RELATO. "NO FUIMOS CULPABLES". CAPÍTULO SEGUNDO.

“NO FUIMOS CULPABLES”. RELATO BREVE, O  MINISERIE.

CAPÍTULO SEGUNDO.

 

“Soneto XVII.

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda - Cien sonetos de amor (1959)”.

Bs. As., Ciudad Autónoma, viernes 19 de agosto de 2016.

“….Apenas abrirse la puerta del ascensor en el hall del hotel lo veo a Guillermo, sé que me ve, está en el sitio exacto donde esperaba, de pie  junto al ascensor, apoyado contra una pared. Desde ese punto, despreocupada y tranquilamente podría ver a cualquiera que saliera o entrara, todo suceso del hall y detrás de las puertas cristaleras, vicios de la profesión que dejamos… sin dudas.

Sonríe al incorporarse y avanzar los pasos que nos separan y el aire se me escapa a recibirlo. Sigue siendo tan esbelto como veinte años atrás, con la musculatura fuerte moviéndose con la misma fuerza serena aún, bajo el elegante traje azul con camisa celeste, sin corbata que odia al igual que yo.

Las entradas denotan la calvicie incipiente, lleva el pelo corto aunque no el corte militar de antaño, y las patas de gallo, las líneas de expresión algo marcadas, pero la sonrisa me hace estremecer.

Cuánto llevo soñando esa sonrisa, esos labios finos y sensuales que nunca probé.

Sé que camino automáticamente, y de pronto estamos frente a frente, prendidos en la mirada, a mitad de camino, y trémulo le tiendo la mano.

Sin embargo el abre los brazos, me abraza atrayéndome al fuerte pecho, y me deslizo deshaciéndome entre ellos como lo más natural, como si nunca me hubiera alejado de su lado y congelados  quedamos en la mitad del vestíbulo, conscientes del latir, de la respiración, del aroma, y de las lágrimas de emoción que resbalan por las mejillas.

Nos miramos quietos con los ojos rebosando agua y curiosidad, escrutando cada línea del rostro,  cada retazo de la piel, en silencio, sin tiempo, y dominado por la mirada y los nervios supe que la atracción que siempre ejerció sobre mí, puede en segundos acabar con mi cordura.

Ya no estoy ante su foto del perfil que miro de soslayo en silencio callado,  detrás una pantalla, desde donde mi alma se asomó al ayer, a momentos que nadie me pudo sustraer, que grabé en mi alma, en mi carne y en mi ser, ahora estoy sin esperarlo en sus brazos, llorando como un adolescente, como tantas veces en pánico ante la muerte en la trinchera, donde los mismo brazos me atraparon calmándome.

 En este abrazo sé que está despertando mis sentimientos reales, los más íntimos y secretos que por años dominaron cada trozo de mi cuerpo, el calor asciende por mi ser, me alerta los sentidos, me empapa en su aroma que de a poco me envuelve y se vuelve mío, uno con mi piel”.

…! Pedro, qué alegría volver a verte! Te extrañé mucho, ahora lo comprendo.

…También yo, Guillermo, disculpa, no pude evitar las lágrimas.

… Estás precioso así, con el pelo largo que imaginaba aunque no alborotado como dijiste, y esa mirada de ojos color miel, con los hoyuelos que jamás me abandonaron, con la sonrisa que vi  cada noche de estos años.

__Guillermo respiró hondo casi arrojando un suspiro,  abrió la boca…, casi escucharon las palabras, pero nada fue dicho porque no era necesario, simplemente Guillermo  recorrió las mejillas con los nudillos terminando de capturar la humedad,  estudiando el rostro bello de Pedro, dibujando la tersa piel que anheló.

… Quisiera ir a lavarme la cara.

… No hace falta, estás precioso así, no quiero estar ahora ni un minuto sin vos. Vamos al restaurante, a cenar, tengo el coche esperando, aunque no lo creas manejo bastante bien.

__Guillermo internó la mirada en la ajena, no se despegaron más, y casi en trance hipnótico, de la mano salieron del hotel.

El coqueto íntimo restó estaba cerca, en el mismo paseo cercano al río, las luces de los barcos saludaron al paso, se colaron por los ventanales vidriados que circundaban la mesa reservada con vista al río, y Pedro observaba  algunas lanchas pesqueras deslizándose en el agua.

…¿Te gusta el lugar?

… Es hermoso, sí.

… Me lo recomendaron, ¿pido yo?

… Pide, me da igual.

___Guillermo se colocó con elegancia los anteojos, sin que la mirada de Pedro pudiera apartarse de cada detalle en él, y lo vio pasar hojas en las cartas, antes de solicitar al mozo, un cabernet de la mejor cepa, un delicado plato de pasta ante lo cual Pedro recordó que era su comida preferida con el asado, sumó  pesca del día, y verduras cocinadas al vapor, con café y tiramisú para el postre, y  champagne par el después.

