"EL OTRO"...CAPÍTULO TERCERO.

EL OTRO.

 

CAPÍTULO TERCERO.

“NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.

Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo”.

Mario Benedetti.

Bariloche, sábado 23 de abril de 2016.

21.00 horas.

“…Pedro, sólo tus ojos de miel puedo mirar, sos el hombre que Dios envió en el momento justo para iluminar con esa sonrisa mi vida, para darme en esa mirada la tranquilidad perdida.

Entraste a mi corazón de prepo, cuando menos lo esperaba, a conquistar mis sombras, a derretir mis pérdidas, cuando llevo más de dos años escapando de “otro”, dando por hecho que mi alma sola se quedaría, y mientras seguía escapando de ese otro, en instantes ya te amo, precioso.

No fuiste la causa de la ruptura de mi alma, de los sentimientos que deseo olvidar, por el contrario, llegaste como el bálsamo que pone pausa y orden, como en el silencio diciendo, este es mi hogar.

Merezco tu corazón, porque desde presentirte entraste en el mío, te adueñaste sin permiso de mis pensamientos desalojando al Otro, a todo lo demás.

Llegaste sin preguntar, a quitar mi dolor, y en ese momento te empecé a amar”.

“…Perfección, sutileza, entereza, porte, certeza,…, aroma, sensaciones, silencios conjuraste para atraparme en una red gigante, ensalzado por tu sencillez, conjugaste todos los verbos sin palabras, adueñándote de mi anhelo con esa mirada que habla y penetra, y la profundidad de tu voz fue la red de hilos musicales, tus palabras, sinfonías, y con ellas, con amor y dulzura, podríamos disipar miedos y dudas.

Me dejo llevar por tu esencia que me embriaga, y quisiera ser como el viento transformado en suave brisa que viaje en el espacio entre los dos, tu envuelva y te acaricie.

Si pudiera inventaría otras formas de amar, porque de hecho te amo. Me corroe el deseo de pasear mis yemas acariciando cada recoveco de tu alma primero, de tu deseo luego, imaginando que las tuyas no serían suficientes en una vida para calmar mi sed de ti, esta pasión candente”.

___Suspendidos en el lazo de las miradas, nada del afuera perturbaba la magia, pero el afuera con sus luces, sombras y voces acechaba y en él  existían “otros”, que deslumbrados por la incandescencia cercana, siguieron la mirada del ser que estaba a su lado con el alma muy lejos.

De súbito Juan y Matías se reconocieron buscando el destino de la mirada del compañero, y en instantes se desviaron al “otro” contiguo a cada uno, cayendo de súbito en el mayor desconcierto y desasosiego, ante la imperturbable intimidad que vieron muy cerca.

…¿Pedro?

!Pedro!---elevando el tono de la voz con miles de interrogantes y sombras en los ojos transparentes___.

…¿Qué?

… Te estoy ofreciendo Champán y ni siquiera me escuchas, deseo darte de mi mano un canapé y no me ves.

…Disculpa, me distraje.

… No mires hacia allá, acabo de...

___El corazón de los dos retumbó ansioso, por motivos desconocidos y diferentes, en Pedro por la presencia del amor recién nacido y descubierto, reencontrado y percibido, en Matías por la intuición no confirmada adrede, de que junto a Juan estaba Guillermo, el ex que no deseaba encontrar allí. Que había evitado desde siempre, al que  no deseaba dar explicaciones, menos presentarle a Pedro.

…¿Qué acabas de qué, Matías?

… No mires, me pareció. Quizá estoy obsesionado con ello.

… ¿Te pareció, qué cosa?

… Ver al amante de mi ex, al “otro” del cual lo arranqué.

…¿Tu ex está acá entonces?

… No quiero mirar, tampoco corroborarlo.

Pero me pareció que tú lo estabas atravesando con la mirada.

..¿Qué?

¿Cómo se llama él, Matías?
.. ¿Para qué te lo diría?

… Te lo exijo, dime ya su nombre.

¿Conoce de mí, sabe que soy abogado,  cómo me llamo o le ocultaste todo como a mí?

