras Pedro se hundió dejándose envolver en el abrazo estrecho, que fue a la vez calmando en dulces resquicios, en plenos temblores, los restos del éxtasis mayor alcanzado, doblados por la mitad, con los músculos protestando, hasta que en un ser se quedaron enredados, como desearon permanecer, de costado inconscientes, perturbados y tontos de amor en el sillón.

…No tienes que ser el padrastro de Agustín, por seguir la herencia de tu papá, sino simplemente su hermano, confía en mí.

… Lo haré.

¿Te gustaría ir  mañana al country antes que te deje en tu casa?

…¿Conocerlo?

… Si te animas, sí.

… Acepto, ¿cómo no animarme? Vamos a la cama un rato más.

… Me encantaría,  no deseo más que esto, amarte y que me ames de todas las formas que podamos inventar, comenzar a ser el lunes tu socio en todo, en la vida, en el estudio,  porque somos uno, funcionamos como tal en la cama, en el piso, en medio del mar, o en tribunales, en cualquier lado todo será--… perfecto.

…¿No los llamaremos por teléfono?

…Luego, ahora no.

__Pedro giró sonriendo su cuerpo que aún temblaba, deambuló las yemas por la espalda soñada por años, y las caricias se reiniciaron rápidas, mientras Guillermo se abandonó a lo que fuera, pensando en cuántas manos equivocadas, ni siquiera recordadas, habrían intentado hacerle sentir aquello, y sin embargo tan sólo este ángel  caído del cielo era capaz de hacerlo sucumbir al deseo sin límites, que recién empezaban a vislumbrar, que intuía sería  sin igual en poco, si ya era lujuria, hambre, adicción.

Mientras intentó pensar, las tribulaciones cuerdas se fugaron de súbito cuando el éxtasis  se acercó de nuevo, sintiendo al hombre recorriéndolo, esta vez nadando sus mareas como el día anterior contra las olas, sin tapujos, sin reparos, sin posibilidades de definir el límite entre el final de uno, el inicio del otro porque eran siempre el uno,  en el dulce dolor de la sobre- estimulación que a la vez era placer, en cada abrasadora estocada que retenía entre sus músculos abrazándolo, para soltarlo y dejarlo avanzar potente, preciso, para luego relajarse y disfrutar la orfandad gradual, delicada, exquisita, y el nuevo avance furioso como el viento huracanado del día anterior.

Con movimientos rítmicos, seguros, sincronizados, demarcatorios, rindieron armas nuevamente, perdiendo acordadamente el control, en desenfrenado ritmo, en la boca, adentro, mientras afuera era torrencial la lluvia, adentro por igual el fuego que los bañaba como el mismo sudor, y fluidos de los dos siendo uno, reverberando sonidos y sensaciones en el universo todo, hasta que rompieron olas, se hicieron añicos de nuevo, se desmoronaron en un montón, enredados, exhaustos de amarse, susurrándose las palabras de amor.

Atolondrados y contemplándose ahora,  las emociones eran el lío, los pensamientos como las olas yendo y viniendo, deseando asomar a la mente de nuevo, transfigurados en lo mismo, sabiendo que la completitud y la vida eran los pasajeros del barco que llegó a puerto en la cátedra, cuando supieron que al fin los caminos se estaban por cruzar.

Cuando lograron apenas recuperar la cordura, y despegar las miradas, las perdieron en el techo de la habitación, y de súbito Pedro giró el rostro dibujando los hoyuelos interrogando.

..¿Qué vamos a hacer con “esto… lo nuestro”?

… Vivirlo, amorcito, renací en vos y por vos, quiero comenzar a vivir, donde sea, pero así, para siempre con vos, te amo. Y no sé cómo será  mi socio el lunes, cómo hará el profesor el martes, para que no lo lleve a cualquier rincón, y lo ame sin medida, con estas clases intensivas, de hacer el amor,… por Amor.

__Pedro  se acurrucó en el hueco del cuello, lamió la oreja, y se adormiló en ese lugar, su nuevo hogar en el mundo, sabiendo que tenía una nueva pasión, que lo llevaba a volar, que volaba a su lado,  y que así sería de ahora en más, mientras Guillermo antes de dejarse ir al sueño, pensó, en que debía decir la verdad a su hijo, en el estudio, a la humanidad toda, para al fin poder presentar a su hombre, con la naturalidad que Pedro lo hiciera a sus conocidos el día anterior.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.

“NO FUIMOS CULPABLES”

PRÓLOGO.

“…En algún rincón del espacio- tiempo ilusorios, hace casi veinte años, nos enviaron a una estúpida guerra, ni siquiera nuestra, y allí todo comenzó, y para muchos finalizó”.

Bs. As.,  martes dos de agosto de 2016.

…Dale  viejo, no es tan difícil.

… Hijo, para vos no lo es, te parece a mi edad andar tonteando por internet.

… Con las citas a ciegas que yo sepa bien no te fue en estos años, jamás trajiste a nadie desde la muerte de Juan.

… No mereció la pena.

… Con probar, dale  pa.,  no hiciste bien en aislarte de todos los que estuvieron en el frente, esas cosas crean vínculos fuertes.

.. Dolorosos.

… Fuertes,  a ver vamos a completar tu perfil, una foto necesito.

… No, ni loco, foto, ni loco.

.. P.a., vamos, está bien, si no quieres mostrarte, pongo otro dibujo.

… No,  prefiero ser yo.

… ¡Uy!

…¿Qué pasó?

.. Solicitud de amistad de  un tal… Alberto Marini, ¿lo conoces?

…Obvio,  fue, es mi mejor amigo, me ayudó... a traer a casa, las cenizas de Juan, con un muchachito muy joven, que estaba en las filas de soldados, ¡Pedro!___ la imagen borrosa de una sonrisa surgió.

… Acepté.

…! Hola Guille! Gracias por aparecer, hermano. ¿Recuerdas a Gaby?

Santiago de Chile, martes dos de agosto de 2016.

… Hijita, tranquila, ¿qué hiciste?

… Dale papi, abre la cuenta en Face, yo tengo.

… Mi niña, no, soy grande, además tengo pocos amigos.

…Yo empiezo el perfil. Tú lo completas, papi, por eso mismo, acá encontrarás amigos, si estuviste en el ejército.

…De eso hace diecisiete años, mi amor, demasiado tiempo, fue en Argentina, papi vivía allá y tenía la nacionalidad.

… Por eso mismo, esto te une a cualquier parte, papá, dale, ya sé, si mamá es Argentina, bueno, era Argentina como el abuelo.

También puedes encontrar a amigos de ella, del abuelo.

… Mi niña preciosa, apenas había conocido a mami cuando me enviaron a la guerra, la dejé  y sí, fue amiga de las esposas de otros soldados y oficiales, formaron un mundo separado ellas, esperándonos.

___Pedro abrazó a  Dayana Beggio, con sus trece años, era el retrato de Camila, la mamá que ya no tenía, a su edad, cuando la conoció en el colegio, y pensó que la amaría para siempre, cuando luego la vida, le demostró algo muy diferente, que sin embargo, no lo condujo al … Amor.

…Papi, la foto. ¡Te colgaste!

…¿Qué?

… Necesito tu foto digital, para el perfil.

… Mi linda, no sé si quiero estar en Facebook.

… ¡Todo el mundo está! Eres joven, encontrarás a mucha gente, dejaremos de estar solos, papi, hazme caso, porfa…

CONTINUARÁ-