ACCIDENTE. CAPÍTULO DIECIOCHO.

ACCIDENTE.

CAPÍTULO DIECIOCHO.

 

“Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto
no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos
pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga
un vestigio
un abrirse y cerrarse
el paraíso
ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
quiero que me relates
el duelo que te callas
por mi parte te ofrezco
mi última confianza
estás solo
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser una llama”.

 Intimidad - Poemas de Mario Benedetti

Bs. As., Ciudad Autónoma, miércoles 17 de febrero de 2016.

Hospital de Clínicas.

 ___En un ansioso desenfreno inexperto, hambriento de conocer, Pedro  tiró de la tela de la camisa de Guillermo, ovillándola hacia arriba al quitarla del cinto del pantalón, en la urgencia de acariciar la espalda colándose desde allí, de saber cómo sentía en su yemas la piel de ese hombre.

Sin embargo, con un dejo de razón, Guillermo recordó la promesa que hiciera a Camila, la falta de experiencia de Pedro en el control de acciones referentes al deseo, la confusión que podría generarle el hecho de nunca haber abrazado a una mujer, y tornó los besos en relajantes tratando de tranquilizarlo. A pesar de lo cual Pedro comenzó a profundizar el beso, deseando él llegar al final, removiéndose inquieto contra el cuerpo firme al ritmo de la pulsación de su deseo.

Guillermo separó los labios arrastrándolos para exprimirlos antes, y lo llevó a un abrazo posesivo, al tiempo que ruborizado, Pedro enterró la cabeza en el hueco del hombro, encontrando un extraño alivio en el feroz abrazo que le ayudó a calmar los temblores del cuerpo.

Permanecieron sellados en una especie de nube, flotando inconscientes, mientras los dedos de Guillermo recorrieron el pelo, se enterraron en el cuero cabelludo, dibujaron los contornos de las mejillas, repasando los labios hinchados por sus besos.

Pedro sintió la vertiginosa respuesta insolente de su cuerpo, con nuevas oleadas de calor y escalofríos recorriéndolo, unidas a los temblores, sumido en una especie de trance absorbiendo las sensaciones nuevas causadas por las caricias, y Guillermo sin poder evitarlo regresó los labios al beso, mientras los dedos trabajaban con maestría.

Esta vez Pedro no pudo contener los gemidos, los suspiros nacidos en el fondo de la garganta, los sollozos que incontrolables aguardaban dar paso al llanto.

Sin ya poder razonar, Guillermo manteniendo el beso,…, lo hizo retroceder hacia la cama, donde al fin lo colocó en su regazo, mientras con facilidad quitó la parte superior del ambo que llevaba Pedro anudado, y con la delicadeza de pensar en sus heridas, los labios fueron surcando el hueco en la garganta sujetándolo por la espalda, y continuaron el camino descendente investigando los senderos.

Cuando Pedro sintió el soplido acariciante del enfebrecido aliento en el pezón, permaneció paralizado, sollozando de placer apretando los fuertes hombros con los puños.

Guillermo tomó el botón en su boca y la lengua se encargó de llevarlo a un monte húmedo y duro que los dientes terminaron de moldear, mientras Pedro sintió  a su sangre espesándose, hirviendo a fuego lento, mientras perdidos murmuraban cosas ininteligibles.

Guillermo arrastró la humedad con el pulgar mientras los labios capturaron el lado opuesto, y una nueva oleada urgente dominó a Pedro arrancando gemidos desde el fondo del pecho, mientras el cuerpo se tensaba rítmicamente acompasado a la lengua y a la boca de Guillermo, al latir de los corazones en martillo, a la respiración errática en los dos, mientras la ropa de Guillermo resultaba odiosa barrera para las curiosas manos inexpertas que deseaban llegar a la piel en iguales caricias rítmicas y pausadas.

El latir en la pelvis era el mismo, se removían ansiosos sin remedio, sin abandonar el abrazo, sin dejar de temblar, mientras Guillermo iba comprobando sus marcas rojas donde había transitado con sus besos, regresando a la calidez de la zona colmada de  nervios detrás de la oreja, masajeando el cuello donde el pulso enloquecido intentaba escapar, depositando ahora suaves besitos, mientras Pedro se removía abrazado en su regazo.

…Chsss… tranquilo mi amor, perdón, relájate, cálmate, no pude resistirme.

