EL OTRO. CAPÍTULO NOVENO.

EL OTRO.

CAPÍTULO NOVENO.

 

“Asidero en la oscuridad

Estoy ahí sentado
borracho
escuchando las
mismas sinfonías
que me dieron
la voluntad de seguir adelante
cuando tenía 22.
40 años después
ni ellas ni yo tenemos la misma magia
precisamente.
Deberías haberme
visto entonces
tan
esbelto
sin
barriga
era
todo nervio
demacrado:
violento, fuerte,
loco.

Si me decías
una palabra
fuera de lugar
te partía el alma
allí mismo.
No quería que me
molestara
nada ni
nadie.

Parecía estar
siempre de camino a alguna
celda
tras haber sido trincado por
hacer algo
en la avenida o
sus inmediaciones.

Ahora estoy aquí sentado
borracho.
Soy
una serie de
pequeñas victorias
y grandes derrotas
y estoy tan
asombrado
como cualquier otro
de
haber llegado
desde allí hasta
aquí
sin cometer ningún asesinato
ni haber sido
asesinado;
sin
haber dado con mis huesos en el manicomio.

Mientras esta noche
me bebo a solas otra vez
el alma a pesar de todo el sufrimiento
pretérito
gracias a todos los dioses
que no estuvieron
de mi parte entonces.

No era mi día. Ni mi semana, ni

Mi mes, ni mi año. Ni mi vida.

¡Maldita sea!

Charles Bukowski”.

Bariloche.

Domingo, 24 de abril de 2016.

… Pasa, sabía que vendrías.

… ¡No sé bien qué estoy haciendo, Guillermo! ¡No sé qué esta sucediendo desde que supe de tu existencia!

___Guillermo se acercó y percibió el temblor en el rostro pálido, demudado y con imperturbable tranquilidad decidió indagar, observándolo de manera perspicaz, fue a servir dos copas de Cabernet…. de una mesa preparada que Pedro ni siquiera había visto.

…Juan me dijo que esperaba que no terminara enamorado de un ser como ése, refiriéndose a vos, no quiere verme deambular de nuevo por los rincones  balbuceando y derramando emociones en lágrimas, dice que no puedo rechazar desafío alguno, incluso el que no está a mi altura, y sin embargo… me fascinan los desafíos, y sos mi debilidad. No duermo, no puedo concentrarme en nada por más de dos minutos, tan sólo te pienso, te imagino, te añoro, Pedro.

__Pedro sintió a una especie de alegría burbujeando en el interior, aunque el rostro continuó sin transmitirlo, mientras la música proveniente de los salones flotaba colándose por las rendijas de puertas y ventanas, y Guillermo lo encandilaba de pie apoyado en la pared con la copa en la mano. Estaba como siempre, imponente, impecable, con atuendo formal, sin corbata, emanando masculinidad, y en el recuerdo de los besos,…, el pulso de Pedro se disparó y tras una lucha silenciosa con sus valores y juicios optó por hablar.

… No vine a lo que imaginas.

…¿Y qué se supone que imagino?

… Guillermo, no entiendo nada, no sé qué sucedió en horas. Me casé enamorado de Matías, hasta el jueves era feliz a su lado, y ahora,  no soporto siquiera que se acerque.

Apenas llegué a Baunes, quedamos prendados el uno del otro, aunque no sabía que estaba casado, menos contigo.

Supongo que allí estuvo el error, me casé en plena etapa ilusoria de enamoramiento, que por lo visto se prolongó demasiado, y recién comienzo a ver todo lo malo en él, no me gusta, no es lo que elegí entonces, y no soporto estar a su lado__lo contempló impotente, tomando un sorbo de vino.