__Matías no alcanzó a conectar las neuronas para esbozar una respuesta, cuando el puñal disparado por los ojos oscuros se clavó directo en su pecho haciéndolo tambalear, al tiempo que percibió de inmediato que la mirada de Guillermo siguió a su brazo que se aferró de Pedro, sintiendo un estallido interno que no supo explicar, menos poner en palabras.

Juan vio a Guillermo palidecer, y no tardó en darse cuenta del porqué, al percibir que Pedro estaba junto a Matías, y en un acto casi instintivo al verlo respirar con dificultad quiso aferrarlo, pero Guillermo se había puesto en marcha, casi a correr fuera del salón, con las manos en los bolsillos, llorando en manto, casi convulsionando, y  al borde de la sinrazón.

Pedro entendió todo sin palabras de su esposo, lo empujó de súbito y corrió ahora tras de Juan que iba  llamando a Guillermo.

La gente, entretenida en mil temas intrascendentes, observó indolente movimientos presurosos sin mayor conmoción, y Matías apenas alcanzó a reaccionar, recién cuando vio a Pedro ya a metros alejándose de él, con el aire escapando, el rostro   descompuesto, y los ojos que comenzaron a anegarse, sin poder detener la catarata de lágrimas cayendo como la lluvia de verano, ante la comprensión de la burla de alguien, de Dios, el demonio, el destino o el azar, que lo había cruzado con Guillermo, sin que ninguno de los dos supiera la verdad, de que cada uno era  “el otro”, anónimos y sin nombres ni rostros…. hasta el instante preciso de la maldita comprensión silente.

Las dagas de dolor le aguijonearon la espalda, hurgando en las heridas a cada paso, derramando lágrimas que se le antojaron de sangre, al percibir en su propio ser el engaño, la estafa, la burla, el dolor que sabía estaba sintiendo Guillermo.

…! Juan, detenlo, por favor!

__Los cuatro ya corrían sin aire por un sendero lindero al lago, ausentes del viento, de los nubarrones que parecieron antojadizamente acompañarlos en el dolor, del arrullo del agua que intentaba frenarlos,  de la majestuosidad de la cordillera que les decía que era más fuerte, nada fue suficiente, hasta que Guillermo sin aire, con el corazón sangrando hacia el ser, desbocado hacia el afuera, el rostro anegado, los ojos rojos, se dobló en dos cayendo de rodillas, al grito desesperado de Juan que casi estaba ya a su lado, de Pedro que alcanzó a verlo más allá.

… ¡Guille, mi amor, para, basta, para!

… Es…

…Chsss. Tranquilo.___. Juan lo aferró contra su pecho alojando el rostro y el agua, acariciando la espalda empapada, susurrando al oído la calma que no iba a conseguir sin más___.

….Pedro… es “el Otro”.

… Así parece, tranquilo, por favor.

… No puede ser, no puede haberse burlado todo el tiempo de mí, Juan ___, elevó la mirada de dolor hacia los ojos enrojecidos en furia y lágrimas de Juan___, me enamoré al instante del tipo que me robó a Matías.

Se regodeó en mi dolor, en mi desazón. Se deben haber muerto de risa juntos después.

…Chsss. No lo sé, no me parece, espera, por Dios, espera. Tranquilo, Pedro viene detrás.

… Que no se acerque, no dejes que se acerque porque lo mataré, lo amo y lo odio con la misma fuerza y con el poder de ella lo voy a matar.

… Guillermo, perdón___.Pedro alcanzó a escuchar la amenaza, y se echó de rodillas con el rostro sin lugar seco de lágrimas, buscando la ahora esquiva mirada de “El otro”___. No sabía quién eras, perdón.

Nunca Matías me dijo tu nombre, no quise conocerlo tampoco, no supe hasta ayer que eras abogado penalista, cuando al fin decidió hablar temiendo el encuentro. Por mi vida te juro que no miento, perdón, no sabía que eras el hombre que antes lo amó, lo entendí recién, ¿me escuchas?

… ¡No te creo nada, hijo de mil putas! ¿Me quieres tomar por pelotudo?