___Pedro no emitía sonidos, solamente algunos gemidos y sollozos, mientras Guillermo calmaba temblores acariciando la espalda, con los labios apenas susurrando en el oído.

.. No debí hacer esto, tranquilo, perdón.

… Me gustó mucho.

… Lo sé, pero no debe ser así.

¿Quieres que te lleve al baño?

… No. Déjame, alcánzame la silla solamente___enojado, ruborizado, arrebolado, y derritiendo de amor a Guillermo con la expresión__; no entiendo.

__Guillermo se acuclilló enmarcándole el rostro, mirándolo en profundidad.

… Amorcito, no debo confundirte, le prometí a Camila cuidarte, y lo primero que hago es esto, no debo, aún no.

Nunca nadie te había besado ¿verdad?

…No___descendiendo la mirada avergonzado___.

…¿Entiendes? Nunca besaste a una mujer, sé que te gustó, sé lo que sentiste recién, lo mismo que yo, pero no sabes si una chica puede provocarte algo superior, no sé si soy tu objeto de amor, y dicen los que saben que no debes tomar decisiones ahora.

… No me gusta ninguna chica. Pero entiendo. Siempre vas a dudar de mí entonces, más con lo que ellos dicen, que nada lo viví normalmente.

… Siempre no, solamente debemos esperar un tiempo, te dije que te iba a cuidar, a esperar.

…Está bien. Camila es muy linda, pero no me produce deseos de besarla, solamente veo su belleza.

… Como me sucede a mí, pero no es lo mismo, yo llevo años conociendo mi condición, he hecho el amor, con los dos géneros, sé lo que deseo, y hoy lo que amo, pero necesito  no arrastrarte a un error por ansioso, o por egoísmo.

…Está bien, entiendo, disculpa. Iré al baño, quiero manejarme solo en silla y al final con muletas antes del alta, no quiero molestarlos en tu casa.

… No molestarás. La pasaremos muy bien los tres, ya verás.

…Si no fuera por ti, ahora que me echaron del seminario, no hubiera tenido sitio.

… No te echaron, Pedrito, no te sientas rechazado, hicieron lo correcto, dejar que descubras la verdad, tu camino real, no como refugio, sino como tu verdad.

… Tienes razón, es lo mejor, pero luego de lo de recién, estoy en pecado, no podré confesarlo, menos tomar la comunión.

…¿Crees que sería pecado amarme?

.. Para mi Dios lo es.

… Para tu iglesia lo es, no sabes qué opina tu Dios, que dicho sea de paso, creo que es el de todos.

¿Te duele perder los sacramentos?

… Ahora sí todavía. Estoy confundido, hablé cosas con Rubén que había enterrado, y esto, más que vinieran a dejarme libre del seminario, es demasiado.

… Bueno, también estás libre de imputación, ¿no te hace bien?

… Sí, claro, gracias a ti.

.. Ve, voy a redactar mientras un petitorio para Moravia, por Gustavo, debe allanar o ir por su historia clínica, verlo y quitarle los cargos.

Seguramente en la mañana o pasado venga a tomarte declaración. ¿Estás preparado o le pido que espere al lunes?

…¿Me acompañarás?

… Por supuesto, soy tu abogado.

…¿Ellos?

Los del obispado ahora que no soy parte, ¿seguirán contigo?

… Supongo que sí, las víctimas eran sacerdotes y seminaristas, tu caso quizá sea nada más que mío, tal vez la defensa de los chicos de la villa también.

…Ellos no podrán pagarte, ni yo hasta que no comience a trabajar.

___Guillermo sonrió acariciándole las mejillas con los nudillos.

… No les cobraré, suficiente lo que recibirá en pago el estudio desde el Vaticano, ni Gustavo, ni vos, ni esos muchachos nos deberán nada.

…Pero…

… Nada, dije, ve.

__Guillermo lo siguió atento y desde cerca, se manejó bien con la silla, y la mirada lo perdió cuando se resguardó tras la puerta del baño.

…Mi precioso amor, ¿fue tu Dios o el destino que te cruzó por delante de mi camino?

¿Fue un accidente que aparecieras allí cuando más necesitaba un cimbronazo a la monotonía?