.. Quizá fuimos dos los que cometimos el mismo error, o Matías sea más espabilado que nosotros, un experto manipulador, difícil de reconocer___. Con frío desdén contempló en las profundidades de la copa, sumido en profundas reflexiones, sintiendo que las emociones de nuevo le ganaban la batalla a la razón que con Pedro se fugaba del planeta, y mientras observaba el miedo y el dolor en los ojos marrones, comprendió que quedaría con el pecho vacío y el corazón amputado si algo se lo arrebatara, el poder que Pedro ejercía tan sólo mirándolo barría con su orgullo, con su autocontrol, con toda defensa existente antes, mientras el deseo y la pasión arrolladora de que fuera suyo no dejaban de crecer.

__Pedro a medida que se impregnaba de su presencia, sentía sus sentidos presos del aroma a hombre mezclado con el gel de ducha, con el jabón de afeitar, una esencia maderada mareante.

… Debo irme, no sé qué hago acá, mi realidad es él, esto es ilusorio___. Intentó incorporarse, y Guillermo le aferró por los brazos disparando miríadas de corrientes y descargas.

… No te vayas, ya te dije, no te obligaré a nada que no desees, no tiene caso que regreses con él si lo rechazas y discutieron, deja al menos que se duerma.

¿Cenaste?
… Sí. No. Pedimos la cena pero apenas la probé__. Pedro se percató del intrigante aroma que desprendía, y algo más esquivo también emanaba en la calidez de su aliento, dulce, o quizá fuese el sabor al vino, y estaban tan cerca, que con poco esfuerzo el beso llegaría, y con sólo pensarlo se estremeció de cabeza a pies. Y lo peor era que deseaba saborear la boca se ese otro, inhalar ese efímero toque de dulzura de su aliento, dejarlo que hiciera cualquier cosa en él y con él, y nada pasó desapercibido para Guillermo, que de súbito cambió de tema.

...¿Juegas al ajedrez?

… Sí, algo, no demasiado.

___Guillermo con parsimonia se acercó al escritorio y sacó una caja, mientras Pedro escudriñaba cada  línea del rostro, del perfil.

Se acercó con las piezas en las manos, y le dio una que puso en su mano, pero antes de retirarla, acarició con el dorso  los dedos de Pedro, y el sólo roce tenue, provocó otra bandada de estremecimientos.

…La pieza más poderosa, la reina.

… ¿Más que el rey?

¿Es porque sólo puede moverse una casilla por vez y la reina desplazarse libremente en dirección y casillas?

… El rey es la pieza más importante ____, La voz sensual y profunda dejaba a Pedro sin aliento___, una vez capturado, el juego termina___. Y los dedos de Guillermo rozaban los suyos en breves e inequívocas caricias que enloquecían los sentidos de Pedro que aturdido y en trance no lograba poner fin a las maniobras de seducción sutiles y certeras, y atrapado por los hipnóticos roces de esos bellos dedos, con la sensibilidad a flor de piel, ahora sus propias defensas se habían reducido a añicos sin siquiera un beso de por medio.

No supo cómo con renuencia perezosa en algún momento habían iniciado una partida, mientras en voz alta pronunció palabras equívocas que la mente poco analizaba.

… Es una pena que seas mi adversario.

… No lo soy.

… Quizá alguna vez logremos ser amigos.

… No, precioso, lo que menos deseo es ser tu amigo.

__El corazón se le desbocó sintiendo los latidos a ritmo frenético y el calor devastador inundándolo, como la música que llegaba de planta baja colándose y flotando en el ambiente.

…¿Bailamos?

.. No. ¿Qué dices ahora?

… La reina y el rey están a punto de caer, no sé cuál primero, no te resistas.

… No puedo___. Mientras Guillermo se cernía alrededor, dejando un reguero húmedo de besos en el rostro, en el cuello, enterrándolo en sus brazos, y exhausto se quedó allí, sin aliento, notando que la música se había esfumado en el tronar de sus latidos.

__De súbito se apartó, intentando llegar a la puerta.

.. Está bien, no pasará nada, tranquilo, ven acá, no te vayas.

