AMOR ETERNO. CAPÍTULO CUARTO.

 

AMOR ETERNO. CAPÍTULO CUATRO.

Inglaterra, siglo XIX. El imperio Inglés.

___ Peter buscó a Spencer en sus habitaciones pero golpeó, entró y la cama estaba sin deshacer, el silencio dominaba el lugar y a poco de recorrer comprendió que no estaba allí.

Fue a las suyas y tampoco lo encontró.

Caminando con dificultad aún, corroboró que Gerard seguía dormido, y recorrió los jardines y el establo.

Spencer no estaba en ningún lugar.

Un escalofrío de pánico le recorrió la columna.

…” ¿Te has ido dejándome? ¿Has decidido por los dos y quieres que tenga una vida como dicta la sociedad?

___ Abatido y con la sensación de que el corazón había escapado de su cuerpo buscándolo, regresó y fue a sus habitaciones.

Todavía el sol estaba descendiendo, cerró las ventanas y se acostó, desolado, vestido, quedándose con la mirada perdida en el techo, mientras las mejillas  fueron surcadas por lágrimas de desconsuelo, de nostalgia, de temor, hasta que cansado de no parpadear, cerró los ojos dormitándose.

No supo cuánto tiempo pasó, y como si de una alucinación se tratara, en un momento su corazón regresó y retumbó cual tambor  en el pecho, sintió un aroma, un aviso, una presencia que lo hizo estremecer. Perezosamente abrió los ojos, y allí estaba él, fuerte, de pie, mirándolo, hechizándolo con la mirada penetrante y a la vez devorándolo con ella.

Peter lo sintió tan cerca que casi gritó y Spencer le cerró los labios con los dedos, disparándole cosquillas por doquier.

….Chsss...Soy yo.

… ¿Adónde fuiste? Te busqué por todos lados, y pensé que me habías dejado. Que te habías ido sin mí.

… Salí, pero para hacer algo.

___ Spencer se sentó en el borde de la cama y  siguió acariciando la calidez de los labios, mientras su aliento mareó a Peter.

… No iba a gritar, me asusté porque estaba casi dormido y no sabía que eras tú.

Spencer, hazme el amor. Quiero ser tu hombre y no importa si tenemos que quedarnos aquí, para siempre.

¿No me dejarías?

… Nunca. Te lo dije, naciste para mí. No puedo irme ni vivir sin vos, Peter.

… Tampoco yo. ¿Me deseas?

… Con locura, con desesperación de siglos, con cada fibra de mi ser.

.. ¿Por qué?

… Está bien. Sé lo que necesitas escuchar de mí, lo que jamás he dicho a nadie. Sos el hombre más hermoso que puede existir, un dios pagano, un sueño, pero no te deseo por tu belleza solamente.

Me rindo. Necesito deponer mis armas aunque quede expuesto ante vos y ante el mundo. Te amo, Peter, con el alma, mi espíritu te venera, mi cuerpo desea glorificar el tuyo, te amo con mi esencia, te amo para siempre y no importa nada más. Renuncio a todo por vos y por tenerte, a salvo de todos.

¿Me crees?
… Sí,  porque eres mi mitad. Siempre te amé, Spencer aun cuando creí odiarte. Te amo y no me importan las consecuencias. Luchar por no enamorarme de ti fue inútil, porque lo estuve desde antes de verte.

__ La mirada de los ojos color azabache se posó en el torso que vislumbró bajo el cuello, para ascender y quedarse sobre los marrones y Peter, aunque no lo tocó sintió la caricia abrasadora. Y deseó comerlo a besos, hambriento y perdido en un apetito voraz por ese hombre mientras una oleada de un placer ya conocido lo envolvió.

.. Ven, vámonos.

… ¿Adónde?

… No preguntes, estaremos bien.

… Pero... ¿no vamos a avisar?

… No hace falta, los tíos sabrán que estaremos bien, y dudo que Gerard se levante hasta la mañana.

___ Spencer lo levantó en sus brazos, por la necesidad de estrecharlo aunque pudiera caminar, mientras Peter se abandonó en él, perdiéndose aspirando su aroma, mientras recorrieron como intrusos la  mansión, hasta que al levantar la mirada, Peter vio el caballo.

…¿Vamos a cabalgar?
… Tú no, todavía puede resentirse la pierna, te llevaré acomodado en mi regazo, iremos muy cerca, pero necesito estar a solas con vos… mi amor.

___ Peter sentía temor y deseo, en una mezcla arrolladora que lo hizo temblar, pero se dejó subir al caballo y rodeó la cintura de Spencer aferrándose al cuerpo como si en ello le fuera la vida, y no preguntó, cuando comenzaron a salir de los establos. Su cuerpo se relajó contra el de Spencer pero su corazón percutió en el pecho errático y expectante.

… Por Dios, Peter, sueño con saborearte, con perderme en tu boca, con adorar esos labios, y todo lo que apenas alcancé a vislumbrar.

… Estoy perdido en ti, incorporado a ti, quiero que tu piel absorba la mía, y deambular, volar en la espiral del deseo que me enseñaste. Quiero derretirme, consumirme en ti.

… Y yo deseo que mi boca venere la tuya, que nuestras salivas sean una, que te embriaguez en mi aliento y yo en el tuyo, que mi cuerpo glorifique el tuyo.