No puedo creer, llevas días habitando mis pensamientos, mis sueños, mi imaginación, acompañándome a todos lados, sin dejarte de amar por un segundo, y recién te tuve en mis brazos, paseando las manos en tu piel, mis labios en los tuyos, en montes y en cavidades, este amor, este deseo te pertenece, y el corazón, la mente, el alma y el cuerpo se sincronizan en lo mismo, en amarte, sembrando ternura y alegría, y sé casi con certeza que serás mi hombre y yo el tuyo, el único, amor regalo del universo, en el otoño de mis días, con el afán de halagarme, hilvanando dos destinos en uno, ternura que delira, amor que suspira, sentir divino, casi anhelo agradecerlo a tu Dios, como una ofrenda recibida del cielo.

__El resto del día dio paso a una noche tranquila en la sala, donde los dos en cada cama, despiertos recordaron lo vivido, lo sentido, dormidos soñaron el porvenir, incierto, y quizá no, hasta que exhaustos de suspirar por el otro, mirándose de a ratos en la oscuridad, charlando de nada, se durmieron yendo a parar al mismo lugar, enlazados de la mano, enredados en el alma, en el ser.

Bs. As... Ciudad Autónoma, jueves 18 de febrero de 2016.

Hospital de Clínicas.

__Desayunaron a solas, temprano, en silencio cargado de contenido, y Guillermo se duchó allí, mientras Pedro era sometido al examen de la mañana.

Cuando salió del baño, terminó de vestirse para ir al Juzgado y entrevistarse con Moravia, mientras Rubén tenía sesión.

Absorto en verlo arreglarse, Pedro disimuló su atención, sorbiendo lentamente el agua de una copa, viendo el porte del hombre que creía amar, con traje negro impecable, camisa blanca sin abotonar en la garganta, con la corbata colgando por ahora, sabía que haría el nudo al llegar al despacho del Juez, y el chaleco gris, haciendo contraste con el níveo de la piel de la garganta.

“¡..¿A cuántos hombres habrás seducido así?!

Eres el único que me provoca de todo, en sueños o despierto, me seduces, me enloqueces, me atraes, no puedo dejar de sentir la erótica presión de tus labios sobre los míos,  el arrogante placer de tu lengua barriendo en mis abismos y ondas, pero ¿cómo saber si solamente puedo sentirlo contigo?”

__Las miradas se encontraron y Pedro se ruborizó al darse cuenta que lo había estado mirando intensamente, mientras las imágenes del día anterior paseaban delante, y pudo sentir la eléctrica y mágica conexión que brilló en los ojos.

Guillermo mostró una expresión extasiada, Pedro fascinada, hasta que sintió el incendio ascendiendo y desvió la mirada, al tiempo que se asomaba Rubén.

… Bueno, los dejo, iré a llevar la solicitud de anulación de imputación de Gustavo para que  Moravia llegue a él y a la historia clínica, Camila debe estar ya trabajando allí, veré cuándo decide hacer la indagatoria, calculo regresar para el almuerzo.

… Está bien, suerte.

___Cuando Guillermo salió, Rubén vio cambios en el rostro de Pedro, imprecisos, y la pregunta lo tomó de improvisto.

…¿Crees que soy gay?

…¿Tú qué crees?

… No lo sé, Camila dijo que no viví nada normalmente.

Que la sexualidad se inicia y define en la infancia, que se concreta en la adolescencia, y nunca tuve relaciones con nadie.

…Habíamos dejado la sesión en la relación con tus padres, en que te sentías nadie, o algo así.

Pedro, ser un hijo deseado es fundamental, y no serlo, afecta profundamente el desarrollo psíquico de cualquiera, lo que te dijo tu madre, más todo lo demás, fue una mochila demasiado pesada para vos como para cualquiera. Un hijo deseado es el fruto de dos personas que se desean una a la otra.

__Silencio.

… Mi papá era bueno, los años que lo tuve, al comienzo  nos llevábamos muy bien, cuando era niño, el poco tiempo en que no trabajaba, te dije, jugábamos.

Mi madre siempre fue insoportable, se encerraba en la habitación a oscuras, aun antes de las adicciones, de la muerte de mi papá, ya era depresiva, y sí, dijo que era mi culpa, que  estaba o era así por mí, porque había nacido, cosa que no pude evitar, por cierto.

..Dijiste ya dos veces que de niño te llevabas bien con tu papá. ¿Cuándo no?

… Una vez me pegó, poco antes de morir, yo ya tenía ocho años.

Como mi mamá no hacía nada, no servía para nada…

…¿Cómo?

