ENIGMA. CAPÍTULO VEINTE. PRIMERA PARTE.

 

ENIGMA.

CAPÍTULO VEINTE.

Bs. As., martes 30 de junio de 2015-

Hospital Borda.

___Mientras Guillermo recorría los pasillos, con las manos en los bolsillos, la imagen casi remota de Miguel se coló en sus pensamientos. El corazón comenzó a latirle en las sienes y la sangre a galoparle en las venas hasta martillar la cabeza.

Tendría que aprender a contener su furia, porque no podía ahora dejarse ver por él.

Si Miller aceptaba la oferta sería él quien lo acecharía día y noche, siguiéndolo a distancia, respirando en su nuca, hasta  encontrar la mejor manera de ejecutar su plan.

No, no podía demostrar cuánto le estaba costando mantenerse a distancia y no ponerse ante ese hombre para arrojarle las palabras y  la furia que le abrasaban la mente y la boca e ir luego por más.

Disponía de tiempo, siempre que Pedro estuviese seguro, fuera de su alcance lo tenía. Y él,…, en su vida había aprendido a amoldarse a cada circunstancia vivida, a su niñez solitaria, a su condición, a ese casamiento de Mirna, a ese hermanastro nefasto, a las idas y venidas con Juan, a mucho se supo amoldar. Había aprendido a tener paciencia, aunque ésta amenazara con esfumarse cuando pensaba en que Pedro pudiera estar en riesgo, ya sea por la presencia de Miguel o por negarse a imaginarlo ni siquiera una hora en una prisión.

El pensarlo una noche durmiendo en una fría celda, en un estrecho y destartalado camastro le provocó una dolorosa punzada en el pecho. Pero era algo que no podía suceder, que no iba a suceder.

Pero,… apartando a Pedro, su debilidad y talón de Aquiles que no podía controlar, seguía siendo un hombre controlado. Sabía que su plan funcionaría si medía cada paso que diera.

Pero sus ojeras y frecuente inquietud y desatención, no se debían a la prisa por ejecutar la venganza.

La tenía bien planeada, sabía cómo sería ejecutada, llegaría en el momento preciso, aunque su sombra llegase a ser Procurador.

Lo que lo tenía ansioso, impidiéndole descansar, tanto de día como de noche, era un sentimiento perturbador muy distinto, que jamás pensó en conocer.

___Pedro… mientras expelía el humo de un cigarrillo, desesperando en la espera,  sintió la virulencia del viento azotando afuera, e imaginó a la gente libre caminando por las aceras.

Continuó con la luz apagada. No le hacía falta. La oscuridad seguía siendo su aliada cuando se perdía en sus recuerdos, y nuevamente la necesidad de recordar pero ahora desde el llamado de Claudia volvió a asediarlo.

Solo la brasa candente del cigarrillo se avivaba cada pocos segundos, cuando inspiraba en busca de la nicotina que diera alivio adormeciendo a su cerebro. Y mientras lo hacía otra imagen surgió dominándolo todo.

 Se dio cuenta que cuando veía entrar a Guillermo, dejaba de respirar, se quedaba absorto, inmóvil, sonriendo como a él le gustaba,…, mientras se acercaba cálido como en la visión de un sueño.

Pero de pronto fue como si el viento que azotaba fuera, hubiese encontrado la manera de colarse por la ventanilla y lo rodera sin piedad. Sintió un estremecimiento que comenzó en las entrañas y recorrió todo el cuerpo, erizándole la piel.

Cerró los ojos cuando la respiración se hizo ligera y superficial, cuando el techo comenzó a girar, cuando el corazón latió con premura,… trató de prestar atención a todos los sentidos, para anclarse en la realidad.

Vivía hacía años de emociones y sentimientos por su familia que nunca pudo ni quiso olvidar, años esperando reencontrarlas, con la misma tristeza embebida en al alma, esperando decirles cuánto las amaba.

 Todos los recuerdos anteriores a junio le traían la misma emoción,  las sensaciones estaban allí, los momentos felices estaban intactos en su memoria, pero ya no podrían regresar.

De pronto el tiempo se detuvo en la ausencia de Guillermo, y sin remedio sucumbió al mundo de los recuerdos de nuevo. Asustado por la oscuridad, por  la noche y el frío se acurrucó en el piso en un rincón, con la cara oculta entre las rodillas sollozando su dolor, mientras dos lágrimas rodaron por las mejillas y saltaron a su regazo, el  temblor lo invadió al tiempo que Guillermo entró y al verlo de nuevo en ese estado el alma se le encogió, preocupado por él y por la expresión perdida y desencajada del bello rostro ya conocida.