¿No les alcanzó con mi dolor de estos años, qué más desean de mí?

Sal de mi vista, te mataré ángel endemoniado. ¿Por qué?

__La mirada colmada de dolor se elevó al fin, las lágrimas caían en torrente hacia abajo por las mejillas, y Pedro no dudó en enmarcarle el rostro sosteniendo sus ojos en el mismo estado allí, mientras Matías llegaba y absorto los miraba a los tres.

…Te juro que no lo supe hasta ahora, y entiendo que tampoco sabías nada de mí, mátame,  échame al lago, haz lo que desees, pero por favor créeme, no lo sabía.

Hace un rato al presentarme, no tenía idea de que fueras…él.

…!No puedes burlarte así de mí! ¡Mientes, mientes!___. Guillermo en incontrolable llanto convulso enterró la cabeza en el pecho de Juan, mientras el agua de Pedro se mezclaba con la tierra, en el mismo dolor.

___Guillermo quedó sin palabras, oleadas de chispas bailaron frente a sus ojos, el aire se negaba a ingresar, el corazón palpitó lento, fuerte, doliendo, y un extraño zumbido desalojó la cabeza, al tiempo que escuchó la exclamación de Juan llamándolo, cuando ya no pudo saber nada más.

Pedro se lanzó desde atrás a secarle con su ropa el rostro, manoteando convulso por el llanto el pulso, llorando ayuda a gritos, mientras sin tiempo los dedos desabotonaron la camisa, y de bruces dio cara con Matías que lo miró con el rostro rojo de furia y de algo más, con la mirada de incertidumbre mezclada con culpa, paseando de a ratos a Guillermo, mientras Juan lo empujó a Pedro alzando a Guillermo en sus brazos, caminando hacia el hotel llorando a la par.

___Como una bestia rabiosa que fue emergiendo en el dolor del alma, Pedro arremetió contra Matías, acertándole un puño que lo volteó, gritando sin tapujos.

…!Hijo de mil putas!

¡¿Qué nos hiciste, desgraciado?!

… Pedro, mi…

… No lo repitas nunca más. ¿Qué mierda hiciste?

Guillermo me creyó “el otro”, el maldito otro que le robó al marido, porque como a mí nunca le hablaste de mí. No sabía ni mi nombre ni que soy abogado ¿verdad?

.. No. Perdón. ¿Para qué iba a decirlo?
…Eres una mierda, Matías, una nada, mira, más vale que no le suceda nada malo, porque…

…¿Qué?
….Muérete.

___Sin esperar respuesta alguna, Pedro salió corriendo con toda la fuerza y la velocidad que la desesperación y el dolor le infundieron, suplicando a quien pudiera escucharlo, clamando al cielo piedad, al lago y a la mole de tierra clemencia, a Dios, la vida de Guillermo que era la suya, con la angustia atenazándolo en rabia herida, con el alma en las manos, y el corazón lanzado hacia él.

Entró al hotel embarrado, empapado, con el rostro desencajado, como antes vieran llegar a Juan, que fue ayudado por el personal, para conducir a enfermería a Guillermo, y hacia allí fue Pedro sin dudar.

..Vete, Pedro. Mira, yo puedo ser muy bueno, pero te juro, que si a Guille le llegara a pasar algo por la mentira de ustedes, los mataré a los dos.

… Juan, te lo juro, Matías nos omitió toda información del “otro” a los dos todo el tiempo, no supe hasta ver su reacción  en el salón quién era Guille.

 ¿Cómo hago para que lo crean? me mato solo si algo le sucede.

… No es momento de dar explicaciones, Pedro.

Lo está viendo el médico, vete, espera afuera.

…!No!

___Pedro se derrumbó abrazando los tobillos de Juan, empapando con el llanto el pantalón, y muy dentro de sí sintió que decía la verdad. No podía estar fingiendo semejante dolor, menos arrodillarse frente a él.

Cuando el médico se asomó, los dos salieron a su encuentro, y Pedro se secó el rostro con  la camisa, el saco lo había dejado caer en el camino.