… Guille, no creo, no existe el amor a primera vista, eso es un enamoramiento, una ilusión, una idealización, así me va por haber creído que era amor lo que sentí por Matías, así te fue a ti, esto no es amor, es una mera ilusión, mañana veríamos los defectos y todo se apagaría, dejándonos además con la mochila de culpas y de traición, ya dañamos a gente buena, basta.

Mejor deja que vaya con mi marido, y ve a disfrutar del bufé y de la fiesta en plata baja con Juan.

__Pedro comenzó a padecer una súbita debilidad, mientras destellos luminosos como luciérnagas paseaban delante de sus ojos, y se concentró en intentar separar un paso, y otro, mientras el aliento no se despegaba de su ser, pero la mirada era dulce, preocupada, y lo escuchó lanzar un sonoro suspiro, mientras él….sólo logró que a la mente regresaran las imágenes en la nieve, el deseo del peso del fuerte cuerpo sobre el suyo , de los brazos envolviéndolo , de los besos arrasando con todo, mientras el rubor ganó el rostro, y Guillermo retenía los dedos paseando por el pelo.

…No me interesan las estúpidas charlas de colegas en las recepciones, los chistes, la comida, el gentío que se cubre de los mejores disfraces, tampoco a vos.

No te preocupes, que Matías y Juan seguramente están allí, ahogando sus penas en alcohol, yo te esperaba acá, e hice preparar una cena especial, para nosotros, ven.

___Murmullos de risa, voces, y una música hermosa pero triste flotaba desde el salón hacia ellos, los llenaba de anhelos y a Pedro se le formaban nudos en la garganta,  mientras Guillermo suspiraba provocando en él, oleadas de calor alternando con escalofríos colándose a los huesos.

Tras dar unos pasos a tientas, bajo el ventanal de cristal desde donde la luna se reflejaba en el lago, tras el día de nieve, ahora,  una pequeña mesa estaba preparada con mantel bordado, y candelabros de plata, con bandejas tapadas del mismo metal, con un Cabernet en el centro, y otra botella sin abrir.

Abrumado y atónito, Pedro correteó la mirada, antes de toparse con los ojos negros, y darse cuenta que el estómago rugía de hambre.

…Es precioso. ¿De verdad lo hiciste preparar para nosotros?
… Opción B o C, por si querías huir, es la cena, el ajedrez, y me quedaría ofrecerte ir a caminar, cualquier cosa con tal de que no escapes con “el otro”, puedo esperar para seducirte.

… Eres un arrogante incorregible, al menos no lo des por seguro, intenta algún disimulo.

… No admito fracaso ya en mi vida, y mi plan con vos es que seas mío, lo sabes, no me importan los “otros”.

¿Cenas conmigo?
…Está bien, ¿cordero patagónico?

… Exquisito e irresistible como este vino, como vos.

… ¡Guille!

Háblame del estudio, del tuyo, no sé nada de él.

__Guillermo le contó desde los inicios con Marcos, años de trabajo, mientras Pedro lo admiraba con extraña fascinación, que hablara del trabajo con amor, no siendo necesario  para escalar posiciones, o ganar dinero, porque de hecho ya lo tenía todo, denotaba que amaba lo que hacía, y no se dispersaba a actividades lúdicas otras que lectura y ajedrez, por algún motivo fue algo más que le encantó de él.

… ¿De verdad estás en política?

… Quieren empujarme a ser candidato a algo en las próximas elecciones, pero no es algo que me quite el sueño, tampoco ser Juez en realidad, aunque sé que seré bueno. Me encanta trabajar en el llano, como abogado o Fiscal, de hecho ya quisiera regresar, nunca me ausento del trabajo.

..¿Te irás al finalizar la convención?___la idea debería haberlo aliviado, si Guillermo se marchara, podría intentar pasar la semana con Matías, recuperar la relación, y sin embargo los sentidos se entumecieron apagándose ante la idea.

… No lo sé. Depende.

… ¿De qué?