__ Mientras el caballo se deslizaba, y el sol comenzó a esconderse, temeroso al verlos refulgir más que él, los labios de Peter se acomodaron en el cuello de Spencer, que se dejó atrapar en la red de sensualidad que Peter venía tejiendo desde que se encontraron. Sintió que los cubría y los atrapaba un velo misterioso, que los adosaba e incrustaba,  mientras supo que en breve, subirían a la gloria.

Necesitaba lanzarse sobre Peter, pero no debía, tenía que hacerlo despacio, peor deseaba libar de la fuente de su virilidad, beberlo, devorarlo, hasta dejarlo exhausto, pleno, y pidiendo más.

… ¿En qué piensas?

… En que entre tus brazos rodeándome y tu boca en mi cuello, me estás quemando, pero a la vez me siento pleno, alucinando en  vos.

Peter, no entiendo cómo nadie te atrapó antes que yo llegara, qué suerte o qué destino lo permitió, porque cada poro, cada fibra de vos emana sensualidad que enloquece, no comprendes pero disparas el impulso a  atrapar tu boca, a desnudarte y amarte sin respiro, hasta morir.

.. A mí me sucedí contigo. Siento un hormigueo que me hace cosquillas por todas partes, ahora mismo me estoy quemando, siento aprisionado el vientre y tu ronroneante y profunda voz me hechiza, me deja la cabeza vacía, y mi corazón late en la sien y en los oídos desbocado.

__ Spencer se detuvo frente a un grupo de casas sencillas, simples, y se volvió urgente, y antes que Peter pudiera reaccionar, se inclinó y atrapó su boca  venerándolo.

… Sos exquisito y me pregunto si todo tu cuerpo es igual. Llevo días imaginándote en mi cama, desnudo debajo, arriba, a mi lado, por todas partes, entrelazados, pensando en cómo hacerte y que me hagas el amor.

Déjame bajarte de allí, ven precioso.

___ Peter olvidó de respirar mientras unidos en el beso, Spencer lo condujo estrechándole la cintura a amarrar las riendas del caballo, y luego hacia la casa.

… ¿Qué es esto?

… Casas,…. de los jardineros, de parte de la servidumbre.

… Pero…

… Chsss. No hay nadie. Todavía no los hemos contratado, solamente están las doncellas de la casa mayor.

___Spencer, antes de abrir, lo acorraló entre la pared y sus brazos que lo rodearon apoyándose en el muro, e inhalaron el aire del otro, mientras como en un acuerdo tácito, los ojos de uno se posaron en los labios del otro, el sitio prohibido, pero que ahora buscaron para terminar de sucumbir. Quedaron sin razón cuando con la punta de la lengua cada uno dibujó los labios del otro, los humedeció para terminar devorándose en el mismo  calor, confundidos, sinrazón, excitados, y los labios envolvieron la boca, entraron, exploraron, bebieron, saborearon, sin dejar recodo, succionaron sin reparos, y sin pausa hasta el dolor, mientras se estremecieron de placer, y un dolor punzante los atormentó en la pelvis.

Y quedaron suspendidos en un instante del tiempo, en cualquier lugar, en el otro, con las lenguas dibujando los labios y la geografía completa en la boca del otro, mientras en la intimidad la virilidad pulsátil  se apretó al vientre ajeno. Los corazones fueron tambores, la respiración se  les escapó.

Spencer había enredado los dedos en la seda del pelo de Peter, que el sol acarició envidioso, dándole tonos dorados y pastel.

Fascinado, y aturdido, Peter se apoyó al muro para evitar caer aferrándose al cuerpo de Spencer, que solamente deseaba hacerle el amor, pero sintió que bebía saladas lágrimas que rodaron por el rostro de Peter, fascinado y sobrecogido de amor.

Spencer lo atrajo más, acunándolo y calmándolo, mientras Peter sintió que lo que lo dominaba era prodigioso, indescriptible, fascinante, abrumador, mientras las miradas se perdieron una en la otra, los alientos se mezclaron y Peter fue delineando la frente, el rostro, la mandíbula, los labios y  sintió que Spencer se estremeció.

… ¿Qué nos sucede?

… Temo perderte y seguramente te pasa lo mismo.

… Quiero estar siempre a tu lado.

__ Spencer lo estrechó con su cuerpo y con su alma al tiempo que se apoderó de la boca de nuevo, mientras una atracción salvaje, un deseo irracional, una pasión arrolladora e inconcebible los dominó sin remedio y sin retorno.

__ Con un resto de fuerza y cordura Spencer se apartó y Peter se sintió huérfano sin sus brazos, sin sus labios, sin las caricias,…., y entre lágrimas lo vio abrir la puerta, para regresar tomándolo en sus brazos alzándolo.

E ingresaron al fin, y era una casa que  parecía estar esperándolos, olía a madera, estaba limpia, con el hogar encendido, las llamas flameando y las velas mirándolos entrar.

.....¿Cómo está esto así si no vive nadie?

… Estuve antes, para dejar todo preparado, luego fui a buscarte.

Lo que está por suceder es muy importante para ambos, es nuestra entrega, nuestra primera vez, y deseo que sea una ceremonia de Amor, entre nosotros y Dios.

….Te amo, Spencer, hazme el amor.

CONTINUARÁ.