… No, estaba en la cama, echada, ni la comida nos hizo nunca, a mi papá no lo atendía, no era cariñosa tampoco con él.

El caso es que vivía con nosotros, Julia, una chica de la edad de mi hermana, jovencita, preciosa.

… ¿Cómo llegó ella allí, Pedro?

… La encontró mi papá deambulando en la zona, abandonada, en el campo, lastimada, cuando tenía quince años, y como mi mamá no hacía nada, cuando nací, él no podía dejar de trabajar, trajo a Julia primero para darle alimento, para curarla, y luego se quedó como una más, ella me cuidó de niño,  de no haber estado ella, mi hermanito y yo no sé si hubiéramos vivido meses.

Ella era muy dulce, muy tierna,  nos hacía las memas, nos bañaba, nos cuidó todo el tiempo, nos enseñó a escribir, a leer al comienzo.

… ¿Como una mamá?

… Supongo que sí, que como mi mamá no lo hacía, ella se encargaba de la casa y de nosotros, los demás ya eran más grandes.

Era muy bonita, como Camila, rubia, delgada, pero preciosa, yo soñaba que cuando creciera me casaría con ella, que me iba a esperar.

…¿Cómo? ¿Te gustaba Julia?

… Bueno, como los chicos que se enamoran de la maestra, así, a los cinco años pensé que al tener veinte le pediría matrimonio.

…Pero,…, ella te cuidaba como una mamá.

… Entonces, sí.

Soñé feo con mi papá, con su muerte, con su entierro, fui al entierro con Julia, mi mamá no quiso ir, el padre Adolfo hizo una ceremonia sencilla, y lo enterraron cerca de la casilla, pero fue como que no podía despedirlo,  y al mismo tiempo luego se desdibujó el sitio de la tumba. No estaba más.

--Pausa.

…Poco antes de morir, me pegó. Por Julia.

Ella se estaba bañando, no teníamos baño, ni ducha, nos bañábamos en acequias, o en arroyos, a veces en fuentones acarreando agua, y aquel día la vi, desde lejos ella pensó que no había nadie, y la vi, era hermosa.

…¿Quieres decir que la viste desnuda?

… Sí, nunca había visto ni a mi mamá ni a mis hermanas así, ella se fue desvistiendo con esa delicadeza de siempre, y entonces reafirmé que me casaría con ella.

Mi papá salió no sé de dónde, me vio mirándola, y me abofeteó, casi me mata, y salí corriendo, llorando.

Escuché desde lejos que discutió con ella, con Julia,…, que se había cubierto sin llegar a bañarse.

Yo tenía mucho miedo de que la sacara de casa, mi mamá la odiaba.

…¿Y qué sucedió?

.. No sé.

..!Pedro!

… No la echó, no recordé por mucho tiempo lo sucedido, pero me dijo que no podía acercarme nunca a ella, y a ella la maltrató, como si tuviera derechos.

…¿Como si estuviera celoso?

… No, ella era una hija más.

…¿Estás seguro? Hace rato dijiste que fue como tu mamá, y para tu hermanito.

¿No crees que tu papá y vos pelearon por el amor de Julia?

¿Que quizá no es tu nacimiento lo que llevó a tu mamá a esa depresión sino que con él,  coincidentemente llegó  Julia?

…¿Qué quieres decir?

…¿No pensaste que pudo se amante de tu papá?
… No. No lo pensé nunca así, no. Ella se fue al morir él, nunca más la vi, nunca más me gustó una chica, y luego conviví con varones. Me sentía nadie, no podía localizar la tumba de mi papá, ella se fue, lo soñaba a oscuras, solo, mi madre se encerró a beber.

…¿Vos también estabas a oscuras como ellos?

Tu papá en la tumba, tu mamá en la casilla.

¿Y vos?

¿Con quién te identificabas?
… No sé.

… No sé quién soy, dijiste, y es lógico, tu madre nunca le dio lugar importante a tu padre, el rol de padre, perdiste hasta su tumba, ella te rechazó, quedaste en medio de la nada, y además apareció la figura de Julia que también se fue.

¿Conoces la leyenda de Edipo? ¿No te aferraste quizá a Julia como mamá y pusiste en ella el amor que no encontraste en tu mamá?

¿No crees que a los ocho años quizá desear a Julia, fue como el Edipo, el desear a tu mamá, puesto el rol en ella al ser la figura que cumplió el papel?

