"NO FUIMOS CULPABLES" RELATO. CAPÍTULO TERCERO.

“NO FUIMOS CULPABLES”.

CAPÍTULO TERCERO.

Bs. As., Ciudad Autónoma, viernes 19 de agosto de 2016.

Alfred Armeaga SeñorPoesia

Cayeron tus pétalos...

“Nuestras miradas

se cruzaron,

nuestros labios

se rozaron,

nuestras lenguas

se entrelazaron…

Y fueron cayendo

tus pétalos

uno a uno y…

En pleno otoño

Floreció la primavera”.

Mr. Poesí@

Principio del formulario

___Atolondrados entraron cerrando la puerta detrás, y Guillermo con un dejo de razón detuvo el beso, apenas murmurando en los labios, bordando en la boca el cuidado, la incredulidad de la elección de la que no fueron culpables, ni al ir a la guerra y encontrarse siendo prohibidos, ni del reencuentro causado por sus hijos a través de las redes sociales que ninguno de los dos manejaba, un poco por el acuerdo tácito de todos, de enterrar el pasado, disolviendo el grupo, imponiendo distancia, silencios,…, en las heridas  que todavía dolían.

..Pedrito, amor, sos tan lindo, tan joven, es tu primera vez, me eliges, me cuesta creerlo pese a todo lo dicho en Facebook, y  hace minutos atrás.

… No me importa, Guille, hace diecisiete años que sueño con este momento, pensé que sólo quedaría en la mente, que jamás te vería otra vez, y sin embargo pese a no desearlo, mi hija insistió con Facebook, tú al fin aceptaste mi solicitud, luego llegó twitter, y todo lo que ni imaginábamos, porque justamente de eso se trataba, de olvidar a los que fuimos entonces, pensando que borraríamos el dolor, pero no fue así.

.. Amorcito, obviamente estoy sano, tú eres célibe, pero necesito saber si quieres cuidados, si tienes algún lubricante porque hacer el amor duele, la primera vez va a doler, no quiero que dejes de disfrutarlo.

… No uses nada, no importa el dolor, nada será mayor a lo que sufrimos entonces, hay dolores mayores. Guille, créeme, tenía veinte años, te idolatraba como muchos, pensé que jamás mirarías a un joven de mi edad, que me verías como a tu hijo, y sin embargo oculto en relatos de novias, secretamente te observaba, te conocía y más te admiraba, no enviabas a los menores al frente, como cualquier oficial, te ponías en la línea de fuego.

 Más de una vez pensé que moría cuando te veía allí, y te prometo por mi hija, que hubiese cruzado frente al cañón para salvar tu vida, así ya sin saberlo te amaba, pero existían Juan y Camila, era un chico para ti, o eso pensé, pero cuando me arropaste en tus brazos en el bombardeo,…, por el pánico, entre ellos supe que estaba mi hogar, para siempre, aunque no pensé en esta oportunidad, y esta vez, vengo a dejarte el corazón, hazme el amor, no lo dudes, te amo.

 No voy a negarte que dolió la muerte de Camila, la quise con el alma, dolió por Dayana, pero si tú hubieras muerto en la trinchera, jamás te hubiese supervivido, había decidido seguirte, en la vida o en la muerte.

En la mesa de noche hay lubricante.

___Pedro se arrancó la chaqueta, el chaleco,   fue hacia el ventanal, arrimando al cristal un sillón, mientras Guillermo hacía lo mismo, llevando consigo el lubricante siguiéndolo hacia el ventanal, sabiendo, que no eran culpables del amor nacido tanto tiempo atrás, ni de estar esa noche allí.

Pedro encendió sólo la lámpara junto al ventanal, respirando con dificultad, sintiendo el miedo y la adrenalina a lo desconocido y a la vez ansiado, el deseo por ser amado al fin y definir su sueño en la realidad.

La música ambiental fue cómplice del amor expresado, cuando le tendió la mano, y Guillermo se la dio, conduciéndolo hacia el ventanal, mirándose  en todo momento, perdidos en laberintos familiares.

…Esta primera vez quiero al fin admirarte como mío, ¿puede ser?

Aunque eras un muchacho, parecías menor y estaba casado, nunca puede dejar de admirar tu belleza entonces, la madurez de estos años te han convertido en el hombre más bello que llevo conocido.

___Pedro sin apartar la mirada, evitando el beso, comenzó lenta y sensualmente a desvestirse para él, con manos trémulas, sintiendo el rubor ascendiendo, los botones de la camisa se fueron desprendiendo, sintiendo las brasas que la mirada de su hombre en minutos iba encendiendo en la piel que se exponía imprudente, sin tapujos.

Guillermo a su vez fue desabotonando su camisa, con manos más expertas y seguras, y al tiempo murmurando su amor, para evitarle los nervios, atemperar el temor.

…Deseo desde hoy ya no ser un sueño, tenerte en mi cama, en mi vida,… esta noche, mañana y siempre, y eso que nunca quise ataduras, sino aves de paso que me dejaran volar a antojo, inclusive junto a Juan.

Quiero verte llegar a casa cada día, o llegar, pero unirnos en el abrazo, mirar mi reflejo en tus ojos de miel, cristalinos, puros, ver la sonrisa que encandila dibujar los hoyuelos donde quiero beber  tu rocío, y rozar tus carnosos labios, siempre hechos para ser besados, sentir y crear sonidos que armen melodías, con suspiros  y jadeos, que marquen nuestro acto, inventadas, renovadas  cada vez, ser tu presente, tu futuro, ya que nada ni nadie se interponga en nuestro tránsito de la mano por los senderos de la vida, que te mudes y que trabajes conmigo, que nuestros hijos se amen, que me invites a sentirte.

Quiero ser tu realidad, y verte soñar paraísos, ser tu sol, y vos mi luna, yo calentar tu alma, vos que hagas latir mi fatigado corazón al fin.

Deseo despertar perezosamente cada mañana, acariciando tus mapas, buscando tus manos, besando desde tu frente, ser tu amor comenzando el día de una nueva vida feliz, con obstáculos que venceremos con brío, juntos como en la trinchera, pero olvidados de aquel negro pasado, quiero ser tu vida, que seas la mía, juntos con los chicos que las mujeres destinadas dejaron para sentirnos completos, para darles Amor, para tener un hogar.

… Guille, te miro y me pierdo en la travesía de tus pupilas desde la primera vez, en el abismo infinito de esos ojos que me quedaron grabados a fuego, que nunca olvidé.

Hoy los vuelvo a admirar, y un torbellino de ideas corretea e inunda mis imágenes, mi mente, y mis dedos quieren enredarse en el negro de tus hebras, sentir los tuyos en mi cuero cabelludo.

Quiero que la luna se sienta avergonzada de espiar nuestro amor, que las estrellas titilen sorprendidas, y que sean cómplices lejanas de cada encuentro,  que ahora nada más exista ni importe, solo tú y yo, dos seres que pronto será uno,  fundidos en el incandescente deseo, y mi cuerpo vibra mirándote, se escalda en tu lectura, sé que se derretirá en el roce, estremeciéndose en caricias, así como nuestras bocas hambrientas de siglos se buscaron, se encontraron, se disfrutaron, se devoraron, se re exploraron, no importa el dolor, deseo que seamos uno, que el fuego de la entrega nos consuma, nos abrase, perdiendo el dejo de cordura, y que los corazones latiendo locos, bramen cuando todo estalle en el éxtasis nuevo para los dos, cuando toquemos el cielo, o descendamos al final del abismo, agonizando para renacer, renovados, empapados del otro, embelesados, enamorados, para recomenzar.

….Miro los ojos refulgiendo, deseando unirse en lo mismo, arrancando suspiros, rompiendo barreras para otros construidas. Deja que te ame y sea tu maestro, a mi manera que será la tuya, tan suavemente la primera vez, que despierte en vos las nuevas sensaciones, ser la brasa caliente que te seduzca en besos ardientes, que bordarán flores en tus sienes, ven precioso, termina de sacarme las barreras que quitaré las tuyas, sin vergüenzas, sos hermoso, sobre mi pecho deja suspiros y jadeos, déjame hacerte el amor con las llamas encendidas en la pasión, susurrando tu nombre en el cuello, mirándote siempre, sonriendo, saboreando la miel de tu boca.

Lleguemos al mágico momento eterno, ya  está tatuado en la mente y en el cuerpo desde hace años, en el alma, en el corazón, es hora de ser uno.

… Sí amor mío, siento que tus caricias abrazan mi alma antes de llegar a la piel, me colmas el corazón de sonrisas nuevas, el hombre que amo desde hace tanto tiempo, acaríciame y recórreme despacio, despacito, dulcemente, la piel en cada recoveco, y si a veces cierro los ojos será para sentirte más, llenando de recuerdos el alma, y luego acaríciame por dentro, haciéndome tuyo en el mágico vaivén, hasta que lleguemos a las estrellas, cuando me llenes de ti.

___los ventanales vidriados, en el resplandor de la luz de la lámpara y del paseo marítimo, se convirtieron en espejos donde se podían mirar, evitando la exposición directa.

Guillermo surcó las manos ansiosas  por los brazos, ascendió por los contornos cincelándolo, hasta perderse en besos hambrientos, devorándolo tímido todavía rodeándole la cabeza, con desesperación inminente clavando las yemas entre el pelo en el cuero cabelludo, y Pedro se precipitó a recorrer con la lengua la parte interna de los finos labios, que succionó estirándolos, temeroso primero, bravío después, y cuando succionó la lengua, Guillermo emitió un gemido y el sexo inhiesto en los dos acompañó al beso.

…Bájame, sácame los pantalones cielito___ bramó con voz rota, mientras las yemas de los dedos se deslizaron al pecho, jugueteando con el vello hasta demarcar círculos, hasta legar a los pezones, dejando una estela  de fuego, y Pedro bajó la cremallera, haciendo caer el cinto  ruidosamente, para descender al fin los pantalones con los bóxer acogiendo la desnudez de las caderas, mientras Guillermo rotaba los pezones entre sus dedos, para atraparlos entre los finos labios, mordisqueándolos luego, y sostuvo las manos de Pedro, porque si llegaba a más no lograría el cuidado, perdería el control sumido en el arrollador deseo.

__Lamió desde las sienes a la boca, los hombros deteniéndose succionando la piel mientras Pedro gemía facilitando accesos, cuando se detuvo paseando la clavícula en el hueco, para llegar de nuevo al hueco de la garganta, mientras Pedro besó la frente ajena, y las manos paseaban moldeando las nalgas, y las caderas, por las partes que se les antojaron, uno imitando los sitios y garabatos dibujados por el experto.

Guillermo interrumpió el beso, se colocó detrás para terminar de hacer caer la ropa, y al mismo tiempo escudriñar el mapa, mientras besó lamiendo el lóbulo de la oreja, introduciendo la lengua a beber en el pozo del tímpano,  y con las manos untadas en lubricante lo fue masajeando en los dos, y delicadamente tanteando rugosos pliegues entre las nalgas hasta llegar al acceso estrecho, donde entró primero el meñique y Pedro dio un respingo, lubricando, besando los hombros y la nuca, mordisqueando, luego llegando a los pezones distrajo en el placer allí detonado del eximio dolorimiento de la intrusión de dos, tres dedos que lo dilataron lubricando, acariciándolo por dentro como jamás imaginó que sentiría.

El aire fresco y los diestros dedos de una mano convirtieron en piedra los pezones, los dos ya jadeando apenas vivían, hasta que Guillermo se sentó en el sillón, y Pedro supo que lo iba a atravesar de una vez, para siempre, para que doliera de golpe, y luego llegara el placer.

Lo aferró de las caderas, y asombrado del deseo pulsátil que esperaba ser cobijado, se dejó caer en él, mordisqueándose el labio inferior para no gritar el dolor exquisito, de haber roto la barrera de la primera vez, de sentirlo entero clavado al hombre al fin dentro de su ser.

Guillermo desesperado de deseo contuvo el movimiento, en espera de que lograra acostumbrarse a la sensación, distrayéndolo en caricias y susurros, mientras se debatía con la pasión que lo arrollaba a  hacerlo cabalgar sobre su regazo, pero sabía que había elegido la posición  más posesiva, la que le permitiría llegar más lejos para esa primera vez.

…¿Duele mucho?

… No. Ya pasa, mira las ventanas, es hermoso, nuestros  reflejos alargados nos contemplan desde allí.

___Pedro olvidó el dolor extasiado en la imagen, su rostro con la cabeza apoyada en el hombro de su hombre, arqueado acercando pezones a sus dedos, la cara apasionada de Guillermo, que de juguetear con los pezones lo elevó saliendo, para introducir en el acceso dedos con más lubricante, en la humedad ya abierta en el abismo de Pedro y para llegar a lo más profundo…. le dijo que se levantara, dejándose e caer con fuerza, mientras las manos lo aferraron de las caderas, delicadamente,  empujándolo a caer sobre el deseo en mástil, duro, pulsátil, resbaladizo y abrasador que llenó a Pedro por entero, como hacía años lo necesitaba, y llevando las manos sobre la cabeza hacia atrás, maullando de placer doloroso, sintió que bamboleaba las caderas debajo, y comenzaban a moverse despacio, primero, arriba, abajo, y en cuanto más ascendían las olas de placer, las llamas encendidas en el beso, más rápidos y urgentes eran los vaivenes, de ríos, mares y buzos zambullidos, mientras ya eran un ser, jadeos, lenguas, gritos, sudor, y Pedro supo que había cambiado la sensación de dolor, en un delicioso  juego de olas salvajes que se lo llevaban lejos del mundo, de la mente, de la razón, al fin junto a él, volando juntos.

 Guillermo tembló en la embestida, envolviéndolo en los brazos, trazando círculos gozosos por delante en Pedro, lo más glorioso de su vida, y supieron que estaban en el instante de rendición, cuando tensándose uno y el otro, Pedro lo constriñó ordeñándolo en espasmos poderosos de éxtasis puro, mientras Guillermo embestía aferrándolo, rugiendo, y arremetió más adentro, más intenso, más profundo, alzándolo a Pedro que temblaba como hoja a intemperie.

Guillermo mecía las caderas, Pedro se dejó caer, y su hombre  empujó con fuerza a sitios oscuros, recónditos donde las promesas de orgasmos esperaban hacerse reales al fin, hasta que se dejaron ir derramando fluidos plenos en las manos, adentro, quedándose en el uno, mientras el mayor lo envolvió intentando que no se demoliera en convulsiones del primer éxtasis del uno que acababan de ser por entero, por primera vez.

…¿Estás bien?

.. Sí, de nuevo.

___Guillermo hizo rodar los pezones, haciendo elevar al delicado titubeante cuerpo, apenas saliendo de él, para que se elevara más alto, y cayera más allá esta vez, Pedro constreñía  el abrazo en el ascenso, en el descenso, en el pautado nuevo vaivén, susurrándose el amor con voz ronca, sensual que los derretía en mareas más cálidas aún.

Guillermo dio tiempo a la mayor excitación, lo subió y bajó sobre él, una y mil veces, mientras jugueteaba con los pezones, se embriagaban en el reflejo, hasta que Pedro imploró estallar, y Guillermo lo empujó hacia abajo, sobre él, al tiempo que vieron en los cristales, el rostro del placer, del clímax, del ser uno, y gritaron, bamboleando las caderas hasta mover el sillón, mientras las embestidas agónicas continuaban, arrullando, potenciando  el no desear poner nunca fin a estar así, y con Pedro temblando en el orgasmo que reverberaba una y otra vez en todas partes, con las miradas clavadas en el otro, jadeando, lograron susurrar.

… Te amo, soy tuyo al fin___ la voz salía con dificultad.

… Y yo precioso, soy tuyo, para siempre.

___La noche corrió entre entregas, espasmos, gritos, temblores, uno dentro,  otro dándose, muertes y renaceres de un reencuentro, sin casi tiempo de recuperación, apenas para dejar de temblar, dejar morir espasmos y recomenzar, hasta que exhaustos y agonizando, se envolvieron en el otro, se enmadejaron en uno, tambaleándose borrachos, dejándose caer en añicos en la cama al fin.

Guillermo continuó allí, le pidió saciar su sed, y lamió y succionó hasta que Pedro volvió a morir, y a caer al fin en el sueño, habiéndose dado por entero a su hombre de siempre, que sabía le tocaba a él.

Cuando despertó en poco tiempo, Pedro lo amó con la boca, labios y lengua, hasta beberlo entero, hasta dejarlo exhausto, derrotado sin armas como estaba él, e hicieron el amor una y otra vez toda la noche hasta que el alba moribundos los sorprendió, apiadándose de ellos, llevándolos al sueño al fin, no sin antes en un hilo hablar.

…Guille, ¿qué vamos a hacer con…”esto…lo nuestro”?

… Vivirlo mi amor, vivirlo ahora y siempre.

¿Puedes quedarte al menos una semana conmigo?

… Hablaré a mi niña, y si está bien, sí. Pero debo dejarte unos días para arreglar todo en Chile y mudarme, siempre que me des trabajo.

… Tontín, ya lo tienes, Gaby y Beto mañana sabrán que somos novios, todos se enterarán por las actualizaciones de estado, y también mi hijo, por ello le hablaré antes, debes contar con cuidado a tu niña, es más complejo con ella. Pero deseo que seas mi socio en lo penal, que Gaby y Beto regresen con nosotros en lo civil al estudio, y a nuestra vida, olvidados de aquello que nunca debió ser.

..¿Crees que Fabián me aceptará?

… Obvio, si él es culpable, uno de los culpables de “esto”, además sabe que estuve casado con un hombre, que amaría a otro quizá, lo desea, tu nena debe enterarse de la condición diferente, aprender a amarme, a que Fabi sea su hermano mayor, pero todo estará bien.

…¿De verdad?

… No puede no pasar, en poco tiempo, estaremos festejando la llegada al estudio y nuestro compromiso. Lo prometo.

Sin embargo ahora deseo una luna de miel anticipada, llamar a los culpables de “esto”, para apagar teléfonos, y ordenadores, y quedarnos acá amándonos como esta noche, sólo así podré dejarte ir unos días, o ni siquiera.

…¿Cómo?

…Quizá vaya con vos, así estaré seguro de que regresarás, no vayas a conocer en estos días mis fobias y berrinches y a huir espantado.

… Conozco más de lo que imaginas, Graziani, te sorprenderás de mi capacidad de observación, mejor dicho de la que tenía a los veinte años. Te amo con todo, compro el paquete completo. Lo prometo.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO Y ESCENAS EXPLÍCITAS.