Se dejó caer en el piso a su lado, le enmarcó el rostro buscando la mirada inundada, y en susurro le habló:

… ¡Hola mi angelito! ¿Qué haces otra vez acá?___ Mírame le dijo, obligándole a ladear el rostro y llevar la mirada a sus ojos que se enterraron en los marrones, y luego que el silencio los invadió, que Guillermo bebió una a una las lágrimas,  Pedro susurró:

… Me matará como a ellas, ¿verdad?

… No mi amor, no lo permitiré.

… Nadie pudo proteger a Claudia, a pesar del apoyo de la Oficial, la mataron allí, y debí ser yo el muerto.

.. Chsss… La mataron porque no conocíamos la red de gente de mierda que hay detrás, ahora sí, y te aseguro que nadie llegará ni a tus tíos ni a vos.

___Guillermo lo estrechó en sus brazos acunándolo como tantas veces, cuando Pedro con los ojos escocidos en lágrimas los posó en la mirada profunda:

… ¿Qué vamos a hacer con “esto”,… Lo nuestro?

¿Como puedo decir “te amo” si te arrastro a dejar tu vida afuera y a permanecer encerrado aquí,…a mi lado?

… No me arrastras a nada, elijo quedarme a tu lado, porque no puedo ya respirar el aire en que no estás, te lo dije. Nada de lo de afuera me retiene ni me importa, como estar cada minuto de mi vida con vos, y si ahora lo único que tenemos es este espacio y este tiempo, acá estaré y es acá donde soy feliz.

No sufro del Síndrome de Estocolmo de tu madre hacia tu padrastro, Pedro, lo mío es Amor, y lo que sientes al querer dejarme ir también, no hay egoísmo, solamente Amor incondicional.

.. Guille,.. Necesito que me cuentes todo lo que pasó.

… Lo haré, te contaré todo, y tenemos que planear lo que haremos de acá en más, juntos.

… Si seguimos acá, nuestras declaraciones de Amor quedarán cautivas para siempre, como lo que hizo el sultán con las de los Cuentos de las Mil y Una Noches, encerrándolas entre muros y sedas de su palacio por la eternidad.

… No estaremos una eternidad acá, Pedro. Lo prometo.

--- Los dedos se rozaron al entrelazarlos y corrientes eléctricas inesperadas los recorrieron de cabeza a pies, y en la mirada brilló la pasión, y al descenderla se embriagaron en la ternura de la sonrisa.

.. ¿Te sientes mejor?

También necesito saber adónde te fuiste en estas horas, tus sensaciones, lo que viste, todo.

… Regresé por ti.

.. ¿Cómo?

… Que me llamabas, siempre escuché una voz que me llamaba, que me declaraba su amor, y entonces no pude irme ni quedarme con ellas en la playa ni diluirme en el viento ni en el crepúsculo.

… ¿Me escuchaste?

… Siempre, y sobretodo supe que lo que decías lo sentías, que te desgarrabas por mi ausencia, y tuve que librar una dura batalla entre los momentos felices, en paz, allá, con ellas y regresar a tu lado, sin saber desde allá quién eras, hasta…

… ¿Hasta?
… Que vino mi papá, me dijo que el responsable de cuidarlas ahora era él, que nunca debió dejarnos tan pronto, que me amaban, y recién entonces sentí... paz, liberación,… y emprendí el camino de regreso.

… Te escuché cuando balbuceabas su nombre. __ Guillermo lo incrustó a su piel o debajo en el abrazo en el piso.

  Tuve tanto miedo de que te quedaras allí, con ellos para siempre,…, olvidado de lo poco que alcanzamos a compartir acá.

… No pude olvidarlo, en algún rincón lo percibí, aunque no sabía de quién era esa voz, pero tu alma me llamaba junto con las palabras.

Necesito apartarme del ritual de recordarlas que me sumerge en la nostalgia y en el dolor, pero no sé si podré hasta que no se haga justicia, temo que siempre regrese como si así pudiese regresar cada tanto a ellas.

___Pedro sintió una punzada fría seguida de un estremecimiento a lo largo de la columna, y Guillermo lo estrechó todavía más, embriagándose en el aroma del pelo, y le costó mantener la calma, el aire se le escapó, se obligó a controlarse.

… Te duchaste veo, pero no hemos comido nada. Pediré la cena. Arriba mi amor.

… No tengo hambre.

… Pero tienes que alimentarte. ¿Sabes? Iré a hablar con el juez, es el padre de tu amiga. De Camila, Orestes Moravia.

… ¿En serio?
… Sí. Marcos dice que es buena gente, le explicaré tu situación, le solicitaré  tu custodia, y condiciones especiales.

… ¿Cuáles?

… No quiero que te sientas como en una cárcel y este lugar lo parece, te hace mal. Quiero acondicionar mientras estés acá, una sala que mire al jardín, luminosa, confortable, que salgas al patio cuando desees caminar, que vayas al gimnasio, y que puedas recibir la visita de tus tíos y de Marcial. Que te mantengas en contacto con la realidad.

Luego acordaremos si hablas o no y qué les diremos.

___ Guillermo pidió la cena, la gente de cocina preparó la mesa sabiendo que estaría allí, le trajeron un Cabernet y asado al horno con papas y Pedro sonrió extasiado con el manjar ya casi olvidado.

… ¡Qué rico! Pero…  ¿puedo tomar vino yo?

.. Un poquito, apenas estás medicado pero  recién has regresado de la profundidad de tu ser, apenas un poquito.

… Gracias, está todo riquísimo.

…Disfrútalo entonces, que no siempre podré conseguirlo.

Pedro…  ¿qué recuerdas de lo que antes te conté de lo sucedido?

… No mucho, lo último que sucedió lo veo borroso, creo que me contaste que mis tíos supieron de la vida de ellas y de mi padrastro, que él fue un delincuente.

 Luego que Claudia habló con la Oficial y con tu amigo, pero que no fue una confesión,… y después…__ la voz de Pedro se quebró y Guillermo le tomó las manos, besándole uno a uno los nudillos mirándolo con ternura. Al tiempo que entendió que en la memoria de Pedro existían lagunas, cosas que no estaba deseando recordar, y que lamentablemente eran indispensables antes de declarar que podía hablar.

… Perdón amor, cena, ya hablaremos de todo nuevamente por la mañana, necesito que sepas todo para poder diagramar lo que haremos de ahora en más.

___Mientras,… Guillermo se reafirmó en su intención de no permitir que nadie volviera a dañarlo jamás. A él no le iba el hecho de esperar los acontecimientos, mucho menos luego de lo de Claudia.

 Era partidario de afrontar las cosas cuando aún tenían solución, previniendo… evitaría mucho sufrimiento innecesario. Más ahora, que quien estaba en riesgo era… Pedro,… su amor.

… Guille, no puedes seguir viviendo acá, es una locura.

Yo estoy preso en teoría, para todos y hasta el juicio seguiré siendo el asesino del que fuera mi padrastro, y tal vez después, no puedes condenarte conmigo. Yo ya perdí mi casa en Nueva York, luego me rehice en Chile y tuve que seguir a mis tíos a Argentina, viví con ellos, hacía poco me había animado a vivir solo, hoy mi casa es acá, quizá mañana sea la prisión, pareciera mi destino ir de un lugar a otro sin tiempo para adaptarme a ninguno, pero tú tenías una vida, un hombre me dijiste, a tu madre, a tu hijo, un hogar. No puedes dejar todo por mí, terminarías odiándome.

… Pedrito, mi amor. En todo caso quien no tiene casa ahora soy yo. El departamento donde vivía era de... de Juan, y me separé cuando supe que me había enamorado de vos, aunque estuve a su lado quince años nunca me había enamorado, ni de él, ni de la madre de Fabián, ni de nadie antes.

 Me traje algunas cosas, están en la habitación de guardia, y Mirna, mi madre que es diseñadora de interiores está buscando un departamento que por ahora no tengo. Así que si declararas la verdad, y quedaras libre, en todo caso me tendrías que asilar en el tuyo si me amas. Fabián tiene a su familia como sabes, hace tiempo que es independiente.

… A Guillermito y Valeria, los conozco. Son divinos, los tres.

… Y te quieren mucho, todos en la empresa dice Marcos.

… ¿Y ese tal Juan sabe de mí? ¿Entiende que lo dejes en horas?

… No sé amorcito, no lo sé. No volví a hablarlo, tendrá que asumirlo supongo.

… Quiero que me prometas algo. ___ A Pedro le costaba cada palabra que salía de su boca,… luego de destrozarlo por dentro, desde las vísceras del vientre al corazón intentó continuar.

… Pedrito, espera. Daría mi vida por vos si me la pidieras, disfruto de cada instante a tu lado aunque estemos acá, así, en esta situación de mierda. Me emboba tu risa, solamente deseo perderme en tus labios, en tus roces, en vos.

… Guille, tienes que prometerme que si me imputaran por el crimen y fuera a prisión, te olvidarás de esto, pensarás que no sucedió, regresarás con ese hombre y serás feliz, sin mirar hacia mí, sin mirar hacia atrás.

… Eso es imposible, ¡qué dices!

Mira amor, mi vida desde hace una semana, se ha dividido en dos partes, a ver si entiendes al fin lo que siento: el tiempo que paso feliz junto a vos y la  de las interminables horas o minutos en los que únicamente sueño con volverte a ver.

___ Un agradable cosquilleo en el pecho se avivó en los dos, y un hormigueo intenso los invadió, hasta que por un instante sucumbieron en la mirada, al quedarse sin aliento en la contemplación en espejo del Amor.

CONTINUARÁ.