__Pedro sin permisos, lloraba en forma convulsa, confundido, sabiendo que se había sentido entonces un nadie, hijo de nadie, hombre de nadie.

Edipo

“Labdaco, de la familia de Carmo, tuvo un hijo llamado Laio, el cual, después de la muerte de Antión y de Zeto, usurpadores del trono cadmeio, fue rey de Tebas y se casó con Yocasta, hermana de Creón, hija de Meneceo. Como este matrimonio era estéril, los esposos se encaminaron a consultar el oráculo de Apolo, y les respondió la Pitia que, en caso de nacerles un hijo, éste mataría a su padre y se casaría con su madre.
Al poco tiempo, Yocasta dio a luz un niño. Laio, temeroso del cumplimiento del oráculo, abandonó al recién nacido en el monte Citerón. Agujereados los pies y atados con fuertes ligaduras, quedó pendiente de un árbol. Pasó por allí el pastor Forbas, quien apiadándose de la criatura lo recogió, llamándole Oidipus, a causa de la deformidad de sus pies, y lo llevó al palacio de su amo, el rey de Corinto, Polibo.
Tanto el rey como la reina Merope, quedaron encantados con el niño y resolvieron adoptarlo. Edipo creció así bajo la tutela y amparo de los reyes y como si fuera hijo de los soberanos. Ya crecido, se dio cuenta de que el pueblo corintio le hacía objeto de crueles mofas, y oyó en reiteradas ocasiones que se ponía en duda su descendencia de la regia estirpe.
En seguida se dirigió a Delfos, y el oráculo, sin revelarle el secreto de su nacimiento, le anuncia que él será el matador de su padre y que cometerá incesto con su madre. Preso de horror y repugnancia, persuadido como estaba de que Polibo era su padre y Merope su madre, no quiso volver a Corinto, y tomó el camino de la Pócida.
El destino inexorable iba, sin embargo, a cumplirse, a su pesar. En el camino que conduce de Delfos a Daulis, donde se parte en dos, y al ir a tomar Edipo el de Tebas, un carro tirado por poderosas mulas le obstruyó el paso, y una voz injuriosa y dominante le ordenó con insolencia que dejara libre el camino. Irritado, contestó en mala forma el joven Edipo y trabándose en lucha con los ocupantes del carro dio muerte al dueño y a sus cinco escuderos: Edipo había dado muerte, sin saberlo, a su padre Laio.
A consecuencia de este crimen, Creón, hermano de Yocasta, ocupó el trono de Tebas. Poco tiempo después un monstruo terrible, que tenía cabeza y seno de mujer, cuerpo de perro, garras de león, alas de águila y una cola armada de un dardo agudo, hacía sensibles estragos en el país. Era la Esfinge, mandada por Juno para vengarse de ofensas e impiedades de los tebanos: apostada en el monte Fikión, en las cercanías de Tebas, proponía terribles enigmas a cuantos pasaban, y devoraba o arrojaba a las olas a quienes no respondían satisfactoriamente.
Ya llevaba causadas numerosas víctimas, y el rey Creón, queriendo poner término al mal, ofreció su corona y la mano de su hermana Yocasta a quien lograse vencer al monstruo. En esa época llegó a Tebas Edipo, y se resolvió a tentar la suerte. Fue en busca de la Esfinge y oyó de sus labios estas preguntas: ¿Cuál es el animal que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde?
Edipo resolvió en seguida la cuestión que a tantos había costado la vida.
Ese animal -contestó- es el hombre, que por la mañana, es decir, en su infancia, anda con pies y manos (gateando), al mediodía, esto es, en la plenitud de la edad, se sostiene sobre sus piernas, y en la tarde de la vejez necesita de un bastón para apoyarse.
Apenas terminó de pronunciar estas palabras, la Esfinge se arrojó del monte a las olas que había devorado a tantos tebanos. Vencedor, Edipo obtuvo a la vez el cetro de Creón y el lecho de Yocasta, su propia madre, y tuvo con ella cuatro hijos, dos varones, Eteocles y Polinices, y dos mujeres, Ismene y Antígona, con lo que las dos partes del oráculo si vieron así confirmadas.
El incesto no tardó en atraer la cólera de los dioses, los que lanzaron una espantosa epidemia que diezmó al país. Las crías de los animales y los hijos de los humanos se deshacían en el seno de sus madres antes de germinar. Consultado en la emergencia el oráculo, señaló como causa del azote la muerte violenta de Laio, y como único remedio el descubrimiento y la expulsión del culpable. Edipo profiere entonces las más atroces imprecaciones contra el desconocido criminal, mas no tarda en saber toda la horrible verdad. El adivino Tiresias, a quien acosa a preguntas, le revela el doble secreto: el homicida es el mismo Edipo; él también se ha casado con su madre: parricida e incestuoso, su raza será maldita.
Enloquecida Yocasta se ahorcó, colgándose de una viga de su palacio. Edipo se arrancó los ojos; sus hijos lo expulsaron de Tebas y luego se disputaron el trono espada en mano.
Edipo abandona Tebas maldiciendo a sus hijos y solo cuenta en su peregrinaje con la ternura filial de Antígona, que le sirve de compañía y guía. Llegan así cerca de una aldea de Atica, llamada Colona, donde había un bosque consagrado a las Euménides. Teseo, que gobernaba a la sazón entre los atenienses, acoge favorablemente a los viajeros y, a poco, se oye un espantoso trueno que Edipo lo considera como augurio de su próxima muerte y marcha sin guía al lugar donde debe expirar.
Al llegar se sienta en una piedra, se desciñe sus vestiduras de luto, y después de haberse purificado, se pone el lienzo con que acostumbraban a cubrir a los muertos; hace alejar a su hija, y llamando aparte a Teseo la recomienda a su .favor. La tierra tiembla en ese momento y se entreabre con suavidad para recibir a Edipo sin causarle violencia ni dolor, y Teseo, que está presente, es el único en saber el secreto de su muerte y el lugar de su sepultura”.