.. De encontrar motivos que me retengan acá.

__Pedro optó por el silencio escuchando la música y disfrutando de la delicia del cordero, pensando de súbito que Juan no estaba allí.

…¿Juan sabe que habías armado esto para mí?
… Sí, de hecho lo envié a su suite, no te preocupes, no dirá nada a nadie, es demasiado buen tipo, me quiere bien, es incapaz de hacer algo malo. He hecho en mi vida mil cosas que no aprobó, al igual que él, pero para seguir siendo amigos, digamos que hemos aprendido a tolerarlo.

…Supongo que ya debe considerarme “el otro”, que pasea de Matías a ti.

.. En el fondo siempre supo que nunca lo  amé, como vos a ese muchacho con el que hoy  te vi, ¿verdad?

…. ¿Diego? ¿Nos viste?

… Sí, y de paso Matías te estaba vigilando, y prácticamente me amenazó.

…¿Cómo? ¿Pero si cree que nos venimos odiando desde hace dos años?

… No sólo yo a veces subo al escenario enmascarado, Pedro, sos demasiado bueno e ingenuo. Matías creo que  no.

___Terminaron de cenar en silencio, con miradas de soslayo entre sorbos de Cabernet, hasta que Guillermo se incorporó, fue hacia él, lanzándole el aliento al oído.

…¿Jugamos al ajedrez?

___Pedro asintió contemplando los cálidos ojos negros, mientras tomó consciencia de que era la primera vez en su vida, que estaba donde deseaba estar, que se sentía pleno y feliz, allí en un metro cuadrado, con ese hombre del cual deseaba acuciantemente descubrir cada pensamiento, cada emoción, cada sentimiento oculto bajo la fachada, al fin supo que como él estaba demasiado solo, quizá demasiado ocupado para darse cuenta.

…¿Quién te enseñó a jugar?

… Mi padre, en una época en que nos llevábamos bien.

… ¿Viven?
..Sí, pero poco los veo.

…Pero deben sentirse orgullosos de tu éxito ¿verdad?

.. No lo creo, o poco les importa, mi condición los estigmatizaba decían, y por ello me fui a vivir con Juan a los dieciocho años, nunca aceptaron que les comprara una casa mejor, más cerca de mí, por compromiso a veces paso a verlos, para cumpleaños y esas cosas, pero no más.

Digamos que al conocer mi sexualidad me convertí en problemático para ellos, y comenzaron las peleas, el pensar que estaba enfermo, que me curarían con terapias varias, hasta que me cansé, y decidí alejarme.

Con un gesto evasivo, mientas pensaban jugadas, continuó, __, al fin mi ambición y mi condición terminó por distanciarnos, y según alguien me comentó, a vos te pasó algo similar.

… Algo así___aliviado por la falta de censura.

___En una de las jugadas, los dedos se enlazaron, las miradas detrás, cediendo los dos a la súbita intimidad, atónitos ante el calor abrasador extendiéndose desde los dedos hasta los pies, y el calor los inundó en una corriente continua de sensaciones, de placer, de pasión, de más, y aturdidos intentaron no seguir el contacto, al menos Pedro que se incorporó con la torpeza en todos lados echando al piso las piezas.

..Debo regresar a mi habitación, antes que el vino y la charla causen estragos irremediables.

..¿Me tienes miedo?__Con el ceño marcado.

__Pedro pudo contestar simplemente sí o no, sin embargo perdió la capacidad de razonar al estar a centímetros del hombre, sin agilidad verbal ni mental, apenas balbuceó.

.. No quiero esto.

..¿Esto?
… No voy a convertirme en tu amante, en el otro de nadie. Tengo algo mejor, una relación estable.

…¿Matías es mejor? ¿Porque están casados?

.. Matías o cualquiera que no seas  tú que fuiste “el otro” sería mejor escenario.

Debo irme. No debí venir___agradecido de la calidez que lo invadía, antes de abandonarlo, mientras la mirada de Guillermo lo leía al atravesarlo.