..¿Familiares del Dr. Graziani?

… Sí, yo Dr., dígame.

…Sr.___mirando dubitativo y preocupado a Pedro___, ¿se siente bien?

… Preocupado por el colega, es todo.

… Tranquilos entonces, está lúcido, ya compensado.

¿Sufrió algún episodio traumático?

Hizo un síncope, es decir una  pérdida de conocimiento por descenso de presión en este caso, pero ya está compensado. Suele suceder ante un estresante mayor.

.. Una pelea, sí, una fuerte discusión, con su ___Juan miró a Pedro y en parte lo supo inocente cubriéndolo___; con su ex marido. Se encontraron acá sin saberlo, lo descompensó verlo, fue eso.

¿Puedo pasar?

… Sí, de hecho sería bueno que vaya a la habitación, en un rato estará bien supongo, de lo contrario puede llamar desde allí.

¿Toma algún ansiolítico?

.. No. Ni le diga, o se volverá a desmayar, no se preocupe, Dr., lo cuidaré.

…Bien, en cuanto se sienta con fuerzas, lo haré trasladar en silla de ruedas a la habitación, en un rato si permanece tranquilo estará bien.

__El médico se apartó dejándolos solos frente a la puerta.

… Juan, déjame verlo por favor, le pegué a Matías, te juro por mi vida que no tengo nada que ver, no le diré nada, solamente un minuto.

… Por mí, pasen de a uno, y sin ponerlo nervioso___. A pasos de allí,  el médico los pudo oír__.

…¿Te parece, Pedro?

No fue nada grave pero pudo serlo.

No tienes idea lo que Guille sufrió por el abandono de Matías.

¿En verdad no sabes nada?

… No, Juan, lo prometo que no, créeme, Matías tiene problemas psíquicos, estoy comenzando a verlo. Por mi vida que recién anoche me blanqueó que su ex era abogado penalista, que podría estar acá, lo hizo por eso, pero no me dijo su nombre, te lo juro.

… Te creo, __abatido, contemplándolo pensativo__, entra, un minuto.

Quizá con el tiempo ahora que sabe la verdad vaya mejorando, pero dudo mucho que alguna vez pueda ser feliz, ahora menos que nunca. Pasa.

Matías me lo quitó, Pedro, y luego lo abandonó en un día, sin decirle una palabra, dejándolo solo inventando alguna explicación.

___Pedro pensó que las piernas no iban a responder, apenas podía respirar, y trémulo llegó agitado y con aprensión al umbral, cruzándolo en una exhalación hasta observar una sala inmaculada, pequeña, y a Guillermo en una camilla bajo un tubo de luz fluorescente, con los ojos cerrados.

Al ver el pecho descubierto, con los electrodos pegados,  su cuerpo se debatió como si estuviese siendo quemado en un hoguera, al tiempo que sintió  desazón, ternura, miedo, culpa, un lío de emociones desconocidas de antemano, para las cuales no tenía respuesta alguna , menos estaba preparado.

El alma se le escurrió de entre los dedos al acercarse, observando el ascenso y descenso de la masa tensa, musculosa, al respirar agitado como presintiéndolo, y negándolo a la vez.

Y se quedó en parálisis, absorbiendo su aroma mezclado con el perfume, saboreándolo en forma peculiar, como un hombre cautivo ante la última visión antes de la condena.

 Guillermo se arriesgó a mirar, y escapó de nuevo negándolo en terribles y enfermizos pensamientos cruzando por detrás de los párpados, temiendo sucumbir ante el ángel demonio que era “el Otro”.

…Perdón. Guille, no lo sabía, lo prometo por mi vida, nunca supe tu nombre de la boca de él. Por favor, necesito que me abras o que me vuelvas a dar la llave de tu corazón vacío, y que me dejes colmarlo con esperanza, ternura, y amor.

Sé lo que sentimos en el lago, entiendo que te sientas morir por él y por mí, pero no te mentí.