…Freud cree ver un paralelismo entre el relato de Sófocles, y la construcción psíquica y sexual humana.

El concepto de Edipo, da solución al tema de la sexualidad que de hecho, es un enigma para nosotros.

Vamos a trabajar sobre esto que es lo que vulgarmente llaman el complejo de Edipo, que no es meramente que el hijo se enamore de la madre y desee matar al padre.

Antes que nada surge un “yo corporal”, que no es meramente el cuerpo biológico, sino una construcción que surge del atravesamiento que la palabra y el deseo hacen sobre lo orgánico, así el cuerpo, surge a partir de identificaciones y acontecimientos que ocurren en los primeros cinco a seis años de vida, lapso en el que se juega la vida psíquica del sujeto.

Freud descubre esto a partir de trabajo con adultos, describe a partir del adulto la sexualidad infantil. Sus pacientes se remitían a escenas dolorosas relacionadas con acontecimientos sexuales,  dijo que para que un suceso sea reprimido y tenga luego capacidad de generar síntomas, debe haber acontecido en una vivencia sexual, infantil y traumática, real o en la realidad psíquica del sujeto dirá después, vivenciada como real aunque sea imaginaria, o sea una fantasía del sujeto.

De hecho la sexualidad humana tiene algo de traumático, nace en el lugar en que será imposible de concretarse, ya que son los padres los que erotizan el cuerpo del niño.

El placer sexual surge en funciones biológicas y en las partes involucradas, porque el niño no se ve a sí mismo entonces como una totalidad, sino que es una suma de partes. Y mamá o papá, al bañarlo, al besarlo, al acariciarlo, le van dando significado a ese cuerpo desprendiendo placer.

En algún momento real o fantasía aparece un hecho sexual traumático, el desafío a resolver para dejar de ser un ente biológico y convertirse en ser humano, el enigma de la Esfinge de la leyenda.

El hijo compite con uno por el amor del otro, sentirá odio, miedo, y amor. Se identificará con uno o con el otro e irá buscando inconscientemente un sitio en la escena, y lo repetirá en la adultez.

El rol del padre es prohibir el encuentro hijo, madre, es decir la concreción del deseo, la ley de prohibir el incesto, por ejemplo cuando lo saca de la cama y lo lleva a su cuarto, marca su sitio, que la mamá es de él y a ella que el sitio a su lado lo ocupa el papá, por ello mamá y papá no son personas, sino funciones, y los roles pueden invertirse.

En el devenir histórico de estos primeros años se constituye la elección sexual, homo u heterosexual, y la manera en que la psiquis enfrentará la vida, elecciones inconscientes, todo este pasaje por el Edipo, La escena, es un proceso inconsciente.