…Tal vez al fin baje un rato con los demás.

… No serás capaz de soportar que Matías te ponga un dedo encima, Pedro, ni él, ni nadie, no vas a poder.

…! Ya basta, es mi marido, tiene derechos!

… No lo deseas, ni a él ni a nadie, me deseas a mí.

___La mirada de Guillermo era gélida, dura, le heló la sangre, le dejó sin respirar, pero al menos había logrado hacerle perder el maldito autocontrol, pudo ver que la sangre bullía en sus venas, que las máscaras se caían, que algo le importaba en la vida de verdad, había despertado su ira.

… ¿Matías, Diego, quién mierda es la mejor opción, Pedro?

… ¡Eres un maldito hipócrita!

¿Te molesta que ocupe la cama de mi marido y  no la tuya o que él se encuentre conmigo aún?

___La idea le hizo llenar de furia, deseaba golpearlo, humillarlo, espolearlo contra el piso.

… Me importa un carajo, Matías, estoy cansado de rogarte, de esperarte, si puedes aceptar que te posea sin amor, puedes ser mi amante entonces.

… Quizá no me interese el amor, Guille, no lo conozca nunca.

__Mientras más intentaba escapar de la red, un dolor lacerante con un frío glacial le clavaron el pecho, mientras las esperanzas de salvarse de ese hombre parecían desvanecerse.

…Tu matrimonio con él será un infierno ahora, ni siquiera se conocen, razona.

… Tampoco te conozco a ti, me confundes, me mareas, con tus disfraces, tus máscaras, tus palabras, no sé quién eres.

… El hombre que amas soy.

… Mentira, el deseo no es todo, no te conozco.

.. Me conoces sintiendo, y ya me perteneces, he ido a tu encuentro, te he visto semidesnudo solamente envuelto por mis caricias, enredado entre mis piernas, cubierto por mis besos, mientras lamí tu sudor y tu fruto.

…! Basta!

…Pedro, soy un hombre grande que no se confunde, he nacido y he muerto en innumerables oportunidades, en aquella infancia diferente, bebiendo del cáliz de mi sexualidad alocada, mi vida ha sido un carrusel de mentiras, la aventura sedujo a mi cuerpo, la vida de otros no fue mi premio, y el viento de este lugar mágico arrasó con todo, dejándome desnudo frente a vos, con el último suspiro para darte.

Te estoy tatuando extasiado en cada mirada y caricia furtiva, saboreando en cada beso robado a escondidas, lamiendo esos labios anhelantes, disfrutando los ojos de miel, de tu pelo revuelto por mis dedos sin permiso.

No quiero seguir así, te llamo, te pido que vengas a mí, a recorrer de nuevo el mundo, pero juntos, el amor renovado sin apuros pero pleno, real.

Te ofrecería la galaxia por entero, bajarte las estrellas, darle la luna al lago, pero tan sólo pido recibirte en mis tibias aguas internas o en arenas movedizas.

…No. No debo, no puedo, no ahora.

… ¿Cuándo? Pon fecha, hora, lugar, te iré a buscar, esperaré a que llegue tu tiempo.

___Bariloche, lunes 25 de abril de 2016.

01.00 hs.

___Al fin,…, los dos terminaron en el piano bar, Guillermo ahogándose en un whisky, luego de que Pedro huyera de la suite, luchando por frenar la arrolladora pasión, esperando que el fuego se extinguiera en la frialdad de la mirada esquiva, nervioso musitaba su nombre entendiendo que merecía el rechazo, no deseaba ser amante del Otro, menos convertirse en “el Otro” de nuevo para otros.

Los celos lo carcomían desde las vísceras, y el recuerdo de los besos, de la piel suave y de terciopelo apenas vislumbrada, amenazaba en instantes con llevar la sangre al hervor cada vez.

Dados los amantes que había tenido, hasta Pedro pensó que conocía cada habilidad y experiencia, y sin embargo supo allí que con él todo sería distinto, recién nacido,  una entrega, un encuentro con él sería en cuerpo, emociones y alma, algo peligroso para ambos, sin retorno, y en el desquicio de esa maldita muchedumbre haciendo ruidos estúpidos, ni siquiera la mente pensaba con claridad. Odiaba el ocio, y esas reuniones, de no haber existido Pedro, luego de la charla hubiera regresado a Bs. As.

Mientras Juan le hablaba, sin que registrara palabra alguna, en la barra vio a Pedro, inquieto, en un taburete, con Matías pegado, sin participar siquiera de conversación alguna, pero al parecer, mientras más lo esquivaba, Matías más cargoso se ponía.

Pedro no era “el otro” apocado e ingenuo que imaginó por dos años, tampoco el que conocía Matías, era un hombre apasionado y letal, que necesitaba un par que lo poseyera y amara con el mismo poder, ….a él.

Sacudió la cabeza, en intento de dejar de mirarlos, y Juan entonces al parecer lo sacó del trance.

… Llevo  hablando tonterías horas, no escuchas nada.

… Estoy harto de esto, Juan, quiero regresar, en cuanto pase la ceremonia de cierre.

…¿Y Pedro?

… Creo que voy a esperar que dé de cara contra su realidad con “el otro”___suspirando, mientras Juan sonrió sin ganas.

…Tarde o temprano la situación  caerá por sí sola.

No soporto más verlo con ese tipo.

… Tipo que lloraste dos años.

… Un imbécil o quizá no tanto como aparenta.

…¿Qué quieres decir?

.. Que no sé cuán inofensivo es Matías.

___Pedro sentía una súbita melancolía, como si le hubiesen arrancado parte del ser, no sentía nada, ni frío, ni calor, ni cansancio, ni sed, se había apagado, como si Guillermo fuese la chispa única que podía encenderlo y darle vida, encender el fuego que recorriera su sangre.

“…Guille, siento que eres el único que hará latir a mi corazón nuevamente, que necesito fluir dentro de tus mareas, o que lo hagas como ríos en mí, mientras me arropas en caricias, hasta dejarme inconsciente.

Necesito que hablen nuestros cuerpos, que entiendan lo que la mente no quiere o no puede. Quiero que tus labios sean mi destino, pasear los míos desde los tuyos por el pecho y el vientre, abriéndome senderos a tu centro para hacerte mío, bebiendo de tu fuente, y que las humedades de cada fluir del deseo se unan, sean el uno, penetrando tu alma con susurros, y tu cuerpo con deseo, convirtiéndonos en lavas ardientes, y desde la boca derramar la miel en el cénit.

Quiero cortar las cadenas, quemar los disfraces, volar y hacerte volar con las caricias, ser el hombre que te haga olvidar a “otros”, y al revés, para siempre”.

__La noche transcurrió indolente como las charlas aburridas de la mañana, hasta que al fin todo el grupo se reunió en el hall, para la excursión final antes de la ceremonia de cierre de la convención, algunos regresarían luego a sus sitios, otros se quedarían recorriendo los lugares vecinos, pero  esa tarde que se iniciaba, los encontró a todos partiendo hacia el encanto de la visita guiada.

Victoria y Bosque de Arrayanes.

Conocer Isla Victoria y presenciar el espectáculo del Bosque de Arrayanes, es un placer que ya ha sido experimentado por millones de visitantes al Parque Nacional, pero esta Isla aún espera con sus intactas condiciones de conservación, a los próximos visitantes que lleguen hasta Puerto Anchorena para desembarcar y recorrerla.

Tras una hora de navegación, partiendo desde Puerto Pañuelo en la imponente Península de Llao Llao, se arriba a la península de Quetrihue, lugar de asiento del Bosque de Arrayanes, ubicada en el noreste del Lago Nahuel Huapi.

El arrayan (Quetrihue en lengua mapuche) es un arbusto de exquisito color azafrán y flores blancas. En este lugar, único en el mundo, toma la envergadura de “árbol” para formar un mágico e inusual Bosque. Luego se navega hacia Puerto Anchorena, Isla Victoria, en donde es posible disfrutar de una flora autóctona, prolífera en especies de magnífico porte. Dejarse llevar en el tiempo, recorriendo los senderos que llegan hasta Playa del Toro, para descubrir allí las pinturas rupestres hechas por pueblos originarios habitantes de esta zona, en el marco de una espléndida playa de arena volcánica, es una experiencia inolvidable y mágica.

La compañía de  Guías del Parque Nacional colabora con la información precisa y necesaria, para que este paseo sea único.

___Pedro se despegó de Matías en un descuido entre charlas con colegas, y sin darse cuenta entró por uno de los senderos del bosque, necesitando pasear la mirada, perderse, y ser uno con el paisaje, deshacer la materia en la energía de los árboles, del universo, y con los ojos perdidos en altura, las manos en los bolsillos del impermeable, chocó con un tronco de fortaleza conocida, de fuego inusitado, que terminó con el frío del afuera.

Las miradas se encontraron en el silencio de palabras del afuera, del paisaje y en lamentos llegados de las charlas del grupo.

En segundos estabas abrazados sin importar el cómo.

…Suéltame___sin convicción ni certeza.

… ¿De verdad lo quieres?__Guillermo se regocijó en la carita arrebolada mientras paseó los labios por la frente, Pedro se debatió inútilmente, y al fin los labios finos atraparon a los gruesos, separándolos sin mayor esfuerzo ante la acometida, obteniendo la respuesta esperada, el estrecho abrazo llegó sin reparos, las lenguas se abrazaron por igual enroscándose, en lánguida caricia profunda, mientras el fuego se encendió en cada poro del cuerpo, y el beso se transformó en voraz y apasionado.

Los cuerpos se adosaron, las manos se colaron entre el montón de ropa buscando senderos, mientras se perdieron en la dulce oleada de locura, donde estaban sumidos en un sueño, donde deseaban hacer el amor en el suelo del bosque ante cualquiera, donde los corazones luego de haber estado muertos, latían desbocados, y la respiración enloquecía ante cada movimiento, hasta que las bocas encajaron a la perfección.

Se separaron tan sólo para respirar, se miraron calibrándose, midiéndose uno al otro, cerniéndose uno contra el otro, hasta caer presos uno en los brazos del otro, y  recaer en el beso natural y directo que electrificó cada terminal y cada poro.

...Atrévete a decirme adiós, porque si no vienes a mí esta noche, no me volverás a encontrar.

… Adiós... Graziani. Tú lo dijiste primero, no deseas volver a verme, siempre seré…”el otro”, al que llevas odiando más de veinticuatro meses, el ladrón de tu marido, el detestable extraño, que sigues sin conocer.

…!Pedro! ¡Amor!

¿Adónde estás?

___Con la furia de la inminente separación, para evitar que emitiera sonido que hiciera llegar al “Otro”, Guillermo lo atrajo hacia él con fuerza, encajando boca a boca, haciendo deslizar la lengua en profundidad a lo que la de Pedro  se sumó, angulando el cuello, mientras las manos se colaban de nuevo a encontrar notas exactas jamás exploradas, las palmas apretaban y reorientaban las caderas, las respiraciones enloquecían, y se devoraron con creciente apremio, hasta que el influjo en la boca los condujo a un delirio sensual, ahogando gemidos y con un dejo de razón, sabiendo que pronto tendrían compañía, se separaron a desgano acomodándose el pelo y la ropa.

… No podrás decirme adiós, Pedro Beggio, acá o en Bs. As., no seré el otro, tampoco vos. Nos volveremos a encontrar. Te amo, sos mío, no de…”el otro”.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto, escenas explícitas.