“…Soy consciente de que la cena es una delicia, del encanto del lugar,  pero tengo todos los sentidos  puestos en la voz hipnotizante del hombre, cuya ausencia ahora sé, había sido el vacío en mi vida durante diecisiete años”.

___Cada mirada de esos ojos oscuros, que me leyeron desde la primera vez, cada roce de los dedos en la botella, o de un dedo en el dorso de mi mano al paso o trazando líneas en la palma, cada risa sonora  o curvatura de labios, era un bálsamo de colores que se filtraba a mi ser, llenando con ellos ese vacío, con sonidos musicales, incluso me penetraban los aromas del aperitivo que acercaba a mis labios en su cubierto, en inusitada intimidad.

… ¿Cómo fue que perdiste a Camila?

… Te dije, en un accidente.  Fue todo muy extraño, recuerdo que ella supo que el papá iría a Chile a vernos, Orestes viajaba en auto siempre, ellos eran muy unidos.

… Lo sé.

… Decía que en avión veía nubes como en cualquier lado, en cambio en coche, podía oler los detalles del paisaje encantado, del cruce de la Cordillera. Camila quiso ir a buscarlo, como  nuestra princesita estaba en clases, se quedó conmigo, ella viajó hacia acá en avión, regresaron en el coche al día siguiente, y antes de la aduana, desbarrancó, se incendió antes de caer al río Mendoza.

Orestes conocía el cruce, Guille, nunca supe si fue realmente un accidente, no era un  inexperto, llevaba todo para eso, además jamás hubiese arriesgado a su hija. Pero no quedaron rastros como para investigar y demostrarlo, más que cenizas que el agua del río escasa en esa época se llevó.

Dayanita tenía ocho años, y desde entonces, es mi sol, mi amor, mi cielo, y yo todo para ella.

¿Nunca te enteraste por los medios?

.. No, como vos, me alejé de todo, dejé el ejército como todos, y me fui con Fabián a una casa en las sierras, sin diarios, casi sin ver noticias, nos aislamos allí, luego él fue al colegio cerca, yo hice libre la carrera.

No me enteré hasta mucho después, hace cinco años que regresamos, algo antes acá, a Banfield, porque Fabi deseaba cursar en la UBA.

Entonces abrí el estudio con mi amigo de toda la vida, Marcos, sin percatarme de  que Alberto y Gaby habían estudiado abogacía, los reencontré luego, tampoco se me ocurrió asociarlos al estudio, hasta que me di cuenta de ofrecerles el lugar al contactarlos en face, hace pocos días, apenas un poco antes que a vos, comenzarán el primero.

Ya te conté de Fabián y de Valeria, te hice llegar fotos, y del nene, de Guillermito, tiene cinco años, es igual al padre, pero le pusieron mi nombre.

¿Con quién dejaste a la muñeca que es la imagen de Camila?

… Tiene una nana, desde siempre, vive con nosotros desde que estamos solos, paso demasiadas horas en la empresa.

Cuando me dijeron hace tres días que tenía hoy esa negociación con la de acá, no lo podía creer, nunca imaginé regresar a Bs. As., pese a que mi niña sí desea que nos mudemos, ella quiere estar en la tierra de su mamá, de su abuelo. Yo tengo a mis padres en Chile, pero no los veo demasiado, viven lejos de Santiago, prácticamente vamos por la nena para fin de año, y cumpleaños, no mucho más.

Cuando casi huí a Chile, como tú a Córdoba supongo, pensé en ser policía, algo relacionado a la fuerza, pero las  imágenes de aquello, me llevaron a la abogacía.

… A todos nos sucedió, yo pensé en poner una agencia de investigaciones, en estudiar medicina, no pude ninguna de las dos, y con cuarenta años me vi rindiendo libre materias de abogacía.

 A Alberto lo llevó Gaby creo, pero a nosotros nos pasaron cosas similares.

¿Cuándo regresas a Chile?

… No sabía exactamente, pero resolví la negociación en minutos, puedo irme cuando desee, o cuando mi niña me requiera, no estamos acostumbrados a separarnos, ni una noche, pero tampoco sabía cuánto me quedaría, y se quedó allá.

__Pasaron las horas sin darse cuenta, entre brindis con champagne por el reencuentro, entre  jarras de café rellenando los aspectos tridimensionales que la web dejaba huecos, que la comunicación en línea jamás podría completar, escudriñándose en cada detalle, buscando los matices, los cambios sutiles, los mayores, aunque la esencia seguía igual.