Entre los seis y doce años tiene lugar un periodo de latencia, y las pulsiones regresan con fuerza en la pubertad, donde la posibilidad de acceder al encuentro sexual reedita el Edipo y el adolescente ante la prohibición del incesto se defiende, en la etapa de rebeldía, de rechazo , de agresión hacia los padres, hasta que iniciada la vida sexual, encontrado el objeto de amor afuera, retorna a una relación adulta con los padres.

El Edipo plantea gran trabajo psíquico, de niño `porque se trata de una excitación tremenda para ser procesada a los seis años, de adolescente porque incorporada la prohibición del incesto algo debe hacer para reprimir un encuentro factible de cuerpos.

Tu vida, Pedro, encaja de manera muy compleja en todo esto, por lo que ahora dices, el rol, la función de mamá, la cumplió Julia, tu madre biológica te dijo que no deseó tu nacimiento, el rol de tu padre está desdibujado porque tu madre no se lo dio, no estaba en el deseo de ella, y el paso por el Edipo tuyo debe haber sido tan imposible que no encuentras sitio para vos: “No sé quién soy”.

No sabes si estás parado en el lugar de un padre ausente, desdibujado, luego ausente por muerte, en el de una madre que te rechazó, depresiva, en ambos, y aparece Julia, entre el niño abrumado por deseos y el padre que al fin te saca de su lado, como dándole el rol de mamá.

Luego ella se fue, y entraste a ese lugar feo, luego al seminario.

Tu vida, Pedro, depende de cómo trabajemos este arduo camino, este no ser al que te llevaron las cosas.

¿Alguna vez te gustó un hombre como aquella vez Julia? ¿Lo deseaste?

..Dos veces, distinto.

… A ver.

… En el orfanato, lo que me hicieron hacer, me daba asco, era obligado, era…

..Un abuso, es lo lógico, equivalente a una violación.

… Pero, con lo que les hicieron, algunos chicos se creyeron enamorados, entre ellos digo.

Una vez vi a una parejita de adolescentes haciendo el amor, y era bello, era un acto bello.

… ¿Y vos?

… No, yo no lo hice nunca.

Pero ahora…. primero en sueños, y ahora despierto, deseo a un hombre,  que sé que es gay, que me ama.

… ¿Es similar a lo que te despertaba Julia a los ocho años?, salvando las distancias que entonces era imposible, y hoy tal vez no.

… No. Si no fuera por esto que me están haciendo ver ustedes, diría que lo amo, deseo hacer el amor con él, no tiene nada que ver con lo de Julia, esto es más real, más fuerte, casi irrefrenable.

¿Está mal?

… ¿Similar en tu imaginación a lo bello del acto que viste entre varones?

… Más bello, creo que es… amor.

Creo que me enamoré de...Guillermo, no sé si puedo vivirlo, si con la vida que tuve,  me dejarán por ahora,…

.. Nosotros no prohibimos, sugerimos que no tomes decisiones de vida, en un caso tan complejo, pero de hecho cuando tendrías que haber hecho tu elección sexual, te gustaba Julia, y cuando debiste concretarla, te atrajo la pareja de chicos, es complejo, Pedro, mejor dejemos acá, lo seguiremos desmenuzando, pero la angustia de hoy, puede ser la reafirmación mañana, en un mes, en un año.

Antes de asumir que amas a Guillermo, lleguemos primero a definir si eres gay.

Nosotros lo vemos así, otros que anteponen el amor idealizado, te dirían que estás enamorado de un hombre, que lo vivas y punto.

Puedes decidir ese camino también.

Te recuerdo que seguimos en sesiones preliminares. Te veré si lo deseas en un par de días o dado todo lo que hablamos hoy, ya el lunes.

___Rubén se fue dejando a Pedro aturdido, desconsolado, pero sin embargo, más allá de la oscuridad de sus etapas, de su vida inconclusa, tortuosa, más allá de la ciencia, del arte, de Dios, la imagen de Guillermo se impuso en su mente, las sensaciones del beso y el después en el cuerpo, y se excitó de súbito como jamás en su vida, ni solo ni frente a nadie, había imaginado, menos experimentado.

… Estoy seguro de esto, estoy seguro de amarte, ante mi mismísimo Dios, no creo equivocarme, Guille….

CONTINUARÁ.

Aportes de escuela psicoanalítica de bibliografía on line  y Licenciado G. Rolón.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto, escenas explícitas.