Esperaré el tiempo que decidas para que podamos encontrarnos, hablar, acá, en Bs. As., créeme que sé lo difícil que es cuando los sentimientos lloran, gritan, desean saber y contar la verdad, desesperan en la necesidad de…acariciar al menos el mapa de rutas de los años de tu rostro, las marcas de la vida en él, borrar aquellas debidas al dolor, que indirectamente puse allí.

La espera, la paciencia nunca fueron compañeras. Siempre debí cultivarlas, el tiempo tirano, torturador también juega con todos, pero en este instante me abrazo a tu dolor que es el mío, me abrazo con ardor, con conciencia, con mis emociones a flor de piel.

Apenas veo porque el llanto me nubla, tu dolor me socava el alma, me cansa el cuerpo, me mata, me agota, no me quedan lágrimas desde que vi la verdad.

Perdón.

___Pedro elevó la mano, planeando los dedos por sobre los ojos empeñados en no encandilarse en él, y musitó suavemente en modo de eco o letanía el sentir que era de los dos.

… Quisiera que mis labios pasearan rozando apenas todo tu ser, suavemente sanar cada herida, recorrer tus sentidos y acercarme a tu espíritu, indagando allí el dolor  que sin querer participé en producir.

Aquí estoy, estaré cuando quieras, donde quieras,  hoy, mañana, pasado mañana, y siempre, días y noches a tu merced, esperando por escuchar tu perdón, esperando ver tu alma limpia de nuevo, tranquila, entera, porque pude vislumbrarla así hace un rato, lo sé.

No miento, no te mentiré nunca.

___Pedro hurgó en la mirada buscando algún vestigio del hombre que hora antes lo enamorara en un instante, y de súbito los ojos negros lo apuñalaron en expresión gélida que lo hizo temblar.

…Antes moriré en el infierno que creer en tu rostro angelical, el mismo con que el desgraciado de Matías me destrozó en pedazos.

… No lo sabía, no lo supe.

__Las palabras de Pedro eran una súplica, y en las profundidades de aquellos ojos, no encontraba más que tristeza, amargura, como si hubiera arrasado el llanto, con todo lo que minutos antes se habían leído uno en el otro, con el lago y la luna como testigos.

…¿Por qué te casaste con él? ¿Qué tiene él?

¿Acaso es mucho mejor o puede darte algo que alguien como yo  no?
… No lo sé, no te conocía, apenas te he visto, no sé qué me llevó a él hoy, esa es la verdad.

___El respirar ya era doloroso.

...¿Es más bonito, apasionado, verdad?

… Eso no importa, necesito solamente que me creas, que me digas que vamos a hablar, que me des…una oportunidad.

…Vete, Pedro. Ve con “el otro”.

… Ni sé adónde está, le pegué, está bien, le daré a Juan mi número de teléfono.

.. No lo hagas, demasiado con verlos estos días acá.

… Guille, __la respuesta ya fue silencio y oscuridad__. Dejo mi alma en tus manos, tómame como tu juguete si lo deseas.

“….Cómo me duele tu silencio, tu indiferencia, necesitaría que me insultes, que me pegues, no esto.

Me dejas en un mundo oscuro, negro, lúgubre, en tinieblas sin el brillo de tu mirada. Te entiendo, y me enoja lo mismo, por ello esperaré.

Aunque el alba llegue, aunque el sol se imponga en el cielo, y la luna ilumine las noches, las mías serán frías, oscuras, colmadas de tu tristeza de años, como la llevo en el alma, en el corazón.

Están llorando sin remedio por ti, te imploran, te extrañan, no te van a olvidar.

Marcaste mi ser con huellas de fuego, profundas, y solamente tú las puedes borrar, calmar el dolor de las brasas ardiendo, sólo… tú”.

__Juan observaba en silencio, veía un ser enamorado y sufriente igual a él, y apesadumbrado  por los tres, interrumpió el hechizo.

…Pedro, ya está. Déjalo en paz ahora, ya oíste al médico. Lo hará llevar a la habitación.

Matías está en la habitación contigua, lo están suturando, le partiste la cara.

… Es lo menos que merece por tanto dolor.

Cuídalo, Juan, perdón,…, a los dos.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto.