PROHIBIDO. PRÓLOGO.

“PROHIBIDO”

Prólogo.

 

“! Subes centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.

! Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la punta chispeante del cuerno
del diablo; mi beso que es credo sagrado!

Espíritu en el horópter que pasa
¡puro en su blasfemia!
¡el corazón que engendra al cerebro!
que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
¡Platónico estambre
que existe en el cáliz donde tu alma existe!

¿Algún penitente silencio siniestro?
¿Tú acaso lo escuchas? Inocente flor!
... Y saber que donde no hay un Padrenuestro,
el Amor es un Cristo pecador!”

Amor prohibido - Poemas de César Vallejo

Ciudad Autónoma, Bs. As., jueves 19 de mayo de 2016.

___El coche a estrenar de Fabián,…. llevaba a la novia y al padrino hacia la iglesia.

 Al fin Gabriela y Alberto cumplirían sus votos, meses de idas y venidas, de dudas, intentos y fracasos, habían conducido al  registro civil en la mañana, y ya eran esposos para la ley de los hombres.

La iglesia del padre Jorge, el fiel amigo de Guillermo Graziani, alguna vez estudiante de abogacía era la elegida por los novios desde que Gaby diera el salto definitivo hacia el verdadero amor, al esperarlo  meses atrás cuando saliera de los seis meses de prisión.

Luego de aquello, de convencerlo de su amor, a pesar de las cartas devueltas, de las negativas de Alberto a sus visitas, el amor se manifestaría en minutos, en la elección ante Dios.

Gabriela era la novia más bella que su orgulloso jefe había visto en años, aunque no se lo dijo de entrada, pero admiraba a su ex alumna, ahora a su socia y  a la bella y madura mujer, que paciente esperó la salida de Alberto de la cárcel, y esperaría  por igual que terminara de estudiar.

Con el vestido blanco inmaculado, ceñido en la cintura, con miriñaque y cola  de metros desde ella, bordado en piedras como las que en velos delgados caían desde el tocado que  sostenía el recogido, el rostro era de una virgen para amar, terrena, palpable, y Guillermo se sentía orgulloso de haber sido el elegido como padrino, mientras que Aída en uno de sus momentos lúcidos,  luciría de madrina junto al novio.

Valeria y Fabián les tocaban bocinas desde el auto de atrás, y Gaby estaba por desarmar el ramo en sus manos, cuando Guillermo le posó la suya abarcándolas y la miró con severidad.

… Guille, me voy a morir de nervios, no sé el porqué de mi negativa a una ceremonia única en el salón, ahora me quiero matar.

…¿Por?

… No sé, tengo miedo, estoy temblando como una hoja pese a que ya nos casamos esta mañana por civil, temo que Albert no llegue,  que se quiera vengar de todas las veces que dudé, que no vaya a la iglesia, siento algo que no puedo definir, y el aire se niega a ingresar, me ahogo.

… ¡Chiquita, basta! No me hagas poner nervioso a mí o esto será una catástrofe.

¿Cómo se te puede ocurrir que Alberto te dejaría plantada en el altar?

Méritos hiciste en verdad, pero te ama demasiado.

___Gaby lo miró suplicando, con esa dulzura que a Guillermo lo derretía, a nada podría decirle un no.

…¿Qué me estás por pedir?

… Llama a la iglesia, por favor, necesito saber que me espera.

…! Gaby, por Dios, no seas nena! Además seguro que está junto al altar sin celular.

… Guille, por favor, desde que tu amigo el padre Jorge enfermó justo para esta fecha, lo vi como un mal presagio.

… No es el único cura del planeta, Gabriela, tiene más en la iglesia, o puede hacerlos venir.

… Lo sé, lo imagino, pero hicimos el cursillo con él, es tu amigo, ahora depender de un extraño, de si está o va, me da miedo.

…! Uy, Dios! Sos peor que Fabián de niño, mejor llamar a Marcos, él debe estar esperándote ya, o me volverás loco.

Ciudad Autónoma, jueves 19 de mayo de 2016.

21.00 hs.

___La sencilla capilla de la iglesia del padre Jorge, resplandecía en el arreglo con empeño efectuado para ellos, luces, alfombra, flores, candelabros de plata, y un órgano de tubos que mágicamente,…, cuando Alberto creía que moriría junto a su suegra,  mientras todos ansiosos esperaban afuera para ingresar tras la novia, comenzó a inundar el aire con la marcha nupcial que Gaby eligió para el ingreso.

Recién entonces, los sacerdotes y diáconos sonrieron al novio, y Beto exhaló el aire retenido, que en instantes volvió a perder al divisar a lo lejos la silueta amada, mientras el  joven sacerdote  que reemplazaba a Jorge, se paralizó ante el porte del padrino que lo dejó cegado sin saber el porqué.

Guillermo se le antojó un dios pagano, fuerte, compacto, de belleza masculina y delicada, casi acariciaba en el roce a la novia, de pasos seguros se acercaba con ella al altar, y Pedro sintió que en su vida de seminarista y de sacerdote, jamás el rubor le había encendido las mejillas en la visión de ningún ser humano, pero ese hombre le punzó cada poro de su ser.

Se volvió hacia el altar, en espera de  recuperar el control de su persona, y mientras,…. Guillermo y Gabriela, con el rostro embargado de emociones en un lío, caminaron seguros hacia él.

De súbito Guillermo sintió que no tenía espacio para el aire en el pecho, que el corazón se encabritó alocado sin razón, que el sudor perló la frente, que las manos temblaban mucho más que las de Gaby, miró hacia arriba en una súplica, y las luces lo cegaron al tiempo que se difuminaron, perdiendo la visión de contornos, sintiendo que el llegar al altar se le hacía a cada paso más difícil porque sus piernas no se decidían a darlo.

“…! Dios mío! Gaby tenía razón, yo les arruinaré el matrimonio si me desmayo ahora, no. Ayúdame a llegar al altar, si debo morir que sea luego de verlos casados, por favor.

___Continuó la marcha sin noción, mientras sólo Fabián  se dio cuenta de que algo pasaba y le susurró a Marcos, que extasiado en Sonia no le dio importancia, pero no apartó la mirada de su padre, viéndolo palidecer a cada paso, como adivinando un ataque inminente.

Y sin embargo, el recorrido terminó, Guillermo en una exhalación entregó a la novia, y cuando aferró el brazo de Aída, el sacerdote se volvió sonriendo, y en la mirada y en esa sonrisa, el mundo se terminó de desmoronar, al menos para Guillermo que pensó que el mismísimo dios debía haber descendido de los cielos a casar a Gaby, a enamorarlo a él, y para Pedro, que en lugar de mirar a los novios, apenas fue capaz de quedar enterrado en la mirada que lo atravesó al llegar, de ese hombre que desde el afuera, le había quitado el dominio de su ser.

CONTINUARÁ.

Hechos y personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Lenguaje adulto.