No importaba el tema en cuestión ni el afuera, Pedro siempre caía en los ojos que lo hechizaban y Guillermo en los labios que ejercían el mismo efecto, más al sonreír y formar los hoyuelos.

Los dos supieron que cada actualización de estado, cada chat, cada post, habían sido los preliminares para el encuentro real íntimo de esa noche encantada.

… En tu perfil, en la nena veía a Camila, no tu foto, pero igual ninguna puede hablar, ni decir lo que la mirada declara, y mi alma se vuelve loca en el reflejo en la tuya, y dejo mi tristeza detrás del brillo de tu mirada, la foto no me podía hablar, cuando Beto me dijo que vendrías  le pedí disculpas al pasado, por haber intentado enterrarlo, cuando en verdad gracias a él  que  lo vivimos juntos, te siento tan cerca hoy.

Pedro, soy gay, lo sabes, nunca amé a Juan como pensé en aquellos años, fue un compañero, un amigo, dio la vida allí, y nunca olvidé tu sonrisa con hoyuelos, aunque el rostro se difuminara, mi marca sé que quedó en vos también, y sentí susurros de tu voz en mis sentidos, he llegado a saturar mis sentidos en todos lados con vos desde que nos contactamos.

Y en este rato, cada sonrisa, cada roce, cada mirada no ha sido más que pasos dados a mayor intimidad.

…Guille, por mi vida solamente pasó Camila, y secretamente  siempre supe que no era el Amor, que el amor se había quedado en la guerra, nunca he sido de nadie, pero me provocas unos hormigueos, un revoloteo, cosquillas al mirarme que jamás sentí.

__Pedro se ruborizó en la confesión y desvió el tema atolondrado por la excitación que dominaba en su pelvis, mientras Guillermo estaba enloqueciendo en el mismo tumulto sensorial concentrado en todas partes.

… ¡Guau! Hasta los bombones de menta y chocolate están exquisitos.

…Vos sos exquisito__ perdón, no puede evitarlo, siempre lo pensé, desde verte en las filas, pero hoy más hombre, mayor, sos más irresistible__ Guillermo le introdujo un botón en la boca y los labios quedaron muy cerca. Y atontado, cambió el tema.

… Beto estará feliz de que te haya gustado su restó favorito.

…¿Sabía que estaríamos acá?

… Me recomendó el lugar, no salgo demasiado, y le pregunté, le dije que deseaba traerte a un lugar especial

___Pedro sin  darse cuenta ladeó la cabeza paseando la mejilla por la palma que le acunaba la cara, sin apartar la mirada. Sabía que Guillermo no iba con medias tintas ni rodeos, siempre había sido franco, y sin darse cuenta, asintió a lo de Beto depositándole un beso en la mano.

…¿Más café Sres.?

… No, Gracias__ Guillermo contestó decidido, Pedro había recordado que lo tomaba amargo, y él que le gustaba dulce, también que fumaba si bien no estaba permitido allí.

…¿Te gustaría quemar la comida y los litros de café yendo a dar una caminata por la costa, y a bailar a un boliche cercano?__ todo un mundo de significado para nada sutil, tampoco ofensivo se mostró en la mirada penetrante, una pregunta, excitación y paciencia infinita, que quizá estaba a punto de convertirse en otra cosa, Pedro estaba mareado de amor, y ya había tomado la decisión, Guillermo la llevaba desde siempre en el alma, en cada fibra del ser.

…No. Quiero que…, quiero volver al hotel. Contigo. Allí quizá podamos bailar.

__Las miradas no se desanudaron en ningún instante, Guillermo sin poder creer en lo que acababa de escuchar pero imaginando los labios surcando su cuerpo, él sintiéndose dentro recorriéndolo, dejó un montón de dinero en la mesa, y fue impulsado a ponerse de pie, mientras se entrelazaron los brazos de los dos en la salida, muy cercanos, susurrando sonidos que se perdieron en la música que inundaba la estancia.

Al pasar por la pista de baile, Pedro estuvo a punto de quedarse, estaba demasiado nervioso por lo que ocurriría después a punto de dar marcha atrás, sin embargo las manos trémulas de Guillermo le demostraron que pese a su experiencia y edad, no estaba menos nervioso que él, que también temblaba, al tiempo que las palmas se llenaron de sudor frío como otras zonas del cuerpo de calor urgente.

___Caminaron abrazados en silencio por la costanera, se detuvieron a contemplar el río, a los pescadores, al otro, perdiendo a veces la mirada en el cielo, y al fin fueron hacia el parking.

Cuando subieron al coche, Guillermo con la excusa de ponerle el cinturón, quemó la piel con el aliento candente, paseando el brazo por el respaldo del asiento, y con vos ronca interrogando.

..¿Estás seguro que deseas lo que tenga que suceder? __ la voz sonó ronca, suave.

Llevo años esperándote, puedo esperarte el tiempo que necesites, tampoco sé si estarías dispuesto a regresar a Bs. As., a dejar lo que tienes allá, quizá a trabajar a mi lado.

__Tantos interrogantes sumieron al Pedro decidido de una hora atrás en la duda, quizá pasar horas chateando o en internet no tenía nada que ver con estar juntos en un hotel, o más, sin embargo Guillermo seguía temblando como él, la voz no era firme como al inicio de la noche, era más que obvio que estaban nerviosos por igual.

Pedro se recostó sobre la puerta del coche, estirando las piernas, mientras no le fue ajena la mirada que lo recorrió de cabeza a pies demorándose en el vientre y debajo., en los labios.

..¿No me deseas, acaso?

__Las pupilas dilatadas de Guillermo, tan oscuras y turbias  regresaron al recorrido completo del mapa, demorándose en los sitios claves, entreteniéndose en los labios, mientras mojaba los propios, hasta que echando la cabeza atrás lanzó la risa.

… Cielito lindo, te deseo con locura desde hace veinte años casi, tanto que podría llegar al éxtasis tan sólo mirándote__ la voz sonó ronca en la quietud del coche, la pasión era clara___.

 ¿Me deseas vos? Nunca imaginé que pudieras, tenías una fila de chicas detrás además de Camila, no imaginé que desearas a un hombre entonces, te vi como imposible, más allá de Juan.

… No deseo a otro, siempre fiesta sólo tú. Desde entonces, a pesar de Camila, y creyéndote imposible por Juan, te deseaba a ti __, en este mismo momento deseo ser tuyo, para siempre.

__Guillermo cerró los ojos, lanzó un gemido, incrédula la mente, los nudillos blancos, mientras tomaba todo el aire que podía acaparar, los ojos ardían como su piel y su pelvis, y curvó los labios en una sensual sonrisa que dijo todo.

… Regresemos al hotel, ya, no puedo esperar ahora.

__El móvil de Pedro sonó, era Dayana, le mandó un beso, mientras Guillermo ya había encendido el motor y salía del aparcamiento, al tiempo que sonó el suyo, y lo echó en el regazo de Pedro.

… Apágalo, así sea mi hijo.

__Pedro regaló una sonrisa, pero alcanzó a ver B-G, y le preguntó.

… Beto, es él, Gaby no llamaría, menos a esta hora.

… Guille, ¿todos supieron de esta cita?

… Todos no, los que me enviaron solicitudes, ¡maldita sea!

___Se miraron al mismo tiempo, serios.

…Lo siento, si esto te molesta. Hace tanto que estoy enamorado de vos… me siento como un adolescente en la primera cita y no hago más que arruinarla o tartamudear.

Perdón, no quería decirlo, ahora, me refiero a que te amo.

___Guillermo suspiró, dejó escapar  el aire respirando lento, como intentando enmudecer.

…Perdón, pero, es la verdad, te amo, siempre te amé, no puedo retirarlo, quiero la vida con vos, casarme, hijos, todo.

¿Soy un desastre verdad?___  golpeando el volante.

.. Eres un encanto, también te amo, también siempre te amé, y sí que me casaría contigo, aunque debo vencer prejuicios, decir la verdad a mi niña, a todos, mudarme, cambiar de trabajo, de país, de casa, de vida, quiero la tuya, a ti.

Déjale el coche al de valet parking, vamos a la suite, me muero de miedo, necesito que me enseñes todo, que me hagas enloquecer y delirar, para quitarme el miedo, que me hagas el amor, ser tuyo al fin, te amo Graziani.

___Pedro se dejó caer en el asiento temblando como hoja arreciada por huracán, Guillermo llamó al encargado, intentó bajar sin quitarse el cinturón, y sin saber cómo se vieron enredados en el ascensor, devorándose en besos calientes,…, con las lenguas adentrándose ansiosas por explorar el dominio a conquistar, entrelazándose como los cuerpos en el abrazo, ávidas como la excitación que sintieron en la pelvis, creciendo las llamas que los devoraban desde las vísceras amenazando con promesas de orgasmos infinitos,…. cuando al fin susurró Guillermo  en los labios.

…¿Hay cámaras de seguridad?

… No me importa, ya no importa.

__Continuaron saboreándose en el beso  hasta que la voz indicó el piso, se abrió la puerta del ascensor, se apartaron jadeando, para estrecharse contra la pared, mientras la mano de Pedro introdujo la tarjeta llave, torpemente, abriendo otra puerta, que se cerró detrás de los cuerpos atolondrados, cuando siguieron en el beso en la habitación, sin sentirse culpables, sin ser culpables de aquel amor.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.